La Escuela Nº 1
De la memoria del pueblo surgen recuerdos. Esquina de San Martín y Alsina; Educación, cultura y arte. Primero, Escuela Nº 1, luego Casa de la Cultura, hoy Centro Municipal de Arte.
El 16 de febrero de 1892 se inauguró este edificio, con destino a la Escuela graduada Bernardino Rivadavia, con frente a la calle Adolfo Alsina, para varones, y la escuela graduada Domingo Faustino Sarmiento, para niñas, con frente a la calle San Martín. Eran directores, respectivamente, por ese entonces, Enrique Werner y Panchita Gazzano. Entre los maestros citaremos a Catalina Badie y Genaro Fernández. En 1906 quedó todo el edificio bajo la denominación de Escuela Nº 1 Nicolás Avellaneda. En 1955 el edificio fue abandonado, con el traslado del establecimiento a uno nuevo y moderno, frente a la Plaza Adolfo Alsina. Luis Roasenda, prestigioso vecino y curioso investigador de la historia lugareña, ha señalado que, con anterioridad, pueden citarse como antecedentes educacionales en la ciudad, las actividades de Fray J. Baca en 1814. Este sacerdote, (quizás el primer maestro avellanedense) dictaba sus clases en el oratorio Betlemita. El magisterio, en 1867, contaba con Eulogia Ortíz, niña de esta ciudad, que se desempeñaba en institutos particulares.
El poeta avellanedense Fernández Larrain ha cantado a la vieja escuela con este enternecedor soneto:
A este viejo edificio deslucido
Lo contemplo en mis líricas mañanas
Con sus filas de clásicas ventanas
En la niebla del tiempo sumergido
Esos portales de hierro orinecido
Que rememoran hoy cabezas canas, Entre rumores dulces de campanas
Nos descubren un patio conmovido
De palabras, de cantos y de risas.
Y en el silencio que la noche plasma
En el run run sutil de las cornisas
Y en el brillo espectral de los cristales
Se levanta su cúpula fantasma
Entre un vuelo de blancos delantales.
Extraído de; El viejo Barracas al
Sud- 8 de marzo de 1956- Artes gráficas Luro, Costa Rica 328
Avellaneda- Dir. J. Díaz Villegas
Foto Hugo Tempesta
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Trabajo
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Otoño. Fotos Hugo Tempesta.
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Roberto Bravard, Jefe de máquinas Frig. La Negra.
Foto Hugo Tempesta
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Documentalismo
Médico y Maestro
Yo vine de Resistencia, Provincia del Chaco, a hacer la especialidad en Cirugía (no había allá), junto con otros estudiantes de medicina que recién se habían recibido. El Jefe de nuestro servicio era el Dr. Vicente Pataro, discípulo directo de Ricardo Finochietto en Sala sexta del Hospital Rawson. Una referencia muy importante de la escuela quirúrgica de la Argentina. Vine, hablé con él de parte de la Universidad y a partir de ese momento (año 1977) ingresé en el Servicio de Cirugía. Un amigo ingresó en el servicio del Dr. Benain, un cirujano famoso en la época gloriosa de la ciencia. Vine a vivir directamente dentro del Hospital Finochietto (Htal. Presidente Perón) en la habitación cinco. El hospital tenía habitaciones para los médicos residentes que eran del interior. Vivía con Giordano de Santa Fé,
Chiada que era de San Luis, a partir de ahí comenzamos a caminar en la especialización de cirugía, esa fue la etapa inicial. Han transcurrido muchos años. Me incorporo al ejército por el conflicto del Canal de Beagle (1978) y al volver al Finochietto hago toda la carrera hospitalaria. médico de guardia, médico de sala, médico de consultorio externo y terminé como Jefe de Sala, estuve de reemplazante de Jefe de Servicio en varias oportunidades, ahí es donde se marcan las diferencias entre los médicos del hospital. Estaban los hospitales como el Italiano, el Británico, bueno había sistemas de residentes, incluso sistemas de enseñanza a partir de la docencia dentro del hospital.
HT;Vos decías “la época gloriosa de la ciencia médica” ¿cuál fue esa época?
