En diálogo En esta sección van a encontrar información para relacionar ambas lecturas.
Calila e Dimna, antigua compilación de relatos ejemplares de la India, que se difundió con mucha fortuna en la versión árabe.
REFLEXIÓN SOBRE EL LENGUAJE El castellano antiguo El conde Lucanor fue escrito entre 1330 y 1335, cuando el castellano era muy diferente del que se habla en la actualidad. • Observen el título y algunas líneas del apólogo que leyeron y compárenlos con el ejemplo expuesto en esta plaqueta. ¿Se animan a explicar algunas de las diferencias ortográficas entre las dos versiones? ¿Qué pasa con la h y con la j? De lo que contesçió a un rey con un omne quel’ dixo quel’ faría alquimia Un día fablava el conde Lucanor con Patronio, su consejero, en esta manera [...].
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Otros géneros didácticos Las fábulas no son los únicos relatos que han servido para transmitir hábitos y costumbres consideradas convenientes para la organización de los grupos humanos. Otros géneros didácticos comparten el mismo fin moralizante, pero se distinguen en mayor o menor grado por sus personajes, su estilo, su ámbito de circulación y sus destinatarios. El Panchatantra, del siglo iii a. C., por ejemplo, presenta en sus cinco libros, escritos en sánscrito, un apólogo principal en el que se van intercalando fábulas u otros apólogos. Con esta obra se conecta Calila e Dimna, que es anterior y fue traducida al castellano en el siglo xiii por orden del futuro rey Alfonso x. El título alude al nombre de dos lobos de la corte del león que refieren varios de los cuentos ejemplares. Las historias de Panchatantra y Calila e Dimna, como también las de don Juan Manuel, tienen como propósito educar a los príncipes; sin embargo, tal como están contadas pueden ser de provecho para un público general.
Principales rasgos de cada género didáctico Además de las fábulas, también se incluyen en la literatura didáctica los apólogos, los ejemplos, las consejas y las parábolas. • Apólogos: son textos muy similares a las fábulas. Al igual que estas, tienen una intención didáctica y moralizante. Su mayor diferencia reside en que los apólogos están protagonizados por seres humanos en lugar de por animales. Además, son más extensos que las fábulas y se escriben únicamente en prosa. Se cree que el origen de los apólogos es oriental y que se extendieron por occidente durante la Edad Media. • Ejemplos: (del latín exemplum o exempla; en castellano antiguo ensiemplo o enxienplo), suelen incluirse en textos más extensos, como los sermones, es decir, los discursos cristianos que predican los sacerdotes ante sus fieles, para poner en evidencia las consecuencias de malas o buenas decisiones. En la Edad Media se los recopiló en ejemplarios, e incluso se los ordenó alfabéticamente, con el propósito de que el predicador buscara el tema que quería tratar en su sermón (la caridad, la avaricia, etcétera) y encontrara allí un ejemplo probado para ilustrar su mensaje. • Consejas o cuentos cautelares: se diferencian del resto de la literatura didáctica porque encierran una advertencia: al comenzar el cuento se enuncia una prohibición, pero el protagonista la desafía y recibe un castigo. Tal es el caso de Caperucita Roja. • Parábolas: son relatos cortos asociados a la enseñanza espiritual, y muchas de ellas se usan en el catecismo, es decir, en el libro de instrucción elemental que contiene la doctrina cristiana. Presentan un hecho sencillo que sugiere una comparación con un conflicto espiritual o moral. Sus mensajes suelen ser: “igual que sucede en este caso, sucede en este otro”. Así, por ejemplo, ocurre en las parábolas de Jesús, como la del sembrador o la del pastor y las ovejas.