HACIA OTRO PARADIGMA DE ECONOMÍA POLÍTICA DEL CAFÉ Y DESARROLLO HUMANO EN LA REGIÓN OCCIDENTAL DE HN

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DOCTORADO EN CIENCIAS DEL DESARROLLO HUMANO

TESIS DOCTORAL HACIA OTRO PARADIGMA DE ECONOMÍA POLÍTICA DEL CAFÉ Y DESARROLLO HUMANO EN LA REGIÓN OCCIDENTAL DE HONDURAS PRESENTADO POR JORGE HUMBERTO ORELLANA PEÑA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR EN CIENCIAS DEL DESARROLLO HUMANO

ASESORES DE TESIS Doctora Sally O'Neill Doctor Kevin Cruz

TEGUCIGALPA, M.D.C., HONDURAS, C.A., OCTUBRE DE 2018 Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS

AUTORIDADES UNIVERSITARIAS

RECTORÍA

Francisco José Herrera

VICE – RECTORÍA ACADÉMICA

Belinda Flores

SECRETARÍA GENERAL

Emma Virginia Rivera

DECANATURA DE CIENCIAS SOCIALES

Martha Lorena Suazo

DIRECTOR DE UNAH - CUROC

Pedro Antonio Quiel

DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Santiago J. Ruiz

COORDINACIÓN DEL DOCTORADO EN CIENCIAS DEL DESARROLLO HUMANO

Margarita Oseguera de Ochoa

ASESORES DE TESIS

Sally O’Neil Kevin Cruz

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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AGRADECIMIENTOS Una de las frases célebres que leía hace algunos años decía “soñar es importante, porque eso te mantiene despierto”. El sueño de estudiar un doctorado siempre estuvo presente en mi vida profesional. En esta Honduras con tanta desigualdad social, con tantas asimetrías sin nombre; en un país robado, mentido y castigado por la corrupción, para concluir un proceso como este se necesita contar con coraje, disciplina, valentía y esperanza. Cada etapa fue una experiencia que moldeó mi pensamiento; visibilizó las verdades invisibles y resaltó los ausentes que constituyen el presente. El doctorado posibilitó la construcción de pensamientos alternativos y la búsqueda de nuevos caminos para el bienestar de la sociedad. Por tal razón, quisiera dedicar mi agradecimiento a todos aquellos que hicieron posible la culminación de un sueño.

A Dios por sobre todas las cosas, quien nos permite crecer día a día, nos motiva para ser eternos estudiantes y hace que convirtamos ilusiones en realidades de bienestar humano.

A mi madre Berta Dilia Peña por siempre aconsejarme transitar por el camino correcto. Gracias por todas sus arduas faenas junto al horno y al fogón; junto al pan y las tortillas. Sus esfuerzos ahora los recogemos nosotros al crecer profesionalmente, pero los méritos son únicamente para ella. Gracias madre por todas sus oraciones de cada día, semana, mes y año. Eterna devota de la Virgen María.

A mi padre José Salomón Orellana (QDDG). Quien seguramente se regocija en el Cielo por cada uno de los logros de sus hijos. Don Salomón siempre tuvo su particular forma de hacernos comprender que el estudio abre miles de puertas. Sus enseñanzas se combinaban siempre entre la Escuela y el campo. Entre los libros y el azadón; entre palabras y jornales; entre café, maíz y frijoles. Sus enseñanzas fueron esas, precisamente, compartir el aprendizaje entre la vida en el campo y la vida junto a la ciencia.

A todos mis hijos; Jorge Humberto Orellana, Reyna Alejandrina Lara, Danniel Andrés Orellana y Fernanda Isabel Orellana. Porque en cada uno de ellos se puede encontrar el Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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reflejo de la inquietud, la curiosidad y la pregunta permanente. Mi eterno agradecimiento para Kenia Aracely Rivera, mi compañera de hogar y mi asesora personal.

Mi agradecimiento para los colegas del trabajo; al doctorando Jorge Evelio Miranda, al doctor Alfonso Carranza y a la master Magdalena Landaverry. De la misma forma, a los colegas de la Coordinación Regional de Investigación Científica del CUROC. Al grupo de estudiantes de la carrera de Comercio Internacional quienes, en algún momento, estuvieron conmigo en los procesos de investigación. A todos, muchas gracias.

Mi especial agradecimiento para la doctora Margarita Oseguera a quien le tengo admiración por llevar siempre en su corazón el doctorado. Por servirme de motivación, por buscar siempre alternativas ante las dificultades; por su bondad, su entrega; por su lucha contra las injusticias, por su deseo de contribuir con la educación que tanto necesita nuestro país. Por todas sus batallas, mil gracias. A todos los profesores del doctorado de quienes recibí los mejores consejos, así como a todo el equipo técnico y administrativo del doctorado quienes nos hacen sentir como una sola familia. A mis asesores de tesis doctoral: doctora Sally O’Neill, gracias por todos sus consejos durante el proceso de revisión. Al doctor Kevin Cruz por sus aportes metodológicos para la elaboración de este trabajo.

A los técnicos del Instituto Hondureño del Café, gracias por compartir sus experiencias durante el trabajo de campo. Gracias a todas las familias productoras del occidente de Honduras, con quienes sostuve conversaciones amenas, de quienes recibí consejos y escuché anécdotas, recomendaciones, sueños y esperanzas por una mejor caficultura. Gracias a todos ellos.

Gracias a todas las autoridades del Centro Regional Universitario de Occidente por toda su colaboración en los trámites administrativos que conlleva un plan de estudios como el doctorado. Gracias por todas sus buenas gestiones.

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EPÍGRAFE

Los pobres son muchos y por eso es imposible olvidarlos. Seguramente ven en los amaneceres múltiples edificios donde ellos quisieran habitar con sus hijos. Pueden llevar en hombros el féretro de una estrella. Pueden destruir el aire como aves furiosas, nublar el sol. Pero desconociendo sus tesoros entran y salen por espejos de sangre; caminan y mueren despacio. Por eso es imposible olvidarlos.

“Los Pobres”. Roberto Sosa, poeta hondureño, 1930 – 2011

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CONTENIDO

INTRODUCCIÓN .................................................................................................................... 1 EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN.................................................................................... 8 JUSTIFICACIÓN ................................................................................................................... 14 TESIS DE LA TESIS ............................................................................................................. 18 OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN ................................................................................. 19 Objetivo general ................................................................................................................. 19 Objetivos específicos ......................................................................................................... 19 EL OCCIDENTE DE HONDURAS: entre frustraciones, sueños y esperanzas ................. 21 1.

La importancia del estudio en el occidente de Honduras ............................................. 22

2.

Territorio y territorialidad en el occidente de Honduras ................................................ 24

3.

Economía y producción en el occidente de Honduras ................................................. 25

4.

El desarrollo y la pobreza en el occidente de Honduras .............................................. 30

5.

La búsqueda de alternativas al desarrollo y la prevención de la pobreza..................... 36

6.

La economía del café en el contexto del occidente de Honduras................................. 41

CAPÍTULO I .......................................................................................................................... 45 EL DESARROLLO HUMANO Y SU INFLUENCIA EN LA ECONOMÍA DEL CAFÉ ............. 45 1.1.

La emergencia de una idea: el progreso como génesis del desarrollo ...................... 46

1.2.

El progreso en las ideas de la antigua Grecia y Roma ............................................. 48

1.3.

El progreso en los antiguos cristianos y en la Ilustración .......................................... 49

1.4.

El expansionismo europeo y la emergencia del capitalismo ..................................... 51

1.5.

La deconstrucción cultural y la descolonización epistemológica ............................... 56

1.5.1.

Deconstruir la idea de desarrollo ........................................................................ 56

1.5.2.

La descolonización epistemológica del desarrollo .............................................. 61

1.6.

De las dicotomías a las monoculturas en la invención del desarrollo ........................ 65

1.7.

La teorización del desarrollo ..................................................................................... 69

1.7.1.

Teoría de la modernización (1945-1965)............................................................ 70

1.7.2.

La Teoría de la dependencia (1965-1980) ......................................................... 71

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1.7.3. 1.8.

Teoría posestructuralista del desarrollo: el surgimiento del posdesarrollo .......... 72

Los enfoques del desarrollo: cronología histórica ..................................................... 75

1.8.1.

Los enfoques clásicos del desarrollo: el ser humano y la naturaleza ................. 76

1.8.2.

Los enfoques neoclásicos: crecimiento económico entendido como desarrollo . 77

1.8.3.

Los enfoques del desarrollo del Banco Mundial ................................................. 79

1.8.4.

El enfoque de la satisfacción de las necesidades básicas ................................. 80

1.8.5.

El enfoque desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo ........ 82

1.8.6.

Los nuevos enfoques de alternativas al desarrollo ............................................. 85

1.9.

Las concepciones del desarrollo............................................................................... 88

1.9.1.

Las primeras definiciones de desarrollo del siglo XX ......................................... 90

1.9.2.

El surgimiento del binomio: desarrollado – subdesarrollado ............................... 91

1.9.3.

Del desarrollo económico al desarrollo social .................................................... 92

1.9.4.

Del desarrollo económico y social a las preocupaciones ambientales ................ 95

1.9.5.

Del desarrollo sostenible al desarrollo humano sostenible ................................. 97

1.10.

La influencia del modelo desarrollista en la caficultura nacional .......................... 102

CAPÍTULO II ....................................................................................................................... 108 LA ECONOMÍA POLÍTICA DEL CAFÉ EN HONDURAS ................................................... 108 2.1. Los orígenes históricos del café ................................................................................ 109 2.2. La llegada del café al continente americano .............................................................. 112 2.3. La llegada del café a Honduras ................................................................................. 113 2.4. Factores de la producción y comercialización tardía del café en Honduras ............... 114 2.5. Las hipótesis de la producción hondureña de café en laderas y montañas ............... 115 2.6. Otros argumentos de la expansión cafetalera en Honduras ...................................... 119 2.7. La llegada del café a la región occidental de Honduras ............................................. 123 2.8. La cadena de valor en la producción del café............................................................ 124 2.8.1. Tipos de cafetos para el proceso productivo....................................................... 124 2.8.2. El cultivo y la cosecha del café ........................................................................... 125 2.8.3. Recolección y clasificación del grano ................................................................. 126 2.8.4. El proceso de beneficiado .................................................................................. 128 2.8.5. El Proceso de Secado ........................................................................................ 129 2.8.6. El Proceso de Trillado, Tostado, Molido, Empacado y Comercializado............... 130 Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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2.9. Los procesos de certificación .................................................................................... 131 2.9.1. Sellos de certificación en la caficultura ................................................................... 133 2.9.1.1. Rainforest Alliance Certified............................................................................. 133 2.9.1.2. Sello UTZ Certified .......................................................................................... 134 2.9.1.3. Comercio Justo (Fairtrade) .............................................................................. 135 2.9.1.4. Orgánico Ecológico (USDA) ............................................................................ 136 2.9.1.5. JAS (Japanese Agricultural Standard) ............................................................. 136 2.9.1.6. Asociación 4C.................................................................................................. 136 2.9.1.7. Starbucks Coffee (C.A.F.E. Practices) ............................................................. 137 2.9.1.8. Bird Friendly Coffee (Amigables con los pájaros) ............................................ 137 2.9.1.9. Símbolo de Pequeños Productores (SPP) ....................................................... 138 2.9.1.10. BIO LATINA ................................................................................................... 138 2.10. Normas y procesos de certificación del café............................................................ 139 2.11. Institucionalidad y legislación en la economía política del café ................................ 139 2.11.1. Instituto Hondureño del Café ............................................................................ 140 2.11.2. Fondo Cafetero Nacional .................................................................................. 140 2.11.3. Consejo Nacional del Café ............................................................................... 141 2.11.4. Asociación Hondureña de Productores de Café ............................................... 142 2.11.5. Asociación Nacional de Caficultores de Honduras............................................ 142 2.11.6. Central de Cooperativas Cafetaleras de Honduras ........................................... 143 2.11.7. Unión de Cooperativas de Servicios Agropecuarios Limitada ........................... 143 2.11.8. Otras organizaciones gremiales ....................................................................... 143 2.12. Legislación y política pública cafetalera de Honduras ............................................. 144 2.13. La política cafetalera en Honduras .......................................................................... 149 2.14. Las estadísticas de la cadena productiva del café en el mundo .............................. 152 2.15. Las estadísticas del café en el contexto Centroamericano ...................................... 154 2.15.1. Análisis diferenciado por país de la actividad cafetalera centroamericana ........ 158 2.15.2. El reflejo de las estadísticas para Honduras ..................................................... 162 2.16. Las estadísticas de la cadena productiva del café en Honduras ............................. 164

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CAPÍTULO III ...................................................................................................................... 175 CONSTRUCCIÓN METODOLÓGICA DE LA INVESTIGACIÓN ........................................ 175 3.1.

Marco metodológico ............................................................................................... 175

3.2.

Fundamentos metodológicos de la investigación.................................................... 176

3.3.

Supuestos teóricos de la tesis ................................................................................ 177

3.3.1.

Enfoque cualitativo .............................................................................................. 177

3.3.2.

Enfoque numérico (a manera de pronóstico) ....................................................... 178

3.4.

Las primeras aproximaciones al tema de estudio ................................................... 178

3.5.

Revisión bibliográfica de las variables desarrollo y caficultura ................................ 179

3.6.

Categorías de análisis de la investigación .............................................................. 180

3.7.

Sujetos participantes en el estudio ......................................................................... 183

3.8.

Instrumentos de la investigación............................................................................. 184

3.9.

Instrumentos de recogida de información ............................................................... 184

3.9.1.

Entrevistas ....................................................................................................... 186

3.9.2.

Cuestionarios ................................................................................................... 187

3.8.3.

Observaciones, giras y días de campo ............................................................ 188

3.8.4.

Días de campo ................................................................................................. 189

3.8.5.

Convivencia con las familias productoras (método etnográfico) ....................... 189

3.8.7.

Giras internacionales ....................................................................................... 190

3.8.8 Grupos focales .................................................................................................... 191 3.9.

Organización de la información recopilada ............................................................. 191

3.10.

Instrumentos de análisis de la información recopilada ........................................ 193

3.11.

Criterios de análisis ............................................................................................. 193

3.12.

Triangulación, validación y difusión de la información ......................................... 194

3.13.

Enfoque numérico: categorías cualitativas expresadas en lenguaje numérico .... 195

3.14.

Instrumentos para recolección de información numérica ..................................... 198

3.14.1.

Cuestionario/Encuesta: ................................................................................. 198

3.14.2.

Herramientas de interpretación: .................................................................... 198

3.14.3.

Técnicas de análisis: .................................................................................... 198

3.14.4.

Validez y confiabilidad de los instrumentos ................................................... 198

3.15.

Aspectos éticos de la investigación ..................................................................... 199

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3.16.

Programa de investigación; cronograma y calendario ......................................... 200

CAPÍTULO IV...................................................................................................................... 201 ENCUENTRO DIALÓGICO CON ACTORES DE LA CADENA PRODUCTIVA.................. 201 4. Relación de categorías centrales, familias de categorías, subcategorías o códigos ........ 202 4.1. Familia de categorías 1: Monocultura del café .......................................................... 203 4.1.1.

Categoría 1: Qué es el café ............................................................................. 205

4.1.2.

Categoría 2: Visión de mundo .......................................................................... 207

4.1.3.

Categoría 3: Las monoculturas del desarrollo .................................................. 209

4.1.4.

Categoría 4: Desplazamiento de otros cultivos por la producción de café ........ 212

4.2.

Familia de categorías 2: Caficultura y desarrollo humano ...................................... 215

4.2.1.

Categoría 1: Adquisición de la finca ................................................................. 216

4.2.2.

Categoría 2: Bienestar económico familiar ....................................................... 219

4.2.3.

Categoría 3: El bienestar social ....................................................................... 225

4.2.4.

Categoría 4: La familia ..................................................................................... 229

4.2.5.

Categoría 5: La perspectiva de género en la caficultura regional ..................... 232

4.2.6.

Categoría 6: Formas de empobrecimiento que condicionan el desarrollo ........ 236

4.2.7.

Categoría 7: La caficultura como medio para impulsar el desarrollo humano... 239

4.2.8.

Categoría 8: Los factores que condicionan el desempeño de la caficultura ..... 242

4.3.

Familia de categorías 3: Organización e institucionalidad ...................................... 246

4.3.1.

Categoría 1: El financiamiento y la asistencia técnica en la caficultura ............ 247

4.3.2.

Categoría 2: Las políticas públicas relacionadas con la cadena productiva ..... 250

4.3.3.

Categoría 3: Los procesos de organización ..................................................... 253

4.3.4.

Categoría 4: Retos de la caficultura en la región occidental de Honduras ........ 256

4.3.5.

Categoría 5: Relaciones de coordinación interinstitucional .............................. 258

4.4.

Familia de categorías 4: Caficultura y ambiente ..................................................... 261

4.4.1.

Categoría 1: Riesgos ambientales derivados de la producción de café ........... 262

4.4.2.

Categoría 2: La calidad del café ....................................................................... 265

4.4.3.

Categoría 3: Los cafés diferenciados ............................................................... 268

4.4.4.

Categoría 4: Las fincas de café y los servicios ecosistémicos o ambientales ... 271

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CAPÍTULO V....................................................................................................................... 275 DIÁLOGO DE SABERES EN LA DISCUSIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO ..................... 275 5.1.

La monocultura del café y del desarrollo ................................................................ 275

5.2.

La caficultura y el desarrollo humano ..................................................................... 280

5.3.

Organización e institucionalidad ............................................................................. 285

5.4.

Caficultura y ambiente ............................................................................................ 290

CAPÍTULO VI...................................................................................................................... 295 PROPUESTA DE UN MODELO ALTERNATIVO DE ECONOMÍA POLÍTICA DEL CAFÉ. 295 6.1.

Las teorías económicas condicionantes de pensamientos alternativos .................. 296

6.2.

Teoría del cambio de época y la búsqueda de alternativas .................................... 299

6.3.

Teoría de la innovación de la innovación institucional ............................................ 300

6.4.

Una mirada a la economía política del café ............................................................ 301

6.5.

Componentes de un modelo alternativo de economía política del café .................. 304

6.5.1.

Componente 1: Escuela de pensamiento alternativo ....................................... 306

6.5.2.

Componente 2: Observatorio de la caficultura regional .................................... 309

6.5.3.

Componente 3: Fortalecimiento de procesos organizativos ............................. 314

6.5.4.

Componente 4: Mesa sectorial de actores para la gestión de la caficultura ..... 317

6.5.5.

Componente 5: Fortalecimiento institucional .................................................... 320

CONSIDERACIONES FINALES DEL ESTUDIO DE INVESTIGACIÓN .............................. 329 BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA ......................................................................................... 343 ANEXOS ............................................................................................................................. 365 Anexo 1: CUESTIONARIO APLICADO A FAMILIAS PRODUCTORAS DE CAFÉ ........... 365 Anexo 2: FORMATO DE ENTREVISTAS ......................................................................... 372 Anexo 3: FOTOGRAFÍAS DEL TRABAJO DE CAMPO.................................................... 374 Anexo 4: Lista de siglas y acrónimos……………………………………………………………383

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ÍNDICE DE ESQUEMAS Esquema 1: Categorías centrales y familias de categorías ................................................................. 192 Esquema 2: Relación de categorías centrales, familias de categorías, subcategorías o códigos ..... 202 Esquema 3: Familia de categorías - Monocultura del café .................................................................. 203 Esquema 4: Categoría 1 - Qué es el café…………………………………………………………,,.………205 Esquema 5: Categoría 2 - Visión de mundo.. ..................................................................................... ,208 Esquema 6: Categoría 3 - Las monoculturas del desarrollo…………………………………,,,,.............210 Esquema 7: Categoría 4 - Desplazamiento de otros cultivos……………………………………….…… 213 Esquema 8: Familia de categorías 2 - Caficultura y desarrollo humano ............................................. 215 Esquema 9: Categoría 1 - Adquisición de la finca .............................................................................. 216 Esquema 10: Categoría 2 - Bienestar económico familiar .................................................................. 220 Esquema 11: Categoría 3 - El bienestar social .................................................................................... 226 Esquema 12: Categoría 4 - La familia .................................................................................................. 231 Esquema 13: Categoría 5 - La perspectiva de género en la caficultura regional ............................... 233 Esquema 14: Categoría 6 - Formas de empobrecimiento…………………………………,,,,,,,,,,,….…..237 Esquema 15: Categoría 7 - La caficultura para impulsar el desarrollo humano ................................ 240 Esquema 16: Categoría 8 - Factores que condicionan el desempeño................................................ 243 Esquema 17: Familia de categorías 3 - Organización e institucionalidad ........................................... 246 Esquema 18: Categoría 1 - El financiamiento y la asistencia técnica en la caficultura ...................... 248 Esquema 19: Categoría 2 - Las políticas públicas ............................................................................... 251 Esquema 20: Categoría 3 - Los procesos de organización………………………………,,,,,,,,,,,,,,…….254 Esquema 21: Categoría 4 - Retos de la caficultura ……………………………………,,,,,,,,,,,,,,,,,……..257 Esquema 22: Categoría 5 - Relaciones de coordinación interinstitucional ......................................... 259 Esquema 23: Familia de categorías 4 - Caficultura y ambiente .......................................................... 261 Esquema 24: Categoría 1 - Riesgos ambientales................................................................................ 263 Esquema 25: Categoría 2 - La calidad del café ................................................................................... 266 Esquema 26: Categoría 3 - Los cafés diferenciados ........................................................................... 269 Esquema 27: Categoría 4 - Servicios ecosistémicos ........................................................................... 272 Esquema 28: Modelo alternativo de economía política del café ........................................................ 305 Esquema 29: Escuela de pensamiento alternativo ............................................................................ 306 Esquema 30: Observatorio de la caficultura regional .......................................................................... 310 Esquema 31: Fortalecimiento de procesos organizativos ................................................................... 315 Esquema 32: Mesa sectorial de actores para la gestión de la caficultura .......................................... 318 Esquema 33: Fortalecimiento institucional ........................................................................................... 321 Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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ÍNDICE DE FIGURAS Figura 2: Mapa cafetalero de Honduras ................................................................................................. 28 Figura 3: Mapa del desarrollo de Honduras ........................................................................................... 29 Figura 4: Ingresos fiscales por departamento 2009 ............................................................................... 34 Figura 5: Recaudación fiscal territorial por departamento ..................................................................... 35 Figura 6: Regionalización del país según Plan de Nación..................................................................... 37 Figura 7: Tendencias del fenómeno de la pobreza en Honduras .......................................................... 38 Figura 8: Comportamiento del índice mensual de actividad económica de Honduras ......................... 39 Figura 9: Mapa cafetalero y principales países importadores de café .................................................. 42 Figura 10: Proceso de beneficiado del café ......................................................................................... 129 Figura 11: Exportaciones de café diferenciado .................................................................................... 131 Figura 12: Producción, consumo e inventarios mundiales de café ..................................................... 152 Figura 13: Países productores de café, estructura y consumo per cápita mundial de café ............... 153 Figura 14: Producción de café regional (miles de bolsas de 60 kg) 1990 - 2017 ............................... 155 Figura 15: Ranquin de producción en Mesoamérica 1961 - 2014....................................................... 156 Figura 16: Evolución de los precios internacionales del café 2000 – 2017 (USD centavos/libra)……157 Figura 17: Regiones cafetaleras del país ............................................................................................. 164 Figura 18: Producción por departamento 2014 - 2015 y 2015 - 2016 ................................................. 167 Figura 19: Exportaciones históricas de café en Honduras de la última década.................................. 168 Figura 20: Destino de las exportaciones de café hondureño (Cosecha 2015-2016) .......................... 169 Figura 21: Principales países compradores de café diferenciado (Cosecha 2015-2016) .................. 170

ÍNDICE CUADROS Cuadro 1: Avances del desarrollo humano entre 2002 - 2009 .............................................................. 32 Cuadro 2: Índice de pobreza multidimensional por departamento ........................................................ 33 Cuadro 3: Municipios con mayor producción de café por departamento ............................................ 180 Cuadro 4: Categorías de análisis ......................................................................................................... 181 Cuadro 5: Esquema de planificación para la recopilación de datos .................................................... 185

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ÍNDICE GRÁFICOS Gráfico 1: Según su experiencia usted cree que el futuro de la caficultura es: .................................. 206 Gráfico 2: Si usted tuviera un espacio de tierra disponible, ¿cómo preferiría cultivarlo? ................... 218 Gráfico 3: Para usted, ¿quién se beneficia más con la cadena productiva del café?......................... 222 Gráfico 4: Necesidades de la caficultura .............................................................................................. 223 Gráfico 5: Bienestar en vivienda, salud, educación de las familias productoras de café. ................ 227 Gráfico 6: ¿En la época de cosecha cortan café menores de edad en su finca? ............................... 230 Gráfico 7: ¿Desde su percepción usted y su hogar se consideran pobres? ....................................... 236 Gráfico 8: ¿Cuáles de los siguientes factores considera que son causa de empobrecimiento?........ 238 Gráfico 9: ¿Cuáles necesita para mejorar la producción, proceso y comercialización del café?....... 244 Gráfico 10: Pertenencia a organizaciones y asistencia técnica recibida ............................................. 249 Gráfico 11: Razones por las que algunos productores no están organizados .................................... 255 Gráfico 12: Según su conocimiento, el uso de químicos o pesticidas en la finca provocan: .............. 264 Gráfico 13: Tipos de café producidos y estudios de suelo .................................................................. 267 Gráfico 14: Cuando se habla de sellos de certificación ¿qué se le viene a la mente? ....................... 270

ÍNDICE TABLAS Tabla 1: Año probable de la llegada del café a Centroamérica ........................................................... 112 Tabla 2: Actividad cafetalera en Honduras .......................................................................................... 114 Tabla 3: Salario agrícola mínimo mensual( USD) ................................................................................ 118 Tabla 4: Distribución de la producción de café regional (hectáreas)................................................... 157 TABLA 5: Panorama Centroamericano 2017 - 2018 .......................................................................... 158 Tabla 6: Cantidad de productores de café por departamento ............................................................. 165 Tabla 7: Ganadores concurso "Taza de Excelencia" Honduras 2004-2017 ....................................... 172 Tabla 8: Tabla cruzada Departamento ¿Cuenta usted con más tierra para el cultivo de café? ......... 217 Tabla 9: Factores que afectan la caficultura ........................................................................................ 244 Tabla 10: Las políticas públicas y la participación ............................................................................... 252

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TESIS DE LA TESIS Los modelos, los programas y las estrategias desarrollistas de intervención no garantizan mejorar las condiciones de vida de las familias productoras, por lo tanto, es necesario encaminar los esfuerzos hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano, con justicia cognitiva que contribuya a dinamizar los beneficios socioeconómicos, prevenir formas de empobrecimiento y exclusión social que sufre la población en la región occidental de Honduras

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INTRODUCCIÓN La economía del café representa una alternativa de vida para las familias productoras. Genera un considerable flujo de divisas al país, aporta miles de empleos durante todo el año y contribuye a mejorar el bienestar socioeconómico de las comunidades. Al ser considerado un importante rubro que fortalece la actividad agro exportadora de Honduras ha sido relevante realizar un análisis que conduzca a la comprensión de la economía política del café y sus implicaciones directas e indirectas con el desarrollo humano. Este trabajo se enmarcó en el contexto del occidente de Honduras, sin embargo, después de los resultados del trabajo de campo, su aplicación responde a toda la dinámica nacional que se produce alrededor de la cadena de valor del café. La importancia del estudio para el país y para la región occidental de Honduras, radica en el debate y en la valoración para impulsar nuevos paradigmas de cómo gestionar la caficultura y el desarrollo humano en esta parte de la nación. Mi motivación personal ha estado centrada en el aporte de nuevas discusiones científicas que contribuyan a reducir las múltiples asimetrías que condicionan el bienestar de la población en esta noble región.

La tesis planteada en esta investigación se enfocó en el análisis de las actuales formas de intervención desarrollista, las políticas públicas, las prácticas culturales de la economía del café y los significados procedentes de las distintas corrientes de pensamiento clásico del desarrollo. Todo ello, son causas que condicionan los cambios sustanciales en el desarrollo humano en el occidente de Honduras. A pesar de que la región cuenta con potencial productivo, biodiversidad, cuencas hidrográficas, posibilidades turísticas, etnias y culturas vivas, así como una serie de fortalezas en servicios ecosistémicos, su población se desenvuelve en medio de la pobreza, exclusión y bajos indicadores de bienestar humano. Esta investigación seleccionó como ejes centrales de estudio la economía política del café y el desarrollo humano. Dentro de sus análisis y después de haber realizado conversaciones previas y la aplicación de una prueba piloto con familias productoras, se incluyeron cuatro categorías principales: las monoculturas que están inmersas en el desarrollo y la economía del café; las contribuciones de la caficultura al bienestar humano; el análisis de los procesos de organización e institucionalidad, así como las implicaciones de la caficultura en el ambiente. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Estas cuatro categorías se subdividieron en otras sub categorías que profundizan el trabajo de campo. Para el estudio de la economía política del café fue necesario hacer un recorrido por las concepciones que han estado de la mano de la idea del desarrollo a lo largo de la historia, especialmente durante las últimas siete décadas. El desarrollo se ha analizado desde fundamentos filosóficos, los cuales condicionan la forma de intervenir en cada una de las comunidades del país. La investigación se basó en teorías económicas, del desarrollo y aquellos nuevos planteamientos del cambio de época y de la innovación institucional. La búsqueda del desarrollo humano no ha sido tarea fácil; existen una serie de premisas, modelos y estrategias que condicionan la forma de interpretar la realidad. Por tal razón, este estudio plantea la necesidad de revisar todos esos postulados para acercarnos a la construcción de nuevos caminos. Para tal propósito, se hace énfasis en metodologías de deconstrucción cultural y descolonización epistemológica que permitan mirar al mundo con otros ojos.

La búsqueda de soluciones a los problemas estructurales que sufre la sociedad no puede estar en los mismos modelos que los ha creado. Por consiguiente, para comprender la economía política del café, esta tesis doctoral se basó en el estudio de sus prácticas, de sus significados y percepciones de la realidad. De la misma forma, se hizo énfasis en el análisis de ciertas variables sociales que permiten comprender qué tanto ha contribuido la cadena productiva del café al bienestar de las familias productoras. Ha sido de relevancia la comprensión de las estrategias de coordinación institucional y la búsqueda de alternativas al desarrollo como premisas fundamentales para nuevos procesos de gestión e intervención. Estudiar la economía del café y las estrategias impulsadas en nombre del desarrollo no es tarea fácil, especialmente, en contextos en los cuales existe una serie de precarios indicadores sociales; la educación, la salud y la alimentación, el mejoramiento de viviendas y el acceso a la tierra son condicionantes que dificultan los análisis en el occidente de Honduras. Sin embargo, durante las últimas tres décadas esta región ha sido receptora de diversas iniciativas desarrollistas que la convierten en un reto en sí misma. La población occidental de Honduras se desenvuelve en medio de diferentes asimetrías sin nombre; procesos de exclusión social y una pirámide de desigualdad que se remonta a cientos de años. Todas esas intervenciones, sin bien es cierto no han mejorado sustancialmente fenómenos como la pobreza material, han creado condiciones para hacer incidencia en Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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determinantes del desarrollo humano. Las políticas públicas al tener un carácter vertical, determinista y con una visión mercadológica, contribuyen con esa desigualdad regional. Por tal razón, una de las razones que ha motivado este estudio, ha sido el hecho histórico de distanciamiento y abandono que ha sufrido la región a través de su historia 1. Esto se convierte en una paradoja al ser una de las zonas más ricas en biodiversidad, con legados ancestrales y culturas vivas en el país. Tradicionalmente los modelos de desarrollo se han concentrado en la zona norte, centro y sur de Honduras. Por tanto, ha sido de suma relevancia estudiar cómo las regiones quedan excluidas de los beneficios económicos y sociales de las estrategias gubernamentales y de qué manera van representándose filosóficamente como pobres y atrasadas.

Por consiguiente, esta tesis ha propuesto la discusión y el análisis permanente del desarrollo humano y cómo los demás sectores pueden participar para incidir en cambios cualitativos para el bienestar de las comunidades. Es de suma importancia una relación dialógica para los análisis críticos de las diferentes realidades contextuales; una crítica en el sentido de búsqueda de pensamientos alternativos a la serie de alternativas que ya existen. La sociedad ha sido encaminada en las últimas décadas hacia la aceptación de una racionalidad económica; hacia una visión de mundo mecánica, cibernética y mercadológica; hacia la imposición de conocimientos globales por encima de los saberes locales. Por tal razón, al aceptar las imposiciones a través de modelos y estrategias, al no contar con la información relevante, al dejar de lado la búsqueda de alternativas para la construcción de nuevos caminos, se va aceptando, poco a poco, la intervención de aquel gestor en función de su propia visión de desarrollo. Los hallazgos de este estudio revelan la poca coordinación que existe entre los gestores que intervienen en procesos de cambio en las comunidades del occidente de Honduras. Cada uno en función de su propia agenda y prioridad. La mayor parte de la población vive en pobreza, pero a su vez, en medio de riqueza. Poco se profundiza en las causas estructurales de los

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Los datos de recaudación fiscal son superiores en Francisco Morazán y Cortés. Estos departamentos concentran la mayor parte de la población y el mayor número de pequeñas, medianas y grandes empresas. Por tal razón, no es extraño que la prioridad de inversión pública radique en tales departamentos. La infraestructura vial ha privilegiado un corredor que comienza en la zona norte, pasa por el centro y termina en el sur de Honduras. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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fenómenos sociales; algunos actores relevantes como la Academia han estado desvinculados con las necesidades de la región, esto me ha motivado para plantear un debate científico permanente en el sentido de que, la educación con sus diferentes niveles no existe para sí misma, sino para beneficio de la sociedad y en correspondencia con un entorno cambiante. Las organizaciones no gubernamentales han fortalecido procesos de incidencia y participación, sin embargo, no han creado condiciones para la generación de ingresos u opciones laborales; la educación con toda su información y conocimientos no llega a lugares excluidos del occidente de Honduras, estos son factores de empobrecimiento a los cuales se suma la dificultad en el acceso a la tierra, la corrupción generalizada y el abandono progresivo que, desde la percepción de la población, ha sufrido históricamente la región con cada Gobierno de turno.

La tesis aquí planteada enfatiza en la urgencia de contar con una escuela de pensamiento alternativo. Una instancia que contribuya a mirar al mundo con otros ojos, que incida en giros paradigmáticos de la realidad, que posibilite el hacer visibles las verdades invisibles que inspiran las acciones y decisiones en nombre del desarrollo. La economía política del café no debe limitarse únicamente a estrategias con visiones de mercado. Debe apuntar hacia un pensamiento que conduzca a la construcción de comunidad y relación; hacia la idea de solidaridad permanente, al cuidado del entorno y todas sus formas de vida, hacia el privilegio de lo colectivo por encima de racionalidades individuales. Esta investigación se ha dividido en seis capítulos. Las primeras páginas del trabajo hacen referencia al tema de estudio, sus objetivos, así como el contexto del occidente de Honduras. En el primer capítulo, se hace un recorrido histórico para comprender la génesis de la idea del desarrollo humano; cómo una idea de bienestar fue paulatinamente moldeando el pensamiento desde la Antigüedad hasta la contemporaneidad, desde la antigua Europa hasta el llamando mundo occidental moderno. En ese capítulo se enfatiza en la necesidad de deconstruir la idea de desarrollo y descolonizar el pensamiento que condiciona formas de intervención en la realidad. Se incluyen los fundamentos teóricos, las conceptualizaciones y todos aquellos enfoques que han surgido alrededor de la idea de desarrollo. De igual manera, presenta un análisis de la influencia de los modelos desarrollistas en la economía política del café.

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El segundo capítulo presenta todo lo concerniente a la cadena productiva del café; sus origines históricos; en el mundo, en América y, particularmente, en Honduras. Las estadísticas del café, los argumentos de la expansión tardía de la producción y comercialización en el país, la cadena de valor, los procesos de certificación, las cifras centroamericanas, así como lo concerniente a la legislación e institucionalidad son incluidos de forma detallada en este capítulo. El tercer capítulo presenta una construcción metodológica del estudio: instrumentos y técnicas de investigación, recolección de información, ordenamiento y análisis de datos; es decir, es un recorrido del cómo fueron ordenándose las ideas en categorías de análisis producto de esa relación dialógica con familias productoras y demás gestores del desarrollo en el occidente de Honduras. El cuarto capítulo presenta resultados del trabajo de campo y de la relación dialógica con el informante. Las percepciones desde las familias productoras acerca de las distintas monoculturas, las contribuciones de la economía política del café al desarrollo humano, los procesos organizativos e institucionales, así como los impactos ambientales de la caficultura se han incluido de forma gráfica y descriptiva en este apartado. El trabajo de campo utilizó, como herramientas de investigación, entrevistas, cuestionarios, observaciones y conversaciones espontáneas con familias productoras de café en el contexto del occidente de Honduras. Sus opiniones, comentarios y recomendaciones se han plasmado en cada uno de los esquemas y en todo el análisis del capítulo correspondiente.

El quinto capítulo, presenta una discusión y un diálogo de saberes producto del análisis de las familias de categorías utilizadas. Finalmente, el sexto capítulo, presenta como propuesta, un modelo alternativo de economía política del café para el contexto del occidente de Honduras. Se considera que la forma actual de gestionar el desarrollo y la caficultura no contribuirán de forma significativa en los cambios sustanciales en beneficio de las comunidades de esta parte del país. Por tal razón, un modelo alternativo o un nuevo paradigma, debe partir de una búsqueda de justicia cognitiva en la población. Es por ello que, el modelo plantea la creación de una escuela de pensamiento alternativo, un observatorio de la caficultura regional, fortalecer los procesos organizativos emprendidos, integrar una mesa sectorial con todos aquellos gestores que intervienen en la cadena productiva del café y en procesos de desarrollo, así como el fortalecimiento institucional.

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Las discusiones, las críticas, la búsqueda de pensamientos alternativos, los escenarios prospectivos, la construcción de nuevos caminos como alternativas al desarrollo, las percepciones provenientes de las propias familias productoras de café, son aportes significativos al debate científico que desde la Academia y demás gestores deben estar presentes para el bienestar de la sociedad. Por tal razón, la compresión de realidades complejas pasa, necesariamente, por la revisión de los paradigmas clásicos; para no ser rehenes de formas únicas de ser, saber y sentir; otro tipo de saberes y de experiencias debe incorporarse en los procesos dinámicos en los cuales distintos grupos construyen su propio mundo. Es necesario el análisis para tener más Estado y no más mercado; un Estado que promueva la autonomía económica, la autoproducción y autoconsumo; que promueva procesos de diversificación, auto comercialización y formas de producción no capitalista. Esta tesis lanza un reto; es el inicio para profundizar en la realidad de un rubro que hace aportes significativos a la economía regional y nacional. Las debilidades y las fortalezas de los procesos desarrollistas han quedado evidenciados en cada uno de los capítulos de este trabajo.

Esta investigación es un aporte a los escasos e inexistentes estudios cualitativos que existen en la región occidental de Honduras. Tradicionalmente, la caficultura se ha estudiado a partir de datos numéricos, pues el desarrollo que conocemos, sigue teniendo un carácter etnocéntrico y tecnocrático, que trata a las personas como cifras estadísticas que se pueden mover de un lado hacía otro en las gráficas de la prosperidad 2. Por tal razón, este estudio permite la comprensión de que el presente está constituido por un conjunto de realidades ausentes. Permite acercarnos a procesos de descolonización epistemológica que muestran el origen histórico, las intenciones políticas e ideológicas detrás de las premisos de intervención. Este estudio es de crucial importancia, pues permite visibilizar a los invisibles; permite comprender la invención de los discursos que se transmiten por medio de toda la institucionalidad que naturaliza las dicotomías, es un acercamiento a los significados no

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Estudios críticos de la idea del desarrollo son los de Arturo Escobar en obras como “La Invención del Tercer Mundo” y “La Invención del Desarrollo”. Escobar plantea que el desarrollo nunca fue concebido como un proceso cultural, sino, como un sistema de intervenciones técnicas con aplicación universal, para lo cual se crearon una serie de instituciones, discursos y todo un régimen de representación de la realidad (Escobar, 2014, 2007). Otras críticas a la idea de desarrollo son los aportes de Wolfgang Sachs, Vandana Shiva, Boaventura de Sousa Santos, Gustavo Esteva, Walter Mignolo, Enrique Dussel, Aníbal Quijano, José de Souza Silva, entre otros. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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contabilizados. Todo esto se ha realizado con el sano propósito de iluminar un camino diferente y alternativo, vital para la construcción de un mundo más humano, con procesos reales de participación, en los cuales las familias productoras de café tengan el poder para incidir en la trasformación de sus propias vidas. La investigación servirá para la negociación de los fines y estrategias en nombre del desarrollo, con sentido más comunitario; para comprender que se necesita una nueva epistemología en los procesos de intervención con un ineluctable compromiso con la madre Tierra.

En síntesis, el encuentro con otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano, es una oportunidad para orientar al Estado, es una mirada que trasciende el carácter mecanicista de la cadena de valor de la caficultura; es una muestra de respeto hacia miles de hombres y mujeres que hacen posible los olores, sabores, aromas y colores del café en cada montaña, en cada municipio y comunidad del occidente de Honduras. Es una invitación para institucionalizar una cultura del café en cada región del país; una identidad cultural cafetalera que invite al sí se pueden hacer bien las cosas; desde los niños, los jóvenes y adultos, juntos construimos sueños y esperanzas; por consiguiente, el estudio nos invita a ir más allá, con visiones incluyentes, biocéntricas, espirituales y, especialmente, con un irrestricto respeto por la sostenibilidad de todas las formas de vida.

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EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

El desarrollo de un país siempre se ha impulsado desde una racionalidad económica, en esa dinámica, confluyen los diversos factores de la producción para posibilitar el crecimiento económico que conduzca, desde esa perspectiva, al logro del bienestar de la población. Honduras a lo largo de su historia ha impulsado una serie de modelos de desarrollo que han favorecido ciertas variables macroeconómicas, las zonas de mayor inversión han estado concentradas principalmente en la zona norte, centro y sur del país. En esa búsqueda de mejora de la calidad de vida están los municipios con sus propias estrategias de desarrollo. En la mayor parte de los municipios de Honduras la inversión no es sistemática y aquellos distantes de los “polos de desarrollo” se perciben como abandonados por los diferentes gobiernos de turno. Cada uno de los municipios del occidente de Honduras, no solo son territorios complejos en su configuración social, económica, ambiental, étnica, cultural e histórica, sino en sus procesos de permanente cambio y adaptación, en su estructura y en la contradicción de sus fuerzas, categorizados y conocidos por sus altos índices de pobreza, vulnerabilidad, inequidad, exclusión social y con bajos indicadores de desarrollo humano.

En el occidente de Honduras, desde hace algunas décadas, han surgido una serie de organizaciones no gubernamentales (ONG) que han canalizado recursos técnicos y financieros a las comunidades más desposeídas de la región. Según algunos estudios académicos revelan que en esta región ha existido una escasa coordinación entre los diferentes agentes del desarrollo, muchas veces, se han duplicado los esfuerzos y los proyectos de desarrollo no han tenido mayores impactos; es decir, el desarrollo no ha logrado reducir los altos índices de pobreza3. Algunos debates aducen que el problema es conceptual y epistemológico en las estrategias de desarrollo, generalmente con visiones verticales y deterministas de la realidad, por lo que es imprescindible la revisión de las premisas que

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Algunos de los estudios en la región son los del Programa Latinoamericano en Trabajo Social realizado en 2005 en el cual se muestra la inversión pública del Estado en el occidente de Honduras. Con otros académicos he realizado durante los últimos cinco años diferentes estudios para la compresión de la dinámica socioeconómica de la región. Algunos de estos trabajos están publicados en la Revista de Ciencia y Tecnología de la UNAH. Para más detalles ver Orellana, 2016, 2015, 2011; Orellana y Carranza, 2013, Orellana, Landaverry y Miranda, 2016). Disponibles en Internet. Otros trabajos son los de Juan Manuel López (2017); Fredy Torres Mejía (2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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generaron estas intervenciones para evitar seguir cometiendo los mismos errores. En ese sentido, el occidente de Honduras ha sido considerado el laboratorio más grande de iniciativas de desarrollo, lo cual se convierte en un reto de estudio en sí mismo. De la misma manera, los gobiernos locales generalmente han enfocado sus esfuerzos para resolver los problemas de infraestructura, la inversión en proyectos productivos, sociales o de generación de ingresos han sido limitados, y en algunos casos, inexistentes.

Son diversos los agentes del desarrollo que se han sumado a la búsqueda de soluciones para la pobreza generalizada que prevalece en la región. Han surgido centros de educación superior, quienes a través de sus investigaciones buscan comprender las realidades complejas del occidente del país, son esfuerzos importantes en esa comprensión de la sociedad, sin embargo, sino existen revisiones a los paradigmas prevalecientes que están alrededor de la ciencia y que condiciona la forma de actuar, será difícil llegar hasta la raíz y las causas que están provocando estas asimetrías sociales. Para tal efecto, el debate radica en el hecho de que es necesario impulsar deconstrucciones culturales y descolonizaciones epistemológicas que induzcan a visibilizar aquello que prevalece oculto, a pensar en visiones contextuales del mundo, en las cuales se sitúa como primacía el bienestar humano y de la Naturaleza. En esas estrategias intervencionistas prevalecen los conceptos clásicos del desarrollo, en el sentido de pensar que el simple crecimiento económico logrará solventar los problemas de la sociedad, la participación verdadera de la población sigue siendo marginada, no existe la posibilidad de incidencia ante las necesidades más urgentes; por consiguiente, desde los espacios educativos se impulsan conocimientos apegados a la idea clásica de pensamiento, en el cual impera el individualismo, la racionalidad instrumental, la acumulación de la riqueza y el aprovechamiento irracional de los bienes naturales.

En esa realidad compleja de la región occidental está la economía del café, cultivo que constituye para las familias productoras su alternativa se subsistencia. En la zona occidental del país se han registrado, según el IHCAFE con datos de 2016, un total de 24,716 productores, los mayores porcentajes corresponden a Lempira, Copán y Ocotepeque respectivamente. En promedio cada familia posee entre tres y cinco manzanas con un aprovechamiento del 85% de su superficie, con las cuales se mantienen a cinco miembros del Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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hogar. La caficultura en el occidente de Honduras se ubica en las zonas montañosas, la producción oscila a alturas que van desde los 500 a 1600 metros sobre el nivel del mar. Las condiciones del terreno, el poco acceso a la tecnología, la falta de energía eléctrica, el acceso al agua, el financiamiento y la asistencia técnica son factores que condicionan significativamente la caficultura en esta región. Se ha evidenciado en algunos informes y estudios previos (Carranza, 2012) que la caficultura presenta una pirámide de desigualdad. dura y evidente, principalmente en los procesos de acopio, control, intermediación, comercialización y exportación.

A pesar de que el café realiza aportes significativos a la economía nacional y regional, las familias productoras aún se desenvuelven en medio de la pobreza y la desigualdad, ¿qué está ocurriendo aquí?, ¿por qué si existen potenciales productivos en la región la pobreza no disminuye?, ¿por qué las familias son pobres en medio de tanta riqueza?, ¿qué necesita la caficultura para contribuir significativamente a reducir la pobreza en el occidente de Honduras? Las conclusiones más generalizadas estiman que el mayor esfuerzo lo realiza el productor y las mayores ganancias se quedan en la intermediación, principalmente compradores y exportadores. Esto puede evidenciarse con el surgimiento de grandes instalaciones para procesos de intermediación; secado, torrefacción, exportación de café. En algunos debates académicos se ha planteado la necesidad de acortar la cadena productiva, buscar mecanismos de compensación para el pequeño productor y buscar modelos alternativos en las políticas públicas del gobierno. Dentro de esa búsqueda de soluciones se menciona la auto comercialización y distribución del grano.

La producción del café es el resultado de un proceso que comenzó hace más de 150 años, tiempo en el cual se ha recorrido un largo y difícil camino, llegando hoy a ser la región más importante del país en ese rubro y convirtiéndose en una zona productora de exquisitos cafés. Por lo tanto, en esa dinámica, la caficultura presenta dos realidades: dos economías en la cadena de un solo rubro, desde su producción hasta su comercialización; una economía social de la finca a su interior y una economía capitalista impositiva de la finca hacia el exterior. En esa lógica, las familias productoras han logrado sobreponerse a todas las arbitrariedades sin límites, a las desventajas históricas de exclusión, porque con tan escasos recursos disponibles, Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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con lo poco que han tenido, hacen el milagro de la vida. En ese sentido, el café es el que ayuda a salir de los peros, es el café el que asegura auto consumo y auto distribución, es el que contribuye a mejorar parte del bienestar en la familia; el café, desde sus percepciones, es pasión, es oportunidad de vida, es inspiración y es la vida misma.

Es un rubro que otorga empleo a miles de personas durante todo el año. Culturalmente el café es alimento, es sabor, es medicina, ingreso, valor de cambio, es trabajo y también es época. Algunos factores que han contribuido a la permanencia del cultivo en la región son, por un lado, la iniciativa individual y la curiosidad; por otro, en sus inicios, las políticas municipales y posteriormente las políticas agroexportadoras del Estado. A pesar de las dificultades que la producción y comercialización presenta, a lo interno y externo, es un rubro que social, cultural y económicamente hace contribuciones significativas para mejorar las condiciones de desarrollo humano en las comunidades. En ese sentido, este estudio tiene como hilo conductor la gestión y análisis de la idea de desarrollo y cómo estas visiones conceptuales inciden con sus significados y prácticas en la economía política del café. Las limitaciones que se han encontrado es que, durante décadas, el discurso del desarrollo ha penetrado por diferentes medios a todas las comunidades del país, sus concepciones más tradicionales tienen que ver con aquello tangible, con el crecimiento económico y no con el sustento de la vida misma con todas sus dimensiones. Para ello, es necesario reflexionar acerca de los planteamientos teóricos que inducen a la comprensión de un desarrollo no como una meta universal, sino como un proceso que tiene sus particularidades y que debe ajustarse a los diferentes contextos, los cuales comparten sus propios sueños, posibilidades y esperanzas.

En el estudio, se acude a destacados académicos que sustentan esta tesis: José de Souza Silva, Arturo Escobar, Edgardo Lander, Aníbal Quijano, Enrique Dussel, Catherine Walsh, Boaventura de Sousa Santos; Manfred Max-Neef, Amartya Sen, Wolfgang Sachs, Joseph Stiglitz, Vandana Shiva, Eduardo Galeano y Eduardo Gudynas; Leonardo Boff, Augusto Serrano, Franz Hinkelammert, Walter Mignolo entre otros. Para la compresión del desarrollo humano sostenible, es imprescindible acercarse a las visiones de los teóricos mencionados y a la posibilidad de deconstruir la idea del desarrollo y de la economía misma; una economía que, según Manfred Max – Neef debe estar al servicio de la sociedad y no la sociedad al Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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servicio de la economía. La necesidad de llegar a la deconstrucción cultural no significa la destrucción de los avances logrados, es la posibilidad de ver el “mundo con otros ojos”; implica un giro paradigmático de la realidad; es hacer visibles las verdades invisibles que inspiran las acciones y decisiones en nombre del desarrollo; es adentrarse en sus significados y prácticas, es acercarnos a visiones que posibiliten la intervención en proyectos comunitarios de vida sostenible.

Es aquí, precisamente donde está la relevancia de este estudio para la sociedad, para la búsqueda del desarrollo humano y para el fortalecimiento de la ciencia, porque la comprensión de los significados y prácticas del desarrollo y de la contribución de la economía del café, posibilitarán el encuentro con un pensamiento alternativo a las alternativas posibles surgidas desde esa compresión con la misma gente. Los aportes filosóficos, la explicación crítica de la forma de intervención del desarrollo y el pensamiento clásico que prevalece en la ciencia dan relevancia y coherencia a los aportes presentados en este estudio; para acercarnos nuevamente a la idea de comunidad, a los espacios relacionales, en la cual la persona esté consciente de su correspondencia con el entorno, en el que se fortalece la solidaridad, privilegiando lo colectivo por encima de toda forma racional individualista de ver la vida. En esa búsqueda de posibilidades, es necesario el estudio de la forma cómo se concibe la idea del desarrollo, los niveles de coordinación y los vacíos de las intervenciones; vincular la coherencia interna de los procesos y su correspondencia con el contexto regional, el análisis de la complementariedad y la subsidiaridad de la economía política del café al desarrollo humano.

Desde las familias productoras de café existe una percepción de apoyo casi nulo del gobierno local. El apoyo de la institucionalidad alrededor de la caficultura, según la percepción, es muy limitada y no tienen estrategias claras para abordar temas como el control de precios, pesas, promoción y exportación del grano. Las políticas públicas cafetaleras están diseñadas para favorecer los grandes capitales; desde esa mirada del productor, los mayores beneficiados en la cadena productiva del café son el comprador intermediario, los beneficios exportadores de café y el mismo Gobierno con los impuestos a la caficultura, así como el ingreso de divisas y la imagen de prosperidad económica. Bajo esa realidad, la familia productora es consciente que con la producción del café mejora ciertas necesidades básicas, sin embargo, esta Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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economía solo es parte de un complemento para la supervivencia, puesto que el mayor trabajo corresponde al caficultor, sin que existan mecanismos de compensación para este rubro que satisface las demandas del mercado. Por tanto, este estudio resalta la deconstrucción cultural de los significados, de las prácticas cotidianas, de los símbolos, discursos e imágenes, de las concepciones que subyacen en el desarrollo y la economía, todo eso, permitirá avanzar en nuevos conceptos filosóficos del cómo ve la sociedad el tema del desarrollo y cuáles podrían ser algunas alternativas para la sostenibilidad de la vida; cuáles podrían ser las otras miradas hacia una economía que privilegie lo local, el auto consumo y la auto comercialización. Una caficultura que mejore las iniciativas organizativas y que aproveche, para beneficio familiar, el potencial de los servicios ecosistémicos, el valor agregado, las marcas colectivas y la diversificación productiva que debe estar presente en cada una de las fincas de café.

Por tanto, esta investigación aporta insumos relevantes para la comprensión de la realidad regional. Se parte de dos categorías centrales: desarrollo humano y economía política del café. Para su comprensión se analizan aspectos económicos y sociales procedentes de las contribuciones de la producción del café, aspectos organizativos e institucionales, ambiente y las prácticas culturales inmersas en la economía del café y las intervenciones del desarrollo. Todo esto ha permitido la reflexión y la posibilidad de contar con una caficultura más inclusiva, con justicia social para el logro de un verdadero desarrollo humano sostenible. El estudio se sustenta científicamente en las corrientes pos desarrollistas y pos capitalistas, sumado a ello, la investigación se ampara en las teorías que han estado de la mano de la idea del desarrollo. Es un trabajo de investigación científica que busca revisar las premisas que constituyen la mayoría de iniciativas desarrollistas, centradas en las cosas, en el mercado y la acumulación; es necesario reemplazar, como dice José de Souza Silva “la meta universal de ser desarrollado, por el fin contextual de ser feliz”; se trata de dirigir la mirada hacia donde la mayoría no está mirando; se trata, de analizar las contribuciones al desarrollo humano desde las familias productoras del café, es la búsqueda permanente para comprender por qué persiste el fenómeno de la exclusión, desigualdad y pobreza en la región occidental de Honduras.

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JUSTIFICACIÓN En la mayor parte de los países del mundo existe un consenso que el desarrollo es algo bueno; que es una meta por la cual se encaminan todas las políticas económicas de un Estado. Los modelos y estrategias de desarrollo se justifican porque su afán es conducir a la sociedad a mejores niveles de vida. Honduras se caracteriza por altos índices de pobreza y desigualdad. Por ejemplo, el país, en términos absolutos, logró un incremento de un 23.2% entre 1990 y 2015 de su índice de desarrollo humano, sin embargo, en la escala mundial, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, Honduras ocupó en 2006 el puesto 108 y en 2016 el lugar 130 del ranking internacional4. Esto se traduce en altos indicadores de pobreza, desigualdad y exclusión, a pesar de todos los ajustes estructurales que la sociedad ha sufrido durante varias décadas. En ese contexto de desigualdad se encuentra la región occidental de Honduras, constituido principalmente por los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira. La región se caracteriza por su desarticulación con respecto al Gobierno central y al resto de la nación. La conformación de una débil estructura agroexportadora y agroindustrial, el devastador proceso de colonización y, en especial, la desigual tenencia de la tierra, son factores que han incidido en la persistencia de precarios indicadores socioeconómicos5.

Esta investigación estudia, analiza y profundiza los significados, las prácticas y las contribuciones inmersos en la idea de desarrollo y en la economía política del café. Es un esfuerzo por encontrar las causas que generan desigualdad; es acercarse a los factores determinantes de la pobreza. Además, es un intento de analizar la economía del café y cómo sus contribuciones fortalecen el desarrollo humano. Sin embargo, es estar consciente de que a pesar de estas contribuciones las familias del occidente de Honduras enfrentan retos y desafíos por esas desarticulaciones del mercado, por las visiones institucionales, por las políticas públicas, los procesos de organización y por las percepciones filosóficos que condicionan formas de pensar y sentir. La importancia del estudio radica en la reflexión y la crítica hacia esas formas de intervención en nombre del desarrollo que no han logrado durante

4

Para propósitos de este estudio se revisaron los informes del PNUD de 2016, 2015,2012, 2009, 1994 y 1990. Los planes de desarrollo desde finales de la década del setenta del siglo XX, muestran la tendencia de la inversión pública con respecto a la infraestructura. La inversión ha centrado la mirada hacia la costa norte, centro y sur del país, a tal grado, que el gobierno mismo define que en Honduras existe una “T del desarrollo”, la cual se describe gráficamente en esta tesis. 5

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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décadas solventar las desigualdades sociales en el occidente de Honduras, por otro lado, la economía política del café, si bien es cierto aporta ingresos a las familias, esta no logra solventar todas las necesidades básicas por el sinnúmero de obstáculos que, desde la percepción de los productores, enfrentan año con año. Para ello, ha sido necesaria la revisión de las premisas que sustentan la gestión del desarrollo humano en la región. Con este trabajo, se posiciona un debate científico del desarrollo y de la economía, desde sus bases conceptuales y filosóficas, hasta la búsqueda de alternativas posibles.

La relevancia del estudio ha sido la comprensión de un rubro productivo que genera múltiples beneficios económicos al país. Es relevante y pertinente porque a través de la comprensión de la economía del café, se ha podido dimensionar los aportes que realiza al desarrollo humano de la región occidental; sus procesos organizativos, sus necesidades y problemas, sus inquietudes y sus retos venideros. Desde la percepción de la población se ha logrado interpretar y comprender por qué una región que posee enormes potencialidades económicas, sociales, ambientales y culturales es considerada una zona atrasada; por lo que se hace visible una propuesta para gestionar de una forma diferente el desarrollo y la economía del café; todo ello, ha sido posible al indagar aspectos cognitivos, desde la deconstrucción de significados y prácticas que subyacen en la idea del desarrollo y la economía. Esto ha permitido conocimientos profundos de la región del occidente de Honduras que servirán de insumos para futuras estrategias de articulación en la región. El estudio revela el hecho de que son múltiples los agentes que intervienen en nombre del desarrollo, con diferentes visiones y enfoques, generalmente apegados a la idea clásica de ver el desarrollo desde el simple crecimiento económico.

Por ejemplo, en la economía alrededor del café, bajo esa lógica desarrollista, se han impulsado visiones mercantilistas de productividad; es decir, lo importante es la cantidad y no la calidad de la producción, es satisfacer las necesidades del mercado, no importa si se avanza en la frontera agrícola con la destrucción de los bienes naturales. Por consiguiente, en esa búsqueda de compresión, es necesario resaltar los estudios prospectivos, hacia dónde se encamina el desarrollo y hacia dónde se dirige la economía del café. Los escenarios climáticos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) pronostican una reducción del 50% por adaptación Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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en el año 20506. Ante tal escenario, cuál es la propuesta para prevenir los problemas socioeconómicos que enfrentará Honduras por considerarse uno de los cinco países del mundo con mayor vulnerabilidad ante el cambio climático. Por tanto, ante dichos escenarios, crisis, tendencias y perspectivas, se ha intentado comprender en este trabajo las articulaciones en los procesos de producción, interacción y relaciones estructurales de poder dentro de la economía del café y cómo están interrelacionados con la gestión del desarrollo humano.

En esa búsqueda de alternativas al desarrollo, se presenta el análisis de teóricos pos desarrollistas que plantean la necesidad de reencontrarse con estrategias de cómo mejorar los procesos sin esa esa lógica desarrollista. También, argumentan la necesidad de descolonización epistemológica, pues, los países latinoamericanos fueron representados como atrasados, subdesarrollados y tercermundistas, lo cual condiciona su mismo proceso de vida. Bajo esa idea, existe un vasto discurso histórico del desarrollo que fue posible con el surgimiento de la institucionalidad oficial internacional y con la profesionalización en diversos centros de formación. Al estudiar la economía del café, ha sido necesario remontarse a teorías como la modernización y las leyes prevalecientes del mercado. Ha sido necesaria la revisión crítica del modelo neoliberal que se impulsa para beneficio del capital, la libre movilidad de mercancías y la adaptación a los requerimientos tecnológicos. Ha sido necesario el contraste de diferentes teorías que sustentan este trabajo, en tal sentido, dentro de la economía del café, no se trata de negar las contribuciones del capital, la ciencia y la tecnología, se trata de buscar alternativas que se centran en una relación más armónica entre hombre y Naturaleza.

Todos los argumentos teóricos y estrategias desarrollistas han sido considerados para proponer otro paradigma de intervención, porque Honduras, ante las oportunidades que ofrece el resto del mundo, necesita cuidar la calidad del café, distribuir mejores los beneficios 6

Este dato corresponde al estudio realizado por: Ovalle Rivera, Oriana; Laderach, Peter; Bunn, Christian; Obersteiner, Michael & Schroth, Götz. (2015). Projected Shifts in Coffea arabica Suitability among Major Global Producing Regions Due to Climate Change. PLoS ONE. 10. e0124155. 10.1371/journal.pone.0124155. Los estudios regionales han demostrado que el cambio climático afectará la idoneidad climática para el café arábica dentro de las actuales regiones de producción. Los aumentos de temperatura y los cambios en los patrones de precipitación disminuirán el rendimiento, reducirán la calidad y aumentarán la presión de plagas y enfermedades. Este es el primer estudio global sobre el impacto del cambio climático en la idoneidad para cultivar el café Arábica. Modelamos la distribución global del café Arábica bajo cambios en la idoneidad climática para 2050, según lo proyectado por 21 modelos de circulación global. Los resultados sugieren disminución de las áreas adecuadas para el café Arábica en Mesoamérica a altitudes más bajas (Informe disponible en CIAT, 2018, https://dataverse.harvard.edu/dataverse/CIAT#). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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socioeconómicos, fomentar una sólida institucionalidad que no esté mediada por la política vernácula. Honduras necesita formar desde temprana edad a los promotores de la caficultura, crear una identidad cultural alrededor de un rubro productivo que sostiene a miles de familias, institucionalizar una cultura cafetalera que permita crear toda una industria alrededor de su dinámica. Esta tesis no niega los aportes históricos de la ciencia, la economía, la idea de desarrollo y la tecnología, sin embargo, aboga por un cambio de paradigma. Es construir modelos alternativos que conduzcan a solventar tantas injusticias sociales y a prevenir formas de empobrecimiento en cada rincón del país.

En síntesis, la relevancia científica de este estudio para la sociedad, radica en el hecho de que, es necesario la comprensión más clara de la idea de desarrollo y cómo estas concepciones impactan en la economía política del café, la cual sustenta la vida de miles de familias. No se puede seguir interviniendo de la forma tradicional en términos de desarrollo, cuando estos procesos no han provocado cambios significativos en el occidente de Honduras. Esta investigación se justifica porque con la forma de hacer desarrollo, bajo premisas y paradigmas clásicos de pensamiento, bajo la lógica de una racionalidad económica, persistirán las desigualdades en la sociedad. Es un intento por orientar un camino alternativo, que no esté anclada en la acumulación de la riqueza y en el predominio del individualismo, es acercarnos a espacios relacionales, a la construcción de un verdadero “espacio público”; retomar postulados que nos conduzcan a satisfacer necesidades humanas básicas, sin pensar en una lógica de destrucción de nuestro entorno y de todas las formas de vida. Con ello, se trata de buscar la complementariedad y coordinación con otros esfuerzos emprendidos por diferentes actores en nombre del desarrollo, es la construcción de una nueva epistemología de la gestión e intervención del desarrollo humano, a través de proyectos comunitarios, productivos y sociales, comprometidos con nuestra madre Tierra; es acercarnos a visiones incluyentes y humanas, con un irrestricto respeto por la sostenibilidad de la vida.

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TESIS DE LA TESIS

Los modelos, los programas y las estrategias desarrollistas de intervención no garantizan mejorar las condiciones de vida de las familias productoras, por lo tanto, es necesario encaminar los esfuerzos hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano, con justicia cognitiva que contribuya a dinamizar los beneficios socioeconómicos, prevenir formas de empobrecimiento y exclusión social que sufre la población en la región occidental de Honduras

Fuente: Banco Central de Honduras, 2017

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OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN Objetivo general Esta tesis se propuso comprender la economía política del café y las intervenciones en nombre del desarrollo que permitiera a través de su deconstrucción cultural y descolonización epistemológica una valoración de sus significados, prácticas y contribuciones para el diseño de una propuesta de un modelo alternativo de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras.

Objetivos específicos 

Caracterizar la cadena productiva de la economía política del café y la gestión del desarrollo humano en la región occidental de Honduras, en su dinámica cultural, socioeconómica, organizativa, institucional y ambiental.

Contrastar los significados y prácticas de la economía del café y sus aportes al desarrollo humano de las familias productoras que permita identificar sus vacíos, retos y posibilidades en las estrategias de coordinación institucional e intervención regional.

Proponer un modelo alternativo de economía política del café con enfoques de inclusión y justicia social a partir de la deconstrucción cultural y descolonización epistemológica del desarrollo desde la percepción de las familias productoras.

El objetivo general de esta tesis fue buscar el estudio y la compresión de la economía política del café y del desarrollo humano, basados en una postura crítica, tanto de las corrientes económicas como desarrollistas que se han promovido en el país en las últimas décadas. La Reforma Liberal del país que impulsó la apertura comercial y la expansión de ciertos cultivos agrícolas en 1876, fue el inicio de un sistema de enclave económico; es decir, el crecimiento económico de Honduras se ha basado en una economía de enclave que no necesariamente está enlazada con otras actividades productivas, es así, que tenemos actualmente ciertos Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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sectores favorecidos como las comunicaciones, energía, minería, la producción bananera, la maquila y el sector financiero. Por ello, la deconstrucción y la descolonización al identificar significados y prácticas nos permite comprender hacia dónde se encaminan las estrategias económicas y de desarrollo del país. Los sectores de crecimiento mencionados no generan necesariamente beneficios directos hacia la sociedad, su capital está concentrado en pocas manos y, por lo tanto, sus rendimientos se quedan para un grupo de personas. Esto obliga a revisar las estrategias de planificación a largo plazo del país y a retomar aquellos instrumentos que contemplaron una dinámica económica y de desarrollo más estable. Sin embargo, para esta investigación, el análisis de los objetivos estará centrado en las estrategias de las últimas décadas, principalmente a partir de las reformas neoliberales impulsadas en el país en la década del ochenta y noventa, hasta llegar a las nuevas visiones del desarrollo.

En tal sentido, para comprender la dinámica de la economía política del café y del desarrollo humano se han planteado una serie de premisas o preguntas que ha guiado este estudio, las mismas encuentran sus respuestas a lo largo de este trabajo.

1. ¿Cuáles han sido los aportes más significativos de la economía del café al desarrollo humano de las familias productoras en la región occidental de Honduras?

2. ¿Qué mecanismos o estrategias puede hacer posible una economía del café más inclusiva en la distribución de sus beneficios para las familias productoras del occidente de Honduras?

3. ¿Por qué el occidente de Honduras es percibido y representado como la región más atrasada, con escaso desarrollo, vulnerable y con altos índices de pobreza si posee un dinamismo en la economía del café y ha sido receptor durante décadas de múltiples programas y proyectos de desarrollo? 4. ¿Cómo conciben, perciben y practican las familias productoras la economía política del café, por qué se hace de esa manera, cuáles son sus vínculos con el desarrollo humano, cuál es su dinámica socioeconómica, organizativa e Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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institucional, ambiental y cultural en la región occidental de Honduras? 5. ¿Por qué las prácticas de la caficultura y los diferentes enfoques clásicos del desarrollo no han logrado mejorar las condiciones de vida de la población en la región occidental de Honduras, dónde radica la raíz del problema, qué es lo que no se ha hecho bien? 6. ¿Por qué es necesario promover nuevos paradigmas, conceptos y enfoques críticos del desarrollo humano en la región occidental de Honduras que provengan desde una deconstrucción cultural de las prácticas tradicionales de la economía del café y de los significados y fundamentos epistemológicos del llamado desarrollo?

EL OCCIDENTE DE HONDURAS: entre frustraciones, sueños y esperanzas Estudiar el occidente de Honduras siempre ha sido un reto trascendental, una región caracterizada por una serie de asimetrías, con altos niveles de pobreza, vulnerabilidad y exclusión social, pero, una región que presenta alto potencial productivo, biodiversidad, etino, cultural e hídrico. Es un contraste de sus realidades, esto la convierte en una de las regiones interesantes para la comprensión del desarrollo por el sinnúmero de proyectos que se instalaron en esta región, principalmente desde la década del ochenta. Esta investigación se centró en estudiar, interpretar y comprender la dinámica de la economía política del café y sus aportes al desarrollo humano de la región occidental de Honduras durante las últimas décadas. Este estudio permitió comprender cómo ha percibido la población los procesos de intervención, cuál ha sido la coherencia interna de los proyectos de desarrollo, cuál ha sido el grado de relevancia o correspondencia externa con las comunidades donde se han instalado dichos proyectos, especialmente en familias productoras de café. Dónde han estado los impases, los “cuellos de botellas” de los procesos de intervención en la región. Para explicar de una mejor forma qué es la región y qué representa el café para el occidente de Honduras.

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1. La importancia del estudio en el occidente de Honduras Una región no solo es el espacio o territorio, comprende relaciones sociales, políticas, culturas y ambientales que interactúan entre sí. En el occidente del país ha tenido experiencias interesantes en términos de desarrollo humano. Algunas han contribuido a mejorar las condiciones de vida, otras, lamentablemente, no impactaron en la población más desposeída de la región. ¿Por qué estudiar esta región en esta tesis? En el occidente de Honduras se unen varios factores que se convierten en un reto de estudio. Existe una serie de potencialidades y posibilidades, quizá poco aprovechadas. Tiene cercanía con dos fronteras; El Salvador y Guatemala. Posee un potencial turístico, no solo el declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), relacionado con la impresionante cultura maya en Copán Ruinas y sus alrededores, sino que hay un potencial eco turístico en la mayor parte de los municipios de la región. Existen dos grupos étnicos muy bien diferenciados, los chortí, ubicados principalmente en Copán y Ocotepeque y los lencas, en el departamento de Lempira y parte de Ocotepeque. A estos dos grupos étnicos los unen varios aspectos; sus raíces, su historia y su época; han sido comunidades que históricamente han luchado por reivindicar sus derechos culturales y patrimoniales, se niegan a ser vistos, nada más, como piezas de museo y buscan a través de sus organizaciones ser visibles ante la sociedad.

El occidente de Honduras cuenta con un potencial en liderazgo, hombres y mujeres que han emprendido varias causas; protección de cuencas y microcuencas, educación, salud, biosfera y lucha constante por la contaminación procedente de las minas a cielo abierto. Este liderazgo se ha manifestado en la creación de una serie de organizaciones comunitarias de sociedad civil. El occidente de Honduras tiene un acceso cercano a puertos y aeropuertos, esto representa un potencial económico a la hora de emprender acciones de exportación de productos de la agroindustria local. Durante las últimas dos décadas han surgido una serie de escuelas, colegios y universidades que han venido a fortalecer la educación en la región. Es una región con organizaciones canalizadoras de fondos de la cooperación; estas han incidido en los procesos de participación ciudadana y consolidación de estructuras locales y de mancomunidad. La historia de las mancomunidades nace aquí precisamente, de esos procesos y experiencias organizativas de las comunidades del occidente de Honduras. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Con el apoyo de las diferentes organizaciones no gubernamentales (ONG) y demás estructuras comunitarias, han tenido lugar experiencias exitosas en procesos de auditoria social y rendición de cuentas. Diversos comités se han consolidado a lo largo de la historia para apoyar y contribuir con la vulnerabilidad de esta región. Una serie de microempresas han surgido en diferentes épocas y con diferentes fines. La economía del café está inmersa en esas iniciativas de emprendimiento familiar. Es una región que comparte con los sesenta y siete municipios de los tres departamentos creencias, costumbres y tradiciones. La cultura, el arraigo a la familia, el sentido de pertenencia, la paz relativa, los valores compartidos, las experiencias locales, los sueños y aspiraciones, son factores que se mesclan con la vulnerabilidad, la pobreza, la exclusión y la desigualdad en esta región del país. Los estudios tienen relevancia en el contexto de su aplicación, por ende, estudiar estas asimetrías que se mezclan entre riquezas y pobrezas es un reto para la ciencia. Es buscar dónde radican las causas de empobrecimiento en esta parte del país. En esta tesis, durante la aplicación de los cuestionarios y entrevistas se preguntó acerca del porque el empobrecimiento en el occidente de Honduras; las primeras evidencias empíricas demuestran la falta de ingresos y empleos, la falta de educación y conocimientos y no disponer de tierra para producir, estas observaciones se presentan con mayor detalle en el capítulo de análisis de resultados.

Una de las argumentaciones plasmada en esta tesis es que la investigación científica tiene sentido si esta sirve para aplicarse en el contexto de su estudio. Por décadas, los cientistas sociales han buscado respuestas del porqué cientos de proyectos de desarrollo no han funcionado donde se han implementado. Una de las razones, según teóricos del desarrollo, es que generalmente son modelos que se imponen bajo una mirada vertical de la realidad; una realidad que no es objetiva pues no existe una sola verdad posible, es dinámica y debe ajustarse a realidades particulares en constante movimiento. “La realidad es lo que nuestra concepción de realidad nos permite percibir” (De Souza, 2008, p. 3). Si la realidad es contextual, cualquier iniciativa de desarrollo debe pensarse desde lo local, la cuestión del desarrollo en Honduras es que, por lo general, las estrategias y planes se deciden desde arriba, con visiones que no necesariamente son las visiones de las diferentes regiones. Estas estrategias y planes a su vez, descansan en la visión única que se imponen desde lo global, a esto se le ha denominado colonización cultural y epistemológica. Esta tesis plantea la Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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necesidad de pensar la caficultura y el desarrollo humano haciendo énfasis en la descolonización y la deconstrucción cultural que, permita comprender primero, para transformar después la realidad.

El secuestro mental que erradica el poder de las historias y sueños locales ocurre con el apoyo de estrategias argumentativas y de prácticas discursivas—del discurso hegemónico global— que son incorporadas al discurso hegemónico nacional/local a través de los sistemas de comunicación y educación (De Souza, 2011, p. 20)

En tal sentido, cualquier fenómeno de estudio que implique la comprensión de la realidad hondureña debe contemplar la premisa de dónde serán aplicados sus hallazgos y resultados, porque durante varios siglos, la ciencia logró monopolizar el conocimiento científico y plasmó en sus cánones que el conocimiento podía ser generalizado, esto puede ser posible para ciertas áreas de las ciencias cuyos fenómenos no dependen de la percepción humana, por tal razón, en el fondo de las injusticias sociales existe un problema epistemológico, hay un problema de injusticia cognitiva, hay un problema de destrucción de conocimientos y saberes alternativos, sin los cuales el conocimiento hegemónico no logra ser hegemónico (Santos, 2010a). Este quizá ha sido uno de los factores del porqué no han funcionado los proyectos de desarrollo en el occidente de Honduras, al querer imponerse bajo realidades que no coinciden con las necesidades prioritarias de la región. Este esfuerzo por estudios de deconstrucción cultural y descolonización epistemológica es uno de los objetivos plasmados en esta tesis, lo cual, a lo largo del documento se irán incorporando elementos para su análisis.

2. Territorio y territorialidad en el occidente de Honduras La región occidental de Honduras se ubica al noreste de las repúblicas de Guatemala y El Salvador y al oeste de los departamentos de Santa Bárbara y Cortés, con una superficie de 9,100 km2 que representa el 8% del territorio nacional, en la cual viven 754,909 personas (PNUD, 2009, pp. 417-435). Su topografía es muy irregular por ubicarse en la zona de la cordillera central y del sur, de la cual se desprenden las sierras del Gallinero, Merendón, Celaque y Puca Opalaca, cuyas altitudes máximas oscilan entre 1400 m/nm y 2385 m/nm. El área más alta de la región está situada en la montaña de Celaque. Es la región más antigua Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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del país geológicamente hablando y es considerada la más agreste, con apenas un 25% de territorio relativamente plano. Sus temperaturas oscilan entre los 11 y 33 grados centígrados, con precipitaciones que van desde los 1300 a 2200 mm/año. Los sistemas de pequeñas lagunas, lagunetas, aguas termales, bosques nublados, su red de ríos con todos sus sistemas de cuencas, hacen de esta región la más abundante en cuanto a captación de agua en el país (Carranza, 2012, pp. 24-26); es aquí, donde se originan los más importantes afluentes de los ríos, Ulúa y Chamelecón. Esta región comprende, principalmente, los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira. DEPARTAMENTO

FECHA DE FUNDACIÓN

MUNICIPIOS

Copán

28 de mayo de 1869

23

FUNDADO EN EL GOBIERNO José María Medina

Ocotepeque

20 de febrero de 1906

16

General Manuel Bonilla

Lempira (antes llamado Gracias fundado el 28 de junio de 1825)

17 de febrero de 1943

28

Dionisio de Herrera Tiburcio Caria Andino

CABECERA DEPARTAMENTAL Santa Rosa de Copán Ciudad de Ocotepeque Ciudad de Gracias

3. Economía y producción en el occidente de Honduras La economía del occidente del país ha estado marcada por condiciones que se remontan a los tiempos de la Colonia. Antes de la llegada de los españoles a esta zona, existieron rutas comerciales de larga distancia que se consolidaron durante el primer milenio de la era cristiana. Los Nahuas fueron el grupo indígena que tuvo mayor influencia en la cultura y en el comercio en el occidente del país, “se establecieron en la costa del Caribe, desde donde expandieron el comercio a los pueblos del interior de Honduras, este acercamiento de comercio con los pueblos indígenas permitió la culturización de los nahuas sobre los pueblos” (Orellana, 2010, p. 42). Estas rutas siguieron utilizándose durante la Colonia para la comercialización del añil, principal rubro de exportación durante el siglo XVII (Ventura, 2009, p. 105). Al comenzar el período de independencia en el país, abandonada la producción del añil, empezó en la región occidental el cultivo del tabaco, actividad que se había iniciado a finales del período colonial, este le dio un auge económico a la misma.

El cultivo del tabaco en el occidente de Honduras se inició en Quezailica en el departamento de Copán (Castañeda, 1946, p. 8). Varios cosecheros de esta aldea se trasladaron a los Llanos de Santa Rosa para continuar el cultivo de esta planta y dieron posteriormente vida a lo que Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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ahora es Santa Rosa, cabecera del departamento de Copán. En la actualidad, por el predominio de una población rural, el occidente de Honduras se caracteriza por un comportamiento económico basado en actividades económicas agrícolas. Está socio economía está fundamentada en tres pilares: La generada desde las pequeñas fincas de café (39 % de la producción de Honduras), las remesas enviadas por los hombres y mujeres que emigran a otros países y la pequeña empresa de carácter familiar, “informal” en su mayoría.

Los pequeños y medianos productores del sector rural se desenvuelven en condiciones de producción de subsistencia y un acceso al mercado que no les permite solvencia económica para cubrir con sus necesidades básicas. En el caso de la economía del café, una buena cantidad de los beneficios o utilidades quedan en las cadenas de intermediación y comercialización del grano. A esto se suma las dificultades de acceso al crédito en el sistema bancario nacional, en el cual existe una brecha crediticia para rubros como el café, banano, hortalizas, granos básicos, entre otros. En vez de esto, se prefiere financiar importaciones por “no estar sujetas a los riesgos propios de la siembra y cosecha en el territorio nacional” (Perdomo, R., Díaz, M., 2012, p. 72).

La concentración de las tierras fértiles y planas en pocas manos se constituyó desde tiempos antiguos en un verdadero problema para los pequeños productores de la región. “El Estado español distribuyó su usufructo entre los colonos, la iglesia entre los colonos, la iglesia y los indígenas (tierras comunales y ejidales)” (Varela, 2011, p. 146). Esto significó que las mejores tierras del occidente del país quedaran en propiedad de los colonos y sus descendientes (criollos). Sin embargo, esta dinámica de repartición fue la que posibilité que la economía del café no estuviera concentrada en pocas manos, ahora, en el occidente de Honduras, las familias cuentan con pequeñas parcelas, algunas por herencia, otras ha sido un proceso de compra, de inversión y de reinversión que hacen posible la vida en esta región. El dinamismo económico está bien diferenciado en cada uno de los departamentos, por ejemplo, en Copán sobresalen municipios como Santa Rosa, Copán Ruinas, Corquín, Cucuyagua y Florida; En Ocotepeque, el auge económico radica en los municipios de Ocotepeque, La Labor y San Marcos. En Lempira, sobresale Gracias y Lepaera. Algunos municipios son centros de acopio para otros. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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COPÁN 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23.

Santa Rosa de Copán Cabañas Concepción Copán Ruinas Corquín Cucuyagua Dolores Dulce Nombre El Paraíso Florida La Jigua La Unión Nueva Arcadia San Agustín San Antonio San Jerónimo San José San Juan de Opoa San Nicolás San Pedro Santa Rita Trinidad de Copán Veracruz

LEMPIRA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28.

Gracias Belén Candelaria Cololaca Erandique Gualcince Guarita La Campa La Iguala Las Flores La Unión La Virtud Lepaera Mapulaca Piraera San Andrés San Francisco San Juan Guarita San Manuel Colohete San Rafael San Sebastián Santa Cruz Talgua Tambla Tomalá Valladolid Virginia San Marcos de Caiquín

OCOTEPEQUE 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16.

Ocotepeque Belén Gualcho Concepción Dolores Merendón Fraternidad La Encarnación La Labor Lucerna Mercedes San Fernando San Francisco del Valle San Jorge San Marcos Santa Fe Sensenti Sinuapa

Las actividades comerciales son, por lo general, el comercio de mercaderías, granos, productos de primera necesidad, construcción y servicios. Desde mediados del siglo XX, diferentes estudios han mostrado que occidente sigue siendo una de las regiones con mayor rezago, aislamiento y pobreza, aunque algunos municipios con leves repuntes que otros (Orellana y Carranza, 2013; Carranza, 2012; PLATS, 2005). Los departamentos de Copán, Lempira y Ocotepeque se caracterizan por su desarticulación y desintegración con respecto al Gobierno central y al resto del país. Al ser muy tardía la conformación de una estructura agroexportadora y agroindustrial, ha implicado, entre otros fenómenos, la persistencia de altos Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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niveles de pobreza e inequidad socioeconómica (PLATS-UNAH, 2005, p. 33). A pesar de ello, el occidente de Honduras presenta un mosaico de diversidad ambiental; suelos heterogéneos, ricos en las pocas hondonadas; pobres en las muchas laderas, en la cual la población a lo largo del tiempo ha sido ubicada con su propia dinámica (Carranza, 2004, p. 13).

Otro factor en la economía, según el Postgrado Latinoamericano en Trabajo Social, es el predominio de “estructuras sociales de hacienda tradicional relacionada a la economía de frontera con un relativo desarrollo de una economía agropecuaria, una amplia población campesina con grandes carencias en las condiciones de vida y desarrollo relativo de un sector artesanal” (PLATS-UNAH, Op. cit., p. 52). Figura 1: Mapa cafetalero de Honduras

Fuente: IHCAFE, 2017

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Figura 2: Mapa del desarrollo de Honduras

Fuente: FOSDEH, 2010

Los productos que sobresalen actualmente son: café, tabaco, granos básicos, verduras, legumbres, frutas, caña de azúcar, ganado, explotación de madera, minería y venta de servicios; esta producción se ve obstaculizada por los altos costos de los insumos, la débil comercialización, la intermediación y la frágil infraestructura vial. El potencial para dar valor agregado a la producción en el occidente de Honduras es considerable, por ejemplo, la producción de cítricos se vende a granel a compradores de Guatemala y El Salvador, las iniciativas municipales para fortalecer y dinamizar la creación de microempresas en este rubro ha sido una tarea pendiente. La inexistencia de políticas públicas municipales que fortalezcan el agro y el valor agregado, la desarticulación con la banca, los pocos incentivos a la producción agrícola hacen que estas oportunidades no sean alternativas para fortalecer el crecimiento económico de la región. En el sector café, las iniciativas empresariales han sido producto de

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esfuerzos particulares, hace falta intervenir en la búsqueda de mecanismos de compensación con respecto a la distribución de los beneficios que genera la economía del café.

4. El desarrollo y la pobreza en el occidente de Honduras

La búsqueda de soluciones para acabar con la pobreza siempre ha sido una de las metas de cualquier proceso de intervención. el desarrollo desde sus primeras concepciones ha estado enfocado en propiciar las condiciones para que el motor del crecimiento económico pueda hacer posible el bienestar de las personas. Hablar de la pobreza siempre será un concepto abstracto. Majid Rahnema planteaba que la pobreza ha tenido diferentes significaciones de acuerdo con la cultura y el país particular, desde esa perspectiva, Rahnema planteaba que no es pobre solo aquel hambriento, el enfermo, los sin techo o sin tierra, los lisiados y los mendigos; no sólo los locos, los prisioneros, esclavos, fugitivos, exiliados, vendedores ambulantes y los soldados, sino también, todos los perdedores del mundo, incluyendo a los millonarios después de una catástrofe de la bolsa, a los ejecutivos despedidos y a los artistas que no encuentran comprador para sus obras (Rahnema, 1996, pp. 251-253), sin embargo, las concepciones de pobreza actualmente, tienen que ver con escases, con privación y con poco consumo, por lo que ha sido necesario redefinir las concepciones de pobreza o “monoculturas mentales” (O’Neill, 2009; Shiva, 2006) que nos acerquen a otras realidades y concepciones.

