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ABRIENDO CAMINOS:

Una historia cultural de la mujer del campo chileno en el siglo xx

FRANCISCA PAZ CORREA ROCO

ABRIENDO CAMINOS: Una historia cultural de la mujer del campo chileno en el siglo xx

FRANCISCA PAZ CORREA ROCO

ABRIENDO CAMINOS:

Una historia cultural de la mujer del campo chileno en el siglo xx © Francisca Paz Correa Roco

Primera edición, noviembre 2025

Registro de Propiedad Intelectual: 2025-A-xxxxx

ISBN: 978-956-17-1207-2

Derechos Reservados

Tirada: 500 ejemplares Impreso en Chile

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Av. Errázuriz 2930, Valparaíso info@edicionespucv.cl www.edicionespucv.cl

Dirección Editorial: David Letelier

Diseño: Mauricio Guerra

Obra licenciada bajo Creative Commons

Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/legalcode.es

En los 100 años de Florentina.

A Eliana, mi madre y la familia Roco.

A mi padre.

A las mujeres que (me) sostuvieron esta investigación.

A las mujeres, campesinas, obreras y trabajadoras de mi patria.

11 CAPÍTULO 1

11 1.1. UNA HISTORIA E HISTORIAS PARA LA REIVINDICACIÓN HISTÓRICA FEMENINA Y FAMILIAR EN EL VALLE DE ACONCAGUA

18 1.2. ESTUDIAR EL ESPACIO FAMILIAR A TRAVÉS DE VOCES Y VÍNCULOS, LAS EXPERIENCIAS SIMBÓLICAS Y LA CULTURA POPULAR

26 1.3. UN RECORRIDO POR LA HISTORIA CULTURAL DE LAS MUJERES EN CHILE

26 1.3.1. No fuimos solo mujeres: Género y clase, el rol sociocultural de las mujeres en el contexto de la hacienda en Chile

33 1.3.2. Reforma Agraria y migración campo ciudad: Consecuencias socioculturales de género

43 CAPÍTULO 2

43 2.1. LA CONFIGURACIÓN DEL RELATO: DIOS TODO PODEROSO, EL PAISAJE Y EL TRABAJO COMO IDENTIDAD CULTURAL

45 2.2. LLAY-LLAY Y LAS PEÑAS: LA CONFIGURACIÓN DE UN ENCLAVE ECONÓMICO Y LA FEMINIZACIÓN DEL ESPACIO FABRIL

58 2.3. “PORQUE SI DIOS SE ACUERDA DE UNO, UNO TIENE

QUE ACORDARSE DE DIOS”: EL ROL FEMENINO EN LA PRESERVACIÓN DE LAS CREENCIAS. LA IGLESIA

CATÓLICA Y LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN LA CONFIGURACIÓN DE UN RELATO

71 2.4. JERARQUÍAS DE GÉNERO: LA FAMILIA Y EL TRABAJO

COMO EXPRESIÓN DE UNA IDENTIDAD CULTURAL EN EL CONTEXTO DE LOS PROCESOS DE MIGRACIÓN

CAMPO– CIUDAD (PRIMERA GENERACIÓN)

83 CAPÍTULO 3

HACIENDA, JERARQUÍAS DE GÉNERO Y VIDA COTIDIANA

84 3.1. PATRÓN– PEÓN, DESIGUALDAD Y JERARQUÍAS DE GÉNERO: RELACIONES COLONIALES HISTÓRICO

CULTURALES EN EL VALLE DE ACONCAGUA

99 3.1.2. Prácticas culinarias femeninas: Comercio, comensalidad e identidad

107 3.1.3. La configuración de las prácticas femeninas: El rol de la Iglesia Católica y la religiosidad doméstica

116 3.1.4. El resguardo de parir y morir: lo sagrado, lo profano y lo femenino en el ritual del nacimiento y la muerte