Esa fue la época anterior a la nuestra donde estuvieron los grandes de la cirugía, incluso tengo antecedentes. Hay varias escuelas, ya sea provincias del norte, el centro, el sur, cada una tiene su escuela clínica y su escuela quirúrgica. Por ejemplo; en La Plata está Mainetti, en Capital Federal está el Hospital de Clínicas con la escuela quirúrgica de Arce, grandes cirujanos con todas sus ramas y sus descendientes. Existe una escuela de cirugía de Rosario también con todos sus descendientes. Es importante recordar que la escuela quirúrgica de Finochietto, la sala sexta del Hospital Rawson, no solo era de cirugía, era de ginecología, neurocirugía. En la primera guerra mundial Enrique Finochietto trabaja en París y se crea un hospital argentino con médicos argentinos. Ellos trabajaban sobre el terreno de la urgencia, de la cirugía de emergencia, de la
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Entrevista al Dr. Miguel Cardozo, cirujano del Hospital Perón de Avellaneda.
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escuela de los médicos franceses que eran grandes anatomistas. Poco tiempo antes aparece el guante, antes se operaba sin guantes, antes no había anestesia. Alcancé a ver filmaciones del Hospital de Clínicas donde se le daba a tomar al paciente un poco de alcohol (bajo el control de un médico) y cuando se llegaba a un límite se hacía la operación. Toda esa historia es importante conocerla y contarla. En el año 1889 se realiza en Estados Unidos la primera operación de apendicitis, porque antes la gente se moría. No había radiografías, no había ecografías, siempre se llegaba tarde al diagnóstico, entonces Josep Murphy estudió la apendicitis en los chicos. Dijo; si algún apendicítico muere, alguien tiene la culpa, o un familiar por decir vamos a esperar o el médico porque no hizo un diagnostico como corresponde. Fíjate que a partir de ahí se hicieron los grandes estudios de las peritonitis, de las neumonías, antes se hacían los estudios de los derrames pulmonares con percusión. Por ejemplo; la Oftalmología, hoy hay especialistas solo en el conducto lagrimal.
HT; Cuando uno tiene inquietudes en lo humanístico y abraza la medicina es el comienzo de un camino arduo. Pasados los años de ejercicio activo de la profesión uno se jubila, pero todo ese aprendizaje, esa experiencia, ¿se puede cortar de un día para el otro?
Es muy difícil sacar conclusiones, llegar a la medula ósea, a mí me gusta esto, me gusta lo otro. Uno va mirando, observando, tamizando en el transcurso de
la parte hospitalaria y tenés dos cosas; atender la parte de piel por ejemplo o podés atender la parte más brava, que es la del dolor y del sufrimiento. El sufrimiento es una cosa larga pero el dolor puede ser agudo, uno dice ¿cómo puede ser que no haya nada para este paciente?, ¿cómo se puede encarar? y hay una forma rápida, práctica de encarar la urgencia, es la cirugía. Aparte que tenés todo el arsenal de los medicamentos, eso te lleva a ver la conducta que tenés en cada momento y la otra cosa, una vez que sos médico, ya no dejas de ser médico. Tengo mi familia que son todos maestros, en la secundaria ¿qué vas a seguir? empecé en el Colegio Nacional y después cambié a la Escuela Normal, somos los últimos maestros normales nacionales, los que dábamos clases teníamos que ir bien presentados. Te calificaban la presentación, la forma de comunicarte, la motivación. La última camada que fue en el `69. En El Impenetrable (Chaco) tenés que analizar a los chicos, tenés que dar clases por ejemplo los ofidios, las picaduras de pulgas, de ácaros. Los chicos
Sindicato Unificado Municipales de Avellaneda Av. Belgrano 1287/89 - Tel. 6060-9497 Adherido a la F.S.T.M.B.A. Personería Gremial Nº 107 y C.T.A. Fundado el 3 de Diciembre de 2015 Página 11 Revista
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saben más que los médicos porque están en contacto con la naturaleza y ahí es donde vos aprendés. Y aprendés de un montón de remedios que ellos tienen y vos no sabes que existen, esa es la parte positiva del servicio militar, cuando vos tenés que ir a trabajar al campo. A los residentes les cuesta aprender, (como a todos nos cuesta, un idioma por ejemplo) hay distintos tipos de hilos, suturas, entonces vos tenés que ser lo más meticuloso posible. La diferencia entre el maestro y el profesor. El maestro no se queda tranquilo hasta que el alumno aprende, tiene que llegar a la conclusión que tiene que aprender. En cambio el profesor, pasa en grandes universidades, viene, da la clase y se va, después puede ser que delegue a otro el tema. Eso no es lo que pasaba con Finochietto y la escuela quirúrgica en la sala sexta del Rawson, no, no, no, vamos de nuevo, ese nudo no va, la cosa era repetir y repetir, por eso era importante.
