18 AÑOS HUGO E. TEMPESTA, 50 AÑOS CON LA FOTOGRAFIA Nº 176 - AGOSTO 2022 - AÑO 18 - $500 - BUENOS AIRES - ARGENTINA





Inaugurada el 26 de noviembre de 1951, la República de los Niños, creada por iniciativa del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Coronel Domingo Alfredo Mercante (1946-1952), en tierras pertenecientes al Campo del Swift Golf Club, surge a partir de una idea original de los arquitectos Jorge Lima, Alberto Cuenca y Carlos Gallo en el año 1949. El diseño y estilo arquitectónico de los 35 edificios que la componen, realizados a escala acorde a niños y niñas de 10 años de edad, fue inspirado en una elaborada mezcla de estilos medievales, europeos e islámicos, aunque también modernos, junto al aporte de famosos cuentos clásicos infantiles de la época pertenecientes a Hans C. Andersen, los hermanos Grimm y las leyendas de Mallory y Tennyson. En su construcción trabajaron inmigrantes italianos, españoles, yugoslavos y polacos, entre otros: todos artesanos que llevaron a cabo los herrajes y lámparas de hierro forjado, muebles de madera a escala (a 2/3 del tamaño real), bloques cementicios para realizar las paredes, tejuelas de aluminio anodizado (utilizadas en las cúpulas) y piezas de cerámica esmaltadas. Asimismo, se encomendaron materiales, hasta entonces no producidos, como las venecitas de colores que forman diversas gradaciones cromáticas en el interior de los castillos. Mientras duraron los trabajos, participaron 1600 obreros (repartidos en 20 cuadrillas) de los cuales 1000 aproximadamente residían en el lugar, en espacios especiales realizados para ellos, con policía propia y comedores. En su acto de apertura, se realizaron visitas instructivas con el objetivo de poner a los niños y niñas en contacto con la pequeña nación, se presentaron a las primeras autoridades del Gobierno Infantil (presidente, vicepresidente, ministros, secretarios y legisladores), sumado a ello, desfiló un Cuerpo de Granaderos a Caballo y se entonaron por primera vez las estrofas del “Himno de la República de los Niños”. Fuente página web República de los niños
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Pág. 3 - Editorial Pág. 4, 5 y 6 - Muestras Una muestra fotográfica durante doce años
infancia
Tapa: Imagen del personaje shoppy que identificaba al shopping sur, primer shopping del pais. Foto y archivo personal Hugo TempestaEl Editor


La en primer lugar
Pág. 8 y 9 - Documentalismo Pág.Contraste10,11, 12, 13 - Arte Juan José Cano Pág. 14 y 15 - Educación Recuerdos, por si pasan por esa Escuela Sumario Nº 176 // Agosto 2022

