Correo del Maestro Núm. 32 - Enero de 1999

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La escala del tiempo geológico Héctor Delgado

ISSN 1405-3616

Dinosaurios: la reconstrucción de un lagarto con brazos Julián Maldonado Maldonado Luis Luis Julián

Taxonomía

¡Más aprisa,Tierra!, porque la Luna se nos va María de la Paz Salgado Enrique Fierro Hernández

La extinción de los dinosaurios

María Jesús Jesús Arbiza Arbiza María

Julieta Fierro

En busca de pistas Alejandra Alvarado Alvarado Zink Zink Alejandra Citlalli Álvarez Álvarez Saulés Saulés Citlalli

Divulgación, discurso y enseñanza de las ciencias Alejandra González Dávila

9!BLF?E@:RUPUOV!

Los elementos químicos y el surgimiento de la vida en el universo Guillermo Mosqueira Mosqueira Guillermo

Las artesanías morelenses: una producción anónima Tonantzin Ortiz Rodríguez

México D. F. Enero 1999. Año 3 Número 32


la tecnología actual al servicio del maestro Durante el año lectivo 1998-1999 el Programa Nacional de Bibliotecas Magisteriales otorgará créditos en condiciones preferenciales a los trabajadores de la educación pertenecientes a la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el Estado de Querétaro para la adquisición de computadoras multimedia y sus accesorios

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Atención a maestros: 01 800 31 222 00


Revista mensual, Año 3 Núm. 32, Enero 1999.

Directora Virginia Ferrari Asistente de dirección María Jesús Arbiza Consejo editorial Valentina Cantón Arjona María Esther Aguirre María Teresa Yurén Santos Arbiza Julieta Fierro Gerardo Cirianni Ramón Mier Mario Aguirre Beltrán María de Lourdes Santiago Josefina Tomé Méndez Colaboradores Héctor Delgado Jacqueline Rocha Luci Cruz Stella Araújo Maya Sáenz Nora Brie Alejandra González Verónica Bunge María Isabel Carles Norma Oviedo Concepción Ruiz Consuelo Doddoli Leticia Chávez Citlalli Álvarez Ana María Sánchez Alejandra Alvarado Editor responsable Nelson Uribe de Barros Administración y finanzas Miguel Echenique Producción editorial Rosa Elena González para Uribe y Ferrari Editores, S.A. de C.V.

CORREO del MAESTRO es una publicación mensual, independiente, cuya finalidad fundamental es abrir un espacio de difusión e intercambio de experiencias docentes y propuestas educativas entre los maestros de educación básica. Así mismo, CORREO del MAESTRO tiene el propósito de ofrecer lecturas y materiales que puedan servir de apoyo a su formación y a su labor diaria en el aula. Los autores. Los autores de CORREO del MAESTRO son los profesores de educación preescolar, primaria y secundaria, interesados en compartir su experiencia docente y sus propuestas educativas con sus colegas. También se publican textos de profesionales e investigadores cuyo campo de trabajo se relacione directamente con la formación y actualización de los maestros, en las diversas áreas del contenido programático. Los temas. Los temas que se abordan son tan diversos como los múltiples aspectos que abarca la práctica docente en los tres niveles de educación básica. Los cuentos y poemas que se presenten deben estar relacionados con una actividad de clase. Los textos. Los textos deben ser inéditos (no se aceptan traducciones). No deben exceder las 12 cuartillas. El autor es el único responsable del contenido de su trabajo. El Consejo Editorial dictamina los artículos que se publican. Los originales de los trabajos no publicados se devuelven, únicamente, a solicitud escrita del autor. En lo posible, los textos deben presentarse a máquina. De ser a mano, deben ser totalmente legibles. Deben tener título y los datos generales del autor: nombre, dirección, teléfono, centro de adscripción. En caso de que los trabajos vayan acompañados de fotografías, gráficas o ilustraciones, el autor debe indicar el lugar del texto en el que irán ubicadas e incluir la referencia correspondiente. Las citas textuales deben acompañarse de la nota bibliográfica. Se autoriza la reproducción de los artículos siempre que se haga con fines no lucrativos, se mencione la fuente y se solicite permiso por escrito. Derechos de autor. Los autores de los artículos publicados reciben un pago por derecho de autor el cual se acuerda en cada caso.

© CORREO del MAESTRO es una publicación mensual editada por Uribe y Ferrari Editores S.A. de C.V., con domicilio en Av. Reforma No.7, Ofc. 403, Cd. Brisa, Naucalpan, Edo. de México, C.P. 53280. Tel. (01) 53 64 56 70, 53 64 56 95, sin costo al 01 800 849 35 75. Fax (01) 53 64 56 95, Correo Electrónico: correo@correodelmaestro.com. Dirección en internet: www.correodelmaestro.com. Certificado de Licitud de Título Número 9200. Número de Certificado de Licitud de Contenido de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, S.G. 6751 expediente 1/432 “95”/ 12433. Reserva de la Dirección General de Derechos de Autor 04-1995-000000003396-102. Registro No. 2817 de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, RFC: UFE950825-AMA. Editor responsable: Nelson Uribe de Barros. Edición computarizada: Uribe y Ferrari Editores S.A. de C.V. Preprensa: Seri Editores y Distribuidores, S.A. de C.V. Carretera al Ajusco 710, Col. Héroes de Padierna, D. F., C.P. 14200. Distribución: Uribe y Ferrari Editores S.A. de C.V. Tercera reimpresión: 4,000 ejemplares, Gráfica Hispano Americana, S.A. Ruta 53 Km.,120.500 S1 MB-Local A, Zona franca, Col. Suiza, Nva. Helvecia, Colonia, Uruguay.

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Editorial

Este número del Correo requiere, por lo menos, dos lecturas. Una —dependiendo de cada lector, claro está—, nos informa, nos despeja dudas o nos introduce en temas de carácter científico. Es una lecutra muy importante, pues ella nos permite profundizar nuestro conocimiento y saber más para, entre otras cosas, preparar mejores clases y ser mejores maestros. La otra lectura —no necesariamente segunda, ni tercera, ni menos importante—, nos remite al proceso de construcción de los saberes contenidos en estos artículos. Este proceso —probablemente por lo que tiene de antiguo, de singular, de cotidiano... y de sabio—, nos provoca continuamente el asombro. Y no es para menos, cuando es capaz de reconstruir historias y explicar realidades a partir de lo que para muchos es el desecho, lo irregular, lo irrelevante, lo trivial, la excepción, el error, el indicio, el detalle... Asombro extraordinario, pues puede detenernos en la reflexión y conducirnos a otra construcción: aquella en la que podemos establecer la vinculación de este método con nuestra experiencia en el aula.

Virginia Ferrari

Correo del Maestro. Núm. 32, enero 1999.

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Dinosaurios: la reconstrucción de un lagarto con brazos.

Entre nosotros

Julián Maldonado Luis

En busca de pistas.

Pág. 5 Pág. 11

Alejandra Alvarado Zink y Citlalli Álvarez Saulés

Los elementos químicos y el surgimiento de la vida en el universo.

Antes del aula

Guillermo Mosqueira Pérez Salazar

Pág. 16

María de la Paz Salgado y Enrique Fierro Hernández

Pág. 20

¡Más aprisa,Tierra!, porque la Luna se nos va. La extinción de los dinosaurios. Taxonomía.

Julieta Fierro

Pág. 37

María Jesús Arbiza

Escala del tiempo geológico.

Pág. 22

Héctor Delgado Rodríguez

Pág. 40

Certidumbres e incertidumbres

Divulgación, discurso y enseñanza de las ciencias. Alejandra González Dávila

Pág. 48

Artistas y artesanos

Las artesanías morelenses: una producción anónima Tonantzin Ortiz Rodríguez

Pág. 51

Sentidos y significados

De huellas, señales, indicios y repúblicas. Valentina Cantón Arjona El camino más largo...

Pág. 55

Problemas sin número Juan Manuel Ruisánchez Serra y Concepción Ruiz Ruiz-Funes

Pág. 57

Abriendo libros

Tierra de dinosaurios

Lilia Montoya Lorenzana

Pág. 60

Portada: Lucía, Laura y Carolina Magis.“Nacimiento”. Páginas centrales: Escala del tiempo geológico. Correo del Maestro. Núm. 32, enero 1999.

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Entre nosotros

Dinosaurios: la reconstrucción de un lagarto con brazos Julián Maldonado Luis Introducción Cuando hablamos de dinosaurios nuestra imaginación nos transporta a tiempos remotos y nos maravillamos con escenas de animales que jamás hemos visto y que, sin embargo, sabemos que existieron. Son los paleontólogos quienes, a partir de los restos fósiles y también de datos geológicos complementarios, se encargan de “devolver la vida a los dinosaurios”. Gracias a ellos, hoy podemos ver la reconstrucción de las formas de vida de estos animales ya extintos en museos, ilustraciones o películas. Pero el proceso para llegar hasta lo que hoy se conoce sobre ellos no ha sido sencillo. Al principio, los primeros hallazgos de restos fósiles de dinosaurios recibieron un gran número de interpretaciones, muchas de ellas fantásticas y equivocadas. Las culturas clásicas de la antigüedad interpretaron los descubrimientos de fósiles de acuerdo a distintas creencias; por ejemplo, en China creían que los huesos fosilizados descubiertos eran restos de dragones celestes, para otras culturas se trataba de restos pertenecientes a gigantes antiguos, ángeles o demonios. Éstas eran las explicaciones que predominaron hasta el siglo XVII, pero con el tiempo, poco a poco se fueron imponiendo las ideas de algunos hombres que veían a los fósiles como restos de animales que habitaron la Tierra mucho tiempo atrás. En el primer cuarto del siglo XIX, en Inglaterra, se encontraron algunos dientes y fragmentos de huesos incrustados en rocas formadas por sedimentos muy antiguos. Los restos eran huesos

Reconstrucción de un brachisaurus.

de animales, pero en ese entonces nadie sabía cuánto tiempo hacía que éstos habían muerto, puesto que todavía se ignoraba hasta dónde podía extenderse el pasado. Por el aspecto de las piezas encontradas se pensó que debieron pertenecer a criaturas extrañas y monstruosas. Fueran lo que fuesen, lo cierto era que aquellas criaturas parecían ser distintas a cualquier forma de vida conocida existente en la actualidad. Las reconstrucciones realizadas a partir de los primeros fósiles de dinosaurios presentaban a unos lagartos enormes y pesados, provistos de unas extremidades posteriores tan grandes y

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Dinosaurios: la reconstrucción de un lagarto con brazos

desproporcionadas que les daban la apariencia de ranas gigantes. En 1841, Richard Owen propuso el nombre de dinosaurios para esos reptiles arcaicos hasta entonces desconocidos. Dinosaurio significa literalmente lagarto terrible, en alusión al gran tamaño de la criatura y a su aparente ferocidad. Las interpretaciones más recientes de los restos fósiles nos han presentado un panorama diferente para este grupo de animales, relacionándolos más con las aves y los mamíferos que con los reptiles. A lo largo de 165 millones de años de existencia, durante el mesozoico, los dinosaurios evolucionaron, se diversificaron y se adaptaron a las condiciones ambientales de la Tierra. Durante los tres periodos de esa era (triásico, jurásico y cretácico) existieron algunas especies muy pequeñas, del tamaño aproximado de un pollo, y otras gigantescas, mayores en longitud que la ballena azul actual. Hubo dinosaurios bípedos y cuadrúpedos; herbívoros, insectívoros y carnívoros; ágiles y veloces a pesar de su gran tamaño. Para determinar cómo eran los dinosaurios es indispensable reconstruir primero su esqueleto. Desde que Georges Cuvier aplicó sus conocimientos de anatomía comparada en la identificación y reconstrucción de especies desaparecidas,

a menudo se ha otorgado a los paleontólogos el poder casi mágico de reconstruir un animal completo a partir de un solo hueso. Esto no es cierto, sin embargo, con sólo algunas piezas suficientemente características como la mandíbula, elementos de la pelvis o de las extremidades, el especialista puede identificar a un dinosaurio (u otro vertebrado fósil) con cierta precisión y deducir su aspecto general. Nosotros podemos acercarnos de una forma sencilla y divertida al trabajo de los paleontólogos y reconstruir nuestro propio esqueleto de dinosaurio utilizando materiales económicos y de uso común. En esta ocasión trataremos de armar uno de los comúnmente llamados cuellos largos. Pero antes conoceremos un poco acerca de este grupo de animales y en particular veremos quién es el lagarto con brazos.

Los grandes saurópodos Isaac Asimov, en su libro Los lagartos y otros ensayos científicos, describió a los saurópodos de una manera singular: “Parecían en verdad colosales serpientes, que se hubiesen tragado sendos elefantes gigantescos, cuyas patas como enormes columnas, asomando fuera de las serpientes, marchasen arrastrándolas”.

Figura 1. En este dibujo de un Diplodocus, podemos ver que los saurópodos caminaban sosteniéndose firmemente en sus extremidades; la cola levantada les permitía equilibrar el peso del cuello.

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En el grupo de los saurópodos (pies de lagarto) se encuentran agrupados algunos de los dinosaurios más grandes y famosos como el Diplodocus (figura 1), el Apatosaurus (Brontosaurus) y el Brachiosaurus (figura 2). Eran animales gigantescos con una cabeza pequeña sostenida por un cuello muy largo y que tenían además una cola no menos larga. Los saurópodos se diversificaron en el jurásico (hace 190 millones de años). Eran cuadrúpedos herbívoros de más de 30 metros de largo y hasta 80 toneladas de peso; fueron los animales terrestres más grandes que jamás han existido. Desempeñaron un papel importante en la fauna de determinadas regiones del mundo hasta la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años. El modo de vida de los saurópodos ha sido objeto de numerosas y contradictorias especulaciones ya que al principio se pensó que eran criaturas sin inteligencia, de movimientos lentos y que necesariamente tenían que vivir sumergidas en el agua para soportar su peso. Los saurópodos eran ciertamente muy grandes y pesados, pero sus extremidades en forma de columna recuerdan mucho las de animales terrestres actuales como los elefantes. Las huellas fósiles han demostrado que podían desplazarse caminando por tierra firme, a menudo en manadas, y atravesar extensiones de agua cuando fuera necesario. Su largo cuello les permitía alcanzar las hojas de la copa de los árboles a alturas que resultaban inaccesibles para otros dinosaurios herbívoros. Se reconocen cerca de 50 géneros de saurópodos agrupados en seis familias o subfamilias, siendo las más conocidas por sus características la de los diplodócidos y la de los braquiosáuridos. Debido al tamaño de estos animales, los restos fósiles son fáciles de encontrar, pero difíciles de colectar, transportar y preparar.

Brachiosaurus: el lagarto con brazos En 1907, en la región africana de Tendaguru (la actual Tanzania), un ingeniero de minas alemán llamado W. B. Sattler encontró varias piezas de huesos largos que yacían sobre el suelo y que reconoció como fósiles. Bajo la dirección de Werner Janensch (el encargado de la sección de reptiles en el museo de Berlín), los paleontólogos alemanes y cientos de personas de la localidad trabajaron en aquel lugar durante cuatro años a partir de 1909. El más precioso de todos los trofeos conseguidos en esa expedición fue un gigante del jurásico, el Brachiosaurus. Cuando Janensch regresó a Berlín y ensambló los huesos, el resultado que obtuvo fue impresionante. Aparentemente se trataba del mayor de todos los saurópodos encontrados hasta entonces, y se consideró durante un tiempo como el animal más grande que ha caminado en la Tierra. A diferencia de otros dinosaurios de cuello largo, el Brachiosaurus tenía las patas delanteras mucho más grandes que las traseras, semejando tener unos brazos enormes, de ahí su nombre (brachios, brazo; saurus, lagarto). Su estructura anatómica le daba una apariencia particular, su espalda descendía en pendiente hacia atrás y tenía un cuello larguísimo al final del cual había una cabeza relativamente pequeña. La cabeza quedaba a 12.6 metros

Figura 2. En esta ilustración de un Brachiosaurus podemos observar las características que se describen en el texto; la postura de su cuello le permitía ser más alto que otros dinosaurios.

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Dinosaurios: la reconstrucción de un lagarto con brazos

del suelo, altura suficiente para que el Brachiosaurus, si existiera actualmente, pudiera mirar por encima de una casa de cuatro pisos. La cola era proporcionalmente corta si la comparamos con la de otros saurópodos, y el peso del animal se ha calculado en más de 50 toneladas. En la actualidad el esqueleto de este Brachiosaurus se exhibe en el Museo de Historia Natural de la Universidad Humboldt en Berlín.

Reconstrucción Como mencioné anteriormente, podemos construir nuestro propio Brachiosaurus sin preocu-

parnos por hacer expediciones, transportar huesos enormes o buscar un lugar donde colocar un dinosaurio gigantesco. Para esto haremos un esqueleto de dinosaurio utilizando alambre y popotes como material básico. Nuestro objetivo es apreciar la importancia de las reconstrucciones paleontológicas que nos han permitido conocer las formas de vida de los organismos extintos. Una vez que armemos nuestro esqueleto lo podremos exhibir en algún lugar de la escuela o la casa. Con el material preparado, la duración de esta actividad es de aproximadamente 30 a 45 minutos, dependiendo de nuestra habilidad.

Material

• • • • •

tijeras regla compás o punzón pinzas de punta para alambre una pieza de papel ilustración o cartón rígido (8 x 15 cm). • alambre blanco (no. 20) • popotes rígidos (de preferencia blancos).

