1.
L OBOS
DE
M AR
—¡Necesitamos un día de playa! — dijo el señor Jolley-Rogers. No sabía muy bien por qué lo había dicho. Lo dijo sin más. Pensaba alquitranar la vigota, pero de pronto sintió una extraña urgencia por construir un barco de arena. —Estaba pensando lo mismo —dijo la señora Jolley-Rogers, que, momentos antes, le había dicho a Preciosa que no hacía suficiente sol para pasar un día en la playa. —¡FAB ULOSO! —dijo Preciosa, que
11