Existe, por lo tanto, una significación, desde la percepción de la población, que la pobreza es carencia material. Los estudios de descolonización epistemológica inducen a pensar que la pobreza es parte de un sistema injusto de distribución de la riqueza; es, según Vandana “más una cuestión de tomar menos que de añadir una cantidad insignificante a lo que se da” (Shiva, 2006, p. 9), pues, durante siglos los pobres han sido expoliados de sus riquezas bajo un sistema económico que pone énfasis en el capital y que obliga a gobernantes alrededor del mundo a seguir sus modelos y recetas en nombre del desarrollo. En ese sentido, la pobreza en Honduras se ha medido generalmente en cifras; en ingresos recibidos o en función del Producto Interno Bruto per cápita. El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras FOSDEH, ha puesto de manifiesto cifras de pobreza que indican un estancamiento social Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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durante los últimos trece años (FOSDEH, 2014). Los datos del Instituto Nacional de Estadística INE, revela que pobreza según ingreso de la población apenas disminuyó en 1.4% entre los años 2000 y 2013 (Orellana, 2015). Según el FOSDEH, los estudios de pobreza en 2013 en función de las “Necesidades Básicas Insatisfechas”, evidenció un 48.5%, de los cuales son pobres (32.6) y pobres extremos (15.9); mediante el método de análisis del “Ingreso” la pobreza en Honduras se ubicó en un 65.9%, de los cuales (23.2) son pobres y (42.7) pobres extremos. En función del “Gasto” los datos señalaron un 80% distribuido entre pobres (51.1) y pobres extremos (28.9). Estas cifras no dejan de ser preocupantes si consideramos que durante más de una década se han invertido miles de millones en nombre de la reducción de la pobreza. Solo a través de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza ERP se invirtieron 240 mil millones de lempiras en menos de diez años de ejecución (FOSDEH, 2014, pp. 13-17). Este panorama nacional es preocupante aún más para regiones aisladas de los polos de “desarrollo económico”. La economía del occidente de Honduras depende, en gran medida, de las bonanzas de la caficultura, de los ingresos por remesas familiares y de otras actividades de subsistencia. A pesar de los múltiples experimentos que se han realizado en la región con los programas y proyectos de desarrollo emprendido, los resultados e impactos no son tan visibles. La lógica de intervención de los proyectos que dependen de los fondos de cooperación internacional siguen teniendo cortes verticales, dependen de la agenda del cooperante y las necesidades atendidas no necesariamente son las que prioriza la región desde la población.

Los datos del desarrollo humano para Honduras del PNUD en 2012, muestran leves mejorías en algunos departamentos de la región occidental. Las dimensiones evaluadas en el informe tienen que ver con ingreso, salud y educación. Lempira fue el departamento que mejoró su índice de desarrollo humano entre los años 2002 y 2009 por su crecimiento en la dimensión educativa. El departamento de Copán en el periodo de análisis solo creció en 5.16 y Ocotepeque en 1.92. esos indicadores, según los análisis del PNUD, tienen que ver con el estancamiento en la dimensión de ingresos y en la dimensión educativa.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Cuadro 1: Avances del desarrollo humano entre 2002 - 2009

Fuente: PNUD, 2012

Dentro de cada departamento la dinámica del desarrollo humano tiene similitudes y divergencias, por ejemplo, en el informe de 2012 de PNUD el municipio de Dolores Merendón en Ocotepeque representó el menor rango de desarrollo humano y San Agustín en el departamento de Copán. Por ejemplo, el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) además de considerar las privaciones o carencias en salud, educación y nivel de vida, mide las carencias de grupos u hogares, en tal sentido, el Índice de Pobreza Multidimensional en el país en 2009 osciló en 0.159 y al interior, en el occidente de Honduras, Lempira reportó mayor índice de pobreza (IPM) con 0.394, seguido de Ocotepeque con 0.278 y Copán con 0.277. El cuadro siguiente muestra el porcentaje de personas que viven en hogares pobres, así como el porcentaje de carencias entre los pobres. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Cuadro 2: Índice de pobreza multidimensional por departamento

Fuente: PNUD, 2012

Los departamentos con menor índice de pobreza multidimensional son Cortés, Francisco Morazán y Atlántida. Para el PNUD, “a mayor pobreza, menor desarrollo humano” (2012, p. 212). Por lo que cualquier estrategia para mejorar los indicadores de bienestar deben contemplar reducir significativamente los flagelos de la pobreza en los diferentes territorios del país. No es casual que en los departamentos con menores índices de pobreza multidimensional la inversión del Estado sea más sistemática, por ejemplo, puertos, aeropuertos, vías de comunicación, turismo, esto se traduce en mayores índices de crecimiento económico y, por ende, mejoran desde la perspectiva del ingreso el bienestar de las personas. Las zonas más aisladas como el occidente de Honduras no participan de las grandes inversiones estatales. Por ejemplo, en el censo empresarial, según el Instituto Nacional de Estadísticas INE, los inscritos en el régimen de facturación en mayo de 2017 Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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fueron 167,014 empresarios, de los cuales, los mayores aportantes estuvieron ubicados en el departamento de Francisco Morazán con 55, 920 y Cortés con 41, 816. Figura 3: Ingresos fiscales por departamento 2009

Fuente: FOSDEH, 2017

Los departamentos de Copán reportaron 5,516 contribuyentes, Lempira con 1,761 y Ocotepeque con 1,604 contribuyentes. De allí, que el occidente de Honduras no sea prioritario para las políticas económicas del país por su baja participación en los ingresos fiscales. La costa norte y centro de Honduras concentran una gran cantidad de población y un considerable volumen de tráfico vehicular, lo cual ha convertido a este corredor en lugares propicios para la colocación de casetas de peaje. A pesar de que, por el occidente de Honduras se traslada la mercadería procedente de países vecinos hacia el resto del país, el abandono de la carretera internacional es una realidad que ha traspasado diferentes gobiernos de turno 7. 7

En 2017 se comenzó la reconstrucción de la carretera que conduce desde La Entrada, Copán a Copán Ruinas y desde La Entrada a Santa Rosa de Copán. Al mes de agosto de 2018, estos tramos aún están en construcción. Queda pendiente la construcción o reconstrucción de los tramos de La Entrada Copán hacia San Pedro Sula y desde Santa Rosa de Copán hacia la ciudad de Ocotepeque. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Figura 4: Recaudación fiscal territorial por departamento

Departamento

Tributación acumulada por departamento 2010 - 2016 FRANCISCO MORAZAN

CORTES

25%

68%

2010-2016

Francisco Morazán

291,444,783,706

67.99%

Cortés

106,221,448,773

24.78%

Copán

7,584,841,762

1.77%

Ocotepeque

6,859,588,794

1.60%

Atlántida

3,225,895,065

0.75%

El Paraíso

2,586,474,663

0.60%

Valle

4,127,010,575

0.96%

Comayagua

1,085,647,884

0.25%

Yoro

926,486,111

0.22%

Islas De La Bahía

1,290,103,577

0.30%

Choluteca

1,446,384,043

0.34%

Olancho

314,077,643

0.07%

Santa Bárbara

945,368,903

0.22%

Colón

367,908,558

0.09%

Intibucá

116,497,949

0.03%

La Paz

54,057,842

0.01%

Lempira

67,373,950

0.02%

Total

428,663,949,801

100.00%

Fuente: FOSDEH, 2017

El peso de las contribuciones fiscales de Copán, Ocotepeque y Lempira, todos juntos, es apenas del 3.39% con respecto a la contribución nacional, el aporte de Cortés es del 24.78% y Francisco Morazán es del 67.99% en los períodos de 2010-2016. Estas cifras demuestran que las prioridades nacionales de inversión en el desarrollo estarán en aquellos lugares que reportan un rendimiento fiscal para el país. Un ejemplo claro de ello son los proyectos Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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concesionales mediante la alianza publica privada (APP). Las carreteras del occidente de Honduras no son sujetas a esta modalidad de concesión por que no son rentables desde el punto de vista de las APP. El flujo de vehículos es menor y la movilización de mercancías no necesariamente se mueve dentro del occidente de Honduras, sino que ocupan el territorio únicamente para el traspaso de bienes a través de las fronteras de Guatemala y El Salvador al resto del país y Centroamérica. Por tanto, la búsqueda del desarrollo y de la inversión en el occidente de Honduras debe partir de estrategias más locales aprovechando lo que se cuenta en la región. El bienestar de las personas debe buscarse desde dentro, al priorizar las necesidades y realizando esfuerzos de reinversión social de los beneficios, pero, sobre todo, reclamando los beneficios que produce la región para el resto del país.

5. La búsqueda de alternativas al desarrollo y la prevención de la pobreza

Honduras, con el propósito de contar con una estrategia de inversión y desarrollo de largo plazo, impulsó un Plan de Nación a partir del año 2010, el cual supuso una regionalización basada en las cuencas hidrográficas del país. La regionalización permitiría una mejor asignación de fondos para los diferentes proyectos. El Congreso Nacional, por decreto legislativo No. 286-2009, aprobó en diciembre del 2009 la “Ley para el establecimiento de una Visión de País y la adopción de un Plan de Nación para Honduras”. El Plan de Nación recogía la integración de diversas iniciativas como el Plan Maestro de Reconstrucción y Transformación Nacional PMRTN, Estrategia para la Reducción de la Pobreza ERP, Objetivos de Desarrollo del Milenio ODM, Plan de País, entre otros. Los objetivos contemplados en el Plan de Nación fueron: Una Honduras sin pobreza extrema, educada y sana, con sistemas consolidados de previsión social. Una Honduras que se desarrolla en democracia, con seguridad y sin violencia. Una Honduras productiva, generadora de oportunidades y empleo digno que aprovecha de manera sostenible sus recursos y reduce la vulnerabilidad ambiental y un Estado moderno, transparente, responsable, eficiente y competitivo. El Plan de Nación fue abandonado con la instauración del nuevo gobierno a cargo de Juan Orlando Hernández Alvarado8.

8

En Honduras, cada gobierno reinicia y busca dejar su propia huella. Con Manuel Zelaya Rosales se implementó la Red Solidaria; con Porfirio Lobo Sosa, el Plan de Nación; con Juan Orlando Hernández, el programa Vida Mejor. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Figura 5: Regionalización del país según Plan de Nación

Es evidente que las pretensiones del Estado con respeto a la regionalización han sido aprovechar el potencial de los “recursos” hídricos con los que cuenta el país. En tal sentido, se priorizan las estrategias para favorecer las pretensiones del capital, la creación de la riqueza por medio de la expoliación de los bienes que pertenecen a las comunidades. Es allí, en la cual diversos movimientos sociales alrededor del mundo buscan alternativas al desarrollo y no alternativas de desarrollo, pues la idea del desarrollo como meta para resolver los problemas de pobreza no han funcionado en el mundo9. Los proyectos de desarrollo han facilitado la mejora de los indicadores macroeconómicos del país, sin embargo, ese crecimiento económico no coincide con la reducción de la pobreza en las distintas regiones del país, es más, se ha incrementado la cantidad de pobres, a pesar de los esfuerzos emprendidos. Por ejemplo,

9

Ejemplos de alternativas al desarrollo se pueden encontrar en el retorno al lugar. La localización de la vida económica y social. En tal sentido, se deben reconocer las capacidades y potencialidades que existe en las comunidades. Hacen énfasis en el fortalecimiento de los movimientos sociales. Las alternativas al desarrollo comprenden un nuevo paradigma de convivencia que se sustenta en la convivialidad, el respeto a la madre Tierra, la solidaridad, la reciprocidad y la complementariedad (Mejía Díez, 2012). Abogan por el fortalecimiento de la participación hacia una sociedad más cohesionada. Las alternativas al desarrollo plantean la necesidad de romper con el discurso desarrollista (Escobar, 2014, 2010, 2007, 2005). La participación de los actores locales es crucial para organizar el futuro de un territorio, aprovechando los talentos humanos y los bienes naturales. Plantean un diálogo permanente con los agentes económicos, sociales, culturales y políticos. Por tal razón, es necesaria la visión compartida de un futuro de todos y para todos. Buscan cambiar prácticas de saber y hacer, multiplicar centros y agentes de producción de conocimientos. Para tales propósitos es necesario realizar giros paradigmáticos que conduzcan a una ecología de saberes, hacia una justicia cognitiva (Santos, 2010b). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Honduras en el Índice de Desarrollo Humano del PNUD de 2015 se ubicó con un puntaje de 0.606, lo cual significó un empeoramiento con el 0.617 del año 2013.

En la clasificación mundial del IDH de 2006 Honduras ocupó el puesto 108 de los 188 países analizados; en 2016 el país se ubicó en el puesto 130, lo cual representó un deterioro en la calidad de vida para las personas más desposeídas (PNUD, 2016). Entonces, si el país ha tenido un crecimiento económico en los últimos años, por qué no se traduce en mejoras en el bienestar de las personas. Para 2017 Honduras cerrará con un 4.1% según estimaciones del Banco Central, el crecimiento económico básicamente se sustenta principalmente de remesas y exportaciones de café. El problema con las remesas es que no se garantiza su permanencia con el tiempo porque depende de factores no controlables en el país, de la misma forma el café, la volatilidad de los precios internacionales y el exceso de producción en otros países del mundo condicionan el flujo de divisas para Honduras. Figura 6: Tendencias del fenómeno de la pobreza en Honduras

Fuente: FOSDEH, 2017

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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La búsqueda de las fórmulas para reducir la pobreza es una constante en cualquier gobernante de países con precarias condiciones de vida, el debate radica en el hecho de que no se han profundizado en las causas estructurales de la pobreza, tampoco se han realizado esfuerzos de descolonización epistemológica que permitan la revisión conceptual de las premisas que subyacen en dicho fenómeno. El sistema económico en el cual está sumergido el país, induce a propiciar las condiciones necesarias para su funcionamiento, por ejemplo, los conceptos de competitividad en el país se sostienen a través de un deterioro del salario de los trabajadores, una devaluación de la moneda y de enclaves económicos que no necesariamente están conectados con otras actividades productivas del país. Figura 7: Comportamiento del índice mensual de actividad económica de Honduras

Fuente: FOSDEH, 2017

En Honduras, la actividad agrícola ha sido desplazada por otras actividades menos riesgosas para los inversionistas. El Índice Mensual de Actividad Económica IMAE, en el período 2010 2016 muestra que las actividades económicas del país han estado concentradas en la actividad financiera, comunicación, comercio y construcción. Son actividades que no necesariamente generan valor agregado de la industria, por lo que algunas son actividades Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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especulativas y en otras, como construcción, son inversiones millonarias puntuales y con un tiempo relativamente corto y finito. Por tal razón, miles de productores de café se ven en la dificultad de acceder a fuentes de financiamiento, pues la agricultura para el sistema financiero genera múltiples riesgos desde su siembra hasta su cosecha, por lo que resulta más viable para el Estado la importación de productos que fácilmente podrían producirse en el país (Perdomo, R., Díaz, M., 2012) 10.

Cuando un país presenta sus logros en el crecimiento macroeconómico y esos logros no se traducen en bienestar para los más pobres, se van creando las condiciones para la protesta social y el reclamo por mejores condiciones de vida. En el mediano plazo no se vislumbra una atención priorizada para el occidente de Honduras procedente del gobierno central. Es notorio que existe en el país una especie de “T” del desarrollo que contempla los municipios de Cortés, Comayagua, Francisco Morazán y la zona sur del país, “el aumento de la desigualdad no solo puede afectar el crecimiento económico y generar problemas sociales, sino que además puede incidir negativamente en el acceso a oportunidades y servicios públicos básicos” (OCDE, 2016). El occidente de Honduras ha demostrado a lo largo de su historia un fuerte tejido social con la creación de múltiples instancias de participación ciudadana, se han emprendido luchas que contemplan la protección de ambiente y de la vida misma, en tal sentido, las propuestas y estrategias de desarrollo desde la región tendrán que ver con una mejor redistribución de los ingresos del país, mayor atención a las actividades productivas de la región y mayor acercamiento a las estructuras de toma de decisión institucional.

La reducción de la pobreza en las intervenciones desarrollistas necesita obligadamente estrategias no de combate, sino de prevención, evitarla y no producirla (Serrano, s.f.), pero,

10

Honduras posee un enorme potencial productivo, sin embargo, el negocio de la importación ha sido más rentable para el gobierno que fomentar una cultura productiva de los bienes que necesita. Los mayores beneficiados de la apertura comercial, por un lado, han sido las empresas creadas para tal propósito en el país. Por otro, los beneficios son para las transnacionales que colocan diversidad de productos en el mercado hondureño. Las ventajas que ofrecieron los tratados de libre comercio no se han traducido en la diversificación de las exportaciones. Honduras sigue exportando los mismos productos tradicionales, principalmente materias primas. El crecimiento económico del país crea una falsa ilusión, se crece, pero se suman miles de personas año con año a la pobreza. El crecimiento al estar concentrado en enclaves económicos no genera encadenamiento con los demás sectores productivos, por lo que la economía hondureña, no es una economía de producción, sino de especulación y concentración de la riqueza. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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además, necesita de revisiones epistemológicas que conduzca a prevenir otras formas de pobreza en la región, “y estas otras pobrezas no se pueden borrar con dólares. Necesitan compasión y justicia, cuidados y formas de compartir” (Shiva, 2006, p. 8). Al estar bajo un sistema que tiende a mercantilizar toda la existencia y formas de vida, no es casual que la pobreza se asocie con la falta de ingresos y con la privación de bienes materiales; esas luchas de prevención tienen que ver con la búsqueda de un pensamiento alternativo, porque las esperanzas de un mejor futuro radican en el despertar de la autoconciencia. Stiglitz ha planteado que “ignorar deliberadamente las lecciones del pasado es un acto criminal” (2012, p. 21); se necesita, por lo tanto, otras miradas hacia la idea del desarrollo, hacia la búsqueda de otros paradigmas del desarrollo humano; en la economía del café, se trata de acercar los eslabones de la cadena productiva, buscar mecanismos de compensación ante la volatilidad de precios, la búsqueda de opciones para aprovechar el potencial en los servicios ecosistémicos dentro de las fincas, todo ello, permitirá acercarnos a la idea de igualdad, de reconocimiento y comprensión del uno con el otro.

Generalmente se entiende que una zona está desarrollada cuando existen fábricas o industrias con alta concentración de población, autopistas, multitud de personas con alta movilidad de efectivo, empresas dedicadas a la exportación de un sinnúmero de productos; es decir, un dinamismo de la economía en la que empresas y personas participan de esa movilidad. Sin embargo, existe una interpretación de “desaprobación” cuando una familia no participa de las leyes del mercado y sus productos son intercambiados o comercializados en el contexto local, o cuando una pequeña empresa familiar, de las que mayormente existen en esta región, no tiene un sentido empresarial agresivo o competitivo que le impide trascender hacia otros mercados. Todo eso, es otro tipo de análisis que hay que estudiar y comprender para poder categorizar a una determinada región bajo los calificativos de “atrasada” o no desarrollada.

6. La economía del café en el contexto del occidente de Honduras

La caficultura para Honduras representa una de sus principales fuentes de divisas, se produce en 15 de los 18 departamentos del país. El Instituto Hondureño del Café registra a 120,000 familias cafetaleras distribuidas en 224 municipios; en temporada de corte genera más de un Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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millón de empleos directos. Después de las remesas familiares, el café es la segunda fuente de divisas, genera el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 35 - 37% del PIB agrícola, económicamente sostiene al 20% de la población nacional. La cadena de comercialización del producto pasa en un 85% por intermediarios y la producción en un 80% se comercializa como pergamino húmedo (Corrales, 2013). Uno de los factores importantes en la economía del café es que su producción está distribuida entre pequeños productores, del total de la producción el 92% proviene de familias que producen entre 3 y 5 manzanas.

En el occidente de Honduras se produce una variedad de cafés especiales. Copán es una de las principales regiones de producción para el país. Honduras por su importancia en la producción del café ha ocupado un puesto dentro de los diez principales países del mundo productores de este rubro; en la cosecha 2016-2017 ocupó la quinta posición. En Centroamérica ocupa el primer lugar por su importancia en la producción seguido de Guatemala y Nicaragua. Los principales mercados para las exportaciones de café, por su orden de importancia, con datos a septiembre de 2017 fueron Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Italia, Francia, Suecia y Canadá. El café hondureño es preferido por otros países europeos por su calidad y características especiales. En la región occidental el café es el principal rubro que contribuye a la socioeconomía familiar. Figura 8: Mapa cafetalero y principales países importadores de café

Fuente: IHCAFE, 2017

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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En los estudios históricos del café se sostiene que este llegó al occidente del país entre los años de 1835 y 1850, un período relativamente corto. Se afirma que provino de Guatemala y El Salvador dada la propagación que existía en esos países (Carranza, 2012. Op. cit., p. 60). Se menciona, además, que la historia del café en esta zona se debe fundamentalmente a tres razones básicas: 1) a las circunstancias históricas propias que a través de los tiempos en su suelo han ocurrido. 2); a sus condiciones agroecológicas y 3) a la cultura que sobre el café mismo y su gente a lo largo de los años se ha ido estructurando (Ibíd., p. 14). Hoy, el café en el occidente de Honduras constituye la principal estrategia de vida y desarrollo para la población y la distribución de los beneficios alcanza a la mayoría de los participantes en la cadena de producción, algunos más que a otros. La principal razón de tal distribución es que todo su proceso se hace en su mayoría de forma manual.

En esta región viven 24,925 familias productoras de café que poseen 91,925 manzanas cultivadas, cuya contribución, según datos de cosecha 2010-2011, equivale al 38% de la producción nacional (Ibíd. pp. 18-19). Sus plantaciones han sido factor decisivo para aproximarse a mejores condiciones de vida, a una mejor distribución del ingreso, acercar oportunidades y posibilidades, a ser parte de ambientes naturales, definiendo los procesos de reinversión social y productiva. En promedio cada familia cultiva cuatro manzanas de café, de esta forma, la producción y el proceso mismo, no está condicionado ni concentrado en pocas manos, contrario a otros rubros de producción del resto del país, es un cultivo de “traspaso”, pues muchas parcelas en las que antes se cultivaban granos básico o cítricos, ahora son plantaciones nuevas de café. En ellas, generalmente se integran otros cultivos que sirven de complemento para la subsistencia familiar 11.

En esta investigación se ha constatado que los policultivos no son una generalidad en el occidente de Honduras, inciden varios factores para dejar de sembrar maíz, frijol o árboles

11

Una de las preocupaciones que ha surgido en esta tesis, ha sido la reducción de la caficultura casi a un monocultivo. Se ha dejado de sembrar maíz, frijoles y arroz. La distancia entre la finca y el hogar dificulta la diversificación por cuestiones de seguridad pública. El alto costo de los insumos agrícolas es otro de los factores que condiciona la diversificación productiva. Hasta la fecha no existe una estrategia definida para emprender acciones con respecto a la diversificación. Algunas cooperativas cafetaleras en el occidente de Honduras realizan procesos de sensibilización y apoyo técnico para que el productor siembre, por ejemplo, árboles maderables, se dedique a la apicultura y piscicultura, entre otras alternativas. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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frutales, generalmente las fincas están distantes del domicilio del productor, esto conlleva a que los caficultores no siembren por temor a robos, en algunos casos, por falta de dinero para pagar mano de obra, pues el café, muchas veces, según la percepción de los entrevistados “se cuida solo”, convirtiéndose, de esa manera, en un árbol noble.

La caficultura contribuye significativamente para el dinamismo económico en el occidente de Honduras, sin embargo, no es suficiente para reducir los altos índices de exclusión social. La caficultura deberá encadenarse con otras iniciativas; por ejemplo, la diversificación de la producción, crear pequeñas empresas que puedan dar valor agregado a los productos agrícolas, emprender iniciativas emprendedoras que puedan aprovechar el potencial que está inmerso en los subproductos del café. El Gobierno debe crear alianzas estratégicas para volver al campo, para que el sistema bancario nacional invierta en el financiamiento de la producción en el área rural. Cualquier estrategia y modelo de desarrollo, por sí solo, nunca garantizará la reducción de los altos índices de pobreza humana en la región. Se necesita, por tal razón, nuevos pactos sociales que conduzcan a la armonización de los esfuerzos, sociales, económicos, culturales, ambientales y políticos en esta parte del país. No es posible que una región que posee enormes potencialidades, siga experimentando, año con año, problemas en salud, alimentación y acceso a la educación. Deben proponerse nuevas miradas de la realidad para cada una de las regiones del país; es mirar a donde la mayoría no está mirando.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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CAPÍTULO I

“Deseo poco, y lo poco que deseo, lo deseo poco” San Francisco de Asís Italia, 1181 – 1226

EL DESARROLLO HUMANO Y SU INFLUENCIA EN LA ECONOMÍA POLÍTICA DEL CAFÉ

El desarrollo siempre ha sido un concepto que se ha adaptado a lo largo de las últimas siete décadas. Las concepciones tradicionales ven el desarrollo como una meta a alcanzar, como una luz al final del camino, como el único destino posible. Los debates pos desarrollistas han planteado la trampa que subyace en sus definiciones; esa trampa procede de la capacidad de seducción que tiene el desarrollo (Rist, 2002); trasciende lo económico y lo político y se ha arraigado culturalmente en el imaginario colectivo de la sociedad. Es polisémico, adaptable y flexible, desarrollo es aplicado para cualquier ámbito de la existencia, a través de su implementación ha sido posible que el crecimiento económico sea aceptado como impulsor del desarrollo y de la misma globalización. Serge Latouche ha planteado que el desarrollo “no ha sido más que la continuación de la colonización por otros medios, la nueva mundialización, a su vez, es la continuación del desarrollo por otros medios” (Latouche, 2013, parra. 15). Para los teóricos críticos, todo fue ordenado para hacer posible el funcionamiento del desarrollo; instituciones, educación, profesiones, discursos y prácticas, han hecho posible la existencia desarrollista en el mundo.

El debate radica en que las promesas en nombre del desarrollo no han sido cumplidas; es decir, “tenemos problemas modernos para los cuales no hay soluciones modernas” (Santos, 2010a, p. 20). Ahora, tenemos una concepción amorfa; significa cualquier cosa, por lo que, desde hace varias décadas se busca alternativas al desarrollo (Escobar, 2005; León, 2010; Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Gudynas, 2011, 2013). Los programas y proyectos desarrollistas han sido impositivos y manipulados a través de los discursos de expertos y gobernantes; sus prácticas han llegado por diferentes vías, con carácter determinista y vertical, en su mayoría, se ignoran los contextos, esperanzas y aspiraciones de las comunidades. Desde esa perspectiva, el desarrollo se ha considerado una invención para favorecer la libre movilidad del capital y de las mercaderías, esconder los destrozos a la madre Tierra e instalarse en el pensamiento de la sociedad como régimen de representación (Escobar, 2007). Son cientos los debates en la búsqueda de nuevos adjetivos al desarrollo, el mismo se resiste a desaparecer, ante las nuevas críticas, tiene la capacidad de reinventarse. Singer planteó que el desarrollo “es a todas luces una mezcla de cosas buenas y malas, de avances y retrocesos, de éxitos y fracasos” (1989, p. 600). Pocos se atreven a cuestionar su invención y los daños provocados en los lugares donde se ha instalado, por lo que, bajo los mismos paradigmas instalados en el pensamiento, desarrollo, desde las posturas clásicas, siempre seguirá siendo algo bueno.

Para las comunidades del occidente de Honduras y, especialmente para las familias productoras de café, los significados del desarrollo siguen siendo aquellos apegados a lo material, al mejoramiento, a los cambios y al crecimiento económico; a fuentes de empleo, infraestructura, educación, salud; es decir, tener un mejor nivel de vida. Sin embargo, la educación y la salud no necesariamente es la primera categoría que aparece en las conversaciones, puesto que en el occidente de Honduras existen precarias condiciones de vida en cientos de familias, su principal preocupación es luchar en contra de la pobreza y, para tal efecto, priorizan la generación de empleo que les permita los ingresos necesarios para su supervivencia. Sin embargo, las promesas del desarrollo no han logrado superar las asimetrías y desigualdades en esta parte del país. La interrogante relevante en términos de las intervenciones sigue siendo ¿qué modelo de desarrollo es posible para el occidente de Honduras cuando dichos modelos han fracasado alrededor del mundo?

1.1.

La emergencia de una idea: el progreso como génesis del desarrollo

Para algunos teóricos, la idea de progreso surgió cerca de los 700 años antes de Cristo en Grecia y años más tarde en Roma. En los planteamientos de Robert Nisbet acerca de la historia Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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del progreso menciona el carácter unilineal que tuvo esta idea desde sus comienzos; el paso de un estado inferior a otro superior; “la idea de progreso sostiene que la humanidad ha avanzado en el pasado – a partir de una situación inicial de primitivismo, barbarie o incluso nulidad – y que sigue y seguirá avanzando en el futuro” (Nisbet, 1981, p. 19). Al pasar de estados inferiores a superiores tan reales como la ley de la naturaleza no se entendía el progreso como un simple capricho, como un accidente o cosas al azar, sino como el plan mismo de las cosas en el universo y de la sociedad (Ibíd., p. 20). Los postulados de “avances” que yacían en la idea de progreso no fueron fáciles de explicar. “Sus significados abarcan todo el espectro que va desde lo espiritualmente sublime hasta lo absolutamente físico o material” (Nisbet, 1986, p. 1).

En su forma más común, la idea de progreso se ha referido, desde los griegos, al avance del conocimiento y, más especialmente, al tipo de conocimiento práctico contenido en las artes y las ciencias. Pero la idea de progreso se ha aplicado también al logro de lo que los primitivos cristianos llamaban el paraíso terrenal: un estado de tal exaltación espiritual que la liberación del hombre de todas las compulsiones físicas que lo atormentan se torna completa. A nuestro entender, la perspectiva del progreso es usada, especialmente en el mundo moderno, para sustentar la esperanza en un futuro caracterizado por la libertad, la igualdad y la justicia individuales. Pero observamos también que la idea de progreso ha servido para afirmar la conveniencia y la necesidad del absolutismo político, la superioridad racial y el estado totalitario. En suma, casi no hay límite para las metas y propósitos que los hombres se han fijado a lo largo de la historia para asegurar el progreso de la humanidad (Ibíd.).

Robert Nisbet (1981, 1986), parte de la idea que el progreso estuvo siempre vinculado a la concepción de modernidad y que sus formulaciones teóricas en el mundo occidental solo fueron posibles cuando se rompieron las cadenas del dogma cristiano y del pensamiento pagano clásico. “Se dice que los antiguos fueron incapaces de liberarse de las ideas de destino, de degeneración a partir de una edad de oro, de la existencia de ciclos, todo ello signado por un pesimismo endémico” (Nisbet, 1986, p. 2). Para ese tiempo, los cristianos dominados por el optimismo y la esperanza, aunque tenían su fe en un Cristo redentor, siempre creyeron en la existencia de lo sobrenatural y que los sufrimientos terrenales encontrarían su recompensa en el Paraíso eterno. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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1.2.

El progreso en las ideas de la antigua Grecia y Roma

La idea de progreso, según Nisbet (1986), probablemente se comenzó a plantear en los escritos de Hesíodo, poeta de la antigua Grecia, cerca de 700 antes de Cristo. Su obra “Los trabajos y los días” tuvo influencia en los pensadores clásicos de su época. Frederick John Teggart (1947) escribió que Hesíodo “expuso a los hombres la primera idea de desarrollo” (Nisbet, 1986, p. 3). Hesíodo fue considerado el primer reformador de Europa y con él dio inicio de la literatura política de Occidente. Creía en la existencia del bien y en la unión de las fuerzas del hombre para hacerlo posible. En sus escritos planteó la existencia de una “edad de oro” como ideal de superación y en una “edad de hierro” como la menos deseable. Según Nisbet, Hesíodo se refería en si a una “raza de oro” y una “raza de hierro”, tal como fue concebida en los siglos posteriores con la existencia de una “raza superior” y una “raza inferior” (Eze, 2001).

Dentro de esas concepciones estuvo implícitamente la idea de etapas o fases del progreso. Hesíodo consideraba que la humanidad debía pasar de la edad de hierro a la edad de los hombres, de la edad de bronce, la edad de plata hasta llegar a la edad de oro. Otro de los exponentes de la idea de progreso fue el filósofo griego Xenófanes de Colofón (570 a. C.), se consideró el primero de los “panteístas”, en sus escritos consideraba que los dioses no habían revelado a los hombres todas las cosas, pero el hombre, con su insaciable búsqueda, “encuentran en el curso del tiempo aquello que es mejor” (Nisbet, 1986, p. 3). En la obra “Prometeo encadenado” de Esquilo (523 a. C.), plantea cómo Prometeo es castigado por los dioses al entregar el fuego a la humanidad para que esta pudiera crecer cultural e intelectualmente y fuese capaz de imitar a los mismos dioses.

Otro exponente de la génesis del progreso fue el poeta griego Sófocles (496 a. C.), en su obra Antígona plantea las creaciones del hombre sobre la tierra, haciendo referencia a los logros del pasado, presente y los del futuro. Otros han hecho referencia a los frutos del hombre en el tiempo; Protágoras de Abdera (485 a. C.), Tucídides (460 a. C.), Platón (427 a. C.) y Aristóteles (384 a. C.). Otros filósofos griegos reforzaron las ideas de sus antecesores al reafirmar los logros de la humanidad desde sus orígenes más oscuros hasta la cúspide del conocimiento y sabiduría. Todas las ideas de los griegos dieron forma a un ideal de superación Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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que debía alcanzar el hombre en la tierra. Ayudado por la razón y la sabiduría, encontrarían la perfección como lo soñara Platón. Nisbet plantea que fue precisamente Platón quien contribuyó para consolidar la idea de progreso.

Los romanos hicieron sus aportes para la configuración del pensamiento acerca de la idea de progreso. Tito Lucrecio Caro (99 a.C.), en su obra “De la naturaleza de las cosas” explicó los comienzos del mundo desde los átomos que se agrupan para convertirse en materia tangible. “El Libro V de este tratado evolucionista general se refiere exclusivamente al progreso social y cultural de la humanidad” (Nisbet, 1986, p. 5). Describe cómo el hombre para su supervivencia va logrando poco a poco sobreponerse a las adversidades, ayudados por la religión y por sus propios esfuerzos. Otro de los filósofos romanos que aportaron a esta idea fue Lucio Anneo Séneca (4 a. C.), con él se describió también las etapas de cómo la humanidad ha ido logrando su conocimiento, puso énfasis en que esos logros del hombre correspondían más a su inventiva que a su sabiduría.

1.3.

El progreso en los antiguos cristianos y en la Ilustración

Las contribuciones judías y cristianas a la idea de progreso se extendieron durante varios siglos. A pesar de que, para algunos escritores, existe una negación de las contribuciones judeocristianas a tal idea, pero fueron “los judíos y luego los cristianos, los que introdujeron un elemento del todo nuevo, postulando una meta hacia la que se dirige el progreso histórico: la noción teleológica (García, 2001). En tal sentido, fueron relevantes como filosofía del progreso humano los aportes de Quinto Septimio Florente Tertuliano (160 d. C.), Eusebio de Cesarea (263 d. C.) y san Agustín (354 d. C.) que se extendieron hasta el siglo XVII.

San Agustín fusionó la idea griega de crecimiento o desarrollo con la idea judía de una historia sagrada. En consecuencia, expuso la historia de la humanidad en términos tanto de las etapas de crecimiento tal como lo entendían los griegos, como de las épocas históricas en que los judíos dividieron su propia historia en el Antiguo Testamento (Nisbet, 1986, p. 6).

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Con san Agustín se reforzó la idea de etapas de un tiempo histórico lineal. Con él se planteó la idea de “meta”; es decir, después de una sucesión de fases el hombre podría alcanzar en un futuro un estado de paz espiritual y felicidad. A san Agustín le siguieron otros filósofos que reforzaron las ideas de las potencialidades para el desarrollo del hombre, la concepción del tiempo lineal dividido en etapas de desarrollo histórico. Durante la Época Medieval, según lo plantea Nisbet (1986) fueron varios los escritos que fortalecieron la idea del progreso. Joaquín de Fiore (1135 – 1202) escribió acerca del progreso basado en tres etapas las cuales estaban regidas por una figura de la Santísima Trinidad. Esto sirvió para los planteamientos que se hicieron durante el Renacimiento y la Reforma europea.

La era de la Ilustración iniciada en Francia, Inglaterra y Alemania fue crucial para consolidar la idea de progreso con toda su racionalidad instrumental y científica. Nisbet plantea las debilidades que existieron en los escritos del siglo XVII y XIX en el sentido de no haber existido relación y afinidad entre la idea de progreso y las profecías cristianas, más bien fueron asuntos en conflicto. Solo cuando se abandonó la idea cristiana de la Divina Providencia fue posible que apareciera una perspectiva de progreso humano. “Gran número de estudiosos contemporáneos revelaron claramente que la ciencia moderna tiene profundas raíces en la teología y la profecía cristianas” (Nisbet, 1986, p. 9). Para 1750 Turgot expuso en Paris “Una revisión filosófica de los sucesivos avances de la mente humana”, la más completa y amplia idea de progreso según Robert Nisbet. En su discurso Turgot incluye las artes, las ciencias y toda la cultura: usos, costumbres, instituciones, códigos legales, economía etc. Para ese tiempo, Turgot eliminó los designios de Dios de su historia y reemplazó la palabra “época” por “etapas”. Otros escritos acerca del progreso, con todas sus controversias, fueron los de Voltaire (1694 – 1778) y los aportes de Jean-Antoine-Nicolas de Caritat de Condorcet (1743 – 1794) con su obra “Esbozo de un cuadro histórico del progreso del espíritu humano” en plena Revolución francesa.

La Ilustración, tuvo lugar en la época revolucionaria liberal y burguesa de Europa, desde la Revolución inglesa en 1688 hasta la Revolución francesa en 1789. Varios teóricos contribuyeron a reafirmar la idea en el progreso humano. En Francia destacaron los aportes de Charles Louis de Secondat (Montesquieu) (1689 – 1755); François-Marie Arouet (Voltaire) Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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(1694 – 1778); Jean-Jacques Rousseau (1712 – 1778); Denis Diderot (1713 – 1784); Jean le Rond D'Alembert (1717 – 1783). En Inglaterra Francis Bacon (1561 – 1626); Thomas Hobbes (1588 – 1679); John Locke (1632 – 1704); Isaac Newton (1642 – 1727); David Hume (1711 – 1776). En Alemania, los aportes más relevantes a la idea de progreso procedieron del pensador Immanuel Kant (1724 – 1804). Para Kant como crítico y estudioso de la estructura de la razón, creía que todo conocimiento, si bien es cierto comienza con la experiencia, no todo procede de ella, dándole relevancia a la razón. Fue muy influyente en su época proyectando la filosofía más allá del debate critico entre el empirismo y el racionalismo. Con él se acentúa el debate acerca de las razas superiores e inferiores.

La ilustración dio un fuerte impulso al incipiente capitalismo y con ello la idea de progreso se consolidó con todo su esplendor material en la humanidad. Las características de la Ilustración incluyeron el cuestionamiento a las antiguas verdades, ahora con la ayuda de la razón hubo la necesidad de revisar las premisas del pasado. Los pensadores de la Ilustración consideraron que la Naturaleza estaba organizada racionalmente, por lo que, también, esa racionalidad incluía la política, la ética, la religión y todo el orden de cosas, lo que incluía pensar que esa racionalidad era fundamental para alcanzar el progreso humano. Ese progreso debía lograrse a través de la ilustración al pueblo; es decir, por medio del uso de la razón. Los que promovieron la Ilustración creían fielmente en que el uso de la razón podría conducir a la humanidad hacia la felicidad general. Se dio un retorno a la idea de Naturaleza. Rousseau creía que “el hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad que lo corrompe”. Con la Ilustración se instauró la idea de un Dios personificado, excluyendo cualquier dogma irracional. En esa época se proclamó la idea de los derechos fundamentales del hombre; derechos humanos que los debían poseer todas las personas por el simple hecho de haber nacido.

1.4.

El expansionismo europeo y la emergencia del capitalismo: de la Ilustración a la Revolución científica

Los aportes gestados en la Ilustración fueron fundamentales para las revoluciones posteriores, especialmente para el emergente capitalismo, el industrialismo y la revolución técnico científica. El sistema capitalista, para algunos teóricos, surgió en Inglaterra a finales del siglo Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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XV y principios del XVI para sustituir al sistema feudal (De Souza, 2010). Ese surgimiento del sistema capitalista europeo propició el industrialismo el cual estableció su hegemonía entre los siglos XVI y XVIII, se consolidó en el siglo XIX y experimentó su deterioro en el siglo XX (De Souza, 2011). Ese sistema necesitó de la expansión de su territorio lanzándose con la búsqueda de nuevas tierras llegando hasta la “conquista” del “Nuevo Mundo”. Además, para su existencia el sistema capitalista se sustentó en la acumulación y en el crecimiento infinito. Bajo la idea de raza se lanzaron en una cruzada colonialista con la premisa de dominación al considerarse superiores y la premisa de obediencia de los pueblos originarios al representarlos como inferiores.

Además de los aportes del Renacimiento, la Ilustración y la Revolución francesa, el sistema capitalista necesitó del apoyo de la ciencia moderna occidental (Basalla, 1967; Bernal, 1971; De Souza, 2011). Ese capitalismo emergente y su nuevo orden de cosas consolidó la idea de progreso surgido en la Grecia clásica y consolidada en Europa durante el período de la Ilustración (Valcárcel, 2007).

La Revolución Científica de los siglos XVI y XVII, representada por la separación entre la Iglesia católica y la ciencia occidental emergente, tuvo como pensamiento dominante el de la burguesía capitalista ascendente en su época. La visón teológica del mundo de la Iglesia perdió fuerza para una concepción mecanicista y mercantil de la realidad. El crecimiento del nuevo orden capitalista trajo consigo el proceso de industrialización para el cual la ciencia debería dar respuestas y soluciones prácticas en el campo de la técnica. La noción de verdad pasó a depender de la legitimación de la ciencia, y el método científico se transforma en la medida de la verdad (De Souza, 2011, p. 22).

La expansión europea hacia el resto del mundo significó la colonización de los territorios de América, Asia y África. Según la historia, Cristóbal Colón financiado por los Reyes Católicos emprendió su viaje con el objetivo de buscar nuevas rutas que lo llevaran hacia el continente asiático. Ahora, existe un debate en el sentido de que en realidad Colón ya disponía de mapas para el viaje que hizo en búsqueda de nuevos territorios. Gavin Menzies, un oficial de la marina nacido en 1937 en Londres, demostró el recorrido de los chinos en todos los océanos del mundo; ellos, en esa época, poseían una extraordinaria experiencia en navegación, cartografía Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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y astronomía. “El navegante y comerciante Zheng He [1369-1431], mongol musulmán, de larga experiencia por sus expediciones en el Índico, instaló una gran escuela de navegación oceánica y construyó la más grande escuadra naviera de la historia universal” (Dussel, 2004, pp. 9-12). Los chinos salieron con seiscientos barcos llamados juncos, “con más de 30 mil miembros de la tripulación, que partieron de Nankin el 5 de marzo en 1421 […] con sus respetivas escuadras, cartografiaron Asia, África, América y Australia, regresando los últimos a China en noviembre de 1423” (Ibíd., p. 11). Esos mapas, dibujados por los chinos, llegarían después a Europa por medio de Venecia de los cuales se valió el audaz navegante genovés para echar a andar la primera empresa transnacional hasta entonces conocida en América. Con ello logró impulsar la idea de progreso europeo. Ese colonialismo se valió de la idea de raza bajo la dicotomía superior – inferior quienes se acreditaron el derecho a la dominación y a la obediencia de los recién colonizados. La premisa fue que el llamado superior debía civilizar a los llamados inferiores en vista de su primitivismo, la razón dominante fue en nombre del progreso.

La idea de progreso siempre necesitó de la condición inferior de las personas para ser trasladadas a una situación superior. Por tal razón, durante la Edad Moderna y Contemporánea, hubo que inventar una serie de categorías que reflejaran el sentido de inferioridad y, especialmente, que las personas se representaran a sí mismas como tales. Si el inferior tiene que trascender, solo el superior tendría la facultad iluminativa para hacerlo posible. Para Iván Ilich la idea de progreso que escondió el expansionismo europeo en busca de materias primas, esclavos y mano de obra para sostener las ambiciones de los nuevos capitalistas, sufrió una serie de metamorfosis; del bárbaro al pagano; del pagano al infiel; del infiel al salvaje; del salvaje al nativo; del nativo al subdesarrollado (Illich, 1980). El hombre “bárbaro” pasó a convertirse en “pagano”; éste era el no bautizado, pero creado por la naturaleza para ser cristiano. Posteriormente el pagano se convirtió en el “infiel”. La imagen del infiel fue reemplazada por el hombre “salvaje” a raíz de la llegada de los españoles a las tierras de América; éste amenazaba la función civilizatoria del humanista, con esta imagen, la población de América fue representada por primera vez en términos económicos. Los Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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europeos, según Illich, veían al salvaje como un ser sin necesidades convirtiéndose en un peligro para los designios del colonialismo y del capitalismo. Para imputarle necesidades al “hombre salvaje” hubo que convertirlo en “nativo”. Para la Corona española, a diferencia del hombre salvaje, el nativo tenía necesidades, pero distintas a las del hombre civilizado. Hubo que inventarles necesidades para justificar el colonialismo y la administración de las colonias, puesto que, esas necesidades limitadas de bienes y servicios de los nativos obstaculizaban el crecimiento y el progreso, por lo tanto, hubo la necesidad de realizar una sexta metamorfosis y así convertir a los pueblos, a partir de la segunda mitad del siglo XX, en pueblos subdesarrollados (Illich, 1980, p. 8).

Antes de la llegada del siglo XX fueron cruciales los aportes de Augusto Comte. En el análisis de Robert Nisbet, plantea que Comte consideraba la esencia del progreso humano en la intelectualidad. “La mentalidad de la humanidad ha evolucionado en el curso de miles de años a través de tres etapas: la teológica, la metafísica y la positiva o científica” (1986, p. 17). Otras figuras importantes en la evolución del pensamiento acerca del progreso fueron, sin duda, Hegel, Carl Marx, John Stuart Mill y Herbert Spencer. Esta teleología llegó también al pensamiento de Norteamérica en donde se escribieron importantes tratados acerca del progreso humano con sus respectivas etapas de la conquista del hombre. Para la mayoría de los humanos que presenciaron la vida del siglo XIX y principios del siglo XX, su fe estuvo puesta en el progreso humano que se materializaba con los avances tecnológicos y económicos, aceptándolo “como un hecho de la naturaleza y de la historia” (Nisbet, Op. cit., p. 21). En el pensamiento generalizado estuvo siempre la idea de que era imposible detener el progreso, es más, estaban en la obligación civilizatoria y moral de expandirlo al resto del mundo.

Fue a finales del siglo XIX y comienzos del XX que comenzaron las críticas fuertes a la idea de progreso; en parte, por estar vinculado al poder y, por otra parte, por esconder dentro de sus concepciones la idea de raza superior. Por tanto, el progreso no siempre estuvo ligado a las filosofías liberales, democráticas y de igualdad jurídica (Ibíd.). Con los problemas que trajo consigo el sistema capitalista de acumulación, de expoliación de la riqueza, el constante

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deterioro en las condiciones de vida de los trabajadores, los destrozos ambientales, la idea de progreso fue perdiendo su esplendor.

La idea de progreso, tal como la hemos conocido durante dos milenios y medio en Occidente, tiene múltiples significados. Puede significar, como para los griegos y los romanos, nada más que un avance de las artes y las ciencias, con los consiguientes beneficios para el bienestar humano, o, como para los cristianos, la marcha hacia un milenio final de perfección en esta tierra, seguido de la eterna bienaventuranza en el cielo; puede significar, como otrora para los Padres Fundadores y para sus hermanos espirituales de Francia e Inglaterra, la constante expansión del conocimiento, las instituciones libres y la creatividad, pero también el inexorable afianzamiento del estado político, la interferencia cada vez más acentuada del estado -y de sus fuerzas militares y policiales- en nuestras vidas individuales, o el ascenso igualmente inexorable de una raza determinada para dominar el mundo (Sic, p. 23).

Las promesas del progreso habían penetrado fuertemente en los primeros años del siglo XX. Tales ofrecimientos no fueron posibles por grandes acontecimientos que resultaron en fuertes críticas a la idea de bienestar. La Primera Guerra Mundial, la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y la evidencia cada vez más de los daños a la Naturaleza, fueron factores que oscurecieron el panorama del progreso. Las dudas en el progreso encontrarían varios razonamientos dentro de los cuales estuvieron los análisis acerca de los límites al crecimiento; todos los daños visibles a los ecosistemas y con ello el agotamiento de los bienes que pertenecen a toda la humanidad; el encuentro de los propios límites de la ciencia y de la misma desilusión humana al ser partícipe de sus avances, pero al mismo tiempo de destrucción de la propia vida; el consumo desmedido de bienes materiales y de aquellos valores universales promovidos desde una modernidad occidental.

Ante tal situación, diversos teóricos entre ellos filósofos, economistas, científicos sociales y demás críticos de la realidad comenzaron a repensar en cómo el progreso sobreviviría con todos sus preceptos, cómo preservar el sistema de expansión y de acumulación de la riqueza, cómo mantener el poder y la hegemonía en la ciencia y en la tecnología si las promesas del bienestar humano no habían sido posibles después de decenas de siglos de mantener una ideología en el progreso. En la segunda mitad del siglo XX, los países hegemónicos ahora Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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liderados por Estados Unidos, hicieron un cambio semántico en la palabra “progreso” y la transformaron en “desarrollo”. Las dicotomías siguieron intactas; ahora ya no era “civilizar” a los pueblos, ahora el objetivo era “modernizarlos”; es decir, de civilizado se pasó a desarrollado y, de primitivo a subdesarrollado, por tanto, para pasar del subdesarrollo al desarrollo había que seguir un camino lineal y un modelo que conduciría a los países a una meta universal, ser desarrollado.

1.5.

La deconstrucción cultural y la descolonización epistemológica de la idea de desarrollo

Los países latinoamericanos parecieran que no pueden concebir la idea de vivir sin el desarrollo, sin la modernidad y sin el capitalismo. El fin del desarrollo implica la búsqueda de alternativas a ese desarrollo. Un desarrollo que ha incumplido sus promesas desde su aparición. Escobar (2010), plantea que el desarrollo no solo es un proyecto económico, sino cultural. Es económico porque está vinculado al capitalismo, al crecimiento de la economía sin límites. Es cultural porque surgió desde la experiencia de la modernidad europea, la cual subordinó a las demás culturas transformando sus conocimientos y valores bajo principios occidentales. Desde esa racionalidad, “una invención cultural de esta naturaleza no se desmantela fácilmente, pues involucra instituciones, individuos y comunidades, prácticas sociales, económicas, y ambientales; se despliega en todos los rincones de la vida social, y nos convoca afectivamente, en nuestras subjetividades y cuerpos” (pp. 22 – 23). Por consiguiente, la búsqueda de un pensamiento alternativo para el desarrollo pasa necesariamente por esfuerzos de deconstrucción cultural y descolonización epistemológica.

1.5.1. Deconstruir la idea de desarrollo

Los conceptos de deconstrucción se atribuyen a los filósofos Martin Heidegger y Jacques Derrida (De Waelhens, 1986). En países latinoamericanos han sido relevantes los aportes de Sachs, 1996; Mignolo, 2000; De Souza, et al, 2006, Escobar, 2007, entre otros. No se trata de un método, pero si de una estrategia filosófica. Gallardo (2011) plantea que sus reflexiones contienen argumentos rigurosos con los cuales se pueden invertir las categorías filosóficas Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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tradicionales. Por ejemplo, la realidad se percibe como entidades duales; mente y cuerpo, sociedad y naturaleza, por lo que la deconstrucción intenta invertir esas dualidades y demostrar su falta de solidez y sus paradojas. En los temas del desarrollo la deconstrucción hace visible las premisas invisibles que están detrás de las estrategias de intervención, permite ver la realidad de forma crítica en busca de alternativas a la misma idea desarrollista. “No se trata [solamente] de levantarse contra las instituciones, sino de transformarlas mediante luchas contra las hegemonías, las prevalencias o prepotencias en cada lugar donde éstas se instalan y se recrean" (Derrida, 1997, p. 9). A ese dinamismo de transformación y de liberación de la hegemonía dominante de la razón se la ha denominado la “metafísica de la presencia”, la cual subordina desde el logocentrismo a las estructuras de pensamiento alrededor del mundo.

La deconstrucción no debe confundirse con la destrucción; la deconstrucción no supone la eliminación ni en la forma ni en el fondo del estado de cosas. Es un proceso que desplaza y visibiliza para expresar; es una dinámica de negación y contradicción que le permite afirmar, pero, a su vez, toma partido en la medida que va construyendo en el proceso (Ayala, 2013). Es por ello que, la deconstrucción no supone la eliminación o destrucción, sino, “reafirma la construcción en constante cambio y movimiento (Huaman, 2006). En las corrientes del desarrollo, tanto neoliberales como marxistas, parten de premisas clásicas en el sentido de visibilizar la idea de crecimiento económico para lograr cualquier cambio social. Sus estrategias están directamente vinculadas a una racionalidad eurocéntrica, antropocéntrica y logocéntrica, por lo que algunos científicos sociales son de la idea que es necesario volver a los contextos y a la valoración de los saberes locales, en lo que se ha denominado, “ecología de temporalidades” (Chavarría y García, 2004, p. 102). Desde esa perspectiva de las temporalidades, Boaventura de Sousa Santos plantea que, “son necesarias nuevas concepciones de racionalidad, de tiempo, de saberes e incluso de Estados” (Ibíd.). Por tanto, deconstruir la idea de desarrollo implica comprender que culturalmente somos rehenes de premisas que nos alejan del otro, del sentido comunitario, de representar las intervenciones como objetos; deconstruir representa el desmantelamiento de dicotomías, es comprender que el conocimiento también se basa en desconocimientos.

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En las interpretaciones de Jacques Derrida, para la reversión de las jerarquías impuestas que se imponen desde las categorías dominantes del logos, implica hacer visible lo invisible. De tal manera que la ausencia no expresada se materializa en nuevos contenidos redescubiertos sobre las huellas de las estructuras establecidas, demostrándose que, al final, toda manifestación no es más que trazos sobre huellas de huellas y reinterpretaciones instituidas sobre la base de lo que Derrida denomina como la "diferencia", que no sólo se manifiesta en un movimiento temporal y espacial sino que particulariza el significado dándole un contenido específico, en tanto diferente, en cualesquiera de los estados anteriores o posteriores sobre los que fue concebido (Ayala, 2013, Op. cit., parra. 24).

En las concepciones tradicionales de pensamiento, se cree que el hecho de aceptar los conocimientos generados lejos de nuestro contexto es razón suficiente para aceptarlos como válidos, esta percepción nos aleja de la posibilidad de representación de aquello que es propio, por tanto, en los planteamientos de Boaventura de Sousa Santos, induce a cuestionar ese estado de cosas al comprender que el presente está constituido por ausentes; es lo que él ha denominado “sociología de las ausencias” y “sociología de las emergencias”. En ese sentido, la corriente de deconstrucción alude a la posibilidad del cuestionamiento de la realidad, a la crítica en el sentido foucaultiano; es decir, la pregunta permanente, a la relación con algo distinto (Foucault, 1995). “Desde este punto de vista, la deconstrucción se plantearía como un elemento liberador del ser humano, combatiendo la creencia cultural que afirma que el orden de nuestras representaciones no se puede cuestionar” (Ibíd.). Para deconstruir la teleología del desarrollo, el análisis se debe centrar en el mundo de los significados y los paradigmas heredados.

Para José De Souza Silva (2008), los paradigmas no son neutrales puesto que condicionan modos de vida con sus formas de ser, sentir, saber, hacer, pensar y hablar. Por ejemplo, el desarrollo construyó patrones, rituales, recetas, modelos, ideas, códigos, símbolos e imágenes a la usanza del mundo de significados de sus creadores. Si la realidad no es lineal ni objetiva, entonces, es necesaria la revisión de paradigmas; cuestionarlos y construirlos de tal manera que tengan sentido para la realidad consciente de una sociedad particular. Existe un régimen de verdades que condiciona nuestros modos de vida (De Souza, et al., 2006; Escobar, 2007); Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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esas verdades o premisas se encuentran invisibles en las formas de pensamiento, se insertan implícitamente en los procesos de formación, por tanto, la deconstrucción es hacer el intento por cambiar primero a las personas que cambiarán las cosas y su relación con las premisas sobre la realidad. Se trata, por tanto, de cambios conceptuales y epistemológicos que constituyen una visión de mundo. Generalmente, la realidad del mundo se percibe con la visión de un mundo similar a una máquina, tal como lo concibió Isaac Newton; ahora las visiones prevalecientes tienen que ver con lo cibernético y con la mercadotecnia. La deconstrucción hace posible desentrañar esas visiones hacia una mirada de un mundo más contextual, apegado a la vida, hacia una concepción biocéntrica.

Son diversas las premisas que condicionan el pensamiento del desarrollo, por lo que, son múltiples los debates y propuestas para su deconstrucción, (Sachs, 1996; Mignolo, 2000; Lander,

2000;

Escobar,

2007).

Los

esfuerzos

implican

la

desnaturalización

y

desuniversalizacion (Lander, 2000) de la idea de modernidad que subyace en las premisas desarrollistas. El pensamiento del desarrollo y sus diferentes lenguajes (Crush, 1995) han estado influenciados por el modo clásico de pensamiento de la ciencia moderna; mecanicista, reduccionista, universalista, clasista y determinista (De Souza, 2008). Por tanto, el discurso del desarrollo heredó ese pensamiento que fue implementándose a través de las prácticas intervencionistas en los contextos locales. Por ejemplo, la visión del mundo como una máquina produjo que la realidad fuese disgregada en partes, por lo cual, esa realidad fragmentada indujo la premisa de que los modelos funcionarían independientemente de su contexto, esa fragmentación permitió el surgimiento de las especializaciones en temas del desarrollo alrededor del mundo.

La realidad fue percibida como una sola; objetiva e independiente de la percepción. Al tener esa visión de la realidad, los patrones y modelos se implementaron sin que fuese necesario el análisis local o contextual. Las percepciones de las comunidades no tendrían cabida puesto que, si es objetiva, por tanto, tendría validez en cualquier escenario de su aplicación. Otra premisa es la traducción de la realidad al lenguaje matemático. Las intervenciones del desarrollo y sus diferentes proyecciones se calcularon con procedimientos estadísticos y econométricos, tomando siempre en cuenta factores como el producto interno bruto, Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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demografía, productividad, etcétera. (Escobar, 2007); estas proyecciones servirían para proponer políticas públicas que favorecieran las estrategias desarrollistas. La hegemonía del conocimiento científico, se basó principalmente en realidades medibles y cuantificables, por tanto, todas las propuestas de desarrollo debían incorporar en sus procesos de planificación una serie de indicadores específicos; medibles, alcanzables, cuantificables, realistas en el tiempo; por lo que la subjetividad, según los designios de la ciencia, sería cuestionable.

Dentro de ese pensamiento clásico que ha condicionado los modelos de desarrollo, está la separación casi absoluta del sujeto y del objeto, la realidad debía ser observada desde lejos, desde fuera, eso garantizaría la objetividad en la intervención (Castro Gómez, 2005). Esto ha obligado a cientos de planificadores del desarrollo a ver la realidad de forma separada, unidireccional y desde fuera. El programa o proyecto, con todos sus objetivos y metas se construye desde la visión del interventor, no necesariamente con una visión desde dentro, existiendo con ello una premisa de superioridad ante la inferioridad de lo local. Esa supuesta neutralidad y superioridad, obliga a que unos generen, otros transfieran y la mayoría adopte (De Souza, 2008). La prioridad del desarrollo se impone con una visión vertical, puesto que, al creer en una premisa universal, lo que es bueno para unos, es bueno para todos. A esto es lo que Boaventura Santos (2010a) ha llamado las “monoculturas” implícitas en todo proyecto de desarrollo. Otro de los factores clave para la deconstrucción cultural del desarrollo, es el análisis del “pensamiento binario” o realidades duales, este reduce la realidad a dos ecuaciones posibles, niega lo complejo y todas las opciones alternativas.

La imposición de esas dualidades ha implicado que dentro de las intervenciones sociales no sean visibles alternativas al desarrollo; es decir, las comunidades deben escoger una de las opciones o categorías establecidas. Por tal razón, la realidad es percibida como separada del todo; la sociedad distante de la Naturaleza; mente y cuerpo, razón y emoción, teoría y práctica, sujeto y objeto. De Souza, Silva (2008) menciona que ese pensamiento binario:

También genera falsas dicotomías, donde uno asume que debe escoger entre los términos de una ecuación de opuestos mutuamente excluyentes: política o moral, economía o política, Estado o mercado, lo público o lo privado, capitalismo o socialismo, lo tradicional o lo moderno, Occidente u Oriente (p. 5). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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En ese análisis, existe una dualidad entre desarrollo capitalista y el buen vivir (Santos, 2012). La una se enriquece a costa de los “recursos” de la madre Tierra; la otra, crea opciones para que exista el respeto y los derechos a la Naturaleza. Existe la dualidad entre plurinacionalidad y la concepción colonialista de un Estado eurocéntrico que prevalece en el mundo. En algunos países de Sudamérica el Estado plurinacional implica el reconocimiento de los derechos ancestrales de los pueblos originarios (pp. 22 – 23). Sin embargo, al prevalecer una visión de un Estado eurocéntrico, las estrategias intervencionistas son aquellas apegadas a los modelos de desarrollo que se impulsan como motores del sistema capitalista de acumulación y expoliación de la riqueza. Los debates impulsados desde el Sur y la construcción de una nueva universalidad desde abajo, implica la posibilidad de contar con alternativas al desarrollo, la descolonización del Estado y nuevas formas de democracia: participativa, representativa y comunitaria, por lo tanto, es, según Santos, pasar de las dualidades a las ecologías (Santos, 2012).

1.5.2. La descolonización epistemológica del desarrollo

La descolonización epistemológica muestra el origen histórico, las intenciones políticas e ideológicas detrás de las premisas que condicionan el discurso del desarrollo. Es revelar la reproducción de dicotomías que se naturalizan por medio de la creación de instituciones nacionales e internacionales. La descolonización significa romper con la imposición colonial que experimentaron los pueblos de América a partir de 1492. El término descolonización apareció después de la Segunda Guerra Mundial con el impulso de Naciones Unidas para poner fin al colonialismo europeo, principalmente para los países de África y Asia, puesto que el fin del colonialismo en América Latina se había iniciado más de un siglo antes. La descolonización no solo es política, es cultural, institucional y epistemológica. El pensamiento latinoamericano que ha impulsado los procesos epistemológicos de descolonización es la corriente poscolonial y la corriente decolonial. Algunos referentes del tema son Enrique Dussel, Walter Mignolo, Edward Said, José de Souza Silva, Bolívar Echeverría, Boaventura de Sousa Santos, Ramón Grosfoguel, Santiago Castro Gómez, Aníbal Quijano, Serge Latouche, entre otros.

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Los procesos de descolonización política no fueron concebidos por los pueblos nativos, sino por las élites criollas, descendientes de colonizadores europeos. Por tanto, el colonialismo europeo con todas su premisas y dicotomías se quedó instalado en la mente de los pueblos, por lo que, “el fin del colonialismo político no significó el fin del colonialismo en las mentalidades y subjetividades, en la cultura y en la epistemología y que por el contrario continuó reproduciéndose de modo endógeno” (Santos, 2010a, p. 8). En los debates de las últimas décadas se busca por medio del pensamiento decolonial, una alternativa alejada de las pretensiones del capital, se cuestiona la misma idea de modernidad y posmodernidad. Se han abierto debates de cómo la humanidad podría vivir en una modernidad diferente a la impuesta hasta ahora, una modernidad sin capitalismo (Echeverría, 1995). Ese desmantelamiento tiene que ver con lo que Santos (2010a) denomina la “monocultura del tiempo lineal” en el sentido de que, la historia y la vida tiene un sentido unidireccional en la cual, al frente de ella van siempre los países desarrollados o modernos.

En la búsqueda de alternativas a la modernidad han surgido concepciones denominadas posmodernas. Según Enrique Dussel (2015), la posmodernidad es una etapa última de la modernidad. Al ser una apuesta eurocéntrica, desde esa perspectiva, es una imposibilidad por los limites planetarios. Dussel plantea la opción de “Transmodernidad” un debate iniciado por Bolívar Echeverría en el sentido de vivir una vida moderna sin la mediación del capitalismo. La tarea de descolonización implica descolonizar la ciencia, las ideologías, la economía; es decir, todas las premisas y categorías que se instalaron en el pensamiento desde el primer contacto con los europeos del siglo XV. En términos de la colonialidad han existido tres concepciones fundamentales que es necesario descolonizar, la colonialidad del poder, la colonialidad del saber y la colonialidad del ser. Las tres juntas ejercen una opresión en la forma de pensar, hacer y sentir. La “Colonialidad del Poder”, es entendida como los patrones de poder moderno presentes en la sociedad; ese poder se vincula a la idea de raza, el control del trabajo, la hegemonía en la producción del conocimiento y al Estado como garante de esas conexiones (Quijano, 2000b, pp. 342-386). Esa colonialidad está vinculada en función de las necesidades del mercado y para beneficio de las clases dominantes. La “Colonialidad del Saber”, estableció el Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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eurocentrismo como la única perspectiva de conocimiento válido; el conocimiento autorizado era sólo el científico, descartando por completo todos los demás saberes y desconociendo la intelectualidad de los pueblos indígenas. A la relación “Razón – Saber”, es lo que Emmanuel Chukwudi Eze denominó “El Color de la Razón”; el pensamiento y conocimiento siempre se consideró blanco; para Kant, por ejemplo, los indios y los negros no tenían la capacidad para pensar, reduciéndolos a la servidumbre y a la esclavitud. La “Colonialidad del Ser”, es la imposición que sufre una sociedad cuando unos seres se imponen sobre otros, “ejerciendo así un control y persecución de diferentes subjetividades como una dimensión más de los patrones de radicalización, colonización y dominación” (Walsh, 2007, p. 105); una violencia organizada e institucionalizada que impuso el derecho a la

colonización primeramente y a la neo colonización posteriormente: Hace cerca de 500 años, Maquiavelo separó lo político de lo moral; Galileo separó la realidad material cuantificable de la experiencia sensorial intangible, Descartes separó la mente de la materia, Bacon separó la ciencia de la sociedad, Hobbes separó el poder del pueblo y Smith separó lo económico de lo político. Este falso dualismo influenció la forma de pensar y, por lo tanto, de actuar de todas las generaciones posteriores a estos pensadores (De Souza, 2005, p. 275).

Por tal razón, existe la creencia de un conocimiento universal considerado europeo, una especie de oxímoron, pues si es universal no puede ser europeo y, si es europeo no puede ser universal. Ese pensamiento universal, neutral y mecánico se impregnó en la mente de millones de personas; gobiernos, académicos, estudiantes e indígenas; ha eclipsado otros saberes; los saberes locales. Para la ciencia el conocimiento local es irrelevante, no es verdadero o no existe. Ese universalismo/racismo impuso la obediencia en los pueblos de América para aceptar sus modelos, enfoques y recetas del desarrollo; producidos lejos de nuestra realidad, bajo la premisa de que unos deben generar, otros transferir y muchos adoptar. Una especie de opresión que fue reproducida sin cuestionamiento. Paulo Freire (1970) se refirió al hecho de que los pueblos colonizados hicieron suyas las premisas del opresor, siendo, por tanto, culpables de su propia opresión. Ha sido una imposibilidad desde esa racionalidad universal crear diferencias iguales, relaciones horizontales que no estén Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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mediadas por la clasificación racial y social. Al ser la realidad multidimensional no puede homogeneizarse, por lo que tampoco puede ser universal. Por ende, la ciencia y la sociedad misma, deben abrir su campo de visión hacia los demás saberes, mundos y conocimientos de otro modo (Escobar, 2003); implica la búsqueda de procesos con justicia cognitiva.

Las propuestas de descolonización epistemológica implican desarticular las dicotomías que condicionan la forma de intervenir en los procesos de desarrollo. Por ejemplo, se ha creído en la existencia de razas superiores y razas inferiores. Esa superioridad supuso la idea de civilizar a los inferiores; es decir, a los primitivos. Esas premisas fueron implementadas bajo la idea de racismo y universalismo (Dussel, 1992; Lander, 2000). Esa superioridad bajo la idea de raza indujo a pensar que el moderno era desarrollado y, por tanto, tenían el imperativo de desarrollar a los primitivos o inferiores. Independientemente de cuáles fueran las estrategias y los medios, los fines estaban justificados. Por tanto, la teleología del desarrollo penetró bajo un modelo universal que venía desde los países europeos (Dussel, 1992). Después de la Segunda Guerra Mundial la dicotomía superior – inferior cambio por la de desarrollado – subdesarrollado.

Descolonizar esas dicotomías implica comprender que las prácticas del desarrollo reflejan una determinada visión de mundo, un paradigma que lo condiciona, teorías y conceptos que sustentan sus intervenciones.

Por tanto, comprender del porqué de los fracasos de los

modelos de desarrollo (Carvajal, 2009), las crisis económicas y ambientales, la desigualdad generada por un sistema de acumulación, pasa necesariamente por ese proceso de deconstrucción y descolonización, pues, la idea de desarrollo en los pueblos de América se presentó desde 1492 como progreso para justificar la aventura civilizatoria a través de la colonización y, después de la Segunda Guerra Mundial, la idea de desarrollo se presentó como modernización para justificar el imperativo moral de desarrollar a los subdesarrollados a través del proceso de globalización (De Souza, 2008). En tal sentido, todo proceso de desarrollo sostiene detrás de sus intervenciones dicotomías y monoculturas que lo condicionan cultural y epistemológicamente.

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1.6.

De las dicotomías a las monoculturas en la invención del desarrollo

La idea de superioridad que se impone sobre la inferioridad, no hubiese sido posible sin el apadrinamiento del poder político y de la ciencia moderna. Rousseau en el “Contrato Social”, menciona que para ser siempre el más fuerte, para ser el amo y señor, se debe transformar la “fuerza en derecho y la obediencia en deber” (1985, p. 38). La dicotomía “Superior - Inferior” incorporó la idea de que el superior provenía de la raza blanca, creían que los blancos debían predominar sobre las demás razas. Por ejemplo, Immanuel Kant definió la jerarquía con respecto al color de piel, de superior a inferior así: “Género original: blanco Moreno Primera raza: muy rubio (Europa del Norte), de frío húmedo. Segunda raza: rojo cobrizo (América) de frío seco. Tercera raza: negra (Senegambia) de calor seco. Cuarta raza: amarillo olivo (India) de calor seco” (Eze, 2001, p. 228). De allí que la razón tiene color, “el color blanco”, el color de los superiores.

Esa dicotomía superior - inferior facilitó la dominación y, por ende, la explotación de los pueblos originarios. Mediante la idea de raza superior, los conquistados o inferiores no les quedó más que aceptar el conocimiento impuesto por el más fuerte y obedecer sus mandatos como un orden universal y natural de la existencia. A partir de 1492, la humanidad fue dividida en civilizados – primitivos; los conquistadores poseedores del conocimiento eran los civilizados, y los conquistados quienes no tenían conocimiento, no generaban saber o representaban el salvajismo, lo inculto y la barbarie fueron clasificados como primitivos. “Los indios siempre fueron lampiños, pero en 1694, en su Dictionnaire universel, Antoine Furetiére los describió velludos y cubiertos de pelo, porque la tradición iconográfica europea mandaba que los salvajes fueran peludos como monos” (Galeano, 1999, p. 39).

Para los llamados civilizados el único conocimiento válido era el autorizado por ellos; aquel que parte de la universalidad y no de los contextos. Geertz nos dice que “todo conocimiento es ineluctablemente local” (1983, p. 4). Esas dicotomías configuraron la mente de los pueblos de América lo cual representa toda una complejidad cultural, de valores, ideas, significados y prácticas sociales profundamente arraigadas en los modos de vida. La invención de dicotomías disfrazó una violencia epistémica, física y económica, la cual se comenzó a ejercer primero Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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con el colonialismo europeo y posteriormente por sus descendientes, las elites criollas. A la violencia “epistémica” Castro Gómez (2005) la denomina “La Hybris del Punto Cero”; una ruptura del mundo orgánico que dio paso al conocimiento científico como controlador racional y universal del mundo; ver el mundo a través de la ciencia desde afuera; es decir, neutral y objetivo. “La representación verdaderamente científica y objetiva es aquella que puede abstraerse su lugar de observación y generar una [mirada universal] sobre el espacio, […articulándose] con independencia de su centro étnico y cultural de observación” (Ibíd., 2005, p. 60). Para Castro Gómez, “la certeza del conocimiento sólo es posible en la medida en que se asienta en un punto de observación inobservado” (Castro Gómez, 2007, p. 82). El punto cero es equivalente a tener el poder de “instituir, de representar, de construir una visión sobre el mundo social y natural reconocida como legítima y avalada por el Estado” (Castro Gómez, 2005, Op. cit., p. 25). Esas concepciones permanecen activas en los círculos académicos y en los procesos de intervención en nombre del desarrollo. Esas visiones dicotómicas conducen a la instalación de diversas monoculturas que condicionan la forma de comprensión de la realidad.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial y con el discurso del expresidente Harry Truman, surgió la clasificación desarrollado – subdesarrollado. El desarrollado es moderno, rico, culto y avanzado; el subdesarrollado, es tradicional, pobre y atrasado. Los llamados desarrollados siguen siendo los superiores, aquellos que creen tener el derecho de imponer sus conocimientos y modelos que nunca coinciden con realidades locales. A través de los gobiernos y la educación descontextualizada, han impuesto sus verdades, su estrategia ha sido exitosa; “domesticar nuestra voluntad de cambiar al mundo, incluyendo la participación activa de nosotros como inocentes útiles en el proceso de nuestra misma domesticación” (De Souza, 2007, p. 7). Por su parte, los subdesarrollados son inferiores, carecen de conocimiento y, por obediencia, deben aceptar la imposición de los modelos globales, y esos “modelos universales no son malos porque son foráneos sino porque, concebidos desde una realidad particular, son impuestos a otras realidades donde resultan, irrelevantes por ignorar los valores, creencias, experiencias, historias, saberes, necesidades y aspiración locales” (Ibíd., p. 5). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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La invención de las dicotomías superior – inferior, civilizado – primitivo, desarrollado – subdesarrollado, moderno – atrasado y su aceptación condiciona culturalmente la comprensión del mundo y sus realidades. Bajo esa lógica, se instalaron diversas monoculturas que han condicionado el pensamiento. Boaventura de Sousa Santos, plantea que ese sistema de verdades se ha sustentado en cinco monoculturas. La primera, la monocultura del saber, es la que más ha predominado; en ella se ha amparado la ciencia y la alta cultura. En tal sentido, la verdad y la estética solo son posibles bajo los criterios de la ciencia y la alta cultura respectivamente. Lo que no encaja en esa realidad es declarado ignorante o inculto (Santos, 2010a, Op. cit., p. 22). La segunda monocultura tiene que ver con el tiempo lineal, un sentido unidireccional; al frente, por supuesto, están los países hegemónicos del “Sistema Mundo” (Wallerstein, 2006) y todas las instituciones y profesiones ordenadas para ello. “Los países [desarrollados] van adelante y los otros países, que no son simétricos con esta posición, son automáticamente definidos como “retrasados”, como [subdesarrollados]” (Chavarría y García, 2004).

La tercera monocultura tiene que ver con la clasificación social, según Santos, esta ha provocado la “naturalización de las diferencias”. Esas diferencias se han presentado principalmente en términos de raza y clasificación sexual. La clasificación racial persiste fuertemente en nuestro tiempo; la humanidad ha escondido muchas de esas injusticias al reproducir la dicotomía superior – inferior. Desde los tiempos de la Colonia, los pueblos originarios fueron considerados primitivos, incivilizados y, por ende, inferiores a los recién llegados. Immanuel Kant, en su jerarquía de las razas colocó como raza superior al hombre blanco; él consideraba que los indígenas y negros carecían de talento, eran ineducables por carecer de afecto y pasión (Eze, 2001). Esta monocultura tiene estrecha relación con la monocultura del saber, puesto que, históricamente, se ha creído que la razón tiene color, el blanco, el color de los superiores. Por ejemplo, en la primera Constitución de los Estados Unidos se estableció que un negro esclavo “equivalía a las tres quintas partes de una persona” (Galeano, 2008, p. 164). En “1863, la Sociedad Antropológica de Londres llegó a la conclusión de que los negros eran intelectualmente inferiores a los blancos y sólo los europeos tenían la capacidad de humanizarlos y civilizarlos (Ibíd., p. 45).

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La cuarta monocultura tiene que ver con la escala dominante; es decir, lo universal o global. La educación y las instituciones fueron ordenadas para el discurso de la globalización; un discurso que busca universalizar y homogeneizar conocimientos, prácticas, valores, formas de ser y sentir, es una secuencia que tiene su lógica de imposición, de dominio cultural de unos contra los otros. Para la escala global dominante, lo particular o local no es relevante, se ignora el contexto y, por lo tanto, todo conocimiento que parta de lo local es innecesario, no es verdadero o es declarado como no existente; de hecho, la gran creación científica de nuestros tiempos está basada en un epistemicidio; es decir, la muerte de otros conocimientos (Santos, 2010b), principalmente, los saberes locales. Por lo tanto, los textos educativos son preparados desde otros lugares, son escritos por otros autores y en otros idiomas, los cuales nunca coinciden con nuestros lugares, autores e idiomas. En el pensamiento colonial, la escala dominante de la globalización tiene el imperativo de desarrollar a los países subdesarrollados o en vías de desarrollo y con ello modernizarlos.

La quinta monocultura, según el profesor Santos, tiene que ver con la productividad, lo que no encaja en esta lógica es declarado improductivo o estéril. El sistema económico capitalista se sustenta en esos criterios. A los países que no producen para el mercado son tildados de no competitivos e improductivos. “La racionalidad económica del capitalismo tiende a acortar la vida media útil de los valores de uso, tornando los productos siempre más desechables” (Dierckxsens, 2014, p. 43). Esa monocultura productivista sustenta el modelo neoliberal que rompe con las barreras u obstáculos al comercio y al capital, niega la vida de amplias mayorías de la población mundial y destruye el entorno con su vida natural que encuentra a su paso. En ese sentido, el desarrollo desde las economías dominantes siempre ha puesto de frente al crecimiento económico como panacea para lograr mejor calidad de vida. Por sus cuestionamientos, el desarrollo ha tenido la capacidad de aceptar las críticas y hacer cambios semánticos en su configuración conceptual. Todas esas monoculturas, son constitutivas de una serie de ausencias, que son percibidas como no existentes, o como alternativas no creíbles a lo que existe (Santos, 2010a, Op. cit., pp. 22-24). Todo ese pensamiento dicotómico y monocultural ha estado ligado a tres momentos teóricos del desarrollo: modernización, dependencia y posestructuralista.

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1.7.

La teorización del desarrollo

Han transcurrido siete décadas desde que se comenzó a teorizar la idea de desarrollo alrededor del mundo. Son múltiples los escritos acerca del pensamiento económico alrededor del desarrollo (Hunt, 1989; Hettne, 1990; Bustelo, 1992, 1998; Hidalgo, 1998). Hidalgo (1998), distingue cinco teorías del desarrollo: modernización, estructuralista, neomarxista del desarrollo, neoliberal y alternativa. Bustelo (1998) enfatiza dos momentos del desarrollo; teorías ortodoxas y teorías heterodoxas; dentro de las ortodoxas están los enfoques clásicos del desarrollo apegados a la acumulación, expansión del capital y crecimiento económico. Dentro de las heterodoxas agrupa las diversas críticas en torno al desarrollo. Mckay (1992), identifica los distintos enfoques del desarrollo en diez momentos: Teoría de la modernización, teoría de la dependencia, enfoque de las necesidades básicas, ajuste estructural, modelos de articulación, internacionalización del capital, antimodernización, desarrollo de las raíces populares básicas, ajuste con rostro humano y desarrollo sostenible.

Para Escobar (2002), el desarrollo, aparte de la teoría de la modernización y la dependencia, se ha teorizado desde la crítica posestructuralista y desde la reacción al análisis posestructuralista. Según Escobar, el desarrollo se puede clasificar en función de tres grandes paradigmas de las ciencias sociales; el paradigma liberal, el paradigma marxista y el paradigma posestructuralista. El paradigma liberal se centra en el individuo, en la sociedad y en el mercado. El paradigma marxista o materialismo histórico está centrado en el trabajo y en la producción. El paradigma posestructuralista se centra en el análisis del lenguaje, los significados y en la representación (Escobar, 2002). La teoría liberal se preguntó cómo puede una sociedad desarrollarse por medio del capital, la tecnología y las acciones del Estado de manera individual. La teoría marxista se preguntó cómo puede desarrollarse una sociedad por medio de un cambio de ideologías y relaciones de producción. La teoría posestructuralista, por su parte, se preguntó cómo pudieron África, Asia y América Latina haber sido representadas como subdesarrolladas.

En esa búsqueda de soluciones, los teóricos liberales abogaban por un desarrollo más igualitario y a su vez, completar el proyecto de la modernidad, poniendo las esperanzas en el Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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individuo, la ciencia, la tecnología y el mercado. Los teóricos marxistas buscaron reorientar el desarrollo hacia la justicia social, la sostenibilidad y a la desvinculación del capitalismo y la modernidad. Para los marxistas, los problemas del desarrollo no están en la idea de modernidad, ni en la ciencia ni en la tecnología, el problema radica en el capitalismo. Los teóricos posestructuralistas, concibieron que los problemas del desarrollo están precisamente en la modernidad, en la racionalidad económica, científica y tecnológica; todos ellos han sido parte del mismo problema. Otros planteamientos del desarrollo incluyen la teoría de los sistemas mundiales y la teoría de la globalización.

En los debates recientes desde América Latina acerca de las teorías del desarrollo, se plantea un análisis enfocado en tres momentos cruciales; modernización, dependencia y posestructuralismo. Dentro del posestructuralismo se ha ido consolidando la corriente de pensamiento posdesarrollista (Escobar, 2005). En síntesis, en sus primeros dos momentos de teorización del desarrollo estuvo vigente la crítica del sistema de acumulación, del capitalismo y de las desigualdades creadas por un sistema hegemónico de industrialización, sin embargo, desde los años ochenta del siglo XX, con los planteamientos posdesarrollistas las concepciones del desarrollo se vieron fuertemente cuestionadas, clamándose otras alternativas alejadas de la racionalidad desarrollista.

1.7.1. Teoría de la modernización (1945-1965)

Esta teoría surgió después de la Segunda Guerra Mundial y estableció que las sociedades modernas son más productivas por lo que había que adoptar o replicar las condiciones de los países ricos y establecerlas en los países pobres. Apareció por varias coyunturas históricas; el surgimiento de Estados Unidos como principal potencia mundial; la puesta en escena de un movimiento comunista mundial; y, por la desintegración de los imperios coloniales europeos en Asia, África y Latinoamérica, dando lugar al surgimiento de nuevas naciones. La idea de la modernización fue siempre la industrialización de la economía, pero, también, para algunos críticos significó la adopción de “la tecnificación de la agricultura, la urbanización, la adopción de valores occidentales, la racionalidad, el individuo, el mercado” (Estrada, 2013, p, 235). Los fundamentos esenciales de esta teoría establecieron que la modernización es un proceso Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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homogenizador, es un proceso europeizador – americanizador, el enfoque irreversible de la modernización, progresivo y de larga duración. “La premisa básica era la creencia del papel de la modernización como única fuerza capaz de destruir supersticiones y relaciones arcaicas, sin importar el costo social, cultural y político” (Escobar, 2007, Op. cit. p. 78). La teoría concebía la modernización como un proceso basado en escalas, similar a las etapas del crecimiento económico propuestas por Walt Whitman Rostow (Baran y Hobsbawm, 1963).

El enfoque de la teoría de la modernización presentó cuatro características: a.- el “universalismo”; bajo el supuesto que hay un único modelo de desarrollo y, por lo tanto, el carácter evolucionista y lineal tiene por ende una validez universal; b.- el “etnocentrismo”; el desarrollo presentado desde Occidente es el mejor y el superior, con instituciones necesarias; siendo inaceptable la diversidad de posibilidades en los países del Sur y debiéndose encausar en una vía de progreso lineal y acumulativo; c.- el “dicotomismo”; en las sociedades existe un sector moderno y otro tradicional. Generalmente el moderno es el que transforma y produce desarrollo y el tradicional es atrasado y, por lo tanto, se convierte en un obstáculo para el desarrollo; d.- el “evolucionismo”; la modernización en las sociedades transcurre mediante la superación de una serie de fases, escalas o etapas (Valcárcel, 2006, p. 12). A esta teoría le siguió una serie de críticas procedentes de los países latinoamericanos.

1.7.2. La Teoría de la dependencia (1965-1980) La teoría de la dependencia cuestionó la modernización, pero no el desarrollo. Surgió con base en las investigaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en 1950. Los planteamientos de esta teoría sostenían que el ‘subdesarrollo’ de los países del mundo está directamente ligado a la expansión de los países industrializados. El desarrollo y subdesarrollo son dos aspectos diferentes del mismo proceso. El subdesarrollo no es ni una etapa de un proceso gradual hacia el desarrollo, ni una precondición, sino una condición en sí misma.

La dependencia no se limita a relaciones entre países, sino que también crea

estructuras internas en las sociedades (Blomström y Ente, 1990). Esta teoría enfatizó en la hegemonía de las economías centrales y de la periferia en la estructura y organización del sistema capitalista. Durante esa época, la representación del subdesarrollo había penetrado Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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por medio de los discursos de diferentes instituciones. En tal sentido, la historia del subdesarrollo constituía la historia del capitalismo mundial, por lo que este no era “una etapa del desarrollo”, sino la consecuencia de un desarrollo ajeno e injusto (Galeano, 2004).

