Del más fresco de los descontentos y cansados de las ofensas al intelecto que compone la masa inerte del patio de madera, una jovial banda de ácratas se erige en lo que desde el 2010 se conoce como ARCADA. El diagnóstico para una época falta de jovialidad, miserable y poco convulsionada exaltó a los muchachos a expresar el malestar en contra de la estupidez e indolencia de este sistema de esclavitud del hombre por el hombre.