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POMASQUINDE

Por: Jacqueline Granda @jacquiegranda

@ecuadorpormislentes

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Rolando Luna en su niñez escuchó a su Padre por más de una ocasión: "Cuida el Wayqu cuida el Wayqu y él no lo entendía"; han pasado más de 30 años desde que sembraron árboles de aguacate, capulí, taxo y granadilla, además de plantas medicinales como el matico, el tilo, entre otras, y hoy después de 7 años de arduo trabajo el sueño de su Padre, tiene un nombre:

Pomasquinde

Pomasquinde es un espacio natural, que abrió sus alas o mejor dicho sus puertas al público como un espacio natural que sorprende por su frondosidad cercanía y accesibilidad pues se encuentra en la zona urbana del norte de Quito, exactamente en Pomasqui

Este proyecto independiente y autogestionado ha logrado la limpieza del 90% de la quebrada Wayququinde de San José, considerada anteriormente como un basural y hoy recuperada es el hábitat de más de 25 especies de aves que en la cotidianidad no sería muy fácil de avistar como el Huiracchuro, el Colibrí gigante, la Tangara Azuleja el Pinzón Sabanero Azafranado o uno de mis quindes favoritos, el de la foto: el Quinde herrero

Rolando honra la memoria de su Padre y de su sueño el cual lo vive en cada una de las experiencias ofrecidas para sus visitantes y también en las palabras del poema que ha escrito con un profundo mensaje de conciencia ambiental y de valoración hacia nuestros seres queridos y su legado

Esta es una visita recomendada para los exploradores de su propia tierra, a solo treinta minutos de Quito este lugar nos ofrece una caminata guiada un almuerzo con el plato tradicional "La Tonga" un batido de taxo para refrescarnos y por supuesto la posibilidad de conectarnos con la naturaleza y dejar a un lado la rutina mientras apoyamos lo nuestro

Dirección: Calle Simón Bolívar Oe2-65 y Av Manuel Córdoba (No confundir con la Av Simón Bolívar) Contamos con parqueadero

Horarios: todos los días de 8:00 a 16:00 Reservas institucionales o talleres, comunicarse al número: 0986260257

Costodeentrada: $300 adultos $150 tarifa diferenciada para niños tercera edad y capacidades especiales

El Wayqu

Cuida el wayqu cuida el wayqu, mi padre me decía, y yo, yo no entendía, y yo en verdad no lo entendía, pasaron los años mi padre y el wayqu se morían, se borraba la memoria, aparecía la quebrada, y el wayqu se extinguía, ¿Qué paso con la uvilla y la granadilla? El taxo se acabó, sin una flor la abeja se aleja llevándolo al picaflor. ¡Esto es duro! hay congojo en el petirrojo y el huiracchuro. Desidia, ¡maldita desidia! Lo convertiste en un basural y la tormenta anuncia un desastre que no es natural.

Cuida el wayqu, ¡Cuida el wayqu carajo! mi padre me decía, y yo, yo ya entendía, y yo muy tarde lo entendía. Solo queda la arboleda, de nogales y aguacates, donde el mirlo y el gorrión, aún resisten al gran Orión. ¡No los mates cazador! ¡No los mates gran Orión! Ellos son como tú, si tú aprendiste a caminar sobre las turbulentas aguas del mar, ellos a volar sobre el sofocante asfalto de la ciudad. Mejor que tú luminiscencia alumbre tanta irreverencia y que tu reloj celestial anuncie la hora de un ser racional.

¡Taita, taita! El wayqu ya sanó, escucha, escucha el melifluo trinar de los guardianes del ave fénix.

¡Taita, taita! En el wayqu encontré hierba buena y hierba mora, y con eso le curé a tu amada Rosa Olivia que te adora. Ahora, ahora el wayqu es fuente de paz, amor y salud para tu cuerpo y mente. Limpia el wayqu, protege el wayqu, cuida el wayqu, mi padre me decía. "Tayta, el Wayqu, ya sanó"

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