ALAMBRE:

pieza 1 1 1 1 1 1 1 1

medida 15 cm 14 cm 12 cm 10 cm 9 cm 30 cm 36 cm 46 cm

estructura que formarán costillas costillas costillas costillas costillas patas traseras patas delanteras columna vertebral

POPOTES

piezas 22 1 2 1 1 1 2 2 2 2 2 4

medida 1.5 cm 3.5 cm 2.5 cm 2.5 cm 1.5 cm 1.0 cm 4.5 cm 3.0 cm 2.5 cm 5.5 cm 4.0 cm 2.0 cm

estructura que formarán vértebras cadera (central) cadera (laterales) punta de la cola cabeza (cráneo) cabeza (cráneo) pata trasera (fémur) pata trasera (tibia) p. delantera (omóplato) pata delantera (húmero) pata delantera (radio) patas

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especificaciones perforar 6 al centro perforar al centro perforar al centro corte diagonal en un extremo perforar a un tercio perforar al centro sin perforar sin perforar sin perforar sin perforar sin perforar cortar “dedos” a 0.5 cm


Procedimiento Usando la punta del compás, hacer cuatro perforaciones en el papel ilustración, éste será la base (figura 3a). Los popotes indicados deben perforarse con la punta del compás de lado a lado y por el centro (excepto una de las piezas de la cabeza) (figura 3b). Los dedos de las patas deben hacerse como se muestra en la figura 3c. Insertar cada uno de los cinco alambres que van a formar las costillas en cinco popotes perforados de 1.5 cm y doblar como se muestra en la figura 3d.

Insertar el alambre de 30 cm en los tres popotes que formarán la cadera (el más grande al centro). Una vez hecho esto se deben colocar en cada extremo del alambre los popotes que formarán las patas traseras (fémur-tibia-pata) (figura 3e). Insertar las puntas del alambre en las perforaciones de la base y sujetarlas firmemente. Insertar el alambre de 36 cm en otro popote de 1.5 cm perforado y armar las patas delanteras (omóplato-húmero-radio-pata) de manera similar al armado de las patas traseras, como se muestra en la figura 3f. Fijar la punta de la cola en un extremo del alambre de 46 cm (figura 3g).

campás

cortar popote base de cartón

b) Perforar popotes.

a) Perforar la base.

cadera

c) Cortar dedos.

fémur

pata

alambre

doblar

d) Armado de las costillas.

tibia

e) Patas traseras.

Figura 3. Reconstrucción de un Brachisaurus.

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Dinosaurios: la reconstrucción de un lagarto con brazos

alambre

g) Punta de la cola.

costillas doblar

cola

f) Patas delanteras.

cuello

doblar

h) Armado de la columna.

i) Armado de la cabeza. doblar

doblar

doblar

j) Forma final Figura 3. Reconstrucción de un Brachisaurus (continuación).

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Para terminar se debe pasar el extremo del alambre a través del popote pequeño de la cabeza, y por último cortar el sobrante (figura 3i). Dar forma al dinosaurio como se muestra en la figura 3j. Nuestro dinosaurio teminado tendrá una altura de 28 cm aproximadamente, ¡45 veces menos que un Brachiosaurus real!

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Armar el resto de la columna vertebral pasando el extremo libre del alambre de 46 cm a través de los popotes que se indican en el siguiente orden (figura 3h): 1. seis popotes de 1.5 cm para formar la cola, 2. el popote central que forma la cadera en las patas traseras, 3. los popotes con las costillas, de las más pequeñas a las más grandes, 4. el popote de las patas delanteras, 5. diez popotes de 1.5 cm para formar el cuello, 6. el popote grande y el pequeño que forman la cabeza.

Lecturas sugeridas WILFORD, J. N. El enigma de los dinosaurios. Biblioteca de Divulgación Científica No. 2, RBA Editores, 1985. p.407. BUFFETAUT, E. Fósiles y hombres. Biblioteca de Divulgación Científica No. 16, RBA Editores, 1991. p. 337.


En busca de pistas Alejandra Alvarado Zink Citlalli Álvarez Saulés

N

o todos los detectives que conocemos se dedican a investigar a las personas, hay un cierto tipo que se encarga de investigar a los animales. Dentro de la comunidad de biólogos hay un grupo que trabaja como los detectives de las películas, buscando huellas e indicios de la presencia de algún animal. Estos detectives saben que la mayoría de los mamíferos sólo están activos por la noche, por lo que difícilmente los vemos en el día. A pesar de esto, podemos aprender mucho acerca de ellos por las pistas que dejan, tales como las huellas que dejan al pisar o por los restos de comida.

¿Qué es un mamífero? Los mamíferos son animales vertebrados que se caracterizan por poseer glándulas mamarias con las que amamantan a sus crías. Generalmente poseen pelo, el cual puede estar en todo el cuerpo o sólo en algunas partes. Mantienen una temperatura corporal interna constante, frecuentemente superior a la de su ambiente, que les permite mantenerse activos en condiciones frías. Son en su mayoría vivíparos.

Objetivos de la actividad En este artículo los invitamos a seguir las pistas que dejan algunos mamíferos; pero no cualquier tipo de pistas, sino unas muy particulares, sus huellas.

Al realizar esta actividad podrás: • Observar e identificar diferentes tipos de huellas. • Aprender a recabar información sobre una huella animal. • Analizar la información obtenida para sacar algunas conclusiones.

Introducción al estudio de las huellas Las huellas son una de las pistas más informativas en términos de las actividades que llevan a cabo los animales ya que, por ejemplo, nos permiten saber hacia dónde se dirigen, si andan en grupo o solos, etcétera. En nuestro planeta existen alrededor de 4 000 especies de mamíferos viviendo en los más diversos hábitats. Con frecuencia podemos saber de su presencia en un área por las huellas u otras señas que dejan atrás. Las huellas de los mamíferos Para profundizar en el conocimiento de los mamíferos se han desarrollado diferentes metodologías que se basan tanto en la observación directa como en la indirecta. La observación de huellas es un método indirecto de conocer y estudiar la diversidad de mamíferos que existen en una zona y las actividades que éstos realizan. Las huellas de los diferentes tipos de mamíferos presentan características muy particulares que nos permiten identificarlas con relativa facilidad.

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En busca de pistas

La importancia del terreno El tipo de terreno es un factor importante para que las pisadas de un animal se puedan identificar. En un terreno pedregoso o con vegetación en el piso, por ejemplo, es prácticamente imposible encontrar huellas; en cambio, los caminos de tierra y las veredas son adecuadas para que las pisadas queden marcadas. Un sitio excelente para encontrar huellas de pequeños animales son las zanjas formadas por el paso del agua a ambos lados de los caminos. Los márgenes de arroyos, ríos o lagos son también terrenos buenos y, mientras más fina sea la arena, las huellas se marcarán con más detalle. Encontrando rastros El encontrar un rastro nos permite identificar la presencia de un animal en un sitio dado, sin embargo, es importante obtener la mayor información posible sobre este organismo. Por tal razón, hay que tener presentes diversos aspectos de la biología de los animales como su distribución general, hábitat, hábitos alimenticios, horas de actividad, costumbres, etcétera. Las huellas se observan e identifican claramente cuando se ven en el mismo sentido en que el animal se desplazó. El mejor momento para buscar huellas es en la mañana, cuando hay luz suficiente. Al revisar una zona es útil hacer una lista previa de los animales que posiblemente la habiten.

Métodos para la obtención de huellas El mejor método para la colecta de huellas es la elaboración de moldes de yeso. El material necesario para hacerlos es el siguiente: . yeso . agua . un recipiente de plástico . una cuchara o paleta para revolver.

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Al encontrar una huella es conveniente marcarla y observar alrededor buscando otra que pudiera estar en mejores condiciones. Una vez escogida la huella hay que limpiarla cuidadosamente quitando pequeñas ramas o basurillas que le hubieran caído. Antes de preparar el yeso es conveniente anotar los datos más importantes sobre la huella encontrada, los cuales se proporcionan más adelante en este mismo artículo. ¿Cómo se prepara el yeso? La mezcla se prepara aproximadamente con dos partes de yeso por una de agua. Es importante que no quede muy aguada (pues podría escurrirse y tardar mucho en secarse) ni muy espesa (pues no captaría los pequeños detalles de la huella). La mezcla debe vaciarse lenta y cuidadosamente sobre la huella, desde poca altura, observando que la cubra totalmente y que la capa formada sea gruesa para evitar que el molde se rompa en su manejo posterior. Cuando el yeso esté seco (un buen indicador de esto es cuando al pasar los dedos por encima, éstos no se manchan) se levantará introduciendo un cuchillo alrededor y por abajo de él para aflojar la tierra, con lo cual saldrá fácilmente. Se le quita la tierra excesiva, se envuelve en papel y se guarda en una bolsa de plástico. Posteriormente se lavará con agua corriente y un pequeño cepillo. Es muy importante envolver los moldes en papel periódico o sanitario para que éste absorba la humedad y los proteja de los posibles golpes. Si los moldes son guardados en bolsas de plástico sin haber sido cubiertos con un material absorbente, se reblandecerán y se harán muy quebradizos. Si se desea, mientras el molde se está endureciendo, pueden hacerse algunas anotaciones sobre él.


Aprendamos a identificar las huellas Cada mamífero deja huellas muy particulares en cuanto a forma y tamaño se refiere, de tal manera que comparando las muestras recogidas con esquemas de referencia y considerando las medidas obtenidas, se puede identificar al animal que las produjo. Sin embargo, no siempre es fácil hacer la identificación correcta. A partir del patrón general de la huella de cada especie, como los que se presentan en los siguientes esquemas, pueden presentarse variaciones debido a diversos factores como son el tipo de

CONEJO

Pata delantera

zancada 10-35 cm (medio salto) zancada 20-100 cm

suelo, el tipo de marcha, las características del terreno, el paso del tiempo, etcétera. Recopilación de datos: A continuación les proporcionamos una lista de los datos que se deben anotar al encontrar una huella: •fecha • lugar donde se encontró • hábitat • ancho de la huella • largo de la huella (no deben incluirse las marcas que dejan las garras)

COYOTE

zancada 30-40 cm

Pata delantera

Pata trasera

Pata trasera

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En busca de pistas

CACOMIXTLE

Pata delantera

Pata trasera

MAPACHE

zancada 16-30 cm caminando

Pata delantera

Pata trasera

ARDILLA

zancada 10-25 cm

ZORRILLO

zancada 10-30 cm (galopando

Pata delantera

zancada 15-40cm (medio salto)

Pata trasera

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Pata delantera

Pata trasera


LINCE

zancada 20 cm

Pata delantera

Pata trasera

TLACUACHE

zancada 8.20 cm

Pata delantera

Pata trasera

Ahora los invitamos a convertirse en detectives y salir a buscar huellas de diversos mamíferos que habiten en su comunidad. Nosotros les hemos proporcionado esquemas

que pueden serles de utilidad para la identificación de algunas especies comunes en varias regiones del país. Con esta actividad pueden aprender mucho sobre la manera de vivir de estos animales y también pasar un rato muy agradable.

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Conclusiones

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Antes del aula

Los elementos químicos y el surgimiento de la vida en el universo Guillermo Mosqueira Pérez Salazar Introducción Cuando conjuntamos conocimientos de varias ramas de la ciencia, podemos llegar con frecuencia a conclusiones sorprendentes, difíciles de concebir por otros medios. En este artículo haré un ejercicio de este estilo y juntos conoceremos el resultado.

Bioquímica y cosmogonía La biología contemporánea, en particular la bioquímica, ha puesto en claro que los organismos vivos están constituidos por una variedad de elementos químicos. Entre ellos hay un grupo reducido que son mayoritarios en cantidad, éstos son: el carbono (C), el hidrógeno (H), el oxígeno (O) y el nitrógeno (N), o brevemente y como regla nemotécnica: CHON. Además, existen otros elementos en mucho menor cantidad que son también esenciales para los organismos vivos y que hacen posible que se dé el fenómeno asombroso que llamamos “vida”. Entre ellos podemos mencionar, utilizando sus símbolos químicos: Na, K, Ca, Mn, Mg, S, P, Si, Cr, Fe, Cu, Zn, F, Cl, I, Mo y otros más. Debe aclararse que la mayoría se encuentran como iones y no como elementos, puesto que en muchos casos estos últimos son muy reactivos. Por ejemplo, los elementos de la familia de los metales alcalinos, como el Na y el K, son explosivos al contacto con el agua. Obviamente, no es de esta forma química como intervienen en la bioquímica celular, sino como iones (o cationes, para darles su nombre más específico) Na+ y K+.

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Lo mismo puede decirse de algunos elementos que dan origen a iones de signo contrario (aniones), como por ejemplo el flúor (F). Éste es el elemento más reactivo de todos, es un gas sumamente irritante y su inhalación representa un peligro. El ión F -, llamado fluoruro, ha perdido esa reactividad, es soluble en el agua y es fundamental para la fisiología celular, principalmente para utilizarse en dientes y huesos. Ahora vayamos a otra rama de la ciencia: la cosmogonía, que es la rama de la astronomía que estudia el comportamiento evolutivo del universo y el origen de sus rasgos característicos. De acuerdo a esta ciencia el universo tuvo un principio, el cual se ubica hace 13±2 miles de millones de años. Es decir, hay incertidumbre en cuanto al tiempo preciso, pero existe una altísima probabilidad de que haya acontecido en el intervalo de tiempo entre hace 11 y 15 mil millones de años, ocurriendo la mayor probabilidad en las cercanías de los 13 mil millones de años. La teoría que mejor explica este evento es conocida como la de la “Gran Explosión” (o Big Bang en inglés). En ella también se establece que a los 4 minutos de haber surgido nuestro universo en expansión vertiginosa, su composición química era de 76% de hidrógeno (H, con número atómico uno), 24% de helio (He, con número atómico dos) y cantidades insignificantes de litio (Li, con número atómico tres). El número atómico indica cuántos protones tiene el núcleo de los átomos de cada elemento. No había ningún otro elemento. Solamente se habían ocupado las primeras dos posiciones, si


Materia / caldo radioactivo

Termina la nucleosíntesis

Formación de protones, neutrones y otras Temperatura infinita Era de inflación (¿Big Bang?) 10–12 segundos 10–5 segundos

102 segundos

El universo se hace transparente (origen del ambiente de microondas)

300 000 años

acaso tres, de la tabla de la clasificación periódica de los elementos. Con esta materia prima la química era, evidentemente, bastante limitada. No se contaba con suficiente variedad (elementos químicos diversos) para constituir sistemas tan complejos como la vida. ¿De dónde surgieron entonces el C, el N, el O, el Cu, el Zn y tantos otros elementos con número atómico superior a tres y que, como ya vimos, son constituyentes indispensables de un sistema vivo? La cosmogonía responde claramente a esta pregunta, apoyada en la física nuclear, como lo veremos a continuación.

Física nuclear y cosmogonía La explicación que ofrece la cosmogonía sobre el origen de los demás elementos hace intervenir a las estrellas, las cuales según su masa fueron produciendo en el curso de su evolución (o vida) los diferentes elementos más pesados que el H y el He. Las condiciones estelares son tales que favorecen la realización de las diversas reacciones nucleares que van formando los demás elementos de la tabla de la clasificación periódica que hoy conocemos. Debido a su altísima temperatura (por ejemplo, en la superficie de nuestro Sol la temperatura está entre 4 700 y 6 000 K y en su centro a 20 millones K) cada estrella es una enorme esfera de plasma. El plasma es el estado de la materia que se caracte-

Aparecen las primeras galaxias y cuasares

Universo moderno

1 000 millones de años

Steven Weinberg,“Life in the Universe”, Scientific American,Vol 271, Number 4, october 1994, pp. 22-23.

Figura 1. Línea del tiempo para la historia de la vida del universo.

15 000 millones de años

riza por tener los núcleos atómicos desprovistos de todos sus electrones periféricos y agitándose a grandes velocidades, al igual que los electrones. Bajo estas condiciones es posible que los núcleos choquen entre sí a pesar de que existen fuerzas repulsivas entre ellos (porque todos tienen carga positiva). A temperaturas inferiores, con una menor agitación térmica, no son posibles las reacciones nucleares. Los núcleos estarían acompañados de sus electrones y simplemente no se tocarían entre ellos, se desviarían por las fuerzas repulsivas entre cargas del mismo signo (negativa, de sus respectivos electrones periféricos). Sin embargo, a altas temperaturas los núcleos sí se tocan, chocan y se fusionan entre sí, como dos gotitas de agua que chocan y forman una gota más grande. Éstas son las reacciones nucleares de fusión que dan origen al proceso de nucleosíntesis, es decir, a la síntesis de nuevos núcleos, de nuevos elementos (más pesados). Para una estrella como nuestro Sol, por nucleosíntesis y partiendo de la mezcla de H y He, podría llegarse hasta la formación de carbono y oxígeno. Se requieren estrellas de mayor masa para generar durante su evolución otros elementos más pesados. Y todavía otros más (diferentes) se sintetizan en las etapas finales de la vida de estas estrellas más masivas que el Sol, durante procesos explosivos de una violencia inimaginable. El material producido por nucleosíntesis en las estrellas alcanza a dispersarse por el espacio, en

Correo del Maestro. Núm. 32, enero 1999.

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Los elementos químicos y el surgimiento de la vida en el universo

particular el que se deriva de aquellas estrellas que son masivas con una muerte explosiva y furiosa. En resumen, la mezcla de H y He del universo inicial ha ido cambiando lentamente gracias a la formación de las estrellas de masa semejante o mayor a la de nuestro Sol. En la actualidad la composición química del universo es de 75% de hidrógeno, 23% de helio y un 2% de todos los demás elementos químicos. Lentamente, el espacio del universo se ha enriquecido sutilmente de aquellos elementos más pesados que el H y el He, en particular de C, O y N, y también de otros que son esenciales para el desarrollo de la vida. Ese material enriquecido en elementos más pesados que el H y el He se dispersará y, bajo las condiciones apropiadas, puede formarse una nebulosa solar, encenderse un protosol por las reacciones nucleares entre el H y el He y forjar un sol. Quizás, también se formen planetas para constituir un sistema estelar planetario, acaso con características semejantes al nuestro. Pero esta historia de la formación del Sistema Solar Planetario y de la Tierra debe contarse, con más detalle, en otro número de Correo del Maestro.