Raúl Prebisch fue uno de los impulsores de esta teoría quien planteaba que para crear condiciones de desarrollo en un país era necesario: 1). controlar la tasa de cambio monetario poniendo énfasis en políticas fiscales; 2). promover un papel gubernamental más eficiente; 3). crear plataformas de inversiones con prioridad para el capital nacional; 4). permitir la entrada de capitales extranjeros que se adapten a prioridades nacionales; 5). promover y generar una mayor demanda interna; 6). desarrollar un sistema de seguridad social más eficiente y; 7). desarrollar estrategias nacionales más coherentes con el modelo de sustitución de importaciones (Reyes, 2001, pp. 7-8). Esta teoría sirvió como parte de las críticas que se han hecho al sistema de acumulación de la riqueza, al capitalismo y al crecimiento económico ilimitado. De los planteamientos de la teoría de la dependencia surgieron nuevas posturas; el chileno Osvaldo Sunkel manifestó que el desarrollo es un tema sociológico por involucrar un conjunto de relaciones sociales. El brasileño Fernando Henrique Cardoso y el chileno Enzo Faletto, propusieron que el desarrollo era “resultado de la interacción de grupos y clases sociales que tienen un modo de relación que les es propio y, por lo tanto, intereses y valores distintos, cuya oposición, conciliación o superación da vida al sistema socio-económico” (Cardoso y Faletto, 1978 p. 18). Las críticas que surgieron para buscar nuevas alternativas a la racionalidad de la economía del desarrollo dieron paso a las corrientes posdesarrollistas desde los años ochenta y noventa del siglo XX.

1.7.3. Teoría posestructuralista del desarrollo: el surgimiento del posdesarrollo

El posestructuralismo es una rama de la teoría crítica surgida en Francia en la década del sesenta del siglo XX en contraposición al estructuralismo. Varios fueron los exponentes de esta teoría; Michel Foucault, Claude Lévi-Strauss; Jacques Derrida, Gilles Deleuze, entre otros. La filosofía posestructuralista o filosofía de la diferencia abordó los argumentos estructuralistas de los años sesenta, “con la tarea de desbordar el discurso filosófico desde su interior, a partir de la crítica o planteamientos centrales del estructuralismo, al eurocentrismo y a la tradición Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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racionalista de la filosofía occidental” (Mejía, 2004, pp. 168-169). Una de las herramientas del posestructuralismo ha sido la deconstrucción. Desde el posestructuralismo se comenzaron a cuestionar los discursos y las nuevas formas de concebir la filosofía, estableciéndose “un método de indagación y sospecha permanente que no daba credibilidad a nada” (Ibíd., p. 169). Se postuló, además, que “todos los discursos conscientes son en realidad síntomas que disimulan un inconsciente social o individual” (Ibíd.).

El posestructuralismo está basado en el estudio del lenguaje y los significados, su objeto de estudio es la representación, el conocimiento y el poder detrás de los discursos. Para los teóricos del desarrollo, el posestructuralismo contribuyó para visibilizar a las comunidades locales, ONG y nuevos movimientos sociales como actores relevantes, todos ellos son productores de conocimientos válidos. El posestructuralismo abogó por el cambio de prácticas de saber y hacer. Su actitud frente al desarrollo y a la modernidad radica en articular una ética del conocimiento experto como práctica de la libertad al buscar modernidades alternativas y alternativas a la modernidad. Los posestructuralistas ponen su énfasis en que “si queremos entender la producción de lo real, la producción de la sociedad, tenemos que entender cómo la sociedad se crea en el lenguaje, el significado y la representación” (Escobar, 2002, parra. 17).

A las críticas posestructuralista le siguieron los posdesarrollistas. Desde los años ochenta varios teóricos cuestionaron el modelo civilizador del desarrollo, Attali y otros publicaron en 1980 “El Mito del Desarrollo”; estos críticos pos desarrollistas se preguntaron por qué debían seguir todos los demás países los modelos de aquellos industrializados, del Norte o desarrollados. Cuestionaron el hecho de que el desarrollo era una invención de los países ricos para subordinar a los más pobres, aprovechar sus materias primas, mercados y mano de obra barata. Han manifestado que a esta invención se sumaron especialistas y las organizaciones creadas a partir de la Segunda Guerra Mundial al llevar el discurso del desarrollo alrededor del mundo, “supuestamente, para transformar sus economías, sus sociedades, sus culturas en economías desarrolladas, donde desarrolladas quería decir, especialmente, según el patrón de Estados Unidos” (Estrada, 2013, Op. cit., pp. 236-237).

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Estas críticas posdesarrollistas han incluido a Orlando Fals Borda, Paulo Freire, Iván Illich, Arturo Escobar, Walter Mignolo, Gustavo Esteva, Wolfgang Sachs, Santiago Castro Gómez, Boaventura de Sousa Santos, James Ferguson, Gilbert Rist, Majid Rahnema, Serge Latouche, José de Souza Silva, Enrique Dussel, Aníbal Quijano, entre otros. […] el post no significa que el desarrollo desaparezca del todo ni que el liberalismo desaparezca del todo, ni que el capitalismo desaparezca del todo; el post significa ese momento en que el capitalismo ya no es esa coentidad o categoría central que ocupa la economía de manera total, en que el liberalismo ya no es esa categoría o esa entidad que ocupa la sociedad de forma completa y natural como lo hacen las sociedades modernas, que son modernas y liberales (Ibíd., p. 238).

Arturo Escobar (2014), ha planteado que el posdesarrollo se propuso descentrar el desarrollo, buscar alternativas al desarrollo y transformar la economía política de la verdad, en el sentido de que las alternativas “podrían ser obtenidas de los conocimientos y prácticas de los movimientos sociales” (p. 17). En ese sentido, la idea era proponer que el desarrollo ya no fuera el principio organizativo de la vida social. Las críticas al posdesarrollo pronto aparecerían y a mediados de la década del noventa se enfatizó que los posdesarrollistas al centrarse en el discurso dejaban de lado la pobreza y el capitalismo como problemas centrales del desarrollo; presentaban una visión esencialista del desarrollo y a su vez romantizaban las tradiciones locales (Escobar, 2014). La idea de descentrar el desarrollo significa liberar el pensamiento para que este discurso ya no sea el eje central de las prácticas sociales y políticas públicas; por tanto, el posdesarrollo se refiere a: la posibilidad de crear diferentes discursos y representaciones que no se encuentren tan mediados por la construcción del desarrollo; la necesidad de cambiar las prácticas de saber y hacer; la necesidad de multiplicar centros y agentes de producción de conocimientos; destacar las estrategias alternas producidas por movimientos sociales al encontrarse con proyectos de desarrollo (Escobar, 2005, Op. cit., p. 19).

Según Escobar (2014) dentro del posdesarrollo sigue pendiente la búsqueda de alternativas al desarrollo, de la misma forma, la deconstrucción del desarrollo supone un proceso lento y doloroso, sin recetas fáciles, puesto que muchas comunidades alrededor del mundo siguen Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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atrapadas en estrategias convencionales de desarrollo que se niegan a desaparecer. En tal sentido, los grupos sociales buscan defender las diferencias culturales, las oportunidades económicas, no solo las que ofrecen ganancias y mediadas por el mercado, sino que abogan por la defensa de lo local como respuesta para articularse con lo global y la oposición a un desarrollo modernizante. Desde esa perspectiva, el posdesarrollo busca aprender a ser humanos en espacios poshumanos y posmodernos, puesto que “en muchos lugares existen mundos que el desarrollo, todavía hoy y en este instante, se empecina en destruir” (Ibíd., p. 306). De las diversas teorías que han estado de la mano del desarrollo han surgido una serie de enfoques que constituyen toda una constelación semántica (Esteva, 2009) que cada vez vuelve más compleja la definición de un desarrollo contaminador de la realidad social.

1.8.

Los enfoques del desarrollo: cronología histórica

La palabra desarrollo se popularizó a partir de la Segunda Guerra Mundial. El concepto de desarrollo, desde siempre, ha estado vinculado principalmente al crecimiento económico. Lenin escribió en 1899 “El Desarrollo del Capitalismo en Rusia”; Schumpeter publicó en 1911 su “Teoría del Desarrollo Económico”; Rosenstein y Rodan propusieron en 1944 “El Desarrollo Internacional de las Áreas Rezagadas”. De la misma forma, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó resoluciones aplicando el término, como “La Asistencia Técnica para el Desarrollo Económico” (Souza, 2009). El concepto cambió radicalmente con el discurso del expresidente de Estados Unidos Harry Truman en 1949. La palabra más utilizada para las intervenciones en las comunidades antes del “desarrollo” fue “progreso”, estas palabras siempre han tenido una característica evolutiva; es decir, pasar de una situación peor a una mejor, de una mala a una buena. Sin embargo, son diversas las posturas críticas en el sentido de que, tanto la idea de progreso como de desarrollo esconden dicotomías como superior – inferior, civilizado – primitivo, desarrollado – subdesarrollado; lo cual significa que existe un grupo de países que han sido representados como superiores, civilizados y desarrollados y, existen otros, la mayoría, representados como inferiores, primitivos y subdesarrollados. Santos, (2010) al respecto plantea que, bajo esa lógica, existe una “monocultura del tiempo lineal”, según la cual “la historia tiene sentido y dirección únicos y conocidos”, al frente de esa Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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dirección única están los países avanzados y, por ende, quienes no han logrado sumarse a los avances del progreso, modernización o globalización, son considerados países atrasados (p. 22). El progreso y desarrollo, impulsados a través del discurso hegemónico dominante, encontraron su analogía con las teorías evolucionistas de la ciencia, en el sentido de que, los humanos, pasamos durante nuestra vida una serie de fases o etapas; no sólo como nacimiento, crecimiento, declinación y muerte, sino ahora, con la consolidación de la ciencia moderna, era posible un progreso, desarrollo y crecimiento material gradual, lineal e ilimitado para todos. Bajo esa idea, desde hace varias décadas, las personas han creído que el subdesarrollo es una etapa previa del mismo desarrollo, pero la verdad que es su consecuencia (Galeano, 2004), ese subdesarrollo proviene del desarrollo ajeno e injusto y hasta nuestros días, continúa alimentando el pensamiento.

Para comprender la evolución en el tiempo del concepto de desarrollo, es necesario resaltar que el pensamiento económico desarrollista ha puesto de manifiesto que el bienestar de la sociedad se logra mediante una inyección fuerte de capital, de acumulación y altas tasas de crecimiento económico. Los teóricos neoclásicos han fundamentado que el bienestar social solo es posible con un crecimiento económico sostenido, esto permitirá que la población tenga los ingresos necesarios para mejorar sus condiciones de vida; es decir, el punto de partida es el capital y el crecimiento económico y, el punto de llegada, el bienestar social.

1.8.1. Los enfoques clásicos del desarrollo: el ser humano y la naturaleza

Las teorías económicas clásicas se enfocaron en dos aspectos fundamentales, la Naturaleza con toda su fuente de riqueza y el ser humano como fuente potenciadora de esa riqueza. Ambos se consideraron como “recurso” al heredar los postulados de científicos como Francis Bacon, Isaac Newton, René Descartes y Frederick Taylor; todos ellos tuvieron la visión de un mundo como una máquina funcionando a la perfección, la Naturaleza podía ser violada y explotada y junto al ser humano moverse como el engranaje de un reloj (De Souza, 2006). Estos enfoques clásicos de la economía percibieron al mundo funcionando en partes independientes del todo y sin conexión alguna, para ellos, la Naturaleza es fuente de riqueza que proveería al humano los insumos para hacer posible el crecimiento económico de las Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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naciones. En los postulados clásicos siempre existió una visión antropocéntrica de la realidad; es decir, todo giraba en torno al hombre y lo que estaba a su alrededor eran su propia creación para hacer eficiente su labor productiva. Todas esas visiones clásicas de Malthus (1798), David Ricardo (1817), Stuart Mill (1848), Karl Marx (1867) quedaron subalternadas cuando en los años treinta del siglo veinte el capital físico se convierte en la fuente primordial del crecimiento económico (Banguero, 2012). El ser humano pasó de ser sujeto del desarrollo a ser simplemente junto con la Naturaleza objeto del desarrollo.

1.8.2. Los enfoques neoclásicos: crecimiento económico entendido como desarrollo

Los primeros enfoques neoclásicos del desarrollo proceden de los planteamientos de Adam Smith (1776), especialmente con su obra “La Riqueza de las Naciones”. Desde esta concepción, en materia económica, el humano se mueve en función de su interés individual por encima del interés de los demás; es decir, el bien común. Para Smith existía una mano invisible del mercado que movía los hilos económicos de la sociedad. Las personas no nacían humanas, sino que eran moldeadas en las interacciones con la sociedad. Para Smith es el trabajo la fuente de donde una nación obtiene los productos que consume y no de la Naturaleza. Ese trabajo para que fuese eficiente dependía de su división, las etapas o fases harían productiva a la sociedad. Las propuestas desde la visión de Smith era dar prioridad al mercado para ejercer el control de los intereses y pasiones de los individuos “Smith no creía en un Estado mínimo ni débil, sino un Estado fuerte para proteger la propiedad privada, construir la infraestructura necesaria, mantener las fuerzas armadas, crear una moneda estable y proveer educación para sus ciudadanos” (De Souza, 2006, p. 65).

A la visión económica de Smith se sumó David Ricardo (1817) con la teoría de la ventaja comparativa y la ampliación de la división del trabajo. Para David Ricardo era necesaria la libre movilidad de los productos, esto afianzó los postulados del liberalismo económico con el comercio internacional. Para Ricardo, cada país debía especializarse de acuerdo con su potencial productivo y con ello, lograr sus ventajas comparativas con los demás países. Sin embargo, estos postulados encontrarían sus críticas por las asimetrías creadas alrededor del comercio mundial y el control del mismo por instituciones y países dominantes. Otro de los Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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precursores de las visiones neoclásicas del desarrollo fue Joseph Schumpeter (1912) con su “Teoría del Desenvolvimiento Económico”. Retomó los planteamientos de Adam Smith y David Ricardo y analizó otros elementos para la comprensión del comportamiento de los ciclos económicos y sus respectivas crisis al incorporar en sus análisis el aspecto institucional, el Estado, las empresas y los empresarios emprendedores. Después de la Segunda Guerra Mundial comenzó a replantearse un nuevo orden económico mundial y surgirían otros aportes a la teoría económica del desarrollo.

Al ser el capital el principal motor del crecimiento económico, los países debían crear las condiciones para dinamizar la economía que permitiera tasas altas de crecimiento, esto lograría acumular capital logrando con ello un crecimiento del producto interno y del ingreso de los habitantes (Solow, 1956); esos ingresos del país y su distribución a sus habitantes lograría reducir los niveles de desigualdad en la sociedad (Kuznet, 1955). Estos modelos proponían un control sobre la tasa poblacional, pues esto representaba un obstáculo en la distribución de los ingresos, el ahorro y la inversión (Coale y Hoover, 1958, Leff, 1969). Las altas tasas de crecimiento implican la industrialización y la modernización de la economía. Para estos años, se hicieron planteamientos desde los teóricos modernistas al recomendar a los países más pobres seguir los lineamientos adoptados en los países ricos e industrializados, la premisa era volver más productiva sus economías y romper con lo tradicional que obstaculizaban las pretensiones desarrollistas (Lewis, 1954; Jorgenson, 1967; Estrada, 2013).

Banguero (2012), plantea que el enfoque del crecimiento económico como sinónimo de desarrollo ha tenido diversas críticas; primero, presentó un problema conceptual, puesto que el crecimiento no es un indicador suficiente para medir el bienestar de una sociedad; segundo, metodológicamente tuvo un problema de comparación para medir el desarrollo entre países; tercero, presentó problemas estadísticos y de medición; cuarto, presentó problemas empíricos. La experiencia de los países en desarrollo desde su adopción en los años cincuenta del siglo XX, presentó mejorías en los ingresos por habitante debido a tasas de crecimiento relativamente altas de la producción y a políticas públicas para desalentar el crecimiento poblacional, sin embargo, los índices de pobreza no disminuyeron y, en algunos casos, ese crecimiento económico agravó la distribución del ingreso y el bienestar social (p. 28). Todos Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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estos aportes configuraron el pensamiento para replantear las estrategias del desarrollo. Comenzaron a estudiarse las variables empleo, desarrollo económico y social como un intento para reducir los niveles de pobreza en los países, se incorporaron a los análisis de la pobreza la satisfacción de las necesidades básicas de la población (Ghai, 1976).

1.8.3. Los enfoques del desarrollo del Banco Mundial: asegurar la redistribución de la riqueza con el crecimiento económico

A partir de la Segunda Guerra Mundial fueron configurándose una serie de instituciones internacionales que impulsaron los nuevos conceptos desarrollistas. El Banco Mundial junto con el Fondo Monetario Internacional y más tarde la Organización Mundial del Comercio surgieron en la conferencia de Bretton Woods de 1944 en New Hampshire, Estados Unidos. A pesar de que en sus inicios el Banco Mundial no tuvo vínculos directos con la pobreza, ya que su afán estuvo centrado en la reconstrucción de los países europeos devastados por la guerra, es notorio que buscaron a través de esta institucionalidad llevar el discurso del desarrollo al resto de los países occidentales. Durante los años setenta, se produjo una revisión crítica a los planteamientos ortodoxos del desarrollo (Dubois, 2000), puesto que el crecimiento económico no lograba solventar los problemas de desigualdad, la dinámica institucional se centró en cómo hacer posible que las promesas del crecimiento económico se tradujeran en solventar los problemas de pobreza y extrema pobreza que estaba creando el sistema económico dominante. En tal sentido, el Banco Mundial, comenzó a buscar estrategias de desarrollo que integraran los beneficios del crecimiento económico con la distribución de ingresos y riqueza.

Con el apoyo del Instituto de Estudios del Desarrollo (IDS) de la Universidad de Sussex, en 1974 se publicó el trabajo “Redistribución con crecimiento” en el cual se proponía que parte del crecimiento económico llegara al menos al 40% de la población más pobre. La redistribución de la riqueza generada por el crecimiento económico no ha sido posible puesto que el ser humano es el fin último de esa generación de riqueza; es decir, se parte de una acumulación de capital en pocas manos y de un crecimiento económico y no se parte de una masa de población con ingresos necesarios para hacer posible el crecimiento económico de Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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los países, esto permitiría alcanzar un mínimo de equidad en la distribución de los beneficios generados por el crecimiento económico (Adelman, 1974). En tal sentido, el bienestar social es el punto de llegada y no el punto de partida. Esas primeras discusiones sirvieron de base para formular una serie de recomendaciones de la mano de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

1.8.4. El enfoque de la satisfacción de las necesidades básicas: la propuesta de la OIT

La Organización Internacional del Trabajo pensó que la generación de empleo podría provocar los ingresos necesarios para que la población tuviera una vida digna; años más tarde comprendió que esto no bastaba para superar las desigualdades y la pobreza en la sociedad, por tanto, fue necesario incorporar otras variables para acercarse a niveles de equidad. En la Primera Conferencia Mundial de Empleo de 1976, se planteó que el objetivo primordial del desarrollo debía ser el bienestar de todos y cada una de las personas que conforman una sociedad, por lo cual, el bienestar radica no solo en lo material, sino en lo inmaterial, por ende, cualquier estrategia de desarrollo debía incluir el suministro para la población de una serie de necesidades básicas como educación, salud, alimentación vivienda, entre otros. La propuesta de la OIT se dividió en cuatro grupos; a.- aquellas necesidades para el consumo familiar y personal como el alimento y la vivienda; b.- las referidas al acceso a servicios esenciales como salud, transporte, educación y agua potable; c.- la necesidad de un puesto de trabajo con remuneración adecuada; d.- aquellas necesidades inmateriales o cualitativas relacionadas con un entorno saludable y humano, así como la participación en la toma de decisiones y libertades individuales (Hunt, 1989).

Las posturas críticas a este enfoque fue cuestionar el mismo concepto de desarrollo y el modelo económico imperante (Hunt, 1989), puesto que el ingreso per cápita, el crecimiento económico, la generación de empleos y la distribución de la riqueza, son únicamente medios del desarrollo y no fines en sí mismos (Hopkins & Scolnik, 1975; Hopkins, 1977; Quibria, 1982), esto obligó a diversos teóricos a buscar alternativas diferentes a las mediciones del PIB (Banguero, 2012). La intención fue siempre buscar alternativas que pudieran retribuir los beneficios obtenidos a través del crecimiento económico y que llegaran hacia la población más Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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desposeída, esa búsqueda sirvió para evitar el rechazo al modelo de desarrollo y, a su vez, sirvieron de base para las nuevas formulaciones de los indicadores de bienestar social que emprendieron más tarde otras instituciones oficiales internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

El enfoque de las necesidades básicas tuvo sus tropiezos en vista de que desde la década del setenta se dio un fuerte impulso a la idea de globalización, por lo cual, la mirada estaba puesta en cómo acelerar el crecimiento económico mediante el impulso de sectores productivos como agricultura, construcción, energía, por lo que la inversión en el gasto social fue desplazada ante las nuevas prioridades. Según Banguero (1987), este enfoque necesitaba de una atención primordial del Estado para suministrar los servicios básicos para la población más necesitada, por otro lado, no solo bastaría el esfuerzo del Estado en la asignación del gasto y la inversión pública, sino que sería necesario un esfuerzo de planificación permanente, en la cual, tanto las políticas económicas como sociales se orientaran para alcanzar metas intermedias como el ingreso per cápita y la distribución del ingreso que satisficieran necesidades básicas en la población. Esta propuesta incluía reorientar el gasto y la inversión pública de tal manera que los servicios básicos llegaran hasta los estratos más pobres de la sociedad (Hopkins & Van der Hoeven, 1981; Banguero, 1987, 2012).

Otras posturas críticas acerca del enfoque de necesidades básicas proceden de los planteamientos de Manfred Max – Neef (1993), en el sentido de que existe un problema conceptual alrededor de este enfoque. Es necesario hacer una distinción entre necesidades y “satisfactores” de esas necesidades. Las necesidades humanas son finitas, se conocen bien, son las mismas en todas las culturas y en los tiempos históricos, no dependen del contexto y se aplican a toda la humanidad en cualquier parte del mundo, sin embargo, los satisfactores son variados, dependen del contexto de su aplicación. Para Max – Neef, las necesidades pueden clasificarse en dos grupos; por un lado, existen necesidades del ser, tener, hacer y estar; por otro, están las necesidades de subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. En ese sentido, la alimentación es un satisfactor de la subsistencia; la atención medica es un satisfactor de la necesidad de prevención y la educación es un satisfactor de la necesidad de entendimiento. Por tanto, un Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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satisfactor puede contribuir a la satisfacción de varias necesidades o viceversa (pp. 40-42). Esas necesidades pueden satisfacerse en relación con uno mismo, en relación con el grupo social o en relación con el ambiente.

Durante la década del setenta se evidenció que el modelo de desarrollo que promulgaba el crecimiento como objetivo central para alcanzar el bienestar estaba causando serios deterioros ambientales, por lo que se recomendó desde el Club de Roma con su informe “Los Límites del Crecimiento” de 1972 una propuesta basada en un crecimiento cero para los países “desarrollados” (Orellana, 2011) como respuesta inmediata ante el deterioro ambiental del Planeta. Ante tal propuesta radical de desacelerar el sistema económico, comenzaron nuevos estudios que condujeron en 1987 a la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas a presentar un nuevo informe denominado “Nuestro Futuro Común”, el cual sirvió de base para la Conferencia de Desarrollo y Medio Ambiente de Río de Janeiro en 1992 en donde se oficializó el nuevo concepto de desarrollo sostenible.

1.8.5. El enfoque desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD

Ante los nuevos enfoques de buscar satisfacer las necesidades básicas y frente al problema ambiental que se estaba evidenciando, se presentaron nuevos planteamientos orientados a reducir los niveles de desigual en el mundo sin afectar las políticas públicas que promovían el crecimiento económico en los países. Siempre, hasta hoy, se ha creído que existe un efecto derrame desde la economía hasta los sectores sociales. Dubois (2000), le llama “filtración hacia abajo”, pues el desarrollo era concebido como un proceso lineal en la cual unos países habían iniciado antes la carrera y la meta para ser desarrollados y otros se habían quedado atrás. Sin embargo, desde que se le dio prioridad al capital, la economía de mercado ha estado por encima de la sociedad y la sociedad al servicio de la economía (Max – Neef, 1986), A raíz de la implementación de medidas neoliberales para favorecer el capital y la libre movilidad de mercancías y servicios, los países comenzaron a visibilizar más los problemas sociales y diversos grupos organizados emprendieron el cuestionamiento de las medidas que atentaban contra la misma población. El modelo neoliberal y el mismo sistema capitalista que ha provocado diversas crisis y destrozos ambientales no podía permitir que las promesas del Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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desarrollo obstaculizaran la expansión económica de los países industrializados, para superar los desequilibrios económicos, se propusieron nuevas medidas economicistas que vendrían a solventar desde esa visión, los problemas económicos y sociales de los países más pobres. A finales de los años ochenta surgieron una serie de medidas a través del “Consenso de Washington”, que si bien es cierto propuso re direccionar el gasto público en subsidios sin discriminación para los más necesitados y atender los problemas de educación y salud, no es menos cierto que, la mayor parte de las medidas tuvieron que ver con el reacomodo de las políticas económicas, monetarias y fiscales; disciplina fiscal, reforma tributaria, libre oferta y demanda de las tasas de interés, liberalización comercial, privatización de empresas estatales, devaluación de la moneda, seguridad jurídica y romper con cualquier obstáculo para el mercado. Esas medidas se impondrían en la mayor parte de los países del mundo a través de diversos ajustes estructurales y, años más tarde, se comenzó a experimentar un recrudecimiento de la pobreza y una expoliación de la riqueza que favoreció a las grandes corporaciones transnacionales y a la concentración del capital. A la par de esas medidas económicas surgió una nueva institucionalidad que estaría encaminada a buscar mejores niveles de bienestar en las personas; en ese contexto, se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD para trabajar con los indicadores de desarrollo humano.

El desarrollo siempre tuvo una característica, la flexibilidad y la adaptación. Para evitar su desaparición y ante las críticas por las promesas incumplidas, siempre pudo reaparecer con nuevos adjetivos que tuvieron la capacidad de seducir a la sociedad (Rist, 2002). Para Sachs (1996) ha sido una “empresa” mal concebida desde sus inicios y para Esteva (1996), el desarrollo siempre propondrá algo deseable; pasar de una situación peor a una mejor, pareciera ser la “palabra mágica” con la cual se pueden resolver todos los problemas de la sociedad. Esa capacidad de adaptación permitió que el desarrollo incorporara el “adjetivo humano” a sus estrategias de intervención. El PNUD, desde los años noventa y con el apoyo de los economistas Mahbub ul Haq, Amartya Sen y Paul Streeten, pakistaní, hindú y británico respectivamente, comenzaron a reconceptualizar el desarrollo para su medición. Ese nuevo enfoque contempló cinco elementos básicos: crecimiento económico, equidad, seguridad humana, sostenibilidad y participación. Es aquí, precisamente, en la cual comenzaron los Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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nuevos conceptos de desarrollo humano sostenible que proponían la búsqueda de oportunidades en igualdad de condiciones para todos; con educación, salud, empleo, justicia y libertad.

Con la nueva conceptualización se construyó el Índice de Desarrollo Humano (IDH) el cual se comenzó a plasmar en el Informe de Desarrollo Humano del PNUD desde 1990. Ahora el desarrollo sería posible medirlo, no solo por medio del producto interno bruto por habitante, sino que incluía los objetivos de seguridad humana reflejados en la educación básica y la esperanza de vida al nacer, así mismo, la dimensión del crecimiento económico que iba a ser analizado en función del ingreso por habitante, medido en términos del poder de paridad de compra. Si bien es cierto estos primeros indicadores del desarrollo humano dejaron de lado otras variables, fueron el inicio para visibilizar las desigualdades y las asimetrías sociales causadas por un sistema de acumulación de la riqueza y de expansión económica que ponía en precario, año con año, a través de su racionalidad económica la vida de la población mundial. A partir de los primeros informes del PNUD acerca del desarrollo humano fueron develándose los problemas no resueltos por el desarrollo, algunos países lograron crecer económicamente durante varios años, sin embargo, de esa forma, lograron incrementar los índices de pobreza humana. Actualmente el análisis de este indicador de bienestar humano se realiza comparando 187 países del mundo.

Los enfoques del desarrollo medidos por medio del índice de desarrollo humano del PNUD han enfrentado una serie de críticas. Año tras año han ido incorporando nuevas variables para su medición, sin embargo, excluyen dimensiones que ponen de manifiesto sus debilidades. Por ejemplo, no se incluyen aquellos que no participan de la actividad económica; el hecho de que las personas tengan mayores niveles de educación no les asegura la oportunidad de tener un empleo digno. Si bien es cierto las cifras mundiales reflejan una mejora sustancial en variables como la mortalidad infantil, años de escolaridad, esperanza de vida, etc., no es menos cierto que las condiciones de pobreza y pobreza extrema se han agravado a tal punto de que América Latina sea considerada la región más desigual del planeta. El otro argumento crítico hacia la medición del desarrollo humano es que la lógica racional desarrollista, desde los planteamientos de Harry Truman, ha sido querer implementar en los países menos Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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industrializados las características y patrones de las sociedades llamadas avanzadas; la tecnificación, productividad y la adopción de valores culturales modernos (Escobar, 2007). El mismo PNUD (1994), cuestionó el hecho de que no era posible imitar el estilo de vida de los países ricos, puesto que los mismos países del Norte debían cambiar sus patrones de consumo y concentración de la riqueza. Por lo tanto, si el desarrollo humano de los países pobres se compara con el desarrollo de los países ricos, pareciera haber una contradicción conceptual ante tal medición.

Posteriormente, Amartya Sen planteó que el desarrollo debe garantizar el pleno desarrollo de las libertades económicas, sociales y políticas para todos. Amartya Sen, ha planteado que el desarrollo debe concebirse “como un proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos. En este enfoque se considera que la expansión de la libertad es el fin primordial y el medio principal del desarrollo” (2000, p.55). En las nuevas propuestas para medir el desarrollo humano, Sen incluyó tres tipos de libertades; la económica, que implica adquirir los bienes y servicios necesarios para una vida digna; la social, el acceso sin ningún tipo de restricción a bienes públicos como la salud y educación; la libertad política, poder elegir libremente a los gobernantes de la sociedad en la que vive la persona. En los posteriores informes del PNUD se incorporaron estas variables que han servido para el análisis de la dimensión política en los países. Otros coeficientes adoptados por el grupo de instituciones del Sistema de Naciones Unidas han sido de utilidad como el índice de potenciación de género, o el coeficiente de desigualdad que tratan de medir los avances del bienestar en el mundo.

1.8.6. Los nuevos enfoques de alternativas al desarrollo

Desde hace varias décadas diferentes teóricos, economistas, filósofos y un centenar de académicos de diferentes disciplinas buscan alternativas no solo para medir los avances del desarrollo humano, sino alternativas a la misma idea de desarrollo que ha atrapado mentes y corazones alrededor del mundo. No se necesitan alternativas de desarrollo, puesto que hay muchas, lo que se necesita en realidad es “un pensamiento alternativo de alternativas” (Santos, 2003, p.31). Hay quienes piensan que es necesario desmantelar el discurso del desarrollo porque ha sido un mito (Attali, et. al., 1980); un fantasma difícil de aprehender (Quijano, 2000a); Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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ha estado plagado de palabras tóxicas (Latouche, 2013), esto implica obligadamente comenzar a realizar ciertos giros paradigmáticos (De Souza, 2014) que permitan innovar la misma forma de innovar el desarrollo. En tal sentido, a raíz de los múltiples enfoques y adaptaciones que ha sufrido el desarrollo, principalmente en las últimas siete décadas, son diversas las voces que han intentado proponer nuevas alternativas. A principios de la década del sesenta del siglo XX surgió la “Teoría del Desarrollo Alternativo”, diversos teóricos, especialistas e instituciones se sumaron a la idea de buscar algo distinto; desde entonces, al concepto de desarrollo se le han hecho múltiples adaptaciones llegando a contener una impresionante colección de adjetivos. Los postulados de la teoría del desarrollo alternativo parten de la crítica a la racionalidad económica que ha prevalecido en las intervenciones desarrollistas; sostienen que la economía debe estar subordinada a la sociedad y no al revés como actualmente sucede. Se planteó un desarrollo que parta desde abajo, o sea, otorgando un privilegio a la escala local; en tal sentido, el poder no debería estar sólo en el Estado y en las élites económicas, sino en la sociedad misma. Dentro de las alternativas, propusieron formas de organización económica colectiva; es decir, empresas que se organizan solidariamente; se oponen a la separación del capital y trabajo, destacándose en ellas las formas de producción no capitalistas 12.

Dentro de las alternativas de desarrollo se plantearon propuestas como acceso al crédito en pequeña escala, así como la incorporación de la mujer en los proyectos y programas de desarrollo. Algunas intervenciones no han sido del todo exitosas, porque se promueve una economía de competencia en la que es obligatorio insertarse en el mercado de acuerdo con sus lineamientos. De la misma forma, se ha promovido desde los movimientos sociales la reivindicación de derechos a la tierra y a la vivienda, así como críticas al modelo de globalización. En tal sentido, promueven “el retorno al lugar” o la “relocalización”; es decir, promover la producción local y el consumo de los bienes producidos en la comunidad (Santos, 2012, Op. cit., pp. 60-68). Todas estas alternativas de desarrollo han logrado incorporar

12

Acerca de alternativas al desarrolla o son valiosos los aportes de Arturo Escobar con “La invención del desarrollo” de 2014 y los escritos de Boaventura de Sousa Santos, “De las dualidades a las ecologías”, 2012; “Producir para vivir: los caminos de la producción no capitalista “, 2011. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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variables que no estaban dentro de la concepción tradicional del desarrollo como el ambiente, la cultura y los efectos directos de la economía sobre la sociedad. Sin embargo, las mismas siguen siendo adjetivos, resultado de las críticas que ha tenido el ansiado desarrollo durante las últimas décadas.

Son diversas las posturas al tema del desarrollo, por ejemplo, los argumentos más radicales asumen que es necesario cuestionar el modelo mismo que produce una acumulación de capital y destrucción de la Naturaleza. Aquí se encuentran los planteamientos de la corriente “decrecentista” (Taibo, 2013, 2009; Latouche, 2013; Mosangini, 2009; Leff, 2008). Los conceptos del decrecimiento parten de la idea de que es necesario buscar un nuevo horizonte, un camino diferente y distinto al conocido e impuesto hasta hoy; la búsqueda de una nueva forma de vida; “un cambio de rumbo que no es más que poner en el centro la vida para vivir nuestra propia vida. No es más que ver y entender el mundo desde nuestras miradas y desde nuestros ojos” (Hurtado y Rubio, 2011, p. 6). Los críticos decrecentistas han planteado que, muchas veces, bajo el modelo de desarrollo universal se “vende” la idea del crecimiento económico como una bendición de Dios. El crecimiento de la economía de un país, se cree, podrá resolver los problemas sociales de dicho lugar, sin embargo, para los críticos decrecentistas, el crecimiento económico no genera cohesión social, no produce grandes cantidades de empleo, en algunos casos produce desempleo, por lo que esta categoría laboral se ve de manera difusa, produce daños a los ecosistemas de manera irreversible y, por ende, se agotan los “recursos” que pertenecen a la sociedad.

Otros planteamientos son del criterio que ya no es posible buscar alternativas de desarrollo, sino alternativas al desarrollo. Dentro de esa búsqueda se enmarcan corrientes de pensamiento como el “posdesarrollo”; el posdesarrollo no significa que el desarrollo ni el capitalismo desaparezcan del todo, significa “ese momento en que el capitalismo ya no es esa coentidad o categoría central que ocupa la economía de manera total” (Estrada, 2013, Op. cit., p. 238). La diferencia entre alternativas de desarrollo y alternativas al desarrollo radica en que la primera propone únicamente adjetivos, modificaciones y limitaciones al crecimiento; sin embargo, las alternativas al desarrollo son radicales con la idea del crecimiento económico permanente, rechazando a su vez, el paradigma que le es inherente Los teóricos Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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posdesarrollistas desde los años ochenta han reivindicado el papel de los movimientos sociales de base, el conocimiento local y el poder popular en la transformación del desarrollo (Escobar, 2007, Op. cit., p. 361). Rechazan, por lo tanto, toda alternativa de desarrollo y abogan por propuestas que contemplen alternativas al desarrollo (Ibíd.), es allí, precisamente, donde radica la fuente de las alternativas, alejadas del paradigma clásico del desarrollo; desde las culturas híbridas, desde los saberes locales para construir otras formas económicas para satisfacer las necesidades de la sociedad (Orellana, 2016).

Toda alternativa de desarrollo acepta que hay un modo de vida superior y otro inferior; por tanto, el desarrollo está en una línea en la cual al frente se encuentran los países desarrollados y atrás, los países en desarrollo. Toda alternativa al desarrollo rechaza la idea y meta universal de ser desarrollado, por tanto, el bienestar de la sociedad debe buscarse desde dentro, respetando lo local, construyendo comunidades relacionales con respeto irrestricto hacia la madre Tierra. Para ello, desde las perspectivas académicas alrededor del mundo, es necesario avanzar en la búsqueda de una verdadera justicia social, porque “La injusticia social global está, por lo tanto, íntimamente unida a la injusticia cognitiva global” (Santos, 2010b, p. 20); a su vez, se hace imprescindible acercarse a la deconstrucción cultural del desarrollo y a la descolonización epistemológica (De Souza, 2007; Santos, 2010, Quijano, 2014). No es posible la búsqueda de nuevos enfoques y alternativas al desarrollo con las mismas premisas que fueron creados, por lo tanto, para pensar el desarrollo, es pensar en una nueva racionalidad, en la posibilidad de trabajos con diferentes circunstancias, tiempos y contextos, pues el desarrollo al haberse implementado como un modelo global, banalizó las alternativas locales, por lo que ahora es imprescindible, el respeto por los saberes locales y el aprovechamiento de la experiencia, los sueños y aspiraciones de las comunidades para poder representarse como propia.

1.9.

Las concepciones del desarrollo: rastreando el camino del desarrollo humano sostenible

La palabra desarrollo con toda su carga semántica se hizo más visible a partir de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la palabra como tal había sido introducida siglos antes cuando Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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se usaba en un sentido biológico, “el desarrollo describe un proceso a través del cual se liberan las potencialidades de un objeto u organismo, hasta que alcanza su forma natural, completa, hecha y derecha” (Esteva, 1996, p. 47). A finales del siglo XVIII, las palabras desarrollo y evolución llegaron a emplearse como sinónimos entre la comunidad científica; fue durante este período que ocurrió la transferencia de la metáfora biológica a la esfera social. Justus Moser, fundador de la historia social utilizó desde 1708 la palabra “Entwicklung” (desarrollo, evolución en alemán) para referirse al proceso gradual de cambio social (Ibíd.). En 1774 el alemán Johann Gottfried Von Herder comenzó a publicar sus interpretaciones de la historia universal en su intento de demostrar que la naturaleza y la historia humana obedecen a las mismas leyes, según Herder, “el desarrollo histórico era la continuación del desarrollo natural, y ambos no eran sino variantes del desarrollo homogéneo del cosmos, creado por Dios (Ibíd., p. 48).

Hacia el año 1800, comenzó a surgir el autodesarrollo, poniéndose énfasis en el sujeto humano como autor de su propio desarrollo, poco a poco, fue desapareciendo la concepción popular del universo y con ello la concepción divina. En los trabajos de Gustavo Esteva acerca del desarrollo, se menciona, por ejemplo, que el desarrollo se convirtió en la categoría central en los trabajos de Karl Marx. La metáfora biológica cayó en el pensamiento político y de esta manera la producción industrial se convirtió en el camino único, unilineal de la evolución social, por tanto, la historia pasó a ser reinterpretada en términos de la filosofía de Occidente. (Esteva, 1996, pp. 47 – 48). Desde aquí, fueron desapareciendo las concepciones de diferencias culturales, a los pueblos se les fue negando poco a poco la posibilidad de definir sus propios estilos de vida, social, cultural, productiva, etcétera. La Enciclopedia de todos los Sistemas de Enseñanza y Educación publicada en Alemania en 1860 definía el desarrollo como aquello que puede aplicarse a “todo lo que el hombre hace y conoce” (Ibíd., p. 49). A estas definiciones le siguieron un sinnúmero de textos publicados en los cuales se incluía la palabra desarrollo; por ejemplo, Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenin, escribió en 1899 “El Desarrollo del Capitalismo en Rusia” (De Souza, et. al, 2006). Así, la configuración del imaginario del desarrollo dio paso a las nuevas interpretaciones del siglo XX.

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1.9.1. Las primeras definiciones de desarrollo del siglo XX

Los cambios provocados por la Revolución Industrial en los países europeos, especialmente por la movilización de las personas hacia las nuevas ciudades, impulsó la reformulación de nuevas definiciones de urbanidad. En tal sentido, a principios del siglo XX comenzó a definirse el “desarrollo urbano”. La idea fue concebida para definir los espacios territoriales en relación con su funcionalidad; la ciudad, las industrias y las áreas especializadas. Sin embargo, no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XX que se comenzó a retomar la idea del orden, la imagen del desarrollo iba a ser impregnada en el pensamiento de las personas como una estructura simétrica; es decir, la necesidad de representar al mundo como una imagen ordenada (Escobar, 2007). En 1911 Joseph Schumpeter escribió su “Teoría del Desarrollo Económico”. En las postrimerías de la década del treinta del siglo XX, el desarrollo sufrió una mutación entre economía y política, al trasformar la Ley de Desarrollo de las Colonias del gobierno británico en la Ley de Desarrollo y Bienestar de las Colonias de 1939; con ello, se buscaba garantizar a los nativos niveles mínimos de bienestar en salud, nutrición y educación, la meta civilizatoria había conducido a un solo fin: desarrollo. Para Esteva, el desarrollo “no puede desligarse de las palabras con las cuales se le formó – crecimiento, evolución, maduración” (1996, p. 50). Ha tenido una capacidad de seducción (Rist, 2002) que ha sido una imposibilidad escapar de sus tentáculos. Liberar el pensamiento ha sido difícil porque permanece atado al imaginario colectivo. “No importa el contexto en que se emplee, o la connotación precisa que la persona que lo usa quiera darle, la expresión se encuentra calificada y coloreada por significados acaso indeseables” (Ibíd.). Desde esa perspectiva, el desarrollo siempre denota un cambio favorable, indica un “paso de lo simple a lo complejo, de lo inferior a lo superior, de lo peor a lo mejor. […] indica que uno lo está haciendo bien, porque avanza en el sentido de una ley necesaria, ineluctable y universal” (Ibíd.); todos encaminados hacia una sola meta deseable: ser desarrollado. Para el padre de a “ecología” el alemán Ernst Heinrich Philip August Haeckel, desarrollo significaría la “palabra mágica con la que podemos resolver todos los misterios que nos rodean” (Ibíd.). Varios siglos de construcción social dieron una connotación positiva a la palabra desarrollo, para millones de personas significaría aceptarse bajo una condición indeseable, paupérrima e indigna, de la Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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cual solo se podía escapar al transitar en un sentido unidireccional y aceptar los modelos, recetas, experiencias y sueños de otros. 1.9.2. El surgimiento del binomio: desarrollado – subdesarrollado

Antes que se oficializara la palabra subdesarrollo con el expresidente estadounidense Harry Truman, tuvo algunas interpretaciones de la mano de Wilfred Benson cuando fue miembro de la Secretaría de la Oficina Internacional del Trabajo en 1942. Benson escribió acerca de las áreas subdesarrolladas. Los primeros promotores del binomio desarrollo – subdesarrollo lo asociaron principalmente con el crecimiento económico. En 1944 Rosenstein Rodan propuso “El Desarrollo Internacional de las Áreas Rezagadas” o “áreas económicamente atrasadas”. Durante 1944, también Arthur Lewis hizo referencia a la brecha entre naciones ricas y pobres, en tal sentido, desde esa perspectiva, el desarrollo podría alcanzarse al incrementar el ingreso por persona. En diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas emitió dos resoluciones con el nombre de “Desarrollo económico de los países insuficientemente desarrollados” y “Asistencia técnica con vistas al desarrollo económico” (Rist, 2002). Para esa época, el desarrollo estaba centrado en el crecimiento no en la distribución de sus beneficios. El punto de quiebre se dio con el discurso de Harry Truman el 20 de enero de 1949, especialmente con su famoso “Punto Cuarto”, con ello se instauró el “evangelio” del desarrollo.

El 20 de enero de 1949 la palabra subdesarrollo tomó fuerza y de inmediato penetró con ímpetu en el imaginario de la sociedad. La palabra desarrollo y subdesarrollo ocuparon los extremos en un sentido unidireccional, el subdesarrollado significaría el atraso y el desarrollo el adelanto. “En América Latina, el Cuerpo de Paz, el Programa del Punto Cuarto, la Guerra contra la Pobreza, y la Alianza para el Progreso contribuyeron a enraizar la noción de subdesarrollo en la percepción popular” (Esteva, 1996, p. 51). De la noche a la mañana más de dos mil millones de personas en África, Asia y América Latina fueron representados como subdesarrollados. De la misma forma, surgieron un sinnúmero de tratados para buscar una explicación al surgimiento del nuevo fenómeno; ante tal problema, historiadores, antropólogos, politólogos, economistas, sociólogos, etcétera, hicieron sus aportes en su afán de buscar soluciones, tanto internas como externas. Ese día, las personas dejaron de ser lo que solían ser, fueron Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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estandarizados y monetizados, “se convirtieron en un espejo invertido de la realidad de otros: un espejo que los desprecia y los envía al final de la cola” (Ibíd.).

La búsqueda de soluciones y alternativas para escapar de una condición indigna, denigrante y de atraso no se hizo esperar, comenzaron a replantear estrategias para alejarse de esa invención creada. Varios teóricos entendieron la imposición que significaba el llamado subdesarrollo y las implicaciones hegemónicas que esto traería para los representados bajo ese calificativo. Por ejemplo, Julius Nyerere propuso que el desarrollo debía buscarse en la movilización política de un pueblo en la búsqueda de sus propios objetivos. El alemán Rodolfo Stavenhagen propuso el etnodesarrollo o desarrollo con autoconfianza, en el sentido de buscar las soluciones dentro de la propia cultura de un pueblo. Jimoh Omo – Fadaka planteó un desarrollo impulsado de abajo hacia arriba. El colombiano Orlando Fals Borda y Anisur Rahman propusieron un desarrollo participativo. Jun Nishikawa planteo “otro desarrollo” para Japón (p. 46). Ante las críticas y búsqueda de alternativas, la institucionalidad y los promotores expertos del desarrollo comenzaron a plantear la necesidad de visibilizar lo social dentro de las estrategias desarrollistas.

1.9.3. Del desarrollo económico al desarrollo social

El desarrollo económico que había surgido como estrategia y discurso a partir de la Segunda Guerra Mundial, se vio fuertemente criticado por los desequilibrios que se estaban generando. Para 1951 Naciones Unidas expresaba que este progreso económico de los países implicaría ajustes dolorosos para la población, sin embargo, el desarrollo debía promover el crecimiento económico como factor indispensable para solventar los problemas de pobreza, la escases y el desempleo. Para los primeros ideólogos de la economía del desarrollo, este significaba el incremento de la producción y de los bienes materiales per cápita (Baran, 1959). El primer Informe sobre la Situación Social Mundial de 1952, inquietó a las diferentes instituciones del Sistema de Naciones Unidas; en el informe se presentaron los desequilibrios sociales y de inmediato inspiró los programas de lucha contra la pobreza.

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La búsqueda del bienestar estuvo centrada en la obsesión por la industrialización de los países y con ello el incremento del producto nacional bruto (PNB), de tal suerte que, en 1960 de la mano de Walt Whitman Rostow se propuso “Las etapas del crecimiento económico: un manifiesto no comunista” (Esteva, 1996; Baran y Hobsbawm, 1963). Rostow planteó que para salir del subdesarrollo los países debían atravesar una serie de etapas: de la sociedad tradicional a las condiciones previas para el despegue; del despegue económico hacia el camino de la madurez y, por último, el alto consumo de masas o de gran escala. Estas estrategias económicas venían amparadas con las iniciativas de desarrollo impulsadas desde las instituciones de Bretton Woods y de los organismos creadas en el seno de Naciones Unidas, así como de todo el sistema de cooperación internacional impulsado por los países industrializados, en parte, para alejar las ideas comunistas y, por otra parte, una nueva oleada colonizadora en el mundo Occidental.

Naciones Unidas creó en 1958 el Fondo Especial de Naciones Unidas para el Desarrollo Económico, el cual se fusionó años más tarde con el Programa Ampliado de Asistencia Técnica creado en 1949; estos programas dieron vigencia al actual Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD creado en 1965 (Rist, 2002). Múltiples instituciones se crearon con el adjetivo “desarrollo”; por ejemplo, el Banco Mundial creó la Sociedad Financiera Internacional en 1956 para facilitar las inversiones privadas y la búsqueda de la industrialización de las economías bajo su injerencia. Instituciones conexas al sistema de Naciones Unidas fue la creación en 1957 de la Agencia Internacional de Energía Atómica para responder a las exigencias enérgicas demandadas por el mundo. Para promover el desarrollo de América Latina y el Caribe se fundó en 1959 el Banco Interamericano de Desarrollo. Para velar por el desarrollo económico y social en los países africanos se creó en 1964 el Banco Africano de Desarrollo (BAFD). Ese mismo año, en 1964, se creó la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) para encargarse de fomentar el comercio, las inversiones y el desarrollo, principalmente de los recién llamados países subdesarrollados. El fomento de las inversiones y la asistencia técnica parecieron insuficientes para “desarrollar” a los países del “Tercer Mundo”, en tal sentido, en 1960 surgió para tales propósitos la creación de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) para financiar proyectos sociales y de Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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infraestructura mediante préstamos con tasas de interés favorables. Otras instituciones fueron apareciendo durante la década del sesenta. En 1966 surgió el Banco Asiático de Desarrollo el cual fomentaría el desarrollo económico en Asia y el Pacifico. El afán de la nueva institucionalidad estuvo claramente establecido, crear las condiciones para acelerar el crecimiento económico en las naciones subdesarrolladas para los intereses expansionistas del capital. En 1962 se proclamó la Década de Naciones Unidas para el Desarrollo (Rist, 2002). En el informe presentado se dejó establecido que el desarrollo “no es simplemente sinónimo de crecimiento económico, es un crecimiento económico acompañado de transformaciones” (p. 108); esas transformaciones dejaban claro que debía evitarse el reduccionismo económico, sin embargo, no se podía negar “el carácter determinante de lo económico” (Ibíd.).

En los informes respectivos de la nueva institucionalidad organizada comenzó a visibilizarse el “desarrollo social”; lo económico y lo social serían percibidas como realidades distintas (Rist, 2002, p. 53); pronto comenzaron a replantear el deseo de buscar un equilibrio y una integración de ambas variables. El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (Ecosoc) fundado en 1945, recomendó la integración de dichas variables, por lo que, en 1966 “reconoció la interdependencia de los factores económicos y sociales y la necesidad de armonizar la planeación económica con la social” (Ibíd.). Con el fin de abordar los temas sociales y su relación con la política y la economía se creó en 1963 el Instituto de las Naciones Unidas de Investigación para el Desarrollo Social (Unrisd, por sus siglas en inglés). En 1970 a través de la presidencia del Banco Mundial, se pondría en tela juicio los avances en el crecimiento económico de los países, puesto que durante la declarada “década del desarrollo” de los años sesenta no se había podido solventar las desigualdades sociales. El Banco Mundial en la década de los setenta del siglo XX comenzó a buscar una estrategia para concertar los beneficios del crecimiento económico con la distribución justa de los ingresos y la riqueza (Chenery et al, 1974; Ahluwalia, Cartery & Chenery, 1979; Banguero, 1985). Para los defensores del capital y del merado esto se vio como una imposibilidad, puesto que, se creía fielmente que altas tasas de crecimiento económico conducirían, por efecto derrame, al mejoramiento del bienestar de la sociedad.

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La década del setenta del siglo XX fue decisiva para la integración de los aspectos económicos con los sociales del desarrollo. Se hizo necesario la “integración de los recursos físicos, los procesos técnicos, los aspectos económicos y el cambio social” (Esteva, 1996, p. 70). El 24 de octubre de 1970 se aprobó la Estrategia Internacional del Desarrollo para el Segundo Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Esto condujo a que la Asamblea General de Naciones Unidas instituyera en 1972 el Día Mundial de Información sobre el Desarrollo. La búsqueda para conciliar los aspectos económicos y sociales del desarrollo llevó a Naciones Unidas a emitir la resolución 2681 de la XXV Asamblea General de enero de 1971 en la cual planteaba que: no debía dejarse a ningún sector de la población fuera del alcance del cambio y el desarrollo; efectuar un cambio estructural que favoreciera el desarrollo nacional y que activara todos los sectores de la sociedad para ser partícipes del proceso de desarrollo. Se propuso la equidad social para lograr una distribución equitativa del ingreso y de la riqueza nacional y; dar alta prioridad a las potencialidades humanas, crear oportunidades de empleos y satisfacer las necesidades de los niños (Esteva, 1996; UNRISH, 1980). Para ese entonces, los adjetivos del desarrollo “regional” y “participativo” formaban parte del debate.

1.9.4. Del desarrollo económico y social a las preocupaciones ambientales

En junio de 1972 tuvo lugar en Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, la cual convirtió el medio ambiente en un tema de relevancia internacional. De esta conferencia surgió la recomendación de crear el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El PNUMA junto con la UNTACD, convocaron a expertos en desarrollo y temas ambientales para participar en un simposio acerca de los “Modelos de Utilización de Recursos, Medio Ambiente y Estrategias de Desarrollo”, celebrado en Cocoyoc, México en 1974. En el simposio se hizo énfasis en que el desarrollo no debía estar solo en los objetos, sino en el desarrollo del hombre. Además, se cuestionó el hecho de que el crecimiento económico debía contemplar el aseguramiento de las necesidades básicas como alimento, salud, educación, etcétera y, que si ese crecimiento solo favorecía a minorías y con ello aumentaba las disparidades no podía llamarse desarrollo, sino explotación (Declaración de Cocoyoc, Comercio Exterior, 1975, pp. 21 – 22). Pronto surgieron otros adjetivos inherentes al

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desarrollo, por ejemplo, “otro desarrollo” de 1975, “desarrollo integrado” y “desarrollo endógeno” propuesto por la Unesco.

Ahora, el crecimiento económico no solo tenía que lidiar con las críticas por las desigualdades sociales, sino por las preocupaciones ambientales las cuales eran más notorias. En 1972 El Club de Roma, que había surgido como una organización no gubernamental en abril de 1968, publicó su primer informe titulado “Los límites del crecimiento”, más conocido como “Informe Meadows” (Orellana, 2012). En dicho informe se recomendó un “crecimiento cero” para los países “desarrollados” como respuesta inmediata a los deterioros ambientales causados al planeta. Ante las críticas y presiones del sistema capitalista que promovía un crecimiento económico acelerado e infinito, se obligó al Club para que preparara un nuevo informe, más moderado y, en 1974, se propuso que debía buscarse un crecimiento más orgánico, “entendido como un crecimiento que tiene un límite, que es lo que le ocurre a todo organismo vivo” (Bermejo, 2010, p. 9). De inmediato, expertos e instituciones comenzaron a buscar nuevas definiciones para integrar la variable ecológica a la economía del desarrollo. Así, dio comienzo a concepciones como “ecodesarrollo”, “otro desarrollo”, “desarrollo orgánico” y “desarrollo sostenible”.

Para la década del ochenta del siglo XX, el desarrollo enfrentaría su peor crisis, tras décadas de implementación se había llegado a la conclusión que el desarrollo no lograría resolver los problemas sociales como la pobreza y el hambre en el mundo. Comenzó a debatirse acerca del mito del desarrollo (Attali, 1980) y a mediados de esa década, comenzaron las críticas posdesarrollistas. La propuesta de Cocoyoc centrada en el desarrollo del hombre y no de las cosas sería retomada en las nuevas propuestas surgidas desde el PNUD. Durante los años noventa, comenzaron a replantearse la idea de desarrollo, ahora se hablaba de “redesarrollo”; el debate estuvo tanto en el Norte como en el Sur en el sentido de buscar la vía correcta para tales pretensiones, no estuvo en tela de juicio el propio desarrollo que causaba a su paso marcadas desigualdades. La idea siempre fue reinventarse y surgir como un “ave fénix”. Esa búsqueda de redesarrollar lo que se había desarrollado conduciría a la teología del desarrollo al encuentro con el “desarrollo sostenible” como una especie de protección del mismo desarrollo y no necesariamente de la vida en el planeta. En 1990 el PNUD publicó su primer Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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informe sobre desarrollo humano, esto conduciría a nuevas perspectivas del desarrollo al considerar lo humano y lo sostenible dentro de sus estrategias.

1.9.5. Del desarrollo sostenible al desarrollo humano sostenible

Tuvo que transcurrir más de una década para que se hicieran visibles las nuevas estrategias desarrollistas ahora enfocadas en la sostenibilidad. En 1987 la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD) presentó un nuevo informe que había sido coordinado por Gro Harlem Brundtland denominado “Nuestro Futuro Común”. Este documento formalizó el nuevo concepto de desarrollo sostenible el cual encerraría dos aspectos fundamentales, por un lado, las definiciones de necesidades de los pobres y, por otro, las limitaciones en función de las capacidades del ambiente para satisfacer las necesidades presentes y futuras (CMMAD, 1988). En tal sentido, el desarrollo se conceptualizaría de la siguiente manera: “El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” (Ibíd., p. 67). Con los años, surgiría un cuestionamiento al concepto de satisfacción de necesidades, puesto que se suele confundir conceptualmente necesidades con satisfactores de necesidades (Max – Neef, 1986, 1993, 2006). El desarrollo sostenible formó parte de la nueva agenda de las instituciones y expertos del desarrollo al incorporarse los nuevos adjetivos formalmente en la Cumbre de la Tierra de Naciones Unidas con la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo en junio de 1992. Desde allí, el desarrollo ha incorporado los factores ecológicos, económicos y sociales. A partir de entonces, surgirían una serie de cumbres alrededor del mundo para tratar el tema ambiental y sus vínculos directos con el crecimiento económico y la idea de desarrollo.

Son diversas las posturas académicas acerca de cuáles han sido las causas del deterioro ambiental que sufre el planeta, algunas de ellas incluyen la alta tecnología, la creciente demografía y el consumo per cápita, todas ellas apegadas a causas antropogénicas. Otras posturas incluyen el hecho de que la Tierra tiene su propio proceso de autorregulación y que la presión que ejerce la humanidad sobre los ecosistemas acelera su proceso natural (Lovelock, 2007). Las preocupaciones por la sostenibilidad fueron visibles a partir del informe Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Brundtland, sin embargo, esta idea se remonta a varios siglos. Por ejemplo, en 1798 el economista Thomas Robert Malthus publicó su ensayo acerca de “el principio de la población”, en el sentido de que la población crece de forma exponencial o geométrica y la producción de forma aritmética. La teoría maltusiana planteó la reflexión acerca de la disponibilidad de alimentos en las futuras generaciones. Por su parte, en la misma época de Malthus, el francés Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat, marqués de Condorcet hizo sus planteamientos acerca de la capacidad del hombre por medio de sus conocimientos para alcanzar el progreso y la comprensión del mundo natural (De Vincentiis, 2012).

Otros aportes procedieron del escritor italiano Alfredo Oriani, quien en 1908 planteó sus preocupaciones por las generaciones futuras (Ibíd.). En 1969 surgió en Estados Unidos la Agencia de Protección del Medio Ambiente (Environmental Protection Agency, EPA). En sus políticas ambientales se plasmó que el desarrollo económico podría llevar beneficios para las presentes y futuras generaciones sin causar daños a la vida en el planeta (De Vincentiis, 2012). Detrás del surgimiento de la EPA, en Estados Unidos se había publicado una serie de leyes relacionadas con el control de las emisiones, la contaminación del aire, agua, suelo, residuos peligrosos, entre otras. El término desarrollo sostenible apareció por primera vez en 1969 en un documento oficial firmado por treinta y tres países africanos auspiciados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, surgida en 1948 como la principal red mundial medioambiental (Ibíd.). Los enfoques de la sostenibilidad han incluido como pilares fundamentales el ambiente, el tema económico, el social y el cultural. Todas estas concepciones han ido permeando la esencia del ser como rector de su propio desarrollo. En tal sentido, el clásico desarrollo que incorporó la variable humana a sus definiciones, pronto encontraría un nuevo concepto apegado a la sostenibilidad. Con el surgimiento del informe “Nuestro Futuro Común” y los aportes del PNUD con los informes de desarrollo humano, se reconfiguró el imaginario colectivo. El desarrollo humano sostenible sería entendido como aquel desarrollo que no solo genera crecimiento económico en los países, sino que contribuye con los beneficios, regenerando la biosfera, fortaleciendo el potencial de las personas, especialmente priorizando a la gente pobre. “El Desarrollo Humano sostenible implica que el ser humano se posiciona en el centro del proceso de desarrollo y que Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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las actividades de las generaciones actuales no reducirán las oportunidades y las opciones de las generaciones subsiguientes” (Duarte, 2012, p. 56). A partir de allí, comenzaron nuevas concepciones; por ejemplo, Serrano (2009), señala que el desarrollo humano sostenible se compone por:

El despliegue complejo y determinado del potencial social generador de capacidades determinadas y de satisfactores que se realiza con conocimiento de su alcance y límites, con participación libre y consensuada de los afectados y con sentido de futuro, esto es, pensando en las generaciones actuales y futuras (pp. 277-278).

Existen posturas más radicales en el sentido de que la sostenibilidad solo puede ser posible si hablamos de la vida, no de aquellas concepciones clásicas del desarrollo apegadas a lo material, al crecimiento económico y a la explotación de los bienes naturales. Sin duda, las críticas al desarrollo han continuado hasta la primera década del siglo XXI. El desarrollo aún permanece en la sociedad negándose a desaparecer, seduce y cautiva, cada país lo asume de acuerdo con sus estrategias y posibilidades; generalmente se ha cuestionado los modelos económicos, pero no el desarrollo mismo.

El desarrollo con toda su inflación conceptual pareciera que se evaporó (Esteva, 1996). Ahora se buscan nuevas opciones, desde posturas convencionales hasta las más novedosas. Algunos privilegian la vida, “un cambio de rumbo que no es más que poner en el centro la vida para vivir nuestra propia vida. No es más que ver y entender el mundo desde nuestras miradas y desde nuestros ojos” (Hurtado y Rubio, 2011, p. 6). No es posible continuar con una ideología de mercado que promueve el crecimiento ilimitado, puesto que se ha evidenciado que tasas de crecimiento han conducido al aumento de las desigualdades sociales. Max – Neef (2013) planteó su hipótesis llamada “liminal”, en la cual se llega a un momento en que el crecimiento produce deterioro en la calidad de vida de las personas. La búsqueda de alternativas al desarrollo ha conducido a los teóricos decrecentistas a proponer la reducción de los niveles de producción en el Norte opulento, dando privilegio a la vida social y no tanto a la competencia ni a la productividad y consumo.

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Las propuestas incluyen fomentar la vida local y no seguir el vertiginoso camino que impone la globalización; fomentar el ocio creativo alejado del mercantilismo (Taibo, 2009, p. 45). Se busca dentro de las propuestas hacer un reparto del trabajo; es decir, quienes tienen jornadas de ocho horas reducirlas a seis o la mitad; establecer una renta básica que permita satisfacer un mínimo de necesidades; se incluye también el llamado a la sobriedad y la sencillez voluntaria; es decir, vivir más con menos. Giorgio Mosangini ha manifestado que la aceptación de estas propuestas se debe a que pareciera que se está viviendo un momento en el cual aflora una conciencia colectiva, en el sentido de que hemos superado los límites planetarios desde hace varias décadas; también, se debate el hecho de que sostener el proyecto occidental modernizador es imposible. A criterio de Mosangini, esta afinidad por el decrecimiento se debe a que el sistema tiene la habilidad de recuperar y pervertir conceptos e ideas, por lo que los movimientos sociales se ven en la tarea de buscar nuevas teorías y lemas que les permita batallar por el significado y no permitir que ese sistema injusto que privilegia el mercado y las finanzas se apropie de sus discursos (Mosangini, 2009, p. 58).

Las iniciativas para alejarse de la idea desarrollista incluyen el fomento del trueque, grupos de consumo, bancos del tiempo, tiendas libres, recuperar y compartir saberes; saberes locales y de la calle que no se encuentran en los textos. Estas iniciativas han encontrado eco en las publicaciones de Serge Latouche, Paul Ariés, Mauro Bonaiutti, Carlos Taibo, Joaquín Sempere, Miguel Amorós, Julia Weingärtner, Joan Martínez Alier, Yayo Herrero, Cristina Carrasco, Ramón Fernández Durán, Marta Monasterio Martín, Jorge Riechmann, Giorgio Mosangini, Miren Etxezarreta, entre otros. En esa búsqueda de alternativas surgió en América del Sur la propuesta del “Buen Vivir” que incluye el bienestar de todos, con la madre Naturaleza y con la vida; el suma qamaña de los aymara o el sumak kawsay de los quechua; el “buen vivir’ o “vivir bien” es desenvolverse en armonía con todos y con el todo, es una convivencia en la cual todos se preocupan por todos y por todo lo que les rodea; es hermandad y complementariedad, consenso, valores por la vida; es vida comunal, armónica y autosuficiente, complementarse, compartir sin competir, en armonía y equilibrio con la Madre Naturaleza (Mamani, 2010, pp. 21-22). Otras propuestas plantean que el objetivo global del desarrollo no es tener cada vez más, sino ser más; no es atesorar más riqueza, sino más humanidad.

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Durante su recorrido, a partir de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo encontró diversas definiciones y una colección de adjetivos que lo volvieron un concepto inaprensible, por ejemplo, Boaventura de Sousa Santos (2012) ha planteado que el desarrollo local fue instaurado en los países latinoamericanos como una tercera fase del intervencionismo imperial de Estados Unidos, puesto que, al querer vivir en democracia ya no se pudo financiar golpes de Estado y dictaduras de gobiernos militares, fue más fácil financiar proyectos de desarrollo local, algunos de ellos a través de la USAID (p. 31). Ante cualquier crítica el desarrollo siempre encontró su respectivo adjetivo; si este no visibilizaba la comunidad, pues “desarrollo comunitario”, no estaba la mujer, pues, “mujeres en desarrollo”, no se tenía participación, pues “desarrollo participativo”. Sin embargo, detrás de todos los adjetivos siempre estuvo la intencionalidad de una racionalidad económica; es decir, “crecimiento comunitario”, “crecimiento participativo”, “crecimiento que toma en cuenta la mujer”, etcétera.

Por tanto, las nuevas concepciones como alternativas al desarrollo parten de aspectos como la solidaridad entre las personas, la reciprocidad y el deseo de restaurar los equilibrios. Implica vivir con lo necesario, sin atesorar o sin afanes de acumulación; es volver a los conceptos de comunidades, espacios relacionales donde impere lo colectivo sobre lo individual. Se trata de la defensa de lo público, “el único espacio capaz de generar simetría social y justicia” (Serrano y Stein, s.f.). Dentro de esa búsqueda de alternativas a la idea del desarrollo y de sus giros paradigmáticos (De Souza, 2014; Gudynas, 2013; Santos, 2012; León, 2010), algunos teóricos han imaginado incluso “El día después del desarrollo”. Se ha planteado que ese momento será un día de cambios radicales y, en ese camino de búsqueda, se menciona que no deben existir recetas únicas, tampoco se debe anular la diversidad cultural de los pueblos de América Latina. Deben ser incorporados necesariamente todos los aspectos ambientales, la regulación del mercado es sumamente necesaria y el Estado debe ser el garante de tal regulación y, a la vez, ese debate debe abrirse a una mayor participación y control ciudadano que pueda combatir la burocracia generalizada y el fenómeno de la corrupción (Gudynas, 2009). En todo caso, no se trata de buscar alternativas puesto que hay muchas, se trata de la búsqueda de un “pensamiento alternativo de alternativas” (Santos, 2003, p. 31). Existe, por lo tanto, razones políticas y teóricas para cuestionar el adjetivo “alternativo”, puesto que el solo hecho de usarlo implica “ceder terreno a aquello a lo cual se pretende oponer” (Santos, 2011, p. 18). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Sin embargo, si la idea es buscar alternativas al capitalismo y a la globalización, es necesario indagar en cuáles son esas opciones que los países encuentran para salirse de estas categorías que imperan actualmente. El pensamiento crítico señala al menos tres características negativas que produce la economía capitalista: se produce desigualdad en términos de poder y recursos; las relaciones de competencia que exige el mercado capitalista produce formas de sociabilidad empobrecidas, las cuales se basan en beneficios personales y no solidarios; la explotación creciente de los servicios que ofrece la Naturaleza amenaza cada vez más todas las formas de vida en la Tierra (Santos, 2011, Op. cit., pp. 18-19). Desde estas preocupaciones diversos movimientos sociales han clamado por cambios en la racionalidad económica de la sociedad; salirse del pensamiento desarrollista, valorar los contextos locales, pensar que el desarrollo siempre fue una invención (Escobar, 2014) que subordinó la mente de las personas y gobiernos. Ahora se busca la construcción de nuevos caminos, la defensa de aquellos espacios que el desarrollo se empeña en destruir, la búsqueda de un nuevo pensamiento que desnaturalice la vergonzosa exclusión que sufre la humanidad junto con todas las formas de vida.

1.10. La influencia del modelo desarrollista en la caficultura nacional

El modelo de desarrollo adoptado en Honduras se ha replicado con diferentes estrategias en distintos sectores productivos. Las primeras intervenciones llegaron como ideas de progreso. Desde finales del siglo XIX la caficultura tuvo una visión agroexportadora al decretarse la “Ley de Agricultura” la cual buscó dinamizar el cultivo con una perspectiva de economía liberal. El Estado puso a la disposición tierras nacionales para quien las pudiese comprar y producir. Afortunadamente, estas estrategias liberales no dieron resultado en el sector cafetalero, puesto que su cultivo no sería relevante, sino hasta las últimas décadas del siglo XX. Esto permitió que la concentración de tierras para su cultivo no fuese monopolizada 13. Sin embargo, el modelo que se intentó proponer respondía a los intereses de un mercado liberal que buscó

13

El estrato de tenencia de la tierra mayor a cien hectáreas representa en Nicaragua el 38.3% en comparación con el 0.9% para Honduras. Las personas que poseen de 1 a 5 hectáreas representan el 47.8% en Honduras, comparado con Nicaragua que posee 4.1%. Esto demuestra que el acaparamiento de grandes extensiones de tierra para el cultivo del café ha sido mayor en Nicaragua, Guatemala y El Salvador. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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desde sus comienzos romper todas las barreras existentes al crecimiento económico y a la libre movilidad de bienes, servicios y capital.

Con la reestructuración del sistema económico, después de la Segunda Guerra Mundial, la ideología del desarrollo fue penetrando poco a poco en los países latinoamericanos. Su visión de la realidad era promover un modelo que fuera visible ante la sociedad, al mejoramiento, a los cambios y al fomento del crecimiento económico sin límites. Para ese entonces, la caficultura en Honduras era incipiente, su cultivo respondía a otras estrategias de vida; por ejemplo, era más una curiosidad, planta de jardín o planta medicinal; el café satisfacía una necesidad familiar de consumo inmediato. Para entonces, las estrategias desarrollistas buscaban, a través de la idea de progreso, que economías como la hondureña se modernizaran y con ello buscar mayor igualdad y justicia para la sociedad. Por ejemplo, con la teoría de la modernización se buscó que se fomentara un pensamiento generalizado de que el progreso no podía detenerse, por lo que resultó una obligación civilizatoria y moral expandir tales ideas en el mundo.

Las primeras teorías del desarrollo aplicadas a las actividades agrícolas respondieron a una visión vertical impuesta desde las economías opulentas. La nueva institucionalidad emergente propuso la industrialización de las economías para lograr altas tasas de crecimiento económico; es decir, un pensamiento binario en el sentido de que, por ejemplo, la caficultura debía pasar de las formas tradicionales de producción a las modernas. Por tal razón, el sistema agrícola hondureño comenzó a reproducir la idea de “universalismo” propuesto por los teóricos modernistas. Su estrategia fue replicar las prácticas de las economías industrializadas en las economías representadas como “atrasadas o subdesarrolladas”. En ese sentido, la teoría modernizadora del desarrollo reprodujo el carácter único, lineal y determinista del bienestar de la humanidad emprendido siglos anteriores con los griegos, romanos y cristianos. Pensamiento que permeó posteriormente al resto del mundo Occidental.

Desde entonces, la caficultura en Honduras ha reproducido las estrategias etnocéntricas, dicotómicas y evolucionistas propuestas en la idea de modernización. La institucional que, poco a poco, fue surgiendo alrededor del café heredó la idea de que el desarrollo impulsado Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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desde las instituciones oficiales internacionales era el mejor, el superior y el más adecuado para el país. Por lo tanto, la caficultura debía encausarse en una vía de progreso lineal, acumulativo y evolutivo y, especialmente, la aceptación de que la caficultura debía pasar de estrategias tradicionales a las modernas. Una de las ventajas para que estas teorías no tuvieran mayor impacto en la caficultura nacional fue el tardío repunte de este sector. Por otra parte, fueron tierras que no habían sido acaparadas por los grupos y las elites económicas del país. Por otra parte, al no representar la caficultura de ese entonces una oportunidad para el mercado, el interés de los grupos económicos estuvo concentrado en otras áreas como el enclave bananero, minero y en la misma ganadería extensiva. La caficultura en Honduras estuvo relegada a las áreas consideradas como “atrasadas” y marginadas. Las tierras para su cultivo estuvieron alejadas de las áreas de mayor “desarrollo” en el país. Fueron tierras que estaban repartidas en “muchas manos” y que afortunadamente, hasta ahora, siguen siéndolo. Antes de la década del ochenta del siglo XX las estrategias de los modelos de desarrollo comenzaron a experimentar un sinnúmero de críticas, para entonces, la caficultura comenzó a expandirse y a tener una relativa importancia en la actividad agrícola hondureña. La teoría de la dependencia que se planteó como crítica ante el modelo desarrollista propuso algunas ideas que demostraban las promesas incumplidas del desarrollo. Algunas de esas propuestas podrían ser replicadas, incluso hoy, para el fortalecimiento de la caficultura nacional. Por ejemplo, se propuso un papel gubernamental más eficiente, promover una mayor demanda interna y un sistema de seguridad más eficiente, entre otras.

Los reclamos procedentes de la caficultura hondureña, incluyen el abandono que se sufre desde el Gobierno, los caficultores consideran que son ellos quienes realizan el mayor esfuerzo y que es el Estado el mayor beneficiario con las exportaciones y el cobro de impuestos14. 14

Los reclamos hacia la institucionalidad han quedado plasmados en el capítulo del trabajo de campo. El cuarto capítulo presenta, en los esquemas de las categorías, expresiones literales que proceden de la voz del productor. Un caficultor de Lepaera, Lempira, manifestó que, por ejemplo, el Instituto Hondureño del Café se ha convertido en una empresa que vende insumos y fertilizantes agrícolas. La representación del gobierno en cada municipio del país, hace caso omiso, muchas veces, a los daños provocados por la caficultura al ambiente. El Gobierno local no actúa, porque, según los comentarios, se “juegan” intereses políticos. Otra de los reclamos hacia la institucionalidad es acerca del mantenimiento de la calidad del grano. Los productores aducen que el Ihcafé no tiene una estrategia que castigue a los productores por la mala calidad. El intermediario Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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La caficultura debe promover una mejor demanda interna, esto permitirá que una parte significativa de la producción sea consumida local, regional y nacionalmente. Los beneficios podrían están en el valor agregado y en el procesamiento de cafés demandados por la población, trayendo beneficios directos a las familias productoras. A pesar de que existe la creación de un Instituto de Previsión del Caficultor, la seguridad social de las familias productoras aun experimenta precarias condiciones. Son las familias que financian la atención en salud y la compra de medicamentos. Estas propuestas que surgieron con los teóricos dependentistas fueron sistemáticamente abandonadas cuando el país entró en los programas de ajuste estructural que se impusieron desde el Consenso de Washington.

La inflación conceptual que se adhirió a la idea de desarrollo, también impregnó a toda la institucionalidad cafetalera y cada una de sus estrategias de intervención. Sin embargo, detrás de cada adjetivo estuvo siempre la necesidad de promover una caficultura que promoviera el crecimiento económico del país y no, necesariamente, el bienestar de las familias. Poco a poco, al desarrollo de la caficultura se le fue agregando no solo la prioridad económica, sino, el tema social, político, organizativo, género, comunitario, ambiental y humano. Cada uno de estos adjetivos formaban parte de las estrategias desarrollistas. Con los procesos de certificación del café, se ha reforzado aún más los aspectos sociales y ambientales promovidos a través de la ideología del desarrollo. Queda como una mora visible la participación efectiva de las familias productoras en la toma de decisiones de su propia realidad. Por tal razón, el desarrollo humano en la caficultura, tal como lo ha planteado Amartya Sen (2000), es una tarea pendiente en cada una de las estrategias desarrollistas de la institucionalidad cafetalera.

Por consiguiente, la caficultura sigue teniendo una visión para el desarrollo y no para la vida. Se coloca en el centro de su realidad al mercado y no la vida misma. Pareciera que no puede concebirse la idea de vivir alejado del desarrollo, de la modernidad y del capitalismo. La caficultura nacional ha sido fuertemente influenciada por un pensamiento que considera la realidad como lineal, determinista y en constante competencia. Por eso se habla de la calidad, no para la vida, sino para el mercado. Es por ello que, la caficultura en Honduras debe verse revuelve el café con diferentes calidades, al final, este es un daño que se le hace a Honduras. Las instituciones “no nos han enseñado a ser buenos administradores” (Grupo focal, Lepaera, Lempira, agosto de 2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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desde una visión biocéntrica, traer al presente todas aquellas ausencias, que por el hecho de estar ausentes no significa su inexistencia. Es saber que sí se pueden emprender formar alternativas a un sistema de acumulación de la riqueza que se promueve a través de todo proyecto de desarrollo. Con el surgimiento de cada enfoque del desarrollo, a través de siete décadas de construcción, fueron incorporándose nuevos elementos en las actividades agrícolas de Honduras.

Los enfoques liberales del desarrollo han promovido una caficultura amparada en el capital y el aprovechamiento de la tecnología. Por tal razón, no es extraño encontrar en la política cafetalera hondureña el carácter primordial que tiene el mercado internacional, la eficiencia, la comercialización, la productividad y la calidad. Ahora, es imprescindible revisar las relaciones de producción, cómo los distintos actores de la cadena productiva del café influyen en cada uno de sus eslabones; cuál es la dinámica en la toma de decisiones institucionales, cómo se estructuran las relaciones de poder, cómo acortar los eslabones que produzcan beneficios más equitativos entre cada uno de sus miembros. Todas estas son líneas de investigación que quedan pendientes para su profundización, porque la meta del desarrollo sigue viva en países como Honduras, de tal manera que, la institucionalidad pública y privada está impregnada de un discurso desarrollista que convierte el pensamiento en realidades unidireccionales, percibiendo lo que no existe como inexistente o como alternativas no creíbles a lo que existe (Santos, 2010a). En la medida que surgieron las críticas al desarrollo, fueron incorporándose tanto adjetivos como enfoques, estos permearon todas las esferas económicas, sociales, políticas, ambientales y culturales del país, llegando cada uno de ellos a la caficultura nacional.

Ahora, pensar en una caficultura sin desarrollo parece una imposibilidad. Las corrientes pos desarrollistas han cuestionado el régimen de representación impuesto desde economías opulentas hacia países como Honduras. Por tanto, se busca hacer el intento para mirar la realidad con otros ojos, por ejemplo, una caficultura comprometida con la sociedad, con el bienestar comunitario por encima del individual. Por tal razón, distintas corrientes críticas a la ideología desarrollista han propuesta formas alternativas. Por ejemplo, una organización económica cafetalera colectiva, centrada en la autoproducción, autoconsumo y auto comercialización. Son empresas que se organizan solidariamente, destacándose formas de Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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producción no capitalista. El que produce café puede intercambiar productos con quienes producen granos básicos y así sucesivamente. Esto significa formas de comercialización no mediadas por el capital.

La caficultura en Honduras no puede conducirse hacia una monocultura productivista ni globalizadora. Se necesita, por tanto, descentrar la caficultura. Descentrarla significa liberar el pensamiento para que el discurso del desarrollo ya no sea el eje central de las prácticas sociales y políticas; es tratar de ubicarse en el lado correcto de la historia. La institucionalidad del país debe cambiar las prácticas de saber y saber que sabe 15, esto permitirá que la caficultura nacional pueda acercarse más hacia la idea de humanidad, por que hablar de desarrollo humano y su influencia en la caficultura hondureña, es poner la prioridad en la sostenibilidad de todas las formas de vida por encima de cualquier pretensión de la economía y del capital.

15

Boaventura de Souza Santos ha planteado que se vive en una racionalidad instrumental. En ese sentido, se trata de un cuestionamiento al pensamiento que predomina en el mundo académico e institucional, porque el gran paradigma dominante en esa construcción del conocimiento no permite a la mayor parte de la población representar al mundo como propio, por tal razón, estamos expuestos a reproducir categorías que se imponen; atrasados, subdesarrollados, tercermundistas, etcétera. Por consiguiente, hay una distinción entre el saber y el saber que sabe. Las instituciones que promueven un “saber que sabe” hacen el intento de mirar al mundo con otros ojos. Intentan aprovechar las experiencias locales. En tal sentido, hacen una combinación entre los saberes internos (saber) y saberes externos (saber que sabe). Por ejemplo, la Academia y las instituciones cafetaleras deben promover un proceso de “vinculación al contrario”, es decir, traer toda la experiencia que existe en las familias productoras hacia los espacios de aprendizaje. Eso permitiría la comprensión de la realidad antes de buscar su transformación, lo cual se convierte en una enseñanza reciproca horizontal y no colonial. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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CAPÍTULO II

“Ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima de la reverencia por la vida” Manfred Max-Neef, economista chileno

LA ECONOMÍA POLÍTICA DEL CAFÉ EN HONDURAS

La economía alrededor del café representa una alternativa de vida para miles de personas alrededor del mundo. En el caso de Honduras se cultiva en 15 de sus 18 departamentos. Actualmente Honduras figura en el primer lugar de producción y exportación en Centroamérica, el tercero en Latinoamérica y el quinto exportador de café en el mundo. Desde la cosecha 2016 - 2017 el país se ubicó en las primeras posiciones mundiales al lado de Brasil, Colombia, Vietnam e Indonesia. El café se extendió desde Etiopia y Abisinia hacia Holanda y Francia (Orellana y Carranza, 2013a). En América fue introducido entre los años de 1714 y 1728 (Montes, 1928). El café llegó a gran escala a las colonias de Surinam, Martinica, Santo Thomas, la española en República Dominicana, Haití y Cuba (Alvarado, 1936). En 1790 llegó a Costa Rica y a Honduras en 1799 a través del Puerto de Trujillo (Carranza, 2012). Otros escritos ubican la introducción del café a Puerto Rico en 1740. Posteriormente se introdujo en Bolivia, Ecuador y Panamá. Entre los años de 1796 y 1798 llegó a Costa Rica procedente de Cuba y Guatemala. Pocos años después llegó a Honduras (Vallejo, 1893).

No existe un consenso para una fecha exacta de la llegada del café al territorio nacional, sin embargo, a pesar de ello, lo cierto es que el café no fue un cultivo que generara altos rendimientos en sus primeros años de producción. Su uso fue diverso, más como planta de jardín y medicinal que como estrategia productiva. Los primeros impulsos a la caficultura proceden de las reformas que iniciaron a finales del siglo XIX. En 1849 el presidente José Coronado Chávez fomentó a través de un decreto el cultivo del café. En 1860 el general José Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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María Medina promovió la caficultura en el valle de Sensenti y San Marcos de Ocotepeque. En 1877 surgió la Ley de Agricultura con el Gobierno de Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa (Orellana y Carranza, 2013a); fue aquí el inicio de una economía del café orientada hacia la búsqueda de una inserción en el mercado internacional. Desde aquellas primeras iniciativas de producción y exportación, el café logró diseminarse en la mayor parte de los departamentos de Honduras. Actualmente, las áreas de producción se encuentran principalmente en el Paraíso, Santa Bárbara, Olancho, Copán, Comayagua, La Paz y Lempira. Otros departamentos de importancia son Cortés, Ocotepeque, Yoro, Francisco Morazán, Intibucá, Choluteca y Atlántida.

Los datos disponibles y más visibles de la caficultura son a partir de la década del setenta del siglo XX. Para esa década, la producción del café apenas superaba los 800 mil sacos de 46 kilogramos (CLACDS, 1999). Para la década del ochenta se comenzaron a buscar estrategias de fomento a la caficultura y surgieron algunos proyectos financiados por la cooperación, especialmente por USAID. Para esta década la producción superó los dos millones de quintales. Posteriormente, la iniciativa familiar de reinversión parcela por parcela y, a raíz de la implementación de otros incentivos como el bono al caficultor y la taza de la excelencia, el cultivo fue incrementándose año con año. Para la cosecha 1997/1998 su superaron los tres millones de sacos (CLACDS, 1999). Según datos del Ihcafé (2017), la cantidad de productores en el territorio nacional supera los 120 mil. Esto significa el ingreso de más de mil millones de dólares en divisas. El registro de productores en el occidente de Honduras se aproxima a las 29 mil familias, con una producción promedio de 14 quintales por manzana, lo cual representa un aporte de 1.2 millones de quintales. Actualmente la producción del café en Honduras representa el 30% del PIB agrícola, el 5% del PIB nacional, reflejándose para la cosecha 2016/2017 $ 1,327 millones en divisas (Ihcafé, 2017).

2.1. Los orígenes históricos del café

El cultivo del café tuvo su origen en Abisinia, región actual de Etiopía en el oriente de África. Es un fruto del arbusto llamado cafeto. Su nombre procede de la ciudad etíope de Caffa o Kaffa (ICO, 2017). Se estima que las tribus africanas lo conocían desde la Antigüedad, quienes Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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utilizaron los granos molidos para alimentar a los animales, para dar fuerza a sus guerreros y fue utilizado en las largas ceremonias religiosas cerca del año 800 a. C. Fue trasladado a Asia a través del Mar Rojo y Golfo del Edén. Se exportó a Yemen a través del puerto de Moka, esto facilitó la expansión del café por toda Arabia e India. Su cultivo se remonta, según algunos registros, a 575 a. C. (Monroig, 2017). Los árabes exportaron su café hacia Siria, Persia, Turquía y finalmente hacia el continente europeo. El café derivó su nombre del árabe “kahawh”, “kawa” o “gawah” traducido como algo que sabe amargo (Barrios, 1991). Según las historias orales, Mahoma le dio el nombre de qahwa, que significa excitante y energético. De la misma forma, se cuenta que existió una ley turca en la cual se permitía el divorcio a una mujer si el marido no le proporcionaba una dosis diaria de café. Dentro de esas leyendas se dice que el café fue descubierto por un sultán de nombre Ali bin Omar al Shadhilly. Él había sido desterrado. Ali sintiéndose hambriento y sediento, preparó una infusión de unos frutos verdes, esto le produjo placer y fuerza, incluso lo utilizó con propósitos medicinales. Esto hizo que Ali ganara prestigio como curador y preparador de café para el sultán (Alabort y Alberdi, 2017).

