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Ciclovías y bicicletas: ¿el futuro ya está aquí?

Ciclovías y bicicletas:

¿EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ?

Anna Pi i Murugó

En distintas ciudades del mundo se está impulsando el uso

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de la bicicleta, al parecer con gran éxito y aceptación. Hoy se están transformando las grandes urbes, pero esta vez con un vehículo de dos ruedas un poco antiguo.* En Ámsterdam,** como en otras capitales europeas, las bicicletas son actores clave. En Holanda se contabilizan 18 millones de ellas, más que los 16 millones de habitantes. El trayecto medio de un holandés en bicicleta es de 3 kilómetros diarios, y En la obra Codez Atlanticus esbozó una bicicleta. Leonardo da Vinci un millón de ciudadanos pedalea cada día para ir al trabajo. Además, existen en el país 400 kilómetros de carril especial. En la capital se calcula que 75% de la población tiene bicicleta y 50% la utiliza cada día. Así, todos los semáforos en esta ciudad tienen además del indicativo para autos y caminantes uno para las bicis –en verde para dar paso y rojo para detenerse.

también la capital de Francia, París, dispone de 200 kilómetros de “carriles bici” y 70 más de carriles para autobuses que pueden ser utilizados por los ciclistas. Lyon (Francia), Oslo (Noruega) y Estocolmo (Suecia) cuentan desde hace tiempo con un sistema de transporte de bicicletas de carácter público. Las estadísticas1

* Los testimonios más antiguos sobre la bicicleta se remontan a las civilizaciones de Egipto, China e India, y en 1490 en la obra

Codez Atlanticus Leonardo da Vinci ya esbozó una bicicleta. ** Ver amsterdam.viajandopor.com/moverse-por-amsterdam/en _bicicleta.php. 1 Para ampliar datos sobre el uso del transporte público y las bicicletas en Europa se puede consultar el estudio de Tomás

Herrero Díez, de la Universitat Politècnica de Catalunya

“Implantación de la bicicleta como medio de transporte público en la ciudad de Praga”. En: upcommons.upc.edu/pfc/bitstream/2099.1/5960/6/04.pdf. sobre estos sistemas apuntan a que la duración media de los trayectos en bici es de 15 minutos y la distancia media recorrida, 2.5 kilómetros. Mediante este sistema, las bicicletas se utilizan unas 10 veces al día, en especial en las horas pico. En Bruselas (Bélgica) también se está intentando persuadir a los habitantes de la ciudad para que abandonen los automóviles y se suban a las bicicletas, pero no es tarea fácil. Las atestadas calles de Bruselas están repletas de baches y llueve mucho durante gran parte del año; por este motivo, los hábitos de los conductores convierten el ciclismo en un deporte para valientes. Según expertos, la capital belga se podría convertir nuevamente en un bello lugar para vivir si disminuyera la presencia de automóviles en las calles y se mejora el transporte

Foto: Marcbel en commons.wikimedia.org

El Bicing es un servicio de alquiler de bicicletas públicas en la ciudad de Barcelona que se implantó en marzo de 2007, promovido por el Ayuntamiento.

público. Con ello se podría también revertir la tendencia de muchos habitantes que se mudan a vivir a los suburbios. Además en Bruselas, sede de la Unión Europea, 44% de sus 22 000 empleados usan los vehículos oficiales para viajar a sus oficinas. Promover el ciclismo forma parte del plan de las autoridades para aliviar el congestionamiento vial, y con este motivo se estipuló un domingo al año como el día sin vehículos en la ciudad.

