Premio Ariadna de Ilustración 2018

PR EM IO AR IADNA DE

ILUSTR ACIÓN 201 8

Premios Ariadna

En los forros: Ilustración de Selene Lizbeth Araiza Velasco, ganadora del Premio Ariadna de Ilustración 2018

PREMIO ARIADNA DE ilustración 2018

Colección: Premios Ariadna Enero de 2019 D.R. © Editorial Ariadna Tels.: (55) 2614-3190 (044) 55 39 56 25 06 Patriotismo 545 Col. Ciudad de los Deportes, Ciudad de México CP 03710

editorialariadna@gmail.com www.editorialariadna.com Si deseas comprar ejemplares de este libro hazlo en: https://www.kichink.com/stores/www-editorialariadna-com http: // www.editorialariadna.com Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualesquier medio o procedimiento sin la previa autorización por escrito de EDITORIAL ARIADNA .

ISBN: 978-607-8269-31-0 Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico

PRESENTACIÓN

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otivados por conocer lo que en materia de ilustración se está produciendo en el país y por el deseo de ampliar el catálogo de publicaciones de Editorial Ariadna, lanzamos, el pasado mes de julio, la primera convocatoria al Premio Ariadna de Ilustración 2018, abierta a artistas mexicanos y extranjeros que radican en México.

La Convocatoria fue bien recibida, poco a poco fueron ingresando en el buzón del correo electrónico las participaciones, en su mayoría de jóvenes que por primera vez tomaban parte en un evento semejante, y que, si bien, en muchos de los casos, cursan carreras universitarias que no tienen que ver con las artes o las humanidades se han formado como ilustradores de manera autodidacta o asistiendo a Talleres de Dibujo.

También llegaron a nuestro buzón ilustraciones de artistas con amplia experiencia. Todos ellos se basaron, para crear las obras enviadas, en el texto: “El Minotauro, Ariadna y Teseo, mito griego”, y aplicaron diversas técnicas. El resultado es un libro que muestra diversas visiones en torno a un mismo tema, lo cual es francamente enriquecedor.

Fue una grata sorpresa darnos cuenta de que los participantes son originarios de varios estados de la República Mexi7

cana, que la convocatoria la recibieron en Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Chiapas, Tamaulipas, Baja California, Michoacán, Guanajuato, Morelos, Sinaloa, Nayarit, Tlaxcala, Nuevo León…

Ha sido impresionante constatar que el gusto por ilustrar y por las artes plásticas en general está arraigado en el ser humano y que nace profusamente de las almas sensibles y que hay artistas que están dispuestos a dedicar bastante de su tiempo a cultivar su obra plástica.

Conmueve, entusiasma y a la vez, paradójicamente, preocupa la disposición de los jóvenes, porque muchos de ellos podrán sentirse motivados, por diferentes circunstancias, a cultivar el oficio de ilustrador, pero habrá otros que, por la falta de oportunidades, seguramente abandonarán la creación, sintiéndose traicionados por los medios impresos como periódicos, revistas y editoriales, al no hallar un pedazo de tierra fértil donde sembrar o incluso fincar su hogar como ilustradores. Esos jóvenes, agobiados por todo tipo de necesidades, desviarán su camino hacia diversas latitudes o simplemente dejarán marchitar su ímpetu por la ilustración.

En todos los artistas participantes destaca la veta creativa, la necesidad de expresión, el placer de plasmar imágenes sobre la página en blanco.

No ha sido posible incluir a todos los ilustradores que participaron, aunque lo merecen (a los cuales les ofreceremos, muy pronto, un nuevo espacio en las Antologías Ariadna). Tuvimos que elegir a la ganadora, además a un grupo de finalistas para que integraran este libro, como lo establecimos en la Convocatoria.

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La ganadora del Premio Ariadna de Ilustración 2018 es Selene Lizbeth Araiza Velasco, originaria de la Ciudad de México, quien se hizo acreedora a que sus ilustraciones aparezcan en la portada y al inicio del libro Premio Ariadna de Ilustración 2018, entre otras incentivos descritos en la convocatoria.

Las ilustraciones de los finalistas, a los que también consideramos ganadores, están incluidas en este libro, en orden alfabético, de acuerdo con su primer apellido.

Editorial Ariadna agradece a todos los artistas plásticos su entusiasmo y el envío de su obra al Premio Ariadna de Ilustración 2018.