Otra de las leyendas populares narra que el café fue descubierto por el pastor Kaldi, quien llevaba sus cabras a pastar en las laderas de Kaffa en Abisinia. Las cabras habían comido frutos rojos de unos arbustos ocasionándoles cierta agitación. Esto intrigó al pastor quien decidió probar los frutos, provocándole inquietud e insomnio, pronto fue utilizada la infusión de café para mantenerse despierto durante las noches de oración. Con el tiempo los musulmanes se dieron cuenta que al tostar el grano mejoraba sus propiedades en cuanto a sabor y aroma. El intercambio comercial producido en el viejo continente entre los siglos XIII y XV propició su expansión; para el siglo XV el café se había expandido por Persia, Egipto, África Septentrional y Turquía. En 1475 en Estambul se abrió Kiwa Han, la primera cafetería en el mundo. Los venecianos lo llevaron a Italia en 1645. Así, de esa manera, llegó a Holanda y a Inglaterra en 1650; a Francia en 1660 a través del puerto de Marsella; llegó hasta Alemania y Austria. La historia cuenta que fue Soliman Aga, embajador de Persia en Paris durante el reinado de Luis XIV quien introdujo el café en la sociedad francesa. De esta manera, en 1672 se abrió al público la primera tienda de café en Paris a cargo de Pascal Armeniano, con los años fueron surgiendo nuevas cafeterías en todo Paris. Otros sostienen que el primer “establecimiento de café en Europa se abrió en Venecia en 1683, y fue el famosísimo Caffè Florian de la Plaza de San Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Marcos, que abrió sus puertas en 1720 y sigue aún hoy abierto al público” (ICO, 2017, parra. 7; Pendergrast, 2001; Davids, 1991; Alabort y Alberdi, 2017). Existen varias versiones de quién registró oficialmente el nombre “café”; algunos lo atribuyen a Al Razi, filósofo y médico de Bagdad (854 – 925 d. C.), existiendo algunas dudas con el uso de la palabra “bunchum”, “bunca” y “bunn” para referirse al café (Monroig, 2017). Otros estiman que la primera publicación que hace referencia al café provino del botánico y médico alemán Léonard Rauwolf. Al volver de un viaje por Oriente Medio escribió:

Una bebida tan negra como la tinta, útil contra numerosos males, en particular los males de estómago. Sus consumidores lo toman por la mañana, con toda franqueza, en una copa de porcelana que pasa de uno a otro y de la que cada uno toma un vaso lleno. Está formada por agua y el fruto de un arbusto llamado bunnu (Alabort y Alberdi, 2017, parra. 10).

Al ser introducido en Italia provocó reacciones en el papado, puesto que, al ser una bebida de los mahometanos debían hacerse las consideraciones licitas. El papa Clemente VIII (1592 1605), emitió su fallo resolviendo que la bebida de Satanás era tan deliciosa que “sería una lástima dejar a los infieles la exclusiva de su uso. Vamos a chasquear a Satanás bautizándola y así haremos de ella una bebida auténticamente cristiana” (Alabort y Alberdi, 2017). En diversos países generó controversia por considerársele una droga, en algunos países fue reprobado su uso y castigado severamente a quien desobedeciera la prohibición, esto obligó a los mercaderes a contrabandear con el grano hacia otros países (Karaoglu, 2004), Los holandeses lo propagaron hacia sus colonias de Ceilán e Indonesia. Fueron ellos quienes lo aclimataron en los jardines botánicos de Ámsterdam, Paris y Londres. Desde aquí se expandió hacia la Guayana holandesa y el resto de América. Para 1689 el café había cruzado el Atlántico al abrirse el primer establecimiento en Boston, Estados Unidos (Alabort y Alberdi, 2017; Kühl, 2004). Para ese entonces, la bebida se había propagado con toda su popularidad y comenzó su conquista en otros continentes del mundo 16.

16

Investigaciones realizadas han demostrado que la cafeína ayuda a incrementar el rendimiento deportivo. El café limpia el organismo por la cantidad de antioxidantes que posee. Tomar café actúa en contra del envejecimiento y ayuda al cerebro (Florez, 2014). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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2.2. La llegada del café al continente americano

Para algunos historiadores el café fue introducido en América en 1689. Otros narran su introducción en 1723 por el capitán Gabriel Matheiw de Clieu en Martinica; de esas primeras plantas proceden los cultivos en las Antillas (Monroig, 2017). Montes (1928) afirma que el café fue introducido en América entre 1714 y 1728. Según Miguel F. Monroig, al principio se consideró que habían sido los franceses en introducir el café en América, sin embargo, se comprobó que en 1714 los holandeses habían enviado a la Guayana Neerlandesa los primeros cafetos procedentes del jardín botánico de Ámsterdam. De la Guayana Neerlandesa pasó a la Guayana Francesa y de allí a Brasil en 1723. Años más tarde de los cafetales de Martinica se llevaron las plantas a Santo Domingo, Haití y Guadalupe. De Santo Domingo se llevó a Cuba y de Martinica a Puerto Rico (Ibíd.). Las plantas de café llegaron a Centroamérica en el siglo XVIII. A Guatemala llegó a mediados de 1700 por medio de los jesuitas, quienes lo llevaron a la ciudad colonial de Antigua como planta ornamental para los jardines del monasterio (Anacafé, 2017, parra. 2).

Tabla 1: AÑO PROBABLE DE LA LLEGADA DEL CAFÉ A CENTROAMÉRICA Datos institucionales de cada país GUATEMALA

EL SALVADOR

COSTA RICA

NICARAGUA

HONDURAS

1750

1779

1790

1796

1799

Fuente: elaboración propia con datos de IHCAFÉ, ICAFÉ, CSC, ANACAFÉ, CONACAFÉ

La introducción del café a El Salvador se produjo entre los años de 1779 y 1796, encontrándose las primeras plantas en Ahuachapán, traídas sus semillas desde Jutiapa Guatemala (CSC, 2017). En 1790 el café fue introducido en Costa Rica y en 1799 llegó a Honduras (Orellana y Carranza, 2013a). Algunos historiadores reconocen la llegada del café a Costa Rica en 1776. Para 1820 ya se había exportado el primer quintal de café. Se atribuye al padre Feliz Velarde como el primer caficultor en Costa Rica. A Mariano Montealegre se le considera como el principal impulsor de la caficultura en la década de 1830 y 1840 (Icafé, 2017). El café llegó a Nicaragua en 1796. Otros aseguran que probablemente se haya comenzado a cultivar entre Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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1840 y 1876, traído por esclavos haitianos sublevados, a quienes acogió la Iglesia en el pueblo de Mateare (Kühl, 2004). El café llegó a Honduras a finales del siglo XVIII.

2.3. La llegada del café a Honduras

Los datos de la llegada del café a Honduras son ambiguos. Algunos estiman que sucedió el 12 de septiembre de 1799 a través del puerto de Trujillo; en una goleta llamada Reyna Luisa procedente de la isla de Cuba trajeron los primeros seis quintales de café (Carranza, 2012). Rubio (1975) hace referencia a la llegada de café en grano y molido desde Cuba en 1800 (p. 86). Jardines botánicos para reproducir y mantener vivas las plantas de café fueron instalados en Trujillo, Comayagua y Gracias a Dios (Lempira); estas plantas se trajeron de Europa y de otras partes del mundo (Orellana y Carranza, 2013a). La primera referencia oficial acerca de la plantación de café en Honduras fue registrada por el Gobernador Intendente y Comandante General don Ramón de Anguiano en 1804. Anguiano se refirió al café como de excelente calidad y buen rendimiento. Estos datos del censo de 1801 aparecen registrados en el Primer Anuario Estadístico publicado por Antonio R. Vallejo de 1889 a 1893 (Ponce, 2001; Carranza, 2012). No existen datos exactos de la llegada del café a Honduras, quiénes y de dónde lo trajeron aún son incógnitas sin resolver. Algunos argumentan que fue traída la variedad arábiga desde Costa Rica y comenzó su cultivo en Manto, cabecera en ese tiempo del departamento de Olancho (Ponce, 2001). En 1804 el cultivo de café ya era conocido por los habitantes de Comayagua. En 1860 se importaron semillas de café desde Guatemala para sembrar en el departamento de Santa Bárbara (Ibíd.).

Posteriormente, después del período de independencia, Honduras impulsó la industria del café por medio del presidente Coronado Chávez con el Decreto Legislativo número 5076 del 19 de febrero de 1849 en el cual se exoneraba y se incentivaba la producción de café. En el año de 1887 el doctor Marco Aurelio Soto con su Reforma Liberal de 1876 se interesó por la promoción y fortalecimiento agrícola y, especialmente, el sector cafetalero de Honduras. Desde su llegada a Honduras, el café no fue un cultivo relevante, el país siempre estuvo en términos de producción detrás de Guatemala, El Salvador y Costa Rica. Por coyunturas históricas, el cultivo de café quedó en aquellas familias que poseían tierras de montañas, con laderas y zonas Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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boscosas, lo cual permitió que su producción no estuviera concentrada en pocas manos, de tal suerte que, miles de familias comenzaron a beneficiarse del café. Esta pequeña propiedad ha sido lo que don Felipe Reyes profetizaba como el factor positivo para el incremento de la economía nacional por ser la base de los pueblos con todo su arraigo cultural (Reyes, 1927, p. 3).

2.4. Factores de la producción y comercialización tardía del café en Honduras

La producción y comercialización del café a Honduras fue tardía en comparación con el resto de los países Centroamericanos. Baumeister (1990,1994), menciona los diferentes factores que obstaculizaron en sus inicios la producción intensiva del café en Honduras. Dentro de los factores se mencionan las formas ejidales de tenencia de la tierra, escases de mano de obra, espacios amplios con tierras de buena calidad y la ausencia de caminos de distinta índole que permitiera sacar la producción para su comercialización (1994, p. 447). Esto hizo que desde el año 1800 hasta las cosechas de principios del siglo XX la producción fuera insignificante en comparación con otros países Centroamericanos. Las reformas liberales y otras estrategias gubernamentales para el fomento de la producción agrícola no incidieron para la expansión cafetalera. Los beneficios estuvieron centrados en la explotación minera, la producción bananera y ganadera en el país.

Tabla 2: Actividad cafetalera en Honduras Períodos de cosecha

Miles de quintales de 100 libras

1884-1889

41

1909-1913

40

1944-1945

194

Fuente: Adaptación propia con datos de Baumeister 1994, p.446

Para la cosecha 1959 –1961 la producción alcanzó los 484,000 quintales (Ibíd., p. 446). Fue hasta después de los años setenta y ochenta del siglo XX que la producción tuvo un cierto Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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nivel de relevancia en el contexto Centroamericano. El punto de inflexión de la actividad cafetalera en Honduras se dio a mediados de los años setenta. Por un lado, el boom por el aumento de los precios internacionales incentivó su producción, por otro, durante los años ochenta se impulsaron programas financiados por AID-IHCAFÉ para la renovación de cafetales. A partir de entonces, Honduras comenzó a considerarse “país cafetalero” implementándose un dinamismo que durante las décadas venideras vendría a desplazar en el ranquin de Centro América a países como Guatemala y El Salvador. Desde sus comienzos la actividad cafetalera en Honduras presentó diferencias marcadas en comparación con los demás países del área; por ejemplo, la producción se concentró en pequeños y medianos productores, contrario a Guatemala y El Salvador que eran grandes haciendas. La implementación tecnológica en Honduras ha sido limitada; además, el sector cafetalero hondureño ha experimentado una expansión progresiva durante varias décadas (Baumeister, 1994). Ha existido una polémica del porqué la producción del café en Honduras quedó concentrada en manos de pequeños productores con fincas ubicadas en laderas y montañas.

2.5. Las hipótesis de la producción hondureña de café en laderas y montañas

Eduardo Baumeister (1990,1994) ha planteado que la caficultura en Honduras producida en laderas y en montañas se debió a una coyuntura económica – política, derivada de la propia formación agraria que obligó al desplazamiento de los campesinos de los valles hacia las zonas más altas para dedicar las tierras planas al fomento de la ganadería. Este argumento ha sido cuestionado en publicaciones como la de Kees Jansen (1993) y otros académicos que analizan una serie de causas históricas estructurales que permitieron que la producción de café no quedara concentrada en pocas manos; “las consecuencias de la expansión ganadera de los años sesenta y setenta habría desplazado significativamente sectores campesinos de zonas relativamente planas de los valles, forzándolos mucho más hacia las zonas relativamente más altas” (1994, p. 439). Por tanto, los esfuerzos de reforma agraria de la década del sesenta del siglo XX al fomentar la ganadería indirectamente forzaron la producción de café, puesto que la reforma contempló ceder tierras nacionales y ejidales al campesino con fines productivos. De esta manera, la reforma agraria permitió la creación el 6 de marzo de 1961 el Instituto Nacional Agrario INA, quien vendría a rectorar la política agraria nacional. La Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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creación del INA tuvo como finalidad la transformación de la estructura agraria del país, la dotación, el arrendamiento, la concesión y la legalización de la tenencia de la tierra, puesto que desde finales del siglo XIX en diferentes departamentos del país por medio de las políticas municipales habían concedido tierras ejidales para el cultivo, principalmente café (Stanley, 1994; Orellana y Carranza, 2013).

Carranza (2012) hace referencia a que el café desde su llegada se integró en la vida cotidiana de la gente, sus usos fueron varios desde sus comienzos; fue alimento, medicina, ingresos y valor de cambio17. El café fue posible por diversas razones; por la iniciativa individual, por la curiosidad y por las políticas municipales, posteriormente las políticas y la institucionalidad del Estado hicieron posible su propagación para usos comerciales. La producción del café en el occidente de Honduras, por ejemplo, tiene sus explicaciones del porqué las fincas siguen siendo pequeñas; por un lado, las condiciones heterogéneas de los suelos, la existencia de laderas y el origen de las tierras procedentes de pequeñas herencias o parcelas otorgadas por autoridades municipales. Por otro lado, las políticas estatales definieron con las leyes y reforma agraria la estructura de la producción del país. Los sectores económicos y políticos y la misma coyuntura de Gobierno permitieron que esa élite que quedara con las mejores tierras y con el paso del tiempo fueran comprando las tierras que pertenecían a los campesinos (Orellana y Carranza, 2013, pp. 145 – 146). Por consiguiente, la dinámica cada vez creciente en la comercialización del café, fue crucial para que, poco a poco, las personas agregaran más parcelas en propiedad o adquirieran nuevas para ser cultivadas con el llamado “oro verde”.

Kees Jansen (1993), cuestiona la hipótesis formulada por Baumeister en el sentido de que no fue la ganadería el factor que propició el cultivo del café en las montañas y laderas hondureñas, tampoco la migración procedente de otros departamentos ni “la marginalización subsiguiente de productores pequeños de granos básicos” (Jansen, 1993, p. 29). Baumeister aclara que su

17

En un reporte publicado por el New York Times en junio de 2016 se refleja el carácter medicinal que tiene el café. Un grupo de expertos convocados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que tomar café con regularidad podría prevenir el cáncer. El consumo de café se ha asociado con menores tasas de enfermedad cardiaca, diabetes tipo 2, trastornos neurológicos, entre otros. La OMS a través de sus estudios también afirma que beber entre tres y cinco tazas de café al día se puede reducir la mortalidad prematura, un 18% en hombres y 8% en mujeres. En 2016 la OMS luego de 25 años sacó al café de la clasificación de “posibles cancerígenos”. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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hipótesis por ser provisional merece estudios más detallados, sin embargo, puso un tema a discusión que no deja de ser una realidad en la estructura del reparto histórico de tierras en Honduras. En las actuales condiciones, los productores se han visto obligados a dejar de producir granos básicos con carácter comercial, sin embargo, continúan mezclando café con maíz y frijoles, principalmente “para el gasto”. En algunos municipios productores de cítricos, han visto la alternativa de cambiar sus cultivos por café, por los precios y por la “moda” que se extiende entre los pobladores. Desde la perspectiva de algunos productores, sembrar café es mejor que dedicarse al cultivo de maíz, frijoles o piña, puesto que estos necesitan mano de obra más frecuente, contrario al café que, desde sus interpretaciones, generalmente, “se cuida solo”. En tal sentido, Jansen (1993) menciona que el café no ha sido un cultivo “de escape”, no necesariamente se han reemplazado otros cultivos por dedicarse a la caficultura. Por otra parte, una persona que se dedica a la caficultura no puede considerarse una persona marginada ni excluida, puesto que siempre necesitará de capital para iniciar una finca y un marginado no posee de todo un sistema de relaciones sociales y comerciales (p. 27). Por otra parte, el campesino cuando compra tierra lo hace con un propósito determinado. En este sentido, son contradictorios los planteamientos de Jansen porque un campesino si puede dejar de producir maíz para dedicarse a la caficultura, aun y cuando tenga que comprar los granos básicos para el sostenimiento de su familia. Estas experiencias son repetidas, al menos en el occidente de Honduras, cuando se inicia una finca combinan café, frijoles o maíz, pero una vez crece la finca, dejan de producir granos básicos. Cuando se dispone de más tierras lograr segmentar sus parcelas, pero, cuando el terreno es limitado, se produce aquello que traerá mejores beneficios. Un porcentaje significativo en las indagaciones realizadas en esta investigación constatan el hecho de que muchas personas han dejado de sembrar maíz y frijol y ahora se dedican exclusivamente a la caficultura.

Otro de los argumentos de Jansen, el cual coincide con este estudio, es que la expansión cafetalera en Honduras la causaron los mismos productores que ya tenían sembrado café (p. 28). Quien ha tenido la posibilidad de comprar más parcelas lo hace en la medida que ha logrado vender a buen precio su cosecha. Es una lógica de inversión y de reinversión, para sí Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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mismo o para sus herederos. Los hijos y ahora las hijas de productores que han heredado tierras, generalmente se han enfocado en la producción de café por una condición cultural de familia. Según Jansen (1993), solo hasta la década del ochenta del siglo XX surgieron significativamente nuevos productores de café en Honduras (Ibíd.). En los argumentos de Kees Jansen se deja claro que al productor de café no puede considerársele una persona pobre, esto obliga a romper con el discurso que existe en la sociedad hondureña, “que representa al caficultor como un productor que siembra café por sobrevivencia, un discurso que considera al café como un cultivo de escape en una situación de pobreza pura” (Jansen, 1993, p. 29). Este argumento de la pobreza puede ser posible en las etapas de iniciación en la cual se busca generar los ingresos para sobrevivir. Sin embargo, la racionalidad económica nos induce a pensar que con el simple hecho de poseer una parcela una persona puede escapar de esa imagen colectiva de “pobre”. Las imágenes representativas de la pobreza provienen generalmente desde el discurso oficial de la institucionalidad o de las estrategias desarrollistas, pues el afán es representar a las personas como objetos pasivos y siempre necesitados y no como sujetos activos forjadores de su propia realidad.

Por consiguiente, Jansen desmitifica la imagen pobre del cafetalero. Para sembrar y dar mantenimiento a una finca, se necesita capital como inversión inicial y pago de mano de obra durante su fase inicial y posteriores cosechas. Incluso se cuestiona el hecho de que alrededor de las labores de la finca el trabajo del jornal está mal pagado. Durante la última década estas condiciones laborales han mejorado en algunos países del área. Los datos oficiales presentados por el Ministerio de Trabajo de cada país demuestran las variaciones del salario agrícola en Honduras y los países vecinos. Los mejores salarios se ubican en Guatemala.

Tabla 3: Salario agrícola mínimo mensual( USD)

Fuente: FEWSNET – 2017, con datos de Ministerios de Trabajo de cada país.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Sin duda, el caficultor busca minimizar sus costos de producción, puesto que, tradicionalmente, las mayores ganancias se han quedado en manos de otros eslabones de la cadena productiva. El empleo de mano de obra infantil no es una excepción en las fincas de café. En las últimas décadas la mano de obra ha sido un factor recurrente que causa dificultades para la recolección del fruto. Los niños participan como parte del aporte a los ingresos familiares, es una condición cultural cuestionada por diversas organizaciones no gubernamentales. Por último, dentro de la argumentación de Jansen está la premisa de que el objetivo del cafetalero no es sobrevivir o escapar de un capitalismo agrario; “es el de probar la suerte para poder subir de escala social y llegar al rango de 'cafetalero': alguien que tiene algo” (1993, p. 28). Es notorio destacar que los planteamientos del autor citado se hicieron a principios de la década del noventa. Una década llena de cambios estructurales en el país, de apertura comercial y constantes devaluaciones que buscaron generar competitividad en la economía nacional.

2.6. Otros argumentos de la expansión cafetalera en Honduras: una mirada desde el occidente de Honduras

Son diversos los factores que condujeron a la expansión cafetalera en cada una de las regiones del país. El hecho de que los productores se hayan instalado en laderas y montañas no es una cuestión de los últimas cincuenta años. Los argumentos de este estudio conducen a pensar que esto proviene de raíces más estructurales que se remontan a los procesos de colonización. Cuando llegaron los españoles escogieron las tierras más fértiles y planas para instalar sus procesos productivos, de repartimiento y de encomiendas y con ello llevar a cabo su estrategia evangelizadora. Los pobladores de las reducciones de indios se vieron obligados a trabajar y tributar para sus amos encomenderos españoles, por lo que cientos de ellos huyeron hacia las montañas para resguardarse del opresor (Orellana, 2010). El sistema de hacienda fue impuesto por los españoles de las cuales surgieron las grandes plantaciones y otras actividades económicas en Honduras. Áreas de producción y ciudades fueron instaladas en los valles y demás tierras planas. Las laderas de las montañas fueron para los recién llegados tierras marginales por considerárseles improductivas, infértiles o por el simple hecho de no tener una estrategia de producción en dichas áreas. La Corona podía autorizar la venta de tierras a quien pudiera pagarlas, de esta forma, algunos pobladores pudieron comprar tierras Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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para dedicarlas generalmente para producir maíz y frijoles que luego era vendido a los españoles. Aquellos nativos que habían huido de la esclavitud hacia las montañas se instalaron en tierras que con el paso del tiempo adquirieron el “derecho de uso”.

Hacia mediados de 1800 las diferentes políticas y leyes surgidas después de los procesos independentistas promulgaron e incentivaron el cultivo del café, por lo que se concedieron y vendieron tierras a quienes pudieran cultivarlas. La coyuntura política y el poder de los criollos descendientes de los “conquistadores” heredaron las mejores tierras del país para impulsar la actividad agrícola. Los valles y demás tierras planas en Honduras siempre han pertenecido a familias provenientes de una élite económica, algunos descendientes de españoles. Con la Ley de Agricultura promovida en abril de 1877 por el presidente Marco Aurelio Soto, facilitó a los grupos de poder económico para adquirir las mejores tierras en el país. En diversos rincones de Honduras existió la presunción de que una persona podía fácilmente “cercar” tierras nacionales, muchas veces lo hacían quienes tenían influencias políticas en el municipio. Estas tierras acaparadas por sectores de la sociedad fueron después legalizadas cuando surgió la institucionalidad correspondiente. Sin embargo, las diferentes municipalidades siempre tuvieron la potestad de entregar tierras ejidales que no estuvieron en uso para ser cultivadas. Por tal razón, diversas Alcaldías Municipales entregaron grandes extensiones para promover el cultivo del café. La municipalidad de “Corquín en 1873, hace constar que, en ese municipio, en esa época, hay establecidas más de 450 manzanas de café, al que consideran su patrimonio, con un promedio de 3 a 4 manzanas por finca” (Orellana y Carranza, 2013, p. 144”. Estas personas poseedoras de grandes extensiones fueron vendiendo parcelas que aparentemente solo servían para cultivar pasto. Las diferentes leyes y decretos formulados a finales del siglo XIX no condujeron a la expansión extensiva de la caficultura. Las dificultades para ingresar a estas tierras siempre fueron un obstáculo hasta la década del setenta del siglo XX, años en los cuales se comenzó la explotación maderera en Honduras.

Los indígenas expulsados del proceso de conquista fueron los primeros moradores de laderas y montañas. Ellos fueron pasando sus tierras a sus descendientes. Algunos que pudieron generar ingresos con diferentes cultivos fueron adquiriendo más parceles de quienes las habían obtenido sin mayores dificultades (hacendados, políticos, élites económicas). Poco a Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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poco, los descendientes de los primeros pobladores de estas montañas y laderas fueron heredando parte de estas propiedades, las cuales se dedicaron al cultivo de granos básicos, árboles frutales, pastos y en pequeñas cantidades café. A mediados del siglo XX con los procesos de reforma agraria y el surgimiento de las primeras instituciones para promover la caficultura fueron condicionando el panorama cafetalero en Honduras. Uno de los factores que impedían el acceso a las montañas era la inexistencia de caminos. La creación del Instituto Nacional Agrario INA en 1962 vino a normalizar la propiedad de aquellas tierras que habían sido cultivadas sin sus respectivos títulos. En 1970 se sumó a la institucionalidad la creación del (IHCAFÉ); en 1974 la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal (COHDEFOR) y en 1978 el Instituto Hondureña de Mercadeo Agrícola (IHMA). A la institucionalidad hay que agregar la Ley de Reforma Agraria de diciembre de 1974 con su Decreto Nº 170 (COCOCH, 1992) relacionado con la redistribución de tierras en el país para la actividad agrícola.

Por lo tanto, la subida de los precios internacionales del café de 1970, la creación de la institucionalidad, la apertura de caminos para la explotación maderera, la Ley de Reforma Agraria para conceder tierras, las disposiciones de mediados de los años noventa para no afectar tierras que estuvieran siendo cultivadas con café, las parcelas de los hijos heredadas de sus padres, los programas de apoyo al caficultor con ayuda de la cooperación internacional, los bajos precios en otros cultivos como granos básicos, la puesta en escena de la figura de caficultor que escapa de una condición indigna y que asciende a otra escala social, la búsqueda de oportunidades algunos productores para insertarse en un capitalismo agrario y los recientes cambios en la dinámica comercializadora del café, han contribuido para que Honduras ahora se ubique entre los primeros países del mundo productores de café. Por tanto, los factores históricos y sus cambios en las décadas recientes condujeron a la construcción de una base piramidal representada por más de 120,000 productores lo cual ha significado una suerte coyuntural para que el café no haya sido monopolizado por las élites económicas productivas del país.

Por consiguiente, la mala suerte del pasado de tener que huir a las montañas o instalarse en aquellas laderas que no se veían atractivas ante los ojos del inversor capitalista, significó la suerte para miles de familias que ya contaban con pequeñas parcelas para iniciar labores Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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cafetaleras en las últimas décadas del siglo XX. Sin embargo, desde la perspectiva del mismo productor de café, los beneficios de la actividad aún son injustos para quienes hacen los mayores esfuerzos de contribuir con la economía nacional. Los pronósticos que hicieron aquellos académicos como Baumeister y Jansen en los años noventa del siglo pasado, poco a poco se han ido convirtiendo en una realidad. Por ejemplo, la caficultura ha incidido para deforestar bosques para dedicarlos a la caficultura, si bien es cierto algunos árboles que producen sombra se han ido recuperando, otros han desaparecido del paisaje cafetalero. Cada vez se ha avanzado en la frontera agrícola lo cual ha expuesto la extinción de fauna y flora. Las evidencias de la deforestación son notorias en algunos municipios de Lempira, Copán y Ocotepeque. Se ha avanzado en temas de calidad del café por una exigencia del mercado internacional, ahora existe una producción diferenciada que año con año se constata en los volúmenes de exportación. Cada vez más se suman iniciativas organizativas alrededor de la actividad cafetalera. Al eliminarse las cuotas internacionales de exportación en 1989 el país ha aprovechado sus condiciones productivas para ubicarse en el primer lugar de Centro América. Aún queda pendiente el análisis de los límites a la caficultura, pues el productor, año con año, agrega una parcela más u otros, vecinos o familiares, se integran a la actividad cafetalera.

Eduardo Baumeister ha planteado el reto de acortar los eslabones en la cadena productiva, lo cual se convierte en una oportunidad para mejorar los beneficios directos hacia el productor. La realidad heterogénea de la caficultura hondureña y de cada una de sus regiones evidencia que el café siempre ha representado una alternativa para quienes han visto la posibilidad en este cultivo para salir de “los peros”. Es una esperanza al final del año. dependiendo de los precios de la cosecha se invierte más. Si los precios no son halagadores el caficultor se limita a labores de mantenimiento; la “recepa” o poda sustituye la nueva siembra de café, todo con la esperanza de mejores años venideros. El reto queda pendiente para propiciar la diversificación, pues es notorio como la moda cafetalera ha desplazado a otros cultivos como el maíz, los frijoles, el arroz, la caña y la pina. La moda productiva llega y se queda por algunas décadas, luego decae y puede volver a levantarse o desaparecer. Desde hace algunos años se ha promovido la producción del cacao, principalmente en zonas más bajas. Las diferentes cooperativas y organizaciones de desarrollo promueven la diversificación en la comunidad. Para muchos la alternativa no es tan fácil; las distancias entre la casa y la finca impiden que Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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puedan cultivarse una serie de productos, pues existe la mala voluntad de algunas personas de llevarse la cosecha de los terrenos. Por consiguiente, las preocupaciones siguen siendo válidas para mejorar las actividades de un rubro de suma importancia para la economía de Honduras.

2.7. La llegada del café a la región occidental de Honduras

En el occidente de Honduras se produce una variedad de cafés que van desde los especiales, orgánicos, certificados y convencionales. Se estima que el café llegó a la región occidental del país entre los años de 1835 y 1850, un período relativamente corto. Provino de Guatemala y El Salvador dada la propagación que existía en esos países (Carranza, 2012. Op. cit., p. 60). La historia del café en esta zona se debe fundamentalmente a tres razones básicas: 1) a las circunstancias históricas propias que a través de los tiempos en su suelo han ocurrido. 2) a sus condiciones agroecológicas y 3) a la cultura que sobre el café mismo y su gente a lo largo de los años se ha ido estructurando (Ibíd., p. 14). Hoy, el café en el occidente de Honduras constituye la principal estrategia de vida y desarrollo para la población y la distribución de los beneficios alcanza a la mayoría de los participantes en la cadena de producción, algunos más que a otros. La principal razón de tal distribución es que todo su proceso se hace en su mayoría de forma manual. En esta región viven 28,000 familias productoras de café que poseen 100,000 manzanas cultivadas, con una producción promedio de 2 millones de quintales los que equivalen alrededor de 6 mil millones de lempiras en divisas (Ihcafé, LP, 2015).

En 1860 el café se introdujo a la comunidad de Ilama Santa Bárbara. Según don Rubén Ángel Rosa “En Honduras, se comenzó a cultivar en el Departamento de Santa Bárbara, en el Municipio de Llama por Don Leandro Rosa y Don Cenón Mencía, quienes trajeron de la capital de Guatemala, en noviembre de 1850, obsequiados por el Dr. Luna, algunos arbolitos de café” (Orellana y Carranza, 2013a, p. 143). Don Gregorio Rivera llevó café en esa misma época al municipio de Colinas, Santa Bárbara (Ibíd.). Se hace referencia, además, que el café pudo llegar al occidente del país en vista de los nexos comerciales y familiares que han existido entre los pueblos de Gualcinse, San Marcos de Ocotepeque, Corquín, Copán con la República de El Salvador y Guatemala. En 1873 la municipalidad de Corquín daba cuenta de al menos Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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450 manzanas cultivadas de café, con un promedio de 3 o 4 manzanas por finca. Don Alejandro Salomón Sagastume argumentaba que en Trinidad Santa Bárbara desde antes de 1850 se cultivaba café como un producto para el consumo local (Ibíd.). En 1860 el café se promovió en la zona del valle de Sensenti y San Marcos de Ocotepeque por medio del general José María Medina. Las motivaciones y los incentivos para el fomento de la caficultura estaban claramente establecidos, promover la economía nacional e insertarse en el mercado internacional.

2.8. La cadena de valor en la producción del café

El café es uno de los productos agrícolas que abarca a diversos actores en su cadena de valor. El mercado del café se ve influenciado por diversos factores; la volatilidad en los precios, la productividad y el cambio climático están entrelazados y son determinantes en la economía de la caficultura. Por ejemplo, en la cosecha 2016 - 2017 la producción de café en América Central aumentó en 16.3%; en parte este aumento se debió al incremento de las exportaciones hondureñas, a la recuperación del brote de la roya y al buen tiempo (ICO, 2017, p. 3). Según los datos de la Organización Internacional del Café, el consumo mundial parece estable para la cosecha 2016 - 2017 tras haber experimentado aumentos consecutivos en los dos últimos años, lo cual significa que la producción mundial supera el consumo en el inicio de la cosecha 2017 - 2018 (Ibíd.). En Honduras, la pirámide del café es desigual, principalmente relacionado con los procesos de beneficiado, intermediación, comercialización y exportación. La economía se basa fundamentalmente en la pequeña propiedad familiar; coexisten dos economías en un mismo rubro; una economía social hacia lo interno de la finca y una economía capitalista impositiva de la finca hacia el exterior. Desde esa lógica, la pirámide es desigual y el mayor costo es asumido por el primer eslabón en la cadena productiva.

2.8.1. Tipos de cafetos para el proceso productivo

El café pertenece a la familia Rubiaceae, género Coffea que incluye alrededor de 500 géneros y 6000 especies. De estas, dos son las determinantes para la economía: la Coffea Arábica y la Coffea Canephora o Coffea Robusta. Existen otras dos especies cultivadas en menor escala: el Coffea Libérica (café Libérica) y el Coffea dewevrei (café Excelsa) (ICO, 2017). El café se Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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produce en el trópico y exige abundante agua, principalmente en su etapa de floración (Lavazza, 2017). El café arábigo constituye la variedad más antigua, fue descrito por Linneo en 1753. Dentro de las variedades más conocidas están la “Typica y Bourbon”. En términos de propiedades, esta variedad se considera fina, aromática, menos amarga y baja en cafeína. Su maduración oscila entre nueve y once meses y su participación representa dos tercios de la producción mundial. Dentro del café arábigo existen otras variedades como Catuaí, Caturra, Catimora, Mundonovo, etc. La Coffea Arábica requiere de mayores cuidados que la especie Robusta, sus granos son de forma alargada y de color verde azulado, presentan un surco poco pronunciado y sinuoso (Ibíd.). El café arábigo se produce entre los 600 y 2000 metros de altitud; esta determina las cualidades organolépticas. Su producción corresponde principalmente a Centro y Sudamérica.

Por su parte, el Coffea Canephora o Robusta, se cultiva principalmente en África, Asia e Indonesia. Puede ser cultivada al nivel del mar y hasta los 600 metros de altura, es resistente a las condiciones climáticas de humedad y al calor. Resiste las enfermedades y su maduración ocurre entre los seis y ocho meses. Su participación en el mercado mundial es de un tercio del total de la producción. En algunos países la variedad arábiga y robusta tienen igual participación en la producción, en otros, como en Honduras, la variedad robusta está prohibida por considerársele de baja calidad y fuerte acidez. El café en su variedad robusta se cultiva en África Central y Occidental, en todo el sudeste de Asia y pequeñas cantidades en Brasil (ICO, 2017). El café Libérica es un árbol fuerte y de gran tamaño, alcanza hasta los 18 metros de altura. Esta variedad se cultiva en Malasia y África Occidental, es una variedad poco comercializada en el mundo debido a sus características en cuanto a sabor y aroma (Ibíd.). Sin profundizar en la parte técnica, a continuación, se plasman algunas generalidades del proceso productivo del café.

2.8.2. El cultivo y la cosecha del café La siembra del café se realiza mediante varios procesos. Primero, se siembran semillas o bayas en invernaderos, luego se deja un tiempo y se obtiene el almácigo, este se traslada al destino final del arbusto. La siembra de semillas ocurre entre febrero y abril; es decir, en Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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temporada seca (Ordóñez, 2001). El trasplante suele ocurrir en época de mayor precipitación. El tiempo promedio para que un cafeto produzca café de calidad y de manera sostenida es de 8 años, luego este puede producir café sin problemas hasta por 50 años. Esto dependerá del tipo o variedad de café, altura en la cual está ubicada la finca y de todo un proceso de manteamiento que incluye abonos, podas, limpias, etc. La cosecha del café se produce una vez al año, generalmente entre noviembre y marzo de cada año. Dependiendo de las condiciones climáticas, la floración ocurre en el mes de marzo, cuando la flor cae su lugar el ocupado por el fruto. A partir de aquí, se realizan una serie de actividades para el mantenimiento del grano y de la planta. Son diversas las plagas y enfermedades que se presentan para dañar el grano. Generalmente para su prevención y erradicación, los caficultores acuden a químicos o fertilizantes biológicos, foliares y abonos orgánicos. Esto dependerá de la estrategia y exigencia de cada caficultor. Generalmente la cosecha se da de forma manual, aunque en algunos países como Brasil se acude a procedimientos mecánicos.

2.8.3. Recolección y clasificación del grano

La recolección del grano es una de las etapas cruciales para obtener calidad de café. Esto dependerá nuevamente de las pretensiones del caficultor. Aquellos que están bajo procesos de certificación y que cuentan con un mercado ya establecido para su producto, se preocupan por recolectar los frutos que estén completamente maduros o rojos. En otras fincas la recolección incluye frutos rojos y amarillos; es decir, aquellos que pueden ser despulpados puesto que dejarlos en el árbol significa la posibilidad que pronto se caigan y se pierda parte de la producción. En esta etapa se necesita bastante mano de obra. En el occidente de Honduras, algunos productores se ven en la obligación de traer recolectores desde Guatemala. En ocasiones las condiciones climáticas dificultan la recolección, esto implica que algunos frutos se puedan perder. Dependerá de la variedad del café para que los granos permanezcan en el cafeto. Dependiendo de las cantidades y de la hora de recibir el café de los recolectores, el productor decide despulparlo el mismo día o dejarlo en los sacos para realizar esta actividad a tempranas horas de la mañana. Por lo general, el café es despulpado por las tardes para dejarlo fermentar durante la noche. En las primeras horas de la mañana ocurre el proceso de lavado. Este proceso dependerá de las instalaciones y condiciones del productor. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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En el occidente de Honduras existen fincas que no cuentan con agua para llevar a cabo este proceso, por lo que tienen que buscar dónde despulpar el café, esto obliga a asumir costos para este propósito. Otros productores buscan la opción de vender el café en uva para desligarse de esta faena, esto implica reducción de ingresos familiares. En algunos países como Brasil el proceso de recolección se hace de forma mecánica, cortando todos los frutos independientemente de su color. Posteriormente se realiza el proceso de selección del grano. Los recolectores del grano en el occidente de Honduras son trasladados en vehículos desde sus comunidades, esto ocurre en las primeras horas de la mañana. Algunos acostumbran, una vez que llegan a la finca, a desayunar antes del corte. Los recolectores aducen que esto les da las energías suficientes para la faena, otros, sin embargo, aducen que esto se hace para tener más horas de trabajo y no desperdiciar minutos por la hora de alimentación. Desde la primera comida al llegar a la finca hasta que entregan los granos recolectados transcurren al menos ocho horas de trabajo. Curiosamente, a pesar de todas las restricciones en el contexto internacional, las fincas utilizan mano de obra infantil. Los niños se suman a estas actividades como parte de las prácticas culturales en los procesos de recolección del café, algunos mencionan que esto forma parte del mismo aprendizaje en las labores agrícolas; los niños son preparados desde tempranas edades para estos propósitos.

Dependiendo de las condiciones de la finca, los recolectores pueden cortan hasta diez y quince galones. Los niños llegan a recolectar entre tres y seis galones promedio. Existen algunas fincas denominadas “plantillas”, estos árboles son ideales para personas de baja estatura. Son fincas nuevas que generalmente tienen abundantes frutos. Los recolectores, en ocasiones, rehúyen a cortar en fincas con árboles grandes o con pendientes pronunciadas, esta tarea de dificulta en la medida que el terreno tiene este tipo de características. En los procesos de recolección cuando las familias son numerosas, todos participan de estas faenas. Los dueños de fincas acostumbran a entregar “boletos” por cada galón recolectado. Medio boleto, es medio galón, un cuarto de boleto, corresponde a un cuarto de galón. Al final de la semana el recolector entrega sus boletos y recibe su pago. Otros productores usan cuadernos para llevar el conteo de cada corte. Dependiendo de la asistencia técnica, de la edad de la finca, de la variedad de café y de las enfermedades, cada manzana de café puede tener un rendimiento de quince o dieciséis quintales por manzana. En la cosecha 2015 - 2016 el rendimiento por manzana, Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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según datos del IHCAFÉ, fue de 16.87 qq/mz. (Ihcafé, 2017). Para el bienestar socioeconómico del productor, el rendimiento está asociado con los precios nacionales e internacionales del café, así como los descuentos respectivos por humedad, calidad y daños del café. Durante la etapa de recolección del grano, en el occidente de Honduras se mueven alrededor de 300,000 empleos directos.

2.8.4. El proceso de beneficiado

El beneficiado de café, básicamente consiste en una serie de pasos para eliminar todas las capas o cubiertas del grano. Para este proceso existen una serie de procedimientos manuales y mecánicos. Dependiendo de las condiciones del productor, este puede contar con un beneficio adecuado para tales propósitos. Ahora la tecnología existente cuenta con una serie de herramientas para dar un beneficiado de óptima calidad al café. Sin embargo, la realidad de algunos productores se limita a contar con las herramientas básicas para este proceso: una despulpadora manual o mecánica, una pila de fermentación, un pequeño canal de correteo, un pozo de lixiviación, un tanque de agua, combustible y motor para mover la despulpadora. Algunos productores cuentan con patios para el secado del café, otros incluyen zarandas en invernaderos para este propósito. Se estima que desde la recolección del grano hasta el despulpado no debe exceder las ocho horas para mantener la calidad (Ihcafé, 2015). El beneficiado ocurre mediante dos vías: húmeda y seca. La vía húmeda produce cafés suaves o lavados. Por la vía seca se producen los cafés naturales (Pineda, Reyes y Oseguera, 2001).

Las fases más comunes del beneficiado húmedo son: recolección o cosecha selectiva, despulpado, desmucilaginado, lavado, clasificado, secado. Para el beneficiado seco: cosecha total, secado (Pineda, et. al, 2001). El beneficiado óptimo dependerá de las instalaciones con las que cuenta el productor. En las observaciones realizadas se pudieron constatar algunas limitaciones en este tipo de instalaciones. Por ejemplo, canales de correteo muy cortos, utilización de agua con sedimento, pilas inadecuadas para una buena fermentación, falta de electricidad, escasa limpieza de maquinaria, pilas y patios. Sin embargo, existen algunos factores que limitan el mejoramiento de estos procesos; por ejemplo, si el productor se esmera por hacer un buen lavado del café, a la hora de entregarlo en las bodegas del intermediario, Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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este café se revuelve con aquellos otros que no han tenido mejores procesos de beneficiado. No existen procesos de discriminación en precio o descuentos a la hora de recibir café con mejores procesos de beneficiado. Un mal beneficiado, indudablemente, repercutirá en la calidad de café que exporta el país.

Figura 9: Proceso de beneficiado del café

Fuente: Ihcafé, 2001

En Honduras, y el occidente del país no es la excepción, el 90% del café producido se beneficia por la vía húmeda conocida como “suaves” y es destinado a la exportación; el 10% restante es procesado por la vía seca y están constituidos por frutos verdes, secos, vanos y mal manejados, mismos que se destinan para el consumo nacional (Orellana, Landaverry y Miranda, 2013, p. 35).

2.8.5. El Proceso de Secado

Se ha considerado que el cuello de botella del café en la región occidental de Honduras está en el secado, pues en el país la infraestructura de secado se ha concentrado en San Pedro Sula y en algunas cabeceras departamentales como Santa Rosa de Copán. Para el secado, el pequeño caficultor se enfrenta al problema de las instalaciones y mano de obra. Esto obliga a vender el café húmedo, exponiéndose a los bajos costos y al descuesto por humedad. El Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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sistema de intermediación estimula la venta del café húmedo y oreado, porque es más fácil manipular las unidades de medida y los precios (Orellana, et. al., 2013). En esta etapa del proceso, según las observaciones durante esta investigación, se vuelve imprescindible los procesos de organización entre pequeños productores, esto podría facilitar la instalación de diferentes sistemas de secado, con ello, acortar parte de la cadena productiva y mejorar los ingresos familiares. Desde esta perspectiva, se podrían buscar los espacios de apoyo técnico y financiero con diferentes instituciones para contar con planes y sistemas HACCP y trazabilidad de todo el proceso productivo del café, incluido el valor agregado en los últimos eslabones de la cadena.

2.8.6. El Proceso de Trillado, Tostado, Molido, Empacado y Comercializado

El proceso de trillado consiste en separar o descascarillar el grano del café del pergamino. Una vez que el grano se ha pulido y se ha realizado la respectiva clasificación, se pasa a la tostadora. En el occidente de Honduras, en los últimos años, pequeños productores han realizado esfuerzos para dar valor agregado al café. Con el equipo básico, se realizan los procedimientos para comercializar el café con su marca respectiva. Algunas pequeñas cooperativas cafetaleras han buscado el apoyo de la Academia para fortalecer los procesos de mercadotecnia y comercialización del producto. Los productores preparan sacos de café para ser exportados hacia el extranjero. La participación en ferias del café, tazas de la excelencia u otro tipo de concurso son vitales para visibilizar el café del productor. El surgimiento de pequeñas cafeterías es otro de los factores que motivan dar valor agregado al café. Grupos organizados en pequeñas cooperativas o iniciativas familiares han iniciado procesos para tostar, moler, empacar y comercializar su café. El tueste y el molido hasta llegar al punto óptimo han sido parte de las experiencias de capacitación llevadas a cabo en el occidente de Honduras. Diversas marcas de café se comercializan en diferentes puntos de esta región, cada una lleva consigo un determinado perfil de taza. Dependiendo la marca, así se inicia el proceso de recolección hasta llegar a la etapa de comercialización del café. De tal suerte que, se pueden encontrar cafés convencionales, orgánicos, certificados y los llamados gourmet.

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2.9. Los procesos de certificación como medios para mejorar las condiciones de vida

En los últimos años, el comercio nacional e internacional de cafés especiales se ha ido incrementado considerablemente, por lo que diversos productores han iniciado procesos de certificación, producción de cafés orgánicos y especiales. Los procesos de certificación son garantes de una protección sana, dan la seguridad de que se está “comprando productos de calidad y que lleva un sello que certifica que fue producido con el sistema orgánico” (Christiansen, 2004, p. 293). Algunos de los sellos de certificación más comunes en el occidente de Honduras son Rainforest Alliance, Fist Trade, Orgánico y UTZ. Esto implica que un productor puede tener uno o varios sellos en su finca, esto garantiza mayores posibilidades de acceder a precios diferenciados en el mercado internacional. Del total de exportaciones de café en la cosecha 2015 - 2016, el 19% correspondió a cafés certificados y especiales con un equivalente a 1.283 millones de sacos de 46 kilogramos (Ihcafé, 2016). Los cafés exportados fueron bajo los sellos de Comercio Justo/Orgánico, UTZ Certified, Orgánico, Comercio Justo, Rainforest Alliance y Cafés Practices (Ibíd.). Los mayores importadores de café diferenciado para la cosecha 2015 - 2016 fueron Alemania, Estados Unidos y Bélgica, juntos se llevaron el 68% de la producción a través de la empresa Hamburg Coffe Co. (Ibíd.).

Figura 10: Exportaciones de café diferenciado

Fuente: Ihcafé, 2016

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El café certificado es aquel producido teniendo en cuenta ciertos criterios de sostenibilidad; es decir, aquella agricultura amigable con el ambiente, la cual promueve viabilidad económica y la promoción de la equidad entre los miembros de la cadena productiva. Se considera, además, los temas económicos y sociales. Generalmente la certificación está bajo la supervisión de organizaciones certificadoras; el cultivo, el proceso y el mantenimiento está regulado por una serie de normas que el caficultor debe cumplir y acatar. Algunas de las certificaciones más conocidas son UTZ Certified, Rainforest Alliance, Fair Trade, Organic, Bird Friendly, Starbucks Coffe, Asociación 4C y Japanese Agriculture Estándar JAS. (Ihcafé, 2016, p. 15). La Asociación de Cafés Especiales de América (SCAA), define que los cafés especiales son aquellos que conservan una consistencia y armonía en cuanto a sus características físicas (forma, tamaño, humedad, apariencia y defectos). Sensoriales como olfativas, visuales y gustativas y prácticas culturales como la recolección, el lavado y el secado. Todo esto debe cumplirse en sus procesos finales de tostado, molido y preparación para la comercialización. Son características que se distinguen de otros procesos y de otros cafés. El café especial es aquel que es calificado después de su catación y el cual recibe puntuaciones superiores al 80% (Ibíd.).

El mercado de cafés diferenciado está compuesto por aquellos cafés certificados, especiales o gourmet, o aquellos que tienen una combinación; es decir, certificado y especial. Certificar una finca es un proceso arduo. Generalmente el productor busca afiliarse a una organización o cooperativa para emprender dicho proceso. En ocasiones se han observado iniciativas de caficultores quienes forman su propio grupo u organización para tales propósitos. Otros, buscan las organizaciones ya existentes. Las experiencias de estos procesos no siempre son halagadoras, puesto que implica la inversión de fondos y mano de obra adicional. Sin embargo, año con año, los compradores internacionales exigen un café de alta calidad, certificado, orgánico o especial, por lo que la certificación, poco a poco, se ha convertido en un instrumento necesario y de suma importancia. En el café, los programas de certificación garantizan el cumplimiento de reglas específicas y normas voluntarias. Algunos sellos de certificación son más rigurosos que otros, todos reciben auditorias de los técnicos para asegurar el cumplimiento de los estándares establecidos.

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2.9.1. Sellos de certificación en la caficultura

Los procesos de certificación en el occidente de Honduras comenzaron en 2007. Desde entonces, las experiencias han ido incrementándose por medio de diferentes cooperativas cafetaleras e iniciativas de organización de pequeños productores. El Instituto para la Cooperación y Autodesarrollo ICADE, ha contribuido para certificar bajo el sello de Rainforest Alliance, UTZ y BioLatina. Este proceso ha mejorado la calidad exportadora de café desde el occidente del país. Algunos, poco a poco, han ido transformando sus fincas de café convencional por cafés diferenciados (certificados, gourmet, orgánico). En el occidente de Honduras existen diversos sellos bajo los cuales trabaja el productor. Generalmente las normas son similares entre cada uno de los sellos. Cada uno contempla una serie de requisitos y procedimientos:

2.9.1.1. Rainforest Alliance Certified

Es una organización no gubernamental internacional dedicada a la protección y el aprovechamiento sostenible de los bosques nativos en el mundo. Fue fundada en 1987 por Daniel Katz y su sede central está ubicada en Nueva York, Estados Unidos. Este sello contempla la conservación de la biodiversidad y la seguridad de los medios de vida mediante la transformación de las prácticas en el uso del suelo. El sello busca proteger los ecosistemas, así como todo el entorno y las personas que están a su alrededor. Una de las preocupaciones del sello es el bienestar de la familia productora y de los trabajadores que colaboran en la cadena productiva del café. El objetivo primordial es que la caficultura crezca en armonía con la madre naturaleza, por lo que, se vuelve imprescindible el cuidado de los suelos, ríos, quebradas, vida silvestre, el manejo de los desechos líquidos y sólidos, así como la protección de las aves. Este sello de certificación posibilita que el productor pueda acceder a nuevos mercados, negociar mejores precios y accedo a crédito o financiamiento (RA-Cert, 2012, Rainforest Alliance, 2016).

Las experiencias encontradas en el occidente de Honduras indican que la búsqueda de este sello ha sido a través de procesos de certificación impulsados por diferentes cooperativas y Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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asociaciones de productores. Depende de la iniciativa y voluntad del caficultor de emprender estos procesos, puesto que implica dedicación, esfuerzo, inversión presupuestaria y otros elementos cruciales para la sostenibilidad del sello. Uno de los certificados poco difundidos en el occidente de Honduras es el “código con manos de mujer”. Este sello busca la implementación de políticas y prácticas con “equidad de género”, reconociendo principalmente, el trabajo de la mujer. La Asociación de Mujeres Procesadoras de Café La Labor, (AMPROCAL), en el departamento de Ocotepeque, es una muestra del trabajo de mujeres organizadas, utilizando como parte de su estrategia de comercialización, el sello “con manos de mujer”.

2.9.1.2. Sello UTZ Certified

Es un sello dedicado a certificar café, cacao y te en el mundo. Por medio de sus capacitaciones los productores pueden mejorar su competitividad, calidad del producto y su eficiencia. Su objetivo es similar a otros sellos, cuidar del ambiente y de las personas. El mercado mundial de café ahora no solo responde a las exigencias en la calidad del producto; aroma, sabor, textura, etc., sino que ahora buscan que el productor emprenda buenas prácticas agrícolas y que ello conlleve a potenciar al ser humano y al cuidado irrestricto de la madre tierra. UTZ es un programa para la agricultura sostenible que incluye a más de cien países. A partir del año 2014 se convirtió en el mayor programa para el cultivo del café y cacao en el mundo. UTZ contempla tres herramientas principales para lograr sus objetivos: el sistema de trazabilidad UTZ, el código de conducta y la cadena de custodia de documentos. UTZ proviene de “Utz Kapeh” cuyo significado en lenguaje maya significa “buen café”. Generalmente el sello está orientado a mostrar a los compradores de dónde proviene el café y cómo fue producido. Incluye una serie de normas que tienen que ver con la protección del ambiente y de las personas: uso de fertilizantes, sistemas de trazabilidad, identificación del proceso, registros, auto inspección, protección de cultivos, manejo de cosecha y pos cosecha, salud, seguridad laboral y social del trabajador, entre otras (Ramírez y Granobles, 2015; BEO, 2018). Todos estos sellos contemplan un programa de auditoria que garantiza la aplicación de cada una de las normas del sello. Este sello fue fundado en 2002 y sus oficinas principales están ubicadas en Ámsterdam, capital oficial de los Países Bajos. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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2.9.1.3. Comercio Justo (Fairtrade)

El comercio justo se ha definido como un sistema comercial alternativo y solidario que busca el bienestar de un pueblo y su lucha contra la pobreza. Las iniciativas para un comercio justo se vinieron configurando desde la década del setenta del siglo XX. Para algunos, esta iniciativa fue iniciada en Estados Unidos entre la década del 40 y 50 del siglo XX. La idea fue siempre buscar una alternativa para contrarrestar los bajos precios del mercado internacional y la dependencia del productor con los intermediarios. En Europa, Oxfam comenzó a vender artesanías de los refugiados chinos. En 1964 creó la primera organización de comercio justo. En los años setenta y ochenta del siglo XX, el comercio justo cobró mayor relevancia y se expandió en diferentes países del mundo. La iniciativa contempló el buscar una alternativa de comercialización a la tradicional forma de vender el café. Con el paso del tiempo, se ha llegado a consensuar una definición la cual se aplica en el ámbito internacional:

El Comercio Justo es un sistema comercial basado en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional prestando especial atención a criterios sociales y medioambientales. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de productores/as y trabajadores/as desfavorecidos, especialmente en el Sur (WFTO, 2018, CECJ, 2018).

En 1997 las distintas organizaciones dedicadas a fomentar el comercio justo decidieron crear Fairtrade Labelling Organization (FLO), convirtiéndose en la institución paraguas para establecer los estándares de comercio justo en el contexto internacional. En FLO se aglutinan más de 20 asociaciones de comercio justo que han certificado empresas y productores para vender sus productos en más de 70 países. Este sello busca garantizar al consumidor los valores éticos implícitos en el producto. El sello garantiza que el bien ha sido elaborado mediante el trabajo digno, el respeto al ambiente y el pago de un precio justo al productor. Para comercializar bajo el sello de calidad de comercio justo es necesario estar registrado en FLO – Cert y someterse a procesos de auditorías que garantizan que las personas y los productores sean sujetos de dignidad y no objetos de caridad.

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2.9.1.4. Orgánico Ecológico (USDA)

El sello orgánico ecológico es una certificación bajo las Normas de Producción Orgánica (NOP) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Para la exportación de café con la denominación USDA orgánico, debe estar certificado por las instituciones correspondientes. Esto garantiza que la producción orgánica contemplara estrictas normas de sostenibilidad ambiental. El sello además garantiza que el producto no ha utilizado pesticidas artificiales (con algunas excepciones), fertilizantes elaborados con ingredientes artificiales o lodos residuales, tampoco se utilizan plantas o animales genéticamente modificados (NPIC, 2018). Para que un producto se considere orgánico debe contemplar que al menos el 95% de sus componentes son estrictamente orgánicos, debajo de ese porcentaje el producto puede ser exportado con la etiqueta de producido con ingredientes orgánicos, pero no utilizando el sello correspondiente.

2.9.1.5. JAS (Japanese Agricultural Standard)

Este sello es un certificado de producción agrícola orgánica de Japón. Fue creado por el Ministerio Forestal, Pesquero y de Agricultura de Japón. Este sello es requerido para la comercialización agrícola que se realiza en ese país, ya sean productos nacionales o importados. Por medio del sello se busca la mejora en la fertilidad del suelo, se evita la utilización de fertilizantes químicos artificiales y se busca el aseguramiento en el bienestar de las plantas y animales. El sello existe desde 1950, sin embargo, las normas para producción orgánica fueron introducidas en el año 2000 (Imocert, 2018, CERES, 2010). El sello tiene algunas similitudes con otros sellos de certificación.

2.9.1.6. Asociación 4C

Es una organización sin fines de lucro cuyo objetivo es aplicar condiciones de trabajo adecuadas y normas ambientales para la producción del café. Surgió en Alemania en 2003, mediante una alianza entre el sector público y privado. Sus miembros se comprometen a implementar un Código Común para la Comunidad Cafetalera (CCCC, Código 4C). La Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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asociación 4C se fundó en diciembre de 2006 como una asociación internacional. El trabajo de comercialización en el mercado internacional dio inicio en 2007. La aplicación del código común contempla el ámbito económico, social y ambiental. Este sello promueve la sostenibilidad de la producción en el sector cafetalero. El certificado 4C afecta a todos los eslabones de la cadena productiva, aplicándose una rigurosa normativa entre sus miembros (Aroma de Café, 2018).

2.9.1.7. Starbucks Coffee (C.A.F.E. Practices)

Esta iniciativa fue impulsada por la multinacional Starbucks y la ONG Conservation International and Scientific Certification Systems en el año 2001. Su objetivo fue garantizar que el café se cultive y se procese de manera sostenible, con la garantía que el productor recibirá una retribución equitativa. La iniciativa fue denominada como Coffee and Farmer Equity Practices (prácticas justas para el café y los agricultores - CAFE). La iniciativa busca que el café tenga la máxima calidad, impulsando relaciones equitativas con los agricultores, trabajadores y comunidades, con un respeto hacia la protección del ambiente. El certificado garantiza que el café comprado por Starbucks en el mundo sea bajo estrictas normas de producción y proceso de un modo responsable al considerar aspectos económicos, sociales y ambientales.

2.9.1.8. Bird Friendly Coffee (Amigables con los pájaros)

Este sello de certificación fue establecido por el Centro Migratorio de Aves Smithsoniano (SMBC) en Washington, Estados Unidos, en 1998. Es un sello de café orgánico que crece bajo sombra, con la intención que se cree y se preserve el hábitat para aves nativas y migratorias. El mercado de café amigables con los pájaros tiene aceptación en Estados Unidos, Japón y Europa. Sus criterios están basados en la sostenibilidad ambiental, protección de la biodiversidad y de aves migratorias. El cultivo del café forma parte integral de los sistemas agroforestales. La producción de café no debe estar en zonas de áreas protegidas o reserva natural. Las normas de la certificación obligan a mantener al menos diez especies de árboles

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de sombra. Su cobertura de sombra debe superar el 40% y su altura deber ser mayor a los 12 metros.

2.9.1.9. Símbolo de Pequeños Productores (SPP)

El sello de certificación Símbolo de Pequeños Productores (SPP), fue una iniciativa impulsada por la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores de Comercio Justo (CLAC) en el año 2006. Es un sello que surgió desde los mismos productores al promover una producción sostenible, fomentando la autogestión y el pago de un precio justo para el pequeño productor organizado. Este sello se aplica únicamente a organizaciones de pequeños productores que promueven la producción y comercialización del café. Sus criterios están sustentados en la organización democrática, transparente y de respeto con el ambiente. Los precios otorgados a los productores cubren sus costos de producción y las retribuciones para una vida digna. Su afán es fomentar una economía local, procurando la generación de un mayor valor agregado para los productores. En esta iniciativa están integradas más de 700 organizaciones en 24 países del continente (CLAC, 2018).

2.9.1.10. BIO LATINA

Fue fundada en 1998 a través de la fusión de cuatro organismos de certificación: BIO PACHA, INKACERT, BIOMUISCA, CENIPAE. Con la integración se logró el establecimiento de un sistema de calidad legalmente aceptado; el acceso a mercados internacionales de agricultura ecología por medio de la acreditación; la representación ante instituciones mundialmente reconocidas y el reconocimiento Latinoamericano como puntal para la certificación nacional (BIOLATINA, 2018). La certificadora cuenta con una variedad de programas: producción ecológica estatal: JAS, Canadá Organic, USDA Organic, UE; normas ecológicas privadas y voluntarias: BIOSUISSE, Soil Association Organic, Naturland, certificaciones específicas para café: C.A.F.E Practices, Bird Friendly, 4C; buenas prácticas agrícolas emisión de CO2: Global G.A.P, Stop Climate, Change, UTZ Certified; comercio justo y símbolo de pequeños productores (Ibíd.).

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2.10. Normas y procesos de certificación del café

En el occidente de Honduras existen diversas iniciativas de certificación. Los sellos más utilizados son, principalmente, “Orgánico USDA”, “4C” y “Fairtrade”. Sin embargo, en algunas fincas se ha podido observar sellos como “Rainforest Alliance”, “Biolatina” “UTZ”, “JAS”, entre otros. Los procedimientos para la certificación de una finca son diversos. Parten de la iniciativa del productor con sus procesos de organización y la voluntad de echar andar tal proyecto. La mayor parte de los procesos de certificación se basan en las “Normas para la Agricultura Sostenible” de la Red de Agricultura Sostenible (RAS). Estas normas son tomadas como base para sellos como el Rainforest Alliance, puesto que su cumplimiento es complejo y ello facilita la obtención de cualquier sello de certificación. La Norma cuenta con una estructura de cinco principios: Sistema eficaz de planteamiento y gestión; conservación de la biodiversidad; conservación de los recursos naturales; mejores medios de vida y bienestar humano; producción ganadera sostenible (RAS, 2017). A pesar de que existen todas estas iniciativas para tener en cuenta el cuidado del entorno y de la vida misma, los procesos de certificación aún son incipientes en el occidente de Honduras. La mayor parte de los productores están conscientes de sus beneficios, pero, una buena cantidad de ellos considera que no cuentan con el financiamiento disponible para iniciar tales procesos.

2.11. Institucionalidad y legislación en la economía política del café

La institucionalidad del café dio inicio en 1960 con la creación de la primera oficina del café por medio del Banco Nacional de Fomento (BANAFOM). El propósito de su creación fue fomentar y estudiar la caficultura nacional, además, dar seguimiento a los compromisos contraídos por Honduras con otros países del mundo. Actualmente, la caficultura está regida por dos instituciones y cuatro organizaciones gremiales. El Instituto Hondureño del Café (IHCAFÉ), el Fondo Cafetero Nacional (FCN), la Asociación Hondureña de Productores de Café (AHPROCAFE), Asociación Nacional de Caficultores de Honduras (ANACAFEH), Unión de Cooperativas de Servicios Agropecuarios Limitada (UNIOCCOP) y La Central de Cooperativas Cafetaleras de Honduras (CCCH). Juntas realizan, en la medida de sus posibilidades, aportes significativos en aspectos técnicos, financieros y organizativos para la actividad productiva del Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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café en el país. Algunos productores en la región occidental se han visto beneficiados con capacitaciones, acceso a semillas mejoradas y certificadas, asistencia técnica y otros aspectos enmarcados en la cadena productiva cafetalera. Sin embargo, falta mucho por hacer, dentro de las observaciones más constantes está el tema de la cobertura en cuanto a la asistencia técnica y al diseño de políticas públicas que beneficien directamente a las familias productoras.

2.11.1. Instituto Hondureño del Café

El Instituto Hondureño del Café (IHCAFÉ) fue creado mediante el Decreto Legislativo número 83 del 09 de diciembre de 1970 como una institución autónoma, con personería jurídica y patrimonio propio, con carácter nacional y de interés público, responsable de ejecutar la política cafetalera del país establecida por el Consejo Nacional del Café (IICA, 2005, Acuerdo CONACAFE, Nº 136 - 2015). Surgió como parte de la institucionalidad estatal para rectorar la política cafetalera nacional. Desde su creación, el Ihcafé se ha encargado de impulsar la producción, la comercialización y la asistencia técnica en uno de los sectores agrícolas que generan altos porcentajes de divisas para el país. Con el Decreto 213-2000 del año 2000 se creó el nuevo Instituto Hondureño del Café, como una entidad privada, sin fines de lucro y regulador de la caficultura nacional. Ajustado a la nueva realidad, el Ihcafé, definiría las nuevas políticas y organismos para dar respuesta, ágil y eficiente a las necesidades del sector cafetalero (Ibíd.). Desde entonces, esta institución ha emprendido proyectos en el área de investigación agrícola, especialmente para buscar alternativas de semillas que puedan ser más resistentes a las plagas. Los esfuerzos emprendidos dese hace varios años, desde la perspectiva de sus técnicos, ha contribuido para que hoy existan variedades de semillas mejor adaptadas a enfermedades del café. El Ihcafé recibe $1 por cada quintal de 46 kilogramos exportado.

2.11.2. Fondo Cafetero Nacional

El Fondo Cafetero Nacional (FCN) fue creado mediante el Decreto Legislativo 143-93 del 8 de septiembre de 1993. Su constitución fue reformada el 14 de mayo de 1999 según Decreto 5699, el cual lo convirtió en un organismo privado y con personería jurídica propia. Surgió Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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específicamente para dar mantenimiento a caminos en las zonas cafetaleras del país (IICA, 2005). De la misma forma, dentro de sus objetivos contempla la implementación de proyectos de inversión y desarrollo social en zonas cafetaleras, así como el apoyo a las organizaciones productoras de café. La inversión en la reparación y mantenimiento de la red vial de carreteras en 15 departamentos de Honduras en la cosecha 2016 - 2017 ascendió a 228 millones de lempiras, con una longitud de más de diez mil kilómetros. Del año 2007 al 2012 la inversión nacional ascendió a más de 600 millones de lempiras (FCN, 2018). Esto representa un beneficio a más de cien mil productores y de forma indirecta a más de un millón de personas (FCN, 2018). La estructura del Fondo Cafetero Nacional está integrada por AHPROCAFE, ANACAFEH, LA CENTRAL, UNIOCOOP, SAG, SOPTRAVI, la Secretaria de Finanzas y la Secretaría de Industria y Comercio quien ejerce la presidencia por ley. Su financiamiento depende de $1.75 por saco de 46 kilogramos exportado.

2.11.3. Consejo Nacional del Café

El Consejo Nacional del Café (CONACAFE) fue creado mediante el Decreto Legislativo 1452000 del 30 de octubre de 2000, con el objetivo primordial de formular, aprobar y evaluar la política cafetalera nacional y asesor a la Presidencia de la Republica en el rubro (IICA, 2005; Acuerdo CONACAFE, Nº 136 - 2015). En el Decreto Legislativo 297-2002, en su artículo 17, se instruye al Conacafé a:

Elaborar políticas y estrategias de corto, mediano y largo plazo para el desarrollo integral de la caficultura nacional en sus diferentes aspectos sociales, financieros, ambientales, económicos, de productividad y competitividad internacional, así como medidas para modernizar las instituciones del sector con el fin de hacerlas más eficientes para que cumplan con los objetivos de su creación de frente a las nuevas exigencias y demandas de la caficultura (Conacafé, 2003, p. 1).

Dentro de sus estrategias institucionales está la coordinación con el IHCAFÉ, el FCN y otras organizaciones, secretarías e instancias estatales para el fortalecimiento del sector cafetalero en el país. El Consejo Nacional del Café está integrado por un representante del Presiente de la República, un representante de cada organización gremial de productores, exportadores y Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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torrefactores, la Central de Cooperativas, Uniocoop, Secretaría de Finanzas, Secretaría de Agricultura y Ganadería y por la Secretaría de Industria y Comercio. Dentro de esta estructura también la integra con voz, pero sin voto el Gerente General del Ihcafé, el Secretario Técnico y el Director Ejecutivo del Fondo Cafetero (Conacafé, 2011, p. 12).

2.11.4. Asociación Hondureña de Productores de Café

La Asociación Hondureña de Productores de Café (AHPROCAFE), es una organización gremial sin fines de lucro. Fue fundada durante el Primer Congreso Cafetalero Nacional el 3 de agosto de 1967. Su objetivo ha sido coordinar acciones con el gobierno y otras instituciones para el mejoramiento de la caficultura (Ahprocafé, 2018). Cuenta con personería jurídica y patrimonio propio, su conformación la componen personas naturales, organizaciones de base, juntas departamentales, juntas rurales, y cooperativas cafetaleras, dedicadas a la producción y comercialización del grano. Su objetivo central es velar por la calidad de vida y la mejora de los índices de desarrollo de hombres y mujeres que se dedican a las actividades cafetaleras. De la misma forma, figuran dentro de sus objetivos la promoción empresarial, el fortalecimiento económico, social, ambiental y cultural de sus afiliados, representar los intereses de los productores, establecer mecanismos de coordinación y cooperación, fomentar la participación de la mujer, el liderazgo y la organización gremial, mejorar el desarrollo sostenible, entre otros (Ibíd.).

2.11.5. Asociación Nacional de Caficultores de Honduras

La Asociación Nacional de Caficultores de Honduras (ANACAFEH), surgió a través del acuerdo de personería jurídica reconocida por el Estado según resolución 60-87 del 29 de mayo de 1987, como una asociación con patrimonio propio, sin fines de lucro y de carácter gremial. Su cobertura comprende 12 departamentos, 175 juntas municipales, departamentales y una directiva nacional. Su misión está centrada en la defensa de los intereses gremiales de los productores y sus familias. Sus políticas institucionales contemplan la participación, implementación de políticas cafetaleras, sostenibilidad y competitividad, evitar la no discriminación de la mujer y el cumplimento de la normativa institucional (FCN, 2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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2.11.6. Central de Cooperativas Cafetaleras de Honduras

La Central de Cooperativas Cafetaleras de Honduras (CCCH), surgió en noviembre de 1997 y se constituyó como organización de segundo grado, agrupándose en ella cooperativas de 12 departamentos del país. En la actualidad representa alrededor de 3, 400 productores que viven en 11 departamentos del país. Dentro de sus líneas institucionales está contemplada la representación de la mujer. La misión de La Central es facilitar los mecanismos de exportación directa del café y contribuir a mejorar su calidad. El apoyo para los pequeños y medianos productores consiste en brindar asistencia para el proceso de producción, comercialización e industrialización del café (FCN, 2018). Desde su creación, La Central ha colaborado con la institucionalidad cafetalera para el fortalecimiento del sector, de la misma forma, ha construido en la redefinición de las policías públicas cafetaleras de Honduras, así como una serie de campañas promocionales y aspectos técnicos para el fortalecimiento de la caficultura nacional.

2.11.7. Unión de Cooperativas de Servicios Agropecuarios Limitada La Unión de Cooperativas se Servicios Agropecuarios Limitada (UNIOCOOP), es una organización que aglutina a 26 cooperativas de servicios agropecuarios distribuidas en el territorio nacional (FCN, 2018). UNIOCOOP, no solo brinda servicios agrícolas a la actividad cafetalera, sino que incluye servicios para la producción de granos básicos, hortalizas y vegetales, algodón, ganado bovino, aves y caña de azúcar. La caficultura representa su actividad principal, la asistencia brindada a sus afiliados consiste en propiciar el apoyo necesario para preparar y ejecutar los requerimientos de exportación del café desde las cooperativas.

2.11.8. Otras organizaciones gremiales

Dentro de los eslabones de la cadena productiva del café, existen otras organizaciones que promueven los intereses de sus miembros. Por ejemplo, los exportadores de café de Honduras están agrupados en la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (ADECAFEH). Esta es una organización gremial de carácter civil y sin fines de lucro. Surgió el 5 de septiembre de Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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1960, agrupa a exportadores registrados en el Ihcafé (IICA, 2005). Tiene como propósito representar a sus miembros ante organizaciones públicas y privadas. Su objetivo está centrado en contribuir al desarrollo de la caficultura hondureña y promover los intereses del sector exportador de café basados en principios de libre empresa y responsabilidad social. Las empresas torrefactoras están representadas por la Asociación de Tostadores de Café de Honduras (TOSCAFEH). En ella están aglutinadas empresas reconocidas como Café Indio, Café Maya, Café Oro, Café Rey, entre otros.

2.12. Legislación y política pública cafetalera de Honduras

La regulación de la actividad cafetalera en Honduras dio inicio el 5 de abril de 1955 emitiéndose el Decreto número 80 en el cual se estableció el impuesto de exportación al café (IICA, 2005). Durante los siguientes años, estas disposiciones fueron reformuladas. Con el Decreto 287 del 5 de diciembre de 1975 se estableció una nueva tarifa al impuesto de exportación del grano entre 10 y 20%, teniendo como propósito la recaudación de ingresos para financiar el gobierno central (Ibíd.). La política cafetalera junto con todas sus reformas, ha sido el rumbo trazado por el Estado para el sector cafetalero. El 30 de octubre de 1987, mediante el Decreto Legislativo número 175 - 87 se creó el Certificado de Exportación con un valor de diez lempiras. Una parte de ese certificado se trasladaba a las municipalidades para que ellos brindaran asistencia a caminos y carreteras. En el decreto se emitieron las disposiciones para beneficiar y exportar café, así como las conceptualizaciones en cuanto a los tipos de café producidos en el país.

En el Decreto 175-87 se estableció que para la exportación de café debían cumplir con requisitos exigidos a sociedades mercantiles, este fue reformado con el Decreto 89 - 88 del 22 de agosto de 1988 en su artículo 8, el cual permitió que los productores individuales, organizados y las cooperativas cafetaleras pudieran también exportar café 18.

18

En un grupo focal realizado en Lepaera, Lempira en agosto de 2018, algunos productores hicieron alusión al reglamento que existe para la comercialización del café. Ellos manifestaron que, “el problema que existe es que el reglamento no es una ley que obligue tanto al productor, como al intermediario y al exportador a cuidar la calidad del grano. En esta zona se puede ver cómo se descuida el café, porque se revuelve todo, o el productor realiza un mal beneficiado, también, no se compensa a quien hace bien su trabajo. Esa es la diferencia que debe existir entre un productor de café y un caficultor. El Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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El Decreto 175-87 fue derogado con el Decreto Legislativo 297-2002 del 5 de septiembre de 2002, el cual reformó disposiciones del Certificado de Exportación.

Con el Decreto 18-90, del 3 de marzo de 1990, se emite la ley de Ordenamiento Estructural de la Economía, se establece un Impuesto Temporal a la Ganancia Extraordinaria de Exportación, resultante de las medidas cambiarias que adoptara el Banco Central de Honduras, el cual afectaba el café (IICA, 2005, p. 39).

La recaudación de impuestos de exportación se ha modificado en varios decretos emitidos posteriormente, actualmente se retiene $13.25 por cada quintal exportado, de ellos, 9 dólares van a un fideicomiso el cual es devuelto al productor meses posteriores a la cosecha; 4.25 dólares es distribuido para el sostenimiento de la institucionalidad. El Fondo Cafetero Nacional recibe ($1.75), el Instituto Hondureño del Café ($1) y el resto ($1) es para honrar los compromisos de los préstamos adquiridos por el Gobierno para el sector cafetalero y ($0.50) para el sostenimiento de las organizaciones gremiales. Desde la perspectiva de los pequeños productores, esa carga impositiva representa un obstáculo para su proceso productivo, la tardanza en la devolución del fideicomiso es un freno para continuar con el ciclo productivo, sumado a ello, existe la inconformidad permanente porque el dinero no es devuelto con los intereses devengados.

El 29 de mayo de 1992 se emitió el Decreto No. 81-92 que contemplaba la Ley de Apoyo a la Caficultura Nacional, con ello se creó el “Bono para el Mantenimiento del Nivel de Productividad” el cual dictaba la premiación a la “Productividad del Caficultor”. El bono consistió en L 20 por cada quintal de fertilizante aplicado en la finca, este no debía superar los 200 quintales (La Gaceta Nº 0914, 1992). En el Decreto 81-92, se modificó el gravamen único a la exportación de café. El 21 de septiembre del mismo año, en vista de la caída de los precios internacionales de café, se emitió el Decreto No. 126-92 referente a la Ley de Emergencia de la Caficultura el cual contempló el apoyo de L 50.00 por cada quintal oro exportado. Con el Decreto No. 143-93 del 7 de septiembre de 1993, se creó la Ley para el Manejo de Retención caficultor debe estar formado con esa cultura de cuidado para el café y para el ambiente” (Castellón, E., Lepaera, Lempira, agosto de 2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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al Café de Exportación, Café de Consumo Interno y Creación del Fondo de Emergencia Cafetero (La Gaceta, 1993). Este decreto ha sido reformado varias veces, por ejemplo, Decreto No. 138-94 del 12 de octubre de 1994; Decreto No. 56-99 del 19 de abril de 1999. En el año 1995 se emitió la Ley de Protección a la Actividad Caficultora (Reformado con el Decreto 372016 del 14 de abril de 2016 para incluir la protección del cacao). Con el Decreto 199-95 el Congreso Nacional ordenó que aquellas tierras nacionales, ejidales o privadas que estuvieran produciendo café en pequeña o gran escala no podían ser afectadas o expropiadas para efectos de reforma agraria. Este decreto fue modificado el 14 de abril de 2016 mediante el Decreto Nº 37-2016 en el cual se incluyó la protección del cacao.

Con el Decreto Legislativo No. 84-99 del 18 de mayo de 1999 se ratificó nuevamente el apoyo al caficultor al emitirse la Ley de Apoyo Económico al Productor de Café. En la ley se contempló el apoyo financiero a los productores afectados por la tormenta tropical Mitch y los bajos precios en el mercado internacional. El apoyo financiero consistió en L 200.00 por cada quintal oro producido (La Gaceta Nº 2883, 1999). En vista de las dificultades económicas en el sector cafetalero ocasionadas por la baja en los precios internacionales y por los fenómenos naturales, el 25 de septiembre del año 2000, mediante el Decreto No. 123-2000 el Gobierno decidió buscar financiamiento por un monto de 370 millones para ser distribuidos en la actividad productiva del café. Con el Decreto Legislativo No. 213-2000 del 01 de noviembre de 2000, se reformó el Decreto No. 83-70 del 9 de diciembre de 1970 que contemplaba la Ley Orgánica del Instituto Hondureño del Café. Con el nuevo decreto se reestructuró el funcionamiento del Ihcafé para ejecutar las políticas y medidas aprobadas por el Consejo Nacional del Café, así como propiciar los servicios para transferir tecnología a los productores, beneficiadores, torrefactores, industriales y exportadores de café (La Gaceta Nº 29360, 2000).

El 3 de octubre del año 2000, mediante el Decreto Legislativo Nº 145-2000, se creó el Consejo Nacional del Café. En dicha ley se estableció que el Consejo sería el encargado de formular la política cafetalera del país y asesor al Presidente en asuntos relacionados con la industria del café (La Gaceta Nº 29333, 2000). Las funciones, estructura y otras disposiciones quedaron establecidas en el decreto. Para ejecutar la política cafetalera elaborada por el Consejo se reestructuró la Ley que creó al Instituto Hondureño del Café. Con el Decreto Nº 213-2000, se Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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reformaron varios artículos del Decreto Nº 83 del 9 de diciembre de 1970 que contenía la Ley Orgánica del Ihcafé, con el nuevo decreto se reconfiguró el funcionamiento de la institución y se puso de acuerdo con la nueva realidad de la caficultura nacional (La Gaceta Nº 29360, 2000). El Decreto Nº 213-2000 fue reinterpretado en su artículo 2, numeral 1 mediante el Decreto Nº 120-2001 del 24 de septiembre de 2001 relacionado con el patrimonio del Ihcafé (La Gaceta Nº 29589, 2001). En vista de los problemas financieros que ha atravesado el sector cafetalero, se han impulsado una serie de decretos para crear condiciones para fortalecer económicamente a este sector. Por ejemplo, con el Decreto Nº 124-2001 del 21 de agosto de 2001, por medio de la Secretaria de Estado en el Despacho de Finanzas, se autorizó al Ihcafé para apoyar a los productores económicamente para sus actividades cafetaleras.

En el año 2002 mediante el Decreto Legislativo Nº 297-2002 se aprobó un financiamiento al Ihcafé con fondos provenientes del Gobierno de China para fortalecer la caficultura nacional. En el decreto también se hizo referencia a la obligatoriedad del Certificado de Exportación con valor de $2.75 por cada saco de 46 kilogramos exportado. El Certificado entró en vigencia a partir del 01 de octubre del año 2002. El Decreto Nº 297-2002 del 4 de septiembre de 2002, en su artículo 18 declara lo siguiente:

Con excepción a las reformas de los Artículos 2 y 6 del Decreto No. 70-2001 de fecha 30 de mayo del 2001, reformado por el Decreto No. 124-2001 de fecha 21 de agosto del 2001, así como el Artículo 8 del primero y el Artículo 3 de este último, el presente Decreto deroga todos los demás artículos de los Decretos 124-2001 de fecha 21 de agosto del 2001. 70-2001 de fecha 30 de mayo del 2001, 123- 2000 de fecha 16 de agosto del 2000, 152-99 de fecha 12 de octubre de 1999, 84-99 de fecha 18 de mayo de 1999 y 175-87 de fecha 30 de octubre de 1987 (La Gaceta, 2002).

Con el Decreto Legislativo Nº 152-2003 del 17 de septiembre de 2003 se creó la Ley de Reactivación Financiera del Sector Productor de Café. Con la ley tuvo como finalidad apoyar a los productores con el alivio de sus deudas y obtención de nuevos créditos. Este decreto sufrió reformas con la emisión del Decreto Nº 56-2007 del 08 de mayo de 2007 (La Gaceta Nº 31343, 2007). Disposiciones acerca de la actividad de comercialización interna y externa del café fueron publicadas con el Decreto Nº 48-2005 publicado en el Diario Oficial la Gaceta del Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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26 de diciembre de 2005. De la misma forma, varios acuerdos acerca de la reactivación financiera del sector cafetalero fueron emitidas mediante el Decreto Legislativo Nº 143-2008 del 01 de octubre de 2008.

En 2011 surgieron una serie de disposiciones relacionadas con los pesos y medidas del café. Por ejemplo, en el Decreto Nº 182-2011 se hace referencia a que toda transacción de compra y venta de café en el territorio nacional se realizará mediante la utilización de las unidades de medidas correspondiente al Sistema Internacional de Medidas equivalente a 453.5924 gramos por libra y 2.2046224 libras por kilogramo, las cuales se utilizaran para transacciones comerciales. Todas las especificaciones técnicas de humedad, defectos, tara, calibración, rendimiento, descuentos y otros elementos de la comercialización quedan detallados en el reglamento de comercialización del Conacafé. En el Acuerdo Legislativo Nº 184-2011, en vista de la relevancia que representa el café para el país, se declaró el 01 de octubre de cada año como el “Día Nacional de la Caficultura”, en esta fecha con la coordinación del Ihcafé, se galardona al departamento o municipio más productivo, con el premio de la calidad y productividad. Mediante el Decreto Nº 185-2011 el Congreso Nacional autorizó al Ihcafé para que utilizara los fondos del Certificado de Exportación establecido en el Acuerdo Nº 297-2002 para amortizar sus deudas, capitalizar al Instituto de Previsión del Caficultor IPC, ejecutar programas de la mejora educativa en zonas cafetaleras y otros proyectos para beneficio del caficultor. Con el Acuerdo Nº 185-2011 se creó el Instituto de Previsión del Caficultor como un organismo privado, con personería jurídica y patrimonio propio, el cual servirá como un sistema de retiro y otros benéficos de seguridad social de los productores de café en Honduras (La Gaceta Nº 32792, 2012).

En 2015, el Conacafé propuso un nuevo reglamento para la actividad comercializadora del café en Honduras. El nuevo acuerdo vino a sustituir el Acuerdo Nº 48-2005 publicado en el Diario Oficial la Gaceta del 26 de diciembre de 2005. El Acuerdo Nº 136-2015, publicado en La Gaceta el 01 de julio de 2016, contempla todas las directrices para la comercialización del grano que realizan los agentes que intervienen en su cadena productiva: productor, intermediarios, exportadores, tostadores, bróker, empresas certificadoras y registro de fincas o grupos certificados. El acuerdo dicta, además, todas las disposiciones en cuanto a registro, Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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requisitos, licencias, comercialización interna y externa, supervisiones y sanciones relacionadas con la actividad comercializadora del café (La Gaceta Nº 34074, 2016). Mediante Acuerdo Ejecutivo Nº 070-2016 del 22 de diciembre de 2016, se suspendieron los artículos 95, 96 y 97 del Acuerdo Nº 136-2015 relacionados con el tránsito de café de otros países por el territorio nacional por considerárseles que no contribuyen con el fortalecimiento de la caficultura hondureña (La Gaceta Nº 34238, 2017). Esta disposición fue certificada por el Consejo Nacional del Café mediante Acuerdo CONACAFE S.O. No. 143-2017 del 7 de marzo de 2017 (La Gaceta Nº 34290, 2017).

Todas las leyes, decretos y acuerdos relacionados con la actividad de la caficultura en el país han venido a fortalecer uno de los sectores que se encuentra más estructurado en Honduras. sin embargo, a pesar de todas estas disposiciones y normativas los caficultores enfrentan un sinnúmero de problemas. Por ejemplo, sigue la permanente queja acerca de los pesos y medidas y las respectivas supervisiones por las instancias encargadas para tal efecto. Los procesos de intermediación siguen condicionando los precios y la productividad en el país. En términos de oferta y demanda de insumos y de la producción del café, los caficultores sienten un abandono de las instituciones y leyes que deberían protegerlos. Además, el registro que mantiene el Ihcafé sigue siendo incompleto, a pesar de estar contemplado en las normativas. La comercialización sigue estando concentrada en pocos empresarios lo que supone que la mayor parte de los beneficios se queda en pocas manos. La venta ilegal de café hacia otros países sigue siendo una preocupación y la venta sin los registros obligatorios es una constante en la mayor parte de los departamentos de Honduras.