127 CAPÍTULO 4

127 4.1. PAISAJE Y SABER FEMENINO: CONOCIMIENTO, PRÁCTICAS Y SIGNIFICADOS EN EL PAISAJE CULTURAL DE LAS PEÑAS

130 4.2. PAISAJES CULTURALES EN LA LOCALIDAD DE LAS PEÑAS: SABER, CONOCIMIENTO Y ESPIRITUALIDAD FEMENINA

150 4.3. MIEDO E INSEGURIDAD EN EL ESPACIO RURAL: EL PAISAJE CULTURAL COMO CONTENEDOR DE NORMAS Y VALORES

173 CAPÍTULO 5

REFORMA AGRARIA Y MIGRACIONES FEMENINAS

173 5.1. MIGRACIÓN, REFORMA AGRARIA Y PRESERVACIÓN DE PRÁCTICAS CULTURALES FEMENINAS

177 5.2. MIGRACIONES FEMENINAS DE LA PROVINCIA DE ACONCAGUA A LA CIUDAD DE VALPARAÍSO: MOTIVACIONES Y CAUSAS SOCIALES

184 5.3. LA PROMESA EDUCATIVA Y EL ROL DE LAS MUJERES EN LA EDUCACIÓN: JERARQUÍAS DE GÉNERO, SABERES MORALES Y DOMÉSTICOS

202 5.4. REFORMA AGRARIA: TRANSFORMACIONES PRODUCTIVAS Y SOCIOCULTURALES PARA LA FAMILIA

209 5.5. ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS: EL TRANSCURSO DE LOS IMAGINARIOS COLECTIVOS HACIA LA CIUDAD DE VALPARAÍSO

214 5.6. “LAS DE LOS MANDADOS” EN EL ESPACIO URBANO: A LA VIOLENCIA DOMÉSTICA LE DECIMOS “¡DIOS ME ABRE LOS CAMINOS!”

233 5.7. PRÁCTICAS CULTURALES EN LA CIUDAD: LA CREENCIA COMO HERRAMIENTA DE SOBREVIVENCIA Y TRANSMISIÓN DE LOS SABERES FEMINIZADOS (TERCERA GENERACIÓN)

249 UNA ÚLTIMA MIRADA

255 ANEXOS - FUENTES ORALES

287 BIBLIOGRAFÍA

303 EPÍLOGO

CAPÍTULO 1

1.1. Una historia e historias para la reivindicación histórica femenina y familiar en el Valle de Aconcagua

“El poder privado ha de resistir, hacia fuera, de los asaltos del poder público. Pero hacia adentro, tendrá también que contener las aspiraciones individuales a la independencia, ya que el recinto alberga un grupo, una compleja formación social cuyas desigualdades y contradicciones se diría que alcanzan su colmo, si tenemos en cuenta que el poder de los hombres choca con el de las mujeres con más viveza que en el exterior, así como el de los viejos con el de los jóvenes, el de los amos con la indocilidad de los sirvientes”1

La historia familiar alberga en sí misma un rito reivindicativo por parte de quien la escribe. Desglosar los alcances de las dinámicas privadas significa reconocer los modos de ser y estar de los sujetos invisibilizados por la historia, reconociendo en sus rutinas familiares los efectos de los grandes procesos históricos. Influyentes

1 Duby, Georges. Historia de la vida privada. 1. Del imperio romano al año mil. España. Taurus. 1987.

en las políticas públicas y la metamorfosis del Estado, las reformas políticas y los movimientos migratorios alteran la vida cotidiana de los habitantes modificando sus vínculos, sus relaciones de poder e incluso los significados que han construido históricamente en torno a la realidad en la que viven. De estos últimos algunos perviven: ritos, cuentos, ceremonias, se adhieren a las convicciones de los sujetos, tal y como ellos se aferran los significados sobre los que fueron construidos.

La investigación que dio origen a esta publicación, busca reivindicar el rol cultural de la mujer en la configuración y preservación de las tradiciones y creencias de la cultura popular del Valle de Aconcagua, así como la relevancia de este espacio, como contenedor de identidades y significados femeninos en torno a la cultura campesina de nuestro país. Dentro de los relatos, la vida cotidiana es un marco de análisis relevante para la experiencia vivida, y desde ella emergen significados en torno a procesos históricos trascendentales como lo fue la Reforma Agraria y los procesos de migración femenina del campo a la ciudad. Una historia familiar y femenina, inspirada en un caso en particular que reconoce por un lado el rol de la mujer en la preservación de la cultura popular, y por otro lado en la Reforma Agraria y en la migración campesina hitos que cambiaron sus Historias2 –y las de otras– para siempre.