Próximamente les haremos llegar la convocatoria para el Premio Ariadna de Ilustración 2019, así como otras invitaciones a participar en diversas publicaciones, donde todos podrán ser incluidos.

Catalina Miranda Directora de Editorial Ariadna Premios Ariadna, los únicos en los que todos ganan el libro Ciudad de México, enero de 2019.

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EL MINOTAURO, ARIADNA Y TESEO MITO GRIEGO*

Adaptaciรณn de Editorial Ariadna

*Texto en el que los participantes del Premio Ariadna de Ilustraciรณn 2018

se basaron para realizar sus ilustraciones.

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odos los años en la isla de Creta, ubicada en el mar Mediterráneo, el rey Minos ofrendaba el mejor de sus toros al dios Poseidón —Creta era militar y culturalmente una potencia, en comparación a los pueblos del continente y de las islas cercanas— pero el año en que empezó la más grande de sus tribulaciones, el rey Minos no lo hizo así, ya que había nacido entre su ganado un toro especialmente hermoso, fuerte, bien proporcionado, musculoso, totalmente blanco y de ojos almendrados, el cual decidió conservar vivo para él.

Minos sacrificó, en honor al dios Poseidón, un toro de medianas cualidades, sin darse cuenta de que el dios, tremendamente orgulloso, lo observaba e incluso conocía sus pensamientos. No creyó que el dios se percataría de que no estaba sacrificando al más dotado de sus animales.

Iracundo, Poseidón decidió castigar a Minos, dijo en voz alta, como si el rey de Creta pudiera escucharlo:

—¿Es tan hermoso ese toro blanco que te has enamorado de él y por eso no quieres entregármelo? Pues yo haré que su encanto te provoque terribles desgracias.

Fascinado por el toro blanco, Minos se lo mostró a Pasífae, su esposa, quien de inmediato fue alcanzada por una de 13

las flechas del dios Eros. Ella se sintió totalmente perturbada por la belleza del animal, admiró su fuerza, su enorme musculatura, sus perfectas proporciones… Un deseo irracional hizo hervir su sangre de mujer. Empezaba así, la venganza del dios Poseidón.

Obsesionada por su deseo, poseída por la lujuria, Pasífae le confesó su secreto al ingenioso constructor Dédalo, para que le ayudara a saciar sus ansias. Él diseñó una atractiva vaca de madera, a la que cubrió con piel, la cual tenía una ingeniosa portezuela en la parte posterior. Gracias a que puso ruedas en las patas de la vaca, Dédalo puedo empujarla hasta donde se hallaba el toro preferido de Minos, y le dio instrucciones a Pasífae, sobre lo que tenía que hacer.

La mujer, eufórica, presa de su apetito por el semental blanco, se ocultó desnuda en la vaca de madera, metió las piernas en las patas traseras y esperó en silencio, tratando de que su sofocada respiración no se escuchara. No tardó mucho el toro blanco en acercarse a la vaca de madera y, siguiendo sus instintos, potentemente la penetró. Después del acto inaudito, Pasífae, satisfecha, sigilosamente regresó a su aposento donde se encontraba profundamente dormido el rey Minos.

Al poco tiempo Pasífae se dio cuenta de que había sido preñada por el toro, y al cumplirse nueve meses, dio a luz a un ser con cabeza y cola de toro, pero con cuerpo de ser humano, al cual llamaron Minotauro.

Al percatarse de la infidelidad de Pasífae, el rey Minos se llenó de ira, pero poco a poco encontró en aquel extraño ser, cierta gracia que le recordaba al mejor toro que había tenido.

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Durante los primeros años de vida del Minotauro, Minos y Pasífae lo mantuvieron oculto en su palacio, incluso llegaron a considerarlo como un ser normal, pero con el paso del tiempo, el Minotauro empezó a demostrar que era una bestia, devoraba sin misericordia a cualquier animalillo que se encontraba en los jardines hasta que un día destazó y tragó a un sirviente del palacio. Preocupado, Minos se dio cuenta de que no podría seguir ocultando al Minotauro y con él la infidelidad de Pasífae, por lo que consultó al Oráculo, el cual le aconsejó que encargara a Dédalo, el constructor, un laberinto lo bastante grande para que el monstruo pudiera desplazarse sin limitaciones, con muros muy altos para que nadie se percatara de su presencia y no pudieran escucharse sus bufidos.