Barcelona, como las ciudades que mencionamos, ha adoptado un nuevo rostro desde que se implementó el Bicing, 2 un sistema administrado por el ayuntamiento que permite rentar bicicletas para facilitar la circulación. De este modo se pueden completar los desplazamientos rutinarios y laborales que se efectúan con el transporte público colectivo (metro, autobús, tranvía, trambaix o tren). Se trata de un sistema pionero e innovador que se ha exportado a muchos paí-

2 Ver www.bicing.cat/. ses y constituye una apuesta clara hacia una movilidad más sostenible basada en el transporte público. El Bicing, asimismo, ha traído también cambios y conflictos entre los peatones y los automovilistas. Por este motivo se han concretado leyes que obligan a que las bicicletas circulen a un metro de distancia de los peatones, o que las bicis no puedan estacionarse en cualquier lugar. El texto legislativo recoge las consideraciones de asociaciones y particulares, y prohíbe, por ejemplo, que las bicicletas se aten a los árboles o botes de basura y que se estacionen ante zonas de carga y descarga, en paraderos de transporte público o en pasos peatonales. Sólo se pueden dejar las bicis en las banquetas cuando no haya puestos específicos para ellas en la zona o cuando la acera tenga más de tres metros de ancho. Además, si los ciclistas no tienen más remedio que ir por las aceras no deberán superar los 20 km/h. Con estas medidas mucha gente ha decidido ir en bici por la ciudad. Y con este servicio público y barato del Bicing se potencia el mejo-

ramiento del medio ambiente, la forma física y la agilidad vial de los habitantes de la ciudad. Cabe mencionar que también se han suscitado problemas, como la falta de práctica de algunos ciclistas, la falta de civismo y la necesidad de mejora de los carriles para bicis y las banquetas. Los ciclistas deben aprender a manejar con mayor cuidado, conocer y respetar el reglamento de tránsito –tanto niños y jóvenes como adultos–, y usar el casco y el timbre de manera apropiada.

Según diversos estudios de organizaciones prociclismo en las ciudades, usar la bicicleta es casi cinco veces menos peligroso que conducir un coche y el colectivo ciclista presenta la menor tasa de accidentes por trayecto realizado. Asimismo, y contra lo que se pueda pensar, cuantas más bicicletas hay en una urbe más disminuyen los accidentes y la ciudad se vuelve un lugar más tranquilo.

Aunado a lo anterior, las ciudades adoptan medidas urbanísticas para adaptarse a la situación –se señalizan mejor los carriles bici, se crea un registro de bicicletas para disuadir a los ladrones– y, sobre todo, se empieza a considerar la bici un actor protagonista del paisaje urbano.

Respecto a la normatividad que se ha impulsado, cabe añadir que no es suficiente. Las normas hay que interiorizarlas, asumirlas y reproducirlas a través de hábitos y actitudes de comportamiento, respetándolas, apreciándolas y considerándolas como un bien social. Ello se relaciona con la educación vial que permite la consideración comunitaria y personal.

En contradicción a todo ello, hay un país que tiene como símbolo la bicicleta: China. Allí es muy usual que cada persona tenga una, y sólo en Beijing se calcula que existen más de 11 millones de bicicletas. Y en todo el país podría haber 540 millones, o lo que es lo mismo, 10 bicicletas por cada 24 chinos. Sin embargo, los cambios económicos en este país están permitiendo que progresivamente más chinos puedan comprar un automóvil y usen menos las bicicletas.3 En los últimos 50 años, la bicicleta ha sido el medio de transporte básico de la población china, pero hoy, tanto en las ciudades como en el campo, ha disminuido. En la actualidad China vive el “boom” de los automóviles. Con el fin de estimular el desarrollo de la industria automotriz y la modernización, el gobierno de este país alienta a la población a comprar un coche propio y en algunas ciudades se implementan políticas preferenciales para los automovilistas, al contrario de lo que sucede en las ciudades europeas.

stock.xchng

Bicicletas en Shanghai, la ciudad más poblada de China.

3 El experto estadounidense Anthony Siracusa ha vistado distintos y ciudades (Copenhagen, Londres, Guatemala, Ámsterdam, Melbourne, Londres y Berlín) del mundo durante nueve meses estudinado la cultura ciclista de las ciudades y países y corrobora esta información sobre China.

commons.wikimedia.org

Unidad de Metrobús en la estación Indios Verdes.

Eduardo Hernández Oyarzábal en commons.wikimedia.org

Metro de la ciudad de México.

www.skyscrapercity.com

Bicitaxi en la ciudad de México.

