Perseverance No supe de qué día
Era esa noche
Vértigo fue lo que sentí
Entonces para averiguarlo
Encendí otra vez
La lámpara de la biblioteca Me equivoqué
Encontré entre los tratados
Paquetes de respuestas
Encriptadas en teoremas
Pero no de los que explican
Mis astros sin banderas
Ni mis amaneceres
Me desanimé

Entonces me fui a la plaza
Y encaré a mis brujas
Sabias y calumniadas
Y apartando sus bolsas de cosas
Me senté junto a una de ellas
En un banco ajado por los años Me entusiasmé
Esparció la susodicha
Que era bella como la plata
Unas cartas de mentira
En las baldosas agrietadas
Y vaticinó a mi curiosidad
Riesgos de la mente
Ciega de arrogancia Aluciné

Que esa noche se tramaba
Con todos y el mismo día
Y que creer en la eficacia
De cuantificar el universo
Sólo sirve para engañar
Al que cree haber pisado
El éter
Me di a las preguntas
Y si hubiera otras formas
De afrontar el vértigo
Que no las mismas
Con las que se hacen guerras
Y si todo consistiera en todo caso
En un juego de dados
Como aventuró el poeta
Me apiadé

Me desperté el día
Sin saber el orden que le correspondía
No obstó para hacerme el café
Acicalarme y salir
Y ese día sembrar y cuidar
Y dejar que el vecino
Pesara su propio arroz Prometí perseverar

De miradas asesinas
Y entonces me encontré
Con ella en los estertores
De la jornada
Que no acababa aún
De sellar su final
En unas cuantas notas
Ya estábamos una
Frente a la otra
Callando, observando
Fuego de la vida todo ahí
Mientras acordes propiciaban
La atmósfera de coreográficas
Melodías y en un contrapunto
Exquisito fuimos al fin
Pergeñando bodas insólitas
La celebración se desarrolló
Hasta el amanecer
Cuando la despedida fue De ojos, de llantos y de risas
Y de latidos metálicos
¿Nos despedimos?
¿Dejé que la poesía se quedara con su energía?
¿O me apoderé del tesoro
con mis colmillos acerados?
¿Creí haber deglutido el fuego
De las pobres palabras,
Yo, creyendo ser un viento
Empeñado como perro
En arrasar con uñas y dientes?
¿Fui tan estúpida
En creerme que mi mísero
Viaje incógnito fuera a arrasar
Con la injusticia, la violencia,
Con el sufrimiento?
Vos seguías allí
Y yo hecha jirones
Me volqué al azar
De tus palabas
Porque sí, ¡porqué otra razón!
Supo ella de mí que
Allí seguía aún
Ya que su piel empapada
En lágrimas concordaba
Con la única evidencia
De mis ojos ardiendo
Libres de ataduras
Del punto cero
Y de la hoja en blanco
Nos mentimos de verdad
Cada una con sus estrategias
Pero en medio del intercambio
Un basilisco se interpuso
De él ambas nos protegimos
Ella, bañando versos con oro
Yo, sólo cerrando los ojos
Nuestras diferencias
Quedaron a las claras
En ese mísero segundo
Cuando cada cual es
Quien puede frente al peligro
Cuando volví del estupor
De la pesadilla de mi mirada
Percibí que sólo me restaba
Elegir entre dos opciones
De las allí y entonces dadas
Entre la ruta del brillo del metal
Sin huellas ni garantías y el camino fácil
Del signo del signo
Elegí rápidamente lo primero
No lo dudé y entonces
Intempestivamente el animal
Quedó atrás en la memoria
Cósmica poética presto a aparecerse
Cada vez que el ego ataca
| Cristina Póstleman (K.P.)
Nace en San Juan y allí pasa gran parte de su vida. En los noventa se acerca a la filosofía, pero luego se abrirá al comentario sobre cine, a la poesía y a la performance. Hoy investiga y enseña en la universidad.
Algunos de sus trabajos se las puede encontrar en:
FBK: institutodeexpresionvisual/
WEB: academia.edu/CristinaPóstleman.
| Gavis Robledo
Nacido en San Juan, hace tiempo ya. Es dibujante, estilista y diseñador de instalaciones, intervenciones y performances. Cursó estudios de grado en el Departamento de Artes Visuales de la FFHA – UNSJ. Participó en numerosas exposiciones colectivas y realizó otras individuales dentro y fuera de la provincia. Para ver algo de su obra puede visitarse:
FBK: /gavis.robledo.73