Dédalo obedeció al rey, y en poco tiempo el Minotauro fue encerrado en el laberinto. Minos ordenaba a su servidumbre que le arrojaran a la bestia, como alimento, aves, serpientes, ardillas, conejos y animales más grandes como borregos y cabras, pero el Minotauro comía muy poco, en su paladar se hallaba ya el recuerdo del sabor de la carne humana, por lo que el rey decidió que los esclavos que traían de otras tierras fueran su alimento.

En aquella época, en la ciudad de Atenas se celebraban las Fiestas Panateneas, los juegos deportivos que se convertirían en las Olimpiadas. En las competencias se enfrentaban jóvenes provenientes de todas partes del Mediterráneo, ya que daban fama y prestigio a todo atleta que triunfaba en ellas, por lo cual el rey Minos envió a participar a uno de sus hijos más queridos, Andrógeo. El joven, fuerte, poderoso y 15

bien entrenado triunfó en todas las competencias, pero los atenienses, envidiosos, celosos e indignados, no soportaron la derrota, y fingiéndole amistad, crearon un plan en su contra.

Con el pretexto de festejar sus triunfos lo invitaron a beber, lo emborracharon y finalmente lo asesinaron.

La noticia llegó a Creta, el rey Minos, arrebatado por el dolor, declaró la guerra a Atenas. Mandó sus poderosas tropas, que eran en todo superiores, a combatir al pueblo en el que le quitaron la vida a su hijo, y luego de triunfar les impuso un tributo, que consistía en que le entregaran, cada nueve años, siete varones y siete doncellas, todos vírgenes, para ofrendarlos al Minotauro.

Durante varios periodos de nueve años, los atenienses obedecieron el mandato de Minos, quien al recibir a los catorce elegidos, hacía que se adentraran en el laberinto para que el Minotauro se alimentara con su carne.

En uno de aquellos años del segundo milenio antes de nuestra era, muy cerca de Atenas nació un niño al que llamaron Teseo, quien fue dotado por la Naturaleza con todas las virtudes y cualidades. Tuvo dos padres, uno terrenal: Egeo, y otro divino: Poseidón, el dios del Mar, aquel al que Minos se había negado a ofrendarle su toro preferido.

Cuando Teseo, príncipe de Atenas, alcanzó la edad y la fuerza suficientes fue mandado por Egeo a Creta, con el grupo de vírgenes que serían devorados por el Minotauro. El rey Egeo tenía la esperanza de que su hijo, bien entrenado para la guerra, joven e inteligente, vencería al monstruo del laberinto y, de esa forma, liberaría a Atenas de la condena impuesta por el rey Minos.

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Con una misión que cumplir, Teseo, junto con el grupo de jóvenes, se embarcó sin que nadie se diera cuenta de que él era el hijo del rey Egeo, y cruzó el Mediterráneo hasta llegar a Cnosos, la capital de Creta, se sentía seguro, sabía que cumpliría con la heroica tarea que liberaría a su pueblo. La belleza y el aura de seguridad que emanaban de Teseo lo hacían destacar entre los demás muchachos atenienses.

Desde que desembarcaron en las playas de Creta, una mujer joven se sintió muy atraída por Teseo, lo observaba desde lejos, seguía cada uno de sus movimientos, se sentía conmovida y lamentaba que alguien con ese porte, con esa gallardía fuera a ser sacrificado. El dios Eros lanzó su flecha, y la mujer quedó profundamente enamorada de aquel desconocido. Ella era Ariadna, la sacerdotisa, la joven princesa, hija de Pasífae y del rey Minos, hermana del talentoso Andrógeo y media hermana del bestial Minotauro.

Ariadna era una joven curiosa, muy inteligente, estaba ansiosa de salir de Creta y tenía la edad suficiente para entregarse de lleno al amor. Dispuesta a ayudar a Teseo, del que aún no conocía su nombre, le pidió a Dédalo que le confesara si el laberinto tenía oculta alguna salida. El constructor le dijo que sólo había una manera de escapar del laberinto: Amarrar en la entrada, la punta del hilo de un ovillo e ir desenredándolo conforme se avanzara; luego, para regresar sólo debía volver sobre sus pasos siguiendo el hilo. Al terminar de darle el consejo, Dédalo le entregó un ovillo rojo, el cual le permitiría llevar a cabo su plan de salvar a Teseo.

