El 24 de septiembre de 1812, Belgrano envió una vanguardia al mando de Cornelio Zelaya y el 30 de septiembre hubo un segundo enfrentamiento sobre el río de las Piedras. Las fuerzas patrióticas volvieron a obtener la victoria. El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano y del coronel Eustaquio Díaz Vélez, derrotaron finalmente a las tropas de los realistas (que apoyaban al rey de España), que los doblaban en número. Por este hecho, Belgrano le otorgó su bastión de mando y el título de Generala a la Virgen de la Merced. Desde ese momento, la ciudad de San Miguel de Tucumán pasa a ser la capital de nuestra provincia, que mantiene el antiguo nombre de Tucumán. En 1816 y hasta la mitad de siglo XIX, la ciudad de San Miguel de Tucumán creció fuertemente. Comenzó a expandirse y se vio rodeada de quintas. Se comenzó a desarrollar la agricultura con el cultivo de legumbres, hortalizas, maíz, algodón, tabaco y caña de azúcar. Estos cultivos eran exportados a otras provincias. Y se instalaron los primeros ingenios.
"Batalla de Tucumán" por Rafael Villar.
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