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N a r c i s o
Z a m o r a
de gente que no había donde pararse, y muchos se pararon alrededor de las puertas y ventanas y así se reconciliaron al Señor y seis aceptaron a Jesús como su Salvador personal. El Hermano Samuel pidió oraciones, literatura, Biblias y folletos. La esposa del Hermano Samuel era una mujer dedicada al servicio del Señor, fue un tiempo hermoso platicar con ella y con el Hermano Samuel. La Iglesia de Dios en Cuba tiene cinco congregaciones y algunas casas cultos, es posible que dentro de muy poco tiempo la Iglesia de Dios crezca enormemente, y que cada estudiante del Instituto Bíblico inicie una nueva obra. La iglesia ayuda con $1.20 para la comida del mes y los estudiantes caminan todo el día evangelizando y ganando almas para Jesús (los días libres que no estudian). A raíz de la revolución, la Iglesia de Dios perdió cinco congregaciones en Maquila, Santa Bárbara, Camaguey, Cascorro y Matanzas con sus respectivos predicadores. Si Fidel ha oprimido al pueblo, Jesús es el libertador. Fidel dice revolución y muerte, pero Jesús dice, “Yo soy la vida, el que cree en mi no morirá....” Con este viaje aprendí a amar más la obra del Señor, con dinero o sin dinero la obra crece y se puede hacer cosas grandes para el Reino de Dios. Pido oraciones por la Iglesia en Cuba y sus pastores (este testimonio es del año 1992, cuando salga este libro los relatos de las cosas habrán cambiado).