Una muestra fotográfica durante doce años E n una visita al viejo Mercado de Abasto de Avellaneda, al que vuelvo una y otra vez, observo que el material fotográfico que me fue encargado hace doce años permane ce en su lugar, la plaza seca del Centro Cultural Hugo Caruso, denominación que lleva el Abasto desde 2010. Cuán tos hechos sucedieron en torno a estas fotos, cuantos cambios en el país y en el mundo; El espacio albergó desde el primer momento, un sinfín de activi dades relacionadas con la educación, el arte, la cultura y la política. Devino en centro de vacunación durante la pande mia de Covid 19, solo imaginar esta eta pa nos sitúa en la soledad y quietud de este ámbito durante casi dos años don de estas fotos, en un diálogo mudo con el espacio, fueron testigos de un tiem po inédito. Fue un trabajo documental pedido por el Ministerio de Trabajo de la Nación, tuve varios encuentros con asesoras del Ministro Carlos Tomada, a quien después entrevisté para “avella neda en fotos”. Mi interlocutora fue la Dra. Susana Corradeti. El trabajo cons ta de nueve gigantografías de las cuales quedan al día de hoy siete, desconozco el destino de las dos que faltan. Fueron ubicadas en el emplazamiento actual más elevado, obstruían el paso hacia la Escuela de Danzas Municipal y el sec tor de la primera sede de la UNDAV, (Universidad Nacional de Avellaneda). Las que permanecen son; una toma del viejo puente Bosch (donde cayó al Ria chuelo el tranvía de la línea 75, el sába do 12 de julio de 1930 a las 06:23 ), el Hospital Fiorito con su fachada comple ta, en una toma lateral norte, que hice desde la azotea de un edificio cercano, el puente Pueyrredón viejo, (Puente Barracas) durante su puesta en valor, el buque arenero Aremar IV, amarrado al muelle de la Arenera Pueyrredón, sigue una toma de la Catedral de Avellaneda, que muestra “la quinta fachada”, forma en que denominan los arquitectos a los techos de los edificios, que hice desde un departamento del edificio contiguo, luego una toma otoñal del sector norte del Hospital Fiorito y para finalizar una toma de las vías del ferrocarril desde el Puente Agüero, (Siete puentes). Las que ya no están son; una toma lateral de la planta de la Cristalería Cristalux, hoy Cooperativa Cristal y una toma de la Plaza Alsina que hice desde la terraza de un edificio de la Av. Mitre, casi esquina Sarmiento. Ocupaban más de 35 metros (hoy cubren 25 metros), por dos metros cincuenta aprox. Estuvieron presentes en la inauguración del espacio como la Primera Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario, (hoy Centro Cultu ral Hugo Caruso), la luchadora social Milagros Sala, el Intendente Municipal Jorge Ferraresi, el Secretario General de la U.O.M. Avellaneda Juan Alberto Belén, el Ministro de Producción de la Provincia de Buenos Aires Oscar Cuar tango, la viuda de Ricardo Carpani Do ris Halpin, el escultor Alejandro Mar mo, el Ministro de Trabajo de la Nación Carlos Tomada, el sociólogo y escritor referente del sindicalismo Julio Godio, el abogado en temas laborales Héctor Recalde, Juan González Gaviola por el Ministerio de Trabajo, el Secretario de Cultura de Avellaneda Hugo Caruso, el cineasta Rodolfo Hermida, el Ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires Baldomero “Cacho” Al varez, el Secretario de Cultura de la Nación Jorge Cossia, el Secretario Ge neral del Sindicato de Farmacia, ADEF, Alfredo Ferraresi, Monseñor Bazán, empresarios, industriales, concejales, ministros y gran cantidad de vecinos de Avellaneda. Se pudo visitar el espacio desde el 26 de abril, luego el 28, 29 y 30 para finalizar el primero de mayo de 2010, con la inauguración oficial. Tres expositores figuran en el programa ofi cial de actividades; Ricardo Carpani (post mortem) emblemático y compro metido artista que se destacó en los años 60 y 70 por sus obras relacionadas con el trabajo, Alejandro Marmo, amigo di lecto del Papa Francisco, con sus escul turas hechas con rezagos industriales de metal y quien escribe, Hugo E. Tem pesta, con mi trabajo documental sobre las fábricas desaparecidas, las recupe radas y el antiguo Mercado de Abasto y Frigorífico de Avellaneda, que fun cionaba en esa misma edificación que ahora daba su espacio a la creación del Centro Cultural Hugo Caruso, Institu tos Municipales de Fotografía, Danzas y Música y la primera sede de la UNDAV Universidad Nacional de Avellaneda. Mis fotos convivieron con imágenes del Ministerio de Trabajo y del Archivo General de la Nación sobre la temática del trabajo de mujeres, trabajo infantil del primer peronismo y un sinfín de escultores y artistas plásticos que expu sieron sus obras. Hoy, después de doce años, mis fotos siguen dando cuenta de un tiempo azaroso de Avellaneda, en el que no imaginábamos lo que vendría, en el orden nacional y global.


Texto y fotos Hugo Tempesta Foto entrevista al Ministro Tomada, gentileza Leo Patti
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Trabajo
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Contraste La edición de un medio propone ciertas coincidencias fortuitas como nexos que unen un tema con otro. En esta página doble aparece parte de la “muestra durante doce años” y como un hilo invisible y contínuo, toma parte de la muestra del maestro Juan José Cano. En forma casual ambas imágenes muestran un marcado contraste. La vista de la quinta fachada de la Catedral de Avellaneda durante las Fiestas Patronales, se opone a los desnudos del maestro Cano. El arte, en su esencia libre, permite esta convivencia y supone un hecho superador de las diferencias.
Texto y Foto Hugo Tempesta Revista Avellaneda en Fotos Página 8 Documentalismo