Física estelar y el surgimiento de la vida En los párrafos anteriores implícitamente he clasificado a las estrellas de acuerdo a su masa en dos clases: aquellas de masa semejante al Sol, y las de mayor masa. No puede haber estrellas mucho más pequeñas que el Sol; si la masa de éste hubiera sido inferior por sólo un 9%, no se hubieran alcanzado las temperaturas requeridas para iniciar las reacciones nucleares de fusión, no habría sol y nosotros no estaríamos aquí para contarlo. Sucede que de acuerdo a la magnitud de su masa será la duración de una estrella o, por decirlo de otra forma, “la duración de su vida” (puesto que una estrella surge, quema o usa su combustible en reacciones nucleares de fusión,

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éste tarde o temprano se acaba, y por lo tanto, sin más combustible, el astro se apaga o muere). Todas las estrellas inician su combustión con la mezcla primigenia de H y He. Las estrellas masivas consumen su combustible mucho más rápido que las estrellas con masa semejante al Sol. De hecho, la consumen mil veces más rápido. Esto hace una gran diferencia. En efecto, gracias a las estrellas masivas fue posible la síntesis de elementos de mayor número atómico. Esto a la vez introduce una variabilidad mucho más amplia en la química, lo que seguramente hace más factible el surgimiento de la vida. Sin embargo, aunque apropiadas para producir elementos diversos, las estrellas masivas tienen una vida demasiado corta para servir de fuente luminosa y energética a posibles planetas que las circunden y que pudieran ser cuna de la vida. Por otra parte, las estrellas más pequeñas, como nuestro Sol, sólo producen elementos livianos como el carbono y el oxígeno, y quizás de esa manera el surgimiento de la vida sería menos factible o tal vez imposible porque no se alcanzaría suficiente complejidad y variedad de funciones químicas. No obstante, por su larga vida, estas estrellas de menor masa sí pueden ser una fuente confiable de luz y energía por un tiempo suficientemente largo a planetas que pudieran presentar las condiciones necesarias para el surgimiento de la vida. Nuestro Sol se encuentra a la mitad de su vida (su duración total será de aproximadamente 10 mil millones de años). Para decirlo de manera sencilla, existe una especie de complementación de funciones, para los propósitos del origen de la vida en el universo, entre ambos tipos de estrellas. En nuestro Sistema Solar Planetario, nosotros, en la Tierra, hemos podido verificar la existencia de una gran variedad de elementos, los hemos identificado y construido una tabla de clasificación periódica. Ahora sabemos que estos elementos, de los cuales están hechos la Tierra y


“Primera” vida celular en el universo 13.4%

Origen del universo

Origen “Primera” de nuestro vida inteligente Sistema Solar en el universo Planetario 43%

65%

Nosotros hoy

Fig. 2. Representación esquemática de distintos eventos en la historia del universo. Suponiendo una edad total de 13 mil millones de años. (Si suponemos una edad de 15 mil millones de años, los porcentajes cambian respectivamente, a 11.16%, 37.4% y 70%).

Conclusiones Después de haber sobrevolado por la cosmogonía, la física nuclear y la bioquímica podemos hacer al menos una inferencia que tiene que ver con el título de este artículo. El surgimiento de la vida en el universo no podía ser un evento temprano en su historia. Debían tenerse los elementos químicos apropiados, los cuales surgieron tras una larga sucesión de acontecimientos. Debía esperarse primero a que se formaran las primeras estrellas, quizás mil millones de años después de la Gran Explosión. Luego, a que éstas ardieran en reacciones nucleares de fusión. Las estrellas masivas tardan en consumirse unos 10 millones de años. Al menos una generación de estas estrellas tuvo que quemarse para comenzar a dispersar nuevos elementos al vacío interestelar. Después, debía surgir un sistema estelar planetario enriquecido en los nuevos elementos y que contuviera una estrella pequeña como nuestro Sol, para poder proporcionar un aporte de energía luminosa suficientemente prolongado y constante (el Sol comenzó a prenderse en reacciones nucleares de fusión hace 4 600 millones de años). La vida surge en la Tierra (como vida unicelular procarionte) a los 730 millones de años de haber surgido nuestro Sistema Solar Planetario, y sólo 4 600 mi-

llones de años después, la vida adopta, entre otras múltiples formas de vida, la forma humana. Tomando en cuenta estos números, suponiendo como duración del universo 13 000 millones de años y considerando una historia semejante en duración a la de la Tierra, una vida unicelular pudo haber surgido en algún lugar del universo aproximadamente a los 1 740 millones de años (1000+10+730 millones de años) a partir de la Gran Explosión. Dicho de otra forma, después de un tiempo igual al 13.4% de la edad actual de universo. El surgimiento de vida inteligente como la nuestra (así calificada por nosotros) habría tomado mucho más tiempo: 5 610 millones de años (1 000+10+4 600 millones de años). Es decir, podría haber aparecido después de un tiempo igual al 43% de la edad actual del universo, no antes, no más temprano. Tomando en consideración esto, el florecimiento de nuestra humanidad ha sido tardío, muy tardío en la historia del universo. Nosotros existimos en la punta del tiempo, en la punta de la edad actual del universo. Ha habido tiempo de sobra (un 57% de la edad actual) para que florezca la vida inteligente en otros rincones de éste. De hecho apenas cuando se estaba formando nuestro Sistema Solar Planetario ya podían existir brotes de vida inteligente en el universo (fig. 2). Otro aspecto que no deja de impresionarme profundamente cuando evoco este escenario, es la violencia inimaginable y las temperaturas enormes por las que tuvieron que pasar todos y cada uno de los elementos que me constituyen, que nos constituyen; para ser lanzada finalmente esa materia al frío y negro vacío del espacio interestelar... a la espera de un nuevo comienzo.

ú

todos sus habitantes, fueron creados en generaciones anteriores de estrellas, a partir de sus restos o cenizas. La nebulosa solar que dio origen al Sistema Solar Planetario debía contener ya esos elementos más pesados, vestigios de estrellas que brillaron antes que nuestro Sol.

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¡Más aprisa,Tierra!, porque la Luna se nos va María de la Paz Salgado Enrique Fierro Hernández

Nautilus actual.

E

l nautilus, molusco que vive en aguas someras de las costas del Pacífico, no sólo es famoso como ejemplar de exhibición en un museo contemplativo, sino que actualmente ha adquirido una extraordinaria importancia pues experimentadores de la geología moderna han encontrado en él una prueba fehaciente de que la Tierra se ha ido desacelerando a lo largo del tiempo. Este animal ha sufrido pocos cambios evolutivos desde su origen, en el jurásico, hasta la actualidad. Tanto sus características físicas como su comportamiento, se conservan muy semejantes a los de sus antepasados por lo que se le califica como un fósil viviente. El nautilus es un molusco emparentado con pulpos y calamares pero, a diferencia de ellos,

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posee una concha externa. Ésta está formada por varias cámaras consecutivas que se han ido enrollando en espiral. Al nacer, el nautilus se aloja dentro de la única cámara que tiene su concha. Cuando crece, el espacio que le ofrece la primera cámara ya no es suficiente y tiene que construir una segunda, más amplia, a la que se muda en cuanto está lista, pues su construcción le lleva un mes lunar. La primera cámara quedará vacía y él vivirá en la última que construyó. Cuando el espacio de la ulterior es insuficiente para el tamaño del molusco, construye una nueva cámara, más espaciosa, para mudarse al mes siguiente dejando desocupadas las anteriores. Durante el día el nautilus yace en el fondo del mar pues es un individuo de hábitos nocturnos. Su actividad inicia cuando en la noche sube a la superficie para alimentarse del plancton que flota en el mar. Al disponerse a conseguir su alimento, su metabolismo se activa y sus funciones se hacen evidentes. Entre estas funciones se encuentra la capacidad de ir agregando cámaras a su concha. Construye cada cámara poco a poco, formando diariamente una angosta franja anular llamada línea de crecimiento. La secuencia de franjas conforma la cámara, y al cabo de un mes lunar el animal hace un tabique o septo que separa a la cámara recién formada de la siguiente que construirá el próximo mes. La formación de cámaras está regida por el ciclo lunar. Ésta es la razón de que forme una cada mes.


tubo del sifón (poroso)

pared externa (no porosa)

cámaras

cavidad del cuerpo Esquema de un corte transversal de la concha de un nautilus.

Nautilus fósil.

se produce una fricción de las aguas con el fondo marino. La interacción gravitacional entre la Luna y la Tierra determina la formación de las mareas; cuando la Luna se encuentra entre el Sol y la Tierra o cuando la Luna se encuentra atrás de la Tierra alineada con el Sol, se producen las mareas altas. Cuando sube la marea, la Tierra se oblonga por la distribución de las aguas marinas y cambia su radio, en consecuencia disminuye la velocidad de rotación. Para conservar el momento angular, en compensación, la Luna se aleja. La desaceleración de la Tierra y el consecuente alejamiento de la Luna es una teoría basada en las leyes de la física. Ahora, el nautilus ofrece una prueba material, manifiesta en las líneas de crecimiento y los septos presentes en su concha. Aunque existen otros organismos que registran el paso del tiempo, como los troncos de los árboles con sus anillos anuales, el nautilus es notable porque conjunta el registro de días y meses con la formación de líneas diarias y la construcción mensual de septos. Es curioso observar cómo un fósil ha aportado datos para fundamentar una teoría geofísica, lo que nos hace reflexionar en la conveniencia de la multidisciplinariedad de la investigación.

ú

En conchas fósiles de hace unos 420 millones de años se observan nueve líneas en cada cámara y en las conchas actuales hay alrededor de 27. ¿Qué importancia tiene esta diferencia? Indica que en aquel tiempo los meses duraban nueve días. Esto nos sugiere que la Luna estaba más cerca, por lo que circundaba a la Tierra en menos tiempo que ahora. Actualmente la Luna está más lejos y tarda un poco más de 27 días en recorrer su órbita alrededor de la Tierra. Los meses de la Luna, o cambio de fase, tardan 27 días y medio. La Tierra se ha frenado debido a las fuerzas de marea que la Luna ejerce sobre ella. El proceso de desaceleración es tan lento que sólo se aprecia después de cientos de millones de años. Hace 420 millones de años el día duraba 21 horas; esto significa que la Tierra daba un giro completo sobre su eje en tan sólo ese tiempo. Actualmente, debido a que rota más lentamente, tarda 24 horas en realizar el mismo movimiento. La desaceleración se debe a la fricción que se produce cuando las aguas marinas rozan con la superficie del fondo del mar. La Luna atrae hacia sí a las aguas de la Tierra y éstas se mueven hacia el oeste. Como la Tierra gira hacia el este

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La extinción de los dinosaurios Julieta Fierro

S

in duda, uno de los temas que más apasiona a los alumnos es el que se refiere a los dinosaurios. Por un lado impacta su enorme tamaño y por otro sorprende su extinción. En este texto se narra someramente una de las teorías actuales sobre la extinción de los dinosaurios: el impacto de Chixchulub; además se sugieren algunas actividades que el docente puede llevar a cabo para hacer más claras sus explicaciones.

La extinción de los dinosaurios Los dinosaurios aparecieron sobre la superficie del planeta hace aproximadamente 250 millones de años, y sobrevivieron hasta el final de la era Cretácica, es decir que estuvieron presentes unos 185 millones de años (el hombre moderno lleva aproximadamente un millón de años caminando sobre el planeta). Hace 65 millones de años ocurrió algún evento catastrófico que hizo que no sólo desaparecieran los dinosaurios sino miles de especies. Una de las teorías para explicar esta extinción es la caída de un meteorito de grandes dimensiones en la región de lo que ahora es la Península de Yucatán. Empleando satélites artificiales se ha descubierto evidencia de un cráter formado por varios anillos concéntricos centrados en el pueblo de Chixchulub. Además se halló una línea de cenotes a lo largo de uno de los bordes del cráter, e investigadores de prospección petrolera han descubierto rocas que muestran evidencia

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Entre estos animales figuraban especies tanto herbívoras como carnívoras, que cuidaban a sus crías.

de enorme compresión por impacto en el fondo de éste. Las eras geológicas se determinan por el análisis de las distintas capas que muestran las rocas sedimentarias. Éstas se forman por depósitos sucesivos. Por ejemplo, si se evapora una laguna puede dejar expuesto un depósito de arena con fragmentos de conchas, éste se puede cubrir con lava de un volcán vecino y posteriormente por lodo de un aluvión; la presión que unas capas ejercen sobre otras las comprimen y las convierten en rocas. Existe una capa que marca justamente el final del Cretácico, llamada KT,


que es rica en iridio, un elemento poco común en la Tierra y de mayor abundancia en los meteoritos. Esta capa data de hace precisamente 65 millones de años y se encuentra en muchas de las rocas estratificadas de aquella época, en varias latitudes terrestres. Algunos científicos piensan que la capa KT proviene de la colisión de un enorme meteorito contra la Tierra. Si un meteorito de dimensiones de varios kilómetros chocó con nuestro mundo, el impacto produjo enormes olas de más de 40 metros de altura, llamadas tsunamis, que avanzaron por los océanos devastando las costas. Además, levantó una gran cantidad de polvo que quedó suspendido en la alta atmósfera impidiendo el ingreso de la luz solar. Esto tuvo como consecuencia que la superficie de la Tierra se enfriara y que se murieran numerosas plantas que consumían los dinosaurios herbívoros y por consiguiente los miembros de toda la cadena alimenticia que dependía de ellas también fallecieron. Existen teorías alternas para explicar la extinción de los dinosaurios. Una de ellas dice que durante el Cretácico el nivel de los mares era más alto que ahora debido a que la temperatura promedio de la Tierra era de 35 °C en lugar de los 20 °C actuales. En consecuencia, los casquetes polares estaban derretidos, lo cual significa que gran parte de la masa continental actual estaba bajo el mar, incluyendo la península de Yucatán o el desierto del Sahara. La superficie de

Cráter dejado por el impacto de un meteorito en la península de Yucatán.

la Tierra parecía tener un conjunto de islas en lugar de grandes masas continentales. Los dinosaurios que vivían en los distintos archipiélagos pudieron evolucionar de manera más o menos independiente y dar origen a especies resistentes a ciertos grupos de microbios. Cuando descendió la temperatura general de la Tierra, al final de la era Cretácica, las islas que estuvieron separadas durante decenas de miles de años entraron en contacto y los gérmenes de unos dinosaurios pasaron a otros que no eran resistentes, lo que provocó su deceso.

Dibujo que esquematiza los pasos de la evolución de dinosaurio a ave.

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La extinción de los dinosaurios

0

Dibujo:Alberto R. García Huerta, Intituto de Astronomía, UNAM.

TRÓPICO DE CÁNCER

kilómetros

500

Cráter Chixchulub

Golfo de México

MÉXICO

Yucatán

Océano Pacífico

Sitio donde se descubrió el cráter de Chixchulub.

Cabe mencionar que cuando se extinguieron los grandes dinosaurios, sobrevivieron algunos de dimensiones pequeñas así como algunas especies de mamíferos. Ambos evolucionaron durante los siguientes 185 millones de años. Los descendientes de los dinosaurios son las aves; nosotros somos una de las centenares de especies provenientes de la evolución de esos pequeños mamíferos.

var al salón de clases huesos de varios animales, pollo y res por ejemplo, para que los estudiantes los comparen y vean sus semejanzas.

Demostraciones

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Ilustración que muestra el impacto de un asteroide de grandes dimensiones, contra la Tierra.

3. El maestro puede también hacer lodo en alguna sección del patio y marcar huellas con diferentes objetos: pies, manos, hojas y ramas, un lápiz, una roca. Los alumnos notarán que pueden inferir qué objeto formó la huella cuando el lodo se endurece. Se les puede explicar que de manera equivalente, interpretando las huellas, los antropólogos llegan a conocer algunas propiedades de los seres que nos antecedieron.

ú

1. Una experiencia muy sencilla para demostrar el desplazamiento de agua por el impacto de un meteorito en el mar, es llevar a los estudiantes donde haya un estanque y arrojar una piedra. Notarán no sólo que se forma una elevación en el sitio donde cayó sino que además se producen olas concéntricas que avanzan hasta la orilla a partir del sitio donde sucedió el impacto. 2. Con el propósito de que los alumnos aprecien la importancia del estudio de restos óseos para conocer las características de los animales —ya sea de especies que aún existen o de aquellas que ya desaparecieron— el docente puede lle-


ERA

PERIODO O SISTEMA

PÉRMICO

EDAD O PISO

COLUMNA ESTRATIGRÁFICA

PRINCIPALES DISCORDANCIAS ERA

PERIODO O SISTEMA

EDAD O PISO

PLEISTOGENO O CUATERNARIO

Saálica

COLUMNA ESTRATIGRÁFICA

Discordancia erosiva

CENOZOICO

Astúrica

CARBONÍFERO

65 m. a.

MIOCENO

Estaírica

OLIGOCENO

Pirenaica

EOCENO

Larámica

DEVÓNICO

Erica

CRETÁCICO

Ardénica

SILÚRICO

Tacónica

Neoquimérica

MESOZOICO

PALEOZOICO

Fuente: OCEANO, Grupo editorial. Historia natural [Dir. por Carlos Gispert], tomo 2, “Evolución. Paleontología”, Barcelona, 1998. pp. 198-199

PRINCIPALES DISCORDANCIAS

JURÁSICO

TRIÁSICO ORDOVÍCICO

245 m. a.

Hercínica

Sárdica

CÁMBRICO

570 m. a.