2.13. La política cafetalera en Honduras

La formulación de la política cafetalera es obligación del Consejo Nacional del Café (Conacafé) y su ejecución está a cargo del Instituto Hondureño del Café. La política cafetalera vigente data del año 2003, en la cual se define la normativa, iniciativas, decisiones y acciones para el fortalecimiento de la caficultura nacional. La política cafetalera está enmarcada dentro de las atribuciones que le confiere la ley al Conacafé, creada mediante Decreto Nº 145-2000. El mandato de formular políticas cafetaleras de corto, mediano y largo plazo incluyen el Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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asesoramiento al Presidente de la Republica relacionado con el rubro. La política cafetalera debe incluir aspectos que incluyan lo social, económico, ambiental, productividad y competitividad internacional (Conacafé, 2003). El objetivo primordial de la política cafetalera de Honduras consiste en el “mejoramiento integral del nivel de vida de los actores de la cadena agroindustrial del café, en especial de los pequeños y medianos productores” (Ibíd., p. 3). Para ello, el Consejo Nacional del Café deberá emprender estrategias que procuren: 

Lograr una mayor productividad y diferenciación por calidad y costos en sus sistemas de producción primaria, y que a la vez sean compatibles con la conservación y uso sostenible de los recursos naturales renovables y del medioambiente en general.

Posibilitar una mayor articulación de la producción primaria con la agroindustrial, permitiendo así ampliar la base y el proceso tecnológico que contribuirán a generar una diversificación de productos con mayor valor agregado, logrando de esta manera mejor competitividad para llegar a nichos específicos de precios altos en el mercado internacional.

Crear las condiciones éticas y conductuales que permitan una participación justa y equitativa en la cadena de valor de la comercialización nacional e internacional del café entre todos los agentes productivos y económicos que están contribuyendo al desarrollo de la caficultura nacional.

Apoyar toda iniciativa nacional e internacional conducente a lograr un mayor reconocimiento mundial, en especial de los países desarrollados importadores de café, de la importancia de la caficultura en la mitigación de la pobreza rural, la conservación del medioambiente y mejoramiento de la calidad de vida, y de esta manera promover un mayor retorno vía precios a la producción exportable y a las externalidades positivas que aporta el café (Ibíd., p.3).

La política cafetalera de Honduras está sustentada en principios como la subsidiaridad, la equidad y la descentralización, la solidaridad y la competitividad. De la misma forma, la política formulada incluyó una serie de desafíos y oportunidades para la sostenibilidad de la cadena productiva del café, entre los cuales se destacan: 

Definir estrategias con los actores institucionales y locales para enfrentar el comportamiento cíclico de los precios internacionales del café.

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Fomento de la competitividad del café hondureño orientado al cambio de prácticas de procesamiento y comerciales del café.

Valoración y reconocimiento de la calidad vía precios del café por el mercado interno.

Organización empresarial efectiva y transparente de los actores, particularmente de los productores de café.

Permanente información de mercado interno y externo, con relacionamiento directo con los operadores de compra; y con los servicios de exportación.

Cumplimiento de normas de calidad, inocuidad y de mediciones de humedad en las transacciones del mercado interno (Conacafé, 2011, p. 5).

Dentro de las áreas prioritarias de la política cafetalera se incluyen cinco aspectos fundamentales: el desarrollo humano con reconocimiento de género; medio ambiente, recursos naturales y biodiversidad; innovación productiva y cambio tecnológico; diferenciación, valor agregado, comercialización y promoción; institucionalización de la caficultura y participación ciudadana (Conacafé, 2003, p. 3). El mandato de la política cafetalera incluye que toda la institucionalidad fortalezca el rubro mediante alianzas estratégicas y programas de cooperación recíproca horizontal. De la misma forma, es imprescindible la investigación para buscar alternativas ante plagas y enfermedades, así como nuevas variedades de café (Conacafé, 2003). Para ello, el Ihcafé, establecerá alianzas con otras dependencias del Estado como la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) y la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente) y todas organizaciones e instituciones alrededor de la caficultura.

La política cafetalera, a lo interno, contempla una serie de sub políticas que tienen que ver con políticas económicas y sociales, de financiamiento y de gestión de los recursos naturales y medioambiente; políticas de producción, innovación, y cambio tecnológico hacia la competitividad; políticas agroindustriales, comerciales y de relaciones internacionales, las cuales contemplan el beneficiado y la industrialización, así como la comercialización y promoción interna e internacional del café. A pesar de que la política cafetalera incluye diferentes aspectos para fortalecer uno de los sectores agrícolas más representativos del país, lo cierto es que, los retos y desafíos todavía son preocupantes dentro del sector cafetalero. La asistencia técnica institucional aún sigue siendo limitada, la tecnología y la promoción de Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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mercados para los pequeños productores es un desafío pendiente. Sin embargo, en algunos aspectos los productores han realizado un enorme esfuerzo por sobresalir en algunos de los eslabones de la cadena, por ejemplo, se destacan las iniciativas en cuanto a la organización, certificación de fincas y mejora de la calidad del café, producción de cafés especiales y diferenciados y el cuidado cada vez más consciente hacia la madre Tierra.

2.14. Las estadísticas de la cadena productiva del café en el mundo

El café representa la segunda mercancía más comercializada en el mundo después del petróleo. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, para la cosecha 20172018 la producción mundial será de 159.9 millones de sacos de 60 kg. De la misma forma, el consumo global alcanzará una cifra record de 158.5 millones de sacos (Nicholson, 2017). Durante los últimos diez años la producción mundial se ha incrementado en 3% y el consumo en un 2.5%. Los productores de café en el mundo se estiman en 25 millones ubicados en 55 países del Planeta, en una extensión mundial de 10.5 millones de hectáreas. El 85% de la producción mundial de café se produce en América Latina y el resto 10% en Asia y 5% en África (YARA, 2018).

Figura 11: Producción, consumo e inventarios mundiales de café

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Los principales países productores de café de los últimos años han sido Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia y Etiopia. En la cosecha 2016-2017 Honduras se ubicó en la quinta posición mundial, al desplazar a Etiopia e India. La Unión Europea es el principal importador de café en el mundo, seguido por Estados Unidos. De la producción mundial más del 60% corresponde a la variedad arábica y el resto a café robusta.

Figura 12: Países productores de café, estructura y consumo per cápita mundial de café

Fuente: Elaborado por CIMA, con datos de USDA-FAS

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El consumo per cápita del café se incrementa año con año. Alemania, Brasil, Italia y Francia figuran como los principales consumidores. Sin embargo, la volatilidad en los precios internacionales sigue siendo una preocupación para los productores en el mundo. De 2012 a 2017 la caída de los precios ha sido significativa, con repuntes en 2012 y 2014 y leves incrementos en algunos meses del año 2016. Para la cosecha 2017-2018, según USDA, prevé una disminución en la producción de Brasil, 40.5 millones de sacos comparado con 45.6 millones de sacos de la cosecha anterior (SAGARPA, 2017). Algunos problemas que enfrenta la producción mundial de café tiene que ver con plagas como la roya, broca y el cambio climático que condiciona la calidad del grano. La reducción en la producción de Brasil se compensa con el incremento de países como Vietnam, México, Indonesia, Colombia y Honduras.

2.15. Las estadísticas del café en el contexto Centroamericano

Los países centroamericanos han tenido relevancia en la producción de café de acuerdo con sus historias y épocas. Por ejemplo, Guatemala fue uno de los principales exportadores de café en Centroamérica. En la década del sesenta del siglo XX, Guatemala producía 235,444 hectáreas, mientras que Honduras producía 87, 927 hectáreas y Nicaragua 89, 202 (FAO, 2017). Entre 2010 y 2014 Honduras superó a Guatemala en cuanto a hectáreas producidas; 315,594 para Honduras y 250,726 para Guatemala, esto ha significado que unos países hayan mejorado sus niveles de exportación y otros se hayan estancado o disminuido como el caso salvadoreño. En la cosecha 2016-2017 Honduras ocupó el quinto lugar en el mundo y el primero en Centroamérica, incluyendo a México en los análisis estadísticos de los informes mundiales. La posición y la relevancia de Centroamérica en el mundo radica en las variaciones de productividad de otras potencias cafetaleras como Brasil y Vietnam.

Para la cosecha 2017-2018 Honduras se ha colocó como el principal exportador de café del mercado Centroamericano hacia el resto del mundo. Con menor cantidad exportada El Salvador y Costa Rica. En el caso salvadoreño la presión por el uso del uso ha condicionado la expansión cafetalera. Las migraciones son otro de los factores que han incidido en tal expansión. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Figura 13: Producción de café regional (miles de bolsas de 60 kg) 1990 - 2017

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Con el paso de las décadas, los países Centroamericanos han ocupado nuevas posiciones en el contexto mundial de producción de café. En 1961 Honduras ocupó la sexta posición y en 2014 se ubicó en la primera posición en Centroamérica. En 1961 El Salvador ocupaba la primera posición del área y en 2014 se ubicó en la sexta posición.

Figura 14: Ranquin de producción en Mesoamérica 1961 - 2014 6

6 5

6 5

4 4

5

4 3

3

2

2

3

2

1

1 1

0 Costa Rica

El Salvador

Guatemala

Honduras

1961

Nicaragua

México

2014

Fuente: Elaboración propia con datos de FAO/STAT, 2017

Las características en la cadena productiva del café en Centroamérica son similares en varios aspectos. Desde su implementación como mercancía de intercambio, el café ha tenido pocos avances en cuanto a su mecanización, por lo que, todo su proceso depende de la mano de obra intensiva y estacional. Sus tierras están a alturas que van desde los 600 a 2600 metros sobre el nivel del mar. En Centroamérica, generalmente el cultivo de café surgió de productores que anteriormente se dedicaban al cultivo de granos básicos. Honduras es el país que año con año ha aumentado su área cultivada, por lo que junto con Guatemala cuentan con el mayor número de productores de café. El rendimiento por manzana es mejor en Honduras y Nicaragua que en resto de los países Centroamericanos. Por razones históricas de grandes haciendas, la repartición de tierras para cultivo de café ha estado más concentrada en países como Nicaragua, Guatemala y El Salvador.

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Tabla 4: Distribución de la producción de café regional, por estrato de tenencia de la tierra del productor (hectáreas)

En Honduras, la mayor parte de los productores están en el estrato de 1 a 5 hectáreas con una participación del 47.8%; el porcentaje de productores con más de cien manzanas de café apenas es del 0.9% en comparación con 38.3% de Nicaragua. Una característica común entre los países Centroamericanos son las vicisitudes que enfrentan los productores en cuanto a la volatilidad de los precios internacionales del café, la mecanización y escases de mano de obra19. Figura 15: Evolución de los precios internacionales del café 2000 – 2017 (USD centavos/libra)

19

Si Honduras no formula una estrategia para afrontar el problema de la mano de obra en la caficultura, podría experimentar los mismos inconvenientes causados en países como El Salvador. Según los análisis de Flores (2017), las emigraciones han sido causadas, en parte, por los problemas de pobreza estructural y desigualdades sociales. además, otros factores son causados por la presión demográfica, las crisis económicas recurrentes, la poca generación y calidad del empleo, los desastres naturales cíclicos, las crisis políticas y la escalada de violencia en el territorio nacional. (p. 12) Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Los picos más altos de la subida del precio internacional del café para suaves y robustas fue en 2010 y 2011. Algunos factores de la subida internacional de precio se han debido a la baja producción en países como Brasil, por causas relacionadas con plagas, enfermedades y cambio climático (López, 2016). Según los datos de la Organización Internacional del Café (ICO), los precios promedios pagados al productor en los últimos siete años han sido mejores en Guatemala y Honduras; los precios más bajos pagados al productor han sido para Nicaragua (Fews Net – USAID, 2017). Sin embargo, el productor se ve enfrentado a una serie de obstáculos que van desde el alto costo de los insumos para la producción y los impuestos pagados a sus gobiernos e instituciones cafetaleras.

TABLA 5: PANORAMA CENTROAMERICANO 2016

COSTA RICA EL SALVADOR GUATEMALA

HONDURAS

NICARAGUA

Área plantada (ha)

84,133

141,000

305,000

324,000

126,000

Plantas (millones)

340

360

1350

1380

540

Alemania

Estados Unidos

Principal mercado Producción anual Productores

Estados Unidos Estados Unidos Estados Unidos incrementó

decreció

incrementó

incrementó

decreció

43,03520

22,39021

125,000

97,061

44,000

Fuente: Elaboración propia, con datos de USDA, 2016

2.15.1. Análisis diferenciado por país de la actividad cafetalera centroamericana En Guatemala, la actividad cafetalera proviene de un sector considerado como “oligárquico” por su concentración de riqueza y poder (Pérez y Samper, 1994, p. 10). La producción se ubica principalmente en Santa Rosa, Jalapa y Jutiapa, Guatemala, Sacatepéquez, Chimaltenango, Escuintla y Progreso. Generalmente, la mano de obra utilizada en la recolección del fruto en Guatemala proviene de las zonas de cultivos de subsistencia; la tradición ha sido el 20 21

Este dato corresponde al Instituto del Café de Costa Rica 2016 - 2017 Este dato corresponde al Consejo Salvadoreño del Café 2017

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endeudamiento con los grandes productores a cambio de la mano de obra. La disminución en la producción guatemalteca ha provocado la emigración de la mano de obra hacia Honduras y México. Las exportaciones de Guatemala durante la cosecha 2016 - 2017 fueron hacia Estados Unidos (38%), Japón (15%), Canadá (12%); otros destinos como Bélgica, Alemania, Italia y Asia (Anacaféh, 2018). A los productores de Guatemala se les retiene “el 1 por ciento del valor de la exportación de un quintal a cualquier país del mundo” (Fews Net – USAID, 2017, p. 6).

En El Salvador, el sector cafetalero proviene de una estructura conformada por grandes haciendas, por lo que, en los años sesenta del siglo XX tuvo su más alta productividad en el contexto mundial. Incluso, los terratenientes apoyados por el Estado recurrieron a la fuerza para “reclutar, moralizar y disciplinar” a los trabajadores, tanto estacionarios como temporales (Pérez y Samper, 1994, p. 197). Sin embargo, la producción de café poco a poco fue disminuyendo por diversos factores: guerra civil, zonas de bajíos, problemas de inseguridad, falta de mano de obra por emigración, presión por otros usos del suelo, el ingreso de remesas desde Estados Unidos y, en alguna medida, las políticas públicas del Estado. El café en El Salvador se produce en seis cordilleras: Alotepec, Metapán; El Bálsamo, Quezaltepec; Apaneca, Ilamatepec; Chichontepec; Tecapa, Chinameca y Cacahuatique. El café, en algunas zonas ha sido reemplazado por la producción de cacao y café robusta. En 1961 El Salvador produjo 122,500 toneladas, en 1980 se produjo 184,230 toneladas, a partir de esa fecha la producción fue declinando progresivamente, por lo que en 2014 únicamente se produjo 41,965 toneladas. El 50.8% de las fincas están ubicadas en tierras de bajíos, a menos de 800 metros sobre el nivel del mar (FAO-STAT, 2017).

En la cosecha 2014 - 2015 El Salvador reportó 485,675 sacos, lo cual equivale a US$ 155,295,495. Los datos de la cosecha 2016 - 2017, según el Consejo Salvadoreño del Café, reportaron 835,010 quintales, oro, uva. Los principales destinos del café salvadoreño durante la cosecha 2015 - 2016 y 2016 - 2017 fueron Estados Unidos 41.4% y 51.6% respectivamente; Japón 13.6% y 7.1%; Alemania 9% y 11.7% respectivamente; otros destinos son Reino Unido, Bélgica, Canadá, Italia, Corea, Jordania, Taiwán, Australia, Francia, entre otros (CSC, 2018). De acuerdo con los datos del Consejo Salvadoreño del Café, la producción desde la década del dos mil ha experimentado un significativo descenso. 2,406,098 quintales en la cosecha Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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2000 - 2001 a 784,740 quintales en la cosecha 2015 - 2016. Esto ha significado la pérdida de miles de empleos en el sector (CSC, 2018). Los datos de la institucionalidad reportan que el sector cafetalero en El Salvador aportó al PIB nacional en 2016 el 0.56% y el 4.7% como aporte del café al PIB agropecuario. La mayor concentración de productores de café se encuentra en la cordillera Apaneca – Ilamatepec, en el departamento de Santa Ana con 10,394 productores del total de 22, 390 registrados en el país. Actualmente, el área de producción en promedio se ubica en el rango de 0 – 5 manzanas, en el cual se registran 17, 358 productores. Los que cuentan con más de cien manzanas, según registros cafetaleros, son 439 productores (CSC, 2017). “El gobierno de El Salvador retiene USD 0.50 a los beneficios de café cuando los caficultores llegan a procesar su producción” (Fews Net – USAID, 2017, p. 6).

En Nicaragua el café se produce en las cordilleras de las regiones central, norte y noroccidente. En vista de la caída de su producción, la volatilidad de los precios internacionales y otros factores, la actividad cafetalera ha perdido una serie de oportunidades de empleo. En 2016 Nicaragua registró mejorías en cuanto a sus exportaciones de café, 402.3 millones de dólares comparados con 392.3 millones de 2015. El café representa uno de los principales rubros de exportación junto con la carne, oro y azúcar (Funides, 2017). Nicaragua ha sido de los países Centroamericanos menos afectamos por la enfermedad de la roya. “El limitado impacto de la roya en la producción global de Nicaragua obedece a que medianos y grandes productores están invirtiendo en la siembra de nuevas plantaciones” (Fews Net – USAID, 2017, p. 3). Otro de los factores es la inclusión de café robusta en zonas de baja altura. “En 2015, Nicaragua tenía en siembra 140,000 hectáreas de café. Para el mismo año, el Gobierno autorizó la siembra de unas 28,000 hectáreas adicionales con café robusta” (Ibíd.). La variedad robusta, prohibida en países como Honduras, posee altos rendimientos, bajos costos en su producción y mejor adaptación a condiciones ambientales por debajo de los 800 metros sobre el nivel del mar. Durante la cosecha 2014 - 2015 los principales destinos del café de Nicaragua fueron Estados Unidos (52%), Unión Europea (22%), Venezuela (10%). Otros países de relevancia son Noruega, Canadá, Taiwán, Japón y Australia.

En 2014 el café representó para Nicaragua el 23.25% del PIB agrícola y el 1.8% del PIB nacional (BCN, 2018). Esta actividad sostiene aproximadamente al 15% de la población Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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nacional y al 54% del sector agropecuario. En 2015 el café se ubicó como el segundo rubro más importante en la generación de divisas después de la carne de bovino (Ibíd.). Según los estratos de la tenencia de la tierra, en Nicaragua la mayor concentración está en productores de entre 20 a 100 hectáreas y mayores a 100 hectáreas. El promedio de productores es de aproximadamente 45,000. Según datos de la Organización Internacional del Café, Nicaragua junto con El Salvador son los países en los cuales se pagan los precios más bajos al caficultor (Fews Net – USAID, 2017, p. 5). El desplazamiento de personas durante la cosecha de café es también notorio en Nicaragua. Se estima que alrededor de 35,000 personas se desplazan hacia Costa Rica, recibiendo mejores retribuciones por su mano de obra que en su propio país. “La Dirección General de Ingresos (DGI) establece un impuesto del 1 por ciento sobre las ventas totales de exportación de café a todo el sector” (Fews Net – USAID, 2017, p. 6). La caficultura en Nicaragua presenta una serie de desafíos que van desde mejorar su posición en el ranquin Centroamericano, hasta mejorar sus políticas públicas e institucionalidad para fortalecer el sector.

Costa Rica, según los datos de la Organización Internacional del Comercio, ocupó la posición cuatro de acuerdo con la cantidad producida en la cosecha 2016 - 2017. En la cosecha 20172018 se observó una mejoría en cuanto al nivel productivo (OIC, 2018). El café en Costa Rica se produce en ocho zonas, principalmente en el Valle Central. Otras regiones son Tres Ríos, Turrialba, Brunca, Guanacaste, Tarrazú, Orosi y el Valle Occidental. El aporte del café a la economía nacional es de “un 8.45 por ciento al PIB Agrícola, un 6.04 por ciento al PIB Agropecuario y un 0.29 por ciento del PIB Nacional” (Icafé, 2017b, p. 37). Costa Rica es uno de los principales consumidores de café nacional, el segundo en Latinoamérica después de Brasil y el primero en Centroamérica por encima de Honduras y El Salvador. En 2016 en Costa Rica hubo un consumo de 5.14 kilogramos por habitante, comparado con 2.27 kilogramos por habitante para el mismo año en Honduras (Icafé, 2017, p. 17). En la cosecha 2016 - 2017 Costa Rica reportó a 43,035 productores. En 2016 se generó un poco más de 308.67 millones de dólares, lo cual representó el 3.11% del total de los ingresos por concepto de exportaciones (Icafé, 2017).

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El café en Costa Rica se produce cerca de ciudades como San José, Heredia, San Ramón y Cartago. Poco a poco, la mano de obra urbana para la recolección del fruto se ha reemplazado por mano de obra nicaragüense e indígena panameña. El café paga en Costa Rica el 1.5% del valor FOB de exportación. El impuesto pagado por el exportador no podrá ser transferido al productor. El 1% del impuesto se destina para el fortalecimiento del Instituto del Café de Costa Rica y el resto para realizar actividades de promoción, diversificación y desarrollo sostenible de la actividad cafetalera en el país (Ley Nº 2762, artículo 108). Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el área cultiva en Costa Rica es de aproximadamente 114,000 manzanas. El 100% del café producido en Costa Rica es “arábica”, especialmente de la variedad Caturra y Catuaí, las cuales producen cafés suaves. La producción de café robusta está prohibida desde 1989. La producción de café en Costa Rica se ubica entre los 800 y 1600 metros sobre el nivel del mar. El 92% de los productores tienen un promedio menor a cinco manzanas sembradas con café (44%). El 35% representa productores con más de 20 manzanas. Toda la industria del café está integrada por productores, beneficiadores, exportadores y torrefactores.

2.15.2. El reflejo de las estadísticas para Honduras

La actividad cafetalera en la región centroamericana nos indica que una cantidad considerable de hogares dependen de tal actividad. Para el caso hondureño, 40% de los hogares dependen del rubro; 38% en Guatemala, 12% en Nicaragua y 10% en El Salvador 22. La producción disminuyó en países como El Salvador y Guatemala producto de las enfermedades del café. Países como Honduras han tenido mayor resiliencia por sus condiciones climáticas y por sus variedades más resistentes a plagas y enfermedades. Las estadísticas centroamericanas del café reflejan historias. Demuestran cómo algunos países han ido perdiendo paulatinamente su participación en las exportaciones mundiales. Guatemala y El Salvador fueron considerados los principales exportadores de café hace seis décadas. Honduras desplazó a Guatemala en los últimos años. La disminución en las exportaciones mundiales de países como Guatemala y El Salvador obedece a diversos factores: el cambio climático, la concentración de la tierra, el constante desplazamiento de mano de obra local hacia Estados Unidos, la presión 22

Estos datos provienen del Informe Especial de América Central de Fews Net – USAID/PROMECAFE, 2017, p. 9

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demográfica, otros usos del suelo y las políticas cafetaleras de cada país, han sido elementos que han condicionado la cadena productiva del café 23.

Contrario a Honduras, en países como Guatemala la actividad cafetalera procede de un sector oligárquico. En el caso hondureño, los grupos de poder se concentraron en otras áreas económicas como la producción de banano, la ganadería, la minería, telecomunicaciones, energía, textiles y el sector financiero. Guatemala y Nicaragua concentran grandes cantidades de tierra en pocas manos; incluso, los productores que poseen entre 20 y 100 hectáreas son significativamente mayor en El Salvador (38.7%), Nicaragua (38.2%), Guatemala (31.1%), comparado con Honduras que representa el 8.4%. Esto demuestra el carácter más social que tiene la caficultura hondureña con el resto de los países del área 24. Las diferentes alturas en las cuales se cosecha el café en Honduras ha posibilitado una variedad de aromas y sabores. Esto obliga a realizar estudios más profundos acerca de la demanda de cafés especiales en función de los gustos y preferencias de consumidores nacionales e internacionales. Las estadísticas centroamericanas reflejan el problema de la mano de obra para la recolección del grano. Esto es más evidente en países como Honduras, Guatemala y Costa Rica. Hasta la fecha no existe una política pública que pueda solventar este problema del sector cafetalero hondureño. Una de las oportunidades de mercado que ha aprovechado Costa Rica es el consumo nacional de café. Es el principal consumidor en Centroamérica y el segundo en América Latina.

Honduras puede fomentar una mejor estrategia para que la población consuma café de alta calidad, con ello se promueve una cultura de consumo que significaría mejores beneficios sociales y mayores rendimientos para las familias productoras al buscar dar valor agregado a su producción. A continuación, se plasman algunas estadísticas de la caficultura hondureña, sin embargo, se necesitan mayores estudios que conduzcan al análisis no solo de datos numéricos, sino de variables cualitativas que conduzcan a una mejor comprensión de la caficultura nacional para el beneficio de más de 120, 000 familias hondureñas. 23

La expansión tardía y el repunte en la producción cafetalera en Honduras es uno de los factores del porqué ahora se ubica en las primeras posiciones de Centroamérica, lo cual abre un sinnúmero de oportunidades ante el mercado nacional e internacional. 24 Según los datos PROMECAFE, 2017, la concentración de la tierra para la producción de café es mayor en Nicaragua, Guatemala y El Salvador que en Honduras. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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2.16. Las estadísticas de la cadena productiva del café en Honduras

Honduras se convirtió en a partir de la cosecha 2016 - 2017 en el quinto productor de café en el mundo. El tercero en América Latina después de Brasil y Colombia y el primero en la región de Centroamérica. En Honduras se produce café del tipo arábica en variedades Catuaí, Caturra, Parainema, Lempira, IHCAFÉ 90, Typica, Bourbon, entre otras. Estas variedades impulsadas desde la década del sesenta del siglo XX han mejorado la productividad cafetalera en el país. La variedad Caturra surgió en 1962; Sarchi y Pacas en 1965; Catuaí en 1983; IHCAFÉ/90 en 1990 y la variedad Lempira en 1998 (Ponce, 2001, p. 25).

Figura 16: Regiones cafetaleras del país

Fuente: IHCAFÉ, 2018

El café se produce en 15 de los 18 departamentos; la producción está dividida en seis regiones: Copán, Opalaca, Montecillos, Comayagua, El Paraíso, Agalta. La región Copán comprende los departamentos de Copán, Ocotepeque, parte de Lempira, Cortés y Santa Bárbara 25. Las 25

La Región Copán del Ihcafé cuenta con 10 oficinas: Santa Rosa, Corquín, La Entrada, Santa Rita, Lepaera, Gracias, San Juan Intibucá, Nueva Ocotepeque, San Marcos, La Encarnación. La Región Copán, atiende a 23 municipios en Copán, 21 en Lempira, 16 en Ocotepeque, 3 en Intibucá y 2 en Santa Bárbara. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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alturas van desde los 1000 a 1500 msnm. La región Opalaca comprende los departamentos de Santa Bárbara, Intibucá y Lempira. La altura del cultivo está entre los 1100 y 1500 msnm. La región de Montecillos comprende a La Paz, Comayagua, Santa Bárbara e Intitula. La altura de producción está entre 1200 a 1600 msnm. La región de Comayagua comprende los departamentos de Comayagua y Francisco Morazán, las alturas van desde 1000 a 1500 msnm. La región de El Paraíso comprende a El Paraíso y parte de Choluteca y Olancho, con alturas entre los 1000 y 1400 msnm. La región Agalta comprende a Olancho y Yoro, con alturas que van desde 1000 a 1400 msnm.

Tabla 6: Cantidad de productores de café por departamento

Fuente: Ihcafé, cosecha 2015 – 2016

Para Honduras, el café se ha constituido en el principal producto agrícola de exportación, con cerca de US$ 1,500 millones en divisas. Aporta entre el 4 y 5% al PIB nacional y representa el 30% del PIB agrícola. El café genera aproximadamente un millón de empleos directos. En la cosecha 2016 – 2017 se produjo más de 9.5 millones de sacos de 46 kg. El café hondureño Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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se exporta a más de 55 países de destino (Ihcafé, 2018)26. El departamento de Agricultura de Estados Unidos registra a 120,000 productores de café en Honduras, sin embargo, los datos oficiales del Instituto Hondureño del Café de 2016 dan cuenta de aproximadamente 96,000 caficultores. Uno de los factores de la diferencia de datos se debe a que muchos productores no están registrados debidamente en el Ihcafé 27.

La mayor concentración de productores está en Comayagua, El Paraíso, Santa Bárbara y Lempira. Sin embargo, la producción en las cosechas 2014 – 2015 y 2015 – 2016 se concentró en los departamentos de Comayagua, El Paraíso, Copán, Lempira, Santa Bárbara y Ocotepeque. El occidente de Honduras genera alrededor del 30% de la producción nacional. Desde la década del setenta del siglo XX, las exportaciones hondureñas de café han tenido una tendencia alcista. En algunos años, han existido disminuciones producto de las enfermedades y plagas propias de la caficultura. Honduras ha tenido las mayores extensiones de café resistentes a la roya, sin embargo, año con año, nuevas razas de roya han surgido lo cual perjudica a variedades como Lempira que se han considerado resistentes a este tipo de enfermedades28.

26

La actividad cafetalera en Honduras se ha convertido en parte de la columna vertebral de su economía. Contrario a la tesis de Xabier Gorostiaga (1996) que el café era una “economía de postre”, ahora el café representa una alternativa de vida para miles de familias en el país. 27

Esta tesis propone la instalación de un “Observatorio de la Caficultura Regional”. Dentro del observatorio se contempla una plataforma virtual que pueda visibilizar de una mejor manera la caficultura en la región. Esta plataforma debe contar con el apoyo del Sistema Educativo Nacional, organizaciones y demás instituciones alrededor de la caficultura. Esto puede permitir una mejor promoción de la caficultura e ir creando, poco a poco, una culturización del café en cada región. Estos argumentos están ampliamente explicados en los capítulos finales de esta tesis y forman parte de la búsqueda de la legitimización institucional del café. 28

El control de plagas y enfermedades se ha convertido en uno de los principales problemas que han surgido en esta investigación. Son observaciones y preocupaciones que proceden desde las familias productoras. En ese sentido, existen prácticas culturales, etológicas y biológicas que condicionan el control de estas enfermedades. El manejo de trampas, el muestreo, la aplicación de químicos u otros mecanismos para mitigar los daños, es una tarea que tiene su propia dinámica dentro de la caficultura. En tal sentido, es necesario un mejor acercamiento de las familias productoras a las instituciones u otro tipo de organizaciones que brindan asistencia técnica. De la misma forma, la institucionalidad cafetalera deberá encontrar nuevos mecanismos para llegar a la mayor cantidad de productores, pues hasta la fecha, apenas se llega a la mitad de ellos por medio de las capacitaciones o días demostrativos. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Figura 17: Producción por departamento 2014 - 2015 y 2015 - 2016

Fuente: Ihcafé, 2018.

En abril de 2017 se observó la ruptura de la resistencia para la variedad Lempira, la cual representa el 65% del total de área sembrada en Honduras (Fews Net – USAID, 2017, p. 2). Desde la experiencia de los productores, la variedad “Catuaí” es un café ideal para la “Taza de la Excelencia” por su suavidad y otras propiedades. Sin embargo, es un café muy susceptible a la roya29.

29

La calidad no siempre depende de la altura o de la variedad del café. Hay prácticas que condicionan esa calidad. Por ejemplo, el manejo y procesamiento pos cosecha (Varangis, et. al., 2002). Según los técnicos del Ihcafé (2018), el productor hace cortes generalizados, no aparta el grano verde, no realiza cortes de primera, segunda y tercera. Hace mal uso de los canales de correteo. Estas prácticas se deben a que en el proceso de comercialización local la calidad no importa, puesto que el intermediario revuelve todo el café que recibe, porque su afán es vender cantidad y no calidad. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Figura 18: Exportaciones históricas de café en Honduras de la última década

Fuente: Ihcafé, 2018

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Los principales destinos del café de Honduras son hacia la Unión Europea y Estados Unidos. Durante la cosecha 2015 – 2016 Europa compró el 62.3% del total del café exportado (Ihcafé, 2016). Dentro de los países europeos, los compradores del café son Alemania, Bélgica e Italia. Durante esa cosecha Estados Unidos compró el 29% del total exportado. Otros países de relevancia para las exportaciones hondureñas son México, Canadá, Corea, Japón, Costa Rica, El Salvador, entre otros.

Figura 19: Destino de las exportaciones de café hondureño (Cosecha 2015-2016)

Fuente: IHCAFÉ, 2017

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Durante las últimas cosechas, Honduras ha experimentado un crecimiento de cafés diferenciados. El mercado de cafés diferenciado comprende la producción de café certificado, café especial o gourmet o una combinación de los anteriores (Ihcafé, 2017). Un café certificado es aquella producción que ha tomado en cuenta una serie de criterios respaldado y supervisado por firmas certificadoras. Algunos de los sellos de certificación se han mencionado en este estudio. Un café especial es aquel que conserva una consistencia y armonía en sus características físicas; es decir, la forma, el tamaño, la humedad, la apariencia y los pocos defectos. Características sensoriales como olfativas, visuales y gustativas. Además de las prácticas en la recolección, lavado y secado. El café especial incluye, además, ciertas características a la hora de tostar, moler y preparar el café (Ihcafé, 2017, p.15).

Figura 20: Principales países compradores de café diferenciado (Cosecha 2015-2016)

Fuente: IHCAFÉ, 2017

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Las exportaciones de café diferenciado en sacos de 46 kilogramos durante la cosecha 2015 – 2016 fue de 1,283,333.29 de los cuales el 31.20% se exportó bajo el sello Fairtrade/Orgánico, principalmente hacia Alemania, Estados Unidos y Bélgica. Las ventas del café hondureño están concentradas en diez empresas exportadoras (Ihcafé, 2017). La producción nacional de café ha experimentado en algunos años bajas y alzas, dependiendo de factores como el clima, las enfermedades y plagas, así, los productores se ven beneficiados o perjudicados con el rubro. La cosecha 2016 – 2017 tuvo un incremento del 41.85% con respecto a la cosecha anterior. De 6.7 millones de sacos de 46 kilogramos pasó a 9.5 millones. Para la cosecha 2017 – 2018 el incremento en la producción fue del 10% con respecto a la cosecha anterior.

Fuente: IHCAFÉ, 2018

Europa es el principal socio comercial para las exportaciones de café hondureño seguido de América del Norte. Los primeros datos estadísticos disponibles para la cosecha 2017 – 2018 señalan la exportación de tres millones de sacos. Los destinos de la actual cosecha siguen Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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siendo Alemania, Bélgica y Estados Unidos. Otros países compradores han sido Francia, Italia, Reino Unido y Corea. El Instituto Hondureño del Café prevé que 2018 superará los diez millones de sacos exportados. Los precios durante la cosecha 2017 – 2018 no han sido favorables para la cadena productiva del café. La disminución en el precio pagado al productor ha sido preocupante. Esto repercute en las labores de reinversión en las fincas del occidente de Honduras, por lo que representa un reto para el sector cafetalero. Una de las estrategias que han emprendido varias cooperativas y beneficios exportadores es mejorar la calidad en la producción del café y competir en un mercado cada vez más exigente.

La calidad es uno de los desafíos que ha enfrentado el productor de café. Quienes buscan competir en el mercado de cafés diferenciados han tenido que realizar esfuerzos para convertir fincas de café convencional a fincas certificadas. Algunos productores han competido en el concurso de “Taza de Excelencia”. Con ello han logrado colocar lotes de café a mejores precios en el contexto internacional. Sin embargo, un productor no siempre conserva en su café todas las propiedades para mantenerse en los mejores puestos por su calidad del grano. Esto presenta diversas variaciones en función de una serie de factores internos y externos de la finca. En 2017 este premio fue otorgado a don Oscar Daniel Ramírez Valerio, productor de Danlí, El Paraíso y en 2016 le correspondió a Marysabel Caballero de Chinacla, La Paz. Tabla 7: Ganadores concurso "Taza de Excelencia" Honduras 2004-2017

Fuente: IHCAFÉ, 2018

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Las cifras y las estadísticas son evidentes al mostrar una progresiva producción de café durante las últimas cuatro décadas. Esto evidencia que el café representa una alternativa para la generación de divisas al país, por otro lado, muestra que todo caficultor, en alguna medida, recibe beneficios al participar de esta actividad. Sin embargo, las estadísticas no siempre conllevan a pensar que por ello las familias productoras de café han logrado superar todos sus obstáculos, mejorar sus indicadores de bienestar y contribuir al desarrollo humano de la región. La caficultura se complementa con otras posibilidades dentro de la actividad agrícola, en la mayoría de las ocasiones, las ganancias son reinvertidas en el mismo proceso productivo, agregar una parcela más o tener la alternativa de invertir en otros productos que generen ingresos al interior de los hogares. Esto induce a pensar que el pequeño productor deberá hacer intentos por mejorar sus procesos de diversificación y, en la medida de lo posible, buscar estrategias que acorten la cadena productiva. Por tanto, analizar las estadísticas como simple representaciones de logros positivos nos pueden llevan a pensar que existe una percepción de bienestar colectivo. Generalmente, el productor carga con todos esfuerzos para hacer posible esta actividad; se siente excluido y percibe que sostiene con sus esfuerzos a otros, especialmente a la institucionalidad. Arturo Escobar (2007), plantea que “las estadísticas cuentan historias. Son tecnorepresentaciones dotadas de complejas historias culturales y políticas” (p. 357). Dentro del discurso político, la caficultura en Honduras se presenta como un logro gubernamental e institucional dentro de las estrategias de desarrollo. Las gráficas muestran cómo el país ha ido escalando en mejores posiciones dentro del ranquin internacional. Las cifras en ese contexto son objeto de halagos y de pensar que se están haciendo bien las cosas. Las historias culturales dicen otra cosa. Son datos que no salen a luz pública o, en el peor de los casos, son estudios no realizados. Poco se cuantifica el esfuerzo realizado por el productor al utilizar su propia fuerza de trabajo para sacar la producción, poco se cuantifica acerca de las dificultades para conseguir mano de obra para la recolección del fruto; esto conlleva a la imperiosa necesidad de importar mano de obra de países vecinos. Poco se miden los daños causados al ambiente y poco se habla del trabajo de deberían realizar las Unidades Municipales Ambientales para su protección.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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La caficultura implica “descombrar” bosques, esto conduce a ahuyentar aves que han construido dentro de la finca su hábitat. En la mayoría de los casos, el caficultor se ve en esa obligación por cuestiones de rendimiento, porque las políticas del Estado poco o nada contribuyen a retribuir esos esfuerzos de protección ambiental. Las zonas de laderas son propias para el derrame de aguas mieles y contaminación de ríos y quebradas. Las inversiones para evitar estos derrames son cuantiosas y al hacerlo, salen de los ingresos que recibe el productor y no de un fondo especial aportado por el Gobierno o la institucionalidad. Las leyes relacionadas con el ambiente y la caficultura no definen los límites para la producción. Desde hace más de cien años, el objetivo de la política pública ha sido incrementar la producción y motivar a los productores para sumar áreas con café. Esto, inevitablemente condujo a traspasar las fronteras agrícolas en el país. Hoy los procesos de certificación se acercan a mejores cuidados del ambiente, sin embargo, esto no es halagador para cientos de productores por lo cuantioso y riguroso que resulta el proceso. Para la institucionalidad, las organizaciones de productores y todas las cooperativas surgidas en los últimos años, tienen un reto pendiente y es cómo retribuir de una mejor forma los esfuerzos que se realizan desde la base productiva.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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CAPÍTULO III

“Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de los que enseñas” José Ortega y Gasset Filósofo y ensayista español, 1883 – 1955

CONSTRUCCIÓN METODOLÓGICA DE LA INVESTIGACIÓN

3.1.

Marco metodológico

El estudio aquí planteado ha intentado comprender una realidad desde una perspectiva principalmente cualitativa. Es una aproximación a la realidad en la que viven las familias productoras de café en el occidente de Honduras, a través de esta metodología se ha intentado, más que explicar, es comprender cómo construyen sus significados y prácticas de sus propias vidas. Es una relación dialógica de intercambio y reciprocidad. En esa comprensión de sus realidades, se combinan varios métodos que se entrelazan unos con otros. El método interpretativo/hermenéutico, con ello se buscó interiorizar en el pensamiento y en las percepciones de las pequeñas familias productoras de café. El método etnográfico, sirvió durante la convivencia con las familias productoras. El “método histórico”, sirvió para el análisis del fenómeno a través del tiempo. El “método comparativo”, permitió abordar la realidad cultural, la territorialidad y espacio. El “método crítico”, contribuyó para la búsqueda de otros caminos que permitieron comprender la realidad para juzgarla y transformarla (Beltrán, 1985).

Esta propuesta, en su alcance cualitativo, se basó en las percepciones de los sujetos participantes, en el reconocimiento de sus aportes, en el reconocimiento del otro, portadores de valores, normas y sentimientos. La realidad estudiada se basó en la heterogeneidad, por cuanto, no se trató de buscar una sola verdad, sino múltiples verdades particulares y Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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construidas a lo largo de la historia. Esa heterogeneidad ha afirmado el hecho de que la realidad no existe independientemente de nuestra percepción, por lo tanto, si la realidad fuera objetiva tendríamos respuestas únicas para la explicación de los fenómenos, es por ello, que esta tesis planteó la realidad surgida a partir de las verdades desde las familias productoras y de todos los agentes que intervienen en la economía política del café y en el desarrollo humano de la región occidental. Al enfocarse este estudio en el occidente de Honduras, el proceso de investigación se convirtió en cultural y condicionado por el contexto material e histórico (De Souza, 2008); es muy probable que en otro contexto las premisas, significaciones y discusiones aquí vertidas pudieran tener realidades distintas. En ese sentido, esta investigación es profundamente humana, más que conocer, es reconocer las contribuciones de la economía política del café en el desarrollo humano de la región.

En su fase (cuantitativa), el alcance de la investigación propuesto fue descriptivo, puesto que se buscó identificar las propiedades y características de la cadena productiva del café, intentando analizar cómo se manifestaron las contribuciones de la caficultura al desarrollo humano de las familias. Por medio de la aplicación de instrumentos de recogida de datos, se analizó la frecuencia numérica en función de las respuestas que los consultados tuvieron acerca de las dimensiones del desarrollo y de la caficultura estudiadas. Sampieri (2006, 2014) habla de la posibilidad de traducir a un lenguaje numérico la frecuencia de las categorías que emergen de los cuestionarios, encuestas y entrevistas, especialmente cuando las preguntas son abiertas. El establecimiento de una muestra, según los datos disponibles y oficiales, reforzó la fase cuantitativa de la investigación.

3.2.

Fundamentos metodológicos de la investigación

Esta tesis está sustentada metodológicamente en los aportes de varios académicos que han plasmado sus ideas en las investigaciones cualitativas. Se destacan los aportes de Anselm Strauss y Juliet Corbin con “Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada”. Se utilizaron los aportes para el análisis numérico de “Metodología de Investigación” de Roberto Hernández Sampieri, Carlos Fernández Collado y Pilar Baptista Lucio. Para propósitos de esta tesis se utilizó el software ATLAS. ti. Versión Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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7.5.4; en tal sentido, fue importante el aporte de Clemente Penalva Verdú, Antonio Alaminos Chicas, Francisco José Francés y Oscar Antonio Santacreu con su texto “La investigación cualitativa: técnicas de investigación y análisis con Atlas. ti”. Con ellos y otros aportes se han planteado los hallazgos que provienen desde la percepción de las familias productoras de café y de los gestores del desarrollo en el occidente de Honduras. En esa lógica intersubjetiva nos aproximamos a la realidad que viven las familias productoras, sus problemas y retos dentro de la cadena productiva del café y sus percepciones acerca de la idea del desarrollo. Ha sido comprender sus vidas desde la vida misma.

3.3.

Supuestos teóricos de la tesis

3.3.1. Enfoque cualitativo

Dada las aproximaciones al tema de estudio en función de la literatura y de algunas conversaciones previas con instituciones y familias productoras de café, se establecieron algunas ideas a manera de supuestos teóricos en la presente investigación. Es notorio, según la información preliminar y hallazgos de campo que la caficultura no está solventando todas las necesidades básicas de la población, las cuales pueden expresarse en salud, educación, aprovechamiento ambiental, entre otros. En parte se debe a la desigualdad que existe en términos de la cadena productiva del café. Por otro lado, los enfoques con los cuales se promueve la caficultura siguen apegados a una racionalidad económica y desarrollista. El fin es promover la caficultura hacia el mercado externo y no en el contexto local, regional o nacional. Las intervenciones que se realizan para fortalecer este rubro siguen teniendo un carácter vertical y determinista, sumado a ello la escasa asistencia técnica y financiera que se brinda hacia este sector. Con estos escenarios, se puede suponer teóricamente que la caficultura difícilmente contribuirá a mejorar el desarrollo humano de las familias productoras de café, puesto que sus beneficios solventan solo una parte de las múltiples necesidades a las que se enfrentan.

Otra de las premisas o supuestos teóricos es que sus prácticas siguen apegadas a formas tradicionales de producción. Por otra parte, las políticas públicas no están diseñadas Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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necesariamente para apoyar significativamente el esfuerzo que hacen los pequeños productores. En función de la información recogida en el campo, se ha podido observar la poca coordinación institucional que existe alrededor de la caficultura. Cada institución interesada busca, de manera particular, intervenir en los procesos de desarrollo y de la caficultura, sin tomar en cuenta las acciones que se han realizado previamente. Esto tampoco significa que no existan iniciativas, de hecho, el Ihcafé tiene un convenio con la UNAH dentro del cual se llevan a cabo diversos procesos en formación y capacitación. A pesar de ello, los esfuerzos de coordinación no son suficientes para aprovechar el potencial que está alrededor de la caficultura. Por ejemplo, existen iniciativas de emprendimiento interesantes en toda la región, sin embargo, estas iniciativas no necesariamente son replicadas por otros productores, lo que supone, que los esfuerzos emprendidos no son aprovechados por otros actores clave en este proceso.

3.3.2. Enfoque numérico (a manera de pronóstico)

El desarrollo humano de las familias productoras expresado principalmente en salud, educación,

ambiente,

procesos

organizativos

y

economía

familiar

podrá

mejorar

significativamente si se implementa un nuevo paradigma para la gestión e intervención en la economía política del café y el desarrollo humano en la región occidental de Honduras.

3.4.

Las primeras aproximaciones al tema de estudio

Mis primeras aproximaciones al estudio las inicié en 2014 cuando comencé a estudiar los significados acerca del desarrollo en el occidente de Honduras. Durante 2014 y 2015 mis esfuerzos de investigación se basaron en la comprensión de las concepciones, significados y todo el entramado de relaciones que están alrededor de las intervenciones desarrollistas. Este estudio abarcó un sinnúmero de entrevistas con actores clave. Desde académicos, técnicos y directores de organizaciones no gubernamentales, investigadores, gestores culturales y de la educación superior, hasta líderes y directores de organizaciones en comunidades lenca y chortí en el occidente de Honduras. A partir de 2016, 2017 y parte de 2018 comencé con el estudio de la variable caficultura. Para tal efecto, realicé un considerable número de entrevistas con diferentes actores: familias productoras, técnicos de instituciones, directores de la Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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institucionalidad cafetalera, directores de cooperativas, mujeres líderes con iniciativas emprendedoras en caficultura, expertos académicos, investigadores en el área de la caficultura, entre otros.

3.5.

Revisión bibliográfica de las variables desarrollo y caficultura

Durante varios meses se procedió a realizar una búsqueda exhaustiva del desarrollo y de la economía del café. Dentro del desarrollo, desde sus orígenes, ha existido una amplia diversificación de concepciones que se han adaptado a lo largo de las últimas siete décadas. Las primeras concepciones como tal surgieron en 1899 cuando Lenin escribió acerca del “Desarrollo del capitalismo en Rusia”, de la misma forma, Schumpeter publicó en 1911 su “Teoría del Desarrollo Económico” (De Souza, 2009). Los fundamentos del desarrollo utilizados actualmente surgieron a partir de la Segunda Guerra Mundial los cuales están expuestos a lo largo de esta tesis. De igual manera, dentro de la economía política del café se recopiló toda la información pertinente para sustentar el trabajo, principalmente datos estadísticos que provienen del Instituto Hondureño del Café (IHCAFE) 30. Las conversaciones realizadas durante el primer trimestre de 2016 con familias productoras de café, fueron importantes para comprender el tema y buscar algunas categorías de análisis que pudieran plasmarse en los instrumentos de recolección de información.

Dentro de esos primeros acercamientos para comprender la economía del café realizamos varias visitas a fincas de pequeños productores durante la temporada de corte. Allí, se tuvo la oportunidad de dialogar con los cortadores y sus familias. Se visitaron varias fincas con procesos de certificación para conocer su dinámica de trabajo. De la misma forma, se realizaron visitas a directivos y técnicos relacionados directamente con la cadena productiva del café. Las visitas a intermediarios o “compradores” de café fue muy importante para analizar sus prácticas de trabajo. Estos compradores o intermediarios a raíz de su experiencia han logrado conformar empresas asociativas que ahora buscan dar valor agregado a la producción de café. Estas conversaciones permitieron definir una serie de preguntas y categorías de 30

Los informes que predominan acerca de la economía del café son básicamente técnicos o basados en datos estadísticos. No se encontraron investigaciones cualitativas que trasciendan las estadísticas. Esto representa una oportunidad de investigación para las universidades con presencia en la región occidental de Honduras. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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análisis que se plasmaron inicialmente en un cuestionario para aplicarse como prueba piloto dentro de los municipios con mayor producción de café en los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira. Para efectos de la investigación se escogieron cinco municipios por departamento.

Cuadro 3: Municipios con mayor producción de café por departamento MUNICIPIOS CON MAYOR CANTIDAD DE PRODUCTORES POR DEPARTAMENTO COPÁN  Corquín  Florida  Santa Rita  San Pedro  Cucuyagua LEMPIRA

    

La Iguala Lepaera La Unión Gracias San Rafael

OCOTEPEQUE

    

San Marcos Sensenti La Labor San Francisco del Valle Mercedes

Fuente: IHCAFE, cosecha 2008 - 2009

La prueba piloto fue aplicada para poder extraer el error de la muestra en su fase numérica y para poder conocer la validez del instrumento mediante el análisis del coeficiente Alfa de Cronbach en el software SPSS. En los análisis del coeficiente Alfa de Cronbach se consideraron únicamente aquellas preguntas dicotómicas. Sin embargo, el instrumento contempló una serie de preguntas politómicas para propósitos del estudio.

3.6.

Categorías de análisis de la investigación

La investigación contempló cuatro familias de categorías centrales de análisis, dentro de cada una se incluyeron una serie de subcategorías. En el software de Atlas. ti. Las categorías centrales formaron las “familias de códigos” y las subcategorías corresponden a los “códigos” Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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que se sustentan en treinta entrevistas con productores de café de los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira.

Cuadro 4: Categorías de análisis CATEGORÍAS (FAMILIAS)

SUB CATEGORÍAS (CÓDIGOS)

CATEGORÍA CENTRAL La economía política del café y el desarrollo humano en la región occidental de Honduras Monocultura del café

1. Qué es el café 2. Visión del mundo 3. Las monoculturas del desarrollo que condicionan la cadena productiva del café 4. Desplazamiento de otros cultivos por la producción de café

Caficultura y desarrollo humano

1. Adquisición de la finca 2. Bienestar económico familiar 3. El bienestar social que se manifiesta en salud, educación, nutrición de las familias productoras de café 4. La Familia 5. La perspectiva de género en la caficultura regional 6. Formas de empobrecimiento que condicionan el desarrollo humano en la región occidental de Honduras 7. La caficultura como medio para impulsar el desarrollo humano en la región occidental de Honduras 8. Los factores que condicionan el desempeño de la caficultura en la región occidental

Organización e institucionalidad

1. El financiamiento y la asistencia técnica en la caficultura de la región occidental de Honduras

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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2. Las políticas públicas relacionadas con la cadena productiva del café 3. Los procesos de organización como medio para mejorar la cadena productiva del café 4. Retos de la caficultura en la región occidental de Honduras 5. Relaciones de coordinación interinstitucional Caficultura y ambiente

1. Riesgos ambientales derivados de la producción de café 2. La calidad del café 3. Los cafés diferenciados pueden crear mejores condiciones de vida para las familias productoras 4. Las fincas de café pueden aprovechar el potencial de los servicios ecosistémicos o ambientales que ofrece la región

Fuente: Elaboración propia

El hecho de haber escogido treinta entrevistas fue para el manejo del programa Atlas. ti., sin embargo, la cantidad de entrevistas durante el proceso de investigación trasciende ese dato. Tanto los cuestionaros aplicados como las entrevistas a profundidad recogen información desde la percepción de las familias productoras de café para analizar los aportes de la caficultura al desarrollo humano. Por ejemplo, en la dimensión socioeconómica las preguntas van orientadas si la producción del café ha logrado solventar sus necesidades básicas. El apoyo recibido en cuanto a financiamiento y asistencia técnica, valoraciones de las instituciones relacionadas con el café, los riesgos y cuidados ambientales y la monocultura que subyace en la economía del café al dedicar mayormente sus quehaceres a un solo rubro productivo. Algunas de las preguntas están contempladas en el cuestionario y en la entrevista a profundidad, esto nos permitió validar la información y ha servido para triangular los datos recopilados.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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3.7.

Sujetos participantes en el estudio

Los actores relevantes que se consideraron para esta investigación son, en primer lugar, las familias productoras de café de la región occidental de Honduras. En segundo lugar, todos aquellos actores que intervienen en los procesos de gestión del desarrollo humano y especialmente en la economía política del café: directores y técnicos de diferentes organizaciones no gubernamentales relacionados con procesos de desarrollo o con la economía del café, Gobierno local, cooperativas o asociaciones de café, fundaciones o instituciones públicas y privadas de café y sectores académicos. Para la construcción teórica la investigación se basó en la “teoría fundamentada”, esto permitió visibilizar los conceptos, significados y categorías desde la economía política del café. Se hizo una selección previa de caficultores en diferentes municipios de los departamentos estudiados, estos productores a su vez nos llevaron a otros actores clave. Los técnicos del Ihcafé fueron clave para contactar a familias productoras en el occidente de Honduras. En la medida que se fue incorporando la información de las entrevistas en el software Atlas. ti., se fueron viendo las coincidencias y la saturación de los datos.

El perfil o características que se buscaron para las entrevistas con familias productoras fueron aquellas que han logrado participar en días de campo que ofrece el Ihcafé, aquellas familias que nunca han recibido un apoyo técnico; caficultores que han mejorado sus procesos de beneficiado; experiencias de cuidado del ambiente y uso de métodos alternativos; familias productoras que no cuentan con ningún sistema para el control de aguas miles y pulpa de café; familias con iniciativas emprendedoras para dar valor agregado al café; productores que han tenido la oportunidad de estudiar en universidades; productores con experiencia en procesos de organización cafetalera. Productores socios de cooperativas cafetaleras; productores que se dedican a la intermediación o compra – venta de café; familias productoras que cuentan con fincas certificadas y familias que producen café convencional. Familias productoras con experiencias en el aprovechamiento de los subproductos del café. Productores con experiencia en procesos de exportación directa; grupo de mujeres productoras organizadas; caficultores con experiencia en diversificación productiva; familias productoras que han abandonado los procesos de certificación de su finca. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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3.8.

Instrumentos de la investigación

Con base a los planteamientos de estudios cualitativos los instrumentos de recopilación de información primaria se han organizado en: instrumentos de recogida de información; instrumentos de organización de la información e instrumentos de análisis de la información recopilada.

3.9.

Instrumentos de recogida de información

Los datos recopilados en esta tesis provienen de entrevistas con preguntas abiertas. En cada una de las entrevistas, como lo señalan Strauss y Corbin (2002), fue necesario tener la habilidad de escuchar las palabras de los entrevistados, esa sensibilidad permitió establecer conexiones sólidas entre lo que antes se conocía del fenómeno y lo que ahora emerge. Las observaciones fueron realizadas en diferentes momentos; en las visitas a fincas cafetaleras y en los días de campo que realiza el Ihcafé en cada uno de los departamentos. Se realizó una exhaustiva búsqueda de información documental; planes de desarrollo, informes estadísticos del café, estrategias de reducción de pobreza, leyes, políticas públicas, planes de inversión, entre otros.

Durante las giras de campo se contó con un diario del investigador en el cual se realizaron todas las anotaciones relevantes para el estudio. Este diario también fue utilizado en su formato digital al momento de codificar las entrevistas en el programa Atlas. ti. Inicialmente la codificación abierta sirvió para refinar las categorías y códigos utilizados 31.

31

Las preguntas para las entrevistas fueron modificándose en la medida que fue avanzando la investigación. Cuando se aplicó una prueba piloto fueron surgiendo algunas categorías de análisis. Estas categorías fueron sufriendo cambios en la medida que se avanzaba en el estudio. Las entrevistas iniciales se realizaron los primeros meses de 2014. Fueron conversaciones espontáneas sin un guion predeterminado. Visité al menos doce familias en municipios de Copán, Ocotepeque y Lempira. A partir de estas primeras conversaciones surgió el primer borrador de entrevista. Esto permitió considerar algunas categorías y subcategorías de análisis. La entrevista fue diseñada para aplicarse a familias productoras, a técnicos de la institucionalidad cafetalera, así como a directores de esa institucionalidad. Para comprender la variable desarrollo, se diseñó una entrevista para conocer la opinión de los gestores del desarrollo, la cual fue aplicada a técnicos y directores de ONG, así como a directores de instituciones de educación superior en la región. En la medida que los resultados fueron surgiendo, se acudió a conversaciones con expertos en caficultura, a académicos y a historiadores conocedores de la región occidental de Honduras. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Cuadro 5: Esquema de planificación para la recopilación de datos MATRIZ DE PLANIFICACIÓN PARA LOS PROCEDIMIENTOS DE RECOGIDA DE DATOS ¿Qué necesito conocer?

¿Qué datos responderán a esta cuestión? 

¿Qué es el café para las familias productoras? ¿Qué entienden por desarrollo las familias productoras de café? ¿Cuáles son sus prácticas y sus significados alrededor de la economía del café? ¿Cuáles son las contribuciones de la economía del café al desarrollo humano de la región occidental?

   

     

¿Cuáles son los retos y desafíos que enfrenta la economía del café en la región occidental de Honduras?

    

¿De qué fuentes deben obtenerse los datos?

Entrevistas a familias productoras de café Observaciones de campo. Observación participante Documentos y estrategias de desarrollo Contrastación teórica literaria

Entrevistas a familias productoras de café Entrevista con Gobierno local Observación participante Documentos y estrategias de desarrollo Contrastación teórica literaria Entrevistas con directores y técnicos de ONG relacionados con la economía del café

Entrevistas a familias productoras de café Entrevista con Gobierno local Observación participante Contrastación teórica literaria Entrevistas con directores y técnicos de ONG relacionados con la economía del café

 ¿Cuál es la percepción que se tiene de la región occidental de la pobreza y de los bajos índices de desarrollo humano?

¿Cuáles son las formas de empobrecimiento en el occidente de Honduras?

Entrevistas a familias productoras de café Entrevistas con directores y técnicos de ONG relacionados con la economía del café. Entrevista con Gobierno local

¿Cuáles son las formas de coordinación institucional alrededor de

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

 

¿Responsable de contactar con las fuentes y recoger los datos?

Familias productoras de café Directores de asociaciones, fundaciones e instituciones públicas y privadas relacionadas con el café

El investigador doctorando

Familias productoras de café Directores de asociaciones, fundaciones e instituciones públicas y privadas relacionadas con el café Alcalde Municipal, secretario y regidores

El investigador doctorando

Familias productoras de café Directores de asociaciones, fundaciones e instituciones públicas y privadas relacionadas con el café Directores y técnicos de organizaciones no gubernamentales relacionados con el desarrollo y la economía del café Gobierno local

El investigador doctorando

Familias productoras de café Directores de asociaciones, fundaciones e instituciones públicas y privadas relacionadas con el café Directores y técnicos de organizaciones no gubernamentales relacionados con el desarrollo y la economía del café

El investigador doctorando

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la economía del café y del desarrollo humano en el occidente de Honduras?

Gobierno local

¿Cuáles son los riesgos ambientales en la economía del café? Fuente: Adaptado de Margaret D. LeCompte. Diseños de investigación cualitativa y estándares para la evaluación de programas.

Las entrevistas fueron grabadas en audio y se convirtieron en los documentos primarios ingresados para su análisis en el software Atlas. ti. Otro de los documentos primarios fueron los cuestionarios aplicados con preguntas cerradas. Este cuestionario sirvió como herramienta de triangulación de la información. Los cuestionarios se ingresaron para su análisis en una plantilla del software SPSS.

3.9.1. Entrevistas

La cantidad de entrevistas trasciende el número ingresado en el software Atlas. ti. Durante los años 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018 realicé aproximadamente 120 entrevistas con actores clave. Al principio fueron entrevistas no estructuradas, el objetivo fue encontrar coincidencias y definir algunas categorías previas. Posteriormente diseñé un guion de preguntas el cual incluyó las categorías centrales de esta investigación. Para efectos del análisis de la información, escogí 60 entrevistas; 4 de cada municipio seleccionado, haciendo un total de 20 entrevistas por departamento y 60 en la región. Del total de entrevistas se escogieron treinta para su análisis en el software Atlas. ti. Las entrevistas con preguntas abiertas fueron aplicadas a productores de café en el occidente de Honduras.

Durante las giras para la aplicación de entrevistas se realizaron un sinnúmero de conversaciones con diferentes actores de la cadena de comercialización del café: directivos de empresas asociativas, cooperativas cafetaleras, técnicos, instituciones bancarias, compradores e intermediarios, entre otros. Algunas de las preguntas en las entrevistas para el análisis de la economía política del café y el desarrollo humano en el occidente de Honduras se plasman en el siguiente párrafo. En la sección de anexos están las preguntas en su totalidad: Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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1. ¿Qué es el café? 2. Desde su experiencia, ¿cuáles han sido los obstáculos o retos de la caficultura que usted ha podido superar? 3. Desde su experiencia, ¿en qué le ha cambiado la vida a usted y su hogar la producción de café? 4. Desde su experiencia, ¿quién se beneficia más de la caficultura, por qué sucede eso? 5. ¿Usted considera que con la producción del café logra solventar sus necesidades familiares?, ¿con qué complementa la economía familiar si los ingresos del café no ajustan, es decir, como se las arregla? 6. ¿Qué opinión tiene usted de los procesos de organización, por ejemplo, pertenecer a cooperativas cafetaleras o al IHCAFE, será bueno o no tan bueno, en qué le beneficiaría a usted estar organizado? 7. Hablemos de los procesos de certificación, hay fincas que producen café certificado, orgánico, especiales, etc. ¿qué opinión tiene usted de eso?,… ¿según usted se mejoran los rendimientos y el ingreso familiar al estar certificada la finca? 8. ¿Según usted, cuáles servicios o necesidades básicas aún no las tienen satisfechas en su hogar, que no se ha podido lograr con la caficultura? 9. Según su conocimiento, ¿por qué el occidente de Honduras (Copán, Ocotepeque y Lempira) es considerado una de las regiones más pobres, atrasadas y vulnerables del país? 10. Desde su experiencia, ¿de qué manera la caficultura ha mejorado el desarrollo humano en la región occidental? 11. Según usted, ¿cuál es el futuro de la caficultura, que piensa usted de eso?

3.9.2. Cuestionarios

Los cuestionarios fueron aplicados en municipios con mayor producción de café en los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira. Con el apoyo de estudiantes de la carrera de Comercio Internacional del Centro Regional Universitario de Occidente se aplicaron un total de 378 instrumentos, de los cuales, 110 corresponden a Copán, 91 a Ocotepeque y 177 al departamento de Lempira. Este cuestionario es una herramienta que sirvió para triangular la información, las preguntas fueron cerradas; dicotómicas y algunas politómicas. El instrumento completo está disponible en la sección de anexos de esta tesis, algunas de las preguntas que sirvieron para el análisis y para la triangulación de la información son las siguientes:

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1. ¿Ha mejorado su vivienda con la caficultura?

3.

4.

5.

6.

7.

1. Si 2. No ¿Considera que la caficultura ha contribuido a mejorar la salud en su hogar? 1. Si 2. No 3. Muy Poco ¿Considera usted que la caficultura ha mejorado la educación en su comunidad? 1. Si 2. No 3. Muy poco ¿Considera usted que el haberse dedicado a la producción de café le ha permitido un crecimiento económico para usted y su familia? 1. Si 2. No 3. Muy poco ¿Cuáles de los siguientes factores considera usted que están afectándole en la cadena productiva del café? (puede encerrar varias si desea) 1. La falta de cortadores o mano de obra 2. La variación en los precios del café 3. No estar organizado 4. La falta de agua 5. La falta de infraestructura como patios, beneficio, etc. 6. Los caminos en mal estado 7. Los altos costos de los insumos agrícolas 8. Los descuentos por humedad 9. Las plagas y enfermedades del café 10. El poco apoyo del Estado para la caficultura 11. El cambio climático 12. Estrategias de comercialización del café Las políticas cafetaleras del Gobierno con todas las instituciones involucradas: 1. Han mejorado la caficultura 2. Han contribuido un poco 3. Casi no han hecho nada

3.8.3. Observaciones, giras y días de campo

La herramienta de observación fue muy importante para el análisis de los significados y prácticas de la economía política del café. En la práctica de la producción de café existen actividades muy diferencias unas de otras. La mayor parte de los productores entienden que los subproductos del café tienen su valor dentro de la finca. Sin embargo, el tratamiento no es el adecuado en varios de los productores, en las observaciones se pudo constatar que la pulpa de café, muchas veces, permanece a la intemperie. Lo mismo sucede con el proceso de Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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despulpado, en varias fincas se pudo observar que no existen las condiciones adecuadas para mitigar los impactos ambientales. En las fincas visitadas, se observó una cultura de monocultivo generador de ingresos a las familias. Las observaciones incluyeron el estado de la finca, los subproductos generados de la misma, el desplazamiento de los productos básicos, el avance de la frontera agrícola, la tala del bosque para cultivo de café, el deterioro de las fuentes de agua. Se participó como observador en varios días de campo que realiza el IHCAFE en la región.

3.8.4. Días de campo

El Instituto Hondureño del Café durante el año realiza varios días de campo con el apoyo de sus técnicos y de otros colaboradores, del cual participan decenas de productores. Durante esta actividad se realizan varias charlas relacionadas con la actividad productiva del café. Diferentes técnicos participan brindando información a los productores. Generalmente los asistentes se dividen en cuatro grupos. Los grupos se distinguen por un banderín de color y cada grupo va rotando para aprovechar las charlas. Estas charlas tienen que ver con podas, con fertilización, aprovechamiento de abonos orgánicos, uso de químicos y equipo de producción, entre otros. Es una oportunidad para compartir experiencias, retos y dificultades dentro de la actividad cafetalera. Estas jornadas cuentan con el apoyo de los técnicos de diferentes cooperativas con presencia en la región. Algunas casas comerciales aprovechan la oportunidad para presentar productos, equipo y tecnologías para la producción de café.

3.8.5. Convivencia con las familias productoras (método etnográfico)

Durante la época de cosecha, se participó activamente en todas las actividades comprendidas en la cadena productiva del café. Durante noviembre y diciembre de 2017 se asistió a la finca de la familia Rivera Zelaya, ubicada en la aldea El Níspero, Cucuyagua Copán. La familia tiene una finca de varias manzanas de producción de café de diferentes variedades ubicada en la comunidad de “El Coyolar”. Para comprender el tema estudiado se permaneció durante dos semanas, divididas en dos etapas. Las labores consistieron en participar en el corte, despulpado, lavado y comercializado del café, en jornadas que comenzaban a las 4:30 a.m. y Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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se extendían hasta las 11:00 p.m. Esto permitió adentrarse en cada una de las actividades y comprender la faena y las vicisitudes que se presentan durante este proceso, de la misma forma, se pudo constatar la dura labor que enfrentan las familias productoras de café. Durante los tiempos de descanso del día y la noche, se aprovechó para indagar percepciones, imágenes y significados del tema estudiando.

3.8.6. Giras nacionales

Durante el trabajo de recopilación para esta tesis se recorrieron varios municipios del occidente de Honduras. Estas giran se realizaron con el propósito de aplicar cuestionarios y entrevistar a familias productoras. Participé en diferentes congresos y simposios cafetaleros para conocimiento y compresión del tema. Visité varias fincas certificadas para conocer los procesos que están inmersos en la caficultura. Las giras se extendieron a otros departamentos como Intibucá, Santa Bárbara y La Paz. En Marcala, La Paz, se tuvo la oportunidad de conocer la experiencia de la marca de origen “Café Marcala”, quienes brindaron información del proceso llevado a cabo en esta región del país. En Florida, Opatoro, se conoció la experiencia de varios productores fundadores de una empresa asociativa.

En La Labor, Ocotepeque visité la finca de don José Arita; un productor que ha logrado dar valor agregado a su proceso productivo y ha implementado métodos interesantes para el cuidado del ambiente. En el mismo municipio pude conocer la experiencia de un grupo de mujeres que han emprendido procesos interesantes de organización cafetalera. Ahora es un grupo consolidado que procesa y comercializa sus propias marcas de café. En Jimilile, Corquín, Copán se visitó la finca "Las Lichas" quienes cuentan con un proceso interesante de reinversión y de apoyo familiar al integrar diversas actividades productivas dentro de sus parcelas de producción.

3.8.7. Giras internacionales

Durante el diseño de esta tesis, en una gira coordinada dentro del doctorado, se visitó la ciudad de Münster y Berlín en Alemania en donde se tuvo la oportunidad de compartir con estudiantes Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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y docentes de doctorado el tema de investigación. La oportunidad sirvió para estar en contacto con un estudiante de Costa Rica que realiza su doctorado en Alemania referente a la productividad en el café. El tema de investigación se ha aprovechado para compartir los hallazgos y recibir sugerencias de connotados profesores investigadores: Eduardo Baumeister es estudioso de la caficultura en Centroamérica. Es doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Católica de Nijmegen, Holanda. El tema de investigación también se compartió con profesores de FLACSO Centroamérica. Fueron importantes los aportes en temas de ordenamiento territorial del doctor en Ecología y Desarrollo Sustentable Jorge Urdapilleta Carrasco, del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), México.

3.8.8 Grupos focales

Se realizaron tres grupos focales; en Lepaera, Lempira, San Marcos, Ocotepeque y en Santa Rosa de Copán. La idea del grupo focal fue con el propósito de validar la información que se había recopilado durante el trabajo de campo y analizado en el capítulo correspondiente. El grupo focal fue de suma importancia porque permitió completar algunos argumentos presentados en el estudio. De la misma manera, ha reforzado la voz de las familias productoras y brinda mayor certeza y seguridad a toda la información plasmada en esta investigación. En cada grupo focal se contó con la participación de seis productores, entre hombres y mujeres.

3.9.

Organización de la información recopilada

Para los procedimientos de interpretación y organización de los datos recopilados se utilizaron técnicas de codificación. Los datos se redujeron a categorías y conceptos. Para una mejor compresión de los datos codificados se elaboraron “memos” y “citas” proveniente de los datos primarios. Las entrevistas fueron codificación según una lista previa y a su vez, se fueron incorporando otros códigos en la medida del avance del trabajo. Cada una de las categorías se organizó en redes semánticas para su compresión. En la teoría fundamentada se sugiere la búsqueda de propiedades y dimensiones de las categorías, esto permite encontrar causas, consecuencias, tipos y procesos. También, en esta etapa se procede a elaborar las primeras notas de análisis e interpretación de las ideas que surgen durante la codificación (Penalva, et. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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al., 2015). En esta etapa se estableció como categoría central “La economía política del café y el desarrollo humano en la región occidental de Honduras”. Dentro de cada categoría se contemplan una serie de códigos que se analizan en el capítulo de resultados del estudio. Esquema 1: Categorías centrales y familias de categorías

Fuente:

Elaboración propia, UNAH – 2017

Las treinta entrevistas seleccionadas para el software que representan los documentos primarios fueron organizadas mediante la técnica de “codificación abierta”, esto permitió abrir los datos para extraer los significados, ideas y prácticas de la economía política del café y el desarrollo humano desde la percepción de las familias productoras. La codificación axial permitió agrupar los diferentes códigos en familias; es decir, se buscó relacionar las diferentes categorías “códigos” con las familias de códigos creadas. La codificación selectiva permitió la extracción de la categoría central que guía esta tesis.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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3.10. Instrumentos de análisis de la información recopilada Una vez organizados los datos en categorías “códigos”, se procedió al análisis de cada una de las familias de códigos, se buscaron relaciones directas e indirectas. Causas probables del fenómeno estudiado. Cada familia de códigos produjo una red semántica con las citas correspondientes. En el software Atlas. ti. se extrajeron en cada familia las categorías relacionadas a ella y a su vez, cada categoría permitió importar vecinos comunes “citas de la codificación previa”; el diseño de las redes permitió construir la teoría que emergió de la organización y redes semánticas. En la teoría que fue emergiendo se recogen testimonios literales expresados por las familias productoras de café, opiniones que dan cuenta de su realidad recogidas en cada una de las entrevistas y conversaciones (Glaser y Strauss, 1967), Con ello se otorga un valor importante a los informantes de la investigación pues es, según la teoría fundamentada, construir teoría desde la realidad misma que se encuentra enraizada en su misma realidad, por lo que esta tesis, rescata la voz del informante. Durante el proceso de análisis de la información a través de las redes semánticas, memos y citas ingresados en Atlas. ti. fue necesario volver a algunos productores para aclarar algunos conceptos que no habían quedado claros durante las entrevistas. Esta etapa incluyó, además, consultar a expertos en el tema estudiado y a profesores investigadores conocedores de la realidad del occidente de Honduras.

3.11. Criterios de análisis

CRITERIOS DE ANÁLISIS

DEFINICIÓN

Credibilidad

Los datos obtenidos del proceso de observación, entrevista, cuestionarios y participación con las personas clave para la investigación, corresponden a su historia de vida y se apegan a la percepción de sus realidades. Es la verdad sentida, comprendida y vivida de cada uno de los participantes.

Significados

La información recopilada corresponde a la realidad de sus contextos y se apega a sus cosmovisiones que han perdurado con los años. Los significados los ubicamos en el ámbito holístico y en la interpretación local, de acuerdo con sus percepciones del cómo ven y aceptan la realidad de la economía del café y el desarrollo humano.

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Confirmación

Son las evidencias que se encuentran en la observación, las notas y libros de campo, cuestionarios, las entrevistas a profundidad registradas en audio. Todo se encuentra registrado y documentado como soporte técnico para el análisis en la investigación.

Validación

Consiste en la confirmación de los datos recopilados, esta se realizaron con visitas frecuentes de campo, entrevistas, observaciones o cualquier otra técnica para los propósitos de la investigación.

Saturación

Es la inmersión total en los hechos o fenómenos estudiados. Se ha realizado una exploración exhaustiva del tema de investigación, a tal grado de llegar al momento de que los datos recopilados principalmente mediante entrevistas y cuestionarios, se van repitiendo de la misma forma.

Transferencia

La información recopilada, una vez publicada, es devuelta a los actores clave para que la misma sirva de referencia a otras investigaciones en contextos diferentes, preservando los elementos propios de la región y a la vez, generalizando conceptos que pueden ser replicados en otras realidades.

3.12. Triangulación, validación y difusión de la información

Para este proceso de triangulación se acudió a diferentes herramientas y técnicas. Para tales efectos se contó con una exhaustiva revisión documental, observación directa, entrevistas, aplicación de cuestionarios y juicio de expertos. De la misma forma, el tema fue sometido a una validación con la comunidad académica, se participó en simposios y congresos referentes a la producción del café y a los temas del desarrollo. Algunas conceptualizaciones del desarrollo y sus posturas críticas de diferentes corrientes se publicaron en revistas científicas de la UNAH. Se realizó una jornada académica con docentes y estudiantes para exponer el tema de la caficultura relacionado con la certificación, ambiente y servicios ecosistémicos, los procesos organizativos y los factores que dificultan la caficultura en el occidente de Honduras.

En vista de que la investigación cualitativa es holística, ha sido necesario comprender la heterogeneidad de las opiniones procedentes de las familias productoras, por las diferentes Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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condiciones en las que viven los entrevistados, sus ideas e historias de vida se plasman en cada una de las preguntas de las entrevistas, hasta llegar a un punto de saturación de los resultados. Algunas ideas no muy claras fue necesario volver al campo para su verificación y validación.

Para los propósitos de triangulación se recurrió a referentes que han abordado estudios cualitativos. Habermas afirma que los diseños científicos y los modos de hacer ciencia no son política ni ideológicamente neutrales (Habermas, 1986; Cisterna, 2005, p. 61). Este debate se ha incluido en el primer capítulo de este estudio, pues, el investigador desde el momento que se relaciona con los sujetos de la investigación, desde ese momento, forma parte también de la realidad estudiada, por cuanto, no se puede hablar de total objetividad ni total neutralidad. El investigador tiene sus propios intereses. Habermas plantea que existen tres tipos de interés del investigador: el técnico, el práctico y el emancipatorio. Este estudio se basa en un interés emancipatorio, puesto que da origen a las ciencias socio – criticas, “que metodológicamente utilizan herramientas y procedimientos cualitativos, aunque también complementan sus resultados dialécticamente con datos cuantitativos” (Ibíd., p. 62).

3.13. Enfoque numérico: categorías cualitativas expresadas en lenguaje numérico

Debido a la naturaleza de la investigación y en vista de que muestra cierta tendencia cuantitativa en función de cómo se presentan los datos y los requerimientos para su procesamiento y su respectiva interpretación, se ha incluido una valoración numérica al combinar elementos cuantitativos y cualitativos (Sampieri et. al., 2006, 2014). Por ejemplo, la frecuencia de las categorías que los consultados identificaron en cada uno de los instrumentos aplicados, se pudo análisis usando el software SPSS, extrayendo frecuencias que fueron presentadas en porcentajes y gráficos. El establecimiento de un tamaño de muestra dio un soporte a un mayor rigor metodológico en esta investigación, para lo cual se utilizó lo siguiente:

a. Universo: comprende todas las familias productoras de café en el occidente de Honduras, incluyendo los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira. (todos los caficultores hondureños, registrados en el IHCAFE, 2016) Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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b. Población: está comprendida por el total de caficultores registrados en el Instituto Hondureño del Café IHCAFE, en los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira c. Muestra: para cumplir con el rigor científico y basándose en la población sujeta de estudio la muestra escogida es representativa y aleatoria. Para el cálculo de la muestra se utilizó la siguiente formula:

MARGEN DE ERROR (común en auditoría) TAMAÑO POBLACIÓN NIVEL DE CONFIANZA (común en auditoría) Valores Z (valor del nivel de confianza) Varianza (valor para reemplazar en la fórmula)

5,0% 24.716 * 95% ** 90%

95%

97%

98%

99%

1,645 1,960 2,170 2,326 2,576

Nota: * Ingresar Tamaño de la Población - Universo ** Valor fijo para auditoría *** Ingresar los datos de la escala de acuerdo al tamaño de la población (universo)

TAMAÑO DE LA MUESTRA =

378

DONDE: =

Valor del nivel de confianza (varianza)

Nivel de confianza, es el riesgo que aceptamos de equivocarnos al presentar nuestros resultados (también se puede denominar grado o nivel de seguridad), el nivel habitual de confianza es del 95%. = Margen de error Margen de error, es el error que estamos dispuestos a aceptar o equivocarnos al seleccionar nuestra muestra; el margen de error utilizado fue del 5%. = Tamaño Población (universo) Fuente: Pedro Morales Vallejo (2012). Estadística aplicada a las Ciencias Sociales – Tamaño necesario de la muestra

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Cuadro de Muestra de Acuerdo a la Población (N) 1% 2,0% 2,5% 1.655 1.091 869 2.824 1.501 1.110 3.693 1.715 1.223

3,0% 3,5% 4,0% 5,0% 6,0% 7,0% 696 563 462 322 235 179 843 656 522 351 250 187 906 693 546 361 255 190

8000 10000 12000 14000 16000 18000 24.716 22000 24000 26000 28000 30000

4.365 4.899 5.335 5.696 6.002 6.263 6.916 6.686 6.859 7.013 7.151 7.275

942 964 980 992 1.000 1.007 1.023 1.018 1.022 1.025 1.028 1.030

714 727 736 742 747 751 760 757 759 761 763 764

558 566 572 576 579 581 586 584 586 587 588 588

367 370 372 374 375 376 378 378 378 379 379 379

258 260 261 262 262 263 264 264 264 264 264 264

s 191 utilizado 192 148 193 148 193 148 194 149 194 149 194 149 194 149 194 149 195 149 195 149 195 149

117 117 117 118 118 118 118 118 118 118 118 118

95 95 95 95 95 96 96 96 96 96 96 96

32000 34000

7.387 2.233 1.466 1.033 7.489 2.243 1.470 1.035

765 766

589 590

380 380

265 265

195 195

149 149

118 118

96 96

36000

7.581 2.251 1.474 1.036

767

590

380

265

195

149

118

96

2000 4000 6000

N

1.847 1.936 2.001 2.050 2.088 2.118 2.188 2.165 2.183 2.198 2.211 2.223

1.289 1.332 1.362 1.385 1.402 1.416 1.447 1.436 1.444 1.451 1.457 1.462

8,0% 9,0% 140 112 145 115 146 116

10,0% 92 94 95

Distribución de la muestra:

Identificación Copán Lempira Ocotepeque TOTALES

Sujetos por departamento 7,195 11,600 5,921 24,716

Proporción 29,1% 46,9% 24,0% 100,0%

Muestra por departamento 110 177 91 378

El tamaño de la muestra dependió del nivel de confianza y de los datos de población registrados en el IHCAFE, 2016. El error de la muestra y el porcentaje de confianza estuvieron en función de la prueba piloto realizada.

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3.14. Instrumentos para recolección de información numérica

3.14.1. Cuestionario/Encuesta:

Estos instrumentos fueron estructurados con preguntas dicotómicas y politómicas, para la facilitación de su procesamiento a través del software estadístico SPSS, por medio de cuadros de contingencia y tablas de frecuencia facilitaron la agrupación de las categorías que permitieron una posterior valoración y cuantificación. La suma de frecuencias de las categorías cualitativas permitió asignarles valores numéricos y porcentajes (Sampieri, 2006). Este instrumento fue aplicado a las familias productoras de café de los tres departamentos del occidente de Honduras.

3.14.2. Herramientas de interpretación:

Algunas herramientas de interpretación que se utilizaron fue el Excell (Solver) y SPSS. De la misma forma se utilizó el software MS Word Word Count & Frequency Statistics Software. Este programa permitió encontrar las frecuencias de palabras las cuales fueron utilizadas como categorías de análisis.

3.14.3. Técnicas de análisis:

a. Correlación de variables: Se definió qué relación hay caficultura y aportes al desarrollo humano de las familias productoras en la región occidental de Honduras. b. Tablas de frecuencias: Las tablas de frecuencias fueron seleccionadas de acuerdo con las categorías de análisis. Estas permitieron cuantificar y mostrar de forma gráfica la información recopilada por medio de los instrumentos.

3.14.4. Validez y confiabilidad de los instrumentos

La validez y confiabilidad de los instrumentos para el enfoque numérico estuvo en función de una prueba piloto que se realizó con 180 productores de café de los municipios antes Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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mencionados, esta información fue ingresada posteriormente en una plantilla del programa Statistical Package for the Social Sciences SPSS. Para la prueba de validez se utilizó el coeficiente Alfa de Cronbach. La prueba realizada mostró fiabilidad entre 0.7564 y 0.7852 con las preguntas dicotómicas del instrumento. El cuestionario/encuesta fue aplicado durante un mes de trabajo de campo con el apoyo de estudiantes del Centro Regional Universitario de Occidente. El análisis de este instrumento permitió la extracción de ciertas categorías y la modificación de algunas preguntas del cuestionario. De la misma forma, simultáneamente a la aplicación de este cuestionario como prueba piloto, se realizaron conversaciones con productores de café para afinar las preguntas de la entrevista que se realizó posteriormente. El cuestionario modificado a partir de la prueba piloto contempló preguntas cerradas dicotómicas y politómicas.

3.15. Aspectos éticos de la investigación

Todos los participantes fueron informados de los propósitos de las entrevistas y cuestionarios. En la participación de los días de campo realizados por el IHCAFE, se informó a los productores del porqué de nuestra presencia. En cada una de las entrevistas se hizo hincapié en el objetivo de la investigación y que en ningún momento la información brindada iba a comprometer a la persona, este estudio ha contado con el consentimiento informado de los actores clave. A cada uno de los informantes se le solicitó permiso para ser grabado en audio para propósitos de las transcripciones posteriores. Se aclaró que el uso de imágenes solo serviría para propósitos de la tesis y del análisis de los datos correspondientes. Estas aclaraciones también se hicieron en las empresas asociativas, compradores intermediarios, beneficios y cooperativas cafetaleras.

Algunas preguntas en los diferentes instrumentos fueron bastante comprometedoras, por ejemplo, el bienestar económico, los riesgos ambientales o los procesos organizativos, fueron preguntas con algún grado de inconveniencia, sin embargo, se pudo realizar teniendo en cuenta de que eran opiniones que se plasmarían sin comprometer a la persona y considerando el retorno social de la información.

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3.16. Programa de investigación; cronograma y calendario

Esta investigación de doctorado se realizó en varias etapas de trabajo:

1. Formulación de propuesta de investigación, metodología, instrumentos de recolección de información y plan de trabajo 2013 – 2015 2. Gira internacional a Alemania, noviembre de 2015 3. Aprobación del tema de investigación, febrero de 2016 4. Primeras aproximaciones al tema, revisión documental y giras de exploración a fincas cafetaleras enero – junio de 2014 5. Aplicación de prueba piloto, digitación y rectificación de instrumentos agosto – octubre de 2015 6. Investigación in situ, recolección de datos de campo, primera fase de entrevistas y cuestionarios, octubre – diciembre de 2015 7. Giras de observación en fincas cafetaleras, época de cosecha del café, diciembre de 2016 8. Segunda etapa de recolección de datos primarios, entrevistas y cuestionarios, febrero – abril de 2017 9. Transcripción de entrevistas mayo – julio de 2017 10. Digitación de datos de cuestionarios en plantilla SPSS, junio – agosto de 2017 11. Codificación y análisis de entrevistas en Atlas. ti. agosto – septiembre de 2017 12. Redacción de primer borrador de tesis, octubre – abril 2018 13. Revisión de borrador asesor de tesis, diciembre 2017 – junio 2018 14. Ajustes e incorporaciones junio – agosto de 2018 15. Giras de campo para incorporación observaciones del asesor de tesis junio – agosto 2018 16. Presentación y defensa de tesis, octubre de 2018

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CAPÍTULO IV

“Tenemos problemas modernos para los cuales no hay soluciones modernas” Boaventura de Sousa Santos, sociólogo portugués.