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Juan José Cano
El espacio, el planteo creativo, la des cripción de la muestra y mucho más Este es un lugar muy amplio, muy redon do, muy fuerte arqu itectónicamente, que por momentos te saca de la época, no sabes en qué época estas. No sabes si es la época en la que se hizo la Torre Eifel, porque por ejemplo el çírculo central te puede remitir a montones de posibilidades técnicas, vi suales, poéticas y yo tenía una cantidad de obras para poner, en donde eran más do minantes los dibujos y las pinturas. Si pen samos que acomode 70 metros de dibujo y siete esculturas es como que nunca me pasa eso a mí, nunca meto tanto dibujo, tanta pintura. Sin embargo, me vino muy bien para trabajar este espacio esa cantidad de material, hay tres trabajos grandes don de el dominante es el tema del hierro, son chapas batidas en algún caso y en otro se trabajó con adoquines, con el granito, que es muy interesante y tiene un juego de palabras. Ahí “Palabra, Imagen y Olvido”, son las tres piezas iniciales y a partir de eso hay trabajos, hay búsquedas constan tes, hay momentos en que se cruzan las búsquedas. No son lineales que empiezan en un punto y terminan en otro, a veces estas búsquedas hacen que uno continúe indagando en lo que le pasa cuando está tranquilo en un bar, en una plaza, con la familia, como venga que a uno le paso algo que es revelador, netamente esclare cedor de un montón de cosas. Ahí es don de quizás se navega en un territorio más poético, donde no hay definiciones, no hay cosas muy precisas, hay como una at mósfera del borde y la cosa, digamos, pero ahí es donde a mí me interesa meterme.
Si pensamos que en los últimos treinta años, casi cuarenta, los que avanzaron no fueron las galerías de arte sino los centros culturales donde por ejemplo antes no se hacían muestras, se hacía una muestra cada cien años de algún artista, probablemente muy bueno pero en esto que encontramos hoy donde somos los pinches los que la buramos, los que ponemos el trabajo, los que tenemos una trayectoria más o me nos larga, otros más corta, o nos vamos fusionando y generamos como grupos de trabajo. A veces lo que logramos es encon trar que es necesario, que es indispensable, cuando inauguré la muestra se me cruzó en la cabeza la imagen de lo indispensa ble. A veces somos como prescindibles, según nos dicen algunos sistemas, pero en el movimiento del arte y la sociedad so mos indispensables todos, somos parte de todo este movimiento. Imaginemos una ola a la que le faltara un cubo de agua, un cubo, un cuadrado de seis caras. Estoy en el mar esperando que venga la ola y a esa ola le falta un cubo de agua, quiere de cir que hay algo que no está pasando, que hay algo que está prohibido por debajo de las cosas. Y ahí es donde labura el arte y la comunidad. Fíjense que dije comuni dad y no dije sociedad, las sociedades son siempre mucho más elegantes, están muy bien construidas, bien estructuradas, pero las comunidades son como más salvajes, digamos son esta cosa que es inevitable, son los tipos que andan por ahí, esas co sas que nunca salen bien, los que tienen el auto más que remendado que se le queda cada cuatro cuadras. O sea, eso pasa en una comunidad, en una sociedad no, en una sociedad que está bien hecha, bien cons truida, el auto siempre funciona bien, los colores son siempre perfectos y nos damos cuenta que, de pronto hay algo; que eso
Cuando se unen en una misma persona la trayectoria en la plástica, la docencia, la poética y la humanidad a flor de piel, nos encontramos ante un artista, ni más, ni menos. Juan José Cano presentó la muestra “Palabra Imagen Olvido” en la Plaza seca del Centro Cultural Hugo Caruso, (Antiguo Mercado de Abasto de Avellaneda”) allí ocurrió la charla que sigue. en
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A veces es una de las maneras que tienen la escultura y las artes visuales de mani festarse en nosotros, en nuestra sociedad.


Hablaste hace un rato del encierro de la pandemia, este aislamiento que tuvimos, que ha sido propicio muchas veces para la introspección o hacer lo que uno había dejado pendiente. Nosotros retomamos el contacto humano, que tiene otras complejidades también, porque no se soluciona el mundo volviendo al contacto entre nosotros, más bien se complejiza y se agrega ahora una guerra y demás, ¿cómo el artista sigue adelante?
no nos sirve mucho, nos sirve mucho más lo vital y lo solidario que es alejado de muchas cosas. Esto de lo solidario parece que fuera un capricho del que necesita y en realidad no es así, no lo veo así. Me pa rece que en eso el arte es un eje, un centro que convoca. Que convoca a mirar, a pen sar, a divertirse, a jugar. Así como llevamos a un pibe a la plaza para que vaya y venga en el subibaja en el tobogán, ahí es donde nos avivamos que somos indispensables.