Asíntica

ESTRATOS CORRESPONDIENTES A LAS DIFERENTES ETAPAS DE LA HISTORIA GEOLÓGICA DE LA TIERRA


ESCALA DEL TIEMPO GEOLÓGICO (ERA CENOZOICA) Ursus spelaeus (oso de las cavernas) Icaronycteris.Presentaba finas garras, característica ausente en los murcielagos actuales

En este periodo abundan los fósiles de insectos y arácnidos fosilizados en ámbar

Canguro moderno

Indrichotherium. Hasta donde se sabe el mamífero más grande que haya caminado sobre la Tierra (5.5 m hasta el hombro)

Los canguros son mamíferos del grupo de los marsupiales. Ellos llegaron a diversificarse y a dominar el continente australiano desde que éste se separó Cantius. Es el primate hace decenas de millones de conocido más antiguo años

Brontops. Pertenecía a los ungulados, relacionados a los rinocerontes

Carnívoro del género Ancalagon comiendo un pequeño cocodrilo del género Alliogeneathosuchus

Diatryma. Eran aves que no volaban; medían 2.4 m

Hyracotherium (“eohippus”). El más antiguo género conocido de la familia del caballo, no era más grande que un perro pequeño y tenía tres dedos

65

Quizá los más beneficiados con la extinción masiva fueron los corales, que comenzaron a tener un importante rol dominante

ÉPOCA

40

Prophaethon, ave marina. Fósil raro, pues en este periodo eran más comunes las aves costeras

*c.c.: capacidad craneana

Posiblemente descenciente del Kenyapithecus, el Sivapithecus vivió hace aprox. 9 millones de años

Caballo perteneciente al género Mesohippus. Tenía tres dedos y su estatura era de medio metro hasta su hombro

Mandibula de Kenyapithecus, primate que habitó al este de África hace 14 millones de años

30

20

10

24 Plotopérido, pájaro marino cuyo aspecto y modo de vida debieron parecerse a los del pingüino actual

Spanadus. En el eoceno los peces óseos se convirtieron en el grupo dominante

Turritella. Gastrodópodo común en este periodo Caparazón fosilizado de unTrionyx, tortuga marina

Basilosaurus. Ballena carnívora; medía aproximadamente 14 m. Antepasado de las ballenas actuales

Se cree que los pinnípedos (focas, leones marinos, morsas, etc.) aparecieron en este periodo, aún cuando no hay registro fósil hasta el mioceno

El Orycterocetus, ballena carnívora también aparece en este periodo

Pelocetus, una de las primeras ballenas que se alimentó de zooplancton

Australopithecus robustus (c.c. 530cm3). Tenía un cuerpo más robusto y mayor capacidad cerebral que los anteriores. Se extinguió hace aproximadamente un millón y medio de años

PALEOGENO

C E N O Z O I C A

10 000 años

1.8

Pág. 36

En este periodo hubo una gran proliferación de bivalvos, en la foto un fósil del género Pecten

Stephanophyllia, corales solitarios

En el fondo del mar vivían bivalvos, gasterópodos, corales, briozoos y equinopides como la estrella de mar Clypeaster

Mandíbulas fosilizadas del tiburón del género Carcharodon, su apertura era de más de 2 m

OLIGOCENO

EOCENO

Australopithecus africanus. (c.c. 450cm3). Algunos científicos creen que pertenece a la misma especie que el A. afarensis pero de diferente variedad.Vivió hasta hace 2 millones de años

5.5

En este periodo aparecen los delfines, que descienden de las arcaicas ballenas carnívoras

Muchos bivalvos de este periodo, como la Venericardia, eran excavadores

Elefante primitivo del género Dinotherium

Populus.

35.4 Algunos caracoles, como el Planorbina, tenían pulmones y debían salir a la superficie a respirar

Trilophodon. De estos mastodontes se originaron los primeros elefantes del género Elephas

Australopithecus afarensis (c.c. 380cm3)*. Vivió hace 3 millones de años, era herbívoro y caminaba totalmente erguido

Aegyptopithecus. Primate descubierto en Egipto.

Hyaenodon. Mamífero creodonto carnívoro

Muchos géneros de anfibios aparecidos en este periodo se mantienen hoy en día

56.5

Uniéndose a las ballenas como los principales depredadores marinos aparecen gigantescos tiburones que descienden de formas similares que sobrevivieron a la extinción

ERA PERIODO

Aparecen los cánidos. Una de las familias más antiguas del orden de los carnívoros

Felino del oligoceno del género Dinictis

50

Hacia fines de este periodo surgen las primeras ballenas carnívoras que evolucionaron de mamíferos terrestres carnívoros

PALEOCENO

Moeritherium. Uno de los primeros miembros del grupo de los elefantes. Medía casi 3 m de largo, vivía en aguas poco profundas

Asiatosuchus. Los cocodrilos tienen una larga historia fósil como depredadores semiacuáticos

60

millones de años

Purgatorius. Primate desaparecido hace 37 millones de años

En las zonas cálidas y húmedas de este periodo proliferaron palmeras gigantes y plantas con flores

Deltathterium, pequeño insectívoro

Semillas de Mastixia

Proconsul. Es el más antiguo primates encontrado, vivió hace 25 millones de años en el este de África

Bos primigenius son los fósiles de bovinos más antiguos

Se diversifican los tiburones. Entre ellos está el Carcharodon, un gigante blanco que llegaba incluso a cazar ballenas

MIOCENO

NEOGENO

Colonia de Schizoretepora, un briozoo de este periodo

PLIOCENO

HOLOCENO

Coryphodon. Uno de los primeros carnívoros del grupo extinguido de los creodontos

PLEISTOCENO

Extinción masiva

PLEISTOGENO


ESCALA DEL TIEMPO GEOLÓGICO (ERA CENOZOICA) Ursus spelaeus (oso de las cavernas) Icaronycteris.Presentaba finas garras, característica ausente en los murcielagos actuales

En este periodo abundan los fósiles de insectos y arácnidos fosilizados en ámbar

Canguro moderno

Indrichotherium. Hasta donde se sabe el mamífero más grande que haya caminado sobre la Tierra (5.5 m hasta el hombro)

Los canguros son mamíferos del grupo de los marsupiales. Ellos llegaron a diversificarse y a dominar el continente australiano desde que éste se separó Cantius. Es el primate hace decenas de millones de conocido más antiguo años

Brontops. Pertenecía a los ungulados, relacionados a los rinocerontes

Carnívoro del género Ancalagon comiendo un pequeño cocodrilo del género Alliogeneathosuchus

Diatryma. Eran aves que no volaban; medían 2.4 m

Hyracotherium (“eohippus”). El más antiguo género conocido de la familia del caballo, no era más grande que un perro pequeño y tenía tres dedos

65

Quizá los más beneficiados con la extinción masiva fueron los corales, que comenzaron a tener un importante rol dominante

ÉPOCA

40

Prophaethon, ave marina. Fósil raro, pues en este periodo eran más comunes las aves costeras

*c.c.: capacidad craneana

Posiblemente descenciente del Kenyapithecus, el Sivapithecus vivió hace aprox. 9 millones de años

Caballo perteneciente al género Mesohippus. Tenía tres dedos y su estatura era de medio metro hasta su hombro

Mandibula de Kenyapithecus, primate que habitó al este de África hace 14 millones de años

30

20

10

24 Plotopérido, pájaro marino cuyo aspecto y modo de vida debieron parecerse a los del pingüino actual

Spanadus. En el eoceno los peces óseos se convirtieron en el grupo dominante

Turritella. Gastrodópodo común en este periodo Caparazón fosilizado de unTrionyx, tortuga marina

Basilosaurus. Ballena carnívora; medía aproximadamente 14 m. Antepasado de las ballenas actuales

Se cree que los pinnípedos (focas, leones marinos, morsas, etc.) aparecieron en este periodo, aún cuando no hay registro fósil hasta el mioceno

El Orycterocetus, ballena carnívora también aparece en este periodo

Pelocetus, una de las primeras ballenas que se alimentó de zooplancton

Australopithecus robustus (c.c. 530cm3). Tenía un cuerpo más robusto y mayor capacidad cerebral que los anteriores. Se extinguió hace aproximadamente un millón y medio de años

PALEOGENO

C E N O Z O I C A

10 000 años

1.8

Pág. 36

En este periodo hubo una gran proliferación de bivalvos, en la foto un fósil del género Pecten

Stephanophyllia, corales solitarios

En el fondo del mar vivían bivalvos, gasterópodos, corales, briozoos y equinopides como la estrella de mar Clypeaster

Mandíbulas fosilizadas del tiburón del género Carcharodon, su apertura era de más de 2 m

OLIGOCENO

EOCENO

Australopithecus africanus. (c.c. 450cm3). Algunos científicos creen que pertenece a la misma especie que el A. afarensis pero de diferente variedad.Vivió hasta hace 2 millones de años

5.5

En este periodo aparecen los delfines, que descienden de las arcaicas ballenas carnívoras

Muchos bivalvos de este periodo, como la Venericardia, eran excavadores

Elefante primitivo del género Dinotherium

Populus.

35.4 Algunos caracoles, como el Planorbina, tenían pulmones y debían salir a la superficie a respirar

Trilophodon. De estos mastodontes se originaron los primeros elefantes del género Elephas

Australopithecus afarensis (c.c. 380cm3)*. Vivió hace 3 millones de años, era herbívoro y caminaba totalmente erguido

Aegyptopithecus. Primate descubierto en Egipto.

Hyaenodon. Mamífero creodonto carnívoro

Muchos géneros de anfibios aparecidos en este periodo se mantienen hoy en día

56.5

Uniéndose a las ballenas como los principales depredadores marinos aparecen gigantescos tiburones que descienden de formas similares que sobrevivieron a la extinción

ERA PERIODO

Aparecen los cánidos. Una de las familias más antiguas del orden de los carnívoros

Felino del oligoceno del género Dinictis

50

Hacia fines de este periodo surgen las primeras ballenas carnívoras que evolucionaron de mamíferos terrestres carnívoros

PALEOCENO

Moeritherium. Uno de los primeros miembros del grupo de los elefantes. Medía casi 3 m de largo, vivía en aguas poco profundas

Asiatosuchus. Los cocodrilos tienen una larga historia fósil como depredadores semiacuáticos

60

millones de años

Purgatorius. Primate desaparecido hace 37 millones de años

En las zonas cálidas y húmedas de este periodo proliferaron palmeras gigantes y plantas con flores

Deltathterium, pequeño insectívoro

Semillas de Mastixia

Proconsul. Es el más antiguo primates encontrado, vivió hace 25 millones de años en el este de África

Bos primigenius son los fósiles de bovinos más antiguos

Se diversifican los tiburones. Entre ellos está el Carcharodon, un gigante blanco que llegaba incluso a cazar ballenas

MIOCENO

NEOGENO

Colonia de Schizoretepora, un briozoo de este periodo

PLIOCENO

HOLOCENO

Coryphodon. Uno de los primeros carnívoros del grupo extinguido de los creodontos

PLEISTOCENO

Extinción masiva

PLEISTOGENO


ESCALA DEL TIEMPO GEOLÓGICO (ERA CENOZOICA) Homo habilis. (c.c. 750 cm3) Desciende de los Austalopithecus más antiguos. Vivió hace aproximadamente 2 millones de años. Fabricaba herramientas. Su talla apenas rebasaba 1 m, al igual que el A. afarensis. Algunos científicos opinan que no debe incluirse en el género Homo

Australopithecus boisei (c.c. 530 cm3)*. Era más robusto que el A. robustus. Vivió hace 2.2 millones de años, desapareció aproximadamente hace 1.2 millones. Habitó el este de Africa. Estos dos últimos Australopithecus pertenecen a una rama desaparecida

Homo erectus (c.c. 815-1250 cm3) Vivió en Africa, Europa y China desde hace 1.6 millones de años hasta hace aproximadamente 300 000. Representa un salto evolutivo muy grande con respecto al H. habilis, con el que convivió durante cierto tiempo. Su estatura llegaba a 1.8 m y era un excelente caminante

Homo neanderthalis (c.c. 1300-1650 cm3) Algunos científicos lo incluyen en la especie H. sapiens, sin embargo su esqueleto muestra diferencias importantes. Apareció hace cerca de 400 000 años, para desaparecer hace unos 100 000.

Homo sapiens (moderno) (c.c. 1000-2000 cm3) Los fósiles más antiguos datan de hace aproximadamente 40 mil años. Sustituyó totalmente al H. neanderthalensis, por lo que se piensa que no podía haber cruzamiento entre las dos especies. Se cree que se originó en África, aunque los primeros restos se encontraron en Cro-Magnon, Francia.

Koala, Phascolarctos cinereus. En la actualidad sólo hay marsupiales en América y en Oceanía

Mamut. En este periodo Euroasia quedó cubierta por casquetes glaciares y fue poblada por animales preparados para soportar el frio intenso

Bisonte de cuernos largos, adaptado para soportar bajas temperaturas

Auroschs. Bovino primitivo salvaje

Megatherium. Perezoso terrestre gigante

Ailuropoda melanoleuca. El panda gigante vive en unas cuantas provincias en el corazón de China

El hombre ha domesticado para su beneficio algunos animales, por ejemplo el camello y el caballo Canis lupus. Apareció hace aproximadamente 2 millones de años y rápidamente se convirtió en el depredador más extendido del mundo. Existen muchas variedades

En América del Norte se estableció el armadillo

Smilodon, tigre dientes de sable, el último de los felinos con grandes caninos

Las orcas (Orcinus orca), ballenas carnívoras descendientes de los Orycterocetus Ballena gris También se han desarrollado las ballenas que se alimentan de plancton, las cuales no tienen dientes sino barbas; son los animales de mayor tamaño que existen en la actualidad

ÉPOCA

El Ocelote (Felis pardalis), vive en los bosques y las estepas americanas. Los felinos se han extendido por todos los continentes, excepto Australia

10 000 años En la actualidad vive una gran diversidad de anfibios, todos ellos de tamaño pequeño

ERA PERIODO

El avestruz, Struthio camelus, es el ave más grande de la actualidad

Dentro de la gran variedad de reptiles se encuentran las serpientes de cascabel

1.8 millones de años

*c.c.: capacidad craneana.

El hombre ha domesticado algunas aves, comopor ejemplo las gallinas (Gallus gallus)

PLEISTOCENO

Algunos mamíferos, como la nutria (Lutra spp), han sido perseguidos por el hombre por sus hermosas pieles

Muchos mamíferos se han adaptado a la vida acuática, entre ellos los pinnípedos y los delfines, abundantes en los mares modernos

HOLOCENO

P L E I S T O G EN O

C E N O Z O I C A


Taxonomía María Jesús Arbiza

a Tierra está habitada por una gran diversidad de seres vivos. Hoy se conocen aproximadamente 1 400 000 especies animales y vegetales, pero esa cantidad aumenta constantemente. Este impresionante número no considera a los fósiles que han permitido saber de la existencia de muchos organismos que ya no se encuentran sobre el planeta pero que vivieron en algún momento del pasado. Para poder estudiar la gran diversidad de la vida terrestre, el hombre se vio en la necesidad de poner orden al caos, agrupando a los seres de acuerdo a diversas características. La rama de la biología que se dedica a la clasificación, o sea a la creación de categorías que agrupen en forma coherente a los diferentes seres vivos, es conocida como taxonomía. Ella comprende mucho más que la simple identificación y asignación de nombre; trata, además, de establecer las relaciones entre los organismos.

L

El establecimiento de los reinos En un principio se clasificó teniendo en consideración solamente dos características básicas: color y capacidad de locomoción.Todos los seres verdes sin locomoción se integraron al grupo de las plantas y los organismos no verdes con capacidad de locomoción al de los animales; surgieron así los dos primeros reinos: el vegetal y el animal.

Debido a la gran cantidad de invididuos que, a medida que fueron siendo conocidos por el hombre, quedaron fuera de esas categorías, se fue haciendo necesario crear otras, sobre todo después del descubrimiento de los microorganismos a fines del siglo XVII. Hace aproximadamente unos cien años, el biólogo alemán Ernst Haeckel propuso crear un tercer reino, al que llamó protista, en el cual se incluyeron todos los organismos que no encajaban en los dos anteriores. A medida que se fueron descubriendo nuevas especies y que el avance de la biología permitió conocer mejor aquellas que ya se habían identificado, se fue reconociendo que la existencia de estos tres reinos era insuficiente. Uno de los problemas más graves lo representaba la clasificación de las bacterias y de las algas azulverdosas, pues estos organismos, a diferencia de los protozoarios y las algas unicelulares, no poseen núcleos en sus células, a pesar de lo cual todos eran incluidos en un solo reino (protista). Los hongos, que habían sido considerados —a fuerza, pues no son verdes— como integrantes del reino vegetal, también representaban un problema. Para poder ubicar a estos seres en un grupo adecuado fue imprescindible crear otros dos reinos: el monera —para los dos primeros— y el fungi, para los últimos.

Principios de clasificación La creación de esas cinco grandes categorías, llamadas reinos, evidentemente fue totalmente insuficiente para organizar el enorme universo de los seres vivos, pues representan conjuntos demasiado grandes. Los biólogos se vieron así en la necesidad de crear subcategorías. Uno de los primeros sistemas de clasificación, cuando aún sólo se habían establecido dos reinos, fue agrupar a aquellos seres que ocupaban un mismo habitat y que tuvieran órganos que desempeñaran la misma función, o sea que se consideraban las analogías entre los organismos. Al aumentar los conocimientos de anatomía, se vio que esto no era adecuado, pues muchos seres que tenían, por ejemplo, alas (los insectos, los pájaros y los murciélagos), poseían otras características que demostraban que la relación entre ellos era demasiado lejana. Fue el naturalista sueco Carolus Linneo (Linnaeus) quien propuso la primera clasificación que consideraba aspectos realmente significativos en los cuales hay semejanzas o diferencias entre los organismos. A él se debe el sistema moderno de clasificación el cual fue publicado en 1753 para las plantas y en 1758 para los animales (recordemos que en esta época los seres vivos se habían agrupado en sólo dos reinos).