Recordemos que el fenómeno migratorio hacia los centros urbanos en Chile venía desarrollándose desde el último tercio del siglo XIX y la primera mitad del XX. Llegada la década de los cincuenta la migración interna neta3 en la provincia de Valparaíso arrojaba una

2 En palabras de Henri– Irénée Marrou en su libro “El conocimiento histórico” comprenderemos “Historia” (con mayúscula) a la realidad o el pasado vivido por los hombres de carne y hueso, en contraposición a la historia (con minúscula) para la “humilde imagen que de aquel pasado procura recomponer mediante su trabajo el historiador”.

3 Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la migración interna es cuando las personas trasladan su residencia al interior de un país, entre divisiones territoriales similares. Se refiere a los movimientos migratorios que ocurren al interior de un país, esto es, entre comunas, entre regiones, entre provincias.

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población efectiva de 498.254 para en 1960 ascender a unos 618.112. Desde entonces, los flujos migratorios serían una constante, sobre todo en una década que estaría profundamente marcada por las transformaciones políticas. En este contexto, las prácticas culturales que estudiaremos son históricas, en la medida que se fueron configurando en un contexto en particular: el sistema de Hacienda. Entenderemos las prácticas culturales “como la actividad productiva del ser humano, en el sentido material y también en la esfera simbólica”4. En palabras de Roger Chartier, una práctica cultural es “realizada en un espacio intersubjetivo, conformado históricamente, en el cual los sujetos comparten dispositivos, comportamientos, actitudes y significados culturales en torno a un acto en específico”5 , de allí que relacionaremos las prácticas, particularmente a ritos, ceremonias, prácticas cotidianas como oraciones, cuentos y narrativas esencialmente familiares,6 siendo elementos como el rito, fundamentales, puesto que emergen como “reglas de conducta que prescriben cómo debe comportarse la mujer y el hombre con las cosas sagradas”7, donde se evidencia el carácter que posee de “escuela” de la comunidad: “toda una serie de modelos de actitudes y comportamientos se encuentran presentes en las fiestas rituales, desde la educación del sentido del ritmo, coordinación y ejecución, hasta la auto exaltación del grupo social”8. En su conjunto, estas prácticas serán estudiadas bajo el contexto de un caso familiar en

4 Rockwell, E. En torno al texto. Cap. VII. En torno al texto: tradiciones docentes y prácticas cotidianas (pp. 194– 219). México. Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional. 1995

5 Chartier, R. París. La lecture, une pratique culturelle: débat entre Pierre Bourdieu et Roger Chartier. Payot. 1993.(Pp. 277– 306).

6 Mencionamos “esencialmente familiares” debido a que muchas de las prácticas culturales son aprehendidas en espacios públicos a veces institucionalizados, por ejemplo, oraciones o rezos reconocidos por un espectro de población mucho más amplio, y no son por tanto de exclusiva naturaleza familiar. De allí que las prácticas analizadas responden a una naturaleza colectiva pero también exclusiva de la familia estudiada.

7 Durkheim, Émile. Las formas elementales de la vida religiosa. Buenos Aires. Editorial Schapire, 1968. P.44

8 Acerca de Émile Durkheim. Vía internet. 5 de Abril, 2022. En: https://www. uv.es/~japastor/durkheim.htm

particular: el de la Familia Roco Cruz, de la cual seis de sus catorce miembros (vivos)9 fueron mujeres que se vieron en la necesidad y/o motivación de migrar hacia la provincia de Valparaíso entre las décadas de los sesenta y los setenta.