Mirá, me parece que es muy precisa la observación porque estuve peleándome con este material. Dado el receso muy importante que tuvimos, se vencen estos materiales, se deterioran y no se pueden recuperar tan fácilmente. Pero como ya estaba metido en el baile, traté de salvarlos todo lo que pude y me aparecieron otros colores, por ejemplo, yo estaba buscando colores muy brillantes, muy gráficos, muy fuertes y de repente me aparecieron co lores más pasteles, yo no quería un color pastel, sin embargo, me di cuenta que me generaba un paisaje un poco más suave, más itinerante. O sea, algo no tan fractura do como yo estaba buscando. Piensen que, si nosotros tenemos vidrios acá, que son los que construyen estas cajas, donde apa rece el vidrio roto me parece que estalló por la presión del mismo plástico y todo eso también le da como una violencia muy particular y sin embargo el material me llevó por otro camino.Yo estaba espe rando esa violencia, debo confesarlo, pero de pronto esto es otra cosa. Me dio otros tiempos, me dio otras luces, me dio otra manera de abordar la mirada.

Dentro de lo que hablaste asocio con lo que me decías un rato antes de comenzar la grabación de la charla, con respecto a estas pequeñas esculturas que tenés aquí, en los pedesta les, conformadas en resina poliéster. Me decías de cierta dificultad para lograr lo que vos querías y me pregunto si no es parte de estas dificul tades que se te presentan constante mente en tu obra, en tu camino, en tu vida, que tienen algún sentido. En definitiva, porque puede ser que así tenía que estar la obra, por designio de no sé quién, ¿qué te parece?
Imaginemos si pudiéramos prescindir de un pibe, sería casi una crueldad eso, una locura, pero bueno, es un poco eso.
Mirá, el artista hay un punto donde tiene una manera de pensar, no porque sea un tipo raro o un bicho extraño sino por los mismos materiales con los que uno em pieza a trabajar. Empieza a meterse en un territorio donde aparecen otros lenguajes, no es lo mismo trabajar una madera, tallarla, que encolarla, entarugarla, o trabajarla con máquinas, con motosierras, amoladoras ó trabajarlas a mano con las gubias como his tóricamente se hizo. Ahí nos damos cuenta que de esa manera uno está construyendo un lenguaje distinto, que tampoco te das cuenta cuando estás trabajando, no es algo que digas a bueno ahora voy a meter un lenguaje nuevo, no. En realidad, nada de todo eso es cierto, nos empezamos a meter, a laburar y ver qué nos pasa y que nos dice el material. Los viejos escultores decían; hay que ver lo que está escondido en ese tronco, en esa piedra, nosotros somos más una cul tura de la madera, que de las piedras. Tene mos piedras muy duras que son difíciles de trabajar, a veces hacen falta materiales muy caros, pero trabajamos mucho y tenemos muchos escultores que trabajan la madera y la trabajan maravillosamente bien. Piensen que tenemos muy cerca un bosque de ma deras preciosas donde el Jacarandá es algo común, el Quebracho Blanco, el Lapacho, hay montones de maderas. Nos sorprende mos cuando no sabemos el nombre de una madera y se lo preguntamos a un lugareño y el tipo tampoco lo sabe, esto quiere decir que hay mucha más madera que conoci miento en todo esto. Mencionando algu nos escultores, Riganelli fue maravilloso en su trabajo de la madera, por ejemplo, pode mos verlo en Luis Perlotti, todos lo cono cíamos porque el hacía muchos bustos para las escuelas. En un momento la tenía a la mujer como la contadora de los bustos, le preguntó en una oportunidad “Oíme che, ¿qué busto de Sarmiento tenemos en tal escuela?”, estaba en el sur el tipo, “el núme ro 72”, era muy simpático eso porque hizo muchísimos retratos de Sarmiento. Yo no sabía, yendo al museo Perlotti, que está en la calle Pujol al 600 en Primera Junta, me encuentro que había un busto muy brillan te, digo, que bárbaro, tan brillante, tan puli do. Después me acerco y digo, che esto no es bronce, no, es quebracho. Me lo dijeron con una naturalidad los que estaban cui dando el museo y les dije; saben que esto es imposible de hacer. Tengo que contar que hay un montón de escultores que laburan la madera de una forma increíble, estuve
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en el museo Quinquela y ahí vi un retrato de Quinquela hecho por Riganelli, que es increíblemente maravilloso. Un artista hablando de otros artis tas, eso es insoslayable porque uno se nutre de todos los demás. Desde el interior de un artista ¿cómo se siente la vida? Porque se dice rápidamen te que son locos, ¿son distintos los artistas? ¿en qué se diferencian del común de la gente, si eso sucediera? Creo que somos menos locos de lo que dicen, porque podemos disfrutar a veces de libertades que otros le tienen un poco de miedo. Nosotros también le tenemos miedo, pero como las necesitamos desde muy chiquitos hacemos pequeñas… por ejemplo, una vez para un auto y yo es taba amasando una bola de barro. Había aprendido que los indios hacían las ánforas con barro, como me la iba a perder. No solo la de encastrarme, sino la de hacer un ánfora con el barro que salía de una de las veredas que estaba rota.Y cuando se paró el auto al lado me dice, oíme nene el mercado tal o la calle tal, tiene que agarrar por acá y para allá, me acuerdo que escon dí las manos porque las tenía sucias. Me miraba comp diciendo ¿qué hará con esa albóndiga de barro? Sin embargo, después hice algunos animales que me resultaron fascinantes, y un ánfora pequeña que to davía debe estar dando vueltas en la casa de mi vieja. Es inevitable, sin barro no lo hubiera podido hacer, estaban rompiendo las veredas en el barrio para poner el gas y como estaba cerca del Maldonado, la parte más alta era de humus y la parte más baja que iba a la orilla era gredosa, un laburaba con eso, jugaba con eso, estaba todo junto.
Teniendo en cuenta que hubo alguna expresión artística, a mi forma de ver bastante jugada, en la cual se mostra ban restos reales de seres humanos seccionados, mi pregunta sería ¿hay límites con respecto al material que se puede usar para hacer arte?