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38

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Primates

perro

Nombre Común hombre

Cannis

C. familiaris

Homo

Cannidae

Mammalia

Especie H. sapiens

Género

Familia Hominidae

Orden

Clase

Subphylum

Phylum

Reino

lobo

C. lupus

Carnívora

gato

F domestica

Felis

Felidae

Vertebrata

Chordata

pinzón de suelo

G. fortis

Geospiza

Drosophyla

D. melanogaster

mosca de la fruta

P. cardinalis

cardenal

Drosofilidae

Díptera

Insecta

Arthropoda

cangrejo cornudo

P. hastatus

Portunus

Portúnide

Decápoda

Crustacea

Mandibulata

Pymhuloxia

Frindilidae

Passeniforme

Aves

Animal

Tarántula

T.cuneata

Tarentula

Licósidae

Araneidos

Arachnida

Chelicerata

Taxonomía


El sistema de clasificación en la actualidad Teniendo en cuenta diferentes niveles de homología en las características anatómicas y fisiológicas, y de acuerdo a los datos proporcionados por los registros fósiles para establecer relaciones, se han creado diferentes categorías dentro de los cinco reinos existentes. Las más importantes son: phylum o división* subphylum o subdivisión clase orden familia género especie Es evidente que los organismos de una misma especie están mucho más relacionados entre sí y por lo tanto son mucho más semejantes que aquellos que tienen en común

solamente la familia, o más aún, solamente el phylum. La especie es la unidad fundamental o básica de clasificación, y el grupo dentro del cual se encuentran varias especies estrechamente relacionadas se conoce como género.A Linneo no sólo se le debe la creación del sistema de clasificación moderno sino también de un sistema de nomenclatura universal para los seres vivos. Con este sistema ya no importa el idioma que se hable, pues cada ser vivo tiene un nombre científico con el que será reconocido internacionalmente por todos los especialistas. Éste consta de dos partes: la primera identifica al género al cual pertenece el organismo y la segunda a la especie. Ambos nombres se deben escribir ya sea subrayados o con letra cursiva, y el primero utiliza letra mayúscula al comienzo. Así, el maíz se llama Zea mais; el perro, Canis familiaris y el hombre, Homo sapiens. Para los nombres científicos casi siempre se utiliza el latín, y el origen puede ser diverso: a veces hacen referencia a alguna característica física del ser, otras hacen alusión a sus hábitos, a veces recuerdan al descubridor e incluso al lugar donde habita la especie en cuestión. Algunas veces, dentro de una sola especie existen algunos grupos con pequeñas diferencias. Para indicar esto se ha creado una categoría conocida como variedad. En el nombre científico muchas veces se añade la variedad ya sea con una inicial o usando el nombre completo. En la página 38 presentamos un cuadro en el que se clasifican, de acuerdo a las categorías establecidas, los siguientes animales: hombre, perro, lobo, gato, pinzón de suelo, cardenal, mosca de la fruta, cangrejo cornudo y tarántula.

*El segundo nombre es más utilizado en las clasificaciones vegetales

Conclusiones Como podemos observar la taxonomía es una herramienta fundamental para el estudio de los seres vivos. Gracias a ella se puede construir un árbol genealógico que permita seguir la historia evolutiva de los diferentes grupos. Las especies se encuentran en las ramas y en las bifurcaciones están los antecesores comunes. El sistema actual de clasificación ha permitido relacionar y diferenciar gran cantidad de organismos y ha organizado el estudio de las formas de vida en nuestro planeta. Sin embargo, no es perfecto. Por ejemplo, hay muchos organismos unicelulares estrechamente ligados con pluricelulares y, a pesar de ello, están en reinos diferentes. Al avanzar la ciencia se ha ido conociendo mucho más de la química y la fisiología celular y se han encontrado algunas diferencias grandes entre individuos clasificados en el mismo género. La existencia de los virus también representa un serio problema, pues incluso hay discrepancias sobre si se pueden considerar o no seres vivos. Estas situaciones hacen que muchos biólogos propongan crear nuevos grupos (incluso nuevos reinos) y que hayan aparecido muchas subcategorías como las subclases, las subespecies, las tribus, las razas, las variedades, etcétera. Evidentemente, cualquier sistema propuesto presentará ciertas dificultades pues, a diferencia de la naturaleza, las categorías son rígidas. A pesar de esto, el trabajo realizado hasta ahora por los taxónomos es invaluable para conocer y aprender cada día más de la mayor riqueza que tiene nuestro planeta: la vida.

ú

A diferencia del sistema anterior, Linneo propuso agrupar de acuerdo a los órganos homólogos: aquellos que tienen la misma estructura básica, la misma relación respecto a otros órganos y el mismo desarrollo embrionario, aunque la función que cumplan sea diferente. Esta propuesta fue muy acertada pues se ha podido determinar que todos los seres que comparten órganos homólogos están relacionados entre sí, o sea que, de acuerdo a la teoría de la evolución, tienen un antecesor común. Es interesante señalar que Linneo no creyó en la evolución, pero su impresionante intuición permitió la creación de un sistema de clasificación que ha sido útil y que aún hoy, con modificaciones, es aceptado.

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La escala del tiempo geológico Héctor Delgado Rodríguez l objetivo de este artículo es explicar la escala del tiempo geológico, cuál fue su origen, cuáles son sus características, sus divisiones y subdivisiones. La escala del tiempo geológico establece los principales eventos biológico que han sucedido a través del tiempo. Para comprender las bases sobre las que ésta se construyó es necesario, previamente, hacer algunas aclaraciones. En primer lugar, para poder determinar una secuencia histórica se necesita que haya algún elemento, que indique el cambio. Los elementos que se repiten no sirven para determinar las posibles divisiones y subdivisiones de una escala, por tanto, es necesario encontrar “algo” que surja en un momento determinado, se mantenga durante cierto tiempo, y que luego desaparezca y no vuelva a aparecer (al menos no como era, no con la misma morfología). En el caso particular del estudio de la historia de la vida, un elemento que satisface estas características y que puede indicarnos el paso del tiempo, son los fósiles. En segundo lugar es necesario aclarar que no todos los fósiles son útiles para este estudio. Para ello es necesario que el fósil aparezca en el registro un tiempo lo suficientemente extenso como para que pue-

E

da ser considerado caracterísitico del momento y, además, que aparezca difundido, es decir, en numerosas y diversas zonas y no únicamente en una región. Los fósiles que cumplen con estas características se llaman fósiles índice y son sumamente importantes porque permiten establecer las necesarias correlaciones de tiempo y espacio. En un artículo anterior1, hicimos referencia a la importancia que tuvo para el hombre el descubrimiento de la huella que deja el devenir del tiempo en las rocas que forman la corteza terrestre, misma que es pivote de la geología. Sin embargo, una cosa es tener conciencia del tiempo y otra dilucidar los eventos que han ocurrido en su transcurso. La idea de que el estudio de las rocas y los fósiles que se encuentran en los diferentes estratos de la corteza terrrestre podía servir para conocer la historia de la vida fue producto de un largo proceso al que contribuyeron muchos científicos. En la segunda mitad del siglo XVIII ya se contaba con clasificaciones de secuencias de rocas producidas en el campo de la mineralogía, pero debido a la repetición de algunos elementos no se podía establecer una cronología. En Francia, el naturalista George Cuvier estudió en profundidad y detalle la anatomía y

el funcionamiento de organismos vivos y de fósiles (estableciendo virtualmente el estudio de la paleontología moderna) y adquiriendo un conocimiento minucioso de ellos a partir del cual desarrolló el concepto llamado correlación de las partes. Él consideraba que los animales son máquinas perfectas en las que existe una total integración e interdependencia entre todos sus elementos constitutivos y en los que la ruptura de cualquiera de ellos provoca que el organismo ya no funcione correctamente. Según Cuvier, dado que hay una correlación tan íntima entre todas las partes del organismo, al producirse un cambio en una de ellas, todo el cuerpo se tendría que modificar, lo cual sería imposible para su sobrevivencia; por ende, al no poder cambiar un organismo en un determinado ambiente, éste perece (se entiende que esto no sucede con un organismo solo sino con una especie). A partir de esta idea, Cuvier introduce el concepto de extinción. Desde finales del siglo XVIII —de hecho desde que se empezó a estudiar la historia natural como ciencia—, la existencia o no de la extinción había sido motivo de preocupación. La religión tenía aún gran peso en las investigaciones científicas, por lo que a muchos estudiosos les costa-

* La escala del tiempo geológico se encuentra ilustrada y a color en las páginas 25, 26, 29, 30, 31, 32, 35 y 36. 1 Héctor Delgado, El tiempo profundo, Correo del Maestro, núm. 23, abril 1998.

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ba pensar que Dios hubiese creado una especie para luego eliminarla. Cuvier, a través de sus investigaciones, estableció que la extinción es una realidad. Una vez que ésta es aceptada como un hecho, los fósiles comienzan a ser estudiados de otra manera. Ellos representan organismos que vivieron sobre la Tierra pero que ya no existen. Durante el estudio de los fósiles, Cuvier explica la extinción basándose en su teoría de la máquina perfecta. La idea de que ante el cambio de cualquier órgano, el animal no puede seguir viviendo y desaparece repentinamente estaba apoyada en la evidencia de que en una capa de rocas se encuentran ciertos tipos de fósiles los cuales desaparecen totalmente en la capa siguiente, en la cual se encuentran restos de seres vivos diferentes. Cuvier habló entonces de catástrofes o revoluciones, de cambios súbitos —lo cual se comprende mejor si tenemos en cuenta que fue testigo de los horrores de la Revolución Francesa. Señaló que, seguramente, cambios drásticos de clima, erupciones volcánicas y otros eventos destruyen la flora y la fauna en cierto momento y que posteriormente comienza una repoblación. Para Cuvier el mundo es un juego de creación, repoblación y catástrofes. Cuvier —conjuntamente con Alexandre Brogniart— publicó un artículo en el cual explicaba lo anterior y en el que podemos decir que aparece la semilla de la escala de tiempo geológico.Ambos lograron determinar la secuencia fósil en la región de Francia en la cual estuvieron trabajando. Esto fue posible gracias a que los restos de seres vivos que encontraban en un estrato, en un tipo de rocas, no

volvían a aparecer en ninguno de las siguientes. Tales indicios señalaban que esos seres habían vivido en una época y luego habían desaparecido para siempre, lo que le permitió utilizar el registro fósil como un criterio de tiempo. En otras partes de Europa, otros estudiosos comenzaron a realizar un trabajo similar y sus hallazgos coincidieron con los de Cuvier. Por ejemplo, William Smith elaboró el primer mapa geológico de una zona de Inglaterra. Desgraciadamente por su precaria situación económica no fue reconocido por los demás científicos y a su obra no se le dio la relevancia debida en ese momento. Con el transcurso del tiempo, en forma gradual, los estudiosos fueron intercambiando información y eso les permitió comprender la importancia de las secuencias de rocas y de fósiles. Al trabajar en forma aislada los naturalistas pensaban que éstas son regionales, pero al conjuntar la información se dieron cuenta que van desde las Islas Británicas hasta Moscú y, de hecho, se encuentran alrededor de todo el mundo.Ante esta evidencia se comenzó a dar nombre a las formaciones que se caracterizan por una determinada población fósil. Los nombres con que son conocidos en la actualidad serán dados recién en la tercera década del siglo XIX.

Primera escala formal del tiempo geológico John Philips, sobrino de William Smith, organizó las secuencias en una tabla, lacualfuepublicadaapro-

En ella, a los lapsos de tiempo que abarcan grandes acontecimientos en el registro fósil —que incluyen rocas en las que no hay cambios drásticos— se les dio el nombre de eras. La separación de las diferentes eras no fue una división arbitraria sino que se basó en la secuencia del registro fósil conocido hasta esa época. Como vemos, la escala para la medición del tiempo geológico apareció en una época en que la geología, que había nacido unos 20 años antes, se empezaba a establecer como una ciencia y estaba en pleno crecimiento.

Cómo leer la escala del tiempo geológico La escala que se acepta en la actualidad está dividida en tres grandes etapas o marcas temporales llamadas eras. Las eras están subdivididas en periodos y éstos a su vez en épocas. Las eras aceptadas actualmente son: paleozoica mesozoica cenozoica Cada una de estas divisiones representan extinciones, desapariciones de grupos característicos y apariciones de nuevos grupos. Los cambios de era representan extinciones masivas, a gran escala. Por ejemplo, se estima que en el último periodo de la era paleozoica, llamado pérmico, se perdieron cerca del 96% de las especies. A finales del cretácico, en la era mesozoica, se extinguieron los dinosaurios y otros muchos tipos de seres vivos, terminando así el periodo y la era. Estas extinciones masivas no implican la desaparición de todas las especies (lo que habría significado que hubiese desaparecido la vida sobre el planeta), muchas de ellas per-

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La escala del tiempo geológico

Fósil de un marsupial que vivió hace aproximadamente 35 millones de años. Fue encontrado en Montmarte, en 1805, por Georges Cuvier.

Los fósiles ¿Qué son los fósiles? La palabra “fósil” proviene del latín fóssilis que significa, literalmente,“sacado excavando”. Los fósiles son restos tangibles o señales de formas de vida antiquísimas que se han preservado en rocas sedimentarias. Dado que los fósiles constituyen la evidencia de formas de vida que existieron hace millones de años en la Tierra, se puede considerar que en ellos está escrita la historia de la vida en nuestro planeta. Al igual que otras formas de escritura, es necesario aprender a leerlos para descifrar su mensaje. De ello se ocupan los paleontólogos. El registro fósil La colección de fósiles constituye el registro fósil, el cual es la base de la escala del tiempo geológico. manecieron con descendientes modificados. Las desaparecidas se extinguen para ya no volver a aparecer. Es importante explicar esto con un ejemplo: los dinosaurios pertenecen a un orden de la clase de los reptiles que se extinguió hace 65 millones de años, sin embargo no todos los reptiles se extinguieron, muchos de sus descendientes modificados viven hoy día, como por ejemplo las víboras, los lagartos y los cocodrilos. Los grupos que caracterizan a una era son llamados “dominantes”, pues lo son en cantidad y en extensión; son grupos que se presentan en gran escala durante toda una

La fosilización La fosilización es el proceso que convierte el resto de un organismo en un fósil. Un requisito casi indispensable para la fosilización es que el organismo, una parte de éste o una huella del mismo, quede rápidamente enterrado, con lo que se evita su inmediata descomposición química y biológica. Asimismo es necesario que haya mantenido suficiente equilibrio con las rocas circundantes para asegurar que su identidad no esté totalmente alterada. Esta última condición se encuentra con

época y tienen gran importancia ecológica. Al desaparecer uno de estos grupos, desparecen también muchos otros que dependían de él, en tanto que otros se ven favorecidos y, con la extinción de los primeros, quedan libres, llegando algunos de ellos a convertirse, a su vez, en dominantes. Por ejemplo, coexistiendo con los dinosaurios había pequeños mamíferos que competían con ellos por el espacio. Al desaparecer aquellos queda el espacio vacío y los mamíferos proliferaron en la siguiente era. Es muy importante no perder de vista que en toda la historia biológi-

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El registro fósil es lamentablemente incompleto y está fuertemente sesgado, es decir, hay mayor presencia de organismos provistos de conchas o huesos y dientes, que aquellos que no los poseen. Esto se debe a que estas partes anatómicas tienen mayor resistencia a la descomposición y por ende se fosilizan con mayor frecuencia. En consecuencia, los organismos que carecen de estas partes, tienen un registro fósil pobre. Esto no significa que no existan fósiles de otras partes anatómicas pero sí son poco frecuentes en comparación con los anteriores. Si bien es una porción infinitesimal de toda la vida en la Tierra lo que se ha conservado como fósil, no deja de ser realmente sorprendente —dado los millones de años y todas las condiciones necesarias para su formación— que éstos existan.

ca de la Tierra hay elementos de continuidad. Todos los organismos están vinculados por la historia, por la genealogía; no hay generación espontánea.Todos los seres tienen un antecesor, todas las especies descienden de otras especies. Cuando decimos, por ejemplo, que los mamíferos aparecen en la era mesozoica no debe entenderse que aparecen así, de repente. Los mamíferos son descendientes de cierto tipo de reptil, de la misma forma que los dinosaurios provienen de otros reptiles más primitivos; las aves a su vez, también descienden de los reptiles.


mayor frecuencia, en las rocas sedimentarias. En rocas ígneas o metamórficas no encontramos fósiles pues las fuerzas que crean a estas rocas (calor y presión) borran cualquier resto potencial de ellos. Un tipo de fosilización es aquel en que sustancias o compuestos del organismo van siendo desplazados por nuevas sustancias minerales que el agua transporta, dejando la misma forma de la estructura. Este proceso de penetración de minerales se llama permineralización. Así, por ejemplo, la pared celular de las plantas está formada por celulosa. Al morir y quedar enterrada la planta, la celulosa va siendo desplazada por algún compuesto mineral (por ejemplo, carbonato de calcio o fosfato de calcio), hasta que la estructura queda totalmente ocupada por éste. Un proceso similar sucede con los huesos. Si bien lo más frecuente es que únicamente quede una especie de contorno o de delineamiento de las partes más sobresalientes del organismo, hay casos excepcionales en que los minerales que se han ido introduciendo reproducen con total fidelidad tanto la estructura interna como externa del mismo. Otros fósiles no sufren la permineralización sino que se van formando cuando un organismo deja su huella en tierra blanda. En este proceso, el organismo que muere se descompone pero queda de él su La escala del tiempo geológico permite conocer la historia de la vida sobre el planeta, o por lo menos las transformaciones más importantes, pues siempre en toda interpretación histórica hay alguna distorsión. Hay que tener precaución cuando se observa un esquema de la escala del tiempo geológico pues a veces se presta a algunas confusiones. Una de las más comunes se debe a la consideración de los seres vivos como algo estático. Por ejemplo, los peces aparecieron en el periodo ordovícico de la era paleozoica y en la mayoría de las escalas ahí son colocados, pero en todo el resto de ella

Fósil de una hoja de helecho del periodo carbonífero. Esta planta existió hace aproximadamente 300 millones de años.

“molde”. Con el tiempo, la tierra se endurece quedando su impronta fija en la roca. Un proceso a menudo relacionado con el anterior se da cuando otra roca llena este molde que ha dejado el organismo y que luego queda el fósil como impreso sobre ella. Existen fósiles que son impresiones, los cuales se pueden describir como “moldes aplastados”. También existen carbonizaciones que son residuos de carbono que quedan en la superficie de algunas impresiones después de que otros compuestos se han ido perdiendo por el escape de líquidos y de gases. Hay otros fósiles que son indicios de la actividad de un organismo, tales como surcos, pisadas, huellas.

no vuelve a aparecer un pez. Esto puede llevar a muchos no estudiosos a pensar que los peces ya desaparecieron o también a que no han sufrido ningún cambio. Pero el grupo de peces típico del paleozoico fueron los ostracodermos y los placodermos, los cuales desaparecieron al final de esa era. En diferentes periodos posteriores, aparecieron otros tipos de peces, lo cual no es indicado en casi ninguna gráfica sobre la escala del tiempo. Es similar el caso de las bacterias, las cuales aparecieron hace unos 3 500 millones de años y dominaron hasta hace 500 mil, pero nunca han desaparecido, e

incluso hoy son el grupo de organismos vivos más abundante, tienen una gran importancia biológica en los ecosistemas; sin embargo, en casi ninguna escala aparecen.Algo parecido sucede con los hongos.

