Nuestras opciones metodológicas 1. Una metodología diferenciada para cada etapa pero siempre basada en la pedagogía divina Un principio que se debe tener presente a lo largo del itinerario es la gradualidad en la respuesta que el adolescente dará a la propuesta de Dios. No podemos pretender que en pocas sesiones dé respuestas comprometidas, sino que tenemos que introducirlo poco a poco en la propuesta de Jesucristo hasta ponerlo en la posición de una opción de fe. Los temas están diseñados en esta lógica, pero es importante que el temista tenga presente este principio para que no exija respuestas que bloqueen la disposición del muchacho. El título de “itinerario” que hemos elegido responde precisamente a la lógica de acompañar procesos que respeten la gradualidad de la respuesta en el compromiso. De fondo tenemos siempre la metodología de experiencia, propuesta y respuesta, pero de acuerdo a cada etapa proponemos títulos diferentes con el fin de que tengamos presente el grado de exigencia que debe haber en la respuesta. En el PREKERIGMA manejamos:
- Experiencia - Reflexión - Propuesta
No hay ninguna exigencia de respuesta pero sí una invitación a reflexionar. En los bloques 1,2,3 y 4 del KERIGMA manejamos:
- Experimenta - Escucha - Comparte - Expresa. Entendido como externar lo que piensa acerca de lo que ha escuchado. - Vive. Como una invitación a probarlo.
En el bloque 5 del KERIGMA manejamos: - Experimenta - Propuesta - Interrógate - Respuesta (Oración) El término indica que se pide al muchacho tomar una posición en serio, de frente a las propuestas que se le hacen.
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