La movilidad y la circulación en México

Las autoridades de la Ciudad de México4 hace años que impulsan el uso de la bicicleta y los efectos benéficos de este medio de transporte en los usuarios y en la ciudad. En la capital mexicana actualmente el auto es el rey, y se calcula que en el año 2010 cerca de 4,5 millones de autos circularon en el Valle de México, lo que provoca una ciudad ruidosa y contaminada. Ante esta situación, el único mecanismo que puede controlar y disminuir el crecimiento del parque vehicular en la metrópolis es el transporte público. Por este motivo, se han promovido diversas medidas y programas para estimularlo y potenciarlo –metrobús, ampliación del metro, bicitaxis–, así como el uso de las bicicletas.

Entre las acciones que se han realizado en este sentido en la capital destacan: los paseos dominicales en bicicleta, los ciclotones familiares, el crecimiento de las ciclovías que conformarán una red de 300 kilómetros, los paseos nocturnos, los portabicicletas en los autobuses de la RTP, la posibilidad de transportar la bicicleta en el metro, los biciestacionamientos y el préstamo gratuito de bicicletas. Y, por supuesto, Ecobici, el sistema de uso de bicicletas por parte de los ciudadanos que toma de modelo los de las ciudades europeas.

El objetivo principal de estos proyectos es abrir espacios para el ciclismo y el deporte, así como promover una movilidad urbana que facilite la sensibilización y participación de la ciudadanía en la problemática ambiental, la convivencia social y el entorno. Todo ello ha repercutido en el espacio comercial y productivo ya que cada vez hay más tiendas especializadas en bicicletas y talleres para estos vehículos.

4 Ver Manual del ciclista urbano de la Ciudad de México, en www.sma.df.gob.mx/sma/links/download/biblioteca/flipping books/manual_ciclista_urbano/.

Denis Bocquet en commons.wikimedia.org

Cicloestación de Ecobici en la Ciudad de México.

Un sector de la población al cual se han dirigido preferentemente estos programas son la infancia y la juventud.

Pero no sólo en la capital se han llevado a cabo programas que fomentan la educación vial; hay diversas iniciativas que se han concretado en la República, tanto en el ámbito público como en el privado. El “Circuito Vial Ciudad de México”, en Granja Las Américas,5 constituye un espacio dedicado a la población infantil, cuya finalidad es inculcar la cultura vial de una forma lúdica e interactiva. La “Caravana de Seguridad Vial”6 enseña a cada niño a desempeñar los roles de conductor, ciclista, peatón, pasajero y policía. La operación del “Programa Seguridad Vial” es administrada por la Dirección de Tránsito y Vialidad de Toluca,7 y lleva a cabo pláticas en

5 Ver www.granjalasamericasmexico.com/mobile/atracciones_ circuito.html. 6 Ver www.mapfre.com/fundacion/es/cursos-de-formacion/seguridad-vial/li-17.shtml 7 Ver www.toluca.gob.mx/seguridad/. las escuelas públicas del municipio con el fin de concientizar a la población sobre las situaciones de riesgo que se pueden presentar al circular en las calles. El programa se apoya con material impreso que se distribuye durante las conferencias y promueve entre los jóvenes el respeto a las normas viales. La “Caravana de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre” ha capacitado cerca de 25 mil niños, de entre 8 y 12 años, de la Ciudad de México y la zona conurbada. A través de clases teóricas y prácticas se plantea, mediante la seguridad vial, que muchos accidentes puedan evitarse. El “Laboratorio de Educación Vial Itinerante” (LEVI)8 impulsa la creación de una cultura vial de seguridad y respeto, así como de cuidado del espacio público. Se trata de un proyecto en el que participan tres organizaciones no gubernamentales: el Centro Mexicano

8 www.rtirn.net/images/Events/Presentations%20Workshop/ 5%20Baranda%20B.%20Laboratorio%20de%20Educaci%

C3%B3n%20Vial%20Itinerante.pdf

cej.org.mx

El “Laboratorio de Educación Vial Itinerante” (LEVI)impulsa la creación de una cultura vial de seguridad y respeto, así como de cuidado del espacio público.