HT; Precisamente ese tema lo he pensado, en otras profesiones u oficios es menos grave equivocarse, no hay gran problema. Pero el médico no puede hacer a medias su trabajo, va el sufrimiento o la vida en un error, ustedes se hacen persistentes en el aprendizaje.
Si, te vas acostumbrando al dolor, al sufrimiento. Tenés dos cosas, el enfermo que está sufriendo y el llanto de los familiares que están con angustia. Cuando te preguntan cuánto va a vivir un enfermo, porque no le funciona el riñón o el pronóstico es bastante feo. Te preguntan lo que vos no querés que te pregunten, ahí es donde viene la fe. No sé si muchos creen en Dios, hay un momento del sufrimiento donde aparece la fe. Viene un enfermo hay que controlarlo dentro de media hora porque puede tener un sangrado, vamos al quirófano, vos tomas la decisión en base a lo que aprendiste. Salía del hospital a la una de la mañana, a las dos me avisaban de un accidentado de moto, así como estaba volvía al hospital. Entonces todo eso hace que vos observes, donde vos miras, prestás atención, esta arteria, la vena, que es lo que sangra, que es lo que no sangra, todo eso hace que seas muy meticuloso, por eso es importante el aprendizaje, no solo en la parte quirúrgica donde trabajas sobre un terreno muy delicado. Los hermanos Finocietto tenían una habilidad y una experiencia impresionante. Al anfiteatro del Hospital Rawson venían de todo el país a ver las operaciones que hacían ellos. A mí me pasaba con Mainetti, un dato importante es la observación. El maestro no puede guardarse los conocimientos,
tiene que enseñar. En la pandemia eso quedó relegado a un segundo, tercer, cuarto plano.
HT; Ahí algo me llamó la atención ¿hay maestros que no transmiten todo lo que saben?
El maestro tiene que transmitir todo lo que sabe si o si, porque cuando vas a operar una hernia en un paciente prostático que tiene alta presión abdominal, al que opera le tenés que decir; este orificio interno, este músculo, fíjate por acá sale la hernia. Eso a veces te altera la consulta diaria porque un paciente te consulta por un pie diabético y vos tenés que explicarle toda la patología diabética, guarda con la microcirculación, guarda si el paciente es obeso y no se ve los pies, ahí tenés que apuntar ¿cuándo fue la última vez que se miró la planta de los pies? A las mujeres; ¿cuándo se miró el ombligo? Lo mismo pasa con la embarazada, la región de los labios mayores, los labios menores, el periné ginecológico es tejido conectivo muy laxo, sangra con facilidad, cualquier operación que haga ahí hay que controlarla mucho. Viene uno con tres heridas de arma de fuego, viene uno con 27 puñaladas en el tórax, tenés que saber por dónde vas a entrar: “Primo non noscere”, lo primero es no hacer daño.