Cuando los catorce vírgenes iban a adentrarse en el laberinto, Ariadna, ocultándose de los guardias, se acercó a 17

Teseo, le dijo que había una manera de escapar con vida del laberinto, que se la diría si le prometía que al salir, la llevaría en su barco lejos de Creta y se casaría con ella. Teseo, dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad, le respondió que sí.

Por lo cual, ella le entregó el ovillo rojo y con ternura puso sus labios sobre los de él, como sellando su pacto.

Los jóvenes que serían devorados por el monstruo de Creta, fueron obligados por los guardias a internarse en el laberinto. Teseo no perdió ni un momento, amarró la punta del hilo en la entrada y corrió, dispuesto a enfrentar al Minotauro.

La oscuridad del laberinto lo absorbió; por momentos tropezaba con cráneos y pedazos de cuerpos en descomposición. El olor a sangre putrefacta lo debilitó momentáneamente, pero recobró su fuerza y avanzó con la firme decisión de enfrentar a la bestia lo antes posible.

Conforme se adentró, los bramidos del Minotauro se intensificaron, escuchó que algunos de los jóvenes eran atacados por el monstruo, sus desgarradores gritos harían derrumbarse de miedo a cualquiera, menos a Teseo, hijo de Poseidón, el dios del Mar, quien lo protegía.

Cuando Teseo estuvo frente al Minotauro, el hedor del hocico de éste lo hizo trastabillar, sintió náuseas y profundo deseo de vomitar, pero al recordar su misión se sobrepuso.

Sacó una espada que había traído oculta entre sus ropas y, ágilmente, se lanzó contra el monstruo, quien, a pesar de su voluminosa figura y su peso bestial se defendió hábilmente y esgrimió con precisión una enorme hacha.

Invocando la fuerza de su padre divino, Teseo arremetió ferozmente contra la bestia y le enterró la espada en el 18

cuello. El Minotauro cayó debilitado, y con todo el coraje que un héroe puede sentir contra el enemigo, indignado por el sometimiento en que había vivido Atenas, Teseo lo hirió repetidamente a lo largo del cuerpo. El Minotauro lanzó furiosos gruñidos de angustia, de agonía, de impotencia, parecía que los muros del laberinto se desplomarían, y poco a poco se fue quedando sin fuerzas, sin aliento, cerró los ojos mientras se desangraba, hasta que terminó postrado en la tierra del laberinto, sin un solo ápice de vida.

De inmediato, Teseo regresó siguiendo el hilo que le entregó Ariadna, llamó a los jóvenes que habían quedado con vida, llegó hasta la puerta del laberinto, donde la princesa Ariadna lo estaba esperando. Al verlo, ella, sin sentir repulsión por la sangre con la que el héroe estaba cubierto, lo abrazó y lo besó. Acompañados de los jóvenes que sobrevivieron, Teseo y Ariadna zarparon adentrándose en el mar Mediterráneo.

Teseo no estaba enamorado de Ariadna, le había prometido que se casaría con ella, pero eso no lo podía cumplir. Luego de varios días de viaje, desembarcaron en la isla de Naxos con el pretexto de descansar en las orillas de la playa, y cuando Teseo vio que la princesa se quedó dormida, aprovechó la oportunidad y decidió abandonarla.

Desde que Teseo partió hacia Creta, el rey Egeo le pidió, que a su regreso, cambiara la bandera negra que llevaba en el mástil, por una blanca, así, desde lejos, él sabría que su hijo regresaba triunfante y con vida. Pero Teseo, con la emoción de la travesía, olvidó esta promesa y dejó que siguiera ondeando la bandera negra. Egeo, desde lo más alto del des19

filadero, en el que acostumbraba subir para mirar a lo lejos, se dio cuenta de que el barco de Teseo regresaba, pero que en lo alto ondeaba aún la bandera negra. Desgarrado por el sufrimiento y la desesperación, Egeo se arrojó al desfiladero y murió en ese mar, que desde entonces lleva su nombre.

Teseo, el príncipe que liberó a Atenas de Creta, el héroe que venció al terrible Minotauro, fue castigado por el destino y no volvió a ver a su padre con vida, por haber abandonado a Ariadna en la isla de Naxos.