de Derecho Ambiental (CEMDA), el Centro de Transporte Sustentable (CTS) y Movilidad y Desarrollo México (MDM), además de contar con el apoyo del Banco Mundial. Las actividades del laboratorio se han dirigido especialmente a los niños y se llevan a cabo en escuelas primarias en zonas marginadas de la Ciudad de México donde se detectan multitud de accidentes e inseguridad vial. En estas prácticas han participado un millar de niños y casi un centenar de maestros, con actividades como la instalación de mobiliario urbano y mejoras en las infraestructuras del entorno de las escuelas, además de cursos didácticos y de convivencia. También el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi México)9 ofrece conferencias gratuitas de seguridad vial en escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria, en diversas ciudades del país como Monterrey, Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, Xalapa y Toluca. La creación y graduación de “Policía Vial Infantil” es otro

9 Ver www.cesvimexico.com.mx/. ejemplo que, a través la Dirección de Policía Vial y Transporte Municipal de Guanajuato,10 forma alumnos en educación vial para que ellos a su vez puedan replicar sus conocimientos en los centros de enseñanza donde acuden, a la familia y a su entorno social. En Puerto de Frontera, Tabasco, para evitar más accidentes a causa del manejo irresponsable de autos, la Dirección de Tránsito municipal realizó una campaña de concientización entre los niños de kínder y primaria para que le pidan a sus papás respetar los señalamientos de tránsito. En Tapachula, Chiapas, para prevenir el delito y motivar la participación ciudadana, la delegación de Tránsito lleva a cabo pláticas para fomentar el respeto a la vialidad, las señales de tránsito y al peatón. Así promueven que los niños actúen como censores cuando sus padres conducen vehículos de manera adecuada y respeten el tráfico. El pro-

10 Ver www.periodicocorreo.com.mx/guanajuato/21257-ni%C3 %B1os-%E2%80%9Cpolic%C3%ADas%E2%80%9D-difundir%C3%A1n-la-cultura-vial.html.

grama “Circuito Miniciudad”, implementado por la Secretaria de Vialidad y Tránsito de Monterrey, en Nuevo León, fomenta la cultura de la vialidad en los menores de nivel primaria.

Éstos sólo son algunos de los casos que podemos comentar que nos hacen ver la importancia que los niños y jóvenes tienen en este espacio de la movilidad y del civismo ciudadano, y su repercusión en el resto de la sociedad.

La educación vial según los organismos internacionales y multilaterales

La Organización Mundial de la Salud declaró el año 200411 como el “Año de la Seguridad Vial”. Esta Organización ha categorizado como epidemia los accidentes de tránsito pues constituyen actualmente la décima causa de muerte en todo el mundo y se proyecta, si no se toman medidas al respecto, como la tercera causa de mortalidad mundial para el año 2021. El “Año de la Seguridad Vial” tuvo como fines proponer diferentes acciones a nivel internacional con el objeto de controlar y detener los accidentes.

El ser humano es el causante de los accidentes de tránsito en al menos 85% de los casos. Por eso, la educación vial constituye uno de los pilares principales de la acción pública para la seguridad y la prevención de accidentes. Pero educar al transeúnte es mucho más que enseñar normas y señales de tránsito, o transmitir información de cómo transitar por las vías de circulación. Educar en la vialidad implica un proceso que compromete a la persona en sus aspectos psicofísicos individuales y en su relación con los demás. Incluye las creencias individuales y sociales, y el medio ambiente.

11 Ver Seguridad vial y salud en 57 Asamblea Mundial de la Salud del 3 de mayo de 2004. En apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/

WHA57/A57_10Add1-sp.pdf.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la Seguridad Vial y su desarrollo abarca saberes éticos, normativos, psicológicos, urbanísticos, biológicos y jurídicos, que están presentenes en ejes transversales de la Educación para la salud, Educación para la convivencia y la ciudadanía, y Educación ambiental.