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Se trabaja en equipo con el anestesista, el clínico. Eso determina que uno se vaya entusiasmando y le vaya gustando. Veo en Francia, Estados Unidos, que los cirujanos llegan a una especie de tranquilidad por el conocimiento. Antes el conocimiento se duplicaba cada cuatro años, ahora se multiplica por horas. Fíjate como cambió el átomo, la teoría cuántica, ya está el cerebro artificial, no hay que perderse nada de eso, tampoco pasarse de la raya. Pero lo importante es ir despacito viendo cómo se va uniendo una cosa con la otra, ir observando, esto no me conviene, esto me gusta, esto no me gusta. Veo un enfermo, te digo porque estuve hace poco con el asunto de la pandemia, ¿a ese enfermo lo vas a operar? si, si, ¿le vas a hacer una incisión? mirá que adentro tiene una herida, ¿le sacaste una ecografía? tenés que tener todo de antemano, la membrana, no podes en medio de la operación estar pidiendo pinzas, vos ya sabes que es lo que necesitas.
HT; Esta cuestión de meterse de lleno, porque no se puede hacer las cosas a medias y tengo una imagen el Hospital Perón (ex Finochietto), su cuestión edilicia que la tenemos grabada y uno pasa por fuera mil veces y es tan distinta la realidad de lo que sucede dentro del hospital. Pasan otras cosas y ustedes son responsables de eso, se comprometen con la salud pública, el paciente que va con sus dolencias. Es tan pesada esa carga…
La carga no es pesada, como vos elegiste eso sabes que hoy por ejemplo sábado te toca una guardia, o fin de año que generalmente es la época donde hay desarreglos, heridas de arma blanca, heridas de bala, sabes que vas a tener movimiento. Me acuerdo que trabajaba en la Asociación Española de Socorros Mutuos en la Av. Entre Ríos los días jueves con Sanfilipo, eso era del gobierno español dirigido por monjas. Todos los días que yo estaba de guardia había monjas que hacían de instrumentadoras y teníamos cuatro operaciones por día, era el promedio de urgencias, una colocistitis, un abdomen agudo, una pancreatitis. Después estaba el cardiólogo, Vidal, que atendía los infartos, los edemas agudos de pulmón, encontrarse con todo eso.
Yo no quería hacer el servicio militar, voy a perder un año, al contrario, gané porque conocí un montón de cosas que no hubiera conocido.
HT; Mucho estudio y esfuerzo
Quería ir a Buenos Aires a hacer la especialización en cirugía, teníamos siete años en la Facultad. íbamos desde Resistencia hasta Antequera, cruzar en lanchita y de ahí, en la costa de Corrientes tomar otro micro hasta la Facultad de Medicina. Todo ese trayecto que haces no lo sentís porque vos lo haces a la mañana, temprano. Sabes que tenés que hacer el trayecto y como te gusta no lo sentís. Es una cosa natural, con los años te das cuenta que tiene su carga. Ahora hay una ley que los cirujanos de guardia ejercen hasta los 45 años y después pasan a ser médicos consultores de guardia, cada uno aporta su experiencia y como están las redes, ahora puedo hablar con Estados Unidos, con Europa.
HT; Al ser vecinos de la misma cuadra, en este consultorio donde has desarrollado tu actividad particular te he visto siempre, más allá de tu atención como médico, en actividades comunes como entrar arena, trabajar como albañil o cosas parecidas, hay profesionales que no hacen eso y también reparo que tenés al día de hoy este vehículo,
este Falcon que no está lustradito, pintadito. ¿Estará mal que me llame la atención?
Con respecto a las tareas paramédicas es necesario explicar que cada uno tiene su forma de interpretar la necesidad del tiempo y las circunstancias, por ejemplo, cómo resolver un problema cuando se te corta la luz, querés que cuanto antes se resuelva el problema. Son problemas fundamentales, cuando tenés un neumotórax, cuanto antes hay que solucionar la entrada de aire. Después las tareas habituales de entrada de tierra, hacer un poco de mezcla para revocar es una tarea común que no dignifica ni tiene nada que ver con lo otro, pero vos lo haces porque preguntas como se hace, incluso hice cursos para soldar, hice un curso para reparar computadoras, hay un montón de otras tareas que te llaman la atención y vos la haces. Son importantes cuando tenés el tiempo para hacerlas, eso lo hago ahora. Cuando estaba en el hospital no podía pensar en los residentes, en los pacientes, en la programación, en la limpieza. El tema del Falcon, estaba por comprar otro auto y a un jefe de clínica le robaron el suyo dentro del hospital, me dio miedo y no cambié. Ponele gas, me dicen y no porque ahora me anda bien. Mira que el gas le arruina esto y aquello. Una va viendo lo que le conviene, hay cosas que no me llaman tanto la atención, el auto no lo tengo para hacer muchos kilómetros, como yo me muevo en esta zona es suficiente. Había un pariente
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del Dr. Beveragi del Hospital Italiano que trabajó conmigo en Resistencia, se junta agua cuando llueve, él tenía para el día que llovía una estanciera y el día que no llovía tenía un Falcon, es una especie de razonamiento que uno va haciendo.