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GANADORA Selene Lizbeth Araiza Velasco Técnica: Tinta china

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ació en la Ciudad de México; estudió Diseño Industrial en la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco (UAM-A), y la carrera técnica en Dibujo Asistido por Computadora, en la Vocacional Núm. 2, IPN. Ganó el primer lugar en Novela Gráfica de la UAM, en 2014; obtuvo e Premio de Honor en el Concurso Cómic por parte de la embajada japonesa, en 2015; así como Premio de Honor en el Memorial 68, en 2016. Estudió el diplomado de Ilustración en la Academia de San Carlos (UNAM). Ha participado en galerías, en el estado de Jalisco, con el tema del Día de Muertos, “Dublin in Watercolor”, que fue exhibida en Dublín, Irlanda.

Se ha dedicado al dibujo, la ilustración y el cómic. Sus influencias provienen de los artistas Beatrix Potter, Jhon Khen, Edward Gorey, entre otros. Actualmente trabaja en un proyecto de ilustración para jóvenes.

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FINALISTAS

Jazmín Domínguez Pérez Técnica: Tinta y carboncillo

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s originaria de la ciudad y puerto de Veracruz, México. Estudió Ingeniería Industrial en el Tecnológico Nacional de México campus Veracruz (ITVer), al mismo tiempo que continuaba su desarrollo en el campo del dibujo y la ilustración de forma autodidacta. Entre sus artistas favoritos se encuentran Takato Yamamoto, Tim Von Rueden, Matt Rhodes y Ramil Sunga. Actualmente conjuga su carrera como ingeniera con la realización de ilustraciones y pintura tradicional.

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Eduardo André Galván Reyes Técnica: Ilustración digital

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ació en Cuernavaca, Morelos, en 1988. Estudió Diseño Gráfico en la Universidad Del Valle de México (UVM). Se ha dedicado a la enseñanza en la escuela federal Otilio Edmundo Montaño, incentivando el desarrollo de las capacidades creativas en niños de primaria. Es ilustrador freelance que trabaja con medios digitales a partir del dibujo y el grabado, su trabajo está basado en la estética de los años 40 y 50, así como en la cultura pop americana. Desde 2014 forma parte del grupo musical de Avant-Garde Metal llamado Skela Folk, como guitarrista. Aglunos artistas que han inspirado su trabajo ilustrativo son Dave Quiggle, Lance inkwell, Craola, Rebecca Sugar, entre otros. Actualmente se dedica a la producción de nuevos proyectos de ilustración de forma independiente.

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Ana Leticia González López Técnica: Ilustración digital

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ació en Guadalajara, Jalisco, el 9 de marzo de 1997, egresada de la carrera de Publicidad; ha estudiado diversos idiomas como italiano, inglés y japonés; actualmente trabaja por su cuenta y participa en una agencia de publicidad. Desde que comenzó a ilustrar, ésta es la primera vez que participa en un concurso abierto, sólo lo había hecho dentro de la universidad, obteniendo menciones honorificas; en 2017, con sus amigos ganó el segundo lugar en la realización de un cortometraje de terror en “Fóbica Fest”. Con gusto por el talento nuevo, sus ilustradores favoritos son Sakimichan, Tati Moons, Zuueii, por mencionar algunos; actualmente se encuentra realizando su propia plataforma para darle promoción a su arte y poder crecer profesionalmente dentro de la industria de ilustración digital.

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Claudia González Miranda Técnica: Lápiz de carbón sobre papel fabriano

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ació en la Ciudad de México el 12 de agosto de 1997. Ha tomado diversos cursos de: Dibujo anatómico; técnica de color; lápices de carbon; lápices de cera; pastel seco; pintura acrílica y acuarelas.

Ha sido invitada a impartir cursos de dibujo y a exponer su obra en algunas galerías en la Ciudad de México. Además del dibujo desea desarrollarse en el ámbito de la arquitectura.

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Citlali Ortiz Garduño Técnica: Acuarela sobre papel fabriano

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ació en Oaxaca de Juárez, Oaxaca, en 1990. Estudió Nutrición en la Universidad Veracruzana (UV). Actualmente se dedica a la escritura e imparte clases de iniciación al arte e inglés en una asociación civil para jóvenes vulnerables. También colabora en el proyecto Tinta Chida. Sus ilustradores preferidos son: Benjamin Lacombe, Miho Hirano y Quentin Gréban. En este momento se encuentra escribiendo una novela para niños.

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mariam chiara pérez lozano Técnica: Ilustración digital

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ació en Guadalajara, Jalisco, en 1999. Actualmente estudia Animación, arte digital y multimedia en la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA). Ha participado en convocatorias escolares de diseño y concursos de declamación. Comenzó un proyecto propio junto a sus compañeros de carrera y trabaja dirigiendo los inicios de un pequeño estudio de animación en Guadalajara.

