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Vivir más y mejor

Los avances médicos, el mayor cuidado en la alimentación y el aumento en los recursos que dedican a los perros y gatos sus tutores, están provocando un paulatino incremento en la esperanza de vida de estos animales. Lo que hace décadas era una excepción, ahora se ha convertido en la edad media de muchas mascotas que disfrutan de más años con mejor salud.

Según estudios de clínicas veterinarias, en las últimas cuatro décadas la edad media de los perros se ha duplicado, mientras que los felinos domésticos consiguen llegar al doble de años que sus congéneres callejeros. “Hace unos días hemos atendido a un perro de raza grande con 16 años. Hace no tanto tiempo, esto era algo impensable”, destaca Alberto Cimarro, responsable del centro Etorbide. “Gracias a los diagnósticos y a los tratamientos que tenemos en la actualidad a nuestro alcance, la esperanza de vida se ha alargado muchísimo”.

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Esta situación conlleva la aparición de enfermedades y dolencias que antes tampoco se veían tanto, como “demencia senil, artrosis, afecciones cardiacas, tumores... problemas ligados a una edad avanzada”, enumera.

Eva Gorostola, de la clínica veterinaria Gure Kide, también es testigo habitual de esta situación. “Cuando empecé a trabajar, un perro de 10 años era considerado mayor y era raro que llegaran a 14, cuando ahora es lo más normal”, señala. De hecho, uno de sus pacientes es un can de 18 años “que ahí está con sus achaques. Pero, gracias al apoyo de su acompañante, sigue adelante con su tratamiento del corazón, sus pastillas del riñón y su medicación para la tensión. Lo importante es que el animal esté bien y siga disfrutando de su vida de jubilado”, describe.

Otra de las piezas fundamentales para asegurar esa vejez saludable es la alimentación, un ámbito en donde “constantemente, los fabricantes están formulando mejor sus dietas, que poseen un mayor índice cárnico para favorecer a los perros y gatos”, explica Gorka Llano, de Todo Piensos. “Ahora se puede encontrar comida de mucha más calidad, adaptada a las distintas edades de animal. Y en el caso de los seniors, la evolución de la oferta es espectacular, con piensos de movilidad con antiinflamatorios naturales o productos con CBD (el extracto que contiene la marihuana) para poder beneficiarse de sus funciones analgésicas”, detalla.

Descenso de actividad.

Menor reacción a los sonidos y estímulos.

Aumento de ladridos, maullidos, aullidos o gemidos.

Muestra de estados de confusión o desorientación.

Falta de interés para relacionarse con personas.

Más muestras de irritabilidad, agresividad y comportamiento de protección.

Ansiedad.

Realización de actos repetitivos.

Alteración de los ciclos del sueño.

Problemas dentales y pérdida de piezas.

Modificación de los hábitos urinarios e intestinales.

Aumento de la dependencia hacia sus acompañantes.

Tendencia a padecer obesidad o falta de apetito.

Aparición de tumores.

Cambio de color en los ojos.

Cambios de color o pérdida de calidad en el pelaje.

Piel agrietada o ajada.

Cuidados en el hogar

Pero para conseguir una existencia larga y de calidad, son imprescindibles los cuidados que sólo pueden proporcionar los acompañantes del animal. Así, sus tutores deben mantener unas mínimas sesiones de juegos para revitalizarles mentalmente y unas pequeñas rutinas de ejercicio físico para aumentar su vitalidad.

También es aconsejable adaptar los espacios por los que se mueven, liberándolos de obstáculos o alturas y facilitando los accesos a sus lugares favoritos de la casa. Una cama adaptada, más baja y cómoda, también les ayudará a disfrutar de un buen descanso en caso de sufrir artrosis. Las visitas periódicas a la clínica veterinaria permitirán la detección de problemas mayores, que podrán ser afrontados de la mejor forma si se toman las medidas correctas a tiempo. Aunque la mejor medicina seguirá siendo el cariño que reciban como un miembro más de la familia.