HT; ¿Llegará el momento en que el médico sea remplazado por una máquina para auscultar a los pacientes? ¿Se hará tan tecnificado el mundo, que haga prescindible al ser humano?
En la evolución de los conocimientos fíjate el dato; La Conciencia, ¿qué será la conciencia?; estar consciente o estar inconsciente. está en terapia intensiva, está inconsciente, esta semi consciente, ¿qué será la conciencia? Está alojada en el cerebro, tendrá que ver con el alma, el espíritu, la irrigación, con el metabolismo del cerebro. Vos lo que no podés suprimir en la parte médica es lo que interpreta el cerebro, que no se puede remplazar. Cuando vos haces la exploración del abdomen, la que me parece que tiene mayor sensibilidad para hacer una exploración como corresponde hacer es la mano izquierda, es la que más sensibilidad tiene. Vas tocando el estómago, el bazo, el páncreas, si me preguntas porque la mano izquierda es más sensible no se puede explicar. Es lo mismo que se nace zurdo, se nace diestro, se sabe que existen los centros a nivel cortical, los centros están cambiados. Por supuesto hay algunos que actúan
con las dos manos, hay algo que nosotros todavía no conocemos. En esa parte creo que no se va a remplazar, vos podés sacar datos, es lo mismo que ahora si el médico no toca al enfermo, hablo del abdomen porque es lo que más hacemos en la vida. Pero a mí me pasa con el ojo, con el tórax, con el pie y todo lo demás. Si al paciente lo miras de lejos y le decís toma esto, no va. Otro ejemplo, sacas sangre por si tiene alta la glucemia, ¿te dijo el doctor que no cenes?, no me dijo nada, ¿te dijo que no te cepilles los dientes porque el dentífrico es dulce y los valores exactos no dan? El que tiene ácido úrico porque come mucha carne, dos semanas debe comer carne dos veces a la semana y recién hacerse el análisis. Tenés que explicar y eso va con la conversación, con la experiencia de cada uno. Fíjate una cosa simple, tenés un chico de doce años asustado por su abdomen que le duele, viene con fiebre (la fiebre aparece a la noche) hay que tener la capacidad de observación para sacar alguna creatividad de algo. Viene el chico al consultorio, ve al médico, (ahora tienen todos barba) tenés que crear un ambiente de relajación. A ver mostrame con este dedito adonde te duele, le vas tocando el abdomen, le decís ¿vos tenés una hermanita, no es cierto? ¿cómo se llama? cuando él va buscando el nombre de la hermanita, cuántos años tiene, que le gusta comer, vos le vas revisando, vas haciendo palpación del tono muscular, ahí relaja y localizas el dolor.
Le pregunto a todo el mundo ¿para
qué sirve el sueño? para descansar. No, hay cuatro fases del sueño y hay especialistas en sueño, entonces hay enfermedades donde no se duerme y el paciente se muere, forma parte de la meditación, la respiración, el descanso y la relajación.
Entrevista y fotos Hugo Tempesta
16-03-2023
A través de una imagen vienen los recuerdos, después está la ciencia que lo explica (sistema límbico) pero uno, espontáneamente, con el sentimiento natural asocia la imagen al momento. Como si tuviera la impresión en determinado momento que tiene un secante nuevo y absorbe la impresión de la imagen, del instante de tiempo. Después queda fija esa imagen. Dr. Miguel Cardozo
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Antiguo Mercado de Abasto de Avellaneda. Foto Hugo Tempesta.