La configuración de dichas prácticas, sustentarían una cultura femenina y familiar, cuya historicidad queda demostrada una vez que entre los años 1960 y 1970 los procesos de migración del campo a la ciudad femeninos permitiesen transformarlas en herramientas útiles para hacer frente a las problemáticas del espacio urbano. Frente a la ausencia del Estado y de las políticas públicas, los desafíos de la vida urbana serían sobrellevados por prácticas culturales aprehendidas en el espacio rural y concernientes a las labores históricamente consideradas como “femeninas”. Lo anterior, nos ha instado a reflexionar respecto al rol que las mujeres tuvieron en la construcción, aplicación y perpetuación de dichas prácticas, y cómo el espacio en el que estas se desarrollaron fue indispensable y determinante para su configuración durante la primera mitad del siglo XX.

En esta experiencia vivida que se busca dar a conocer, se analiza como las mujeres harán frente a las condiciones impuestas por los nuevos contextos, aferrándose a la tradición y a los roles que históricamente les había correspondido. Se pretende evidenciar, por tanto, que, a pesar de su movilización hacia las grandes urbes, estas nuevas dinámicas les habrían permitido dinamizar sus condiciones económicas a través del acceso a nuevos empleos – trabajos en panaderías, perfumerías, tiendas de ropa y utensilios, secretaría, etc.– o a la posibilidad de adquirir un sueldo propio, sin considerar que lo anterior no las habría eximido de aquellas labores que desde tiempos coloniales las había relegado al ejercicio de la crianza, el cuidado del hogar y la mantención de los ritos y costumbres en el espacio privado. Lo anterior, en definitiva, implicó que las mujeres enfrentasen igualmente problemas que, en términos estructurales,

9 La Familia Roco Cruz se compone de 14 hermanos vivos, cinco hermanos muertos (un fallecido a los 21 años de edad, otra a los 14, y tres recién nacidos que perdieron su vida en los primeros meses de nacidos).

Una historia cultural de la mujer del campo chileno en el siglo XX respondían a elementos culturales símiles, donde persistía la violencia, la relegación cultural educativa y la precarización laboral. Sin embargo, consideramos también ciertas tensiones, puesto que la perpetuación de las labores estudiadas permitió a las mujeres resignificar elementos específicos de su ejercicio femenino en el espacio privado, hablamos específicamente del rol de las mujeres en la preservación y perpetuación de las costumbres populares en el núcleo familiar, cuestión de vital interés para la comprensión del fenómeno abordado. Así como las vestales durante años se habrían encargado de mantener vivo el fuego sagrado de Roma, el rol de las mujeres de esta familia se concentró, por un lado, en mantener dichas costumbres, y por otro en transformar las prácticas culturales en verdaderas herramientas de supervivencia y de declaración de principios. Como ejemplo de esto último tenemos los ritos católicos asociados a las creencias del bien y el mal, a los que estas mujeres les dieron sentido en sus noches de soledad o al momento de criar puertas adentro a los hijos/as de sus patrones declarando sus enseñanzas para “la moral y las buenas costumbres”. El conocimiento y aplicación de dichas oraciones, cuentos, ritos y narrativas populares les permitió enfrentar los desafíos de un nuevo mundo, es por esto, que distinguir cuáles fueron esas prácticas y sus efectos, junto con la relevancia y significados que ellas obtendrían a la hora de enfrentar los nuevos desafíos de la cotidianeidad urbana nos permitirá por un lado conocer las transformaciones del rol femenino desde un espacio rural a uno urbano, así como valorar el rol de las mujeres en la mantención de dichas tradiciones rurales.

Por otro lado, el lugar distinguido que por momentos ocupará la Reforma Agraria y los procesos de migración campo–ciudad, responde precisamente a los significados atribuidos por las protagonistas de esta historia. Si nos apegamos a las palabras de Fernanda Braudel “un acontecimiento puede en rigor, cargarse de una serie de significaciones y de relaciones”10, es en efecto el ejercicio soste-