La movilidad es una necesidad y un derecho de todos, y contar con medios de transporte adecuados es parte de la calidad de vida en cualquier entorno donde se habite. Obviamente, el que vive en las zonas rurales tiene modalidades y necesidades de circulación diferentes de quienes residen en las grandes urbes, pero sus derechos son iguales y merecen la misma atención. Posibilitar y garantizar un tránsito de calidad en condiciones de equidad es responsabilidad del Estado que, además, debe regular el ejercicio de estos derechos. Los gobiernos tienen que garantizar que cada ciudadano transite por la vía pública con el mínimo riesgo posible de accidentes, de aquí deriva la estrecha relación entre educación vial y la reducción de muertes y mejora de la salud.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2007)12 revela que aproximadamente más de 3000 personas murieron al día en el mundo a causa de accidentes viales, y de ellas más de 1000 eran menores de 25 años. En México, datos de 200713 confirman que cada año 43% de los fallecidos son a causa de accidentes viales, y el número de discapacitados como consecuencia de accidente de tránsito es también importante. Por ello se enfatiza que cada ciudadano tiene la responsabilidad de ejercer el derecho de movi-

12 En La seguridad vial a nivel mundial: Diagnóstico. En: issuu.com/ ditoe/docs/ponencia-de-seguridad-vial-oficial-fecha_16-febrer. 13 Ver “Accidentes viales, cuarta causa de muerte en México”, en La Jornada, jueves 20 de septiembre 2007. En: www.jornada.unam.mx/2007/09/20/index.php?section=capital&article =048n2cap.

lidad respetando el de los demás. En el tránsito se encuentra presente una cuestión ética que involucra las acciones de los distintos sujetos. Además, y por más que haya renovaciones en la legislación, éstas no logran modificaciones inmediatas en las costumbres y mucho menos en las mentalidades de la ciudadanía. Si el eje de una propuesta es la formación del ciudadano que transita, entonces las normas de tránsito deberían entenderse como una necesidad racional de la convivencia. Este aspecto es fundamental a fin de inscribir la educación del transeúnte en la educación para la ciudadanía.

La educación vial y la comunidad escolar hoy

La educación vial es un tema que puede incluirse en la materia de educación cívica cuyo primer agente educador es tanto la familia como la escuela. La seguridad no debe basarse exclusivamente en la prevención, sino que también deben asumirse e impulsarse una serie de valores: el respeto de señales y normas, la solidaridad, la responsabilidad, la percepción del riesgo, la tolerancia, la libertad, el orden y la autonomía personal. De este modo, la educación vial no debe entenderse como la mera adquisición de conocimientos, sino como una problemática cívica, de respeto a la convivencia y a los derechos de los demás. Es decir, implica aprender a vivir en comunidad.

Las bases sobre las que debe asentarse la educación vial tanto en las grandes ciudades como en las pequeñas comunidades, incluyen el respeto a los otros y, por ejemplo, ceder lugar a la gente mayor, considerar los obstáculos cotidianos que los discapacitados padecen en su movilidad, el saludo al cruzarnos en el camino con otras personas, la indicación anticipada de la circulación, el uso de velocidades adecuadas según la situación y lugar, la utilización del cinturón de seguridad, de las sillas para los niños o los cascos.

Un vistazo a las vías de comunicación por las que circulamos nos permite apreciar que no son las más adecuadas ni para los peatones, ni para conductores. Por ello se hace necesario incentivar entre nuestros alumnos una actitud de confianza y seguridad que les permita desarrollar un espíritu crítico y propio que posibilite identificar los riesgos e impedimentos que se producen a su alrededor, y evaluar exactamente el grado de peligro que se les presenta para responder del modo más eficiente a cada situación. Es necesario aunar los esfuerzos de toda la comunidad educativa y de la sociedad en general para que de una forma operativa y coordinada se colabore en este campo, puesto que la problemática vial nos atañe a todos.

La educación vial debe dirigirse al conjunto de personas que participan en el proceso educativo, ya que las actitudes de los alumnos, los padres y los profesores hacia la misma constituyen un factor determinante de su éxito. El conocimiento y la comprensión de las reglas viales, las habilidades psicomotrices para desplazarse de acuerdo con ellas y las actitudes psicológicas hacia dichas normas sociales y hacia formas de comportamiento acorde con las mismas pueden ser inducidos por programas educativos e intervenciones apropiadas. Los programas de educación vial deberían promover tanto la obtención de los objetivos cognoscitivos –conocimientos adecuados para comportarse de acuerdo con la seguridad vial–, como de los objetivos afectivos –actitudes positivas hacia las normas viales y hacia el comportamiento conforme a las mismas.