ENCUENTRO DIALÓGICO CON ACTORES DE LA CADENA PRODUCTIVA DEL CAFÉ EN EL OCCIDENTE DE HONDURAS

La cadena productiva del café representa una fuente importante de divisas que contribuye a la búsqueda de la estabilidad macroeconomía nacional. La dinámica económica del café mueve una gran cantidad de negocios de diferente índole. En el occidente de Honduras, existen lugares en los cuales converge la población para abastecerse de productos para las necesidades más inmediatas. Durante la época de cosecha del café, lugares como Corquín, Copán, San Marcos, Ocotepeque y Lepaera, Lempira se convierten en ferias locales. Cada negocio se beneficia de acuerdo con su actividad. Dentro de la economía política del café existen dos alternativas para las familias productoras; por un lado, está una economía agroexportadora que invita a la participación en el mercado internacional, por otro, una economía más social hacia lo interno de la finca y de las familias.

La caficultura se ha caracterizado por estar contenida en una pirámide de desigualdad. En la base de los primeros eslabones se ubican las familias productoras y en los últimos, aquellos que, desde una percepción generalizada, son los mayores beneficiaros de las bondades de la caficultura. Este estudio ha planteado el análisis como categorías centrales “La economía política del café y el desarrollo humano en la región occidental de Honduras”, para lo cual, se ha subdividido en cuatro familias de códigos: monocultura del café; caficultura y desarrollo humano; organización e institucionalidad; caficultura y ambiente. A cada familia le corresponde una serie de categorías, las cuales han sido analizadas con el software Atlas. ti. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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4. Relación de categorías centrales, familias de categorías, subcategorías o códigos

Esquema 2: Relación de categorías centrales, familias de categorías, subcategorías o códigos

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En las páginas siguientes se presenta cada una de las familias de códigos seleccionada junto con sus respectivas subcategorías. Los códigos “subcategorías” fueron seleccionados de acuerdo con las diferentes observaciones y conversaciones con familias productoras del café. Así mismo, parten, además, de los criterios definidos por el investigador y en función de la realidad de la caficultura regional. Algunos de los códigos fueron reemplazados por otros y, en la medida que se iba avanzando en el proceso de análisis de la información, fueron surgiendo nuevas subcategorías consideradas de relevancia para la investigación. Las citas que están comprendidas en cada una de las subcategorías corresponden a expresiones literales de las familias productoras. Esta tesis rescata la voz del informante para dar mayor validez a la formulación teórica de las descripciones, interpretaciones y proposiciones presentadas en este estudio. De la misma forma, se ha intentado relacionar las percepciones de las familias productoras con los preceptos teóricos que se plasmaron en los primeros capítulos de esta investigación.

4.1. Familia de categorías 1: Monocultura del café

Esquema 3: Familia de categorías - Monocultura del café

La familia de categorías “Monocultura del café” se ha centrado en el análisis de una pregunta ontológica, crucial para la comprensión de cualquier fenómeno “qué es el café”. Esto nos ha permitido indagar acerca de la naturaleza de la realidad. Otras categorías de análisis han sido la “visión del mundo”; las “monoculturas del desarrollo que condicionan la cadena productiva Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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del café”; así como “el desplazamiento de otros cultivos por la producción del café”. Su interpretación procede de las entrevistas con familias productoras en el contexto de la región occidental de Honduras. Para comprender lo que acontece alrededor de la economía política del café es necesario el estudio de las múltiples realidades, esto nos permitió transformar las interpretaciones para lograr cambios en la naturaleza de las intervenciones en nombre del desarrollo. Las descripciones planteadas en este estudio vienen de una relación dialógica con las familias productoras, son ellos quienes han interpretado sus realidades y sus visiones del mundo en su búsqueda de un mejor bienestar.

Tradicionalmente, al analizar este tipo de monocultura se puede constatar que existe el predominio de un paradigma neo – racionalista y neo – evolucionista que condiciona la forma de mirar al mundo. En esa realidad compleja, se puede observar que el desarrollo sostenible, por ejemplo, resulta del uso eficiente de los recursos: naturales, financieros, materiales, humanos, etcétera. La caficultura sostenible es comprendida por el uso de mejor tecnología de producción, organización productiva y gestión de los medios (De Souza, 2011b, p. 169). De la misma forma, en esas visiones mono culturales se promueve una caficultura basada en una gestión competitiva de los medios y modos de producción. Por lo general, prevalece una visión de competencia individual y no necesariamente colectiva. No se puede transformar la realidad sin antes comprenderla, por lo que fue necesario comenzar con la pregunta ontológica ¿qué es el café?, para las familias productoras, para los gestores del desarrollo y para la institucionalidad cafetalera en el occidente de Honduras. Estas primeras aproximaciones fueron cruciales para acercase a la comprensión epistemológica del estudio.

Con el estudio de esta categoría se abre la posibilidad para proponer una cultura institucionalizada del café en el occidente de Honduras. Los mecanismos de legitimización social se han abordado en el capítulo V y VI de esta investigación.

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4.1.1. Categoría 1: Qué es el café

Esquema 4: Categoría 1 - Qué es el café

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Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Para las familias productoras en la región occidental de Honduras, el café es el que mueve la economía; el café es pasión y es fuente de trabajo. Es inspiración y levanta el espíritu; el café representa una esperanza al finalizar cada año. “Hay diversas formas de hablar del café, como cultivo, como planta ornamental, como alimento, el café es un poco de todo eso; es cultivo, es economía” (Carranza, A., Santa Rosa de Copán, 2017). Sin café no habría cultura dicen las familias productoras; es persistencia y ganas de hacer las cosas. El café es calidad y es valor de cambio. El café es más que un factor estrictamente económico; es contribución en salud y educación, en mejoramiento de viviendas y en reinversión productiva. A pesar de los años malos, las familias no renuncian al cultivo, quizá se limitan al mantenimiento, sin embargo, año con año se espera que la situación mejore y esto traiga consigo bienestar para la familia. En la época de cosecha el café mueve multitudes. Son diversos los negocios que se instalan alrededor del café; la ropa, el calzado, la comida, los útiles escolares, los aprovisionamientos para la finca y para la cocina, todo ello, depende de la actividad cafetalera. El café motiva y da alegría, para don Luis Estévez, “el café es negro como la noche, caliente como el fuego y dulce como el amor”.

Gráfico 1: Según su experiencia usted cree que el futuro de la caficultura es:

5,2%

Disminuirá la producción de café

15,2%

Se aumentará la producción de café

12,6%

Se mantendrá estable la producción

46,5%

Es un futuro incierto 20,5%

Prometedor o con buen futuro 0,0%

5,0% 10,0% 15,0% 20,0% 25,0% 30,0% 35,0% 40,0% 45,0% 50,0%

Fuente: Propia, con datos de cuestionarios 2017

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A pesar de todas las bondades de la caficultura, son diversas las preocupaciones que están alrededor de su dinámica. El desplazamiento de otros cultivos es notorio en el occidente de Honduras. La visión del mundo está apegada a una visión agroexportadora capitalista; es decir, el lenguaje y la imagen utilizada por los gestores del desarrollo y por la institucionalidad cafetalera es la de competitividad para un mercado exigente. La destrucción de los ecosistemas no deja de ser una preocupación y la desconexión entre otros gestores que intervienen en la región es una práctica frecuente. Sumado a ello, las preocupaciones por el cambio climático condicionarán la caficultura nacional en el mediano plazo. Cómo afrontar estas realidades, cuáles son las mejores estrategias para su abordaje, estas son inquietudes que se esperan tengan respuesta a lo largo del estudio. En la muestra aplicada en el occidente de Honduras, el 46.5% ha considerado que el futuro de la caficultura es incierto. 20.5% ha considerado que es prometedor y con buen futuro y el 15.2% espera que la producción aumente.

4.1.2. Categoría 2: Visión de mundo

La visión del mundo de las familias productoras deriva de la forma como interpretan su realidad. Esas interpretaciones están impregnadas de premisas provenientes de una visión clásica de la comprensión del mundo. Por ejemplo, el lenguaje institucional ha llevado un discurso de competencia y de mercado, en el cual, el dinero es el único mediador para la adquisición de bienes materiales. La publicidad y la mercadotecnia han sido estrategias para impulsar un consumismo desmedido. Esto inevitablemente ha producido una alienación para adoptar formas y pensamientos impuestos desde otros contextos en realidades muy particulares. Los procesos de intervención han influido para que prevalezca una visión mercadológica del mundo (De Souza S., et. al., 2005). El discurso ha sido la construcción de una racionalidad económica que privilegia el mercado, la competencia, el consumo, la calidad antes que la relevancia, el capital y la acumulación de la riqueza. “Bajo esta visión, todo se vende, desde los principios hasta la naturaleza” (Ibíd., p. 71). En tal sentido, es lógico pensar que el productor de café ha sido inducido para competir en las fuerzas del mercado, con las leyes del mercado, con el dominio de modelos económicos impuestos desde sociedades opulentas.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Esquema 5: Categoría 2 - Visión de mundo

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Son cientos de familias que venden el total de su producción y no dejan ni siquiera para el consumo familiar, esto los obliga a consumir café de empresas que procesan el café de baja calidad y lejos de sus contextos. En las corrientes decrecentistas esto constituye un problema que se debe contrarrestar, puesto que el consumo de productos procesados lejos del lugar constituye amenazas al ambiente por los costos del transporte. El café debe verse desde una visión de carácter complementario, que implique diversificación y no monocultivo. Las prácticas culturales son las que definen las instituciones cafetaleras, no necesariamente la herencia ancestral. Por ejemplo, las fases de la luna poco o nada son consultadas para las actividades agrícolas, para otros, es un factor imprescindible en sus actividades. Ahora, los problemas pueden resolverse tecnológicamente y con ayuda de químicos, puesto que la ideología del mercado nos induce a producir para competir y no para la vida. “El reto no solamente es lograr escalar al mercado internacional, sino también a nivel productivo” (Estévez, J., San Pedro, Copán, 2017). La primacía de la visión de un mundo mercadológico condicionará las formas de intervención en nombre del desarrollo en la región, pues la idea del desarrollo se ha implementado bajo una visión de economías opulentas en la cual se privilegia el crecimiento económico por encima de cualquier logro de bienestar humano.

4.1.3. Categoría 3: Las monoculturas del desarrollo que condicionan la cadena productiva del café

El desarrollo que hemos conocido durante las últimas siete décadas ha galvanizado el pensamiento de millones de personas alrededor del mundo. La idea de progreso que tuvo su auge hasta la segunda Guerra Mundial trasladó todas sus premisas hacia la búsqueda del bienestar basado en modelos, estrategias, programas y proyectos de desarrollo. Para tales propósitos se crearon una serie de instituciones para llevar el discurso del desarrollo a todos los rincones del mundo occidental. Ese desarrollo convive con una serie de monoculturas. Dentro de la economía del café existen dos monoculturas claramente identificadas, la “monocultura de la escala dominante” y la “monocultura de la productividad”.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Esquema 6: Categoría 3 - Las monoculturas del desarrollo

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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La monocultura de la escala dominante y de la productividad, se mezclan con otras como la “monocultura del saber” y la “monocultura del tiempo lineal” (Santos, 2010a.) Todas, en alguna medida, forman parte de los discursos y las estrategias de intervención en nombre del desarrollo. Los significados inmersos en la economía del café están apegados a la búsqueda de una inserción en el mercado internacional. Se espera “especializar más la productividad en café”; “desarrollarla con la tecnología suficiente”; “yo creo que estaríamos suficientemente bien desarrollados si toda esa infraestructura financiera se destinara realmente a lo que es”; “hay países muy desarrollados que tienen más capacidades de reaccionar ante problemas de la naturaleza” (Entrevistas, 2017). Todas estas expresiones indican que se compite bajo una racionalidad productivista, porque lo contrario significaría esterilidad, lo cual se convierte en un factor de preocupación para la familia productora. Bajo la “monocultura del saber” las instituciones y todo su personal transfieren premisas externas en realidad diferentes, trasladan sus modelos de enseñanza y todas sus prácticas en función de una sola realidad; la realidad del llamado mundo desarrollado.

Por tal razón, no es extraño que se intente buscar la tecnología más moderna para aplicarla a la caficultura nacional. Implementar técnicas que posibiliten mayor productividad para competir en un mercado globalizado. Quienes no realizan tales procedimientos son considerados “atrasados”, pues la “monocultura del tiempo lineal” indica que debe avanzarse aceleradamente para alcanzar a los demás países que van al frente de la caficultura mundial. No es extraño que se celebre cuando el país se ubica en los primeros puestos del ranquin internacional del café. Esta percepción indica que el país está avanzando en dirección de una línea imaginaria. Sin embargo, los logros en cuanto a mayor productividad no necesariamente se traducen en frutos para el bienestar de las familias. La caficultura no está exenta de la “monocultura de la escala dominante”. En cualquier estrategia de intervención, en reglamentos y decretos no está excluida la palabra “globalización”, “economía mundial” o “comercio mundial”, pues esa racionalidad económica nos invita a pensar en recetas, modelos y caminos únicos, universales y estandarizados.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Estas monoculturas se complementan con los adjetivos que se han ido sumando a la idea del desarrollo, explicados ampliamente en capítulos anteriores. La monocultura del desarrollo no es una palabra extraña para las familias productoras; todos argumentan que es algo bueno, mejor, que implica crecimiento de la economía. El desarrollo desde sus percepciones se manifiesta cuando pueden mejorar sus viviendas, cuando se cuenta con agua y con energía eléctrica. Cuando las comunidades se transforman con el surgimiento de mejores calles, parques y algún centro educativo. “Las organizaciones generan desarrollo, generan cambios en los municipios, en las comunidades” (Amaya, A., Belén, Lempira, 2017). Todo cambio visible constituye desarrollo desde esa percepción. No existe debate dentro de las intervenciones acerca de qué tipo de desarrollo aspiran las familias productoras; no existen opciones alternativas para otro tipo de economía, por ende, no existe un pensamiento alternativo de alternativas.

4.1.4. Categoría 4: Desplazamiento de otros cultivos por la producción de café

El aumento en los precios del café de algunos años motivó la expansión cafetalera en el occidente de Honduras. la siembra de granos básicos ha dejado de ser una opción para las familias productoras. Las actividades agrícolas, casi se están reduciendo a un monocultivo. Dentro de las estrategias de intervención, diversas cooperativas y organizaciones no gubernamentales realizan esfuerzos para diversificar la producción. La piscicultura, la apicultura, el cultivo de piña, el cultivo de árboles frutales y maderables, son opciones que están dentro de las experiencias de diversificación en la región para la generación de ingresos. Sin embargo, no siempre el café representa monocultivo; dentro de la finca hay bananos y plátanos, hay maíz y frijol cuando la finca se renueva o está pequeña; hay cítricos y diversos condimentos para la cocina; pacayas y amargos. Son cultivos generalmente para el consumo a lo interno de la familia. A pesar de ello, esto no es una práctica generalizada, pues depende de otros factores como distancias, vigilancia, tamaño de parcelas, entre otros. El problema en el análisis de la producción es que la lógica economicista nos induce a pensar en mayor productividad para el mercado. Los pequeños productores no necesariamente viven solo del café, “sembramos zacate porque tenemos animalitos, vacas; sembramos cualquier palito frutal en la finca” (Sanabria, S., San Pedro, Copán, 2017). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 7: Categoría 4 - Desplazamiento de otros cultivos.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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El ser humano no tiene que vivir de un solo rubro dicen los productores. Hay que sembrar granos básicos y hortalizas, hay que diversificar; “no hay que perder la cultura del cultivo y es lo que se ha perdido” (Hernández, M., Lepaera, Lempira, 2017). Don Narciso Perdomo comenta que, “milpas en estas zonas se hacían antes, frijolares, pero igual, ya ahora todo mundo ya ha dejado de sembrar todo tipo de cultivo por el café” (San Pedro, Copán, 2017). Uno de los factores que condiciona la diversificación es la tenencia de la tierra, por tanto, poca tierra implica decidir por el cultivo que generará mayor rentabilidad y oportunidades. “De mi parte no solo me atengo al café, sino que cultivo la tierra con granos básicos, hortalizas; produciendo chiles, habichuela, ayote verdad. No solo para sostener el hogar, sino que traigo al mercado” (Calderón, A., Gracias, Lempira, 2017).

Las opciones son diversas; se intenta con el cacao, con la producción de cardamomo, con frutas, hortalizas y caña. Cada cultivo tiene su época, dependerá del momento y de las circunstancias; dependerá de la concepción de vida, de las premisas prevalecientes. Dependerá del número de integrantes de la familia; la diversificación o el desplazamiento de los cultivos dependerá de los ingresos para la inversión. Dependerá de la visión del mundo que prevalezca en los gestores del desarrollo y de las políticas públicas que tenga el Estado. Según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agricultura sigue siendo la única fuente de ingresos de alrededor del 70% de la población rural de menores ingresos en el mundo (FAO, 2018).

Por tanto, las estrategias deben apuntar al no desplazamiento de cultivos tradicionales, al aseguramiento de los alimentos, todo esto será posible, en la medida que se realicen verdaderos análisis del desarrollo humano; ese desarrollo visto como el despliegue del potencial humano (Serrano, 2009); no un desarrollo que invita a la acumulación de la riqueza ni al expolio de los bienes naturales; un desarrollo que contemple en sus análisis la tenencia de la tierra, la integración familiar, a una búsqueda del bienestar económico y social, a encontrar las causas del empobrecimiento que condiciona el desarrollo humano en la región occidental de Honduras.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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4.2.

Familia de categorías 2: Caficultura y desarrollo humano

Esquema 8: Familia de categorías 2 - Caficultura y desarrollo humano

Para el análisis de la familia de categorías “Caficultura y desarrollo humano” se ha considerado la forma cómo se ha adquirido la finca, el bienestar económico producto de la actividad cafetalera, el bienestar social manifestado en educación, salud y nutrición; la familia y la perspectiva de género en la caficultura regional; las formas de empobrecimiento; el desarrollo humano implícito en la caficultura y los factores que condicionan el desempeño de la actividad productiva en el occidente de Honduras. El desarrollo humano ha sido un concepto que encierra una serie de connotaciones. Para algunos teóricos, el concepto está referido al despliegue del potencial humano, del uso de libertades y de participación para el bienestar de la sociedad32. En las familias productoras de café, el hecho de tener un espacio para el cultivo implica contar con un potencial para la búsqueda del bienestar económico y social de la familia.

32

Amartya Sen ha mencionado que el desarrollo es más que un número. Sen, es el promotor del concepto de desarrollo como libertad. Es expandir la libertad de los seres humanos, esto se impide por la pobreza y la falta de oportunidades económicas. El Índice de Desarrollo Humano IDH no contempla la variable desempleo, según Sen, el desempleo es una disminución importante de la libertad humana (Amartya Sen, en entrevista con Alejandra Martins, 2010). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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4.2.1. Categoría 1: Adquisición de la finca

Esquema 9: Categoría 1 - Adquisición de la finca

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Del total de personas entrevistadas, al menos la mitad de ellos, describen el hecho de que sus parcelas de tierra fueron por herencia familiar. Esto es una condición cultural en el occidente de Honduras, en la cual el padre o la madre hereda parte de sus propiedades a los hijos. En décadas pasadas, la herencia solo era posible para los hijos. La tradición, generalmente, radica en el hecho de que la mujer se va de la casa y, por lo tanto, ha quedado excluida de tales propósitos. En Corquín, Copán, un caficultor narraba que, “fíjese que, vaya para el caso donde nosotros, aquí en esta zona, no hay una muchacha que se haya casado y se haya quedado a vivir donde los papás” (Entrevista, Jimilile, Corquín Copán).

Tabla 8: Tabla cruzada Departamento ¿Cuenta usted con más tierra para el cultivo de café? ¿Cuenta usted con más tierra para el cultivo de café? Si Departamento

Copán

Ocotepeque

Lempira

Total

52

57

Total 109

% dentro de ¿Cuenta usted con más tierra para el cultivo de café?

24,5%

34,5%

28,9%

% del total

13,8%

15,1%

28,9%

52

39

91

% dentro de ¿Cuenta usted con más tierra para el cultivo de café?

24,5%

23,6%

24,1%

% del total

13,8%

10,3%

24,1%

108

69

177

% dentro de ¿Cuenta usted con más tierra para el cultivo de café?

50,9%

41,8%

46,9%

% del total Recuento

28,6% 212

18,3% 165

46,9% 377

100,0%

100,0%

100,0%

56,2%

43,8%

100,0%

Recuento

Recuento

Recuento

% dentro de ¿Cuenta usted con más tierra para el cultivo de café? % del total

No

Fuente: Propia, con datos de cuestionarios 2017

En la región occidental, algunas de las tierras ahora cultivadas de café provienen de la tenencia como derecho de uso de la tierra, otras, fueron adquiridas mediante títulos ejidales o Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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supletorios. Con el paso del tiempo, quienes podían adquirir tierras fueron comprando en la medida de sus posibilidades. En las entrevistas realizadas, las personas han manifestado que sus tierras han sido compradas de parcela en parcela; es la lógica de reinversión de las bondades del café, con la esperanza de aumentar año con año la cantidad de tierra cultivada. En los instrumentos aplicados a familias productoras en la región occidental de Honduras, del total de la muestra, el 56.1% manifestó contar con más tierra para el cultivo del café. Esto demuestra que si las personas disponen de más tierra es utilizada para agregar nuevas parcelas para producir café y no necesariamente para la diversificación con otros cultivos.

Gráfico 2: Si usted tuviera un espacio de tierra disponible, ¿cómo preferiría cultivarlo?

24,9% 25,0% 20,0% 15,0%

15,6%

13,5%

10,6%

10,4%

7,1%

10,0% 2,2%

5,0% 0,0%

12,4%

Sembrando Sembrando Sembrando Sembrando Sembrando más café árboles árboles plátanos y flores frutales maderables guineos

3,3% 0,1% Producir miel

Sembrando otros granos básicos

Otros cultivos como peceras, ganado

Cultivos mixtos

Ningún cultivo

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

Los beneficios económicos en función de los precios de algunos años, el desplazamiento de otros cultivos y la moda del momento inducen a creer que si las personas disponen de más tierra la opción más inmediata es cultivarla con café. Los cuestionarios aplicados muestran que 24.9% de los productores preferirían sembrar más café, 15.6% con árboles frutales, 13.5% con árboles maderables. Otras opciones son el ganado, peceras, plátanos y granos básicos. Dentro de las prácticas de la economía del café, algunas cooperativas u organizaciones han incentivado la diversificación del cultivo. Por ejemplo, se cuentan con experiencias en la producción de miel y peceras. Culturalmente el café representa la mejor opción de las últimas décadas, puesto que los demás productos agrícolas representan más costos dentro de su cadena productiva. Una de las desventajas de cientos de familias productoras de café es que Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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sus parcelas están distantes de sus hogares. Cultivar otros productos agrícolas implica invertir en mayor cantidad de mano de obra y vigilancia de la cosecha. Los plátanos y bananos, desde la percepción del caficultor, es bueno durante algunos años, en la medida que las matas o tallos van creciendo ocupan más espacio y reducen el área para los palos de café.

4.2.2. Categoría 2: Bienestar económico familiar

El desarrollo siempre se ha visto desde un sentido económico; es decir, hay desarrollo en la medida que existe crecimiento económico. Las posesiones tangibles o materiales han sido representaciones del bienestar de una familia. Por tanto, la percepción más generalizada es que, si el productor ha crecido económicamente, es posible que también se perciba que ha logrado cierto desarrollo humano. Dentro de la búsqueda del bienestar económico familiar, indudablemente el café representa una alternativa y una esperanza. Es notorio que los ingresos dependen de la cantidad de tierra cultivada y de los precios de la temporada.

Algunos productores consideran que solo con el café no se puede salir adelante con todas las necesidades, por tal razón, son diversos los negocios que están alrededor de la complementariedad económica. Sin embargo, año con año, se suma un proceso de reinversión con la esperanza de escalar en términos de rendimiento monetario. Son múltiples los factores que hacen que los beneficios disminuyan dentro de las familias productoras. Los años en los cuales existen precios bajos internacionalmente, los impuestos, los altos costos de los insumos y la escasez de la mano de obra son condicionantes para que las familias reduzcan sus ingresos33.

33

Estudios acerca de las emigraciones presentan considerables cifras de personas que han salido de municipios y sus aldeas en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos. Lempira y Copán están dentro de los departamentos más afectados. De los treinta municipios con mayor impacto por la emigración, dos tercios corresponden al occidente de Honduras. El mayor efecto de las emigraciones recae en aldeas. De las treinta aldeas con mayor impacto por la emigración, dieciséis corresponden a municipios del occidente de Honduras con altos índices de pobreza humana (Flores, 2017, pp. 1 - 11).

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 10: Categoría 2 - Bienestar económico familiar

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Para algunos caficultores, los beneficios alcanzan para todos; cada uno se favorece de acuerdo con su trabajo. Sin embargo, existe una percepción generalizada que dentro de la cadena productiva son un par de actores los mayormente beneficiados con la actividad cafetalera. “Intermediarios y exportadores pues, creo que ellos son los que en la cadena de la comercialización son los que tienen la mejor ventaja” (Ruiz, O. Lepaera, Lempira, 2017). El café es época, es reinversión de sus beneficios, es una esperanza de cada año. “El café constituye parte esencial de la columna vertebral de la economía en esta región” (Carranza, A. Santa Rosa de Copán, 2017). Sin embargo, para vivir únicamente de los beneficios del café este debe producirse en grandes cantidades. El promedio de producción en el occidente de Honduras está entre tres y cinco manzanas, lo cual significa que el café debe ser complemento de otros ingresos. Algunos productores han buscado asociarse y romper algunos eslabones de la cadena de comercialización, otros, han emprendido esfuerzos para mejorar la calidad de su café con el fin de buscar mejores precios nacionales e internacionales; “hoy, pues que estamos asociados en la cooperativa si nos preocupamos en eso, en arreglar más el café para que vaya un café bien seleccionado y no vamos buscando producir cantidad, sino la calidad verdad” (Sanabria, S. San Pedro Copán, 2017). Cuando los precios del café son malos, al menos se espera recuperar la inversión que se ha realizado durante el año.

La región occidental de Honduras aporta el 30% del total de la producción cafetalera nacional y alrededor de 25,000 familias dependen de los ingresos derivados del rubro. De esta economía viven miles de personas y otros negocios. “Aquí si no es el café no hay nada, todos los negocios se mueven por café. Aquí tengo un negocito y lo muevo por café, porque desde el cortador hasta el productor todos somos beneficiados por el café” (Mejía, J. Corquín, Copán, 2017). Desde la percepción de los productores, el café produce riqueza, sin embargo, es el mismo productor que genera a su vez pobreza. La pobreza está cuando invierte mal los ingresos recibidos en bienes superfluos, cuando no busca opciones para mejorar la calidad de su café y dar valor agregado a su producción, cuando descuida la formación académica de sus hijos, cuando contamina el ambiente (Estévez, J. San Pedro Copán, 2017). Existe la percepción generalizada que, si bien es cierto los beneficios alcanzan para cada actor de la Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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cadena productiva, no es menos cierto que, la mayoría de los consultados consideran que son otros los mayores beneficiarios. Estas percepciones se destacan en los instrumentos aplicados:

Gráfico 3: Para usted, ¿quién se beneficia más con la cadena productiva del café?

Los beneficios y exportadores de café

31,0%

El Gobierno con los impuestos a la caficultura

11,6%

Los que venden insumos agrícolas

6,8%

Los cortadores de la cosecha

7,9%

Los compradores intermediarios

30,3%

La cooperativa El productor 0,0%

7,0%

5,4% 5,0%

10,0%

15,0%

20,0%

25,0%

30,0%

35,0%

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

En el occidente de Honduras la conformación temprana de una estructura intermediadora del café ha condicionado por décadas los precios pagados a los productores. Esos procesos de intermediación avanzan en la cadena al realizar labores de secado para trasladar esa producción a los beneficios exportadores. “Los de arriba, no dejan desarrollarse a los pequeños, a usted, prácticamente, casi lo obligan a que tiene que venderlo de tal manera, porque solo ellos pueden procesarlo, lo monopolizan, hay un monopolio” (López, N., Corquín, 2017).

Desde la percepción de los productores, los menos beneficiados son ellos al realizar todo el trabajo y correr con todos los costos que implica sacar la producción al mercado. Un 70.6% de la muestra indica que el haberse dedicado a la caficultura les ha permitido un crecimiento Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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económico. 23.8% considera que muy poco y 5.6% estima que no les ha traído beneficios económicos.

¿Cuáles de los siguientes factores considera usted que están afectándole en la cadena productiva del café? La variación en los precios del café Las plagas y enfermedades del café Los altos costos de los insumos agrícolas Los caminos en mal estado La falta de cortadores o mano de obra El cambio climático El poco apoyo del Estado para la caficultura Los descuentos por humedad La falta de infraestructura como patios, beneficio, etc. La falta de agua Estrategias de comercialización del café No estar organizado

13,9%

12,0% 10,2% 9,6% 9,5% 8,9% 8,5% 6,8% 6,0% 6,0%

5,0% 3,5%

De los siguientes elementos ¿cuáles cree usted que necesita para mejorar la producción, proceso y comercialización del café? Un vehículo propio

13,6%

Patios para secado de café

13,5%

Secadoras solares

12,9%

Una despulpadora

12,3%

Electricidad en su finca

11,2%

Tostadora y molino de café

9,5%

Bodega de almacenamiento

9,2%

Pilas de fermentación

8,9%

Canales de carreteo Ninguno de los anteriores

7,8% 1,3%

Gráfico 4: Necesidades de la caficultura

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

A pesar de los aportes económicos que brinda la economía del café, el productor se enfrenta con una serie de necesidades para el mejoramiento de la producción, proceso y comercialización del café. Por ejemplo, para sacar la producción se necesita obligadamente Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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de vehículos de transporte de carga. Las fincas de café siempre están distantes del lugar de residencia del productor, por lo que usar transporte diferente al vehículo resulta en una imposibilidad por el peso y la cantidad producida. Generalmente, el caficultor acostumbra a vender su café en uva y por la vía húmeda. Contar con patios para secado necesita de mayores espacios y de inversión, lo cual se dificulta para la mayoría de los productores. Para dar valor agregado, en los últimos años, se ha recurrido a las secadoras solares, esto permite secar el café hasta su punto óptimo para ser comercializado. Estas inversiones son cuantiosas y necesitan, además, costos adicionales en mano de obra y espacios de tierra disponible.

A las necesidades del productor se suma la despulpadora, la electricidad en la finca, tostadoras y molinos de café para dar valor agregado a la producción. Estos y otros factores afectan la cadena productiva del café como la variación en los precios del café, las plagas y enfermedades, los altos costos de los insumos agrícolas, los caminos en mal estado, la falta de cortadores o mano de obra durante le época de cosecha, entro otros. Poco a poco, ha ido surgiendo la preocupación por el cambio climático en la caficultura. Además, a pesar de que los productores integran una serie de organizaciones, se percibe que desde el Estado existe poco apoyo para la caficultura.

Sin embargo, la caficultura no puede reducirse únicamente a un bienestar económico y hacia una visión agroexportadora, de hecho, existen propuestas alrededor del mundo de “formas de producción agrícola destinadas tan sólo al mercado local y al intercambio de servicios entre miembros de la comunidad con base en sistemas alternativos de medición del valor del trabajo” (Santos, 2012, p. 67). Ese valor es diferente al monetario y se basa principalmente en la reciprocidad. Hasta ahora, lo más visible es el aporte significativo a la economía regional y nacional. Los datos de la muestra estiman que el café ha ayudado a la familia a mejorar los ingresos familiares (37.8% de los consultados); mejorar la educación de sus hijos (20.6%); ha ayudado a mejorar la salud y alimentación en el hogar (20.1%), otros apoyos han sido para procesos de organización, mejorar el ambiente y, existe un 5.6% de los consultados que dijo: “la caficultura no le ha ayudado mucho”.

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4.2.3. Categoría 3: El bienestar social que se manifiesta en salud, educación y nutrición de las familias productoras de café

La vida del productor de café es cíclica, cada fin de año termina, pero a su vez comienza; es una esperanza que se refleja en la satisfacción de necesidades inmediatas. La salud, la educación, el mejoramiento de la vivienda, el contar con los ingresos necesarios para tener asistencia médica nos indican que, poco a poco, las familias logran estados diferentes de bienestar social. “La mayor parte de la gente que se forma, que estudia, que de alguna manera dan pasos en el proceso de educación, en procesos de salud, está asociado en esta región del occidente de Honduras íntimamente al café” (Carranza, A., Santa Rosa de Copán, 2017).

Quienes gozan de mejor bienestar se debe a la diversificación que han logrado de sus actividades agrícolas. El proceso de reinversión se convierte en una obligación para asegurar mejores ingresos en el corto plazo. Algunos priorizan en educación, otros en mejoramiento de la vivienda, algunos en adquirir un vehículo; es una dinámica que por ser diversa es compleja. “Considero que si no hubiera tenido la caficultura no hubiera tenido la capacidad de hacer mi casa” (Silva, G. Santa Rosa de Copán, 2017). Son diversas las expresiones surgidas del proceso de entrevistas; “cuando hay café todos comen rico”; “yo gradué a mis hijos”; “gracias a Dios, nosotros hemos estudiado gracias a la caficultura”; “yo creo que, en el caso mío, en el hogar diría que las necesidades las tenemos satisfechas”. Sin embargo, al estar influenciados por un consumismo desmedido y realidades impuestas desde otros contextos, es notorio darse cuenta de las carencias que existen en cada una de las comunidades.

Las personas no siempre estarán satisfechas con lo que tienen, siempre buscarán incrementar sus bienes; una especie de seguro para ellos y para los suyos. Del café no se puede sacar todo, pero gran parte de la población vive del café. En los años cuando los precios son buenos suple las necesidades inmediatas y las mejoras dentro del hogar y de la finca. “La superación depende de la actitud del productor” (Vajurto, H., La Labor, Ocotepeque, 2017).

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Esquema 11: Categoría 3 - El bienestar social que se manifiesta en salud, educación y nutrición de las familias productoras de café.

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Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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La actitud para la familia cafetalera debe estar enfocada en comprender las imposiciones en cuanto a modas y estilos de vida que se han adoptado a lo largo del tiempo. Si el bienestar social se mide en función de los bienes materiales o del crecimiento económico familiar, se reproduce un sistema de valores que no puede perdurar con el tiempo. Sin embargo, dentro de la economía del café se pueden observar formar solidarias de convivencia, de complementariedad y de respeto hacia la madre Tierra. El café se comparte y se reparte, “genera ingresos a la pobre gente verdad, y así se viste y así se calza y así come. Una gran cosa el café” (Calderón, A., Gracias, Lempira, 2017).

¿Considera que la caficultura ha contribuido a mejorar la salud en su hogar?

¿Ha mejorado su vivienda con la caficultura?

19%

No

25,4

Muy poco

10,3

No 81%

Si

64,3

Si 0%

20%

40%

60%

80%

100%

0,0

20,0

40,0

60,0

80,0

¿Considera usted que la caficultura ha mejorado la educación en su comunidad?

Porcentajes

64,8 70,0 60,0 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0

14,6

20,1 0,3

Si

No

Muy poco

No sabe

Gráfico 5: Bienestar en vivienda, salud, educación de las familias productoras de café. Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

Los cuestionarios aplicados a una muestra de productores de café en la región occidental de Honduras evidencian que el 81% de los consultados han mejorado su vivienda a través de la Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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caficultura. El 64.3% indicó que con el cultivo de café se ha mejorado la salud en el hogar y el 64.8% de la muestra indicó que la producción de café si ha contribuido con la educación en las comunidades. Es evidente que, ante un sistema neoliberal que tiende a privatizar los bienes públicos, las familias productoras al contar con ingresos provenientes de sus actividades pueden cubrir los servicios en salud, al menos comprar los medicamentos o pagar exámenes médicos. En temas de educación, existen iniciativas como la impulsada por la Cooperativa Cafetalera Capucas Limitada COCAFCAL y la Fundación Amigos del Café por medio de las cuales y mediante convenio con la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, se logró instalar un centro virtual para la enseñanza de la educación superior. Tradicionalmente los distintos Centros Regionales Universitarios están ubicados en las zonas urbanas, esto, en alguna medida, se convierte en una dificultad para que los jóvenes puedan trasladarse de zonas rurales a urbanas. Esta sala virtual ubicada en Capucas, San Pedro Copán, es parte de la gestión que se realiza con instituciones públicas y privadas para llevar la educación hasta las zonas más postergadas del occidente de Honduras.

De la misma forma, por medio del Centro Regional Universitario de Occidente, la UNAH desde 2017 impulsa un Técnico Universitario en Administración de Empresas Cafetaleras. Esto forma parte de la Escuela Superior del Café creada en 2003 por el Instituto Hondureño del Café con el objetivo de contar con el personal capacitado que fortalezca la caficultura nacional. A la escuela superior se suman en el país la Escuela de Catadores, Mecánicos Rurales, Asistentes Administrativos, Gerentes de Empresas, Administradores de Empresas, Administradores de Fincas, y otros cursos y diplomados alrededor de la cadena de valor del café. Es evidente que la formación de los diferentes programas lleva implícita una visión mercadológica de la realidad; es decir, se busca educar a profesionales para un mundo competitivo, para un mercado cada vez más exigente en términos de calidad productiva. Por tal razón, los diferentes planes educativos orientados a este rubro llevan implícito un lenguaje de mercado tales como competitivos, eficiente, calidad, formación del recurso humano.

La economía como tal ha mostrado que el mercado se ha ubicado por encima de las personas (Max – Neef, 2006). Si comprendemos que el desarrollo contiene en sí mismo una racionalidad económica, es lógico pensar que su afán está centrado en maximizar las riquezas, mejorar los Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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indicadores macroeconómicos, pero no necesariamente la búsqueda del bienestar de la sociedad. La premisa de todo proceso de desarrollo es que, parte de la riqueza generada en un país se destine para realizar aportes sustanciales en el mejoramiento de la calidad de vida. Por tal razón, Max Neef (1993) enfatiza que el mejor desarrollo será aquel que logre mejorar esa calidad de vida. En ese sentido, se plantea que esa búsqueda debe estar en función “de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales” (p. 40). En este punto, se entra en otro debate acerca de necesidades y satisfactores de necesidades las cuales ya se han abordado en capítulos anteriores. Sin embargo, la economía de mercado y el discurso del desarrollo que conlleva a la adopción de valores y formas de consumo universal, nos induce a pensar que existen satisfactores de necesidades que se convierten en infinitas y, en esa búsqueda del bienestar social, parece una imposibilidad cumplir con las exigencias y demandas sociales.

Si la percepción que se tiene del bienestar social se ve en términos de economías opulentas, las familias productoras de café deberán representarse siempre como “pobres” y “atrasados”. La pobreza siempre ha sido entendida en función de carencia y, el atraso en relación con los avances logrados en contextos industrializados y de avances tecnológicos. Por tal motivo, la adopción de nuevas interpretaciones conceptuales y filosóficas acerca de la gestión de una economía del café alternativa debe prevalecer en las investigaciones para que puedan acercarnos a realidades diferentes, con enfoques de sostenibilidad de la vida. La economía del café debe precisarse en la preservación de todas las formas de vida y no en la sostenibilidad de una economía de mercado que induce al consumo desmedido. Deberán valorarse ciertas categorías que han surgido en esta investigación como la familia, la defensa del territorio y de los tiempos locales, las formas de empobrecimiento, la preservación del agua y del bosque, las experiencias de organización, los mecanismos de compensación por cuidado del entorno, entre otros.

4.2.4. Categoría 4: La familia

Dentro de la economía del café la familia es enseñanza; es relación y es colaboración. Es unidad y también involucramiento; la familia es solidaridad, es conciencia y a su vez, es legado Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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que se convierte en tradición. Los padres de familia llevan a sus hijos “a que miren cómo se trabaja”. Es la iniciación para que comiencen a comprender la dinámica del café. La familia se involucra de acuerdo con la cantidad de hijos. En el occidente de Honduras es una estrategia de apoyo mutuo. “Las familias se ahorran muchos recursos empleando dentro del proceso de producción de las fincas a su misma familia, eso es vital dentro de una economía como las nuestras” (Carranza, A., Santa Rosa de Copán, 2017). Cuando la familia es grande, “todos le meten el lomo en los lotes de cada quien para sacar la cosecha” (Pacheco, J., Corquín, Copán, 2017). La familia se complementa con el uso de equipo y transporte.

La familia participa en la limpia, el abono, la poda, en la recolección y en la comercialización. A pesar de las prohibiciones para los menores de edad, la mano de obra infantil es una costumbre porque los niños contribuyen con el ingreso familiar. Lo hacen jugando, colaboran cuando recogen los granos del sueño o separan granos verdes y maduros. Cortan de acuerdo a su experiencia y a su motivación. Uno, dos y hasta tres galones; es parte de la dinámica familiar, todos al final suman el esfuerzo realizado. Por otra parte, los menores de edad suplen los problemas de la escasez de mano de obra en la época de relección. El productor es consciente de las prohibiciones, sin embargo, la prioridad es la recolección antes de que se pierda la cosecha. Gráfico 6: ¿En la época de cosecha cortan café menores de edad en su finca?

19%

3%

78%

Si No No responde

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 12: Categoría 4 - La familia

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Doña Rosario dice que los niños, especialmente los varones, debe inculcárseles el amor por el trabajo. De lo contrario, “se crían a la buena de Dios, sin una guía para que sean hombres trabajadores y de bien” (Orellana, R. Sensenti, Ocotepeque, 2017). En algunas fincas tienen las condiciones para que toda la familia de cortadores se hospede. Cuentan con lo básico; un espacio para dormir y otro para cocinar. Son familias que conviven en una relación armónica con otras y con los miembros propietarios de la finca.

En los instrumentos aplicados, el 78% de los productores de café consultados manifestó que en la época de cosecha cortan café los menores de edad. Algunos son conscientes que existen prohibiciones para los niños, sin embargo, la familia al desplazarse junto con los menores de edad se vuelve imprescindible que ellos participen de estas labores. Las certificaciones de fincas bajo los diferentes sellos generalmente prohíben el empleo de menores en labores agrícolas; desde la percepción de aquellos productores que cuentan con certificaciones, esto se aplica en la medida de sus posibilidades. La familia en el occidente de Honduras forma parte fundamental para la economía del café, se involucran “desde el más grande hasta el más pequeño”; creándoles “el sentimiento de que también vean en el café una oportunidad” (Ruiz, O. Lepaera, Lempira, 2017); porque la caficultura será el sustento, la esperanza y la herencia familiar en alguno momento de su vida. 4.2.5. Categoría 5: La perspectiva de género en la caficultura regional

La caficultura comienza con la mujer, sin embargo, se ha sido caracterizado por ser un trabajo del hombre. Esa visión masculina de la realidad ha predominado en todos los ámbitos de la vida; forma parte de los grandes problemas epistemológicos y hegemónicos que sufre la humanidad, los cuales se reflejan en las formas predominantes de patriarcado (Santos, 2016, 2015). Desde la mitad de la década del setenta del siglo XX, se han realizado varias conferencias mundiales acerca del papel de la mujer, casi todos los temas de la vida social, política, económica, cultural y ambiental han estado en las diferentes mesas de discusión. Ahora, se dice que la pobreza tiene rostro de mujer (Herrera, 2016).

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 13: Categoría 5 - La perspectiva de género en la caficultura regional

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2018

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Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la pobreza extrema afecta a 1,500 millones de personas; 1,050 millones de ellas son mujeres (Ibíd., p. 1). Culturalmente la mujer se ha relegado a las labores cotidianas del hogar. “Antes en la zona rural no era tan normal que surgieran organizaciones de mujeres. La mujer debe estarse en la casa, cuidar los niños, nos decían” (Estévez, D., Capucas, San Pedro Copán, 2018). Ahora los hombres están más sensibilizados, comentaron las entrevistadas, nos permiten participar en las juntas directivas de las organizaciones y nos apoyan en los procesos que se impulsan en la comunidad. A las labores de sensibilización en género se han sumado una serie de organizaciones no gubernamentales con presencia en la región occidental de Honduras.

En el contexto del occidente de Honduras, el surgimiento de una serie de ONG ha fortalecido los procesos de organización comunitaria. Sin embargo, muchas veces se ha debatido acerca del doble rol que desempeña la mujer, especialmente en las actividades agrícolas. La caficultura ocupa mano de obra femenina para el proceso de recolección del grano. Familias enteras se desplazan hasta las fincas, las mujeres con sus niños pequeños, muchas de ellas son las llamadas “madres solteras” que buscan generar ingresos con cada corte de café. Culturalmente la mujer no tenía derecho a la herencia de la tierra, ahora, “las cosas han cambiado” comentaron varias mujeres en los procesos de recolección de la información. “La mujer está mejor informada”, “ahora se ha perdido el miedo”. “Es una ventaja no depender solo del hombre en la casa”, como mujer “la crisis me ha obligado a ser más emprendedora” (Entrevistas, 2018).

En el occidente de Honduras, son varias las experiencias exitosas de mujeres emprendedoras. Por ejemplo, La Asociación de Mujeres Procesadoras de Café de La Labor (AMPROCAL), en La Labor, Ocotepeque; la Industria de Café Mi Tazita de Celaque, en Corquín, Copán; el Grupo de Mujeres Flor del Campo en Capucas, San Pedro de Copán, son experiencias de mujeres que se han sobrepuesto ante la tradicional cultura masculina en la producción y proceso del café en el occidente de Honduras. Ahora los procesos de catación están a cargo, principalmente de mujeres. En los concursos de barismo participan un número significativo de mujeres. En la historia del concurso de “La Taza de la Excelencia” han sido acreedoras como Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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ganadoras mujeres como Lucinda Vásquez del municipio de Santa Elena, La Paz en 2014 y Marysabel Caballero del municipio de Chinacla, La Paz en 2016. En el occidente de Honduras, el caso más sorprendente y que deja lecciones interesantes de aprendizaje, es el de doña Angélica Landaverde Duarte. Ella comenzó con la idea de crear una empresa en 2006 a raíz de su participación en el concurso de la “Taza de Excelencia” y otros concursos regionales. Tras haber sufrido su finca un deslave producto de las fuertes lluvias en el municipio, lejos de desanimarla, esto la motivó para buscar ideas de emprendimiento con el café. “La crisis me hizo desarrollar como mujer el sexto sentido, como dicen. Me metí a Internet y busqué qué más se puede hacer de café, encontré cómo hacer el exfoliante. Ahora yo hago champú, acondicionador y crema de café. Aparte del vino de café, dulces, jabón de café. Infusiones de café, hasta salsa de café. Son doce subproductos los que hago del café” (Landaverde, A. Corquín, Copán, 2018).

A las ideas emprendedoras surgidas de mujeres se suma Juana María Portillo Romero. Ella ha ganado en dos ocasiones el concurso de barismo en el país. El certamen contribuyó para participar en capacitaciones en Estados Unidos, Europa, Italia y en Asia. En una entrevista realizada a Mary Portillo comentó que esto la ha motivado como mujer a crear sus propias marcas de café, ella cuenta con cuatro líneas de café de diferentes procesos; melado, natural y otros especiales. Estas experiencias, dejan lecciones interesantes para el sistema educativo nacional. Por una parte, son experiencias de mujeres que se han sobrepuesto ante la visión masculina de la realidad34; por otra parte, dan cuenta de que los procesos organizativos pueden encadenarse con otras actividades de la realidad de las comunidades, pues, el común denominador que han tenido estas experiencias, es el apoyo que han recibido de cooperativas cafetaleras como Cocrebistol en San Marcos Ocotepeque, Cocafelol en la Labor Ocotepeque y Cocafcal en Capucas, San Pedro de Copán. Sin embargo, estas experiencias están ausentes, en su mayoría, en los aprendizajes, principalmente universitarios. Es necesario comenzar procesos de “vinculación al revés”, los cuales explicaremos en los capítulos siguientes.

34

Doña Marisol Velásquez, gerente de la cooperativa COCREBISTOL comentó que, la caficultura comienza con la mujer; es ella quien desde tempranas horas prepara las primeras tasas del café y la alimentación para la familia. La cooperativa ha apoyado para la conformación de un grupo de 16 mujeres que ahora integran la Asociación de Mujeres Procesadoras de Café Santa Teresa AMPROCASAT (Grupo focal, San Marcos, Ocotepeque, agosto de 2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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4.2.6. Categoría 6: Formas de empobrecimiento que condicionan el desarrollo humano en la región occidental de Honduras

La pobreza tiene un carácter estructural y multidimensional. Depende del mismo significado que se tenga de pobreza. En tal sentido, existe una abstracción difícil de comprender a la hora de estudiar el fenómeno. Para teóricos como Boaventura de Sousa Santos, en vez de pobreza deberíamos hablar de formas de empobrecimiento. Las estrategias de desarrollo con sus formas verticales de intervención han impulsado significados de carencia material, de escasa infraestructura y de insatisfacción de necesidades como representaciones de pobreza. En la caficultura esas representaciones e imágenes no han sido la excepción; al productor se le considera pequeño y, además, pobre (Jansen, 1993). Los análisis de la pobreza se han extendido durante décadas. Para Rahnema es “un constructo y la invención de una civilización particular” (1996, p. 251); para Vandana Shiva “es más una cuestión de tomar menos que de añadir una cantidad insignificante a lo que se da” (2006, p. 9). En esta investigación, fue necesario indagar si el productor de café se considera pobre. El 77% respondió que dentro de su hogar no se consideran pobres. Puesto que, dentro de las cosas materiales, por medio de la caficultura han logrado mejorar sus viviendas, se cuenta con agua y electricidad y, algunas veces, se puede buscar la asistencia de clínicas médicas privadas.

Gráfico 7: ¿Desde su percepción usted y su hogar se consideran pobres?

77,1

No 20,0

Si No responde

1,8

Regular

1,2 0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

60,0

70,0

80,0

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 14: Categoría 6 - Formas de empobrecimiento

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Para el productor, la pobreza está en el hecho de que la caficultura poco a poco la han ido convirtiendo en un monocultivo. Es una cuestión de actitud, “entonces, mientras no nos quitemos ese concepto de la mente vamos a seguir siendo pobres y vamos a ser pobres” (Vajurto, H., La Labor, Ocotepeque, 2017). Formas de empobrecimiento es la falta de empleos para la generación de ingresos, la falta de educación y conocimientos y no contar con tierra para producir. Se suman a las formas de empobrecimiento la corrupción generalizada que prevalece en el país, además, existe la percepción de que la región occidental ha sufrido un abandono progresivo de diferentes gobernantes. Las manifestaciones de pobreza que existen en el contexto occidental del país son variadas. La mayoría de ellas está asociada a una carencia material, a la búsqueda de una imagen representativa de las economías opulentas.

Gráfico 8: ¿Cuáles de los siguientes factores considera usted que son causa de empobrecimiento de las familias del occidente de Honduras?

14,7%

La falta de dinero y empleo

13,4%

Falta de educación y conocimientos

10,8%

No tener tierra para producir

9,5%

La corrupción generalizada

9,2%

Poco interés del Gobierno por la región occidental

8,8%

Tener demasiados hijos El cambio climático

6,2%

Las políticas económicas del Gobierno

6,0%

No tener vivienda propia

5,2%

Las enfermedades y epidemias

5,0% 4,8%

La mala distribución de tierras La falta de identidad cultural Falta de espiritualidad

3,3% 3,1%

0,0% 2,0% 4,0% 6,0% 8,0% 10,0% 12,0% 14,0% 16,0% Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

La pobreza está asociada con la percepción del desarrollo apegada a una visión tangible y a la imagen ordenada de la civilización occidental. Existe un discurso que se transmite por Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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diferentes medios; la condición de verse escasos y siempre necesitados, porque se creó en la gente, desde la percepción de los entrevistados, la “costumbre a que le lleven ayuda a la casa”; “es una pobreza mental”; “lo comido por lo servido”; y otras razones que convierten al fenómeno de la pobreza difícil de comprender. Estas percepciones recogidas en las entrevistas son muestra de que, para algunos, la pobreza es multidimensional, pero, a pesar de ello, prevalece una visión de carencia y necesidad material en el imaginario regional que nos apartan de las posibilidades de construir comunidades y formas de vida de manera alternativa.

4.2.7. Categoría 7: La caficultura como medio para impulsar el desarrollo humano en la región occidental de Honduras La caficultura en el occidente de Honduras, desde la percepción de las familias productoras, ha realizado aportes significativos al desarrollo humano de la región. Es el café que aporta para mejorar las viviendas, para educar a los hijos y para atender la salud en el hogar. El café brinda empleo permanente y temporal durante todo el año. Suple necesidades y abre oportunidades. La percepción es generalizada, más del 90% de los consultados manifestaron que la caficultura ha contribuido al desarrollo humano. Para algunas familias el desarrollo humano no se refleja en el sentido material. “El desarrollo ha sido muy fuerte, porque, qué se yo, no en cuestiones de dinero, sino en capacitaciones, ilustraciones, cómo hacer las cosas bien y cómo hacer que esto mejore” (Estévez, J. San Pedro Copán, 2017). Las contribuciones de la caficultura se ven reflejadas en el poder adquisitivo, en la nueva tecnología que ingresa a la finca, pero, además, en la educación, “ese es un cambio de actitud que se ha hecho en las familias” (Suazo, M., La Labor, Ocotepeque, 2017).

Sin embargo, en el imaginario de las familias productoras predomina una racionalidad económica, el desarrollo siempre está en función de las posesiones materiales. Las visiones clásicas del desarrollo inducen a pensar que aumentar el área cultivada con café permitirá la obtención de mejores ingresos. .

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Esquema 15: Categoría 7 - La caficultura para impulsar el desarrollo humano

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Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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La diversificación de la producción es una alternativa para distribuir los riesgos implícitos en las actividades agrícolas, sin embargo, existen diversos factores que obstaculizan estas labores; la distancia, la inversión, el acceso al crédito, la seguridad pública, la certeza productiva y la comercialización, son causas del porqué la familia productora al final depende, generalmente, de un solo rubro. Si nos apegamos a los informes del desarrollo humano promovidos por el PNUD, se puede aseverar que la caficultura en la región no es un motor para reducir las desigualdades sociales, sin embargo, ha contribuido de forma acumulativa a variables como educación, salud, alimentación y mejoramiento de viviendas.

La reducción de las desigualdades sociales necesita, necesariamente, que la caficultura pueda estar encadenada con otros actores relevantes. En la variable económica, la dinámica cafetalera ha contribuido para que nuevos productores ingresen año con año a la economía regional. Algunos cortadores llevan semillas y las siembran en sus parcelas, con los años, esos cortadores se convierten en nuevos caficultores, de esa manera, llega “más circulante”, más oportunidades por las bondades del café. “hay gente que mejoró comprando su carrito, otros, comprando más terreno para fincar, de varias formas, pues ha salido adelante con este producto” (Pacheco, M., San Pedro Copán, 2017). La caficultura, en parte, y en la medida de las posibilidades, es educación, es mejoramiento de viviendas, es nueva tecnología para la finca, es maquinaria y medio de transporte, es acceso al agua y a la electricidad, es abrir oportunidades para el mercado nacional e internacional. El café es trabajo para la gente, es cuidado del ambiente cuando el productor se lo propone; es una forma de vida, pues “el café es una época y, en esa época, se beneficia todo mundo” (Calderón, A., Gracias, Lempira, 2017).

Para encontrar beneficios directos al desarrollo humano, la caficultura necesita promover una mejor participación en las estructuras de poder, visibilizar el papel de la mujer en las actividades agrícolas y de emprendimiento, mejorar el trabajo de la gente en las condiciones más justas, buscar mecanismos para la despolitización institucional alrededor de la caficultura, mejor atención y acceso de oportunidades desde el Estado, mejoramiento en procesos de

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formación y cualificación en todos los eslabones de la cadena productiva35. Para lograr verdaderos procesos del llamado “desarrollo humano” deberá incluirse obligadamente un esfuerzo de descolonización epistemológica y de deconstrucción cultural en los procesos de intervención. En este esfuerzo deberán estar necesariamente todos los actores que están alrededor de la caficultura regional. Por ejemplo, una mesa sectorial alrededor del café podría ser un camino que puede sumarse a otras ideas propuestas en esta tesis. Un verdadero proceso de desarrollo humano deberá contemplar el encadenamiento de la caficultura con otros rubros productivos de la región y con otras acciones de intervención, de tal manera que, los beneficios para las familias productoras sean más visibles y pueda distinguirse la colaboración de cada gestor en el bienestar colectivo de la región.

4.2.8. Categoría 8: Los factores que condicionan el desempeño de la caficultura en la región occidental

Son diversos los problemas que aquejan a la caficultura en el occidente de Honduras. La inestabilidad en los precios, los altos costos de los insumos agrícolas, la mano de obra, las enfermedades y plagas, el cambio en el clima, el acceso al financiamiento, son causas que están dentro de la poli causalidad de la caficultura. Las dificultades incluyen toda una complejidad monopólica en la cadena productiva del café. La lejanía de las fincas implica contar con un vehículo para sacar la producción; para dar valor agregado, son necesarios los patios para el secado; las secadoras solares son nuevas opciones dentro de la caficultura. La despulpadora y la electricidad son herramientas necesarias para no vender el café solo en uva, sino dar mayor valor al proceso productivo.

Con respecto a la institucionalidad, existe una permanente observación en el sentido de que hay poca supervisión en las pesas y medidas del café, de la misma forma, las diversas organizaciones que están alrededor del café, no siempre buscan las mejores oportunidades para dar valor agregado y para nuevos mercados internacionales, por lo que, generalmente, la exportación del café se encuentra concentrada en un número reducido de personas 36.

35 36

Algunas ideas para una mejor inclusión en la caficultura están descritas en el capítulo VI de esta tesis. Según el directorio de exportadores de café, son 43 las empresas exportadoras de aromático hondureño.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 16: Categoría 8 - Factores que condicionan el desempeño

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Gráfico 9: De los siguientes elementos ¿cuáles cree usted que necesita para mejorar la producción, proceso y comercialización del café? Un vehículo propio

13,6%

Patios para secado de café

13,5%

Secadoras solares

12,9%

Una despulpadora

12,3%

Electricidad en su finca

11,2%

Tostadora y molino de café

9,5%

Bodega de almacenamiento

9,2%

Pilas de fermentación

8,9%

Canales de carreteo Ninguno de los anteriores 0,0%

7,8% 1,3% 2,0%

4,0%

6,0%

8,0%

10,0%

12,0%

14,0%

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

¿Cuáles de los siguientes factores considera usted que están afectándole en la cadena productiva del café?

Porcentajes

No estar organizado

3,5%

Estrategias de comercialización del café

5,0%

La falta de agua

6,0%

La falta de infraestructura como patios, beneficio, etc.

6,0%

Los descuentos por humedad

6,8%

El poco apoyo del Estado para la caficultura

8,5%

El cambio climático

8,9%

La falta de cortadores o mano de obra

9,5%

Los caminos en mal estado

9,6%

Los altos costos de los insumos agrícolas

10,2%

Las plagas y enfermedades del café

12,0%

La variación en los precios del café

13,9%

TOTALES Tabla 9: Factores que afectan la caficultura

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

100,0% Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

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Según el directorio de exportadores de café en Honduras son 43 empresas las que se reparten principalmente la comercialización internacional del grano. De estas, según la cosecha 2015 2016, fueron diez exportadoras que acapararon el mayor volumen exportado. De ellas, la Compañía Hondureña del Café, S. A. de C.V. COHONDUCAFE (San Pedro Sula), Beneficio de Café Montecristo S. A. BECAMO (Villa Nueva, Cortés) y OLAM de Honduras, S. A. de C. V. (San Pedro Sula) exportaron casi el 60% del total de la producción (Ihcafé, 2016). La percepción es generalizada, el mayor beneficiario en la cadena productiva del café es el exportador, seguido del intermediario o comprador. En ese sentido, el productor “se siente explotado” y “no se ha aprendido a defender lo que es nuestro”; porque el productor “es poco visionario”, “somos conformistas” y “hace falta buena organización”. Las percepciones incluyen el hecho de que “hay poca información a la que el productor puede acceder”, “la escolaridad muchas veces se convierte en una dificultad”, por lo que es necesario “avanzar realmente en procesos de formación de la gente”. Esta formación deberá incluir un campo de preocupación acerca de la continuidad perpetua de una racionalidad económica que provocará frustraciones en el bienestar de las familias productoras en la región. Desde esa visión de necesidades y factores condicionantes de la caficultura regional, deben buscarse las estrategias para “democratizar la comercialización del café” (Amaya, A., Belén, Lempira, 2017),

Toda la institucionalidad debe avanzar en el fomento del policultivo de forma permanente, porque “uno de los grandes problemas nuestros, hacia el presente y al futuro, es que la caficultura la estamos reduciendo, casi, casi, a un monocultivo” (Carranza, A., Santa Rosa de Copán, 2017). Si el productor avanza hacia el valor agregado del café, de inmediato surgen los “trámites engorrosos para obtener una licencia sanitaria”, sumado a ello, “de nada sirve producir bastante café si tenemos problema en el mercado” (Lara, R., Sensenti, Ocotepeque, 2017). Los bajos precios del café, los altos costos en la producción, la falta de financiamiento y el poco apoyo del Estado obligan, algunas veces, a vender el café a compradores guatemaltecos y salvadoreños, esto es una práctica frecuente, principalmente en las zonas fronterizas del país.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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4.3.

Familia de categorías 3: Organización e institucionalidad

Esquema 17: Familia de categorías 3 - Organización e institucionalidad

Para el análisis de la familia de categorías “Organización e Institucionalidad” se ha incluido el financiamiento y la asistencia técnica que reciben las familias productoras de café; las políticas públicas relacionadas con la cadena productiva; los procesos de organización como una oportunidad para los productores; las relaciones de coordinación institucional y los retos de la caficultura en el occidente de Honduras. Todo ello nos conduce a la valoración del papel que desempeñan las instituciones y las organizaciones alrededor de la caficultura y nos plantea el reto de buscar mejores mecanismos, modelos y estrategias que permitan un mejor dinamismo de la economía del café para el beneficio de la región y del país. En el occidente de Honduras existen diversos procesos organizativos que buscan acercarse a los demás eslabones de la cadena productiva, principalmente en la comercialización internacional del grano. La inversión en maquinaria para dar mayor valor agregado, mantener los procesos de certificación y calidad del café, son parte de los retos organizaciones e institucionales en el occidente de Honduras.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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4.3.1. Categoría 1: El financiamiento y la asistencia técnica en la caficultura de la región occidental de Honduras

El acceso al financiamiento y el contar con asistencia técnica para la caficultura ha sido un reto desde la institucionalidad relacionada con el rubro. Si los productores “llegan a la banca, no están las puertas abiertas, sino lleva su garantía suficiente no accede” (Suazo, M., La Labor, Ocotepeque, 2017). El agro representa un alto riesgo para el sistema financiero nacional y la asistencia técnica no llega a todos los productores por el limitado número de técnicos con los que cuentan las instituciones cafetaleras. Sin embargo, se han buscado opciones para realizar, por ejemplo, días de campo y poder llegar a la mayor cantidad de personas. La búsqueda de financiamiento se realiza, muchas veces, fuera del sistema financiero, lo cual representa altos costos en los intereses o compromisos de entrega de la cosecha del productor.

Desde la percepción de los productores, existe una crítica permanente hacia el trabajo que realizan las instituciones cafetaleras. Los reclamos van desde la búsqueda de opciones de financiamiento, apertura de mercados, comercialización, hasta atender los problemas de plagas y enfermedades del café. “El IHCAFE brinda apoyo en la medida de sus posibilidades, más que eso, en la medida de su propia visión y, muchas veces, no es suficiente” (Carranza, A., Santa Rosa de Copán, 2017). Se ha comentado ampliamente acerca del control de los pesos y medidas a la hora de la comercialización del café. No es que la institucionalidad cafetalera no contemple estos retos dentro de sus estrategias operativas, de hecho, dentro de sus planes están cubierto muchas de las preocupaciones del sector cafetalero, el problema, desde mi perspectiva, está en cómo encadenar todos estos procesos con los demás gestores del desarrollo en el occidente de Honduras.

Los reclamos institucionales incluyen el acceso a abonos y fertilizantes, reparación constante de carreteras y caminos y créditos blandos para el sector productivo. “Si yo tuviera acceso a un crédito, mi mayor satisfacción sería montar una finca integral; que tenga todo, que cuente desde una vaca, pescado, cítricos, que tenga todos los cultivos, todo lo que se necesita para sobrevivir” (Estévez, J., San Pedro Copán, 2017).

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Esquema 18: Categoría 1 - El financiamiento y la asistencia técnica en la caficultura

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Del total de productores consultados, un 48.9% adujo haber mejorado las condiciones de su finca, sin embargo, existe un 40.7% que manifestó nunca haber recibido asistencia técnica. Sin duda, esto es una preocupación si queremos mejorar la calidad y la productividad de la economía del café, pero a su vez, se convierte en una oportunidad para una serie de organizaciones que trabajan con programas bajo el enfoque de “desarrollo local”.

¿A cuáles de las siguientes organizaciones pertenece? 27,5%

No pertenezco a ninguna… Empresa asociativa

AHPROCAFE

40,7

2,7%

48,9

10,1%

Cooperativa cafetalera ANACAFE

Con la asistencia técnica que usted ha recibido, su finca se encuentra en:

9,8

1,6% 17,8% 40,3%

IHCAFE

0,0% 10,0% 20,0% 30,0% 40,0% 50,0%

Gráfico 10: Pertenencia a organizaciones y asistencia técnica recibida

Mejores condiciones Iguales condiciones Nunca he recibido asistencia técnica Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

De la misma forma, la Academia tiene una oportunidad para impulsar carreras técnicas en sus diferentes niveles para atender con información y conocimientos técnicos a este sector. El 40.3% de los entrevistados comentó pertenecer al Instituto Hondureño del Café; 17.8% a AHPROCAFE; 10.1% a alguna cooperativa cafetalera, además, existe un 27.5% que adujo no pertenecer a ninguna organización. De manera general, la valoración del desempeño desde la percepción de las familias productoras no es halagadora para las instituciones y organizaciones cafetaleras. 50% de las consultas lo valora como regular; 13% muy bueno y 28.8% malo. Esas valoraciones se trasladan también para el Gobierno Municipal. Los consultados dijeron, en un 55.3%, que el apoyo que reciben de la Municipalidad para la cadena productiva del café es malo. 34.7% regular y 8.7% lo valoran como muy bueno.

En función del acceso al financiamiento, los productores en un 51.1% dijeron que es difícil el acceso al crédito, un 24.1% que era fácil y seguro. Cuando han necesitado financiamiento, el Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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20.7% lo han encontrado en bancos privados; 15.1% por medio de compradores e intermediarios del café; 11.4% en bancos del Estado y 10% a través de cooperativas cafetaleras y empresas asociativas. Un 31.9% manifestó nunca haber buscado crédito.

4.3.2. Categoría 2: Las políticas públicas relacionadas con la cadena productiva del café La legislación de la caficultura en Honduras se remonta a la segunda mitad del siglo XX con la emisión de los primeros decretos para la exportación del café. La política cafetalera está a cargo del Consejo Nacional del Café (Conacafé) y su ejecución está bajo la responsabilidad del Instituto Hondureño del Café. La política cafetalera está vigente desde el año 2003. El Estado a través de sus instituciones ha emitido una serie de resoluciones que contemplan una serie de disposiciones para el manejo de la cadena productiva del café. Las dificultades encontradas, desde la percepción de los productores, es que, generalmente, las leyes y decretos responden a intereses de quienes más se benefician de esta actividad.

Las políticas públicas del Estado son más políticas de recolección de recursos que de verdadero apoyo, esto se ha convertido en un problema de carácter estructural. Las observaciones con familias productoras contemplan el hecho de que el diseño de tales políticas públicas debería contemplar los contextos regionales, en una especie de producción individual y comercialización colectiva. Esas alternativas tienen que verse desde una perspectiva más organizativa que favorezca al productor más pequeño. Don Napoleón López reclama por el poco apoyo de la institucionalidad; “esas instituciones viven de uno; sería bueno estar organizado, es bueno estar organizado, pero en algo que responda, pero estas instituciones a uno solo le sirven de, digamos, más bien uno les sirve a ellos para que sobrevivan” (Corquín, Copán, 2017).

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Esquema 19: Categoría 2 - Las políticas públicas

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Las percepciones incluyen el hecho de que las políticas cafetaleras del Gobierno “casi no han hecho nada”; 36% de los consultados manifestó que “han contribuido un poco” y solo el 9.8% de los entrevistados considera que “han mejorado la caficultura”.

Las políticas cafetaleras del Gobierno con todas las instituciones involucradas: Frecuencia Válido

Han mejorado la caficultura

Porcentaje

Válido

Acumulado

37

9,8

9,8

9,8

Han contribuido un poco

136

36,0

36,0

45,8

Casi no han hecho nada

198

52,4

52,4

98,1

7

1,9

1,9

100,0

378

100,0

100,0

No responde Total

¿Lo han invitado alguna vez para discutir los problemas de la caficultura y sus posibles soluciones? Frecuencia Válido

Porcentaje

Válido

Acumulado

Si

180

47,6

47,6

47,6

No

196

51,9

51,9

99,5

2

,5

,5

100,0

378

100,0

100,0

No responde Total Tabla 10: Las políticas públicas y la participación

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

El reclamo contempla la manera excluyente que tiene la definición y construcción de políticas cafetaleras en el país. 51.9% consideró que nunca los han invitado para resolver los problemas de la caficultura en el país. 47.6% manifestó que si ha participado en debates y discusiones del tema. Para los productores, las organizaciones que existen “funcionan, pero de oficina nada más”; “allí todo lo han politizado, todo es política, ya uno no consigue ayudas”; “sentimos que somos explotados”; “no existen subsidios, a pesar de las enormes contribuciones que hacemos” (Entrevistas, 2017). Ante los retos, “yo creo que debe de mejorarse mucho en la política cafetalera como tal, porque además de precios, además de costos, también debe de regularse las pesas y medidas para comercializar” (Suazo, M., La Labor, Ocotepeque, 2017).

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Una política pública cafetalera deberá incluir, desde la perspectiva de las familias productoras, políticas de carácter regional, que incluyan la democratización de la comercialización del café; debe incluir políticas financieras y mayor participación de los caficultores en las decisiones del Estado. En todo caso, “sería suficiente con que no nos quitaran tanto impuesto para mantener instituciones” (Ochoa, R., Corquín, Copán, 2017). Una verdadera política cafetalera deberá contemplar mecanismos de compensación por el esfuerzo realizado en función del cuidado ambiental. El apoyo de los caficultores para la protección del bosque y de las fuentes de agua deben ser estrategias integrales en todos los municipios del país. De la misma forma, existen preocupaciones en cuanto a los límites territoriales de la caficultura y las opciones productivas por cambios inesperados en la productividad en el mediano plazo.

4.3.3. Categoría 3: Los procesos de organización como medio para mejorar la cadena productiva del café

Una alternativa para mejorar los beneficios en la cadena de valor del café se encuentra en los procesos organizativos. Una de las razones del porqué la mayor parte de los productores no dan valor agregado a su producción radica en los altos costos que ello significa. El equipo y toda la infraestructura no está al alcance de la mayor parte de las familias productoras. Algunos de ellos tienen acceso a una despulpadora, sin embargo, para ello, necesitan también de agua para el despulpado. Por tal razón, los productores se han visto en la necesidad de pertenecer a alguna cooperativa para que allí se despulpe, se lave y se seque su café. En los cuestionarios aplicados, el 71.4% considera que estar organizados puede representar una oportunidad para dar valor agregado a su producción. De la misma forma, el 55.8% de los consultados adujo que al estar organizados pueden mejorar su economía familiar. Un 34.7% de los entrevistados dijo no estar seguros que eso ocurra.

Los procesos organizativos alrededor de la caficultura son dinámicos en el occidente de Honduras. Las experiencias existentes se han basado en la búsqueda de oportunidades de mercado y, en alguna medida avanzar en la cadena productiva al dar valor agregado a la producción.

Sin embargo, se necesita, primordialmente, el fomento de una “cultura

organizacional” con la cual se puedan aprovechar los beneficios que ofrece el café. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 20: Categoría 3 - Los procesos de organización

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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En términos de esa necesidad de acortar los eslabones de la cadena productiva, las iniciativas para dar valor agregado se enfrentan a dificultades como la falta de agua y la electricidad en las fincas. Espacios para secado y la falta de maquinaria, son parte de la complejidad de la economía del café que obliga a la búsqueda de mecanismos de asociación. Sin embargo, gran parte de productores no forma parte de procesos organizativos, las razones son diversas; el 30.1% de los consultados considera que es por la falta de conocimiento de tales procesos, 26.7% manifestó que no hay interés, el 23.2% dijo que existe una desconfianza en las cooperativas, puesto que algunas experiencias en el occidente de Honduras no han sido del todo exitosas por el mal manejo administrativo y financiero.

Gráfico 11: Según usted, ¿cuáles son las razones por las que algunos productores no están organizados ni forman parte de cooperativas?

30,1%

Falta de conocimiento 26,7%

No hay interés de organizarse 23,2%

La desconfianza en las cooperativas 15,6%

Nadie lo ha invitado a organizarse No existe una cooperativa en la zona 0,0%

4,4% 5,0%

10,0%

15,0%

20,0%

25,0%

30,0%

35,0%

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

A pesar de las limitaciones de los procesos de organización, por medio de ellos, se están impulsando iniciativas para mejorar la calidad del café. Los procesos de certificación son experiencias de éxito en diversos municipios de la región. “Marcas de café que empiezan a tener un prestigio y eso se revierte en beneficio para el productor” (Rodríguez, A. Mercedes, Ocotepeque, 2017). “Al estar organizados sabemos que nos beneficia bastante, porque ahí pues cualquier ayuda que uno solicite en la empresa, uno ahí le extienden la mano, le ayudan, yo digo que ahí en esa parte nos ayuda bastante” (Sanabria, S. San Pedro, Copán, 2017). Los Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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reclamos hacia diversas organizaciones no es la excepción en el occidente de Honduras, para algunos, “esas instituciones son elefantes blancos” y, en alguna medida, “en Honduras todas las instituciones del Gobierno están coludidas con la irregularidad, con la corrupción” 37 (Silva, G., Santa Rosa de Copán, 2017). Esa diversidad de instituciones representa una carga onerosa para los productores, “si hubiera una estructura más sólida, una sola y no este montón, yo digo que sería mucho mejor, porque así se mantiene un montón de paracaidistas” (Zúñiga, O., Corquín, Copán, 2017). En las conversaciones y observaciones de campo se ha podido constatar que, si bien es cierto los procesos organizativos ayudan a sumar esfuerzos, falta mucho por hacer en la región; falta mayor comprensión del poder que tienen los caficultores cuando deciden unirse; faltan las estrategias que busquen acortar los eslabones de la cadena productiva; falta pensar en mayor transparencia, en la descentralización de fondos y en la despolitización de las instituciones; de la misma manera, se necesita adelantarse a los escenarios futuros de la caficultura nacional.

4.3.4. Categoría 4: Retos de la caficultura en la región occidental de Honduras

Los retos de la caficultura en el occidente de Honduras son diversos, van desde la búsqueda de mecanismos de compensación, hasta el encuentro con mejores estrategias para la distribución de los beneficios de la economía del café. Esos retos incluyen cómo buscar variedades más resistentes a plagas y enfermedades y buscar mercados para el café desde los productores. Otra de las alternativas planteadas es la posibilidad de contar con una central para recoger la producción en función de la calidad del café. La búsqueda de la calidad es todo un reto en el occidente de Honduras, en ese sentido, se han realizado avances significativos a través de los procesos de certificación que impulsan diferentes cooperativas cafetaleras.

El caso denominado “Pandora” es otro ejemplo de actos de corrupción e impunidad que sufre el país. Se estima que de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) fueron desviados 282 millones para financiar campañas de partidos políticos. Los fondos estaban destinados para fortalecer el sector agrícola y sus iniciativas emprendedoras. Los detalles del requerimiento fiscal para 38 implicados fueron obtenidos de CONFIDENCIALHN (copia en poder del autor). 37

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Esquema 21: Categoría 4 - Retos de la caficultura

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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El contrabando que se realiza hacia Guatemala y El Salvador son retos para la institucionalidad cafetalera hondureña. Una de las preocupaciones permanentes es la inestabilidad de los precios del café. En Honduras no existen alternativas para compensar al productor cuando los precios internacionales disminuyen, tampoco se crean mecanismos de resguardo cuando los precios suben en el contexto mundial. Los retos incluyen velar porque la caficultura no se reduzca a un monocultivo. La diversificación de la producción ha demostrado ser una alternativa para contrarrestar los altibajos del café; esto incluye poder aprovechar toda la diversidad de subproductos que se generan a partir de la cadena productiva del café. Los productores argumentaron que, “puede ser que nos haga falta en cuanto a innovar administrativamente”; “la autoridad municipal debería de tener un fondo para premiar a esa gente que realmente se sacrifica, porque producir orgánico eso no es fácil”; “los productores en su mayoría no saben catar su producto, no saben qué es lo que tienen”; “no estamos preparados cuando nos vienen los años malos”; “debe de haber una buena política cafetalera también para que el esfuerzo se vea compensado”: “avanzar realmente en procesos de formación en la gente”: “educarnos, esa es la clave, cuando hay educación todo funciona” (Entrevistas, 2017). Uno de los comentarios más frecuentes en el proceso de entrevistas fue el tema de certificación y la calidad del café. Don Narciso Perdomo ha comentado que “la mayoría de productores solo piensan en producir volumen, en vender cantidad y no calidad y la ventaja no está en vender cantidad. El buen futuro de la caficultura en nuestro país está en la calidad” (San Pedro Copán, 2017).

4.3.5. Categoría 5: Relaciones de coordinación interinstitucional

Los retos de la caficultura deben complementarse con la búsqueda de relaciones de coordinación institucional. Aquí, tienen relevancia diversos actores que gestionan el desarrollo en el occidente de Honduras; organizaciones no gubernamentales, universidades, colegios de educación media, gremios, empresas asociativas, cooperativas cafetales, beneficios de exportación, compradores intermediarios e instituciones del Estado.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 22: Categoría 5 - Relaciones de coordinación interinstitucional

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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En esa búsqueda de posibilidades, las diferentes universidades pueden llevar todo su potencial por medio de docentes, estudiantes, procesos de vinculación e investigación para aportar su experiencia en el diseño de marcas, desarrollo de productos, búsqueda de mercados para la comercialización, experimentación con nuevas variedades, abonos y foliares orgánicos, asistencia técnica, estrategias de publicidad, planes de negocios, formulación de proyectos de fincas ecoturísticas, planes administrativos y financieros y toda una gama de opciones para acercarse a las comunidades de la región.

En los cuestionarios aplicados en tres departamentos de la región, 44.2% de los consultados dijo no llevar ningún tipo de registro contable en su finca; 33.1% solo llevaba registros manuales de mano de obra y compra de insumos. 20.6% lleva contabilidad completa. Quienes se han visto en la necesidad de llevar registros contables son aquellos productores que por exigencia de los diferentes sellos de certificación se ven sometidos a tales propósitos. Los centros educativos en sus diferentes niveles pueden crear las condiciones para montar plataformas de negocios para favorecer a los pequeños productores. La mercadotecnia y la publicidad por medio de redes virtuales pueden acercar a las familias productoras a compradores internacionales. El establecimiento de centros de investigación para la caficultura no debería ser exclusiva del Instituto Hondureño del Café, sino que, las distintas universidades deberían formar parte de estas labores.

La creación de carreras técnicas en educación media y superior debería ser una prioridad para fortalecer la economía del café en la región. Las distintas universidades podrían contar con centros para la certificación de fincas y convertirse en líderes de dichos procesos. Los programas de formación y capacitación para los productores de café deberán incluir necesariamente todo un proceso de descolonización epistemológica y de deconstrucción cultural que permita la búsqueda de un pensamiento alternativo a las distintas alternativas económicas que existen en el mundo. De la misma forma, las cooperativas junto con todas las empresas asociativas y otros sectores deberán hacer sinergia para el fortalecimiento organizativo y la búsqueda de mecanismos que acorten los eslabones de la cadena productiva

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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del café: todo, con el propósito de pasar de una pirámide evidente de desigualdad a un rectángulo en el cual los beneficios sean repartidos de forma igualitaria y equitativa.

4.4.

Familia de categorías 4: Caficultura y ambiente

Esquema 23: Familia de categorías 4 - Caficultura y ambiente

La familia de categorías “Caficultura y ambiente” contempla el análisis de los riesgos ambientales derivados de la caficultura;

los procesos de certificación; cafés orgánicos y

especiales los cuales pueden crear condiciones para mejorar la vida de las familias productoras; además, se incluye las valoraciones acerca de la calidad del café y; el aprovechamiento del potencial que existe en la venta de servicios ecosistémicos o ambientales Toda actividad productiva encierra una serie de factores que impactan en el deterioro de la naturaleza, el café en el occidente de Honduras no es la excepción, puesto que, en alguna medida, contamina quebradas y ríos y causa deforestación en su misma dinámica expansiva. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Sin embargo, existen mecanismos que pueden contribuir a mitigar los impactos ambientales y, de la misma forma, aprovechar las oportunidades que ofrecen los mismos ecosistemas; el agua, el aire u oxígeno, los árboles, la flora y la fauna, son elementos inmersos en las fincas del occidente de Honduras.

4.4.1. Categoría 1: Riesgos ambientales derivados de la producción de café

La caficultura nacional presenta una serie de riesgos ambientales que son inherentes a las prácticas culturales de las familias productoras. Para algunos, existe una consciencia ambiental al usar abonos orgánicos y químicos que son menos dañinos a la naturaleza, para otros, existe un total desconocimiento acerca de sus procedimientos. El manejo de las aguas mieles y de la pulpa son factores latentes que afectan el entorno ambiental. La tala del bosque para ampliar la frontera agrícola, la pérdida de la fauna por regulación masiva de sombra, son prácticas frecuentes año con año en la región.

Las pocas regulaciones de la caficultura son factores que agudizan los riesgos ambientales. “La pulpa, esa, bueno, en una parte lo que hago es que yo la amontono y la tapo con plástico la que pueda ahí cubrir para que no se moje” (Sanabria, S., San Pedro, Copán 2017). La pulpa sirve de abono orgánico cuando recibe el tratamiento respectivo y las aguas mieles pueden ser utilizadas para foliares para la misma finca. Algunos productores al estar bajo la supervisión de algún sello de certificación, están en la obligación de mitigar los daños a los ecosistemas. “La norma de cualquier sello va dirigida allí, a proteger las fuentes de agua, proteger la fauna, proteger los bosques, pues controlar basura, no contaminar el ambiente o medio ambiente, no utilizando sustancias altamente tóxicas” (Vajurto, H., La Labor, Ocotepeque, 2017). De la muestra de productores, el 37.3% despulpa el café en su casa; el 34.7% en la finca y únicamente el 27.2% lo lleva a una cooperativa para despulparlo.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 24: Categoría 1 - Riesgos ambientales

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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No existe una certeza que el caficultor tome precauciones por el derrame de aguas mieles y el tratamiento óptimo de la pulpa. De la misma forma, indica que existe una gran cantidad de productores que no están afiliados a una cooperativa en la cual se concentre el beneficiado para mitigar el impacto ambiental de la caficultura. El 81.2% de los consultados manifestó que las aguas mieles provoca contaminación de ríos y quebradas; 12.4% dijo que no provoca daños y, un 4.5% que no tiene conocimiento de ello. Para los entrevistados, la pulpa se tira en el terreno, son utilizadas para producir abonos, ya sea dentro de la finca o en la cooperativa cafetalera. El aprovechamiento de los subproductos de la pulpa y aguas mieles aún son incipientes en la región occidental. De la muestra consultada, el 31.5% dijo que las aguas mieles se depositan en una laguna de oxidación, el 23.5% manifestó que se tiran en el terreno. 10.1% de los consultados no tiene ningún método de tratamiento para aguas mieles.

Gráfico 12: Según su conocimiento, el uso de químicos o pesticidas en la finca provocan:

,5

No provocan nada

47,1

Daños y contaminación del medio ambiente 39,9

Eliminación más rápida de plagas 11,9

Aumentos en la producción

0,0

5,0

10,0

15,0

20,0

25,0

30,0

35,0

40,0

45,0

50,0

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

Para los productores, el uso de productos químicos son una opción para mejorar los rendimientos. Algunos aducen que el uso de productos orgánicos ha obligado a reducir sus beneficios, puesto que el café “no carga lo suficiente”. Al no tener mayores ganancias al usar productos orgánicos se han visto en la obligación de volver al uso de químicos y pesticidas que dañan aún más la tierra. Para don Jorge Villeda, la producción orgánica deja de ser una alternativa porque el esfuerzo no se ve compensado con mejores precios “regresé al químico, Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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porque no tuve incentivos y mercado” (Corquín, Copán, 2017). Don Jorge Villeda producía uno de los mejores y exquisitos cafés orgánicos de su municipio, a tal grado que eso lo llevó a competir en el concurso de la “taza de excelencia”.

El 47.1% de los consultados manifestó que el uso de químicos provoca contaminación y daños al ambiente, sin embargo, los químicos facilitan la eliminación más rápida de plagas y enfermedades y existen márgenes diferenciados en cuanto a la productividad. La disminución de los rendimientos debería ser compensado de distintas maneras, puesto que, la eliminación de químicos, el control de aguas mieles y el manejo óptimo de la pulpa, son factores que están inmersos dentro de las actividades propias del rubro. Quienes logran hacer estos esfuerzos por el buen manejo son tratados de igual forma con respecto a quienes provocan mayores destrozos a los ecosistemas de la región.