10 Braudel, Fernand. La larga duración. Revista Académica de Relaciones Internacionales, N°5. 2006. P. 4

nido por quienes participaron de este proceso histórico en particular, “las causas” y “ los efectos” que le han atribuido a la Reforma Agraria en sus historias de vida aparece en los relatos como un punto de inflexión cargado de significados. Y es que a pesar que la primera generación de mujeres que considera este estudio migra a la ciudad en el año 1959 –antes de la promulgación de la primera ley de Reforma Agraria NN 15.020 durante el gobierno de Jorge Alessandri– la llegada de la reforma a la vida de la Familia Roco Cruz permitiría solventar económicamente la partida de las siguientes generaciones de mujeres a la provincia de Valparaíso. Así mismo, la pertenencia de las tierras ahora a título familiar proporcionaría a la familia no solo de una estabilidad económica, sino que además oportunidades de estudio, formación profesional y acceso a nuevos servicios. El estudio de estos procesos que transitan afectándose mutuamente implica por tanto reconocer el contexto que precedió a dichas transformaciones, considerando no sólo el contexto familiar y los significados que emergen, sino que además teniendo en cuenta que nuestras protagonistas antes que todo son mujeres11. Esto último, es una cuestión decisiva.

Finalmente, el espacio geográfico se sitúa como un elemento decidor. Por un lado Las Peñas, rodeada de valles y colinas, es un espacio rural per se, un lugar apartado “de los núcleos urbanos y centro industriales, caracterizado por la escasa densidad demográfica, por conservar los entornos naturales, y que, al mismo tiempo, mantienen vivas sus tradiciones sociales y culturales”12 , sin embargo, este espacio resulta determinante en la construcción de los relatos y sus significados culturales, Las Peñas es en definitiva, un paisaje cultural. El paisaje, hace referencia a un área de estrecha construcción simbólica, es un agente activo que afecta y es afectado por los sujetos, lo que explica por qué aquí es entendido como un contenedor de prácticas y significados particulares, y que se comprende en el

11 Utilizamos dicha expresión puesto que veremos como la “cuestión de la sexualidad” es un elemento determinante para analizar roles históricamente construidos.

12 Martínez, F. Solsona Monzonís, J. Alojamiento turístico rural. Gestión y comercialización, Madrid, Síntesis, 2000.

Una historia cultural de la mujer del campo chileno en el siglo XX

marco de la translación cultural de un grupo en específico sobre una porción particular de la naturaleza, una traducción que no es sólo material, sino también espiritual, ideológica y simbólica. Este entendimiento del espacio, nos permitirá analizar la migración como un recambio y continuum no sólo del espacio que se habita, sino que, además, de las diversas maneras de observar y enfrentar el mundo. Las miembros de la familia, serán comprendidas como sujetos culturales, sujetos que interpretan sus condiciones de existencia, siendo los significados “aquellos que los actores sociales tienen de sí mismos y de su práctica como miembros de su sociedad,”13, la traslación de los ritos, cuentos y narrativas implicará la construcción de significados sobre su entorno, la apropiación, transformación y su perpetuación en el tiempo, en vista que se comprende que los sujetos también son productores de historias, porque cuentan con la capacidad de construir narraciones; incluso pueden re– significar su trayectoria”14 .

Se tiene que destacar finalmente, que el estudio de dichas prácticas, significados, problemas y creencias emerge de los relatos orales de las entrevistadas, donde la relevancia de los hechos descritos por fuentes orales hace que se transformen en elementos sustanciales del relato, y por tanto representativos del objeto de estudio y de su contexto histórico. Esta característica de la historia oral, será un elemento que se considera transversalmente en este escrito, en vista de que nuestro afán apunta a “aprehender el ‘sentido’ histórico que tales hechos y experiencias tienen en el presente y tuvieron en el pasado para los narradores”15 .

En resumidas cuentas, este libro busca problematizar un conjunto de prácticas histórico– culturales y femeninas a través de una expe-

