sentidos Y SIGNIFICADOS
Leyendas de LOS JUEGOS OLÍMPICOS Arrigo Coen Anitúa (†)
Ha sido común a todos los pueblos el impulso de honrar a sus dioses consagrándoles solemnes celebraciones (la etimología que atribuye a solemne el origen sollus, ‘entero’ en latín, más annus, ‘año’, es impugnada por Corominas, aunque aceptada por autoridades como Skeat) y dar expansión, suspendidos los trabajos cotidianos, a los sentimientos religiosos, renovando los ritos que presidieran en las grandes inauguraciones (los actos augurales, los auspicios). Uníanse a éstas otras festividades en honor de los fundadores y de los héroes (en griego héros, ‘semidiós’, ‘protector’); las de carácter agrícola y las conmemorativas de sucesos faustos (correctamente sería fastos), los dignos de ser recordados, y aun de ciertos acontecimientos nefastos (también nefandos, ‘de los que no se debe hablar’), en calidad de duelo o de propiciación a los dioses, para que esos últimos no se repitiesen. Destacaban, entre estas celebraciones, los juegos. En Grecia consistían en certámenes públicos que encerraban verdadera solemnidad religiosa y racial y constituían la renovación del signo de comunidad de origen y de creencias, con virtud suficiente para suspender, durante las celebraciones, las luchas tan frecuentes entre aquellas inquietas polis (ciudades repúblicas). Los juegos más importantes de cuantos se organizaban en Grecia eran los olímpicos, así llamados porque se llevaban a cabo en la ciudad de Olimpia, la cual, desde antes de estas celebraciones, ya era particularmente famosa como santuario, consagrado a Zeus, soberano del Olimpo, y quizá por eso haya sido escogida para ser sede de los juegos que de ella tomaron su nombre y que luego lo dieron a la unidad cronológica, olimpiada, de cuatro años, intervalo entre los solsticios de verano de los años en que había juegos olímpicos. Aquí vale la pena hacer una aclaración que explica el verdadero porqué de los cinco aros que, con varias interpretaciones, constituyen el símbolo actual de los juegos. Así como se dice “cada tercer (3) día” para expresar ‘un día sí y
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CORREO del MAESTRO
núm. 197 octubre 2012