Le colaban por el torrente sanguíneo, por las venas o las arterias, un tipo de material y después todo el resto se degradaba. Me pareció algo, no solo siniestro sino absolu tamente jodido. Imagínate si hace eso con el cadáver de alguien, que harán con uno que está vivo. A mí me da más miedo que otra cosa todo eso y la verdad que si lo exponen yo no sé si tengo ganas de verlo. No por negación, porque me parece una falta de respeto, porque por algo el muer to va bajo tierra con la cruz, la estrella, la media luna, o lo que venga. Hay otros que, por ejemplo, los queman en una hoguera y los dejan en el río y lo vuelven a cortar y es un ritual que tiene millones de años y no es para que venga algún vivo le sa que una foto y la venda. Imaginate si me parece terrible que metan un tiburón en una pecera con éter, formol, no sé cuál es el líquido. Es un Gran Blanco, como le dicen, es un mounstro maravilloso de nueve metros y sin embargo lo meten en una pecera y lo venden por una fortuna, es una perversión según lo veo. Porque te dicen; mira esto sale veinticinco millones de dólares. ¿Por qué no lo dejas vivo en el mar, cuál es, qué te preocupa?
Dos palabras finales por favor El camino de las artes visuales, de la música, de la danza, es para poder con Página
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Estuve como director del Instituto de Ar tes Plásticas de Avellaneda hasta hace dos o tres años, cuando me despedí del grupo de gente, de mis colegas, les contaba una pequeña cosa. Cuando yo era chico ha bía una moneda que tenía el perfil de la libertad, tenía un gorro Frigio que era el emblema de la libertad, fue un pueblo que no se rindió ente los romanos, resistieron todo lo que pudieron, no se rindieron. El gorro Frigio siempre fue como una consi deración de la libertad a esto le sumamos la imagen de la República. Esta era la imagen de la libertad que teníamos cuando éra mos chicos, era la famosa moneda de un peso. Era una moneda de níquel grande y del otro lado tenía un número, que decía un peso. Es decir, la libertad tenía del otro lado un precio, estaba diciendo esto y en la gente hubo un gesto, sobre todo de los que no conocieron esa moneda. Los que la tu vieron en el bolsillo si sabían de que estaba hablando, esto de darse cuenta que tiene un precio la libertad y vamos a ver si tiene que haber responsabilidad. Hay una parte ética en todo esto que poder hablar, discutir, ahí es donde uno cambia algunas miradas.
Con respecto al material imagino que no hay límites, lo que creo que hay es un lí mite y hay una conformación ética, que eso no se puede evitar tan fácilmente. Me acuerdo de la Plastilización de un sujeto.
Este es el desprecio de la vida mis ma, se hace con mucha liviandad por una cuestión monetarista. Hemos retrocedido muchísimo en muchos aspectos, creo que hemos avanzado en la percepción del respeto a co munidades, ser más inclusivos. Pero ¿cómo se choca esto con la libertad de un artista, esto tiene límites?.
Entrevista y fotos Hugo Tempesta 14-07-2022 Página 13 Revista Avellaneda en Fotos Arte