Así, la educación vial tiene una doble finalidad: por una parte sensibiliza a los alumnos acerca de los riesgos de la circulación y los capa-

cita para que hagan frente a sus responsabilidades como peatones o para que adquieran como conductores de vehículos –bicicletas, ciclomotores, patinetas, etc.– más conocimientos.

Como tema transversal, la educación vial constituye un contenido que puede desarrollarse dentro de las áreas curriculares, por un lado acercándola y contextualizándola en ámbitos relacionados con la realidad y con los problemas del mundo contemporáneo. Y, por el otro, dotándola de un valor funcional y de aplicación inmediata respecto a la comprensión y a la posible transformación positiva de la realidad vial cotidiana.

El sistema educativo mexicano debe considerar a nivel federal y estatal la creación de las condiciones necesarias para que en el nivel de primaria todos los planteles escolares reciban cada año conocimientos básicos de seguridad vial de forma permanente. Para ello se propone el fomento de actividades al aire libre, el mejoramiento ambiental unido a la promoción de la educación vial y el rescate de los espacios públicos. Ello en consonancia con los distintos ámbitos y grupos que proponen un nuevo modelo de ciudad o comunidad en el que las personas recuperen su espacio, se reduzcan las necesidades de desplazamiento y se apueste por un peatón y por los medios de transporte menos contaminantes y más eficaces. Frente a la complejidad del tráfico en nuestras vías urbanas e interurbanas –y dado que la población infantil y juvenil constituye uno de los principales grupos de riesgo–, la comunidad educativa debe ofrecer una respuesta a esta realidad con el objetivo de que el alumnado –de los distintos niveles– descubra la importancia de conocer determinadas medidas de defensa y seguridad que los protejan de los peligros derivados del uso de las vías públicas. Ello debe ir de la mano, obviamente, con nuevas propuestas de vialidad que revisen los marcos regulatorios de tránsito, la infraestructura para la movilidad y la accesibilidad. Según cada ciclo y etapa escolar se pueden destacar una serie de valores a tener en cuenta en la educación vial:

• Percepción del riesgo. • Solidaridad entre usuarios. • Tolerancia. • Respeto a la norma y las señales. • Seguridad vial. • Responsabilidad. • Prudencia. • Defensa del medio ambiente. • Autonomía.

En España, por ejemplo, desde hace casi una década, la Educación Vial constituye una materia transversal en el sistema educativo, conjuntamente con otras como la Educación de la Salud y la Educación Ambiental. Todas ellas pretenden ofrecer una formación integral que

Guía general de parques de educación vial para niños de 4 a 7 años. Guía de parques de movilidad segura . www.cenapra.salud.gob.mx Hay que crear las condiciones necesarias para que todas las escuelas reciban conocimientos básicos de seguridad vial de forma permanente.

www.tampico.gob.mx

Los programas de educación vial sensibilizan a los alumnos acerca de los riesgos de la circulación y los preparan para que hagan frente a las responsabilidades que tengan como peatones o que adquieran como conductores de vehículos.

vaya más allá de los contenidos disciplinares tradicionales. Si bien las dificultades en la docencia de las mismas resultan todavía importantes, la necesidad de una mayor formación específica e implicación del profesorado, la interferencia con las materias tradicionales o la escasez de materiales válidos dirigidos a facilitar la evaluación e intervención en estos ámbitos14 no se debe obviar.

El tránsito reúne derechos y responsabilidades de diferentes sectores que se traducen en conflictos que no siempre son fáciles de resolver. En este contexto, la escuela puede aportar propuestas al análisis de cuestiones vinculadas con el espacio público, con su uso y su regulación. La escuela, asimismo, debe preparar a los estudiantes para tomar conciencia de los derechos y las responsabilidades que competen a cada ciudadano. Debe prepararnos para parti-

14 Bisquerra, R., Orígenes y desarrollo de la orientación psicopedagógica, Narcea, Madrid, 1996. cipar de los debates que se susciten acerca de las modalidades y las regulaciones de circulación, así como para que asuman una actitud de participación crítica y creativa en la resolución de los conflictos que atañen al espacio público en sus aspectos territoriales. Es decir, no se trata sólo de que los estudiantes tomen conciencia de la necesidad de respetar las normas, sino de que se apropien del problema y se hagan cargo de analizar la legitimidad de las respuestas. A su vez, la preparación para transitar incluye al menos tres aspectos: la formación del peatón, la formación del usuario de transporte público y la formación del conductor de vehículos.