Actualmente está trabajando en el desarrollo de una serie y en la realización de una web cómic de autoría propia. Además de la ilustración, disfruta del teatro musical y las artes plásticas. Sus ilustradores preferidos son: Angie Nasca, Katie Elentori, Gabriel Picolo, Yehuda Devir y Sarah Andersen.

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Miguel Ángel Sánchez Técnica: Tinta china en alto contraste

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riginario de Celaya, Guanajuato, nació en 1975. Estudió Diseño Gráfico en la Escuela (hoy Facultad) del Hábitat perteneciente a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP). Tiene un vasto historial en la ilustración: Desde muy joven se dedicó a hacer caricatura política, primero en el periódico El Sol del Bajío, después en el a.m. ambos de Celaya Gto; también en los semanarios Miércoles en Celaya; Zeta, Guanajuato; así como en Línea Directa; donde además era editorialista. Está incluido en el Libro catálogo del III Premio Internacional de Poesía Visual “Juan Carlos Eguillor” e ilustra la plaquette Leyendas de Zalaya de Alejandro Domínguez.

Tiene en su haber un libro ilustrado para niños llamado Un Pedazo de Sol, leyenda chichimeca del fuego, editado por la Editorial La Rana. Actualmente divide su tiempo en dar clases de dibujo y pintura, diseñar, ilustrar y pintar a la acuarela, donde también ha obtenido diversos e importantes reconocimientos. Su ilustrador preferido es Frank Frazetta.

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Cuauhtémoc Trejo Barajas Técnicas: Bolígrafo, y tinta y gouache sobre papel

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ació en la Ciudad de México, en 1960. Realizó sus primeros estudios de dibujo en el taller de su padre; a los 9 años de edad ganó el primer lugar en el concurso de dibujo convocado por la SEP a nivel nacional con el tema “Benito Juárez, Benemérito de las Américas”. Estudió en la Academia de San Carlos de la UNAM; en la Escuela Nacional de Música (UNAM); en el Conservatorio Nacional y en la Escuela Ollin Yoliztli, especializándose en flauta transversa. Empezó su carrera profesional como flautista en la Orquesta Mexicana de la Juventud, y después de realizar una estancia en el Festival Internacional de Flauta de Stratford Inglaterra (1979-1980), se integró como flautista principal a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, desde 1983.

Siempre ejerció el dibujo y la pintura en el taller paterno y en Guanajuato con diversos artistas locales; en 1982 participó como ayudante en la realización del Grabado Mural en el Congreso Nacional de San Lázaro, Historia de las Constituciones Mexicanas. Ha realizado varias portadas de discos compactos e ilustraciones para carteles para la Orquesta Sinfónica de Guanajuato; participó con una colección de dibujos para la marca KATZE Hand Craft Design.

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Lidia Toledo Álvarez Técnica: Lápiz sobre papel acuarela

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ació en Morelia, Michoacán, el 20 de agosto de 1976; estudió la carrera técnica en la Cámara Nacional de Comercio, actualmente trabaja en un negocio propio; en (2010) publicó algunas ilustraciones en el libro Bifurcación Poética del taller literario Ometéotl; en (2012) en la revista Morelia lo nuestro ilustró un poema de su autoría, y actualmente ilustra el libro de poesía Ihuatzio del poeta Alberto Portillo Ambriz; además prepara su primera exposición Rostros de mis raíces, programada para los meses de marzo y abril de 2019. Pertenece, desde hace 13 años, al taller literario de las Rosas de Morelia, Michocán, quienes actualmente preparan material para su publicación colectiva.

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ÍNDICE

PRESENTACIÓN, 5 EL MINOTAURO, ARIADNA Y TESEO MITO GRIEGO, 11 GANADORA, 21 Selene Lizbeth Araiza Velasco, 21 FINALISTAS, 29 Jazmín Domínguez Pérez, 31 Eduardo André Galván Reyes, 37 Ana Leticia González López, 41 Claudia González Miranda, 47 Citlali Ortiz Garduño, 51 Mariam Chiara Pérez Lozano, 61 Miguel Ángel Sánchez, 65 Cuauhtémoc Trejo Barajas, 75 Lidia Toledo Álvarez, 83 91