vivir entre nosotros. Son los nexos para que una comunidad, una sociedad, un grupo humano, tenga una dinámica de comunicación muy intensa, muy fuerte y sobre todo imprescindible. No pode mos prescindir de cualquiera de los len guajes del arte. Yo entiendo que a veces estamos muy apurados y que no entra mos a los museos porque nos parece a veces un plomazo, yo les diría que se metan en un museo, que entren a un centro cultural. Hoy los centros cultu rales tienen una dinámica muy diferen te a la que tuvieron 40 años atrás. Nadie hubiera imaginado, hice una mues tra en el CMA (Centro Municipal de Arte) hace cinco seis años, donde pude exponer 40 esculturas y habían pasado 20 años de todas esas esculturas. La di ferencia está en que ninguno paga un peso por entrar a ver una muestra, pero hay algo que nos pasa cuando nos vamos y eso sí que no tiene precio.

Torcuato Di Tella nació en Capracotta, Italia, en 1892, falleció en Buenos Aires en 1948. A los 13 años, en 1905, llegó a este país. Siempre consideró que el elemento humano era el punto de partida para una superación social y su particular visión del mundo lo llevó a emprender infinitas ac tividades con el fin de que la Argentina rural se transformara en una nación indus trializada y Recibidomoderna.deIngeniero, Di Tella intro dujo la producción en serie y la organiza ción científica del trabajo en la industria nacional. Se dedicó enérgicamente tanto a la acción filantrópica como a desarro llar su empresa, SIAM Di Tella, que llegó a transformarse en el grupo industrial más importante de América Latina. Una huelga de los obreros de la panifi cación en 1911 acicatea el ingenio de Di Tella, quien inventa una máquina amasa dora de pan. Es tal su éxito, que crea la empresa Sección Industrial Amasadoras Mecánicas, o simplemente SIAM.
causaba risa y con el tiempo aprendimos –vivimos su significado: el profesor Amor Todos nos hacían mantener corto el pelo, cuando ya el rock nacional creaba aspectos contra culturales. Rigidez en cierta pautas y aspectos como aprender la historia del ing. Di Tella y su empresa “Sección Industrial Amasa doras Mecánicas”, o simplemente SIAM (o también, con el tiempo: “Sociedad In ter Americana de Maquinarias”) la ha cían una escuela…diferente Los espacios compartidos como el comedor donde inolvidables trabajado res auxiliares como el Sr. Aquino, o el Sr. Manuel y entrañables compañeras traba jadoras de la cocina resultaron siempre atentos cómplices ante lo estricto de las disposiciones del colegio. Jugar “ping pong en los intervalos o aprender ajedrez (para provenientes de secto res populares de la época resultaba algo más que novedoso) también le dieron una iden
Recuerdos, por si pasan por esa Escuela
La Escuela Di Tella, emplazada en la Av Rivadavia en una diagonal de Piñeiro, casi en el límite con Lanús, sigue llamando la atención al transeúnte, vecina o vecino, o así lo creemos y por si pasan por ahí, a manera de recuerdos compartidos van estas líneas. Página
Para adolescentes que cursamos en épocas de la anterior dictadura (Ongania Lanusse 69 - 72…) fue un lugar de con tención que sembró iniciativas y vo luntades de alguna manera necesarias para los tiempos que vinieron y que transitamos en otros ámbitos educativos, sin olvidar el paso “por la ENET Di Tella”. Estos desordenados recuerdos (nos) sur gen a partir de una visita a la escuela, en donde autoridades, docentes, alum nos y alumnas nos recibieron con la calidez y la complicidad que gestan los lugares y vivencias compartidas Alfonso, Isidro Bertini, EgresadosReinoso,SergioJorgeaño
72 (uy…siglo pasado: 1972)
Del mismo modo hubo docentes como Ma riani, Conde, Inglese, Tagiabue, Trentini (a quienes tardamos en valorar, claro). También aquel que nos hablaba de historia y “castella no”, cuyo apellido para la mirada adolescente tidad que al hablar con amigos de la época nos hizo notar la diferencias “de esa escuela”.
¿Quién fue Torcuato Di Tella?
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Sus espacios abiertos y algo de verde en plantas ya históricas junto a la estatua del Ing. Di Tella le dan un aire de lugar casi detenido en el tiempo. Creada en 1964 a instancias de la empresa Siam tuvo diferentes carreras y paso por áreas administrativas de la educación técnica desde el ámbito nacional hasta la descentralización provincial, cambió de número y especialidades hasta el presente que brinda también la Tecnicatura en Auto motores y en Multimedios (y otras ofertas educativas que mejor es consultar, ya que ex ceden estos espontáneos apuntes).