Educación vial fuera de la escuela

El niño no se desenvuelve únicamente en el entorno escolar, también en el hogar y en el marco de la convivencia familiar y comunitaria. De aquí que la familia tenga una vital importancia

en orientar y dirigir un adecuado comportamiento vial.

La familia y la sociedad en general, como parte de la comunidad educativa, no deben quedar al margen de esta problemática. La implicación de los padres nace de la necesidad de encauzar la educación vial de los niños hacia el medio familiar, que es quizá el medio óptimo para tratar hábitos y actitudes viales desde la infancia.

Especialmente en los primeros años son los padres los encargados de la educación de los hijos en los temas necesarios para la vida, como alimentación, higiene, salud, mundo afectivo, etc. La educación vial no es menos, ya que debe ser entendida como un factor de adaptación al medio, así como de prevención de accidentes y de concienciación social en un futuro. Obviamente, desde el centro escolar se debe concientizar a los padres y madres de la necesidad e importancia de tratar el tema vial con sus hijos, informándoles cómo y dónde deben hacerlo para que sea eficaz, con el objetivo de sumar los esfuerzos de toda la sociedad para que de una forma operativa y coordinada se colabore en este campo. Así, la implicación de los padres en aspectos relativos a la educación vial es fundamental ya que son los que de una manera directa y práctica van a dar ejemplo a sus propios hijos, son referentes y van a condicionar muchas de las actitudes de sus hijos como futuros conductores, peatones y usuarios del espacio vial. Se sabe que los niños aprenden mejor en situación real que en el aula y que los procesos de aprendizaje imitativo prevalecen sobre cualquier otro. Esto hace imprescindible el asociar a los padres en el proceso de enseñanza aprendizaje. En primer lugar, porque son los que pueden controlar individualmente la conducta vial del niño en situación real; y en segundo lugar, porque son el modelo más importante y cotidiano para los hijos. Por ello la importancia de trabajar con la familia, pues juntos se puede lograr una mayor movilización en los hábitos que ejercitamos a diario.

Recomendaciones sobre vialidad15

En México cabe considerar los problemas que afectan a los peatones en las ciudades.16 Se requiere, por ejemplo, una política correcta encaminada a aconseguir una vialidad sostenible que según los especialistas y diversos estudios hacen necesario:

• Incrementar nuevos medios de transporte no contaminantes. • Dar prioridad al peatón y al uso de la bicicleta. • Aumentar el transporte público urbano eléctrico. • Crear áreas peatonales, con estacionamientos subterráneos en sus proximidades, y carriles para bicicleta. • Proyectar áreas peatonales, concebidas como lugares de encuentro, de recreación y de convivencia. • Facilitar el caminar como sistema de transporte económico, sostenible y saludable. • Diseñar e implementar políticas urbanas orientades hacia ciudades vivibles a medida del hombre.

15 Ver Mercè Jariot García, “La formación por competencias profesionales. Evaluación y mejora de las competencias del profesor de formación vial desde un modelo de cambios de actitudes”, en Educación XXI, núm. 10, Facultad de Educación

UNED, Madrid, 2007, pp. 107-136.

Ver Introducción a la educación del transeúnte. Orientaciones y propuestas didácticas, Ministerio de Educación de Ciencia y Tecnología, Buenos Aires, 2005. En: www.vialidad.gba.gov.ar/datos/ educacion_vial/publicaciones/Introduccion%20a%20la%20 educacion%20del%20transeunte.pdf. 16 Anayansi Forlini Ochoa, María Eugenia Molar Orozco, “La vialidad sostenible, ¿es sostenible en el mundo?”, en Revists Digi.