Las eras y periodos Las rocas más antiguas con presencia de fósiles conspicuos se han clasificado como pertenecientes al periodo cámbrico. Aquellas más arcaicas han sido ubicadas en lo que informalmente se conoce como precámbrica, aunque el nombre correcto es protozoi-

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550 600

540

570

450

505

400

438

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350

360

ERA

PERÍODO

ÉPOCA

3 500 millones de años 2 000

500

ESCALA DEL TIE M

CÁMBRICO

ORDOVÍCICO

Era paleozoica o paleozoico Empezó hace 570 millones de años y terminó 325 millones de años después. La palabra paleozoico deriva de dos palabras de origen griego: paleo, antiguo y zoico que, como ya indicamos, significa animal; esto es “animales antiguos”, lo que puede extenderse a “vida antigua”. Está formada por seis periodos: cámbrico, ordovícico, silúrico, devónico, carbonífero y pérmico.

El criterio para separar los diferentes periodos es el mismo que para las eras, pero implica eventos de mucho menor magnitud. O sea que entre los periodos también va a haber algunos grupos de seres vivos que aparecen y otros que desaparecen. Cámbrico Su nombre proviene de Cambria, nombre romano para Gales, país en el que se encuentra la región en donde primero se estudiaron rocas pertenecientes a este periodo. Se caracteriza por la profusión e importancia de los trilobites. Este tipo de artrópodos casi desapareció al final de este periodo, sin embargo algunos grupos permanecieron aunque en mucho menor cantidad. Aparecieron también otros tipos de animales, muchos de los cuales se continuaron en el siguiente periodo y que representaron diseños anatómicos muy novedosos en la historia de la vida. Entre ellos, gran cantidad de invertebrados: braquiópodos, moluscos (especialmente pequeños), equinodermos, conodontes, ostrácodos, etc. Muchos de estos animales no fueron dominantes en este periodo y tomaron importancia en los

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DEVÓNICO

PA L E O Z O I CA

ARQUEOZOICA PROTOZOICA

ca para aquellas en las que hay vestigios de vida de algunos invertebrados marinos y archeozoica para aquellas en las que hay evidencias únicamente de vida procariota como bacterias o cianofitas. El concepto de era se aplica a partir del cámbrico, pues es en ese periodo en el que aparece, en el registro fósil, una gran profusión de phyla. El inicio de ese periodo marca entonces el comienzo de la era paleozoica. El nombre de todas las eras termina con el sufijo zoica, el cual proviene de la palabra griega zôon, animal, lo que enfatiza la importancia de los fósiles como criterio para la reconstrucción histórica de la vida en la Tierra.

SILÚRICO

siguientes. Aparecieron también los cnidarios. Ordovícico Este término proviene de los ordovices, nombre latino para una tribu que ocupaba la región de Gales en la época de los romanos. El periodo comenzó hace 505 millones de años y terminó hace 438 millones, o sea que se extendió por 67 millones de años. De esta época se han encontrado fósiles que muestran la proliferación de braquiópodos articulados, graptolites, conodontes y briozoos. Se diversifican los moluscos, por ejemplo los gasterópodos (caracoles) y los corales. Hacia el final del periodo aparecen todos los phyla que subsecuentemente van a existir sobre la Tierra, como por ejemplo los cordados, phylum al que pertenecen los vertebrados. Hacia finales del periodo aparecen los primeros vertebrados, los peces ostracodermos. Silúrico Se inicia hace 438 millones de años y termina 30 millones de años después. Debe su nombre al antiguo pueblo de los siluros, el cual habitaba la región de Gales.

CARB ON


RB ONÍFERO

245

150

208

100

144

50 65

56.5

PÉRMICO

TRIÁSICO

CRETÁCICO

JURÁSICO

M E S O Z O I CA

Los fósiles indican la aparición de los ammonoides y de los peces mandibulados —los peces eran los únicos vertebrados—, también había graptolites, algunos trilobites, braquiópodos, algunos equinodermos y celenterados. Aparecen las primeras plantas terrestres, las cuales habitan terrenos pantanosos y se reproducen por esporas. Las plantas ya existían, pero todas eran marinas, recién hacia fines de este periodo comienzan a invadir tierra firme. Devónico Tiene una duración aproximada de 43 millones de años, pues se extiende desde hace 408 hasta hace 360 millones de años. Su nombre proviene del condado inglés de Devonshire, donde fueron encontrados fósiles de esta época. Se caracteriza por la progresiva colonización de tierra firme por las plantas y la continua aparición de nuevos tipos. La Rhynia, que apareció al principio del periodo, es la antecesora de las plantas vasculares superiores. Ya no se encuentra en el devónico medio. Hacia el final del periodo ya hay especies que se reproducen por semillas. Los fósiles predominantes en esta época son

los de insectos sin alas, ammonoides, peces y varios tipos de artrópodos y moluscos. La aparición de los anfibios es una de las fases principales en la evolución de los vertebrados pues es el paso a la colonización de la tierra firme. El Ichthyostega, un fósil perteneciente a este periodo, se considera el eslabón entre peces y anfibios. Carbonífero Este periodo empezó hace 360 millones de años y finalizó hace 286 millones. En él se desarrollan muchísimas plantas, principalmente en los pantanos, llamados “pantanos de carbón”.Aparece el polen en las primeras gimnospermas, hay muchos helechos sin semillas y helechos con semillas. Esta proliferación de plantas es la que va a formar, en un proceso de millones de años, el carbón que se extrae de la tierra y que da nombre al periodo. Aparecen los primeros insectos voladores (como las libélulas, algunas con alas de hasta 50 cm) y surgen los primeros vertebrados totalmente terrestres: los reptiles, que se expanden y desarrollan rápidamente. Los anfibios se vuelven más grandes. En el mar los tiburones se vuel-

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35.4 EOCENO

PALEOCENO

286

200

PALEOGENO

PLIOCENO HOLOCENO

250

MIOCENO

300

OLIGOCENO

IE MPO GEOLÓGICO

NEOGENO

CENOZOICA

ven comunes y junto con algunos moluscos cefalópodos son los grandes depredadores. Pérmico Es el último periodo de la era paleozoica, que tiene una duración de 41 millones de años, empezando hace 286 millones. Debe su nombre a una provincia del sur de Rusia. En este periodo los reptiles se hacen más independientes del agua, y pueden poner sus huevos —que ya tienen líquido amniótico— en tierra firme. Quizás los pelicosaurios, con su gran vela eran los animales terrestres más grandes. Algunos anfibios, como el Eriops, llegaban a medir más de un metro. Se produce una diversificación de los moluscos, los reptiles, las coníferas, los ginkgofitos y las gimnospermas. También se expanden los crinoideos y los briozoos. Hacia finales del pérmico se suscitó una gran crisis biológica que produjo una extinción masiva que afectó a diversos grupos, tanto marinos como terrestres, que habían tenido éxito evolutivo hasta ese momento, como los ammonoides y los trilobites (que se extinguieron totalmente).También los braquiópo-

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La escala del tiempo geológico

dos, los equinodermos, los anfibios y varios grupos de plantas sufrieron una gran devastación.

La era mesozoica o mesozoico Esta era, que surge después de la gran extinción masiva que ya señalamos, se extiende durante 180 millones de años, iniciándose hace 245 millones y finalizando hace 65 millones. Su nombre, que deriva de meso, medio y del griego zoico, hace referencia a las formas de vida que existieron entre la vida antigua (del paleozoico) y la más reciente (del cenozoico). Es conocida como la era de los reptiles, pues se caracteriza por la diversificación y expansión de éstos, y, especialmente, por la aparición de los dinosaurios. En el reino de las plantas, las gimnospermas dominan la superficie continental del planeta. Durante el mesozoico hay una lenta recuperación de muchos tipos de seres vivos que fueron casi extinguidos a finales del paleozoico. Por ejemplo, gran parte de los moluscos desaparecieron en esa época, pero algunos grupos lograron sobrevivir y se adaptaron a las nuevas condiciones, tanto que a finales del mesozoico, e incluso en el cenozoico, lograron una abundancia aún mayor que la que tuvieron en la era anterior. Algo similar sucedió con los braquiópodos, aunque no tuvieron tanta diversificación. Esta era está dividida en tres periodos: triásico, jurásico y cretácico. Triásico Es el primer periodo de la era mesozoica, comienza hace 245 millones de años y termina hace 208 millo-

nes. El nombre deriva de trias, un sistema de estratos que se encontró en Alemania. Durante su transcurso hay un gran desarrollo de los helechos. Inicialmente hay escasez de fauna tanto marina como terrestre, pero lentamente comienzan a expandirse algunos reptiles, entre los que destacan las tortugas y los pterosaurios. Otro grupo de reptiles, llamados terápsidos, tiene también gran importancia, pues de ellos van a formarse los primeros mamíferos. Se han encontrado también corales fósiles de este periodo. Para finales del triásico ya podemos encontrar a los primeros dinosaurios, que van a constituir un grupo de individuos impresionantes por su tamaño.Proliferaron los peces selácios (tiburones y mantarrayas) y continúan su desarrollo los artrópodos como los crustáceos, insectos y arácnidos. Jurásico El nombre de este periodo hace alusión a Jura, un sistema montañoso perteneciente a los Alpes y que se encuentra entre Francia y Suiza. Comienza hace 208 millones de años y finaliza hace 144 millones. Los mares del jurásico ya no tenían las formas de vida que habían existido en el paleozoico como los trilobites, los foraminíferos y los corales rugosos. En ellos viven gasterópodos, ammonoides, tiburones, peces óseos, artrópodos decápodos y hexacorales. Las gimnospermas siguen siendo las plantas dominantes y tienen una gran expansión, en especial las coníferas. Aparecen los reptiles voladores y, hacia el final del periodo, las primeras aves, representadas por el Archaeopteryx lithographica, un fósil característico de esta época, consi-

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derado un eslabón entre los reptiles y las aves. Desaparecen los grandes anfibios pero prosperan los pequeños como los urodelos y los anuros. Un grupo sumamente exitoso, que se extiende grandemente, es el de los dinosaurios, los cuales presentaban una gran diversidad de formas. Cretácico Su nombre proviene de creta, que es la palabra latina para gis. Es el último periodo de la era mesozoica y tiene una duración de 79 millones de años, comenzando hace 144 millones y finalizando hace 65 millones. En el cretácico los grandes reptiles del mesozoico llegan a su máximo desarrollo con formas bien adaptadas a los diferentes medios —terrestre, acuático y aéreo. En este periodo aparecen grupos vertebrados que aún existen, tales como los cocodrilos, las víboras y las tortugas. Los mamíferos son de tamaño muy pequeño, lo que se atribuye a la presencia y dominio de los dinosaurios. Un grupo cuyo número disminuye son las ginmospermas (helechos, coníferas, etc.). Por el contrario hacen su aparición, hacia la mitad del cretácico, las plantas con flores, que terminan siendo el grupo dominante. Al final del periodo se produjo una crisis biológica que provoca la rápida desaparición de los dinosaurios.También se extinguen los ammonoides y otros seres vivos, tanto animales como vegetales. Otros grupos sobrevivirán y lograrán adaptarse a las nuevas condiciones.

La era cenozoica o cenozoico. El cambio drástico en las condiciones de la Tierra provocará, debido


Paleogeno Este periodo que, junto con el siguiente formaba parte de lo que se conocía como terciario, comienza hace 65 millones de años y finaliza hace 24 millones. Se subdivide en tres épocas: paleoceno, eoceno y oligoceno. La vida marina ya se parece en mucho a la del mundo moderno y los peces con esqueleto se vuelven el grupo dominante. Todavía aparecieron muchos organismos y hay una gran diversificación de los moluscos como los gasterópodos (caracoles) y los bivalvos, además de una gran radiación adaptativa de las aves. El evento quizás más significativo en la evolución de los animales es la gran diversificación de los mamíferos, tanto que la era cenozoica es conocida como la era de los mamíferos. En esta época aparecen y se diversifican las ballenas, los primates, los roedores, los murciélagos y muchos carnívoros. Hacia el fin del eoceno hubo un enfriamiento global que produjo la extinción de muchas especies, sin embargo aquellas que sobrevivieron tuvieron un gran desarrollo en el oligoceno. Los rinocerontes gigantes abundaron en esta última época, también los felinos, los cocodrilos y otros reptiles. Continúa la gran expansión de plantas con flores, que evolucionaron hacia las modernas angiospermas. En el eoceno, las plantas que protegen las

semillas en un fruto forman ya el grupo dominante. Un evento evolutivo significativo de esta época es el origen de los pastos. Cerca de la mitad de las especies de angiospermas del oligoceno, sobreviven todavía hoy. Neogeno Comienza hace 24 millones de años y termina hace 1.8 millones. Se subdivide en dos épocas: mioceno y plioceno. Con respecto al reino vegetal, el evento más destacado es el incremento dramático de las especies de pastos, muchas de las cuales aún existen. Los vertebrados se diversifican ampliamente mientras que los invertebrados sufren cambios menores. En esta época hacen su aparición las aves canoras. La vida marina no sufre muchas variaciones y gran cantidad de especies presentes en este periodo aún sobreviven. Los mamíferos destacan por su gran radiación evolutiva; aparecen especies de ciervos, antílopes, felinos y ovinos, entre otros. Los primates tienen una gran diversificación en el mioceno, aunque luego, en el plioceno, irán perdiendo especies. La aparición del Proconsul, hace unos 25 millones de años, y sus posteriores derivados evolutivos, abren la puerta para la aparición de los homínidos. El Australopithecus pisa la Tierra hace unos 4 millones de años. Era un individuo de cuerpo chico, cerebro pequeño en relación con el cuerpo y dientes similares a los de los simios. Pleistogeno El pleistogeno, anteriormente conocido como periodo cuaternario, co-

mienza hace aproximadamente 1.8 millones de años y algunos científicos lo dividen en dos épocas: pleistoceno y holoceno. En la primera época se sucedieron cuatro grandes glaciaciones (de Günz, Mindel, Riss y Würm) intercaladas por periodos más cálidos conocidos como interglaciares. En este periodo estaban en plena evolución los homínidos. Hace aproximadamente 1.6 millones de años aparece el género Homo. El Homo sapiens sapiens, el hombre moderno, está presente sobre el planeta desde hace por lo menos unos 40 000 años y sus huellas son reveladas por la presencia de huesos fosilizados en capas geológicas bien determinadas o por objetos manifiestamente trabajados. En el holoceno, que comienza hace unos 10 000 años con la fusión de los glaciares de Würm, el clima se estabiliza.

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a la necesidad de adaptación, la aparición y desarrollo de nuevas formas de vida, dando comienzo así a una nueva era. El nombre de ésta deriva del griego kainós, nuevo y zoico, animal. Estratigráficamente esta era se ha dividido en tres periodos: paleogeno, neogeno y pleistogeno.

Bibliografía CARROL, Robert. Vertebrate paleontology and evolution. Ed. W.H. Freeman & Co., New York, 1988. CLARKSON, E.N.K. Invertebrate paleontology and evolution. Ed. Allen & Unwin, Boston, UK, 1986. FUTUYMA, Douglas. Evolutionary biology. Ed. Sinauer Associates Inc., USA, 1986. LAROUSSE editorial. Historia de la humanidad,Tomo I,“Del Big Ban al Homo sapiens” [Dir. Pierre Marchand], Barcelona, 1997. OCEANO, grupo editorial. Historia natural. [Dir. por Carlos Gispert], Barcelona, 1998. STANLEY, Steven. Earth and life thruogh time, Ed.W.H. Freeman & Co., USA, 1986. YOUNG, J.Z. The life of vertebrates. Ed. Clarendon Press Oxford, Ed. UK, 1983.

La bibliografía corresponde a este artículo y a la escala del tiempo geológico que aparece en páginas centrales.

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Certidumbres e incertidumbres

Divulgación, discurso y enseñanza de las ciencias Alejandra González Dávila

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a ciencia es mucho más que experimentación y formulación de conceptos teóricos para generar conocimiento. Para el trabajo científico se requiere también de procedimientos y recursos que pueden ser reproducidos y utilizados integramente por el investigador, o bien pueden ser modificados sustancialmente para encontrar nuevas posibilidades de interpretación de la naturaleza. Dos de estos procedimientos son: la argumentación o discusión generada entre la comunidad científica para exponer el significado, las implicaciones y la validez de una cierta interpretación de los descubrimientos realizados por la investigación. El otro procedimiento es sumamente importante para la socialización del conocimiento científico: la comunicación del conocimiento a la sociedad. Hasta hace relativamente poco tiempo la idea de que la ciencia es tan importante como su propia comunicación está ganando terreno en la comunidad científica, en los medios masivos y en algunos sectores de la población. En este artículo trataremos de hilvanar la relación que existe entre estos dos procedimientos entre sí, a la vez que intentaremos dar cuenta de su conexión con la enseñanza y la divulgación científica.

La divulgación y su discurso La labor más importante de un divulgador de la ciencia es precisamente socializar el conocimiento para combatir la ignorancia y el rezago de la cultura científica de la población, dado que el

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conocimiento producido por las universidades e institutos de investigación en el mundo tarda mucho tiempo en llegar a las escuelas. Para hacer bien su trabajo, un divulgador trata de encontrar una forma de hacer y decir las cosas que quiere comunicar de manera que todos le entiendan, pues de no ser así estaría fallando en su intento. Para lograrlo tiene que hacer lo mismo que hace un artista que quiere comunicarse con su público: se identifica con él; trata de conocerlo para entender cuál es la mejor forma de acercársele. Prepara un buen número. Busca hacerle sentir que tiene algo valioso que darle. Trata de captar su atención utilizando el mismo lenguaje que el para expresar lo que quiere. Se enfrenta a públicos diversos, unas veces receptivos y otras veces resistentes al mensaje. El lenguaje que utiliza el divulgador es un resultado de la negociación entre la forma de expresión de los científicos con la del público al que va dirigido el mensaje y, desde luego, con la propia interpretación de quien divulga. Esta construcción conjunta del lenguaje verbal o no verbal, en la que todas las partes involucradas interactúan de alguna manera, es precisamente el discurso. El discurso es una construcción social del habla, o de lo que no se dice. Es una base que permite la comunicación, creando un contexto y siendo creada por él. Los participantes pueden cambiar el discurso para dar paso a otra forma de expresión, pero al hacerlo han podido entenderse dentro de un contexto que generó otro.


