Toda investigación hunde sus raíces en un pensamiento colectivo. En este sentido mis deudas con historiadores y sociólogos es enorme.
Creo que la principal innovación del libro está en mostrar que la idea de humanidad, y con ella la de la naturaleza natural, surgió como una estrella danzarina del descubrimiento del Nuevo Mundo, una categoría que suponía que el papa y el emperador dejaban de ser los dueños del universo. El sistema de pensamiento por el que se regía el mundo medieval se venía definitivamente abajo, precisamente en tiempos del emperador Carlos V. La apropiación de nuestro propio destino en tanto que seres humanos, frente a los poderes exorbitantes de los poderosos, continúa siendo hoy, como ayer, el eje de la hoja de ruta de los movimientos democráticos que aspiran a ser modernos. (Entrevista realizada al autor con motivo de la publicación en nov 2014)