4.4.2. Categoría 2: La calidad del café

La calidad del café en el occidente de Honduras está asociada a la altura, al tamaño del grano y al tipo o variedad de café. Está asociado al uso de abonos y fertilizantes orgánicos, al color y a las técnicas de beneficiado38. La calidad del café va asociada al “color del grano, el color del pergamino cuando está seco y ya tostado el café; en el aroma, en el cuerpo de la taza y, en todos los ingredientes que tienen que ver con el proceso de catación” (Carranza, A., Santa Rosa de Copán, 2017). La calidad del café no siempre se cuida, cientos de compradores intermediaros revuelven el café comprado de diferentes productores; no existen diferenciaciones, la compra es por igual y al mismo precio. La calidad del café, según los técnicos de las diferentes instituciones, comienza con los estudios del suelo y de la variedad de café cultivada. En las parcelas, generalmente se tienen varios tipos de café, algunos más resistentes a las enfermedades y plagas.

38

La calidad del café es compleja y no es simplemente por la altura. Depende de otros factores como la temperatura, la calidad del suelo, variedades, especies, métodos de cultivo y procesamiento, la altitud y latitud, el clima y su variación año con año, condiciones de almacenamiento y exportación, tueste y preparación, entre otros (Newton, 2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 25: Categoría 2 - La calidad del café

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Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Las recomendaciones de los técnicos del Ihcafé para los productores es que, una vez concluida la cosecha, se procedan a realizar estudios de suelo, a cortar todo grano que haya quedado en las “bandolas” del palo para evitar la broca. De la misma forma el uso de trampas y el muestreo para controlar la roya son recomendaciones que están presente en las diferentes charlas técnicas que brinda la institucionalidad a los productores. Estas son prácticas que implican voluntad y, a su vez, inversión de tiempo y dinero para tales propósitos.

¿Ha realizado en su finca estudios de suelo?

En su finca se produce:

58,2

54,2 60,0 50,0

60,0

34,9

41,5

50,0

40,0

40,0

30,0 20,0

4,5

10,0

6,3

0,0 Una sola variedad de café

Diferentes Tengo micro No responde tipos de café lotes

Gráfico 13: Tipos de café producidos y estudios de suelo

30,0 20,0

0,3

10,0 0,0 Si

No

No responde

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

De la muestra aplicada, el 54.2% de los productores tiene distintas variedades de café en su finca. Solo un 4.5% tiene lotes diferenciados. Además, únicamente el 41.5% realiza estudios de suelos, el 58.2% manifestó que nunca han realizado tales prácticas. Estas son oportunidades latentes para diversas instituciones que deseen fortalecer la economía del café; los procesos de certificación para asegurar la calidad más los estudios de suelos y la asistencia técnica en cuanto a variedades, son opciones para vincular los procesos educativos con la caficultura regional. Algunas cooperativas como Capucas tiene técnicos especializados para atender a los productores socios. Dentro de las instalaciones existen laboratorios de catación que les permite tener una clasificación de los cafés de acuerdo al perfil exigido por el comprador. Para don Abel Amaya, “la calidad pudo estar en la finca, pero la eliminé cuando hice el proceso de beneficiado” (Belén, Lempira, 2017).

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Las experiencias de asociación por medio de las cooperativas cafetaleras han impulsado procesos exitosos de mejoramiento de la calidad, esto repercute a la hora de la comercialización del grano. El cultivo de micro lotes, la participación en concursos de taza de la excelencia, la práctica de la catación, son factores inmersos en la calidad del café regional. Sin embargo, los desafíos son verdaderos retos para los caficultores, puesto que renunciar a la cantidad por la calidad es una cuestión que tiene que ver con ingresos familiares; “la cultura de nosotros no es producir bueno, es producir cantidad, porque esa es la cultura de nosotros”; “hay personas que sacan café de muy buena calidad y, de repente, no les dan los precios que deberían de dárseles”; “el buen futuro de la caficultura en nuestro país está en la calidad”; “el café malo se ve” (Entrevistas, 2017)39. Factores como el cambio climático y la disminución de los precios internacionales, son condicionantes que pueden afectar la calidad del grano, por lo que es necesario, pensar en las estrategias para afrontar estos retos y desafíos.

4.4.3. Categoría 3: Los cafés diferenciados puede crear mejores condiciones de vida para las familias productoras

En el occidente de Honduras los procesos de certificación dieron comienzo hace una década. Desde esa fecha, los avances han sido significativos. Generalmente, estos procesos son impulsados por diferentes cooperativas cafetaleras y algunas iniciativas de asociación particular. Las organizaciones no gubernamentales también han realizado sus aportes a este proceso. Durante los últimos años la exportación de cafés diferenciados ha ido en crecimiento. El café certificado es aquel que se produce teniendo en cuenta uno o varios criterios de sostenibilidad; es decir, aspectos económicos, ambientales y sociales (Ihcafé, 2016). Dentro de los procesos de certificación existen los cafés especiales. La Asociación de Cafés Especiales de América (SCAA), define que la especialidad se da cuando existe dedicación de las personas a la calidad como exigencia de su mismo proceso. Un café es especial porque contempla el cuidado con sus características físicas, sensoriales, prácticas culturales y esmero cuidado en sus procesos finales (Ibíd.). 39

Según estimaciones, el mejor café suele crecer entre 1200 y 1600 msnm. En países como Honduras y el Salvador se utilizan clasificaciones así: a.- hasta 1,070 msnm (Standard Central); b.- de 1,070 a 1,520 msnm (High Grown); c.- a partir de 1,520 msnm (Strictly High Grown). Estándar, crecimiento alto y estrictamente crecimiento alto. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 26: Categoría 3 - Los cafés diferenciados

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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Un café es especial cuando en su proceso de catación recibe puntuaciones arriba del 80 por ciento. Producir un café certificado, ya sea orgánico o especial, implica una serie de procesos los cuales representan todo un reto para el caficultor. La certificación es un proceso arduo y riguroso, implica voluntad, disciplina y dedicación. La familia productora es consciente que su producción disminuirá y, por tanto, espera que su recompensa sea en función del precio a la hora de la comercialización. “La certificación de las fincas es un cambio total al productor”; “se ordenan los procesos productivos, porque es una guía que se le da al productor que participa para que las cosas las haga bien hechas”; “hay una diversificación de oportunidad de mercado”; “he hablado con muchos productores que tienen certificada su finca y no crea que es así como lo que ellos esperaban”; “es más de trámite que práctica” (Entrevistas, 2017). En la muestra aplicada a familias productoras de café, 64.3% manifestó que no se encuentra certificada su finca. Sin embargo, más de la mitad de los consultados, el 54% conoce acerca de los sellos de certificación.

Gráfico 14: Cuando se habla de sellos de certificación ¿qué se le viene a la mente? 9,9%

Calidad de vida para su hogar

31,7%

Calidad de café y mejores oportunidades 12,2%

Producción sostenible

10,0%

Hacer más trabajos en la finca

16,2%

Ganancias a la hora de vender el café

20,0%

Cuidado del medio ambiente 0,0%

5,0%

10,0%

15,0%

20,0%

25,0%

30,0%

35,0%

Fuente: Propia, con datos de cuestionario UNAH – 2017

Las razones son diversas del porqué no les interesa entrar en un proceso de certificación, algunos de estos factores se han explicado en capítulos anteriores. Las percepciones acerca de la certificación están apegadas al crecimiento económico familiar; por ejemplo, al consultar, qué significan los sellos de certificación, el 31.7% dijo que representa calidad de café y mejores oportunidades. Esas oportunidades tienen que ver con precios alternativos y oportunidades de mercado nacional e internacional. El 20% adujo que los sellos de certificación representan Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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cuidado del medio ambiente. 16..2% dijo que se traducen en ganancias a la hora de vender el café. Otras valoraciones importantes son el hecho de realizar más trabajos en la finca y producción sostenible.

La certificación es compleja y no necesariamente significa mayores beneficios. Quienes tienen mejor consciencia del deterioro ambiental consideran que la certificación es una forma de hacer algo por la madre Tierra. La rigurosidad del proceso ahuyenta a varios productores. Quienes están en este proceso manifestaron no estar tan conformes, puesto que sus sacrificios no se ven reflejados en su economía familiar; es más, dijeron que quienes más se benefician es la cooperativa cafetalera y los beneficios de exportación, pues ellos venden café de buena calidad en el mercado internacional. Algunas iniciativas de certificación emprendidas en años anteriores se han visto en la necesidad de abandonarlas; los bajos precios y el alto costo que implica mantener una finca certificada les obliga a volver al uso de químicos y con ello perder los sellos obtenidos. Sin embargo, los cafés especiales para el occidente de Honduras son una alternativa para el mejoramiento de las condiciones de vida, siempre y cuando se cuente con los mecanismos ideales de compensación para quienes realizan este esfuerzo de una producción más sostenible y amigable con el entorno.

4.4.4. Categoría 4: Las fincas de café pueden aprovechar el potencial de los servicios ecosistémicos o ambientales que ofrece la región

Los servicios ecosistémicos son todas aquellas oportunidades que los diferentes ecosistemas brindan a la humanidad. Los servicios que presta un ecosistema pueden ser directos, por ejemplo, agua, alimentos, regulaciones climáticas en suelos y aguas marinas. Los indirectos tienen que ver con la fotosíntesis y la producción de materia orgánica. Otros servicios no materiales tienen que ver con valores estéticos, espirituales y culturales, o las oportunidades de recreación o servicios culturales.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Esquema 27: Categoría 4 - Servicios ecosistémicos

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

Fuente: Propia, con datos de entrevistas 2017

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En las fincas del occidente de Honduras se producen bienes de aprovisionamiento como el agua, el bosque frutal y maderable, de la misma forma, toda la diversidad alimentaria que dentro de las fincas es producida. Las fincas de café son reguladoras del clima, aquellas cultivadas bajo sombra son generadoras de oxígeno para la vida. Regulan la erosión del suelo cuando se utilizan los métodos adecuados, mantienen fuentes de agua y contribuyen con los procesos de polinización. Las fincas de café son fuente potencial para propiciar aspectos culturales. Algunas propiedades contienen todas las características para fomentar el ocio recreativo. El turismo ecológico es una modalidad poco aprovechada en el occidente de Honduras, esto se convierte en una oportunidad para crear las condiciones técnicas para fomentar esta actividad que pueda generar ingresos adicionales a las familias productoras.

En Honduras, la promoción, valoración, negociación y compensación de servicios ambientales está a cargo del Comité Nacional de Bienes y Servicios Ambientales de Honduras (Conabisah), instancia reconocida por la Secretaria de Recursos Naturales (MiAmbiente) según Acuerdo Ejecutivo 113 – 2002. Para el Conabisah, los bienes ambientales son los productos que brinda la naturaleza; los servicios ambientales se derivan a partir de las funciones, condiciones y procesos naturales que interactúan en los ecosistemas y agro ecosistemas. Dentro de los servicios ambientales se destacan la captación hídrica, protección y formación del suelo, fijación y reciclaje de nutrientes, control de inundaciones, retención de sedimentos, belleza escénica, regulación del clima, generación de energía, regulación del clima, oxigeno, regulación de gases de efecto invernadero, entre otros.

En la muestra aplicada para este estudio se preguntó acerca del conocimiento que se tiene de los servicios ecosistémicos o venta de servicios ambientales; el 57.4% de los consultados nunca ha escuchado acerca del tema, 41.5% lo han escuchado en algunas charlas y capacitaciones recibidas. Si existiera la posibilidad para compensarlos por el cuidado del ambiente, los productores manifestaron que las instituciones encargadas de tal propósito deberían ser las municipalidades o mancomunidades (25.7%); otra institución podría ser el Ihcafé (24.7%), el Fondo Cafetero (14.2%) o un banco del Estado (11.7%). Para las familias productoras, cualquier beneficio o compensación debe llegar directamente al productor. Para algunos, cuidar el bosque y el agua son fundamentales y forman parte de sus prácticas Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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culturales, otros, hacen caso omiso de las regulaciones y talan el bosque para ampliar sus fincas. En algunos municipios del occidente de Honduras es evidente la deforestación producida. Esto nos indica los retos que tienen las instituciones cafetaleras y las políticas públicas en cuanto a las regulaciones de la actividad, por lo que, será necesario proponer la creación de una instancia que busque la integración de otros actores clave para el desempeño y la sostenibilidad de la caficultura regional.

El aprovechamiento de los servicios ecosistémicos que ofrece la finca de café deberá encadenarse con los procesos de organización. Esta tesis plantea que es necesario instalar una mesa sectorial y un observatorio de la caficultura regional. La mesa sectorial puede encargarse de la gestión técnica para buscar fondos con la cooperación internacional para impulsar un programa en el cual se inserten las familias productoras en el cuidado ambiental. Estos proyectos pueden ser iniciativas emprendedoras de eco turismo, con ello, se logra beneficiar de forma directa a las familias productoras del café y, además, se conservan los medios que sustentan todas las formas de vida en el occidente de Honduras. El observatorio de la caficultura regional debe convertirse en una instancia que impulsa procesos de investigación científica que contribuyan a la adaptabilidad o resiliencia de la caficultura nacional. El observatorio tendría la oportunidad de formar a jóvenes emprendedores con toda una cultura de café para el beneficio del occidente de Honduras. Estos programas de formación deben ser complementarios con la Escuela Superior del Café (ESCAFE) 40 que ya funciona por medio del Instituto Hondureño del Café.

40

La Escuela Superior del Café funciona desde 2003, por medio del Ihcafé y la colaboración estratégica de instituciones como la UNAH, Ahprocafé, AECID, ETEA, TROCAIRE, Fundación Jicatuyo, INFOP, PRONADEL. La escuela incluye procesos de formación y capacitación en: catadores, promotores, administradores de empresas cafetaleras, beneficiadores de café, mecánicos rurales y administradores de fincas. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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CAPÍTULO V

“Buscar es ir más allá de nuestro horizonte lo que no está a nuestro alcance, pero que lo sospechamos; aunque no haya modo de traerlo a la presencia física” Augusto Serrano, escritor y profesor español

DIÁLOGO DE SABERES EN LA DISCUSIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO

5.1.

La monocultura del café y del desarrollo

La percepción desde las familias productoras es que la caficultura enfrenta un futuro incierto. Las políticas públicas del Estado no están diseñadas para afrontar los desafíos como la volatilidad de los precios nacionales e internacionales; los procesos de supervisión en los diferentes eslabones de la cadena productiva son incipientes. Al existir una visión mercadológica del mundo, es difícil apartar el pensamiento del tema productivo, competitivo y de apertura comercial. Por tanto, las acciones en función de esa visión, son apegadas a un modelo clásico de economía en el cual impera la libre oferta y demanda, ganadores y perdedores, lucro por encima de cualquier bienestar de la sociedad. La producción del café se está reduciendo casi a un monocultivo, esto tiene sus interpretaciones del porqué las familias poco a poco fueron quedándose con una sola actividad. Desde hace algunas décadas, con la apertura de las fronteras para el libre comercio, la producción de algunos granos dejó de ser una alternativa. Por otro lado, el Estado, fue abandonando progresivamente la atención al agro, esto incidió para que el sector financiero se diera cuenta de los altos riesgos que representaba invertir fondos en las actividades agrícolas.

La entrada de granos básicos y otros productos derivados del libre comercio y el escaso apoyo del sector gubernamental hizo que cientos de familias dejaran de invertir en aquellos rubros que históricamente se habían producido en el occidente de Honduras; la caña, el arroz, el maíz Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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y los frijoles, poco a poco fueron desplazados por rubros más rentables en el contexto occidental. En algunas familias estas actividades se quedaron parcialmente para el consumo doméstico, aunque no de forma permanente. La tenencia de la tierra, los pocos espacios disponibles y el acceso a insumos son factores que inciden para que la familia decida por una sola actividad. Por tanto, los buenos precios internacionales del café de hace algunas décadas hicieron que se viera en ese rubro una oportunidad de crecimiento económico. Las familias, poco a poco, fueron trasladando grandes extensiones cultivadas de maíz y frijoles por siembras de café41. Año con año, agregaban una y otra parcela, manzana tras manzana, hasta ocupar todo el espacio de tierra disponible (Carranza, 2012).

Las debilidades institucionales que existen en el tema de la supervisión han contribuido para que aquellas tierras con bosques fueran reemplazadas por siembra de café. De tal forma que, la caficultura ha representado la esperanza de vida para la familia. Se siembra café y se compra maíz y frijoles; se siembra café y se compra todo tipo de frutas y verduras para el hogar. La caficultura se ha visto como una oportunidad para competir en el mercado. Por tanto, las estrategias de intervención del desarrollo, al estar apegadas necesariamente a una visión mercadológica del mundo, inducen en sus propuestas mecanismos para fomentar el emprendimiento económico competitivo. Las iniciativas que se impulsan desde estos actores están orientadas a preceptos económicos clásicos; calidad, competitividad, mercado, globalización, rentabilidad e inversión. Se educa para ello, para acceder a un mercado que, de antemano se sabe que está representado por formas de exclusión, expoliación y ganancias por encima del otro. Tradicionalmente el desarrollo, filosóficamente fue inventado para disfrazar el expansionismo económico, por lo cual, los gestores del desarrollo han caído en la trampa de la seducción y todo se reduce a mirar el desarrollo como una meta alcanzable, aunque sea al final del camino.

41

En las conversaciones con familias productoras y en el proceso de observación de campo, se ha podido constatar cómo las familias han ido desplazando diversos cultivos para dedicarse al cultivo del café. Hasta la fecha no existen estudios técnicos que demuestren el avance de la frontera agrícola para dedicarla a la caficultura. Esta es una oportunidad para el sector académico de estudiar este aspecto de la caficultura, puesto que, los pronósticos indican que en las próximas décadas el área cultivada buscará zonas más altas como medida de adaptabilidad al cambio climático. Las familias productoras son conscientes que la producción de granos básicos y de otros cultivos se hace, cuando se cosecha, únicamente para el consumo doméstico. Para las familias, ahora no es rentable dedicarse al cultivo de maíz o frijoles. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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En ese sentido, si el desarrollo fue inventado para promover la expansión capitalista y, por otro lado, vemos los fracasos de ese sistema, qué se puede esperar de las intervenciones que promueven modelos, estrategias, programas y proyectos que de antemano se sabe que han fracasado alrededor del mundo. Hacia dónde se quiere encaminar a las familias productoras con modelos intervencionistas fallidos. Será posible que los gestores del desarrollo no se estén dando cuenta que sus estrategias conducen a la población hacia abismos previamente establecidos. Será posible encontrar modelos alternativos que estén alejados de la lógica mercantil, de la acumulación y el afán por la competencia y el crecimiento económico infinito. Al entrar en las subjetividades de esa relación dialógica con las familias productoras se puede percibir que el reto para emprender caminos distintos al trazado no es nada sencillo. Existen cientos de iniciativas alrededor del mundo que han planteado alternativas novedosas para salirse un poco de la racionalidad económica imperante, sin embargo, todas las alternativas solo serán posibles en la medida que se busquen pensamientos alternativos de las alternativas que ya existen en la sociedad.

El desplazamiento de la producción agrícola se da por una condición de necesidad; es pasar de un cultivo poco rentable a otro que asegure el bienestar económico. Es la lógica familiar, se siembra aquello que asegura mejores beneficios. El maíz y los frijoles, generalmente se quedan durante los primeros años a la par de la siembra de la finca. Una vez crece la plantación, los demás cultivos se reducen a algunos árboles frutales, maderables, plátanos y bananos. Para los productores, el banano “roba espacio” y debe dársele el mantenimiento adecuado; la mata de guineo echa muchos hijos, por lo que debe manejarse “la abuela”, “la mamá”, “la hija” y “tres hijos”, de no hacerlo así, la mata de guineo cubre mayores espacios de tierra. Una vez que el productor siembra café, desde esa percepción familiar, es difícil su desplazamiento, pues, aunque los precios nacionales e internacionales no sean los idóneos, el productor adquiere una cultura productiva, al menos, si los precios son malos, se limita a dar mantenimiento a su finca, a la espera de los años buenos para la ampliación.

En la mayoría de las plantaciones existen distintos tipos de café, en algunas ocasiones el productor siembra una variedad por recomendación de su vecino o su compadre o por Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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recomendación de los técnicos del Ihcafé, de esa forma, las fincas no siempre tienen lotes puros, esto tendrá sus repercusiones a la hora de buscar calidad en la producción. Pero eso no importa, dicen las familias productoras; la calidad no se aprecia ni se valora, porque el intermediario, generalmente revuelve todo el café que compra. Esto representa verdaderos retos para la caficultura regional. Esas variedades de café van creando mutaciones y se van esparciendo en la medida que el productor utiliza sus propias semillas para los viveros. A veces las mutaciones benefician al productor al surgir una variedad resistente a las plagas y enfermedades, en otras ocasiones, las mutaciones se convierten en un verdadero problema porque las enfermedades propias del café no pueden controlarse. Estos desafíos demuestran que todavía existe una desconexión y descoordinación entre gestores del desarrollo e instituciones que están alrededor de la caficultura. Los problemas y los retos son diversos, cómo hacer una verdadera integración, bajo qué modelo esto podría ser posible desde una perspectiva regional, cómo distribuirse las responsabilidades dentro de la actividad cafetalera.

Por consiguiente, a pesar de que la caficultura representa tradición, pasión, motivación, alegría, esperanza económica y bienestar social, no deja de ser preocupante las visiones del mundo que prevalecen tanto en productores como en los gestores del desarrollo. La interpretación derivada de este estudio es que existe en su mayoría una visión mercadológica de la realidad, son pocas las visiones de un mundo contextual en el cual impere una racionalidad comunicativa, de dialogo, de solidaridad y protección de todas las formas de vida. Los paradigmas económicos que prevalecen son los enfoques clásicos del crecimiento económico permanente e infinito. La idea de sostenibilidad es vagamente comprendida; quienes la han escuchado, la asocian con la idea de mantenerse en el tiempo de manera productiva. Dentro de la conceptualización del desarrollo, con todas sus teorías, modelos y enfoques, existe una imposición que llega por diferentes medios, principalmente por las instituciones y gestores del llamado desarrollo (De Souza, 2011, 2009, 2008; Quijano, 2000a, 2000b). El desarrollo es crecimiento y bienes materiales; el desarrollo es infraestructura y es generación de empleo, sin ingresos no hay desarrollo. Estas son algun de las interpretaciones más comunes dentro de las familias cafetaleras y técnicos de diferentes instituciones.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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La monocultura del desarrollo lo reduce a lo tangible y a lo visible. Acercarse a planteamientos como los de Manfred Max – Neef, resultará en un camino arduo y lleno de contradicciones. En tal sentido, será necesario proponer una alternativa que influya en una forma de pensamiento diferente, en familias y en gestores del desarrollo. La economía debe estar al servicio de las personas y no al revés como sucede actualmente. Si queremos hablar de desarrollo, este debe estar asociado a las personas y no a las cosas. Desde esa perspectiva, el desarrollo no puede tratarse como simple crecimiento económico y este no debe ocurrir al margen de los servicios que prestan los ecosistemas; por tanto, la economía es un subsistema de un sistema mayor, finito y limitado (Max – Neef, 2006). Por consiguiente, la caficultura no debe verse en un sentido expansionista permanente, porque representa imposibilidad y peligro de destrucción de la propia vida. Los nuevos modelos y enfoques del desarrollo tendrán que contemplar principalmente la potenciación del ser humano y su convivencia armónica con su entorno.

La búsqueda de pensamientos y modelos alternativos debe necesariamente hacer una revisión de las premisas o verdades que predominan en la sociedad. Cuáles dejaron de tener vigencia, cuáles aún permanecen vivas y cuáles podrían ser las imaginables. Los procesos de deconstrucción cultural y descolonización epistemológica podrán hacer posible la búsqueda de caminos alternativos. Esto posibilitará la crítica de los paradigmas dominantes y el reemplazo de los mismos con la participación activa de todos los sectores. La realidad no existe independiente de la percepción humana; esta se va construyendo de acuerdo con la visión del mundo que se tenga. Por tanto, si la realidad es contextual, debemos acercarnos a modelos que sean de la misma forma locales y contextuales. Por tal razón, la monocultura del desarrollo no puede imponer sus enfoques y modelos universales en contextos locales, esto conduce, inevitablemente al fracaso de todo proceso intervencionista. Por tanto, se trata de un cambio conceptual y de premisas que condicionan los modos de innovación, gestión e intervención.

Un modelo alternativo de la economía política del café, deberá definir sus propias visiones, sus misiones, su filosofía y sus principios. Deberá contar, necesariamente, con la participación de las familias productoras y los demás miembros que conforman los eslabones de la cadena productiva. Esto permitirá la definición de nuevas políticas públicas, prioridades y objetivos Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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para beneficio de la caficultura regional. Toda alternativa debe enfocarse en la diversidad, en la distribución de los riesgos, en la búsqueda de la complementariedad. Estos esfuerzos pueden ser parte de los retos de las instituciones y organizaciones que están alrededor de la caficultura nacional. Cada cultivo tiene su tiempo y deberá contar con su respectiva estrategia. Algunas instituciones y organizaciones, desde la percepción de las familias productoras, deben pasar de la conceptualización a la práctica. La asistencia técnica deberá ser motivación para el cambio, para la búsqueda de nuevas formas de hacer las cosas; para innovar la forma de innovar (De Souza, et. al, 2005); para acercarse a espacios relacionales y de coordinación comunitaria. La economía del café debe estar alrededor del poli cultivo que asegure alimento, salud e ingresos y, en esa búsqueda, deberán existir los mecanismos para los impulsos iniciales, para la motivación permanente y para el acercamiento con nuevas posibilidades.

5.2.

La caficultura y el desarrollo humano

El occidente de Honduras, según datos oficiales del PNUD, ha presentado a lo largo de las últimas décadas los niveles más bajos en cuanto a desarrollo humano. Los problemas del acceso a la educación, a la salud y alimentación son factores que condicionan la vida de miles de familias. La búsqueda del desarrollo humano siempre ha estado unido a las preocupaciones por los altos niveles de pobreza con los que cuenta una determinada región. Una pobreza que, principalmente, tiene que ver con el acceso a la satisfacción de las necesidades humanas. Este estudio ha evidenciado que las familias productoras de café no necesariamente pueden considerárseles pobres, sino, personas que año con año buscan escalar a niveles más idóneos de bienestar económico y social. Una cantidad considerable de caficultores han heredado tierras para la agricultura; la misma producción de café necesita de capital inicial y de mantenimiento de las fincas. Esto nos obliga a apartarse del discurso tradicional de diferentes instituciones en el sentido de representar al pequeño caficultor como una persona pobre y siempre necesitada (Jansen, 1993).

Las familias productoras se dedican al café para tener mayor bienestar económico. Al estar inmersos en esta actividad, cualquier parcela nueva se cultiva con más café, tal decisión es generalizada, pues el café representa mayores ingresos que dedicarse a rubros como la Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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producción de granos básicos. Esos beneficios económicos se traducen en el mejoramiento de viviendas, en pagar la educación de los hijos, en compra de medicamentos y acceso a la alimentación en el hogar. En esa búsqueda de generación de ingresos participan todos en la familia. A pesar de las prohibiciones laborales para los niños, su participación en la recolección de la cosecha no es una novedad. Hay familias que se desplazan hacia las fincas con todos sus integrantes; todos suman el esfuerzo diario. Los recolectores son parte de la cadena productiva de la caficultura y, en alguna medida, se benefician con el esfuerzo de su mano de obra.

Al estar relacionada la pobreza con la búsqueda del desarrollo humano en las familias, ha sido necesario el análisis de aquellos factores que provocan este fenómeno en la región. Se ha descrito ampliamente acerca de la existencia de imágenes de representación de la pobreza en función de la escasez de bienes materiales. Sin embargo, más allá de los ingresos familiares, formas de empobrecimiento se ven reflejadas en la poca inversión en educación, en las pocas opciones para el acceso a tierras y viviendas. Se suma a ello, la corrupción generalizada que existe en el país42. Los precios de la tierra y vivienda no son accesibles para la mayoría de la población. El Estado, al no contar con una política de apoyo directo hacia la agricultura se convierte en una traba más para el acceso al financiamiento. El sector financiero, a pesar de que cuenta con excesiva liquidez, no invierte sus fondos en actividades productivas agrícolas por considerárseles de alto riesgo, esto conduce a que la actividad cafetalera no esté conectada con otras actividades económicas. 42

El Consejo Nacional Anticorrupción presentó un documento que demuestra cien años de corrupción e impunidad en Honduras. Diversas instituciones públicas, programas y proyectos han dilapidado fondos que iban para reducir los altos índices de pobreza extrema en el país (CNA, 2017). De la misma forma, Marvin Barahona, con el apoyo de OXFAM y el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús (ERIC), publicó un trabajo acerca de las elites, redes de poder y régimen político en Honduras, en el cual hace referencia a cómo han operado las redes de corrupción en los diferentes gobiernos de turno. La publicación enfatiza en tres tipos de redes: tradicionales, burocráticas y transnacionales. Además, se destacan casos de corrupción emblemáticos como el Seguro Social y los relacionados con el sistema financiero nacional (Barahona, 2018). Diversas publicaciones en medios electrónicos han resaltado los costos de la corrupción para Honduras. Fosdeh ha argumentado que hace veinte años el país perdía producto de la corrupción unos 12 mil millones de lempiras. Actualmente, el país ha triplicado dicha cifra, ahora se menciona que Honduras pierde por la corrupción unos 37 mil millones de lempiras al año. Estas noticias han sido difundidas por medios electrónicos en 2018 como hondudiario.com, radioamerica.hn, criterio.hn, entre otros. http://radioamericahn.net/economista-corrupcion-cancer-come-finanzas-bienespublicos-honduras/ http://hondudiario.com/2018/03/01/lps-37-millones-deja-de-percibir-el-pais-por-actos-de-corrupcion/ https://criterio.hn/2018/02/16/corruptos-hecho-honduras-refugio-impunidad-fosdeh/ Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Estos factores conducen inevitablemente a que los beneficios de la cadena productiva del café se queden en aquellos que cuentan con grandes inversiones y con el capital necesario para dar valor agregado a la producción. De tal suerte que, compradores, intermediarios y empresas exportadoras, son, desde una percepción generalizada, quienes gozan de mayores privilegios derivados del rubro. No se puede negar los aportes significativos que realiza la caficultura al desarrollo humano de la región, sin embargo, esto no es suficiente. Falta definir una estrategia para encadenar la actividad cafetalera con otros sectores productivos, económicos, ambientales, sociales, políticos y culturales del país. El país debe definir una política estabilizadora que corrija algunos desequilibrios que se presentan en la caficultura nacional. Para las familias productoras, la volatilidad en los precios del café, las plagas y enfermedades, los altos costos en los insumos agrícolas, los caminos en mal estado y la escasez de mano de obra, son factores que afectan la cadena de valor. En algunos de estos factores existen ciertas paradojas; cómo es posible que en Honduras con pocas fuentes de empleos exista escasez de mano de obra en la caficultura que obliga a la importación temporal de trabajadores desde Guatemala o El Salvador.

De la misma forma, ¿es posible la descentralización de los fondos para la atención de los caminos y carreteras para sacar la producción de café? Si el Estado prohibió la entrada de vehículos antiguos de trabajo, necesarios en las montañas, cómo pueden compensarse estas prohibiciones con otras alternativas43. Además de los laboratorios con los que cuenta el Ihcafé, cuáles otras instituciones u organizaciones están haciendo experimentación con nuevas variedades de café o buscando mecanismos para combatir las plagas y enfermedades; dónde queda el rol de las diferentes universidades y organizaciones no gubernamentales. Si la educación no existe para sí misma, sino para beneficio de la sociedad, cuáles son las nuevas estrategias para la implementación de carreras técnicas que atiendan tales necesidades. Quién debe impulsar los procesos organizativos para dar valor agregado a la producción, cómo

43

Honduras, a través de la Ley de Equilibrio Financiero y Protección Social y su reforma con el Decreto Legislativo No. 220 – 2006, publicado en la Gaceta No. 31,253 del 12 de marzo de 2007, permite la importación de vehículos pick up con antigüedad de (13) años de uso. En 2018 únicamente pueden ingresar al país vehículos del año 2005 en adelante. Los productores, al tener estas restricciones, han optado por comprar vehículos con placas guatemaltecas. En el occidente de Honduras, los “pick up, 22R” con placas de Guatemala son de uso frecuente, provocando pérdidas por concepto de matrícula vehicular al erario hondureño. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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se financian los patios para el secado, las secadoras solares, las despulpadoras y los canales de correteo. Quién compensa al productor para pasar de caficultura convencional a certificada, amigable con el entorno.

En términos de desarrollo humano, ¿será posible la construcción de nuevos indicadores que valoren otros escenarios de la vida de las familias productoras de café? En las observaciones y giras de campo se ha podido constatar que la persona que trasciende los grados de educación secundaria a universitaria logra implementar una serie de información y conocimiento a lo interno de la finca. De la misma forma, deben revisarse las concepciones entre empleo y trabajo (PNUD, 2015); si bien es cierto el empleo en la caficultura proporciona ingresos familiares, el trabajo confiere a la persona un sentido más de dignidad y de sentirse participe de la sociedad. A pesar de que las definiciones planteadas por instituciones como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo contienen una racionalidad determinista, impositiva y con visiones desde las economías opulentas, lo cierto es que el Estado y la definición de políticas públicas debe contemplar la deconstrucción de tal definición; el trabajo debe ser del interés público, porque este puede crear cohesión y vínculos entre las familias con sus comunidades.

Las estrategias de desarrollo dentro de la caficultura que promueva la competencia provocará necesariamente, tarde o temprano, asimetrías entre productores, puesto que no todos asimilan de igual manera los procesos. Toda intervención en el desarrollo humano debe contemplar que son las personas quienes tienen la obligación de incidir en los procesos de sus vidas; es decir, debe negociarse los fines de todo proceso de intervención junto con las comunidades. La búsqueda del desarrollo humano necesita verse como un proceso que contemple la negociación de medios y fines, de esta forma, se asegura que la comunidad sienta compromiso por lo que emprende. Generalmente cuando se implementan estos procesos ya van agendados de antemano, poco se consulta a la comunidad, esto conduce a, inevitablemente, que las personas no sientan coherencia interna ni correspondencia con el entorno. Si el desarrollo del cual hemos sido rehenes se sigue viendo como una meta a alcanzar, las desilusiones serán evidentes; en cambio, si la búsqueda del desarrollo humano es un proceso

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en el cual exista plena participación de los fines y objetivos, podrán encontrarse con nuevos caminos, construidos desde los contextos locales y realidades muy particulares. Uno de los desafíos para los agentes del llamado “desarrollo” es avanzar en procesos de descolonización epistemológica, esto permitirá distinguir las premisas que se siguen reproduciendo, las cuales contienen altas dosis impositivas, raciales y de dominación político – ideológico que no permite innovar los propios estilos de vida. Por tanto, existe múltiples alternativas encaminadas al reencuentro con el bienestar. Por ejemplo, Max – Neef (1993), ha planteado la idea de avanzar en la búsqueda de satisfacción de necesidades que tienen que ver con el ocio, la libertad, la creatividad y el entendimiento; la protección, la identidad y la participación; la trascendencia, la subsistencia y el afecto. Algunas de ellas, desde las corrientes decrecentistas motivan la no mediación del dinero para su satisfacción. Estas y otras alternativas se han planteado desde hace varias décadas, sin embargo, la búsqueda de conocimientos y pensamientos alternativos a las alternativas no es tarea fácil, se trata de construir, según Boaventura de Sousa Santos, una ecología de temporalidades; es decir, crear racionalidades

que

trabajen

con

diferentes

tiempos

con

todas

sus

diversas

conceptualizaciones, en la cual, puedan surgir modelos de desarrollo contextualizados (Chavarría y García, 2004).

Esa búsqueda de nuevas opciones alternativas para la caficultura y para el desarrollo humano, precisa de procesos de descolonización epistemológica y de deconstrucción cultural. Nuevas racionalidades económicas, nuevas conceptualizaciones del bienestar humano, nuevas formas de comprensión de la economía del café, pueden ser formas novedosas de pensamientos alternativos. Para tal efecto, es necesario la integralidad de los diversos actores. El papel de la Academia es fundamental. Los programas de capacitación de las diferentes organizaciones de desarrollo; la crítica permanente, en el sentido de buscar siempre preguntas alternativas; la premisa que todo aquel conocimiento que conduce a un acto de comprensión y aceptación contiene a su vez todo un sistema de desconocimiento, son factores indispensables en los análisis alternativos para que las comunidades, las familias cafetaleras y quienes intervienen en procesos de desarrollo tengan bases sólidas para buscar sus propias opciones de vida, de cambios, dignidad y felicidad humana. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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5.3.

Organización e institucionalidad

La caficultura en Honduras está representada por dos instituciones y tres organizaciones gremiales de suma importancia44. Sin embargo, alrededor existen otro sinnúmero de instituciones, tato públicas como privadas, que tienen vínculos con el rubro. Desde la percepción de los caficultores estas instituciones realizan acciones limitadas por diferentes razones; porque no cuentan con el suficiente personal técnico, ni cuentan con toda la logística necesaria o, las políticas públicas todavía no están diseñadas para su mejor funcionamiento. Las valoraciones que brindan son entre “regular y bueno”, sin embargo, casi la mitad de los consultados aduce que, por ejemplo, la asistencia técnica que ellos han recibido de estas instituciones les han ayudado a mejorar su finca.

Por otra parte, no es extraño encontrarse con productores de café que comentan que estas instituciones son “elefantes blancos”, puesto que solo se preocupan por el dinero que recaudan del mismo cafetalero; sus acciones no son muy transparentes y que, por lo tanto, todas deberían consolidarse en una sola institución 45. Estos comentarios quedan evidenciados en las observaciones y entrevistas con técnicos y directivos de instituciones como el Fondo Cafetero Nacional, el Instituto Hondureño del Café y la Asociación de Productores de Café de Honduras. Por ejemplo, la información actualizada que se tiene de la caficultura es todavía limitada; los registros de productores siguen teniendo discrepancias y el portal de información necesita de información que conduzca a la comprensión de la caficultura nacional. La información disponible no puede limitarse a simples estadísticas de bienestar económico para el país y de logros productivos.

44

El Instituto Hondureño del Café (IHCAFÉ), el Fondo Cafetero Nacional (FCN), la Asociación Hondureña de Productores de Café (AHPROCAFE), Asociación Nacional de Caficultores de Honduras (ANACAFEH), Unión de Cooperativas de Servicios Agropecuarios Limitada (UNIOCCOP) y La Central de Cooperativas Cafetaleras de Honduras (CCCH). 45

Una de las observaciones que sobresalió en esta investigación es que la retención de nueve dólares por quintal exportado se calcula al tipo de cambio al momento de emitir el certificado de exportación, sin embargo, al entregar la retención, el tipo de cambio de dólares a lempiras, generalmente se modifica. Este diferencial que debería corresponder a favor del productor se queda en la institucionalidad. Por otra parte, las retenciones se entregan meses después de la cosecha, los productores aducen que a ellos no se les paga ningún tipo de interés por la tardanza en la entrega de ese dinero. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Por ejemplo, las instituciones responsables de la caficultura nacional pareciesen están divorciadas del sistema financiero nacional. El acceso al financiamiento para el productor es difícil y limitado, las garantías corren por cuenta del productor y sin responsabilidad del Ihcafé o del Estado. Por otra parte, existen cientos de intermediarios o compradores de café que se encargan de financiar al productor con altas tasas de interés sin la autorización ni supervisión de toda la institucionalidad. Sin embargo, estos retos pueden superarse al realizar valoraciones del papel que deberían desempeñar los demás actores de la cadena productiva del café. Una de las prioridades debería ser la creación de una institución financiera propia del sector cafetalero. La asistencia técnica que recibe el productor, no solo se limita a los días de campo que ofrece el Instituto Hondureño de Café, sino que, existen cooperativas que en la medida de sus posibilidades e intereses ayudan para que el caficultor cuente con la información debida para mejorar sus procesos. Esa asistencia técnica podría encontrarse en otras instituciones públicas y privadas en la región; por ejemplo, Secretarias de Estado, colegios y universidades instaladas en el occidente de Honduras. Las observaciones y entrevistas durante esta investigación evidencian la ausencia del Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF), la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente) y de la Secretaría de Agricultura y Ganadería.

La política pública cafetalera contempla una serie de acciones dictaminadas por el Consejo Nacional del Café (Conacafé). Por ejemplo, existen disposiciones para apoyar el financiamiento de la caficultura, sin embargo, estas disposiciones se reducen a la voluntad del sistema financiero, sin perjuicio de sus propias decisiones. En temas ambientales, la política cafetalera se reduce a una serie de prohibiciones; a pesar de que recomienda la coordinación entre las diferentes instituciones, en la práctica eso es básicamente inexistente. En ese sentido, la desconexión entre Ihcafé, la Municipalidad y el Instituto de Conservación Forestal es evidente. La tala del bosque es una realidad, la conservación y el uso del agua aún es una práctica que debe mejorar. La innovación y la tecnología se reduce a ciertas cooperativas que han logrado mejorar la cadena productiva entre sus socios. La política pública describe la competitividad, sin embargo, estas tareas quedan exclusivamente bajo el esfuerzo del mismo productor. En ese sentido, es notorio la ausencia de ciertos actores que podrían ayudar a

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mejorar procesos en el occidente de Honduras. El potencial que existe en las diferentes universidades puede ser un factor que solvente ciertas dificultades en la cadena de valor.

La política cafetalera del país incluye, objetivos para la comercialización interna y externa, el mejoramiento del beneficiado e industrialización, la calidad y la promoción internacional, el fortalecimiento institucional y la articulación comunitaria y ciudadana. A pesar de que la política invita a realizar un sinnúmero de acciones para mejorar la actividad cafetalera en Honduras, es evidente que, los esfuerzos para su cumplimiento aún son parte de los retos en todo el país. Desde la percepción de grupos organizados de caficultores, la política debería ser replanteada hacia una política más regional o de mancomunidad para volverla más operativa. El apoyo e involucramiento del gobierno local debería ser una de las prioridades en tales propósitos. En vista de las particularidades de cada región, el café debería verse desde una visión regional en las políticas públicas del país. Quienes realizan mayores esfuerzos por la calidad del café, en esa medida, deberían ser los mayores beneficiarios. Las valoraciones de los caficultores a esta serie de medidas dictaminadas en la política cafetalera nacional es que, generalmente, estas disposiciones son elaboradas sin la consulta previa con la base productiva, por otro lado, no existe claridad en cómo esta serie de disposiciones será operativa o ejecutada en el corto, mediano y largo plazo.

En cuanto a los procesos organizativos, son cientos de productores que no están integrados a una estructura formal, ni siquiera forman parte de los registros del Instituto Hondureño del Café. Se ha evidenciado que al estar organizados pueden encontrarse alternativas para romper con algunos eslabones de la cadena de valor 46. Individualmente es difícil avanzar, por ejemplo, en procesos de certificación, en el mejoramiento del beneficiado y en la participación en mercados internacionales. Las experiencias en el occidente de Honduras son novedosas, las cooperativas cafetaleras han realizado esfuerzos por asociar productores bajo sus normas y criterios de producción. A pesar de que, desde la percepción de los caficultores, los beneficios aun no son tan visibles; son iniciativas que pueden tener relevancia si se pudieran encadenar con otros actores relevantes. El Estado puede hacer esfuerzos para que sus agregados 46

Franz Hinkelammert planteó que, de qué sirve una discusión sobre la posibilidad de alternativas, si no se puede realizarlas: porque aquel, que sostiene que no hay alternativas, tiene el poder de destruirlas todas. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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comerciales en otros países busquen las posibilidades de conectar a grupos de productores y llevar a cabo labores de exportación directa (Chang, 2018). La creación de un observatorio de la caficultura puede ser una herramienta para aprovechar todo el potencial que existe en la tecnología para visibilizar más el trabajo y las posibilidades de los productores de café.

El mercado de cafés especiales está siendo cada vez más aceptado en el mercado internacional, a pesar de que los productores hacen un esfuerzo por producir buenos cafés, su calidad no es del todo apreciada o recompensada con el precio. Aquellos que están bajo sellos de certificación, comentan que no sienten mayores beneficios, puesto que es la cooperativa quien logra obtener la mayor rentabilidad 47. Estos problemas pudieran tener mejores respuestas si las diferentes cooperativas exportaran directamente su producción hacia el mercado internacional y no pasar por el monopolio de las empresas exportadoras del país. En países europeos y en Estados Unidos, existen iniciativas emprendedoras que pueden conectarse con pequeños productores para la comercialización del café. Algunas experiencias en el occidente de Honduras ya se están realizando en ese sentido, sin embargo, aún no se convierte en una modalidad frecuente y no existe la debida reglamentación operativa 48. Los procesos organizativos tienen la posibilidad de avanzar hacia otros rubros de producción. Pueden aprovechar el potencial ecoturístico que existe en las fincas y las novedades que hay en la venta de servicios ecosistémicos.

47

Según conversaciones con directivos de cooperativas cafetaleras, el beneficio que reciben los socios es el pago de un mejor precio por su café. Las capacitaciones y seguimiento que hace la cooperativa para mantener los certificados y la calidad del grano. De la misma forma, la cooperativa invierte en maquinaria la cual se está pagando con los excedentes de cada año, puesto que se ha adquirido con financiamiento del sistema financiero nacional. Otro de los beneficios es el apoyo que recibe el productor en cuanto a préstamos o insumos que son proveídos por la cooperativa cafetalera. Algunas cooperativas obtienen financiamiento de bancos para servir de intermediarios y prestar a los productores sin los requisitos y garantías exigidos en la banca nacional. 48

Don Mario Paz, un productor de la comunidad de Cruz Alta en La Campa, Lempira, ha logrado proveer con su café a una empresa social italiana. Ellos adquieren el grano, en Italia lo procesan para su comercialización con el apoyo de un grupo de reclusos. Ese café en Italia se vende con la denominación de café de La Campa, Honduras. El productor de esta manera tiene un mercado seguro y, según conversaciones, casi siempre le pagan un precio superior al que prevalece en el mercado internacional. Doña Angélica Landaverde, una productora de café en Corquín, Copán, por su iniciativa, contactó a un comprador en Estados Unidos lo cual le ha asegurado un mercado para su café desde hace una década. Las ferias del café que promueve la Cooperativa Cafetalera Capucas Limitada., se hace con la intención de atraer compradores internacionales para el café que producen los socios de la cooperativa. Según las entrevistas realizadas, los sellos de certificación ayudan a la obtención de mejores precios en el mercado internacional, los más utilizados son Orgánico y Comercio Justo. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Estos son verdaderos retos para la caficultura nacional; la búsqueda de un mecanismo de compensación o de una estrategia que amortigüe la caída de los precios internacionales del café es un desafío que deberá resolverse en el corto plazo. La transparencia en el manejo de los fondos administrados por la institucionalidad, la diversificación de la producción, la resiliencia ante la vulnerabilidad climática, el mejoramiento de la calidad, el afrontar el alto costo de los insumos y la dificultad de acceso al crédito, son factores que deben discutirse con la presencia de todos los involucrados en la cadena de valor. Por tanto, este estudio plantea la necesidad de emprender acciones para la conformación de una mesa sectorial de la caficultura regional; esta deberá encadenarse con otras acciones puntuales, por ejemplo, una escuela de pensamiento en temas de desarrollo y sus vínculos con la cadena de valor del café. Un observatorio de la caficultura en el cual pueda existir un sinnúmero de herramientas útiles para los productores de la región. Un sistema de acompañamiento técnico desde diversos actores que intervienen en procesos de desarrollo regional. Una propuesta que busque la consolidación de las diversas instituciones y organizaciones para que se reduzcan costos operativos o para dinamizar la caficultura nacional. Una estrategia integral de coordinación que fortalezca y afronte diversos problemas en cuanto al proceso productivo, tecnológico y retos en investigación y desarrollo, con mirar a afianzar una culturización del café.

Todos los desafíos de la caficultura regional podrán afrontarse en la medida que se avancen en procesos de construcción de pensamientos alternativos y de verdaderas relaciones de coordinación entre instituciones, organizaciones y todos los gestores del desarrollo regional. En las entrevistas y observaciones de campo, se ha podido evidenciar que las relaciones de coordinación alrededor de la caficultura regional son débiles; los distintos eslabones no necesariamente están encadenados con otros rubros o procesos; es decir, la etapa de siembra o mantenimiento de la finca no está encadenada con instituciones que pueden ofrecer algún tipo de asistencia técnica; la comercialización no está encadenada con programas de vinculación en mercadeo, publicidad, estrategias de comercialización y desarrollo de productos con los que cuentan las distintas universidades de la región. La información acerca de la actividad cafetalera no está conectada con algunas carreras técnicas en informática que ofrece el sistema de educación media; la enseñanza de otros idiomas y el manejo de la calidad del

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café, no necesariamente está conectada con docenas de empresas denominadas “cafeterías” en el occidente de Honduras que ofrecen cafés de alta calidad.

Por consiguiente, el mejoramiento de la institucionalidad y los procesos organizativos alrededor de la caficultura deberán comprender que, pequeñas acciones en conjunto provocarán cambios significativos en todo el bienestar de la región. Es una especie de “efecto mariposa” aplicado a la economía política del café. La información oportuna, la búsqueda de mercados internacionales, los mecanismos de compensación ante la volatilidad de los precios internacionales y el cambio climático; la búsqueda de variedades más resistentes a plagas y enfermedades y todo el cuidado del entorno, son acciones que, en la medida de las posibilidades, pueden encontrar soluciones en verdaderas alianzas de coordinación y en la compresión de la caficultura regional como un todo. Gran parte de la economía regional se mueve en función del buen funcionamiento de la caficultura. El bienestar de miles de familias depende de la bonanza de este rubro. Por tanto, las acciones en el corto, mediano y largo plazo deberán encaminarse al estudio de los escenarios futuros, a la búsqueda de la complementariedad y a mecanismos que posibiliten que los ingresos derivados de la caficultura se reinviertan en la misma dinámica de la economía productiva del occidente de Honduras49.

5.4.

Caficultura y ambiente

La caficultura como toda actividad agrícola contamina en alguna medida los ecosistemas. Dentro de esta actividad, el uso de agroquímicos, el manejo de las aguas mieles y la pulpa de café son los principales condicionantes que provocan daños al ambiente. El productor es consciente de que el uso de químicos y pesticidas ocasionan daños a la Naturaleza, sin embargo, esta se convierte en una necesidad para el control de plagas y enfermedades. El uso de productos orgánicos para la fertilización o crecimiento de la planta, es una tarea que se reduce, principalmente, a quienes tienen procesos de certificación debidamente acreditados. En el occidente de Honduras existe la práctica de despulpar el café en la casa del productor, 49

Manfred Max–Neef ha planteado que, si el dinero circula al menos cinco veces en su lugar de origen, puede generarse un pequeño boom económico. A esto se le ha llamado localización monetaria (Max–Neef, 2010). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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esto conduce inevitablemente a que se produzca contaminación por los desechos de aguas mieles y pulpa50. Las pocas supervisiones que existen en estas prácticas contribuyen a acelerar el deterioro ambiental. En las entrevistas realizadas, el productor es consciente que debe mejorar sus prácticas del café; son cientos de caficultores que no tienen pozos de lixiviación para el manejo óptimo de aguas mieles. Las laderas en las cuales se cultiva el café hacen que, inevitablemente, los desechos lleguen más rápido a los ríos y quebradas.

Una de las observaciones en este trabajo es el desaprovechamiento de los subproductos que se generan en las prácticas culturales del café. La pulpa es materia prima para una diversidad de opciones; puede servir para generar combustible, bebidas, vinagre, cafeína, proteína, abonos orgánicos, entre otros.

La Organización Internacional del Café (ICO, 2005) ha

resaltado los estudios que se han realizado para buscar subproductos a partir de la pulpa del café. Con la pulpa se puede hacer concentrado para animales como el ganado y los cerdos; puede generarse biogás. “La pulpa fermentada y secada parcialmente puede ser usada como sustrato para el cultivo de setas exóticas” (p. 2). Puede usarse para la fabricación de bebidas alcohólicas y refrescos. La pulpa y el mucilago tienen una diversidad de alternativas alimenticias y medicinales como subproductos del café. En el occidente de Honduras, con la pulpa se ha experimentado la fabricación de té y dulces. El uso más frecuente es la elaboración de abonos orgánicos. Todas estas son alternativas que pueden encadenarse con los diferentes gestores del desarrollo que intervienen en la región.

Las diversas conversaciones con familias productoras en el occidente de Honduras han evidenciado que muchas de estas alternativas son conocidas por ellos, algunos más que otros; son conscientes que se debe hacer algo para el cuidado del entorno, sin embargo, la realidad demuestra que se necesita inversión de fondos con los cuales no cuenta el productor. La prioridad de ellos, en todo caso, es aumentar una parcela, re-sembrar y dar mantenimiento a su finca. El cuidado y el mejoramiento de las prácticas agrícolas deberá buscarse a través del 50

Medidas de mitigación sería un verdadero plan para el manejo de la pulpa y aguas mieles. Esto tendría que tener la supervisión del Ihcafé o de otras instituciones que controlen y den seguimiento a este proceso. Las prácticas culturales no son fáciles de cambiar, sin embargo, se puede incidir para que las comunidades tengan un solo sitio para el despulpado y con ello un mejor manejo delos desechos. Esto podría encuadernarse con otras alternativas y convertirse en parte de una estrategia para que la comunidad aproveche el potencial en los subproductos a partir de la pulpa y miel del café. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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apoyo de otros eslabones y actores que están alrededor de la caficultura. Por ejemplo, los centros de educación y algunas organizaciones no gubernamentales pueden ser opciones para impulsar procesos de emprendimiento y hacer un mejor uso de los subproductos de la caficultura. En las universidades de la región, todas las carreras, cuentan con una cátedra de educación ambiental. Esta podría ser una alternativa para avanzar no solo en los temas de sensibilización del cuidado del ambiente, sino en el aprovechamiento de las oportunidades que están en aquellos subproductos que hasta ahora se han visto como desechos del café. Actualmente, existe una serie de agencias de cooperación internacional interesadas por la mitigación de los impactos ambientales, la gestión podría estar allí, precisamente, buscar las condiciones para contribuir a que los impactos de la contaminación sean menos perjudiciales para las comunidades51. Dentro de los debates ambientales para la caficultura está el análisis de la frontera agrícola 52. Los inventarios de la cantidad de fincas es una de las debilidades de la información disponible. Existen productores no registrados y, por lo tanto, sus parcelas no están documentadas. En ese sentido, aun no existen límites para la producción cafetalera en el país. Las dificultades para las supervisiones de la cadena de valor del café hacen que la tala del bosque sea una de las prácticas frecuentes dentro del rubro. Se tala, muchas veces, para volver a sembrar finca nueva. El problema con esta práctica es que se talan arboles de varios años de antigüedad, muchos de ellos, al ser frondosos, no son propicios para que el palo de café produzca por la excesiva sombra. A pesar de que existen regulaciones de sombra debidamente autorizadas, la mayor parte de los productores evade estos permisos y controles. Esta tala o regulación de sombra hace que los pájaros abandonen sus nidos ocasionando serios problemas migratorios de las aves. Dentro de las fincas, algunas prácticas de limpia ocasionan más erosión a los suelos, por lo que es frecuente los deslaves que afectan a las zonas más bajas (López, 2017).

51

El Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés), es un fondo enmarcado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) para ayudar a los países en desarrollo con programas, proyectos o políticas en la búsqueda de mejores prácticas de adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Esta iniciativa surgió en la 15ª conferencia de Copenhague (COP -15), en 2009 y fue formalmente establecido en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Cancún 2010. 52

El avance de la frontera agrícola merece mayores estudios. Las universidades con presencia en la región pueden coordinar acciones junto con el Instituto de Conservación Forestal para tener una base de datos y una estrategia para el control y la tala del bosque para dedicarlo a la agricultura. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Las prácticas culturales de la caficultura tienen su impacto directo en el ambiente, otras, indirectamente afectan el entorno, lo cual sugiere que en este tema deberá realizarse mayores esfuerzos para la conservación de todas las formas de vida en los ecosistemas de la región.

Dentro de las posibilidades de la caficultura para mitigar los daños al ambiente está el tema de la calidad; los procesos de certificación y la producción de cafés especiales son factores que pueden contribuir con sus actividades para evitar más daños a los ecosistemas. Los diferentes sellos alrededor del café contemplan prácticas amigables con el ambiente53. Esto, en el mediano y largo plazo se convertirá en una obligación en la cadena productiva del café. Los mercados internacionales, año con año, incrementan la compra de cafés diferenciados; los consumidores, poco a poco, están exigiendo mejores prácticas ambientales en los productos que adquieren. Por tanto, desde una percepción generalizada en las familias productoras, el buen futuro de la caficultura está en avanzar en los procesos de calidad. Estos desafíos pueden encontrar sinergia en diferentes actores que realizan intervenciones en la región occidental de Honduras. Se ha considerado que un actor fundamental para integrar procesos de calidad y certificación de la caficultura debe ser la Academia. El potencial que existe a lo interno de estas instituciones es crucial para el buen desempeño de la agricultura regional.

Los retos y desafíos que enfrenta la caficultura en términos ambientales, en procesos organizativos, en la definición de nuevas políticas públicas, en la forma de gestionar el desarrollo humano, en la búsqueda del bienestar de las familias y en las reformas institucionales pasan, necesariamente, por el establecimiento de estrategias de coordinación y la definición de funciones claras para cada uno de los actores de la cadena de valor y todos los gestores del desarrollo que se vinculan directa e indirectamente con la economía política del café. Cada quien puede hacer su parte en la medida de sus posibilidades.

Los

subproductos de la caficultura y los servicios que ofrecen los ecosistemas pueden convertirse

53

El tema de la calidad y la promoción de los sellos de certificación, deberían ser una prioridad en las instituciones cafetaleras y el mismo Estado. Si no se cuidan estos procesos, si el productor no siente que sus esfuerzos rinden frutos al mantener certificada su finca, si no se cuidan los sellos existentes, la calidad del café comenzará a disminuir y esto perjudicará el ingreso de divisas para el país. El Ihcafé debería tener una línea estratégica para la promoción de las certificaciones y no dejar esta labor únicamente a las cooperativas cafetaleras o beneficios exportadores. En los procesos de beneficiado del café deben existir incentivos por cuidar las diferentes calidades que la caficultura genera. A pesar de que algunas familias han invertido en canales de correteo, estos sistemas no son utilizados de la mejor manera. En tal sentido, se necesita un diagnóstico que permita identificar los vacíos y obstáculos en los procesos de beneficiado con miras a preservar la calidad del café hondureño. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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en parte de las actividades cotidianas que ofrezcan beneficios económicos adicionales a las familias productoras. Todo esto deberá, necesariamente, ir acompañado de una escuela de pensamiento de alternativas al desarrollo en la cual se debatan los nuevos desafíos de la economía contemporánea, los nuevos escenarios prospectivos de las actividades agrícolas, las nuevas visiones mercadológicas de la expansión y apertura de mercados enfocados en la competitividad y la calidad y, especialmente, las nuevas adaptaciones a la idea del desarrollo humano. Todos estos factores deben entrar en los procesos metodológicos de deconstrucción cultural y descolonización epistemológica, para que, la economía política del café esté al servicio de las comunidades. En el capítulo siguiente se ha propuesto un modelo alternativo de economía política del café, el cual considera ciertas variables fundamentales para un mejor desempeño de la actividad cafetalera que contribuya al fortalecimiento del desarrollo humano en el occidente de Honduras.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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CAPÍTULO VI

“En la vida social, lo que es, es porque es sacrificio de lo que no es, pero lo que no es, es el fundamento de lo que es” Bolívar Vinicio Echeverría Andrade Filósofo ecuatoriano - mexicano, 1941 – 2010

PROPUESTA DE UN MODELO ALTERNATIVO DE ECONOMÍA POLÍTICA DEL CAFÉ EN LA REGIÓN OCCIDENTAL DE HONDURAS Los modelos económicos y de desarrollo impulsados alrededor del mundo generalmente no han sido del todo exitosos en su intento por resolver los problemas estructurales de la sociedad. Un modelo debe surgir de la necesidad de la misma gente, con enfoque desde lo local, con sentido de comprensión de sus realidades y orientado en función de los pronósticos de corto, mediano y largo plazo. Un modelo es un camino; un camino construido con la participación de los actores a los cuales impactará su estrategia de intervención. La propuesta de un modelo alternativo de economía política del café, parte de la construcción colectiva con familias productoras y gestores del desarrollo en el occidente de Honduras. Las entrevistas, las giras de campo, las observaciones, los cuestionarios aplicados, las conversaciones espontáneas y toda la información referencial se han conjugado para plantear una serie de alternativas surgidas de las percepciones y recomendaciones de los afectados, principalmente, por la cadena productiva del café.

Ha sido relevante para esta propuesta, retomar algunos postulados económicos que están implícitos en la actividad cafetalera del país. La búsqueda de nuevas alternativas hacia la economía política del café pasa necesariamente por la comprensión de las ciencias económicas que han imperado en la sociedad en los últimos siglos. De la misma forma, en capítulos anteriores se han abordado ampliamente todas las teorías que han surgido alrededor Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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de la idea del desarrollo en las últimas siete décadas y su amplia colección de adjetivos. Este modelo alternativo se acerca a las teorías del cambio de época y la teoría de la innovación de la innovación institucional. La teoría del cambio de época resalta las premisas que han condicionado el pensamiento a lo largo de la historia, guarda estrecha relación con la idea de deconstrucción cultural y descolonización epistemológica para acercarse a pensamientos alternativos de las alternativas existentes. La teoría de la innovación institucional muestra el hecho de que son las instituciones que deben revisar las premisas colonialistas y de modernidad que han galvanizado el pensamiento. Para hacer operativo un modelo necesita de una institucionalidad fortalecida y de una serie de estrategias que incluya el innovar la forma de innovar.

6.1.

Las teorías económicas condicionantes de pensamientos alternativos

La ciencia económica ha sufrido diversas transformaciones a lo largo de su historia. Se atribuye como padres de la economía a Adam Smith (1723 - 1790), John Maynard Keynes (1883 - 1946) y Milton Friedman (1912 - 2006). Otros aportes a las ciencias económicas surgieron de la mano de David Ricardo (1772 - 1823), Thomas Robert Malthus (1776 - 1834), Karl Marx (1818 1883), Frederick Winslow Taylor (1856 - 1915), Amartya Sen (1933), entre otros. Por ejemplo, Adam Smith, propuso la división del trabajo; en sus propuestas de la economía clásica sostenía que, en materia económica, el ser humano se mueve en función de su interés propio antes que el interés por los demás. Para Smith la defensa del mercado estaba a su vez relacionado con la existencia de un Estado fuerte que garantizara la propiedad privada, la defensa, la educación de sus ciudadanos, la estabilidad monetaria y la creación de infraestructura necesaria (De Souza, 2006). Con Adam Smith se separó la vida económica de la vida política, con él surgió la mano invisible del mercado, al creer que el mercado resolvería los problemas de la sociedad. Smith propuso que el orden social futuro de la humanidad “emergería de la competencia entre individuos atomizados, cada uno compitiendo para ganar la mayor riqueza posible en el mercado mientras, en su conjunto, contribuían al bien común (Ibíd., p. .67).

Otro exponente de la economía fue John Maynard Keynes, a quien se le considera el padre de la macroeconomía y de la política económica. Para hacerle frente a la recesión de su época Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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propuso la “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero” (1936). La teoría keynesiana proponía el estímulo a la demanda agregada por medio de la intervención del Estado en la política fiscal y monetaria. Para Keynes, era necesario que el Estado invirtiera en infraestructura y redujera las tasas de interés, pues esto provocaría una mayor inversión; esa mayor inversión se convertiría en mayor producción y, a su vez, mayor consumo de bienes y servicios. Los postulados de Keynes en materia de política económica tuvieron vigencia desde la Segunda Guerra Mundial hasta la década del setenta del siglo XX. A partir de entonces, comenzó una nueva etapa en la vida económica de los países, puesto que dio comienzo el fenómeno de la globalización y las corrientes neoliberales alrededor del mundo. Milton Friedman provocó el debate “monetarista” y criticó los planteamientos de Keynes al suponer que es a través de las leyes de la oferta y demanda propuestas por Adam Smith y David Ricardo que se podría regular el mercado y no con la intervención del Estado. Friedman fue defensor del libre mercado y propuso que el crecimiento económico de los países se podría lograr a través del incremento de la masa monetaria; fue defensor de la propiedad privada, propuso limitar las acciones del Gobierno en el mercado, promovió la privatización, la desregulación y la eliminación de las barreras a la circulación de bienes y servicios. Sus propuestas han servido para llevar a cabo el proyecto de la globalización, la liberalización económica y financiera y la adopción de medidas de ajuste estructural en favor del libre mercado. Todos ellos aportaron en su tiempo interesantes propuestas para el crecimiento económico y desarrollo de los países. Durante los últimos cuarenta y cinco años el mundo ha vivido una oleada globalizadora en la cual, son las reglas del mercado que dictan el destino de las naciones. Las teorías económicas planteadas desde siglos pasados, en alguna medida, recogen retazos de su existencia, por ejemplo, el Estado se incorpora a la economía dictando normas que favorecen la inversión y, principalmente, la libre circulación del capital extranjero, crea toda una infraestructura y propicia las condiciones para la instalación de las grandes corporaciones internacionales.

En la década del sesenta del siglo XX, se pusieron de moda alrededor del mundo las etapas del crecimiento económico. Walt Whitman Rostow propuso que toda sociedad comenzaba con una etapa tradicional hasta convertirse en una sociedad con alto consumo de masas; es decir, Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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se concibió la economía como la superación de etapas evolutivas. El debate académico actualmente, plantea cuestionamientos serios a estas teorías y diversos economistas han propuesto nuevas alternativas que critican esa racionalidad economicista, principalmente al confundirse el crecimiento económico con el desarrollo de un país. En tal sentido, los teóricos desarrollistas retomaron las etapas del crecimiento económico y expresaron que toda sociedad para lograr mejorar sus condiciones de vida debe superar etapas económicas como las propuestas por Rostow (1963). Así, la idea de desarrollo que conocemos, ha puesto de frente al crecimiento económico para el logro de sus propósitos; es decir, el crecimiento económico se esconde detrás del desarrollo. Manfred Max Neef ha propuesto que el crecimiento económico no es generador de desarrollo, puesto que esa racionalidad económica está basada en un mecanicismo inadaptable para países pobres (Max-Neef, 1993).

A raíz de la visibilización de los daños provocados por un sistema de acumulación de la riqueza y de la expansión de un modelo económico universal, diversos teóricos han puesto de manifiesto el interés por la búsqueda de mecanismos alternativos hacia una voraz racionalidad económica y hacia una idea desarrollista expansiva y de destrucción de las formas de vida. En tal sentido, alrededor del mundo han surgido una serie de propuestas que buscan caminos diferentes de los trazados por organizaciones e instituciones nacionales e internacionales. Por ejemplo, en el sur del continente americano han propuesto conceptos para la reflexión como el buen vivir; “sumak kawsay” en quechua y “suma qamaña” en aymara. Se habla de una vida plena y en armonía con el entorno. A pesar de que la forma de llevar a cabo estas alternativas no está del todo clara, es evidente que, al menos, existe un pensamiento que busca la posibilidad de apartarse de una racionalidad económica desarrollista excluyente; de acumulación y de expolio de la riqueza material y humana. Otra propuesta ha sido la planteada por los movimientos “decrecentistas”; consumir menos para vivir mejor (Taibo, 2013; Latouche, 2013; Leff 2008). En ese sentido, se promueve un alto a la producción y al crecimiento económico continuo. Cuestiona el hecho de que el modelo de vida de la modernidad no es capaz de producir bienestar humano. Son propuestas para revisar la conceptualización del bienestar, la calidad de vida, la relocalización, la solidaridad, el ocio creativo, la auto producción y auto comercialización, entre otras.

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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6.2.

Teoría del cambio de época y la búsqueda de alternativas

La búsqueda de modelos alternativos ha sido una preocupación para quienes buscan estrategias de intervención diferentes a las conocidas por la ideología desarrollista. Reducir las desigualdades sociales y con ello encontrar el bienestar y la felicidad humana no son posibles con los mismos métodos, modelos y procedimientos implementados en las últimas siete décadas. El crecimiento económico, la revolución tecnológica y la oleada globalizadora, lejos de provocar mejoras sustanciales en la humanidad, han contribuido para que América Latina se haya posicionado como la región más desigual del Planeta. Dentro de Latinoamérica, Honduras, de acuerdo con algunas organizaciones nacionales e internacionales, ocupa las primeras posiciones en desigualdad y pobreza. Por consiguiente, la humanidad experimenta una época de caos, turbulencias y una crisis sistemática que no puede encontrar solución dentro del mismo sistema que los ha creado. Po tanto, es necesario revisar las premisas y verdades que han sido implantadas en el pensamiento a lo largo de la historia.

La Teoría del Cambio de Época tiene su génesis en la segunda mitad del siglo XX con la revolución sociocultural de los años sesenta, la revolución tecnológica de mediados de la década del setenta y la revolución económica de finales de la década del setenta. En este sentido, se vuelve imprescindible realizar deconstrucciones culturales en nuestras formas de interpretar la realidad. No se trata de desechar las cosas buenas de la época histórica, se trata de revisar cuáles premisas y verdades funcionan y cuáles son falsas o no tienen vigencia en el cambio de época. Hoy, más que nunca, se necesita comprender que la humanidad ha enfrentado diferentes épocas históricas que marcaron su devenir; el extractivismo, el agrarianismo hasta llegar al industrialismo que ahora se encuentra en una crisis sin retorno. Ahora el cambio de época se centra en el informacionalismo (De Souza, 2004). Algunos teóricos han debatido que la evidencia del cambio de época se debe a la vulnerabilidad, incertidumbre, fragmentación, discontinuidad, inseguridad, depresión creciente, estrés y desorientación generalizada (Ibíd.).

La Teoría del Cambio de Época es una fuente de inspiración para la ciencia y para las instituciones; se trata de imaginar el futuro que se desea, en síntesis, el cambio de época “se Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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refiere a cambios profundos que transforman todo, hasta la manera de comprendernos dentro del mundo por lo que el simple señalamiento de la nueva época es una gran irresponsabilidad” (De Souza, 2005, et. al., p. 84). En los procesos de intervención en nombre del desarrollo, es necesario revisar las premisas que inspiran los programas, proyectos y planes de desarrollo, cuestionar sus conceptos y las verdades que, en la mayoría de los casos, permanecen invisibles. La deconstrucción cultural puede contribuir con este propósito. La deconstrucción cultural permite hacer visibles las verdades invisibles que inspiran las acciones y decisiones en nuestra vida. Con la teoría del cambio de época se trata de mostrar que somos nosotros quienes debemos negociar los fines para los cambios significativos y relevantes en la sociedad. Se trata de que las familias productoras de café sean los actores y sujetos de su propio destino, pues son ellos, precisamente, quienes son impactados por cualquier estrategia de intervención.

6.3.

Teoría de la innovación de la innovación institucional

La Teoría de la Innovación Institucional invita a Innovar nuestra forma de innovar. Surgió a principios del siglo XXI liderada por la Red Nuevo Paradigma y por otras organizaciones de América Latina. Recoge una serie de teorías que han estado de la mano de la ciencia y del conocimiento: la teoría del discurso, la teoría crítica, teoría de la red de actores, teoría de la complejidad, teoría cognitiva, teoría de la acción, entre otras. Dentro de las cuatro teorías de la acción se encuentran, por ejemplo, la mecanicista, la economista, la evolucionista y la contextual (Santamaría, 2004). Estas teorías de la acción son las que prevalecen en los espacios de interacción, principalmente en las intervenciones del desarrollo. La complejidad y la comprensión de la realidad se ve en función de una visión mecánica y mercadológica, porque las sociedades junto con otros actores como la Academia han reducido el pensamiento a dos visiones prevalecientes: mecánica y mercadológica. Las ideas del desarrollo, de la misma forma, se han sustentado en una teoría evolucionista; es decir, la idea de superación de etapas o fases. Pocos trabajos de investigación científica y de desarrollo tienen que ver con una visión contextual. La innovación de la innovación institucional, trata de mostrarnos dos ideas para interpretar la realidad en la que vivimos, por un lado, el colonialismo y, por otro, la modernidad (De Souza, 2005, Op. cit.). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Con el colonialismo se justificó la dominación de pueblos alrededor del mundo e impuso formas de jerarquización en la sociedad. La idea de la modernidad implantó el universalismo europeo, al trasladar a la sociedad formas únicas de ser, saber y sentir. Con ello se ha galvanizado el pensamiento a tal grado de hacer ver a la humanidad que solo existe un único camino, el dictado por otros actores, lejos de realidades contextuales. Es una especie de monocultura ausente en el sentido de hacer invisible toda alternativa de la realidad (Santos, 2012). Esa racionalidad arrebata la posibilidad de innovar dentro de las instituciones. La búsqueda de modelos alternativos obliga a preguntarse por qué las promesas de toda la institucionalidad nacional e internacional no se han cumplido. Por qué el desarrollo no ha logrado reducir las asimetrías sociales, por qué no se han cumplido las promesas del desarrollo. La innovación de la innovación institucional trata de mostrar que es necesario cambiar el pensamiento en las personas para cambiar las cosas, puesto que la innovación tradicional asume que basta con cambiar las cosas para cambiar las personas (De Souza, et. al., 2006).

Al asumir una teoría oficial existente, reproducimos las mismas recetas, modelos y estrategias; se impone lo moderno sobre lo tradicional, lo superior sobre lo inferior, el conocimiento científico sobre los saberes locales. Por consiguiente, la búsqueda de alternativas necesita de la comprensión de nuevas teorías y de estrategias innovadoras que obligue a apartarse de la forma tradicional de pensamiento. Obliga a construir nuevos caminos, a generar nuevos comportamientos; obliga a comprender que todo cambio institucional depende de un entorno cambiante y de una realidad que invita a la negociación de los fines por encima de los medios trasformadores.

6.4.

Una mirada a la economía política del café

La economía política se define como la ciencia que trata de las relaciones sociales de producción. Su objetivo es estudiar las leyes económicas que están inmersas en la producción, en la distribución, el cambio y el consumo de bienes materiales en una sociedad. Para Engels (1878), la economía política “es la ciencia de las leyes que rigen la producción y el intercambio de los medios materiales de vida” (p. 140). La primera introducción de la palabra economía política se debe a Antoine de Montchrestein en 1615, para referirse a las sociedades Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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burguesas, al proletariado y a los terratenientes. Durante los siglos XVII y XVIII otros pensadores aportaron sus saberes para que en 1776 Adam Smith reuniera todos esos aportes para el surgimiento de la ciencia de la economía (Encinas Ferrer, 2013, p. 32). La palabra economía fue utilizada por primera vez por el filósofo griego Aristóteles. Economía viene del latín oeconómia, es la conjugación de dos palabras griegas oikos y nomos que significan casa y regla; es decir, “buena administración de la casa” (Ibíd., p. 32). Cuando la economía pasó del ámbito familiar al campo social surgió la economía política (polis, ciudad); es decir, la buena administración de la cosa pública (Isacovich, 1974, p. 6).

La economía política del café se puede definir como aquellas relaciones que las familias productoras establecen entre sí para organizar individual y colectivamente sus procesos productivos con los medios de producción disponibles. El análisis ha incluido a las instituciones y al entorno político, con el propósito de comprender cómo estos inciden en la conducta del mercado nacional e internacional del café. En ese sentido, existen dos categorías que se relacionan entre sí: economía y poder político. Para el estudio de la economía política del café ha sido necesario la comprensión de una serie de categorías inherentes a las ciencias económicas. Por ejemplo, los medios de producción incluyen los objetos de trabajo y los medios de trabajo. Dentro de los objetos de trabajo se incluyen: la cosecha en uva del café. Los medios de trabajo incluyen aquellos directos: despulpadora, pilas, canales de correteo, palas, motor, patios, etc. Los indirectos están comprendidos por: la energía eléctrica, bodegas, edificios, etc. La economía política del café incluye en sus análisis las fuerzas productivas, estas se componen por los medios de producción y los trabajadores. Las fuerzas productivas conducen a distintas relaciones de producción. Según los aportes de Isacovich (1974), las relaciones de producción comprenden 1: formas de producción de los medios de producción. 2: situación de las clases y grupos en la producción y sus relaciones. 3: formas de distribución de los productos (p. 12).

En el capítulo relacionado con el trabajo de campo se estudiaron cada una de las relaciones de producción dentro de la economía política del café. Por ejemplo, el uso manual de las herramientas tradicionales y aquellas que se han incorporado con el aprovechamiento de nuevas tecnologías. La tenencia de la tierra y las interacciones entre los cortadores y las Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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familias productoras. Incluso la familia productora se convierte en mano de obra para otras familias productoras de café. La manera en la que se distribuye la cosecha, por lo general, su proceso de comercialización se realiza entre intermediarios. La cosecha se vende en uva o por la vía húmeda. Otras formas de comercialización estudiadas en esta tesis han sido las realizadas entre cooperativas cafetaleras y beneficios exportadores. Algunas experiencias incluyeron las exportaciones directas desde las familias productoras al mercado internacional.

Las relaciones productivas dentro de las familias cafetaleras cambian en la medida de las circunstancias. La economía política se convierte en una ciencia dinámica y viva, puesto que la realidad de los productores de café cambia, se modifica y se transforma año con año. Por tal razón, por esa dinámica que ocurre en la realidad; la economía política estudia las leyes de un modo de producción determinado, no los problemas generalizados de un país (Isacovich, 1974). Esta tesis se propuso incidir para que las relaciones de producción que se dan dentro de la economía política del café sea transformada, analizada y debatida para que dichas transformaciones abarquen a una base de la sociedad más amplia. Para una mejor comprensión de la economía política del café, esta tesis incluyó el análisis de una serie de características vitales e inmersas en toda la cadena productiva, dichas características tienen que ver con aspectos históricos, colectivos, objetivos, científicos y críticos. Estas particularidades están recogidas en diversos textos de economía política y de diferentes autores y fueron vitales para la construcción de nuevas formas de comprender y gestionar la caficultura regional.

Cada una de las características están adaptadas al contexto de la caficultura del occidente de Honduras. 1: Histórica: el análisis histórico ha permitido comprender los origines de la caficultura en el mundo, en América y en Honduras, cómo paulatinamente el país fue diseñando toda una institucionalidad para promover una caficultura basada en un modelo de desarrollo agroexportador. 2: Colectivista: el proceso de producción incluyó una diversidad de actores inmersos en cada uno de los eslabones de la cadena productiva del café. Los procesos de organización como una característica colectiva en la producción aun enfrentan diversos retos analizados en este estudio. 3: Objetiva: la economía del café está formada por un entramado de relaciones entre familias productoras, intermediarios, procesos de cooperación Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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y explotación. Es una realidad que se vive a lo interno de las familias productoras y su relación con el entorno. 4: Científica: el estudio aportó elementos para la toma de decisiones. La construcción dialéctica del estudio procede de cientos de conversaciones con familias productoras y otros actores de la cadena productiva. La relación dialógica permitió aportar elementos sustanciales para la toma de decisión en las entidades gubernamentales. 5: Critica: presenta toda una diversidad de obstáculos, potencialidades y oportunidades alrededor de la economía del café, esto permitió encontrar relaciones asimétricas en la distribución de los beneficios de la caficultura y, por tanto, nos obligó a plantear propuestas alternativas para la búsqueda de un mayor bienestar colectivo.

Cada uno de estos factores fueron abordados ampliamente en este estudio, lo cual permite realizar aportes para la institucionalidad y todos los gestores del desarrollo que están alrededor de la caficultura regional y nacional. Con ello, se ha propuesto un modelo alternativo alrededor de la economía política del café que contribuya a diversificar mejor los beneficios en toda la cadena productiva, puesto que, la economía política “es auxiliar de la Moral, y ambas recíprocamente se confirman, porque lo útil se comprueba con lo bueno y lo bueno con lo útil” (Colmeiro, 2018, p. 7). Ha sido un intento de recomendar nuevas miradas hacia la caficultura nacional; nuevos giros paradigmáticos en las intervenciones desarrollistas, “porque las ciudades florecen con la riqueza de los campos” (Ibíd.), y, en la medida de lo posible, estamos en el imperativo ético y moral de hacer aportes a la construcción del conocimiento, al debate científico; al rechazo del epistemicidio, la pobreza y las diversas formas de exclusión que imperan en la sociedad hondureña, pues, “En un país bien gobernado, la pobreza es algo que avergüenza. En un país mal gobernado, la riqueza es algo que avergüenza” (Confucio, 551 – 479 a. C.).

6.5.

Componentes de un modelo alternativo de economía política del café

La propuesta de un modelo alternativo de economía política del café en el occidente de Honduras, incluye cinco componentes básicos. En primer lugar, es necesario impulsar una escuela de pensamiento alternativo. En segundo lugar, es imprescindible contar con un observatorio de la caficultura regional. En tercer lugar, es necesario fortalecer los procesos Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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organizativos que están alrededor de la caficultura regional y nacional. En cuarto lugar, se ha incluido una mesa sectorial de actores para la gestión de la caficultura que contribuya a mejorar la cadena productiva del rubro y, en quinto lugar, la caficultura necesita de una institucionalidad fortalecida. La propuesta en función de los componentes planteados, son el reflejo de una serie de observaciones y recomendaciones que han realizado las familias productoras de café a lo largo de esta investigación. Algunas sugerencias forman parte de experiencias exitosas que se han vivido en el occidente de Honduras, otras, son el reflejo de los cambios en el entorno, el aprovechamiento de ideas sobre nuevas tecnologías y, especialmente, las críticas que han surgido desde los actores involucrados hacia los modelos de intervención en esta parte del país. Todos estos factores se explican con detalle en las páginas siguientes.

Esquema 28: Modelo alternativo de economía política del café

Fuente: Elaboración propia

Esta es una propuesta orientadora que articula elementos de referencia filosóficos, conceptuales, epistemológicos y metodológicos, así como una serie de valores, principios, Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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enfoques, políticas y prioridades para tratar de influenciar formas nuevas de actuar en los procesos de cambio de las comunidades del occidente de Honduras.

6.5.1. Componente 1: Escuela de pensamiento alternativo

La búsqueda de alternativas es más fácil que la búsqueda de un pensamiento alternativo de alternativas. Todos los modelos son marcos de referencia que se implementan en función de la visión de mundo que se tenga. Esta tesis ha planteado la necesidad de formar una escuela de pensamiento que contemple alternativas al desarrollo y no alternativas de desarrollo. Para tal efecto, se considera que un actor relevante para impulsar una escuela de pensamiento en temas de la caficultura y su relación con el desarrollo humano, debe ser la Academia. Por medio del sistema educativo puede desmantelarse el discurso desarrollista y buscar alternativas de producción no capitalista (Santos, 2011). Esta escuela de pensamiento debe partir de la crítica hacia la racionalidad económica que ha prevalecido en las estrategias de intervención a lo largo del tiempo.

Esquema 29: Escuela de pensamiento alternativo Fuente: Elaboración propia

La escuela de pensamiento puede ser impulsada por las universidades con presencia en el occidente de Honduras. Todo aquel académico que desee integrar un grupo de pensamiento Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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puede comprometerse desde sus espacios de enseñanza. Esta escuela de pensamiento tendrá que coordinarse necesariamente con la institucionalidad que está alrededor del café, principalmente, el Instituto Hondureño del Café. La escuela de pensamiento deberá integrar en sus análisis y búsqueda de alternativas a los actores de la cadena de valor de la caficultura: familias productoras de café, compradores intermediarios, beneficios exportadores, torrefactores, proveedores de servicios, transportistas, entre otros. La escuela de pensamiento tendrá la posibilidad de retomar los debates del desarrollo y de la realidad nacional que se han alejado de los espacios educativos. Para tales propósitos, es necesario el acercamiento y la integración de gestores del desarrollo y de la caficultura regional, se proponen los siguientes: 

Universidades públicas

Universidades privadas

Sistema de educación pre básica, básica y media

Instituto Hondureño del Café

Asociación Hondureña de Productores de Café

Fondo Cafetero Nacional

Asociación Nacional de Caficultores de Honduras

Cooperativas Cafetaleras

Secretaria de Agricultura y Ganadería

Secretaria de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas

Instituto de Conservación Forestal

Organizaciones no Gubernamentales de Desarrollo

Agencias de Cooperación Internacional

Fundaciones privadas de desarrollo

Empresas Asociativas

Alcaldía Municipal

Unidades ambientales municipales

Empresas certificadoras de la caficultura

La escuela de pensamiento podría estar conformada por un grupo de personas con experiencia y especialidades en el campo del desarrollo y de la caficultura nacional. El grupo que integre Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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la escuela de pensamiento se coordinará con otros niveles educativos para incidir en el pensamiento desde los primeros años de educación. Se trata de impulsar el debate y la crítica de las premisas y visiones que prevalecen actualmente y de buscar caminos alternativos a los trazados por el sistema económico imperante. Esta escuela de pensamiento podrá constituirse legal y formalmente y buscará espacios para su operatividad. Por su carácter más permanente, la escuela de pensamiento puede funcionar en una universidad pública de la región. El grupo que integre la escuela de pensamiento en sus comienzos, buscará todos los medios posibles de difusión de la información acerca de temas de interés de la región, así como la gestión de fondos para su funcionamiento. Un factor indispensable en esta escuela de pensamiento alternativo es el aprovechamiento de los saberes locales. Actualmente, existe un desperdicio de la experiencia; esa experiencia puede contribuir a evitar los mismos errores y a emprender nuevos comportamientos en distintos campos de la vida humana.

La incorporación de los saberes locales no es con el propósito de separar conocimientos válidos y no válidos tal como se ha concebido por la ciencia moderna, se trata, más bien, de comprender que en el presente existe un ausente que le es constitutivo. Es el reconocimiento del otro, por tanto, el debate epistemológico se deberá realizar con la intención de complementariedad y no de imponer una determinada forma de hacer, ser y saber. Por consiguiente, tendrá importancia quien se haya formado académicamente en distintos niveles de educación superior, como aquel formado por la vida misma. Se trata de una sabiduría de temporalidades en la cual coexisten de forma igualitaria la formación y la experiencia. Con todos los actores involucrados que intervienen en procesos de desarrollo y, especialmente, en la caficultura regional, se buscarán nuevas formas de gestión y de comprensión de la idea del desarrollo que contribuyan al fortalecimiento de la economía del café y a la búsqueda de alternativas distintas a las existentes. Por tanto, la escuela de pensamiento alternativo podría facilitar los debates epistemológicos y conceptuales, la comprensión de realidades multidimensionales, nuevas formas de gestionar los cambios en las comunidades; el encuentro con los espacios relacionales, la comprensión de las nuevas visiones del mundo, el acercamiento con el otro, la convivencia más armónica con el entorno, con la comunidad misma y, con la posibilidad de acercarse al sentido más solidario, de compartir antes que competir. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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6.5.2. Componente 2: Observatorio de la caficultura regional

Una de las debilidades que se ha evidenciado en esta tesis es el acceso a la información. Distintas organizaciones e instituciones cuentan con información dispersa. Por ejemplo, no se tienen datos exactos de la cantidad de productores desglosado por municipio y departamento. Los datos son ambiguos; la cantidad de tierra cultivada con café es incierta. Generalmente se cuenta con estimaciones. Existe información en las instituciones del Estado relacionada con aspectos del desarrollo humano, pero esta no está visible para la población. Por lo cual, diferentes estrategias de intervención se encuentran con el problema de duplicación de esfuerzos que se han emprendido años anteriores. Esta duplicidad de funciones, esfuerzos técnicos y financieros es común en la mayor parte de las organizaciones que gestionan procesos de desarrollo regional. En las observaciones se pudo constatar que son pocas las fincas de café que se encuentran georreferenciadas lo cual representa uno de los grandes desafíos para el observatorio de la caficultura regional.

