

LOS CRISTALES DEL ABISMO
SALINAS DE GUARANDA
Comité Editorial
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Curaduría
Richard Sarzosa Soto
Universidad Técnica de Ambato
Facultad de Diseño y Arquitectura
Carrera de Arquitectura
Séptimo Semestre
Sociología del Espacio I Enero, 2024

LOS CRISTALES DEL ABISMO
SALINAS DE GUARANDA
Los Cristales del Abismo
El legado vivo de Salinas de Guaranda
En el año 2124, la pequeña ciudad de Salinas de Guaranda, Ecuador, se había vuelto el centro de todas las miradas. Las minas de sal, que habían sido el sustento de la gente por generaciones, ahora guardaban un secreto mucho más valioso: oro. Pero lo que pocos sabían era que este descubrimiento y como iba afectar de gran manera a las clases sociales. Todo comenzó cuando los mineros encontraron, junto al oro, unos cristales extraños que emitían una leve luz azul. Los científicos enviados por el gobierno aseguraron que era un nuevo mineral con propiedades electromagnéticas nunca antes vistas. Pronto, estos cristales demostraron ser una fuente de energía casi ilimitada. Fue entonces cuando Salinas se convirtió en el epicentro de una revolución tecnológica. El hallazgo atrajo a corporaciones tecnológicas de todo el mundo donde se harían dueñas del mayor porcentaje del capital construyendo así ciudades flotantes sobre los Andes, construidas por las élites que buscaban aprovechar el poder de los cristales mientras tanto las comunidades rurales contrastaban fuertemente generando así una gran desigualdad social.

Para los habitantes de Salinas, el oro y los cristales solo trajeron más desigualdad. Las minas quedaron en manos de un grupo pequeño de empresarios que se hacían llamar "El Círculo Dorado". Este grupo controlaba no solo la extracción del mineral, sino también la tecnología derivada de los cristales, lo que los convirtió en una de las fuerzas más poderosas del planeta. Entre tanto caos, un joven ingeniero llamado Matías Quispe, nacido en Salinas, decidió rebelarse y luchar por su pueblo. Matías estudió en un laboratorio orbital gracias a una beca, pero regresó a su pueblo tras descubrir los oscuros experimentos del Círculo Dorado. Habían encontrado la forma de usar los cristales no solo para generar también para manipular el tiempo y espacio eliminando así cada una de las tradiciones y costumbres de Salinas. Matías comenzó a trabajar en secreto con un grupo de campesinos, mineros y científicos que eran oriundos de Salinas y querían salvar a toda costa a su pueblo. Usaron pequeños fragmentos de los cristales para construir una tecnología que contrarrestara el dominio del Círculo Dorado. Entre sus creaciones destacaba un dispositivo llamado el "Ecosincronizador", capaz de regenerar la tierra contaminada y purificar el agua.

Mientras tanto, las ciudades flotantes sufrían extraños colapsos. Los cristales, mal utilizados, comenzaban a inestabilizarse, generando grietas en el tejido del espacio-tiempo. Algunas personas hablaban de visiones: sombras doradas y ecos, que advertían sobre una catástrofe inminente. Los ancianos del pueblo no tardaron en conectar estas señales con la maldición del Dorado.
Una grieta espacio-temporal cerca de las minas, causada por el uso excesivo de cristales, desató el caos al absorber maquinaria, cultivos y personas.
Declarada "inhabitable" por los científicos, provocó el éxodo de las élites.
Matías y su equipo descubrieron que la grieta era un intento de la tierra por sanar sus heridas.
Fue entonces cuando Matías ideó un plan audaz en donde con garra y valentía usarían el Ecosincronizador no solo para estabilizar los cristales, sino también para revertir el daño en el tejido espacio-temporal. Sin embargo, sabían que la activación del dispositivo liberaría toda la energía contenida en los cristales, dejándolos inservibles para siempre. Este sacrificio sería el precio por devolver el equilibrio a la región.




La noche de la activación, todo el pueblo se reunió cerca de las minas. Las estrellas parecían más brillantes, como si el universo mismo estuviera observando. Matías, junto a su equipo, encendió el Ecosincronizador. El dispositivo comenzó a emitir un zumbido profundo, y de pronto, un rayo de luz azul se elevó hacia el cielo, conectando la tierra con las estrellas. Durante unos minutos, el tiempo pareció detenerse. Algunos testigos afirmaron haber visto figuras ancestrales caminando entre ellos, como si la memoria de la tierra se manifestara en ese momento.
Cuando el proceso terminó, una onda de energía recorrió el valle. Las grietas desaparecieron, las tierras contaminadas volvieron a florecer y los ríos, antes secos, comenzaron a fluir con agua cristalina. Las ciudades flotantes, ahora desprovistas de energía, descendieron suavemente al suelo, convirtiéndose en estructuras abandonadas que pronto fueron reclamadas por la naturaleza.

Con el tiempo, Salinas se transformó en un ejemplo de armonía entre tecnología y medio ambiente. Las ruinas de las ciudades flotantes fueron convertidas en jardines colgantes y centros de aprendizaje, donde se enseñaban las lecciones del pasado. Las cooperativas locales, lideradas por campesinos y científicos, crearon nuevas tecnologías sostenibles basadas en energías renovables, respetando siempre el equilibrio con la tierra.
Matías, aunque envejecido, continuó trabajando como mentor de las nuevas generaciones contando a los más pequeños cada una de sus experiencias y así llenándolos de valor, cultura y amor a su pueblo y encargándoles su legado. Las tierras de Salinas habían desarrollado una especie de "memoria biológica". Los cultivos crecían más rápido, las semillas parecían adaptarse al clima con una eficiencia nunca antes vista, y los animales mostraban comportamientos más inteligentes. Salinas de Guaranda se convirtió en un centro de investigación y armonía con la naturaleza, donde se transformaron antiguas leyendas en relatos de esperanza. En una ceremonia anual, su gente se reúne bajo las estrellas para recordar cómo superaron la adversidad y dejaron un legado para futuras generaciones.


