Encontrar lo que se necesita es posiblemente la competencia más importante en el siglo que iniciamos. Cuando el principal bien de consumo es la información elaborada, es decir el conocimiento, encontrar aquello que mejor se ajusta a lo que se necesita, se trate de un billete de avión, el precio de un helado, el artículo más reciente de un autor de culto o un compañero para toda la vida, puede marcar la diferencia entre ser o no ser un ciudadano o un profesional adaptado a las exigencias del mundo actual.