13 Osorio, F. La explicación en antropología. Cinta de Moebio. N°4. 1998. Pp. 201– 240

14 De Gaulejac, Vincent. La névrose de classe. París, Francia: Hommes et Groupes éditeurs. 1991

15 Barela, Liliana. Miguez, Mercedes. García, Luis. Algunos apuntes sobre historia oral y cómo abordarla. Buenos Aires. Patrimonio e Instituto Histórico. 2009. P. 8

riencia familiar en la localidad de Las Peñas (yal–LLay) a principios del siglo XX en el contexto de la Hacienda y las migraciones femeninas del Valle de Aconcagua a la provincia de Valparaíso entre las décadas de 1960 y 1970. En ello, se busca identificar las características de dichas prácticas e identificar los problemas asociados a ellas, considerando el contexto político, económico, sociocultural y sobre aquellas cuestiones referidas al género. Se analizarán dichas prácticas teniendo en cuenta la perspectiva histórica (cambios y continuidades), el recambio espacial y la construcción de significados que dicho proceso considera, por lo que es imprescindible, primero, identificar aquellas prácticas culturales asociadas a los roles de género femeninos situadas en su contexto histórico y familiar, y luego desarrollar un recorrido histórico por los sistemas económicos, sociales y culturales imperantes en el Valle de Aconcagua durante la primera mitad del siglo XX. Se situará el espacio geográfico como un componente sustancial para la comprensión de los elementos culturales, para luego, analizar como los significados construidos por las mujeres en torno a sus prácticas culturales lograron hallar su sentido en el contexto de la modernización y los desafíos del espacio urbano.

1.2. Estudiar el espacio familiar a través de voces y vínculos, las experiencias simbólicas y la cultura popular

Así emerge la compleja y problemática relación entre las narraciones personales y la historia. En este sentido, las historias de vida son construcciones culturales. Son relatos de experiencias individuales producidas en el marco de una sociedad determinada, estructurada con valores propios de género, clase, (…)16

16 Kikumura, Akemi. Family life histories: a collaborative venture. (ed.). Perks, Robert. Thomson, Alistair. The oral History Reader. London. The Taylor & Francis Group. 1998. P. 142

Este libro muestra que cada historia es siempre una historia doméstica. La comprensión de la Reforma Agraria como un hito – o el gran hito – en la transformación política, económica y social de Chile en el siglo XX tiende a descansar en una apreciación del proceso completo, más allá de las coyunturas o de los individuos involucrados. Vemos la Reforma en un plano general que incluye las vicisitudes cotidianas, pero que en su extensión abierta nos obliga a estimarla con el peso de su totalidad. Esta perspectiva es diferente de aquella con la cual las personas que participaron de dicho proceso vivieron los cambios. Aunque lo mismo pueda decirse de todos los procesos históricos, no siempre los actores se reconocen a sí mismos como parte de un hecho y muchas veces se identifican como meros contemporáneos de un acontecimiento. La investigación de Francisca Correa es un primer plano de un hogar campesino del Valle del Aconcagua en la década de 1960. Son las vidas que transitan en ese espacio doméstico las que se ven removidas por el proceso general y sus protagonistas admiten el impacto de la marcha epocal en las circunstancias cotidianas. El hogar no es una cámara que aísla la vida de sus integrantes refugiándolos del espacio público. Por el contrario, es el escenario mismo de la metamorfosis. En este libro seguimos de cerca el vaivén del hogar Roco Cruz como un fenómeno privado, pero también como un efecto indistinguible de la transfiguración del Chile rural de mediados de siglo.

Las integrantes de la familia abandonan el campo para trasladarse a Valparaíso, llevando consigo el paisaje de Llay–Llay. La experiencia de la migración hace de las hermanas Roco artífices de un paisaje mixto en el que ellas habitan como protagonistas a la vez que espectadoras de un espacio ajeno. Francisca Correa examina la pervivencia y transformación de prácticas culturales en un lugar que no es campo, ni es ciudad, sino ambos. A través de entrevistas y la recopilación de objetos asociados a los usos descritos en los relatos, la autora estudia el rol de las mujeres en la preservación de creencias, ritos religiosos y procedimientos curativos tanto en su ámbito de origen como en el espacio urbano. Según plantea, a pesar de que el traslado de dichas mujeres hacia la ciudad les permitió acceder a nuevos empleos y a la posibilidad de un sueldo propio, el nuevo escenario no las eximió de aquellas labores que habían desarrollado en las haciendas. Los relatos confluyen en el reconocimiento de la violencia y la precariedad laboral como experiencias recurrentes. Como muestra Francisca Correa, las creencias y los usos rurales funcionan en el ámbito urbano como mecanismos de defensa y protección, convirtiéndose en herramientas de subsistencia.