En la década del sesenta, y aún con los cambios ocurridos en el país a nivel polí tico y social, la industria continuaba cierto nivel de presencia en el producto interno bruto y hacía necesaria la formación de técnicos y “Operarios adelantados”, certificación otorgada por la escuela, que se pierde en la pre historia de los títulos pero que permitía que un pibe (no había chicas en ese entonces en las escuelas téc nicas) tuviera una constancia al cabo de tres años para desempeñarse en el mundo del trabajo y además de poder continuar sus estudios técnicos en otra escuela.
Quienes tuvimos la suerte de pasar por sus aulas y talleres (es una impresión, no hay estudios o encuestas en ese sentido…) po dremos recordar con nostalgia ese tiempo donde además de aprender a limar y ha cer instalaciones eléctricas desarrollamos capacidades básicas en manejo de herra mientas y máquinas, así como la limpie za y mantenimiento del lugar de trabajo “incentivados” por la didáctica con fuer tes elementos prácticos de “maestros de taller” como Generale, Chujer, Barbato, Mercado y Tagliaferri, nombre simbólico cuya traducción del italiano era adecuada para estudiantes técnicos.
Leandro Pello Fotos Hugo Tempesta y archivo fabrica SIAM
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Oferta de formación profesional de la Escuela Técnica Nº9, Ingeniero Torcuato Di Tella Desde 1964 la institución Ingeniero Tor cuato Di Tella está acompañando a los ciudadanos de Villa Castellino, Piñeiro, en los primeros tiempos como escuela pri vada de fábrica y después de los años 90 como escuela técnica. Hoy en día luego de una reestructuración, la gestión actual conducida por Bernardo Souto, Director Institucional, hace un enfoque sobre la educación profesional como motor de la industrialización. Entalsentido se fortalecieron los tra yectos técnicos que se dictan en la ins titución los cuales son; Técnico Electro mecánico, Técnico Mecánico y Técnico en Multimedios. Cuenta el director que actualmente la institución se encuentra conveniada con la Unión Industrial de Avellaneda, así como con empresas del sector donde los alumnos realizan 200 hs. de prácticas profesionalizantes en el últi mo año de cada tecnicatura, ayudando a que los alumnos puedan realizar prácticas de lo aprendido en su sector industrial. Los chicos además de contar con una formación doble turno, por los mediodías tienen la posibilidad de almorzar en el co medor institucional provisto por la Muni cipalidad de Avellaneda. También se están realizando actuali zaciones de infraestructura para poder brindarles entornos formativos de calidad a los alumnos. Dentro de esta historia yo ingresé como profesor de tres materias del último año, que a su vez era la primera promoción de técnicos electromecánicos, en el año 1979. A partir de esa fecha fui siempre profesor en los últimos cursos, hasta que asumí como Vicedirector.




Colección de aves autóctonas Reeditamos una serie de fotografías sobre aves de nuestro país que se encuentran en el Museo Ornitológico creado en 1919 por el taxidermista Demetrio Rodríguez y perteneciente a la Sociedad Popular de Educación “Berrutti”*. El restaurador de las piezas es el artista plástico Ricardo Pinter. Batará pintado *La Sociedad Popular de Educación Berrutti y Biblioteca Popular Zeballos se encuentra ubicada en Beruti 216, Avellaneda. Llamar de lunes a viernes de 8 a 14 Hs. –Tel. 4201-6858 E-mail: spebp@speedy.com.ar Fotos de las aves Hugo Tempesta 2011
