El termómetro clínico y el termómetro de laboratorio
El termómetro que se utiliza en nuestras casas y en los hospitales para medir la temperatura corporal se denomina termómetro clínico. En los laboratorios, también se utilizan termómetros para medir la temperatura de materiales líquidos, gaseosos y sólidos. Por eso, este tipo de termómetros recibe el nombre de termómetros de laboratorio. Aunque los termómetros clínicos y los termómetros de laboratorio tienen muchas similitudes, también presentan importantes diferencias. • El termómetro clínico tiene un estrechamiento en el capilar, cerca del bulbo. Este estrechamiento es el que hace que se pueda leer la temperatura registrada sin que el termómetro y el cuerpo estén en contacto. Por eso, cada vez que se tiene que utilizar un termómetro clínico, es necesario sacudirlo para hacer que el líquido que se ha dilatado baje por el tubo. El termómetro de laboratorio, en cambio, no tiene estrechamiento antes del bulbo; por este motivo, una vez que es retirado del material cuya temperatura midió, marca la temperatura ambiente. • El valor normal de la temperatura corporal de las personas es de unos 36,8 °C, pero esta puede variar, cuando se está enfermo, hasta alrededor de dos grados menos o cinco grados más. Por eso, los termómetros clínicos tienen una escala reducida que comienza en 34 °C y finaliza en 42 °C. En cambio, la escala de los termómetros de laboratorio es más amplia. En general, los termómetros de laboratorio permiten registrar temperaturas inferiores a los 0 °C y superiores a los 100 °C. capilar líquido
escala de temperatura
Actualmente, existen termómetros digitales. Estos termómetros, a diferencia de los termómetros de mercurio o alcohol, no utilizan la dilatación de un material para funcionar.
Los termómetros de laboratorio permiten medir temperaturas más bajas que los termómetros clínicos. Además, solo registran la temperatura de un material mientras permanece en contacto con este.
ausencia de estrechamiento del capilar
Actividades 1. Consigan un termómetro clínico y un termómetro de laboratorio como los que se muestran en estas páginas y realicen la siguiente experiencia, para observar su funcionamiento. • Agiten el termómetro clínico hasta que marque no más de 35 ºC. Luego, colóquenlo en una de sus axilas, presionen el brazo hacia el pecho y esperen cinco minutos. • Saquen el termómetro y observen la temperatura marcada. Registren el dato. Esperen treinta segundos y vuelvan a observar la temperatura registrada.
• Repitan los mismos pasos utilizando un termómetro de laboratorio. • En la carpeta, respondan estas preguntas. −−¿Qué temperatura marcó el termómetro clínico? −−¿Y el termómetro de laboratorio? −−¿En qué termómetro es más sencillo leer la temperatura? −−¿Cuál de los dos termómetros les parece que es más confiable para medir la temperatura corporal? ¿Por qué?
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