Esta investigación utiliza la historia oral como principal recurso metodológico para acceder a las vidas del pasado desde el presente. La autora se vale de los recuerdos de las protagonistas para buscar reconstruir las prácticas aquí estudiadas. Puesto que el objetivo de la investigación es identificar las creencias y costumbres que dichas mujeres consideraban como relevantes y propias hace cincuenta años, el relato oral es una de las escasas vías de acceso a prácticas privadas que no dejaron registros escritos. Siguiendo los planteamientos de Akemi Kikumura, Francisca Correa subraya el valor de la experiencia subjetiva como una mirada que permite acceder a las categorías de valor otorgadas a los recuerdos por los propios sujetos de estudio. A propósito del trabajo de Kikumura, la autora enfatiza cómo el vínculo familiar entre historiadora y entrevistadas no es un obstáculo, sino que permite descifrar información que para un investigador extraño al círculo íntimo resultaría incomprensible. La memoria, con sus omisiones y amplificaciones, es evidencia de

Una historia cultural de la mujer del campo chileno en el siglo XX

la forma en que los seres humanos construimos el propio relato de nuestras vidas y lo situamos en relación con las vidas de otros.

El libro incluye también registros fotográficos de objetos, lugares y documentos conservados por la familia. Entre estos, el cuaderno de “Didáctica” entregado por una de las profesoras de infancia a una de las hermanas Roco constituye una fuente notable de las formas de enseñanza, del rol de las maestras en la formación de las niñas en el campo, así como de los valores que dicha enseñanza pretendía asentar. La descripción de rituales, la elaboración de ramilletes de hierbas con fines curativos y las caracterizaciones de lugares percibidos como peligrosos, son presentados al lector a través de imágenes y palabras. Esto no solo tiene un rol explicativo, sino que permite que las propias protagonistas recreen los usos que intentan exponer a la entrevistadora: repiten en voz alta los rezos, recolectan plantas, atan con cuidado pequeños tallos, visitan los sitios de las historias familiares. Este ejercicio da un ritmo singular al libro, pues el velo que separa el presente del pasado se vuelve transparente de tanto en tanto. La investigación abandona la pretensión de quietud de una historia fija para adentrarse en el amasijo palpitante de una historia en movimiento. El trabajo exhaustivo, complejo y experimental de Francisca Correa invita a discutir sobre la importancia de los relatos en la fabricación de otro relato o, dicho de otra manera, de las historias en la historia.

Virginia Iommi Echeverría

Instituto de Historia – PUCV

Este libro fue compuesto con la familia tipográfica Univers 10 puntos. Impreso en papel bond ahuesado de 80 grs. Pertenece a la Colección Historia

Fue maquetado en la ciudad de Valparaíso y confiado a imprenta Gràfhika Impresores, durante octubre de 2025.

Abriendo caminos. Una historia cultural de la mujer en el campo chileno en el siglo XX recoge la memoria, la vida y la palabra de las mujeres que han sostenido, con su trabajo y sus creencias, la trama profunda de la cultura rural chilena. A través de la historia oral, los oficios, la educación y la religiosidad, el libro reconstruye un universo donde lo doméstico, lo agrícola y lo espiritual se entrelazan como hilos de una identidad colectiva.

A través del caso de una familia, la autora muestra cómo la vida cotidiana fue afectada por los grandes procesos históricos, revelando que, como lo señala Virginia Iommi en el Epílogo del libro: “el hogar no es una cámara que aísla la vida de sus integrantes... es el escenario mismo de la metamorfosis”. La obra combina investigación histórica y sensibilidad etnográfica, dando voz a quienes vivieron los cambios estructurales desde la experiencia de lo común, lo afectivo y lo femenino.

El desplazamiento de las mujeres del campo a la ciudad se convierte en una metáfora del tránsito entre mundos: la persistencia de creencias, ritos y saberes rurales en el entorno urbano evidencia la fuerza cultural de las mujeres como portadoras de memoria.

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