Comunicar los conceptos de la ciencia, como los de cualquier otro conocimiento, implica una toma de postura o de forma dentro de un discurso que se considera legítimo para cada situación o contexto particular. Desde mi punto de vista, el discurso de la divulgación científica se caracteriza por tres aspectos: 1) Es incluyente, porque considera y aproxima el lenguaje de la vida cotidiana con el de la ciencia. 2) Es especializado, porque construye y evalúa sus propias formas de comunicación. 3) Es científico porque investiga e incorpora conocimiento proveniente de varias disciplinas del saber con el fin de reconstruir el significado de la interacción con los fenómenos naturales estableciendo vínculos más cercanos con el público.

La enseñanza y su discurso En el caso de la enseñanza, es mediante el discurso que un maestro puede favorecer o entorpecer el aprendizaje dentro del aula, de la misma manera que un divulgador de la ciencia puede aclarar o dejar ideas confusas en el público que observa un documental, asiste a una exposición, lee un artículo o escucha una plática. La elaboración de un discurso incluyente, en el que se retomen las ideas preconcebidas de los estudiantes, sin condenarlas, invita a construir sus argumentaciones en un lenguaje compartido por todos. Esta labor, que no es fácil, le corresponde tanto a los divulgadores como a los docentes de ciencias naturales. La preocupación por elaborar un discurso incluyente en el aula puede ser la clave para mejorar las capacidades comunicativas de nuestros alumnos y darles confianza para que formulen hipótesis y argumenten sobre lo que puede ocurrir en un experimento determinado, o bien en los resultados obtenidos, o quizás en la aplicación real que puede tener fuera del contexto escolar.

Existe un lenguaje no verbal que también es importante para la formación del discurso dado porque también refleja interacciones que dan cuenta de lo que ocurre dentro de aula. Por ejemplo, cierto acomodo de las bancas puede ser indicativo de una actividad específica; la adopción de una postura corporal puede indicar interés o aburrimiento de los alumnos en la clase; determinados movimientos del maestro en el laboratorio pueden indicar el inicio de un procedimiento experimental; un guiño de ojo, una mueca, una palmada en el hombro, ciertos tiempos de espera, secuencias, procedimientos y hasta silencios, pueden invitar a los estudiantes a que participen y piensen en lo que están haciendo, aunque no hablen. Vygotsky ha planteado que la interacción social moldea los andamiajes que tienden la conexión entre lenguaje y pensamiento que producen la propia cognición. Los maestros sabemos más de los contenidos de nuestra asignatura después de que los hemos enseñado porque hemos tenido que elaborar una descripción de nuestra propia forma de concebirlos, combinada con el modo de hablar de nuestros alumnos. Esto es un proceso intelectual que nos llevó a un nivel de cognición distinto al que teníamos. Aprendemos enseñando porque tenemos que describir con palabras la experiencia del conocimiento. Tendemos puentes que consideramos sólidos para acercarnos a los estudiantes y encontramos otras lógicas de entendimiento. Los estudiantes pueden aprender en la misma forma, es decir, mediante el ejercicio continuo de la descripción de sus experiencias de aprendizaje personales y colectivas. La expresión oral o escrita de sus propias vivencias relacionadas con fenómenos físicos o químicos los involucra y compromete en el tema de la clase porque se sienten incluidos y con capacidad para argumentar. La forma de explicar de unos,

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otorguen sentido a un mensaje que tiene la intención de convertirse en un conocimiento compartido entre todos. Vale la pena preguntarse, por ejemplo, si el fracaso escolar de muchos de nuestros alumnos se debe a que no comprenden los contenidos y no son capaces de resolver los problemas, las prácticas o las preguntas, o más bien no han podido descifrar nuestro discurso, en el cual no están incluidos.

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puede ser el chispazo, el andamio, que necesitaban otros para comprender. Es necesario que promovamos que nuestros jóvenes aprendan a expresarse a través del habla en un mundo tecnológico en el que las máquinas nos hacen cada vez más materialistas y solitarios*. No olvidemos que el lenguaje es una característica de nuestra humanidad que no podemos perder. Sin embargo hay que tener en cuenta que la capacidad comunicativa varía de un sujeto a otro dependiendo de factores de tipo psicológico, socio-cultural, biológico, etc. No todos los alumnos se comunican de la misma manera. Tener conciencia de esto es importante para que en lugar de forzarlos a hacer algo que no quieren, los animemos a comunicarse haciéndoles sentir que tienen algo importante que decir y que estamos dispuestos a escucharlos. Elaborar un discurso incluyente permite que los participantes se conozcan, se comprendan y

Bibliografía CANDELA, Antonia. Evidencia Social y Hechos: La construcción social del conocimiento científico en el aula. Ponencia inédita para la Universidad de Barcelona. Departamento de Investigaciónes Educativas, CINVESTAV, 1998. EDWARDS, D. y Mercer, N. El conocimiento compartido: el desarrollo de la comprensión en el aula. Temas de Educación, Barcelona, Paidós/Mec, 1988. * S/A.“Cómo nos está cambiando la tecnología”. En: Muy interesante, año XVI, No. 1.


Artistas y artesanos

Las artesanías morelenses: una producción anónima Tonantzin Ortiz Rodríguez

Artesanía de alta temperatura de Acamilpa,Tlaltizapán.

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uchos visitantes nacionales y extranjeros regresan con orgullo a sus lugares de origen con piezas artesanales que adquirieron en el zócalo de Cuernavaca. Muchas veces ellos presumen estas artesanías como auténticamente morelenses, sin advertir que son producto de la creatividad de los migrantes guerrerenses. ¿Qué sucede, entonces, con la artesanía morelense?, ¿existe realmente una producción de este tipo? Para contestarnos dichas interrogantes tenemos que remitirnos a la siguiente reflexión: si la artesanía es producto de la creatividad humana, esto implica todo un proceso de quién lo hizo, para qué lo hizo, cómo lo hizo y bajo qué circunstancias lo hizo. En este sentido, describamos primero a la tradición artesanal: es un conocimiento que se enseña y trasmite de generación en generación, implica fundamentalmente un trabajo manual con técnicas individuales y la producción de artesanías es generalmente complemen-

taria a otras actividades económicas llevadas a cabo por la familia para lograr la subsistencia. La actividad artesanal se localiza principalmente en áreas rurales y es una actividad secundaria del campesinado, para quien su producción agrícola es la fuente principal de ingresos para el autoabasto y para la comercialización; por ello, las artesanías únicamente incrementan el ingreso de estas familias a un nivel de subsistencia, no de ganancia. La producción artesanal tiene su propia lógica, en la que se relacionan los materiales o materia prima empleada para elaborar los objetos, la tecnología y el producto final, de acuerdo a su particular forma de reproducción en la unidad doméstica o familia. De esta manera, muchos de los instrumentos o herramientas de trabajo son elaborados por el jefe de la familia o adquiridos en el mercado industrial, pero son de tipo muy básico, rudimentario o sencillo; los artesanos no

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Las artesanías morelenses

tienen un horario rígido, éste depende del ritmo personal, definido por la necesidad de conseguir dinero y por el ciclo agrícola; la mano de obra la constituyen los hijos y la esposa, siendo el padre el maestro artesano; de tal forma se da una división de trabajo por sexo y por edades. La producción de subsistencia o para ésta, “para sobrevivir” o “irla llevando”, satisface las necesidades de autoabasto del Casas de pochote,Tepoztlán. mismo productor o artesano; pero generalmente produce más de lo que requiere y el excedente lo ofrece a un mercado local y a otro exmixco y Jojutla; la alfarería de ollas, apaxtles, catralocal. Debido a esto último, la actividad zuelas, jarros, comales, etc., moldeados en artesanal debe entenderse también en función Cuentepec, Acamilpa, Tlayacapan y Telixtac; la del consumo diferencial de su productos. Por carpintería como la que se desarrolla en Hueyaun lado, aquélla destinada a un consumo popupan y Tepoztlán; la cerámica tosca e imitada de lar dirigido a iguales, a gente de los propios la Colonia Tres de Mayo en Emiliano Zapata; y pueblos o cumunidades que no se dedican a ella la cestería de los gandes canastos de pan, canasy que necesitan las artesanías para uso doméstitas, chiquihuites, atarrayas, pizotes y trampas co y cotidiano. Por el otro, la que se realiza para de carrizo tejidos en Jojutla y Tepoztlán; la cesun consumo por parte del turismo, dirigida a tería para recolectar y almacenar la cosecha, la personas de ingresos mayores a los de la gente talabartería para los cinchos de las sillas de de los pueblos, para los que el valor que adquiemontar, los huaraches y la correa que se trabaren los productos es de tipo estético y suntuario. jan en Yecapixtla, Jojutla, Cuautla, QuebrantaDentro del mercado local (de productor a dero, Temimilcingo, Tilzapotla e Ixtlilco el Granproductor) podríamos hablar de “una producción de pobres para pobres” (cf. Victoria Novelo, 1993, p.69), en donde ésta va a satisfacer necesidades de uso diario o estacional. Este tipo de artesanías, que debido a la lógica en que se producen tienen poco valor monetario ante el sistema de comercialización global, son de un precio accesible a los bajísimos ingresos de los productores agrícolas. Los productos principales son: los materiales para la construcción como los techos de palma o los adobes (en zonas rurales, no en zonas urbanas como Cuernavaca, en donde este tipo de material se emplea para las casas lujosas); los de menaje doméstico como los tejidos de palma para hacer sillas o muebles, Chinelos, artesanía de barro cocido a alta temproducto de la creatividad de artesanos de Teperatura.Acamilpa,Tlaltizapán.

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de; el hierro forjado de los talleres de Cuautla y Quebrantadero; el tallado de la madera para esculpir sillas de montar y yuntas; y, finalmente, la indumentaria como los gabanes, rebozos, fajas y chincuetes de lana que se tejen en telar de cintura en Hueyapan. Para satisfacer un consumo estacional, el cual está vinculado al uso festivo, están los artículos artesanales que se emplean en las ceremonias, ritos o celebraciones religiosas, cívicas, políticas o históricas. En este rubro se encuentran la indumentaria de los danzantes y sus accesorios como la de los famosísimos chinelos, cuya manufactura se ha extendido por casi todos los rincones de Morelos, destacándose los diseños de Yautepec, Tepoztlán y Tlayacapan; la de los Moros y Cristianos, la de las danzas autóctonas como la azteca, los conchos, etc. También abundan los alfareros, cuyo ingenio moldea los sahumerios para recibir a los muertos en Todos los Santos, para las limpias y para las ofrendas contra los aires, y también las figuritas del aire hechas de barro con formas de animales, arcángeles y otras figuras amorfas que se realizan en Tlayacapan. Otra artesanía que destaca es la de las famosas escamadas: los cirios bella y profusamente adornados con flores multicolores impregnadas de diamantinas, muy del gusto del

Alfarería de Tlayacapan.

Santo Patrón festejado, moldeadas por las hábiles manos de los artesanos de Tlayacapan, Axochiapan y Ocotepec. La artesanía para uso ritual o ceremonial requiere de un conocimiento especializado, producto de un aprendizaje que el maestro comienza desde una edad infantil y que con el tiempo le permitirá aportar elementos propios y novedosos para cumplir una función en específico, lo que permitirá mantener la esencia de la actividad creadora. La artesanía en general es producto de los intereses y objetivos de quien la realiza, para brindar la satisfacción de necesidades materiales y espirituales del conjunto del pueblo; es decir, aunque sea un trabajo individual con aportaciones propias, refleja la expresión colectiva; es un arte creado por artistas del pueblo para el consumo del mismo, por ello, y reiterando sobre el asunto, recoge y expresa el sentir de un grupo y su concepción estética, al mismo tiempo que conlleva un valor utilitario que permanece constante en su vida cotidiana. Cuando la producción artesanal encuentra un público consumidor extralocal, es decir, un turismo nacional o extranjero, ésta adquiere otras características de esencia y por ello de objetivos. Su valor de uso se transforma en un valor estético determinado por el consumidor: lo que a éste le parece bello es lo que compra. Así, la máscara de chinelo que mantenía en el anonimato al danzante que hizo una promesa, ahora adorna una pared del que la adquirió; los chiquihuites que contenían la mazorca para ser desgranada y los cuencos para la cocina, son transformados en macetas ubicadas en los corredores del jardín. Y así, cada objeto que para el artesano y su pueblo tenía un significado que los identificaba entre sí con formas culturales propias, ahora es valorado con criterios totalmente ajenos a los originales, se les da un mero valor ornamental que está cargado de símbolos de una supuesta identidad nacional.

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Las artesanías morelenses

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En su mayoría, los artesanos morelenses siguen produciendo para un mercado local y por ello sus objetos no son conocidos por el turista, salvo que éste se acerque a su cotidianidad al visitar y convivir en su propio contexto, en sus ferias y festividades. Ahí descubre las artesanías que, aunque no tan vistosas y decoradas como las guerrerenses, oaxaqueñas o chiapanecas, son bellas y sobre todo satisfacen necesidades reales de consumo. Sin embargo, no Velas escamadas colgando de un techo de palma.Axochiapan. ajenos a la demanda turística, los artesanos han incrementado la producción de piezas de ornato como las fuentes de barro pinliar para épocas de alta demanda. La productadas con colores de moda, los cántaros y las ción en serie sigue siendo minoritaria debido a macetas de profusas formas y colores que se haque el consumidor exige un buen trabajo creaticen en Amayuca y Salvatierra; los palos de lluvo e innovador, pero manual y tradicional. via, los teponaxtles, las cortinas y los móviles Podemos concluir entonces, que existe una hechos de bambú en Tepoztlán; y las jaulas de producción artesanal muy diversa y vigorosa en formas árabes de Tetelcingo. Todas las anterioMorelos, resultado de una gran tradición pero res fueron introducidas hace algunas décadas al inmersa en un sistema de subsistencia, por lo estado por residentes de la ciudad de México o que es poco conocida y valorada por otros grudel extranjero. El tallado en madera de casitas pos de la sociedad. De esta forma, cuando viside pochote y de chinelos en miniatura que se temos un pueblo para asistir a alguna feria, dérealiza en Tepoztlán y la elaboración de cuexcomonos una vuelta por el tianguis o el mercado y mates en miniatura de Chalcantzingo, son maniobservemos las artesanías que ahí se venden; festaciones propias de la creatividad de los moacerquémonos a las casas de la gente y descurelenses. La última es una actividad de reciente bramos sus artesanías; así podremos otorgarles desarrollo, que surgió hace apenas unos siete su justo valor, reconociendo la verdadera proaños gracias al ingenio de un maestro para la ducción morelense. construcción de cuexcomates de tamaño real (más de dos metros de altura) quien ideó hacerlos en miniatura; y así el tradicional granero moBibliografía relense ahora adorna una mesa, un escritorio o COLOMBRES, Adolfo. Liberación y desarrollo del arte pupular, Soun librero de algún profesionista o funcionario. bre cultura y el arte pupular. Ediciones Sol, Buenos Aires, 1987, p.p. El consumidor de este tipo de artesanía exige 55-84. NOVELO, Victoria. Las artesanías en México. Núñez Díaz Editor, un trabajo individual y manual, creativo, pero al Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 1993, 84 p.p. mismo tiempo con un acabado fino y en detalle. Cuaderno: Mesa de la Cultura Popular no. 4: Arte y Cultura PopuEsto implica para el artesano contar con un melar. Dirección General de Culturas Populares, D.F., México, 1994, 38 p.p. jor equipo, por ejemplo hornos de gas para coCORTINA, Leonor. Arte popular... ¿degeneración de la cultura?. cocer el barro en altas temperaturas, además de la pias fotostáticas, s/f, archivo de la Unidad Regional Morelos de necesidad de contratar mano de obra no famiCulturas Populares.

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Sentidos y significados

De huellas, señales, indicios y repúblicas Valentina Cantón Arjona

El problema (y la virtud) de lo pequeño es que se escapa de las manos.

