La educación fue una de las esferas de trabajo e inquietud inte¬lectual más aguda durante la Revolución Soviética. Con gran rapidez se presentan múltiples pro¬puestas que se convierten en experiencias, se acierta y se falla y se vuelve a acertar en una búsqueda constante de carácter masivo. La revolución, desde el materialismo dialéctico e histórico, bus¬caba su propia comprensión del proceso educativo y daba a luz un modelo pedagógico completamente distinto a los precedentes. Los educadores, hombres y mujeres comprometidos, procuraban definir y demostrar su mejor aporte a esa revolución, que era la suya. Una nueva teoría psicológica irá sirviendo de sustento a esta nueva realidad educativa.
Sin esos cambios habría sido imposible que, en medio de di¬ficultades extremas, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) hubiese llegado a convertirse en pocos años en la segunda potencia mundial.