U@t, vol. 3, núm. 3, enero de 2009. En www.turevista.uat.edu. mx/contenidonum3-3.htm.

• Reducir las distancias entre las diversas actividades que se dan en la vida diaria. • Incrementar la seguridad y la calidad urbanas. • Planificar infraestructuras de transporte público, limpio ecológicamente, económico y cómodo. • Dotar de seguras, directas y atractivas conexiones entre espacios residenciales, escuelas, lugares de trabajo, comercios, centros de servicios, áreas de esparcimiento, terminales y paradas del transporte y áreas de estacionamiento. • Consolidar un tránsito peatonal “sin barreras” y con un mantenimiento óptimo.

Estas recomendaciones, y otras más, se pueden considerar y analizar desde el ámbito escolar, familiar y político. Se trata de problemáticas que debemos conciliar entre todos para favorecer e impulsar su desarrollo. Por este motivo, es posible que en la actualidad la pregunta que encabeza el artículo ya no sea una interrogante, sino una afirmación sobre la necesidad de influir en el currículo y la escuela, al igual que fuera de ella, la Educación Vial.

Bibliografía y sitios consultados:

“Accidentes viales, cuarta causa de muerte en México”, en

La Jornada, jueves 20 de septiembre 2007. En: www.jornada.unam.mx/2007/09/20/index.php?section=capital &article=048n2cap. BISQUERRA, R., Orígenes y desarrollo de la orientación psicopedagógica, Narcea, Madrid, 1996. CINCUENTA y siete Asamblea Mundial de la Salud, 3 de mayo de 2004, “Seguridad vial y salud”. En apps.who. int/gb/ebwha/pdf_files/WHA57/A57_10Add1-sp.pdf. FORLINI Ochoa, Anayansi y María Eugenia Molar Orozco,

“La vialidad sostenible, ¿es sostenible en el mundo?”, en

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C3%BAm 1/abs-arbol.htm, vol. 3, núm. 3, enero de 2009.

En: www.turevista.uat.edu.mx/contenidonum3-3.htm. HERRERO Díez, Tomás, “Implantación de la bicicleta como medio de transporte público en la ciudad de Praga”,

Universitat Politècnica de Catalunya, consultado en: amsterdam.viajandopor.com/moverse-por-amsterdam /en_bicicleta.php. JARIOT García, Mercè, “La formación por competencias profesionales. Evaluación y mejora de las competencias del profesor de formación vial desde un modelo de cambios de actitudes”, en Educación XXI, núm. 10, Facultad de Educación UNED, Madrid, 2007, pp. 107-136. La seguridad vial a nivel mundial: Diagnóstico. En: issuu. com/ditoe/docs/ponencia-de-seguridad-vial-oficialfecha_16-febrer. Manual del ciclista urbano de la Ciudad de México, en www. sma.df.gob.mx/sma/links/download/biblioteca/flippingbooks/manual_ciclista_urbano/. MINISTERIO de Educación de Ciencia y Tecnología, Introducción a la educación del transeúnte. Orientaciones y propuestas didácticas, Ministerio de Educación de Ciencia y

Tecnología, Buenos Aires, 2005. Consultado en: www. vialidad.gba.gov.ar/datos/educacion_vial/publicaciones/Introduccion%20a%20la%20educacion%20del%20 transeunte.pdf. upcommons.upc.edu/pfc/bitstream/2099.1/5960/6/ 04.pdf. VINCI, Leonardo da, Codez Atlanticus. En: es.milano.waf. it/.../3882-codex-atlanticus-los-dibujos-originales-delcodigo- atlantico-de-leonardo-da-vinci.html. www.bicing.cat/. www.cesvimexico.com.mx/. www.granjalasamericasmexico.com/mobile/atracciones_ circuito.html. www.mapfre.com/fundacion/es/cursos-de-formacion/ seguridad-vial/li-17.shtml www.periodicocorreo.com.mx/guanajuato/21257ni%C3%B1os-%E2%80%9Cpolic%C3%ADas%E2%80 %9D-difundir%C3%A1n-la-cultura-vial.html. www.toluca.gob.mx/seguridad/.

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