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n época de globalizaciones, generalidades y universalizaciones, vale la pena recordar una forma de conocimiento y construcción de los saberes y las realidades que es a menudo olvidada: la que se sostiene en esto que ahora damos en llamar “lo pequeño”. Vale la pena recordarla no sólo por su utilidad, que más adelante diré cuál es, sino también por constituir una forma de conocimiento que, destinada a la sorpresa, resulta especialmente divertida. Desde los primeros cazadores hasta Sherlock Holmes, pasando por los arqueólogos, los descifradores, o los “interpretadores” de signos y señales como el viejo Freud, aquellos que hemos decidido fijarnos en “lo pequeño”, parecemos divertirnos bastante más que los doctorales sabios de las grandes verdades universales. Reino del particular, eso que para muchos es “lo pequeño”, es una forma de construcción de conocimiento que apela no sólo a las cuestiones individuales sino también a aquellas de lo social que, a menudo, parecieran escaparse de los poderes centralizadores que han buscado —y siempre vale la pena decirlo: inútilmente— la uniformidad no sólo de los hábitos y las costumbres sino, también, de las historias y los recuerdos.1 Tierra de la reconstrucción, la simple lectura o la franca invención, la realidad de “lo pequeño” es siempre fructífera y promisoria pues apunta a

un asunto con frecuencia poco recordado: la semilla de las cosas, su forma de constitución, su crecimiento, su historia. Porque “lo pequeño” está ahí donde queda una vieja fotografía, una palabra en la memoria, la entrada a la casa de los abuelos, la imagen de la calle caminada para ir a la escuela, una ruta en autobús, un pedazo de algo roto (pero algo al fin), una carta de amor, un conjuro aprendido, un pedacito de canción, un sabor de la casa, el ruido de la mesa materna, una habilidad en la cocina, un poquito de un maestro, la cara de una maestra, un restito de miedo, una letra, una nota, un asterisco, una página de libro antiguo, una línea, un fósil, una piedra roseta, un boleto de un viaje, una estampilla, un cromo, un sueño, un equívoco insistente, un lapsus, en fin, un signo cualquiera que nos hace descifrar, suponer o imaginar algo más que lo que él es por sí mismo, y que nos ofrece la posibilidad de una “lectura”, de la construcción de un significado. Un significado que, al construirlo, siempre se lleva algo de nosotros pero algo también de los demás, pues se lleva nuestra historia y nuestra lengua, y nuestra forma de reconstrucción, siempre aprendida, siempre enseñada, siempre social. Por eso, podemos afirmar sin equivocarnos que ahí, donde está “lo pequeño”, atributo que algunos le dan a lo particular, es donde pode-

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De huellas, señales, indicios y repúblicas

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bién nos dicen cosas acerca del futuro. Son atisbos, asomos, predicciones, señales, las huellas que nos sirven para indicarnos algo: un síntoma, una seña, un guiño de complicidad, una acotación, un testigo, una mentira, una pisada, una marca, un apunte, una indicación, un aviso.3 Por eso dije al principio que todo de “lo pequeño” que es huella, señal, indicio, puede sernos útil pues nos conduce siempre a los otros, a lo otro, y, también, a la comunicación que es siempre un bien común, y a la historia que es lo constitutivo. Nos es útil pues nos lleva a pensar en la cosa pública, la res publica hecha de cosas “pequeñas”: ciudadanos, votos, diferencias, diversidades (diversiones), guiños, acotaciones, testigos, algunas mentiras, marcas, apuntes (como las constituciones), individuales indicio de los colectivos, colectivos señal de los individuales, representatividades signo de las necesidades, descontentos y levantamientos síntoma (¿o aviso?), huellas que se hacen historia, organización. Cosas todas del interés común. Particulares que implican y señalan universales que, a su vez, nos recuerdan que la cosa pública, la República, puede ser la mejor forma de vida cuando, haciendo caso de lo “pequeño” sabemos que es indispensable darle un lugar pues de eso está hecho lo cotidiano, el bien común, los atisbos, los sueños, las utopías, la democracia.

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mos encontrar lo que realmente es universal: lo compartido, lo común, el indicio, la señal inequívoca de que somos sujetos sociales. Y, por esto, podemos decir que es más divertido conocer así, por lo particular, pues siempre, inevitable y felizmente, nos encontramos con los otros, con lo diverso (que tiene la misma raíz que diversión).2 Vale entonces la pena detenernos en esas cosas signo que, diciéndonos de los otros o de nosotros, parecen contarnos una historia o, al menos, permitir que la inventemos. Por eso, eso “pequeño” puede ser divertido: porque desde el presente nos lleva al pasado y nos permite inventar el futuro. Porque, ¿quién no ha visto un terreno marcado por una rueda de carro, un cuerpo señalado por una cicatriz, la huella en la tierra de una pezuña o, simplemente, de un pie?, ¿un rastro, un vestigio de algo que pasó por ahí, que dejó una pista, su marca, su historia, su momento de tránsito o de detención, sus tiempos? Justo ahí, donde ahora ponemos los ojos, la voz, la duda, para dejar una nueva señal: la palabra. ¿Quién no ha perdido alguna vez la huella de un amigo, su rastro, su camino? ¿Quién no ha pretendido alguna vez —vuelvo a decir: inútilmente— olvidarse de su historia, de sus huellas, de sus cicatrices?, o, ¿quién no ha seguido las huellas de alguien, su ejemplo, su enseñanza? Por otra parte, y hablando del seguir como indicio del amor, parece ser que los amantes se distinguen (o se delatan) pues siempre aparecen uno detrás del otro: siguiéndose, signándose. Entré ya, y sin darme cuenta, en el indicio: eso que indica la posibilidad de que haya existido, exista o vaya existir una cierta cosa. Así, podemos encontrarnos con indicios de locura o indicios de cambios políticos. Porque los indicios, siendo huellas, no sólo hablan del pasado, tam-

Refrencias 1

2

3

cfr. GINZBURG, Carlo. “Señales. Raíces de un paradigma indiciario”, en : Aldo Gargani, Crisis de la razón. Nuevos modelos en la relación entre el saber y actitud humana. Siglo XXI Editores, México, 1983. pp. 55-99. MOLINER, María. Diccionario de usos del español. Gredos, Madrid, 1984. Id.


Problemas sin número

El camino más largo Juan Manuel Ruisánchez Serra Concepción Ruiz Ruiz-Funes

En ciencia, una teoría no se sustituye por otra como quien destruye un puente obsoleto de troncos podridos para construir en su lugar una maravilla de la ingeniería del acero. Más bien se parece a las sucesivas visiones que tenemos de un paisaje cuando escalamos una montaña. Al ganar altura se consiguen nuevas y más amplias panorámicas y , sobre todo, insospechadas conexiones entre las vistas de menor cota(...) Pero un punto de vista no elimina los anteriores, que siguen en su sitio para el gozo local aunque, después de la esforzada ascensión, se nos antojen partes menores de un esquema más global. De esta hermosa metáfora, creo que de Einstein, conviene exprimir una gota más. El paisaje es la ley natural y la vista desde la cima su representación final. El conocimiento es una montaña sin cumbre reconocible a la que, sin embargo, nos acercamos tanto como queramos. Y la posibilidad de aproximación indefinida a algo sugiere, con fuerza irresistible, que ese algo existe. Ésa es la Ley de la Naturaleza. Es una idea parecida a la idea de Perfección: la perfección existe (porque es imaginable), pero no es perfecta (porque es inalcanzable).* Jorge Wagensberg**

Esta actividad pertenece al campo de la teoría de las gráficas, que es una rama de la matemática que estudia, por ejemplo, los posibles caminos que se pueden usar para llegar de un punto a otro y las características de dichos caminos. Es, además, un excelente ejercicio de conteo en el que se puede ver claramente que para contar es necesario llevar un orden, por lo que la consideramos adecuada para alumnos de 5° de primaria en adelante * Wagensberg, Jorge. Ideas para la imaginación impura. 53 reflexiones en su propia sustancia.Tusquets editores, Colección Metatemas No. 54, Barcelona, 1998. pp19-20. ** Jorge Wagensberg nació en Barcelona en 1948, es doctor en física y profesor de la Universidad de Barcelona. Entre sus mejores libros (a nuestro juicio) están Nosotros y la ciencia e Ideas sobre la complejidad del mundo. Es un hombre que, además de ejercer su profesión como investigador, se ha dedicado a la divulgación de la ciencia desde hace muchos años.Actualmente es el director del Museu de la Ciencia de la Fundación La Caixa, el Museo de Ciencias de Barcelona.

Correo del Maestro. Núm. 32, enero 1999.

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El camino más largo

Actividad A continuación encontrarás una tabla dividida en casillas.El objetivo de la actividad es que averigües de cuál de las cuatro esquinas de la tabla hay que salir para llegar a la casilla que dice FIN habiendo marcado, antes, todas las casillas de la tabla. En las casillas encontrarás números y letras, que indican cómo moverte de una a otra. D I AR AB FIN

2D

2AB

4AB

1D

FIN

4I

3D

5AB

3D

1AR

3I

1AR

2D

1AB

1AR

2D

3AB

1I

1AR

1D

2AB

2AB

4I

2I

4AR

2D

2D

2AR

3AR

5I

4AR

1AR

1AB

2D

2AR

1AR

1AR

1AR

2D

3I

1I

3AR

quiere decir moverse a la derecha. quiere decir moverse a la izquierda. quiere decir moverse hacia arriba. quiere decir moverse hacia abajo. es la última casilla a la que hay que llegar.

Los números indican cuántas casillas debes avanzar. Así, si estás en una casilla marcada 3D tienes que moverte tres casillas a la derecha (sin contar en la que estás). Entonces recuerda: 1. Debes averiguar cuál de las cuatro esquinas es la salida correcta. 2. Debes marcar cada casilla en la que pares (puedes usar frijolitos, papelitos, o simplemente dibujar una x para marcar las casillas). 3. Debes llegar a la casilla FIN después de haber marcado todas las demás (aunque hayas pasado otras veces por la casilla FIN).

Ejemplo En este caso, si estás en la casilla sombreada 3D llegarías a la casilla sombreada 1AR. Se consideran marcadas únicamente las casillas 3D y 1AR (las casillas sombreadas) y no 5AB ni 3D, aunque hayas pasado por ellas para ir de 3D a 1AR. Es decir, sólo se marcan aquellas casillas en las que te detengas y no aquellas por las que simplemente pases. Es posible que en los recorridos que hagas pases algunas veces por la casilla FIN; es posible, también, que en los recorridos pases por casillas ya marcadas, no importa, eso está permitido.

2D

2AB

4AB

1D

FIN

4I

3D

5AB

3D

1AR

3I

1AR

2D

1AB

1AR

2D

3AB

1I

1AR

1D

2AB

2AB

4I

2I

4AR

2D

2D

2AR

3AR

5I

4AR

1AR

1AB

2D

2AR

1AR

1AR

1AR

2D

3I

1I

3AR

Solución La esquina de la que se debe empezar es la inferior derecha, es decir, la esquina marcada con 3AR

Correo del Maestro. Núm. 32, enero 1999.

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Correo del Maestro. Núm. 32, enero 1999.

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Abriendo libros

Tierra de dinosaurios Lilia Montoya Lorenzana

Correo del Maestro. Núm. 32, enero 1999.

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E

l libro Los dinosaurios de René Hernández fue escrito con la intención de dar una introducción al fascinante mundo de los dinosaurios. El inevitable interés que estos gigantes prehistóricos generan, puede servir al docente para explicar, paralelamente, algunos temas como por ejemplo las etapas geológicas, la tectónica de placas o la evolución de las especies, ya que trata conceptos como clasificación, cambio y placas continentales. En el primer capítulo, el autor parte de la definición de fósil; va hilando los descubrimientos más importantes en la historia de la paleontología y al final señala sus relaciones con otras disciplinas. Una vez que se comprende lo que es un fósil, es necesario entender su formación, así en el segundo capítulo se explica brevemente el proceso de fosilización. El tercer capítulo destaca uno de los principales problemas a resolver en la paleontología: la clasificación de los dinosaurios. La polémica generada permite al docente tomar a los dinosaurios como ejemplo para explicar algunos temas de áreas como anatomía o taxonomía. Tratándose de organismos extintos, es necesario ubicarlos en el espacio y en el tiempo; a esto aluden los capítulos cuatro a seis donde además

se narran los hallazgos más importantes en el desarrollo de la paleontología en México. Hace mención del gran potencial que tiene esta disciplina. en nuestro país debido a que en la parte norte del país se encuentra una de las zonas con mayor número de sitios donde se han encontrado fósiles en el mundo y que no han sido estudiados en su totalidad. Una vez que el paleontólogo “ha cazado a los fósiles” el material colectado requiere un tratamiento especial y de esto trata el capítulo siete, también menciona los datos importantes que deben anotarse al momento de la colecta como lo son la fecha y la localidad. En la última parte del libro, el autor narra las etapas del proyecto “Primer montaje de un dinosaurio colectado, preparado y armado en México”, que se llevó a cabo con la cooperación de varios equipos de trabajo de diferentes instituciones cuyo resultado fue la exhibición de un dinosaurio en el museo de Geología de la UNAM en 1993.También describe las primeras etapas de un segundo proyecto llamado “Prospección rescate y estudio de los dinosaurios del cretácico de Coahuila” que intenta realizar un inventario de localidades con sitios que contengan restos de dinosaurios en dichol estado. Las páginas están ilustradas con atractivos esquemas realizados por Marco Antonio Pineda Maldonado, además de mapas, fotografías a color y viñetas. Al final se incluye un glosario. Reseña del libro: Hernández Rivera R. Dinosaurios, Ed. Secretaria de Educación Pública de Coahuila, México, 1994.



Programa Nacional de Bibliotecas Magisteriales Durante el año lectivo 1997-1998 el Programa Nacional de Bibliotecas Magisteriales otorgará créditos por 120 millones de pesos en condiciones preferenciales para la adquisición de materiales que incrementen el acervo bibliográfico de los trabajadores de la educación.

AUTORIDADES DEL SISTEMA NACIONAL DE EDUCACIÓN PARTICIPANTES: INST. DE EDUC. DE AGUASCALIENTES, AGS. • SRIA. DE EDUC. PÚBLICA DE BAJA CALIFORNIA SUR, B. C. S. • SRIA. DE EDUC. CULTURA Y DEPORTE DE CAMPECHE, CAM. • INST. DE SERV. EDUCATIVOS EN EL EDO., DE COAHUILA • SRIA. DE EDUC. PÚBLICA DEL EDO. DE COAHUILA, COAH. • COORD. DE LOS SERV. EDUCATIVOS EN EL EDO. DE COLIMA, COL. • SRIA. DE EDUC., CULTURAL Y DEPORTE, DURANGO GOB. DEL EDO. DE DURANGO, DGO. • SRIA. DE EDUC. DE GUANAJUATO, GTO. • UNIV. AUTÓNOMA DE GUANAJUATO, GTO. • INST. HIDALGUENSE DE EDUC., HGO. • SERV. EDUC. INTEGRADOS AL EDO. DE MÉXICO, MÉX. • SRIA. DE EDUC. Y CULTURA NAYARIT, GOBIERNO DEL EDO. DE NAYARIT, NAY. • SRIA. DE EDUC. PÚBLICA DEL EDO., DE PUE. • SRIA. DE FINAZAS DEL EDO. DE PUEBLA, PUE. • UNIDAD DE SERV. PARA LA EDUC. BÁSICA EN EL EDO. DE QUERÉTARO, QRO. • SRIA. DE EDUC. PÚBLICA Y CULTURA, SINALOA • SERV. DE EDUC. PÚBLICA DESCENTRALIZADA DEL EDO. DE SINALOA, SIN. • SRIA. DE EDUC. Y CULTURA, SONORA • SRIA. DE FINANZAS DEL EDO. DE SONORA, SON. • SRIA. DE EDUC. DEL EDO. DE TABASCO, TAB. • SERV. DE EDUC. CULTURA Y DEPORTE, TAMAULIPAS • UNIDAD DE SERV. EDUC. DE TLAXCALA, TLAX. • SRIA. DE EDUC. Y CULTURA DEL EDO. DE VERACRUZ, VER. • SRIA. DE EDUC. DEL GOBIERNO DEL EDO. DE YUCATÁN , YUC. • SECCIONES DEL SNTE PARTICIPANTES: SNTE SECCIÓN 1, AGUASCALIENTES • SNTE SECCIÓN 2, BAJA CALIFORNIA • SNTE SECCIÓN 4, CAMPECHE • SNTE SECCIÓN 5, COAHUILA • SNTE SECCIÓN 6, COLIMA • SNTE SECCIÓN 7, CHIAPAS • SNTE SECCIÓN 8, CHIHUAHUA • SNTE SECCIÓN 10, DISTRITO FEDERAL • SNTE SECCIÓN 11, DISTRITO FEDERAL • SNTE SECCIÓN 12, DURANGO • SNTE SECCIÓN 13, GUANAJUATO • SNTE SECCIÓN 14, GUERRERO • SNTE SECCIÓN 15, HIDALGO • SNTE SECCIÓN 16, JALISCO • SNTE SECCIÓN 17, MÉXICO • SNTE SECCIÓN 19, MORELOS • SNTE SECCIÓN 20, NAYARIT • SNTE SECCIÓN 21, NUEVO LEÓN • SNTE SECCIÓN 23, PUEBLA • SNTE SECCIÓN 24, QUERETARO • SNTE SECCIÓN 25, QUINTANA ROO • SNTE SECCIÓN 26, SAN LUIS POTOSÍ • SNTE SECCIÓN 27, SINALOA • SNTE SECCIÓN 28, SONORA • SNTE SECCIÓN 29, TABASCO • SNTE SECCIÓN 30, TAMAULIPAS • SNTE SECCIÓN 31, TLAXCALA • SNTE SECCIÓN 32, VERACRUZ • SNTE SECCIÓN 33, YUCATÁN • SNTE SECCIÓN 34, ZACATECAS • SNTE SECCIÓN 35, COAHUILA • SNTE SECCIÓN 36, MÉXICO • SNTE SECCIÓN 37, BAJA CALIFORNIA • SNTE SECCIÓN 38, COAHUILA • SNTE SECCIÓN 39, COLIMA • SNTE SECCIÓN 40, CHIAPAS • SNTE SECCIÓN 42, CHIHUAHUA • SNTE SECCIÓN 44, DURANGO • SNTE SECCIÓN 45, GUANAJUATO • SNTE SECCIÓN 47, JALISCO • SNTE SECCIÓN 49, NAYARIT • SNTE SECCIÓN 50, NUEVO LEÓN • SNTE SECCIÓN 51, PUEBLA • SNTE SECCIÓN 52, SAN LUIS POTOSÍ • SNTE SECCIÓN 53, SINALOA • SNTE SECCIÓN 54, SONORA • SNTE SECCIÓN 55, TLAXCALA • SNTE SECCIÓN 56, VERACRUZ • SNTE SECCIÓN 57, YUCATÁN • GRUPOS EDITORIALES PARTICIPANTES: BRANDT & SINCLAIR, S.A DE C.V. • COMERCIALIZADORA PLANETA, S.A. DE C.V. • DISTRIBUIDORA DE OBRAS PEDAGÓGICAS, S.A. DE C.V. • EDICIONES LAROUSSE, S.A. DE C.V. • EDICIONES Y DISTRIBUCIONES GEO, S.A. DE C.V. • EDILAR, S.A. DE C.V. • EDITORES MEXICANOS UNIDOS, S.A. DE C.V. • HACHETTE LATINOAMÉRICA, S.A. DE C.V. • OXFORD UNIVERSITY PRESS HARLA MÉXICO, S.A. DE C.V. • PLAZA & JANES • URIBE Y FERRARI EDITORES, S.A. DE C.V.

El programa es operado por

Atención a maestros: 01 800 31 222 00


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