La idea de contar con un observatorio de la caficultura regional es para aprovechar el potencial que existe con las tecnologías de la información y comunicación existentes. Al igual que la escuela de pensamiento, el observatorio puede ser coordinado por una universidad pública o alguna organización no gubernamental con presencia en toda la región occidental. La idea de que, tanto la escuela de pensamiento como el observatorio esté ubicado en alguna universidad pública, es por la presencia permanente de estas instituciones. Sin embargo, esto deberá ser consensuado entre la institucionalidad cafetalera, productores y demás gestores que intervienen en la caficultura regional. El observatorio deberá contemplar un eje estratégico de investigación; modelación de escenarios, tendencia de indicadores, diagnósticos permanentes y estudios prospectivos, entre otros. El potencial que existe en las universidades, tanto públicas como privadas, puede ser canalizado para abarcar distintos aspectos que no han sido estudiados en torno a la caficultura regional. El observatorio podría contemplar la creación de un grupo de jóvenes que sean los que, una vez formados, divulguen una cultura cafetalera en el occidente del país.

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Esquema 30: Observatorio de la caficultura regional

Fuente: Elaboración propia

El observatorio puede gestionar fondos nacionales e internacionales para su operación. A lo interno de toda universidad existe una serie de proyectos de vinculación que pueden ser aprovechados para volver operativo la funcionalidad del observatorio. De igual manera, cada carrera universitaria cuenta con una gama de asignaturas referidas a la comercialización, desarrollo y mercadotecnia; publicidad y promoción de productos que pueden ser aprovechadas para “alimentar” y dar vida al observatorio. Estos procesos de vinculación son fundamentales para poder encadenar otras iniciativas emprendedoras con la caficultura regional. Por ejemplo, las visitas que recibe una cooperativa cafetalera para mostrar sus procesos, puede estar encadenada con un sitio de recreación eco turístico, con ofertas gastronómicas o alojamientos de montaña. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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El observatorio de la caficultura regional, deberá funcionar como una plataforma de información integral de la cadena productiva del café. En ella se alojará información relacionada con el productor; áreas cultivadas, tipos de suelo, variedades de café por zonas de producción, evolución de plagas y enfermedades, nuevas semillas resistentes, información climática, altura de producción, fincas certificadas y convencionales, subproductos de la caficultura y su comercialización, informes de precios nacionales e internacionales, consejos técnicos, calendarios lunares, calendario de podas, abonos y limpias; así como una serie de aspectos socio económicos de las familias productoras 54. Si alguna de la información descrita no está disponible, puede convertirse en un proyecto de vinculación o investigación impulsado por alguna universidad de la región. Las ideas planteadas en esta tesis es que los laboratorios de investigación con los que cuenta el Instituto Hondureño del Café, deben estar presentes también en las universidades públicas para unificar esfuerzos en esta materia. La plataforma digital con la cual contará el observatorio es una ventana para el acercamiento de procesos organizativos con los mercados internacionales.

La idea es contar con un portal en la cual cualquier comprador interesado en el café de la región pueda contactarse directamente con el productor o grupo de productores. Dentro de la estrategia operativa, se espera que la iniciativa y el proceso sea guiado en sus primeras fases por una universidad pública de la región. Esta deberá coordinarse con familias productoras de café y con los procesos organizativos que ya existen en el occidente de Honduras. La plataforma contemplará información de todas las cooperativas cafetaleras existentes en la región, así como organizaciones de productores bajo otras modalidades legalmente establecidas. Dentro del portal, existirá un segmento para promocionar las distintas marcas de café que existen en los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira. En la medida de lo 54

El Instituto Hondureño de Café (Ihcafé) junto con el Centro Regional Universitario de Occidente (CUROC), han emprendido una plataforma de actores relacionados con la caficultura. Hasta el momento, esta idea funciona aprovechando las redes virtuales de comunicación “WhatsApp”. En este grupo de comparte información de actividades del rubro y otra información acerca de la caficultura nacional e internacional. Esto puede sumarse a la idea de un observatorio, sin embargo, la propuesta de esta tesis no es únicamente compartir información, sino, emprender proyectos de investigación y vinculación, así como una mayor difusión de la cadena productiva del café. El observatorio será la entidad que puede realizar estudios prospectivos, análisis técnicos y cualitativos del estado de bienestar de las familias productoras y de la sociedad del occidente de Honduras. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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posible, el observatorio facilitará los mecanismos para la comercialización en el mercado nacional e internacional del café bajo diferentes marcas y aprovechando las herramientas de comercio electrónico existente.

El observatorio de la caficultura regional se convertirá en una plataforma de difusión de información relacionada con las buenas prácticas agrícolas, con respeto del entorno y sus diferentes ecosistemas. Todas las familias productoras tendrán la posibilidad de hacer visible su finca y la marca de su café. De la misma forma, es una oportunidad para visibilizar los problemas ambientales para afrontarlos con la mayor celeridad posible. El observatorio conectará a distintas universidades nacionales e internacionales interesadas en procesos de investigación relacionado con la caficultura y con los problemas estructurales de la sociedad del occidente de Honduras. El observatorio buscará la coordinación con otros observatorios y con otros gestores del desarrollo para compartir información en la plataforma digital. En una primera etapa se espera que estudiantes de las universidades e instituciones de educación media puedan realizar prácticas profesionales para apoyar labores de recolección de información relacionada con la caficultura y las familias productoras de café en el occidente de Honduras.

Se espera que, por medio del observatorio de la caficultura regional, se puedan realizar análisis y estudios prospectivos para adelantarse a los impactos inesperados en la caficultura. De la misma forma, estos análisis pueden ser aprovechados por las instituciones del Estado que están vinculadas directa e indirectamente con la caficultura regional. Una de las observaciones que surgió en esta investigación es el monopolio que existe en la exportación del café. Por medio del observatorio, al disponer de información de productores y de la calidad de sus cafés, puede romperse parte de los eslabones de la cadena productiva. El importador podrá contar con información oportuna para hacer contactos para la comercialización directa con la familia productora. Esto se sumará a los esfuerzos que se han emprendido con los distintos sellos de certificación, al incluir no solo las buenas prácticas con el entorno, sino los beneficios sociales que deben llegar hasta las familias productoras. El observatorio podrá gestionar los fondos nacionales e internacionales necesarios para la adquisición de software de manejo de información y la contratación técnica para hacer posible esta idea. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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El observatorio de la caficultura regional puede aprovechar la capacidad instalada con la que cuenta la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y el Instituto Hondureño del Café. En el Centro Regional Universitario de Occidente se cuenta con una carrera técnica en Administración de Empresas Cafetaleras. De la misma forma, existen dos telecentros ubicados en Ocotepeque y Gracias Lempira, así como una sala virtual en la comunidad de Capucas, San Pedro de Copán. Estos centros pueden ser la base para la creación de la plataforma virtual. El observatorio será de suma importancia para el fortalecimiento de la carrera técnica universitaria instalada. De la misma forma, se pueden crear alianzas con la Escuela Superior del Café coordinada por el Ihcafé. Información acerca de procesos de catación, barismo, taza de la excelencia, puede ser visibilizada por medio del observatorio. Este portal puede ser una opción para la contratación de personal especializado; en la plataforma digital puede aparecer información acerca de las necesidades de personal que requieren, por ejemplo, organizaciones no gubernamentales o cooperativas cafetaleras. Este portal podrá conectarse con otras iniciativas mundiales y servir de puente para la promoción del café hondureño, para buscar opciones de especialización a través de cursos o pasantías.

El observatorio puede ser un mecanismo para conectarse con otros centros de investigación en el mundo. Puede servir como una herramienta de apoyo para los agregados comerciales con los que cuenta el país en el extranjero. A través del observatorio se pueden promoción ferias del café nacionales e internacionales. Es una oportunidad para vincularse con la Organización Internacional del Café y otras instancias de relevancia mundial. Se convertirá en una fuente de información de suma importancia para estudiantes y docentes nacionales e internacionales. Como el portal contará con el registro de números de teléfonos de la familia productora, podrá enviarse vía “redes sociales” información de diferente índole; consejos técnicos, precios, oportunidades de comercialización, entre otros. Miles de familias productoras nunca podrían invertir en una página electrónica para dar a conocer su café y su finca, este portal abrirá todas esas oportunidades para dar a conocer al mundo la calidad del café hondureño. Toda la información que vaya surgiendo de procesos de investigación, sistematización de experiencias, tesis, proyectos de vinculación y nuevas marcas, podrán estar

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disponibles para el público por medio del observatorio, lo cual se convertirá en una fuente valiosa de gestión e información regional.

6.5.3. Componente 3: Fortalecimiento de procesos organizativos

En la última década han surgido una serie de iniciativas que han favorecido los procesos de organización de las familias productoras de café y otros actores que forman parte del tejido social. Algunas de estas experiencias han sido creadas por medio de diferentes organizaciones no gubernamentales e instituciones que están alrededor de la caficultura. Dentro de esas experiencias en el occidente de Honduras está la conformación de más de cincuenta cooperativas cafetaleras. Estas experiencias han contribuido a concentrar, por ejemplo, el beneficiado de café y con ello mitigar los impactos ambientales de la caficultura. A pesar de ello, son cientos de productores que no pertenecen a ninguna iniciativa organizativa, por lo cual, esto forma parte de los retos para los gestores del desarrollo y la institucionalidad cafetalera. Las observaciones durante este estudio han evidenciado que algunas cooperativas no han logrado avanzar en la cadena productiva, se han limitado a recoger la producción, al beneficiado, al secado y vender el café a intermediarios y empresas exportadoras.

Los procesos de organización no garantizan, necesariamente, la participación y la participación no garantiza la incidencia en la toma de decisiones en las estructuras de poder, sin embargo, es una oportunidad para acercar mayores beneficios económicos y sociales. Las familias productoras consideran que es bueno formar parte de una organización, pero, aún persiste la percepción que son unos pocos los mayores beneficiados de estos procesos. Una cantidad considerable de cooperativas cafetaleras, dentro de sus experiencias organizativas, han avanzado al crear marcas propias de café para su comercialización en el mercado más cercano; sin embargo, su producción aún no llega a otras regiones del país. Esto representa una oportunidad para proyectos de vinculación de las distintas universidades al buscar la expansión de la producción hacia mercados nacionales e internacionales. Al concentrar el beneficiado de café se pueden aprovechar los subproductos que las aguas mieles y la pulpa genera. Este es uno de los desafíos para agregar más valor a la caficultura regional.

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Esquema 31: Fortalecimiento de procesos organizativos

Fuente: Elaboración propia

Para el fortalecimiento de los procesos organizativos deberá existir una relación directa entre la institucionalidad cafetalera, las cooperativas cafetaleras y las empresas asociativas, así como la experiencia de las organizaciones no gubernamentales y el potencial que existe en los sectores educativos de la región. Todo ello, conducirá para fomentar una “cultura organizativa” con la finalidad de contribuir al bienestar de las familias productoras. Avanzar en los procesos de organización puede permitir reducir costos operativos, por ejemplo, en el despulpado, secado y comercialización del café. Hasta la fecha no existen grupos de cooperativas asociadas entre sí, esta unificación podría servir para romper eslabones da la cadena productiva del café al buscar exportar directamente el café al mercado internacional. Existen experiencias de grupos de productores que han logrado hacer alianzas con empresas europeas y estadounidenses. Estas empresas reciben el café del productor y lo procesan con marcas de origen hondureño. Esto trae mayores beneficios a las familias productoras, pues reciben un pago superior al que normalmente prevalece en el mercado nacional. A su vez, esto

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rompe con el monopolio de las empresas internacionales procesadoras del buen café de Honduras.

Los procesos organizativos deben necesariamente estar encadenados con otros rubros de producción en la región; es decir, existen zonas productoras de cítricos, lácteos, verduras y hortalizas que, generalmente, sus productores venden su cosecha a granel. Decenas de compradores de estos productos vienen de Guatemala y El Salvador. Esto es una oportunidad para crear pequeñas empresas vinculadas con las cooperativas cafetaleras que les permita generar mayores ingresos para la región. A través del proceso organizativo se puede hacer incidencia para la gestión de fondos nacionales e internacionales para la instalación de empresas que den valor agregado a la producción regional, generar fuentes de empleo y dinamizar la economía del occidente de Honduras. Por ejemplo, en algunas zonas del sur de Copán se producen piñas y naranjas, de esta producción puede surgir una empresa de procesamiento de jugos y buscar su comercialización en el mercado regional.

A raíz del involucramiento de diversas organizaciones no gubernamentales y universidades en la región, por medio de ellas, se pueden fortalecer estos procesos y contar con estructuras organizativas más sólidas al brindárseles apoyo administrativo, técnico y científico. En vista de que el mercado internacional cada vez exige producción diferenciada, las cooperativas deben poner su visión hacia esos escenarios, avanzar en la calidad de su producto y en la unificación de estándares para competir directamente en el mercado internacional. El observatorio de la caficultura regional, al contar con un portal virtual, toda cooperativa podrá hacerse visible con sus respectivas marcas de café y la calidad de su producto, esto puede abrir oportunidades para la exportación directa. Existen experiencias organizativas de productores de café que han logrado incidir en procesos de educación y salud. Esto se convierte en una ventaja para las comunidades, por lo cual, es necesario visibilizar los aportes de estas iniciativas al desarrollo humano de la región. Los productores organizados generan mayor capacidad de gestión, de incidencia y adquisición de equipo y herramientas tecnológicas para fortalecer sus procesos.

Diversas cooperativas del occidente de Honduras, han recibido asistencia técnica en cuanto al diseño, promoción y estrategias de comercialización de sus marcas de café. Estas Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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experiencias se han realizado en el marco de proyectos de vinculación del Centro Regional Universitario de Occidente y el apoyo de Fundación Jicatuyo. Al recibir la cooperativa este tipo de asesoramiento y aporte técnico, tiene la posibilidad de entrar de una mejor forma al mercado del consumo de café. Estas iniciativas, por lo general, tienen el acompañamiento de docentes y estudiantes, sin embargo, aún no es una política institucional a lo interno de la UNAH, por lo que estas acciones se limitan a un par de carreras dentro del Centro Universitario. Esto representa un reto de corto plazo para las distintas iniciativas organizativas, poder crear una alianza estratégica con la definición clara de líneas de acción para el fortalecimiento de la caficultura regional.

6.5.4. Componente 4: Mesa sectorial de actores para la gestión de la caficultura

Implementar un modelo alternativo de economía política del café en el occidente de Honduras implica contar con una serie de actores comprometidos con el bienestar de la población de esta parte del país. La escuela de pensamiento alternativo, el observatorio de la caficultura regional, la reestructuración y el fortalecimiento organizativo e institucional dependen de la implementación de una instancia que promueva la sinergia, la cooperación, la solidaridad y la integración de los procesos de intervención regional. Esta tesis de investigación propone la instalación de una mesa sectorial de actores para la gestión de la caficultura en el occidente de Honduras. Esta mesa sectorial deberá estar integrada por aquellas personas e instituciones que tienen algún nivel de vinculación con la cadena productiva del café. Para tales propósitos se ha planteado la discusión de los retos y desafíos de la caficultura en un foro o congreso regional con la participación de los actores involucrados directa e indirectamente en el rubro. A partir de aquí, y como una especie de asamblea, se puede integrar una mesa que comience con un plan de trabajo para dar vida, tanto a la escuela de pensamiento como al observatorio de la caficultura regional.

Este grupo de personas interesadas por el bienestar de las comunidades del occidente de Honduras, como parte de su trabajo, comenzarán la discusión de una nueva política que incluya los contextos regionales diferenciados, de la misma forma, su trabajo primordial será acercar a las familias productoras al Estado. Su trabajo deberá ser coordinado por la Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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institucionalidad existente y otros actores de relevancia. La mesa sectorial deberá contar con la participación de los actores directos de la caficultura y por todas aquellas instancias públicas con presencia en la región. Por ejemplo, una organización no gubernamental que promueva procesos participativos y de organización, aquellas dedicadas a fortalecer las actividades agrícolas, quienes impulsan proyectos empresariales de emprendimiento., entre otros.

Esquema 32: Mesa sectorial de actores para la gestión de la caficultura

Fuente: Elaboración propia

La mesa sectorial podrá realizar un análisis previo usando metodologías conocidas para diagnósticos situacionales. Esto permitirá definir algunas líneas estrategias o planes operativos. Una de las tareas primordiales de la mesa sectorial será la conformación de un equipo técnico para la incidencia y gestión de fondos nacionales e internacionales. Esta mesa sectorial será el brazo técnico del nuevo modelo alternativo de economía política del café en Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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el occidente de Honduras. Su labor se centrará, además, en el fortalecimiento de procesos organizativos e institucionales y el surgimiento de otros de relevancia para las comunidades. Apoyado por la experiencia de las mancomunidades, en cada una de estas debería promoverse una asociación o empresa para dar valor agregado a la producción y a la motivación para la diversificación de otros rubros con potencial en la región.

Una de las prioridades será velar por la producción de alimentos que necesita la población de la región occidental de Honduras, para lo cual, esta mesa podrá gestionar la alianza con observatorios como el de seguridad alimentaria y nutricional existente en el país. La mesa sectorial sería el mecanismo para construir socialmente el futuro de la caficultura regional; esto implicará, necesariamente, la incorporación de las familias productoras en los fines de tal iniciativa. Este modelo alternativo de economía política del café deberá contar con la participación real en todas las fases de su concepción de los sujetos a quienes impactará, por lo cual, la experiencia y el conocimiento de los talentos locales será crucial para su viabilidad y sostenibilidad; esto incidirá para que cualquier alternativa al desarrollo tenga un alto grado de consistencia interna, relevancia externa, legitimidad y compromiso con el futuro de la región. La mesa sectorial deberá ser el mecanismo para integrar procesos participativos, que puedan influenciar con sus propuestas el contenido de las políticas públicas, las decisiones gubernamentales, los decretos o leyes emergentes, la creación o fusión de instituciones, el acceso a la asistencia técnica y financiera, todo ello, deberá estar contenido en sus planes y marcos orientadores, con el compromiso de los actores beneficiarios de los procesos de intervención.

En tal sentido, al ser una instancia de coordinación, la mesa sectorial podrá delimitar las funciones y las interrelaciones de todos los actores involucrados alrededor de la caficultura; por ejemplo, cuál será el rol de las Unidades Ambientales Municipales con el Instituto de Conservación Forestal para el cuidado del entorno afectado por la producción de café. Cuál será el rol de la Academia en cuanto a sus ofertas técnicas de estudio; cuál será el trabajo asignado a las organizaciones no gubernamentales que duplican esfuerzos en los municipios del occidente de Honduras; qué mecanismos se pueden implementar para aprovechar la venta de servicios ecosistémicos que están presentes en las fincas de café; cuál debería ser el papel Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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real de las Agencias de Cooperación Internacional con presencia en la región. Cómo se vincula la Secretaría de Agricultura y Ganadería para promover junto con diversas cooperativas cafetaleras la diversificación de la producción. Cuál será el rol del Instituto Hondureño del Café para avanzar en el análisis de nuevas variedades resistentes a plagas y enfermedades y cuáles serán los mecanismos de coordinación con la ciencia.

Si la institucionalidad se mantiene como tal, cuáles serían los mecanismos de descentralización de fondos provenientes de fideicomisos y de reparación de caminos y cómo estos podrán ser encadenados con el Gobierno local y las mancomunidades de la región. El papel de la mesa sectorial será el análisis de las iniciativas de empresas asociativas para avanzar en procesos de valor agregado, sus vínculos con otros actores y los mecanismos para generar mayor dinamismo en la economía regional. Otra de las tareas primordiales de la mesa sectorial, es la concertación con todos los actores relevantes alrededor de la caficultura para buscar mecanismos que ayuden a solventar el problema de la mano de obra en la época de cosecha del café. Esto puede formar parte de las nuevas políticas públicas regionales en coordinación con instancias gubernamentales para convertir tales iniciativas en decretos legislativos. La mesa sectorial, al ser un órgano técnico de apoyo a la caficultura regional, podrá revisar las normas en los procesos de certificación para incluir algunas variables económicas, sociales y ambientales que fortalezcan el desarrollo humano. Este modelo alternativo de la gestión de la caficultura y, por ende, el desarrollo humano en el occidente de Honduras deberá contar desde sus inicios con la participación activa de las familias productoras y con el compromiso, voluntad y solidaridad de otros gestores que intervienen en los procesos de desarrollo en el occidente del país.

6.5.5. Componente 5: Fortalecimiento institucional

En una época caracterizada por constantes crisis la innovación dentro de las instituciones se convierte en una necesidad primordial; sin embargo, miles de iniciativas fracasan porque la mayor parte de los cambios se ven únicamente hacia adentro de las instituciones y no hacia el entorno cambiante. Una institución tiene sentido si existe para la sociedad y no para sí misma. El fracaso se debe, principalmente, a la premisa de cambiar primero las cosas sin cambiar Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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antes a las personas que cambiarán las cosas (De Souza, 2011b). Los cambios institucionales deben considerar los escenarios prospectivos y el análisis debe incluir preguntas relevantes. De Souza Silva (2011b) ha planteado que la secuencia de preguntas apropiadas debe ser la siguiente: ¿Por qué cambiar?, ¿para quién cambiar?, ¿qué es lo que se necesita cambiar?, ¿con quiénes hacer el cambio? y, finalmente, ¿cómo hacer el cambio? (pp. 122 – 123). Generalmente los cambios dentro de las instituciones son procedimentales; es decir, primero se distinguen metodologías y no la reflexión interna del porqué se necesitan los cambios.

Estos debates tienen que ver con la razón instrumental de la realidad; se busca primero transformar antes de comprender. Académicos, como De Souza Silva, lo que plantean es que la mirada, en primer lugar, debe estar enfocada hacia las personas y hacia el entorno cambiante, por último, quiénes deben acompañar el proceso y bajo qué metodología de cambio. Los procesos de desarrollo necesitan de las instituciones y demás organizaciones para hacer posible sus estrategias de intervención. Cualquier modelo alternativo no puede auto implementarse, necesita del acompañamiento institucional, esto significa que las instituciones deben generar cambios que les permita adquirir cierta capacidad conceptual, epistemológica, metodológica, técnica y operativa; lo cual implica que su enfoque debe estar concentrado en quiénes serán los impactados por sus estrategias y cómo se verá afectado el entorno.

Esquema 33: Fortalecimiento institucional

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Fuente: Elaboración propia

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Las evidencias empíricas demuestran que la mayor parte de las estrategias institucionales son diseñadas alejados de los actores relevantes y bajo la visión de otros contextos, lo cual ha convertido al occidente de Honduras en el laboratorio más grande en iniciativas de desarrollo. Algunos programas han dejado decenas de experiencias, otros, sin embargo, han sido un fracaso al no haber podido generar auto sostenibilidad institucional. Sin embargo, el occidente de Honduras durante más de tres décadas ha sido receptor de procesos de construcción del tejido social; sus procesos organizativos representan una fortaleza para los cambios cualitativos que se desean impulsar en las comunidades. Este estudio refleja que, los diversos comentarios de las familias productoras hacia las instituciones cafetaleras como el Instituto Hondureño del Café, el Fondo Cafetero Nacional y otras, no es del todo buena. Sus recomendaciones aluden a la necesidad de unificar o consolidar todas estas instituciones en una sola.

Esto podría tener la posibilidad de unir criterios y armonizar esfuerzos técnicos y financieros para el bienestar de las familias productoras. No es que desaparezca toda la institucionalidad, sino que sea concentrada y que cada una, dentro de la misma institución, analice y retome sus funciones, bajo una sola visión prospectiva. Hasta el momento, los productores de café no han comprendido el poder que en ellos radica, juntos podrían tener el control de una serie de factores que actualmente les perjudica. Por ejemplo, podrían tener su propio banco, tal como fue la idea inicial del Banco Hondureño del Café. Con solo un año de la retención podrían crear una institución financiera con fondos necesarios para prevenir los “años malos” y para asistirles con financiamiento, poder capitalizarlo año con año, tener participación en función de su aporte a la producción y solventar el poco acceso al crédito que existe en el actual sistema bancario nacional. Si suponemos que la producción en la cosecha 2017 – 2018 ronda los diez millones de sacos y, si tomamos en cuenta que por cada saco exportado son nueve dólares de retención que se devuelve al productor, con la suma de todos pueden tener solo en un año más de dos mil millones de lempiras para la creación de un fondo para el financiamiento de la producción.

Estos debates son parte de las tareas que deberán realizarse dentro de la escuela de pensamiento alternativo. Los productores si lo quisiesen, pueden tener el control financiero únicamente para la caficultura nacional, invertir en otras cadenas productivas, tener sus Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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propios sistemas de abastecimiento de insumos, sus propias empresas certificadores y de mejoramiento de la calidad, crear sus propias empresas en el extranjero para la comercialización del grano, entre otros. Estas iniciativas pueden estar apoyadas, al buscar estrategias de armonización y solidaridad, con otros gestores del desarrollo; ONG, Academia y demás actores relevantes que trabajan para el bienestar de la población. Las observaciones durante este estudio demuestran la debilidad de las instituciones existentes alrededor de la caficultura al estar desvinculadas de otros gestores; cada quien impulsa los procesos en función de su propia visión de desarrollo. Por tal razón, los esfuerzos se ven como islas de un archipiélago desarrollista. Esta tesis plantea el imperativo categórico de la urgencia de unificar criterios para los procesos intervencionistas en la región. El Instituto de Conservación Forestal y el Instituto Hondureño del Café junto con las Municipalidades, son ejemplos que, necesariamente deberían formar alianzas de coordinación permanente. El aspecto técnico del Ihcafé es importante como el análisis de la frontera agrícola del ICF y de las distintas Municipalidades.

Las estrategias institucionales de coordinación pueden conducir para aprovechar los subproductos que genera la caficultura55. Esas estrategias deben analizar cómo abordar el tradicionalismo de la gente. No se trata de desechar las prácticas ancestrales, se trata de hacer consciencia del potencial que existe dentro de la misma cadena productiva del café. Se trata de una comprensión mental que conduzca a la creación de una identidad cultural alrededor de la nobleza del café. El Ihcafé junto con el ICF deben buscar estrategias que conduzcan a un mejor aprovechamiento del bosque. Honduras tiene el 48% de su territorio cubierto de bosque, algunos estudios han sugerido del porqué tanta pobreza en medio de un bosque tan rico (Oseguera, 1999). El aprovechamiento del bosque, de una manera responsable, puede generar ingresos adicionales a las familias, todo ello con la debida supervisión institucional. Las alianzas de coordinación institucional pueden formar grupos de jóvenes para dar a conocer las potencialidades de la región y la promoción de una cultura cafetalera. Los espacios de aprendizaje deben volverse “open plan” como el caso de Finlandia, en el cual el estudiante debe sumergirse en la realidad de las comunidades y no estar “enclaustrado” en las aulas

55

Algunos estudios para aprovechar el mucilago del café y los jugos de la pulpa se han realizado por investigadores de la UNAH. El mucilago y los jugos de la pulpa pueden convertirse en una fuente de energía como el bioetanol (Torres, 2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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escolares. Esto debe pasar, necesariamente por alianzas de coordinación con el sistema educativo nacional. El Gobierno debe volver su mirada hacia el campo, pues es la manera de hacer florecer las ciudades.

En términos educativos, por ejemplo, el Centro Regional Universitario de Occidente, puede convertirse en un “Centro Especializado para Estudios del Café - CEEC”, esto puede ser parte de las estrategias del observatorio de la caficultura, pues se contempla la conformación de equipos especializados en investigación. Esto podría coordinarse con ideas contempladas dentro del Ihcafé quienes desean instalar la Escuela Superior del Café en Corquín, Copán. La ESCAFE tiene la posibilidad de abrir espacios educativos para catación, barismo, promotores de calidad, escuela de administradores y de ebanistería. Con la consolidación de la institucionalidad cafetalera se pueden crear las condiciones para revisar la política cafetalera y la implementación de políticas públicas regionales. De la misma forma, se puede avanzar para la consolidación de una cultura del café en el occidente de Honduras. La institucionalización de la caficultura significa que, en cada organización, en cada institución pública y privada, desde el niño hasta el adulto, comprenda el significado de la caficultura en la región.

Desde los primeros años en el sistema educativo puede comenzar a hablársele al niño acerca de la cadena productiva del café, de tal manera que se vaya creando una cultura que invite al consumo de café de calidad y con ello, al mejoramiento del bienestar de las familias productoras. Cada zona del país presenta sus propias particularidades, por tanto, es necesario pensar en esas fortalezas que son propias de cada región. De igual manera, deben estar incluidas las mancomunidades que existen en la región. En el país se encuentran funcionando al menos 42 mancomunidades, de estas, 15 están ubicadas en el occidente de Honduras. Algunas de ellas cuentan con una buena experiencia en procesos de organización y de intervención regional. Estas estructuras deberían formar parte de las estrategias de coordinación de las instituciones cafetaleras y demás gestores del desarrollo. Por tanto, la revisión de la institucionalidad cafetalera es una prioridad de cara a los desafíos que enfrentará el rubro en los próximos años, pues, las instituciones son las que proporcionan una

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infraestructura que sirve a los humanos para crear orden y con ello reducir la incertidumbre (North, 1990, 1981).

Nuevos grupos organizados, la búsqueda de mercados nacionales e internacionales, la mejora en la calidad, el afrontar los desafíos del cambio climático, el encadenamiento con otras actividades agrícolas, integrar a productores no organizados, incidir en procesos de diversificación, la búsqueda de mecanismos para contar con asistencia técnica y financiera, son algunos de los retos con los que cuenta en el corto plazo toda la institucionalidad que está alrededor de la caficultura nacional. Una institucionalidad fortalecida significa que cada quien conoce su rol dentro de la cadena productiva. Todo el sistema de educación, por medio de asignaturas de educación ambiental, pueden apoyar con el reciclaje, “las trampas” utilizadas para el control de la broca. Por ejemplo, las plagas en la caficultura se previenen a través de prácticas culturales, etológicas y biológicas. Las prácticas culturales pueden ser apoyadas por carreras técnicas dentro de las universidades con presencia en la región.

Es hacer conciencia a la familia productora que una vez termina la cosecha, debe quitar todos los granos que hayan quedado en el palo para evitar la broca. El control etológico, puede ser apoyado por todos aquellos estudiantes que son educados en prácticas para el cuidado del ambiente. Basta con recoger todas las botellas de plástico que se han desechado y construir trampas para el control de la broca. Por cada manzana cultivada se recomienda colocar veinte trampas. El control biológico puede ser apoyado por carreras técnicas en colegios y universidades. Todas estas prácticas: realizar muestreos de enfermedades y plagas, las limpias, repelas, pepenar, control de altura del palo y otras, pueden ser apoyadas desde instituciones educativas en la región.

Las instituciones relacionadas con la caficultura y todas las demás organizaciones alrededor del rubro, deberán emprender acciones para la “institucionalización de la cultura del café”. Para ello, será necesario el involucramiento del sistema educativo en tales propósitos. La institucionalización de ferias y concursos como la “taza de excelencia”, son opciones para

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crear, poco a poco, una cultura del café en el occidente de Honduras56. Esta tesis propone que deben establecerse una calendarización nacional para la creación de festivales, ferias del café o “expo-café” en los quince departamentos productores de Honduras 57. Estas ferias en cada departamento, una vez institucionalizadas, pueden crear las condiciones para atraer compradores internacionales y demostrar las diferentes variedades, gustos, sabores, texturas y aromas del café producido en cada región. Esto podría coordinarse con distintas universidades para apoyar con el diseño de estrategias mercadológicas, promoción y publicidad de tales actividades. El fortalecimiento institucional implica que los tomadores de decisiones deben colocar en primer lugar a las familias productoras dentro de los eslabones de la cadena de valor. Debe prevalecer el interés colectivo por encima de cualquier pretensión individual.

Las instituciones cafetaleras, en algunos eslabones de la cadena como la intermediación, la comercialización y la exportación, no tienen del todo el control de la dinámica que ocurre a su interior. La supervisión de pesas y medidas aún presentan serios inconvenientes para las familias productoras, por lo que es necesario debatir estos temas para la búsqueda de posibles 56

El concurso de la Taza de la Excelencia está coordinado por la Asociación de Cafés Especiales. Ellos son quienes dictan los parámetros y criterios de selección. Existen productores que se desilusionan cuando sus cafés son eliminados y no tienen la posibilidad de participar en la subasta del café. Una de las estrategias que ha emprendido el Ihcafé es comprar esos cafés a los productores. Sin embargo, los precios de compra son todavía distantes a los que se obtienen en una subasta. Esto debería ser una oportunidad para la institucionalidad cafetalera el contar con compradores para aquellos cafés que no califican en este concurso. El solo hecho de participar los posiciona como buenos cafés en el país, lo cual significa que los coloca en mejores evaluaciones que un café convencional. El Ihcafé a raíz de estas dificultades ha celebrado en tres ocasiones el concurso “Cosecha Tardía”; concurso bajo criterios y parámetros del Ihcafé y dirigido a productores que comienzan sus cortes en los primeros meses del año. Lo que se puede ver en este tipo de competencias, es la posibilidad de abrir espacios de promoción para que compradores internacionales se acerquen en su búsqueda de buen café (Entrevista con el director del Ihcafé. Región Copán, agosto de 2018). 57

En el occidente de Honduras, poco a poco, algunos municipios han ido creando sus propias ferias del café. En Capucas se realiza, año con año, una expo-café denominada “Te van a conocer compa”. En Gracias, “Aroma Cultura”. En Belén, Lempira y en Santa Bárbara se realizan festivales del café. En Copán Ruinas y en Santa Rosa de Copán, año con año, se presenta este tipo de actividad como una oportunidad para mostrar el buen café de la región. Estas ferias aun no están institucionalizadas y responden a la iniciativa de ciertos grupos, organizaciones y productores que desean dar a conocer la calidad de su café. El Ihcafé apoya en la medida de sus posibilidades, sin embargo, la institucionalización es vital para que compradores internacionales vean la calendarización nacional de estas ferias y puedan acercarse a las familias productoras y emprender relaciones de comercio entre sí. La institucionalización de la cultura del café significa que todos debemos sumar esfuerzos para convertir la caficultura en toda una industria que involucre a la mayor cantidad de personas, organizaciones e instituciones y dinamice de una mejor forma la economía regional y nacional. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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soluciones. No existen penalizaciones para quienes realizan labores de intermediación y descuidan la calidad del grano. No existen estrategias para evitar el trasiego o contrabando que ocurre en lugares fronterizos del país 58. Instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, debe dar prioridad en cada región el establecimiento de toda su oferta académica relacionada con el sector cafetalero. Paradójicamente en Ciudad Universitaria existe un Técnico Universitario en Control de Calidad del Café; Técnico Universitario en Mecanización de Café; Técnico Universitario en Construcciones para el Procesamiento de Café y Cacao. Esta oferta académica no está disponible en regiones con altos volúmenes de producción como Copán59. Tampoco existen centros experimentales para la caficultura que sean propios de la UNAH. La armonización de los esfuerzos en torno a la actividad cafetalera pasa, necesariamente, por la comprensión de que, sí podemos hacer bien las cosas, representar a la región como propia para poder transformarla, crear mecanismos dialógicos de doble vía, buscar toda coordinación que conduzcan a la no duplicación de esfuerzos humanos, técnicos y financieros.

La institucionalidad debe avanzar en políticas publicas más claras en cuanto al financiamiento, en la prevención de los años con malos precios internacionales, en la sostenibilidad de la calidad del grano, lo cual significa el apropiamiento de todos en cada eslabón de la cadena productiva, en el mejoramiento de los datos estadísticos del Ihcafé en cada región60, en el valor

58

Existe un reglamento para la comercialización del café, sin embargo, esto debería convertirse en ley para obligar a los intermediarios a mantener la calidad del café. Otro de los problemas en Honduras ha sido el contrabando de café que se produce en las zonas fronterizas. Según el Ihcafé, todos los años se comercializa vía contrabando alrededor de un millón de quintales (Entrevista con director del Ihcafé. Región Copán, agosto de 2018). 59

En un grupo focal realizado en San Marcos Ocotepeque, el encargado de procesos de certificación de la Cooperativa Cafetalera Reserva Biológica Santa Teresa Ocotepeque Limitada COCREBISTOL indicó la necesidad de que la UNAH forme técnicos universitarios en procesos de certificación del café. “Encontrar personas ya formadas es difícil en esta región, de la misma forma, el sistema de educación media debería tener alguna carrera orientada hacia este rubro en esta parte del país” (Grupo focal, San Marcos Ocotepeque, agosto de 2018). 60

Una de las debilidades que se ha podido observar en esta investigación ha sido el manejo de las cifras del café. Cada región debería contar con una plataforma digital que muestre realmente quién, dónde y qué tipo de café produce. Esto podría coordinarse con la propuesta que lanza esta tesis al contar con un observatorio de la caficultura regional. Por ejemplo, el Ihcafé estima que existen alrededor de 120,000 productores en el país, sin embargo, las cifras son diferentes en otras instituciones nacionales e internacionales. En Santa Rosa de Copán están inscritos 8,127 productores de los cuales solo reportan datos 4,031. La Entrada, Copán tiene el registro de 7,318 de los cuales solo reportan 3,677. En Lepaera de los más de 5 mil solo reportan datos 2,319. En los 63 municipios que contempla la Región Copán del Ihcafé, en la cosecha 2016 – Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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agregado, en el manejo de los subproductos y el registro de patentes para proteger a las familias productoras. En los grupos focales realizados para este estudio, fue recurrente el reclamo hacia la institucionalidad del Estado. Por ejemplo, algunas iniciativas de organización se ven en la dificultad a la hora de legalizar sus estructuras, es una burocracia que no permite el dinamismo que requiere la caficultura nacional. “La caficultura debe trascender las oficinas del gobierno” comentaron, y “no deben existir tantas trabas administrativas para legalizar nuestras organizaciones” (Grupo focal, San Marcos, Ocotepeque, agosto de 2018). El Ihcafé, por ejemplo, “debe educar para el consumo del buen café61” y el productor, “debe comprender que se necesita fortalecer una cultura de unidad alrededor del café” (Ibíd.). La institucionalidad cafetalera “debe crear foros para que los pequeños productores tengan la oportunidad de mostrar su café”, “debe velarse por la sostenibilidad del pequeño productor”, para ello, “necesitamos ser innovadores, no imitadores” (Ibíd.). Por tal razón, esta tesis ha recomendado la institucionalidad de festivales del café y la instalación de “agro-mercados”. Necesitamos, todos juntos, conocer y conocernos, el territorio, la caficultura y su relación con las microcuencas, la caficultura con sus potencialidades y vulnerabilidades, pues para el fortalecimiento institucional necesitamos sumar esfuerzos que conduzcan a un mejor bienestar de la sociedad en lo económico, social, participativo y, especialmente, con respeto hacia la madre Naturaleza.

2017 se tenía un registro de 61,733 productores, de los cuales únicamente 28,282 reportaron comercialización del grano. Es decir, las cifras son del 50% de total del registro. Son miles los productores que no están inscritos por diferentes razones; porque son nuevos o no tienen documentos de la tierra, son jóvenes, venden su café sin facturar o, simplemente porque no les interesa estar registrados. El Ihcafé no regula la siembra y desconoce dónde se está sembrando café. Esta labor tampoco se realiza de forma eficaz en las Unidades Municipales Ambientales de cada Gobierno local (Entrevista con el director del Ihcafé. Región Copán, agosto de 2018). 61

El comprador del café de COCREBISTOL está en Bélgica y Alemania. El comprador internacional ha contemplado dentro de sus prácticas distribuir el café hondureño, no a los grandes supermercados, sino a pequeñas tiendas o negocios familiares. En los lugares donde se vende el café hondureño, tienen información acerca de las familias de dónde procede el café. Estas prácticas deberían ser consideradas en todos las “cafeterías” de Honduras. mostrar quién produce el café. De la misma forma, el comprador de Bélgica, en vista del proceso de tostado que realiza y de sus efectos al ambiente, tiene una política que se transmite hacia el consumidor de que, sus propinas, van dirigidas directamente hacia los productores que integran la cooperativa en Honduras. Esto se hace con el compromiso de que el pequeño caficultor proteja los bosques y las fuentes de agua. Estas prácticas de responsabilidad ambiental, deben ser una cultura entre todos los compradores del café hondureño. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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CONSIDERACIONES FINALES DEL ESTUDIO DE INVESTIGACIÓN

“Todo lo que se ignora se desprecia” Antonio Machado Poeta español, 1875 – 1939

1. Esta investigación planteó como tesis central que los modelos, los programas y las estrategias desarrollistas no garantizan mejorar las condiciones de vida de las familias productoras, por lo tanto, es necesario encaminar los esfuerzos hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano, con justicia cognitiva que contribuya a dinamizar los beneficios socioeconómicos, prevenir formas de empobrecimiento y exclusión social que sufre la población en la región occidental de Honduras. En tal sentido, se ha evidenciado que las estrategias mercadológicas de un modelo económico imperante conducen a la competencia de unos contra otros. La visión de la economía alrededor del café está sustentada en una premisa de mercado, productividad, mejora de la calidad y la expansión de la frontera agrícola para buscar la generación de ingresos. En las revisiones acerca de la política cafetalera se ha encontrado que, principalmente, el objetivo del Estado es aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado internacional del café y no necesariamente el bienestar de las familias productoras, dentro de la política cafetalera la estrategia para el bienestar humano no está plenamente visible.

La política cafetalera incluye una serie de aspectos que tienen que ver con los eslabones de la cadena productiva, su énfasis al estar centrado en una visión de mercado, asume criterios apegados a las bondades de la globalización; la apertura de mercados, el aprovechamiento de la tecnología y la búsqueda de la productividad para mejorar los indicadores de exportación. Esa estrategia ha quedado evidenciada al mostrar cifras macroeconómicas que beneficia los indicadores de la balanza de pagos del país, sin Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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embargo, la realidad de las familias productoras nos cuenta otra historia. El bienestar macroeconómico no muestra necesariamente un mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades cafetaleras. El productor de café, al estar influenciado por una visión mercadológica y al estar apegado a criterios desarrollistas en los procesos de intervención que ha sufrido la región, no distingue entre aquellas falsas premisas e imposición de modelos fallidos, por tanto, es difícil que cuestione esa realidad en la que vive. En todo caso, sus comentarios y reclamos están en función de los pocos ingresos que reúne después de realizar grandes inversiones y esfuerzos en su finca.

El productor junto con su familia, generalmente heredan parte de las propiedades para continuar la actividad cafetalera, en algunas ocasiones, buscan innovar sus procesos, en otras, se apegan a las formas tradicionales de producción heredadas de sus antecesores. El modelo de desarrollo imperante con todos sus programas, proyectos y estrategias ha impuesto una condición materialista en la población. La realidad es asumida como una imagen de industrialización, con grandes edificaciones, equipo, vehículos y tecnología. Estas visiones distorsionan la realidad de las comunidades; quienes tienen las mejores oportunidades y los mayores ingresos de la actividad productiva, imitan dichas imágenes a tal grado de crear una condición superior por una parte y de insatisfacción por otra. El pequeño productor, querrá sumar más parcelas de café para tener la posibilidad de competir dentro de esa realidad. Por tanto, es común que los productores vayan adquiriendo bienes materiales, grandes edificaciones, vehículos, tecnología, y no necesariamente, invertir en procesos educativos, de salud y alimentación dentro de sus hogares.

Por consiguiente, no es extraño ver casas extravagantes o vehículos de lujo en medio de comunidades con altos índices de pobreza. La suma de estos bienes materiales va creando una realidad distorsionada, a tal grado que en el corto plazo se va sumando la plusvalía a la tierra y demás propiedades. Esto dificulta para que, aquella familia con bajos ingresos, acceda a tierras para la producción 62. En vista de que los mayores

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El Estado hondureño con cuenta con un mecanismo para dinamizar el mercado de tierras. La reforma agraria ha sido un proyecto inconcluso y fallido, la concentración de tierras es evidente en todo el territorio nacional. El sistema bancario Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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beneficios se quedan en los procesos de intermediación, es evidente darse cuenta que los intermediarios gozan de los mayores privilegios al invertir en grandes mansiones y adquisición de equipo o transporte. A esto se agrega el productor con mayores extensiones de producción. A la hora de analizar otros indicadores, cualquier persona se puede dar cuenta que la comunidad necesita de una mejor educación, más acceso a la salud, mejor alimentación, mejorar los focos de contaminación, cuidar las fuentes de agua, entre otras necesidades. Las preocupaciones incluyen el carácter determinista de los proyectos de desarrollo, impulsados por instituciones y organizaciones no gubernamentales, todas ellas responden a una lógica monocausal, con visiones y estrategias diseñadas en otros contextos y bajo otras realidades.

En vista de que la representación que se tiene, generalmente es la condición de pobre, atrasado, subdesarrollado y sujetos siempre necesitados de ayuda, las familias productoras no dimensionan las potencialidades y la extraordinaria riqueza en la cual están inmersos. Al no representar la región como propia o, como parte intrínseca de sus vidas, son otros quienes al final aprovechan las posibilidades. Por tal razón, al representarse a sí mismos como personas pequeñas y pobres no pueden diferenciar entre la carencia y la potencialidad. Están sumergidos en culturas ancestrales con gran valor histórico, pero no se dan cuenta de ello. Disponen de las condiciones para diversificar y potenciar la producción agrícola, pero no se dan cuenta de ello. Viven en medio de una extraordinaria biodiversidad, alrededor de las cuencas hidrográficas, con potencialidades turísticas y culturales, en medio de los bienes que ofrece la misma naturaleza; son parte de etnias históricas y de relevancia para la humanidad y la alienación no les permite darse cuenta de la riqueza en la cual se desenvuelven sus vidas.

2. La propuesta de un modelo alternativo para la economía política del café se ha planteado considerando que el actual modelo económico no responde al mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades cafetaleras. Por tanto, esta investigación

nacional no está interesado en financiar el acceso a la tierra para pequeños productores. El financiamiento generalmente está destinado al consumo doméstico y bienes superfluos. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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propone, a través de una escuela de pensamiento, el análisis por medio de procesos de deconstrucción cultural las premisas que condicionan la cadena productiva del café. Las familias productoras deberán comprender que existe un régimen de representación impuesto desde las economías opulentas, al cual deben seguir según sus reglas. El poder de gestión, de incidencia, participación y decisión que tienen las familias productoras es impresionante, sin embargo, como dijera el poeta Roberto Sosa “desconocen sus tesoros”. Juntos pueden crear todas las condiciones necesarias para un mejor dinamismo de la economía regional. Los significados y las prácticas culturales del café están condicionadas, precisamente, por esos factores a los cuales hay que deconstruir y descolonizar. Los gestores del desarrollo deberán comprender que la idea de progreso y desarrollo ha sido una invención para subordinar a los pueblos bajo modelos, recetas y valores diseñados en otros contextos que no tienen compromiso con realidades particulares. Por tal razón, es fundamental preguntarse: ¿por qué han fracaso cientos de programas de desarrollo alrededor del mundo?, ¿qué es lo que no se ha hecho bien?

Este estudio no niega las contribuciones que realiza la caficultura al desarrollo humano de la región. Sin embargo, no es suficiente para que sus beneficios puedan esparcirse hacia las demás personas. En tal sentido, vemos que el encadenamiento con otros rubros de la producción es vital para mejorar el acceso al ingreso de las familias; de la misma forma, dar valor agregado a la caficultura puede representar oportunidades para que más familias se sumen a la actividad económica. La cadena productiva del café ha contribuido con pequeños avances en educación, en mejoramiento de infraestructura, en mejor acceso a la salud y alimentación, sin embargo, el bienestar humano de la región presenta enormes desafíos, puesto que la mayor parte de la población se desenvuelve en medio de carencias al no poder acceder a la tierra, al capital necesario para producir, a la falta de oportunidades laborales, a la concentración de la riqueza, al clientelismo y a la corrupción generalizada en la institucionalidad del país.

Seguir gestionado la caficultura tal como se ha hecho hasta ahora, es seguir contribuyendo a que la concentración de los beneficios quede en pocas manos. Con el Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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fortalecimiento de los procesos organizativos, por ejemplo, el productor puede dar un mejor beneficiado al café. La organización puede ayudar para crear marcas propias de café y aprovechar el consumo de café en el mercado nacional63. La organización puede crear condiciones para buscar alianzas con otros actores para buscar compradores internacionales que se interesen no solo en lo económico, sino en condiciones sociales y cuidado del entorno. Una de las mayores dificultades en la caficultura sigue siendo la comercialización del grano. La consolidación de las cooperativas puede ayudar para que las mismas se conviertan en empresas exportadoras, con ello, se podrá acceder a mejores precios y eliminar parte de la intermediación. El fortalecimiento organizacional puede contribuir para el avance de la producción de cafés diferenciados, el cual se incrementa año con año, pero que hasta la fecha sigue siendo limitado 64. La tendencia mundial del consumidor de café es hacia el producto certificado y especial, esto representa una alternativa y oportunidad para el productor.

Todos los gestores del desarrollo y los inmersos en la cadena productiva del café deben avanzar en procesos de formación que provoquen la construcción de nuevos caminos, de nuevos pensamientos alternativos a las alternativas que ya existen. No es posible seguir reproduciendo las premisas del opresor, los lineamientos y las recetas dictadas por el más fuerte. La capacidad de auto gestión, auto producción, auto financiación y auto comercialización que tienen las familias productoras de café son extraordinarias. Juntos pueden hacer posible que se acorten los eslabones de la cadena productiva. Tienen el poder para incidir en la reestructuración institucional y organizacional; tienen el poder para la creación de instituciones financieras y empresas proveedoras de insumos. Tienen la capacidad para crear toda una red de trasporte. Sin embargo, se necesita avanzar por medio de una escuela de pensamiento en el análisis de esas realidades que conduzcan a la construcción de sus propios caminos para la vida. 63

Honduras, según el registro de la Dirección General de Propiedad Intelectual de Honduras (DIGEPIH), cuenta con ocho Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen. Café Marcala, Cafés del Occidente Hondureño, Honduras Western Coffee, Café Camapara, Café Cagual, Café Congolón, Café Erapuca y Café Guisayote. Las marcas con IG y DO, son oportunidades para posicionar el café en el mercado nacional e internacional. 64

El café diferenciado representó el 30% de las exportaciones en 2017. Según el Ihcafé, se exportaron 3.2 millones de quintales, lo cual significó 450 millones de dólares (Disponible en Proceso Digital, 26 de mayo de 2018. http://www.proceso.hn/economia/6-economia/sube-al-30-la-exportacion-de-cafe-diferenciado-segun-ihcafe.html Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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3. La economía del café en el occidente de Honduras aporta ingresos significativos que contribuyen al dinamismo comercial. Los flujos económicos provenientes de la actividad, han quedado evidenciados que se quedan principalmente en los procesos de intermediación y exportación. Desde la percepción generalizada, son las familias productoras las que corren con la mayor carga impositiva y costos de operación. A pesar de todo, con los ingresos recibidos, como ellos mismos dicen, “hacen de tripas corazón”. Los pocos ingresos ayudan a mejorar, poco a poco, su vivienda, a sumar una nueva parcela, a apoyar a sus hijos en educación; es decir, a todo un proceso de reinversión social año con año. Las observaciones y comentarios hacia la institucionalidad cafetalera han quedado narrados con sus propias palabras, “son instituciones anquilosadas y verdaderos elefantes blancos”, con escaso apoyo técnico, financiero y tecnológico. Viven de sus ingresos, sostienen toda una burocracia sin mayores beneficios para las familias productoras. Por otro lado, las valoraciones de los propios directivos y técnicos de las instituciones cafetaleras, es que, con el poco personal es difícil atender a miles de productores, sin embargo, sus programas de investigación genética y los mismos procesos de capacitación, son factores que, desde su perspectiva, deben tomarse en cuenta. Las instituciones cafetaleras, de cara al futuro, deben cuidar la calidad del grano y el sostenimiento de la producción 65. Este es un reto trascendental para mantenerse en las primeras posiciones mundiales del café para beneficio de las familias hondureñas.

4. Existen decenas de cooperativas cafetaleras que aglutinan a una gran cantidad de productores. La misión, por lo general, es la concentración del beneficiado para dar un poco de valor agregado al café y avanzar en la calidad del mismo. En parte, los beneficios de estar organizado para el productor es que, por sí solo, no es posible, por lo general, acceder a maquinaria necesaria para el beneficiado y el secado del grano. Por otro lado, para los ecosistemas son prácticas que suman para reducir los focos de contaminación por las aguas mieles y la pulpa del café. Sin embargo, son cientos de

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Un productor comentó que, para él, debe prohibirse la comercialización del café por la vía húmeda, puesto que, el mal manejo del beneficiado hace que se pierda la calidad del grano. “Al café no puede tratársele como cuando se destaza una vaca que se puede revolver toda la carne, el café necesita de la separación para mantener la calidad” (Grupo focal, Lepaera, Lempira, agosto de 2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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productores que aluden al hecho de que es la cooperativa y los socios mayoritarios que gozan de los mayores beneficios. Por lo cual, se recomienda desde sus propias opiniones, que la cooperativa debería comenzar con programas de diversificación y de atención más puntual hacia el productor; es decir, que la familia productora sienta que es un beneficio extraordinario pertenecer a una instancia organizativa66. Por otra parte, existen miles de productores que ni siquiera están registrados en las bases de datos de la institucionalidad cafetalera del país. No integran ninguna organización. Algunos no lo desean y otros no conocen de esos procesos.

5. En términos ambientales, la caracterización más relevante de la cadena productiva del café es que tal actividad ha provocado daños irreparables en los ecosistemas de la región. La tala del bosque y la expansión agrícola es una realidad, con ello, han desaparecido cantidades sustanciales de flora y fauna. La contaminación del agua en ríos y quebradas no puede ser soslayada. Por la escasa supervisión tanto de las instituciones cafetaleras como del mismo Gobierno local, hace que el problema se agudice. Culturalmente el productor despulpa el café y las aguas son derramadas sin las medidas de seguridad requerida. Son pocos los que cuentan con todo un sistema de control de aguas mieles y pulpa del café. A la hora de regular sombra o eliminar “fincas viejas” la tala no solo se limita al palo de café, sino hacia aquellos árboles frondosos que evitan la entrada de luz solar en la finca. Al estar ubicada la finca en terrenos con pendientes pronunciadas la erosión del suelo es inevitable, el uso de químicos en las fincas hace que, poco a poco, la escorrentía conduzca ese veneno hacia las zonas bajas, contaminando así ríos y quebradas.

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La cooperativa COCREBISTOL tiene algunos mecanismos de compensación hacia el socio productor. Ellos, durante la cosecha 2017 – 2018 pagaron mejores precios que los demás intermediarios. Reciben en efectivo un premio como resultado de las negociaciones realizadas entre la cooperativa y el comprador internacional. La cooperativa invierte fondos para compra de tierras destinadas a la conservación del bosque. COCREBISTOL está buscando el mecanismo para convertirse en exportadora y utilizar un sistema de clasificación del grano para emplear a mujeres de la localidad. Para ellos, preparar el café para la exportación reduciría costos de intermediación, los cuales se pueden invertir localmente al emplear a personas del municipio (Grupo focal, San Marcos Ocotepeque, agosto de 2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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En ese sentido, los retos ambientales para la institucionalidad y los gestores del desarrollo y la caficultura son enormes, por lo que se convierte en una necesidad urgente la búsqueda de estrategias que conduzcan a la armonización de esfuerzos. Los procesos de certificación de las fincas pueden mitigar los daños al ambiente, a pesar que se ha avanzado en los últimos diez años con estos procesos en la región, aún son cientos de productores que no contemplan dentro de sus planes certificar su finca, puesto que implica mayores costos y no es una obligación 67. La búsqueda de mecanismos de prevención se puede encontrar en la armonización y coordinación de esfuerzos. Prevenir los años malos deber ser una prioridad. Prevenir para que la semilla y las nuevas variedades no sean monopolizadas debe ser una prioridad estatal.

El papel de los Gobiernos locales debe ser más relevante. Las Unidades Municipales Ambientales (UMA) pueden crear un sistema o programa para el control ambiental en los municipios de su jurisdicción. Esto se puede coordinar con las demás instituciones del Estado68. La Academia puede conducir estudios en zonas en las cuales se prohíba el uso de químicos que contaminan ríos y quebradas. El Gobierno local puede crear una “Red Ciudadana para la Cultura de la Denuncia”. El productor tala el bosque, pero no recibe ningún castigo. porque las instituciones reguladoras no se dan cuento de ello. En las capacitaciones del Ihcafé se puede sensibilizar al productor acerca de las prohibiciones y los castigos a los cuales se enfrenta si no realiza medidas de mitigación para el cuidado del ambiente. El Estado puede crear, por medio de sus instituciones, un programa de incentivos al caficultor que compruebe buenas prácticas agrícolas. La venta de servicios ecosistémicos es una alternativa, los fondos se pueden gestionar con la cooperación internacional u organismos internacionales. El Comité Nacional de Bienes y Servicios Ambientales de Honduras (Conabisah), debe crear oficinas en las regiones productoras de café y sumarse a los esfuerzos de coordinación institucional.

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El Gobierno junto con toda la institucionalidad cafetalera, debe crear un mecanismo de compensación al productor para avanzar en los procesos de certificación. Esto traería beneficios directos e indirectos al cuidado del entorno. 68 El director del Ihcafé en la región Copán manifestó que ellos desconocen dónde se está sembrando café. Esto es un trabajo que le corresponde al municipio; a la Unidad Municipal Ambiental (Mejía, M., Santa Rosa de Copán, agosto de 2018). Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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6. El café es parte de la vida misma de los pueblos, para ellos es su pasión, es compromiso y es valor de cambio. Para las familias productoras, el café es un poco de todo; es ingreso familiar, es cultivo, alimento y medicina. El café ha trascendido generaciones, más de 150 años en el occidente de Honduras. Su llegada fue circunstancial y no fue hasta la década del setenta del siglo XX que comenzó su expansión agroexportadora. Poco a poco, las familias han ido buscando alternativas. Se piensa en la calidad y no en la cantidad, se invierte en la producción de café diferenciado con la esperanza de mejores oportunidades. El café forma parte de la vida cotidiana del hogar. Con café se nace, se crece y con café se muere. Es parte de la dinámica tradicional dentro de la familia; a pesar de que talvez los ingresos “no ajustan”, logran sobreponerse a tantas arbitrariedades sin límites, a todas esas desventajas históricas de exclusión y marginación, aun así, las familias hacen el milagro de la vida. De tal manera que, todos contribuyen para mitigar los costos de producción, todos participan del proceso, desde el más pequeño hasta el adulto mayor. Todos se articulan dentro de su entorno, conocen el trabajo y los detalles de su ambiente, por lo que sus saberes locales revisten particular importancia en la vida cultural de la región. Es por ello que, la cultura alrededor de la economía política del café se escribe con las manos de niños, jóvenes y adultos; nace de las raíces hundidas, al lado de sus ancestros; nace junto al maíz y los frijoles; la cultura del café es de tierra, de olvido y también de silencio.

7. Esta investigación ha podido constatar considerables vacíos relacionados con los procesos de gestión e intervención en nombre del desarrollo. Generalmente, el gestor responde a su propia agenda de trabajo. Sus proyectos no necesariamente están encadenados con otras intervenciones de otros actores relevantes para la región. Cada organización no gubernamental, por ejemplo, busca cumplir su cronograma de trabajo, muchas veces duplicando esfuerzos técnicos y financieros. Por ejemplo, el Ihcafé, si bien es cierto ha promovido convenios y alianzas con universidades del país, no es menos cierto que sus trabajos son puntuales, enfocados principalmente en la capacitación y la búsqueda de nuevas variedades de café. Los procesos de vinculación y de investigación de los centros de educación superior no responden a necesidades analizadas alrededor de la caficultura nacional. La realidad que afronta la familia Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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productora se refleja en; carencias que tienen que ver con el análisis de suelos, con la experimentación de nuevas variedades resistentes al cambio climático y a plagas, solución ante enfermedades del café, desafíos ambientales, oportunidades a partir de subproductos del café69.

Estos temas deberían formar parte de la agenda primordial de la institucionalidad cafetalera junto con la Academia en el país. Generalmente, la intervención en nombre del desarrollo de las organizaciones no gubernamentales se ha centrado en proyectos de participación, capacitación, incidencia política, pero no necesariamente, a crear las condiciones para el emprendimiento, la generación de ingresos y la sostenibilidad económica dentro de las familias del occidente de Honduras. Estas limitaciones han incidido para que miles de jóvenes busquen otras oportunidades en Estados Unidos y Europa. Los procesos migratorios han socavado los cimientos de la familia hondureña. En el occidente de Honduras son varias las aldeas que han quedado sin la presencia de jóvenes. Este problema afecta a la actividad cafetalera. Otros han buscado oportunidades en las zonas urbanas. El caficultor se ve en la obligación de importar mano de obra desde Guatemala o El Salvador para la época de cosecha 70.

Todavía no existe una estrategia para ofertar mano de obra para apoyar la caficultura. Esto debe ser una línea de trabajo en las estructuras que esta tesis propone. El Instituto Nacional de Migración (INM) podría sumarse a los esfuerzos de coordinación institucional para crear un mecanismo que pueda compensar a los jóvenes a no abandonar las comunidades y sumarse a las labores de recolección del grano y otras actividades dentro de la cadena de valor del café. La mesa sectorial de la caficultura regional puede crear una estrategia que aborde el problema de la mano de obra en las regiones cafetaleras de Honduras. Estas acciones deben incluir un mecanismo que

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Doña Angélica Landaverde es una productora de café en Corquín, Copán. Ella ha logrado impulsar doce subproductos del café. Hasta la fecha se conoce poco de ello, puesto que no se ha diseñado una verdadera estrategia de promoción y comercialización. Al consultar a académicos universitarios acerca de estas iniciativas, manifestaron su admiración, pero a su vez, su desconocimiento. 70 Los productores del grupo focal de Lepaera, Lempira nos comentaron que, el Gobierno se ha encargado de llevarse la mano de obra de las aldeas, ahora son cientos de jóvenes que buscan ingresar a la policía por los beneficios salariales que reciben. Otro problema es que entre productores no se ponen de acuerdo con el precio que se va a pagar por cada galón de café cortado. Según ellos, sufren de competencia desleal. Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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fortalezca la seguridad ciudadana, principalmente, en épocas de cosecha y comercialización del grano. El flujo de efectivo a finales y principios de cada año es considerable, puesto que el café dinamiza la economía local y regional.

8. Durante el proceso de investigación se intentó indagar acerca del fenómeno de la pobreza; en primer lugar, porque la comprensión de su realidad puede mostrar nuevas formas de prevención de aquellos factores que condicionan el bienestar de la población y, en segundo lugar, para el análisis de la pobreza es necesario pensar primero en aquellas formar de empobrecimiento que impiden mayor bienestar humano en la región. En tal sentido, el occidente de Honduras ha sido considerado como una de las regiones más pobres del país. Esto es contradictorio si pensamos que, es en los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira en los cuales existe una extraordinaria biodiversidad, una riqueza cultural manifestada en la impresionante cultura maya; un patrimonio de la humanidad que nos invita a mirar al mundo con otros ojos; una cultura ancestral lenca que forma parte de la vida misma en el occidente de Honduras. Por tal razón, quiénes son los más interesados en destacar los precarios indicadores de pobreza en el occidente de Honduras. El resto del país no es la excepción, eso afirma que tales estrategias han respondido a una representación de pobre y atrasado que solo da cuenta de una visión vertical, en la ansiada búsqueda de una meta: ser desarrollado.

Los enfoques clásicos del desarrollo con todas sus premisas y promesas inducen a la sociedad hacia un pensamiento único, universal, objetivo, neutral y estandarizado. Al estar influenciados bajo esas premisas, los gestores con todas sus instituciones y organizaciones,

así

como

las

familias

productoras

del

café,

reproducen

representaciones que no dan cuenta de la propia realidad en la que viven. Imitan patrones y modelos, se galvaniza un pensamiento que únicamente es posible desmantelar por medio de metodologías de deconstrucción cultural y descolonización epistemológica, lo cual representa un desafío para la institucionalidad. Por tanto, el análisis de la pobreza no puede reducirse a meras cifras económicas o materiales, debe profundizarse en sus raíces y en un sistema de imposición de valores. En nombre de la pobreza y en nombre del desarrollo se han invertido cuantiosas sumas de dinero para Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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la búsqueda de respuestas ante los problemas de pobreza. Poco se ha trabajo en el pensamiento alternativo, en las subjetividades que subyacen en la población al representarse como pobre y siempre necesitada; sus objetivos inmediatos se centran en los deseos de ascender hacia otra escala social impuesta por la misma sociedad.

9. La búsqueda de un mejor bienestar para las familias productoras de café y para la dinámica de la economía regional, pasa, necesariamente, por la revisión de paradigmas de la economía y del desarrollo. De la misma forma, debe analizarse la manera de gestionar, intervenir y coordinar los procesos alrededor de la caficultura y la búsqueda del desarrollo humano. Nuevas conceptualizaciones y alternativas deberán surgir a partir de la unificación y la suma de todos los esfuerzos en la región. Este estudio ha sugerido la necesidad de impulsar un nuevo modelo alternativo de economía política del café y a la postre, una nueva política económica para la caficultura nacional. Este modelo ha incluido, como propuesta, la instalación de una escuela de pensamiento para el análisis de la realidad regional bajo la mirada de la ciencia y los saberes locales. Un observatorio de la caficultura regional que pueda servir como plataforma de visibilización del quehacer de la familia productora. El fortalecimiento de los procesos organizativos, así como la revisión de la institucionalidad del café; de la misma forma, es necesario la implementación de una mesa sectorial del café que puede servir de brazo técnico y de gestión para la implementación del modelo.

El modelo alternativo busca generar mayor inclusión y participación, en la cual, las familias productoras de café son los principales actores de la cadena de valor. Por tal razón, se ha recalcado que, es en ellos donde radica el poder de cambio. Para tales propósitos, la propuesta de un análisis epistemológico de las premisas que condicionan todo proceso de intervención, son fundamentales para la comprensión de que, no puede haber justicia social sin antes haber justicia cognitiva. Se espera que todo ello contribuya a acortar los eslabones de la cadena productiva y que los beneficios respondan de forma proporcional a la participación en el proceso. El trabajo de deconstrucción incluye la revisión de las monoculturas que condicionan el pensamiento. Si continuamos con los mismos procedimientos en la gestión de la caficultura y el desarrollo, será la empresa Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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exportadora, la empresa transnacional que compra el café, el Estado y los demás intermediarios los mayores beneficiados del proceso, fomentando con ello, formas más crueles de exclusión social.

10. En vista de que los modelos no se pueden auto implementar, se necesita del esfuerzo de todos los sectores que, de alguna manera, intervienen en procesos para el bienestar de la sociedad. Por tal razón, la autocrítica será relevante para comprender qué tanta correspondencia con el entorno se tiene a lo interno de las organizaciones y demás instituciones, tanto públicas como privadas en el occidente de Honduras. Por consiguiente, la caficultura, la búsqueda del desarrollo humano, la comprensión de las realidades a partir de procesos de descolonización epistemológica, nuevas formas de análisis de la poli causalidad, las realidades múltiples, los saberes locales y el conocimiento científico, son factores que dependen en gran medida de procesos de armonización y de complementariedad. La búsqueda del desarrollo y sus vínculos con la caficultura en la región, no puede seguirse viendo como el simple crecimiento de la economía; el desarrollo es un proceso que debe conducir hacia la felicidad, no es un número más, los procesos de cambio deben conducir al buen vivir; deben conducir hacia el irrestricto respeto de la madre Tierra.

En este estudio queda pendiente profundizar en estudios de la región. Por ejemplo, se necesitan más estudios analíticos que induzcan a nuevas posibilidades para la gestión de procesos intervencionistas. Se debe potenciar con estudios regionales el aprovechamiento de los subproductos de la caficultura. Se necesita emprender estudios relacionados con la cultura del consumidor y la sostenibilidad de los procesos de cambio. Es imprescindible estudiar el papel que desempeña la mujer en la cadena productiva del café, pues, es la mujer principalmente quien da inicio a la caficultura, es ella quien está asociada a la calidad; son las mujeres las catadoras, las baristas y las emprendedoras. Las líneas de investigación pendientes tienen que ver con procesos de adaptabilidad, con la búsqueda de semillas resistentes y la protección de la caficultura como bien público. Se necesita tener un inventario real de las fincas; tamaño, suelo, altura, son variables pendientes para profundizar en estudios posteriores. La región aún Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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no aprovecha el potencial para el establecimiento de Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen.

Los estudios pendientes deben conducir a miradas que trasciendan el tema mecanicista y estadístico de la cadena de valor, deben buscarse otras posibilidades para apartarse un poco de la racionalidad económica imperante. Debe fomentarse una cultura organizacional familiar para no volver atrás, por lo que se vuelve imprescindible, el estudio de comportamientos y actitudes dentro de las subjetividades de la población. Todo esto, forma parte de las tareas pendientes dentro de la región occidental; los sueños, las posibilidades, las oportunidades y las esperanzas de una mejor gestión de la caficultura y del desarrollo humano están allí, precisamente, en la unificación de esfuerzos entre todos los actores. Es estar conscientes que, sí se pueden hacer las cosas bien en vista de las potencialidades que la región posee, para ello, los giros paradigmáticos en la educación son fundamentales, desde los niños hasta el adulto, porque el aprendizaje no solo debe ser en las aulas, sino en la realidad misma de las comunidades.

Avanzar en el conocimiento del territorio es fundamental; acercar posibilidades significa que la caficultura puede convertirse en toda una industria que pone el bienestar de las familias sobre cualquier pretensión individual. La región necesita del esfuerzo de cada uno de nosotros; es un vuelo que solo es posible hacerlo cuando juntamos las alas de cada uno, es un vuelo para la construcción de caminos propios; es la búsqueda de otras formas de pensamiento que invoque la vida comunitaria y relacional, de consenso y con pluralidad, con respeto y tolerancia a la diversidad. Porque como humanos, necesitamos de la búsqueda de la felicidad antes que la búsqueda del desarrollo. No se puede seguir en un sistema injusto que rodea la sociedad; un sistema que ha robado la memoria para no cuestionar y criticar, para no indignarse, para aceptar la deformación y la galvanización del pensamiento. Hoy más que nunca, se necesita de mayor consciencia para desnaturalizar la vergonzosa exclusión que sufre gran parte de la población de este noble país llamado Honduras.

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ANEXOS Anexo 1: CUESTIONARIO APLICADO A FAMILIAS PRODUCTORAS DE CAFÉ

CUESTIONARIO Este trabajo de investigación tiene como objetivo analizar la economía del café y el desarrollo humano, que permita a través de su deconstrucción cultural y epistemológica una valoración de sus significados, prácticas y contribuciones para la construcción de una propuesta de un modelo alternativo de economía del café en la región occidental de Honduras Municipio donde se ubica la finca_______________________ Departamento_______________ Sexo: M. F. Edad: ______ años Fecha ___/___2017 Escolaridad: 0 1 2 3 4 5 6 7

Ninguna Primaria Incompleta Primaria Completa Secundaria Incompleta Secundaria Completa Universidad Maestría Doctorado

Nombre del encuestado: ______________ Domicilio: __________________________ Teléfono de contacto: _________________

A continuación, se presentan una serie de preguntas, se pide contestar con la mayor sinceridad posible. 1.- ¿Ha mejorado su vivienda con la caficultura? 2. Si 3. No 2.- ¿Existen fuentes de agua en su finca? 1. Si 2. No 3.- ¿Cuenta su finca con electricidad? 1. Si 2. No 4.- ¿Considera que la caficultura ha contribuido a mejorar la salud en su hogar? 7. Si 8. No 9. Muy Poco

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5.- ¿Considera usted que la caficultura ha mejorado la educación en su comunidad? 1. Si 2. No 3. Muy poco 6.- ¿Cuenta usted con más tierra para el cultivo de café? 1. Si 2. No 7.- ¿Considera usted que el haberse dedicado a la producción de café le ha permitido un crecimiento económico para usted y su familia? 4. Si 5. No 6. Muy poco 8.- Si usted tuviera un espacio de tierra disponible, ¿cómo preferiría cultivarlo?

(puede encerrar varias)

1. Sembrando más café 2. Sembrando árboles frutales 3. Sembrando árboles maderables 4. Sembrando plátanos y guineos 5. Sembrando flores 6. Producir miel 7. Sembrando otros granos básicos 8. Otros cultivos como peceras, ganado, vacas 9. Cultivos mixtos 10. Ningún cultivo 9.- De los siguientes elementos cuáles cree usted que necesita para mejorar la producción, proceso y comercialización del café (puede encerrar varias) 1. Un vehículo propio 2. Una despulpadora 3. Patios para secado de café 4. Secadoras solares 5. Electricidad en su finca 6. Pilas de fermentación 7. Canales de correteo 8. Bodega de almacenamiento 9. Tostadora y molino de café 10. Ninguno de los anteriores

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10.- ¿Se encuentra certificada su finca de café? 1. Si 2. No 11.- ¿Cuáles de los siguientes factores considera usted que están afectándole en la cadena productiva del café? (puede encerrar varias si desea)

13. La falta de cortadores o mano de obra 14. La variación en los precios del café 15. No estar organizado 16. La falta de agua 17. La falta de infraestructura como patios, beneficio, etc. 18. Los caminos en mal estado 19. Los altos costos de los insumos agrícolas 20. Los descuentos por humedad 21. Las plagas y enfermedades del café 22. El poco apoyo del Estado para la caficultura 23. El cambio climático 24. Estrategias de comercialización del café 12.- Con la asistencia técnica que usted ha recibido, su finca se encuentra en: 1. Mejores condiciones 2. Iguales condiciones 3. Nunca he recibido asistencia técnica 13.- El café de su finca se despulpa en: 1. En la finca 2. En la casa 3. En la cooperativa o beneficio 14.- Según su conocimiento las aguas mieles provocan: 1. No provocan daños 2. Contaminación de ríos y quebradas 3. Nunca me he interesado en saberlo 4. No tengo conocimiento de eso 15.- ¿Ha realizado en su finca estudios de suelo? 1. Si 2. No Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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16.- ¿Cuáles de los siguientes métodos se utilizan en su finca para el tratamiento de la PULPA de café? 1. Se tiran en el terreno 2. Son utilizadas para producir abono 3. Se comercializa como un subproducto 4. La cooperativa se encarga de la pulpa 5. Otros métodos 6. Ningún método 17.- ¿Cuáles de los siguientes métodos se utilizan en su finca para el tratamiento de AGUAS MIELES? 1. Se tiran en el terreno 2. Se tiran en una laguna de oxidación 3. Se tira a la quebrada o río 4. Son utilizadas para producir abono 5. La cooperativa o beneficio se encarga de las aguas mieles 6. Otros métodos 7. Ningún método 18.- Según su conocimiento, el uso de químicos o pesticidas en la finca provocan 1. Aumentos en la producción 2. Eliminación más rápida de plagas 3. Daños y contaminación del medio ambiente 4. No provocan nada 19.- ¿A cuáles de las siguientes organizaciones pertenece? (puede encerrar varias) 1. IHCAFE 2. AHPROCAFE 3. ANACAFE 4. Cooperativa cafetalera 5. Empresa asociativa 6. No pertenezco a ninguna organización 20.- En general, ¿Cómo califica usted el apoyo que recibe de las instituciones mencionadas? 1. Muy bueno 2. Regular 3. Malo

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

21.- Las políticas cafetaleras del gobierno con todas las instituciones involucradas: 5. Han mejorado la caficultura 6. Han contribuido un poco 7. Casi no han hecho nada 22.- En general, la producción del café le ha ayudado a:

(puede encerrar varias)

1. Mejorar mis ingresos familiares 2. Mejorar la educación de mis hijos 3. Mejorar la salud y alimentación en el hogar 4. Mejorar el medio ambiente 5. Me ha ayudado a organizarme 6. No me ha ayudado mucho 23.- ¿Cuáles de los siguientes factores considera usted que son causa de empobrecimiento de las familias del occidente de Honduras? (puede encerrar varios) 1. La falta de dinero y empleo 2. Falta de educación y conocimientos 3. Poco interés del Gobierno por la región occidental 4. La falta de identidad cultural 5. Falta de espiritualidad 6. Tener demasiados hijos 7. No tener tierra para producir 8. No tener vivienda propia 9. Las políticas económicas del Gobierno 10. La corrupción generalizada 11. La mala distribución de tierras 12. El cambio climático 13. Las enfermedades y epidemias 24.- ¿Lo han invitado alguna vez para discutir los problemas de la caficultura y sus posibles soluciones? 1. Si 2. No 25.- Para usted, ¿quién se beneficia más con la cadena productiva del café? 1. El productor 2. La cooperativa 3. Los compradores intermediarios 4. Los cortadores de la cosecha Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

5. Los que venden insumos agrícolas 6. El Gobierno con los impuestos a la caficultura 7. Los beneficios y exportadores de café 26.- ¿Ha escuchado hablar acerca de los servicios ecosistémicos o venta de servicios ambientales? 1. Si 2. No 27.- ¿Conoce usted acerca de los sellos de certificación en el café? 1. Si 2. No 28.- Cuando se habla de sellos de certificación ¿qué se le viene a la mente? (puede encerrar varias) 1. Cuidado del medio ambiente 2. Ganancias a la hora de vender el café 3. Hacer más trabajos en la finca 4. Producción sostenible 5. Calidad de café y mejores oportunidades 6. Calidad de vida para su hogar 29.- ¿Considera que al estar organizado podría tener la oportunidad de darle valor agregado al café, es decir, venderlo beneficiado o procesado? 1. Si 2. No 3. No está seguro que eso pase 30.- ¿Considera que, al formar parte de una organización o cooperativa, mejoraría su economía familiar? 1. Si 2. No 3. No está seguro que eso pase 31.- ¿En la época de cosecha cortan café menores de edad en su finca? 1. Si 2. No 32.- Según usted, ¿cuáles son las razones por las que algunos productores no están organizados ni forman parte de cooperativas? 1. Falta de conocimiento 2. No hay interés de organizarse 3. Nadie lo ha invitado a organizarse 4. La desconfianza en las cooperativas 5. No existe una cooperativa en la zona Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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33.- ¿Si a usted le pagaran por cuidar mejor del ambiente como el agua, las aves, el bosque, el suelo, qué institución podría ser la que coordinara este tipo de pago? 1. IHCAFE 2. AHPROCAFE 3. ANACAFE 4. El Fondo Cafetero 5. La Cooperativa 6. Un banco del Estado 7. Una Universidad 8. Los compradores intermediarios 9. Los beneficios de café 10. Las Municipalidades o Mancomunidades 34.- En su finca se produce: 1. Una sola variedad de café 2. Diferentes tipos de café 3. Tengo micro lotes 35.- Según su experiencia usted cree que el futuro de la caficultura es: 1. Prometedor o con buen futuro 2. Es un futuro incierto 3. Se mantendrá estable la producción 4. Se aumentará la producción de café 5. Disminuirá la producción de café 36.- Cada vez que usted regula la sombra en su finca ¿saca permiso en la Unidad de Medio Ambiente UMA del municipio? 1. Si 2. No 3. A veces 37.- ¿Qué tipo de registros lleva en su finca? 1. Contabilidad completa 2. Registros de mano de obra e insumos 3. Ningún registro 38.- ¿Cómo califica el acceso al crédito o financiamiento para la producción de café? 1. Acceso fácil y seguro 2. Difícil acceso al crédito 3. No hay acceso a crédito Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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39.- Cuando ha necesitado crédito o financiamiento para producir café, ha recurrido a: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Bancos privados Bancos del Estado como BANADESA Cooperativas cafetaleras o empresas asociativas Cajas rurales IHCAFE Compradores intermediarios de café Nunca he buscado crédito

40.- ¿Cómo califica el apoyo que recibe de la Municipalidad para la producción de café? 1. Muy buena 2. Regular 3. Malo Gracias por su colaboración

Anexo 2: FORMATO DE ENTREVISTAS

LA CAFICULTURA Y EL DESARROLLO HUMANO EN LA REGIÓN OCCIDENTAL DE HONDURAS 1.

¿Qué es el café?

2.

Desde su experiencia, ¿cuáles han sido los obstáculos o retos de la caficultura que usted ha podido

superar? 3.

Si se tuviera un buen apoyo de las instituciones como IHCAFE, Fondo Cafetero, Gobierno, bancos, etc.

para solventar los obstáculos que usted mencionó, ¿cuál sería para usted ese apoyo que necesitan para sentirse satisfechos?

4.

Desde su experiencia, ¿en qué le ha cambiado la vida a usted y su hogar la producción de café?

5.

Hablemos de los procesos de certificación, hay fincas que producen café certificado, orgánico, especiales,

etc. ¿qué opinión tiene usted de eso?, … ¿según usted se mejoran los rendimientos y el ingreso familiar al estar certificada la finca?

6.

¿Desde su experiencia, quién se beneficia más de la caficultura, por qué sucede eso?

7.

¿Cómo sabe usted que su café es bueno, cómo diferencia si el café es bueno o malo?

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

8.

¿Usted considera que con la producción del café logra solventar sus necesidades familiares?, ¿con qué

complementa la economía familiar si los ingresos del café no ajustan, es decir, como se las arregla?

9.

Como productor, ¿qué cultivos ha dejado de sembrar para dedicarse a la producción de café?

10.

Si usted obtuviera mayor acceso al crédito o financiamiento ¿para qué utilizaría ese crédito?

11.

¿Qué opinión tiene usted de los procesos de organización, por ejemplo, pertenecer a cooperativas

cafetaleras o al IHCAFE, será bueno o no tan bueno, en qué le beneficiaría a usted estar organizado?

12.

Existen algunas instituciones relacionadas con el café en Honduras, (IHCAFE, Fondo Cafetero,

AHPROCAFE), ¿se siente usted representado por ellas, en qué deberían mejorar?

13.

¿Según usted, cuáles servicios o necesidades básicas aún no las tienen satisfechas en su hogar, qué no

se ha podido lograr con la caficultura?

14.

Además del café, ¿qué otras cosas se cultivan en su finca? (otros productos)

15.

¿Cómo fue la adquisición de su finca, usted la compró, fue herencia, ha ido comprando más parcelas,

cuénteme de eso?

16.

Desde su experiencia, ¿de qué manera la caficultura ha mejorado el desarrollo humano en la región

occidental?

17.

Cuénteme, ¿de qué manera se involucran sus hijos o demás familiares en la producción del café?

18.

¿Qué tratamiento le da usted a la pulpa del café, o, mejor dicho, qué hace con la pulpa?

19.

¿Cómo es el manejo de las aguas mieles en su finca?

20.

Según su experiencia, ¿qué es lo que falta por hacer para mejorar la caficultura en la región occidental

de Honduras?

21.

Según su conocimiento, ¿por qué el occidente de Honduras (Copán, Ocotepeque y Lempira) es

considerado una de las regiones más pobres, atrasadas y vulnerables del país?

22.

Según usted, ¿cuál es el futuro de la caficultura, que piensa usted de eso?

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

23.

¿cuál es su principal preocupación relacionado con la producción de café?

24.

Según su conocimiento, ¿cuál es la razón principal para que los productores generalmente vendan su

café en uva o sólo despulpado, por qué no se procesa mejor o como dicen, por qué no se le da valor agregado?

25.

¿Alguna vez usted ha consultado las fases de la luna o calendario lunar para las actividades propias de

la caficultura?

26.

¿Cuál es su principal recomendación para las instituciones que deseen apoyar a los productores de café

en la región occidental?

Anexo 3: FOTOGRAFÍAS DEL TRABAJO DE CAMPO

Proceso de recolección del grano

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Niña en labores de selección de grano de café

Recolección de la cosecha, Cucuyagua, Copán

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Despulpado de café, Cucuyagua, Copán

Trasporte de cortadores Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Despulpado manual de café, El Níspero, Cucuyagua, Copán

Días de Campo con productores de café, San Francisco del Valle, Ocotepeque

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Entrevistas en Sensenti, Ocotepeque

Giras de campo con apoyo de estudiantes del CUROC, Gracias, Lempira

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Entrevistas CAFESCOR, Corquín, Copán

Entrevistas Cooperativa COCAFCAL

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Entrevistas Cooperativa ARUCO, San Pedro, Copán

Laboratorio de catación COCAFCAL, Capucas, San Pedro, Copán

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Entrevistas en Cooperativa COCAFELOL, La Labor, Ocotepeque

Finca de café con sombra

Finca deforestada para nueva siembra

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

Grupo focal – Lepaera, Lempira, agosto de 2018

Grupo focal – San Marcos Ocotepeque, agosto de 2018

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

4. Lista de siglas y acrónimos

SIGLAS Y ACRÓNIMOS ANACAFEH

Asociación Nacional de Caficultores de Honduras

APP

Alianza Pública Privada

ADECAFEH

Asociación de Exportadores de Café de Honduras

AHPROCAFÉ

Asociación Hondureña de Productores de Café

AID

Agencia Internacional para el Desarrollo

AMPROCAL

Asociación de Mujeres Procesadoras de Café La Labor

AMPROCASAT

Asociación de Mujeres Procesadoras de Café Santa Teresa

BCN

Banco Central de Nicaragua

BAFD

Banco Africano de Desarrollo

BANAFOM

Banco Nacional de Fomento

CONACAFE

Consejo Nacional del Café

CLACDS

Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible

CSC

Consejo Salvadoreño del Café

COHDEFOR

Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal

COCOCH

Consejo Coordinador de Organizaciones Campesinas de Honduras

CERES

Certificadora de estándares orgánicos y ambientales

CCCC

Código Común para la Comunidad Cafetalera

CLAC

Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores

CCCH

Central de Cooperativas Cafetaleras de Honduras

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

CMMAD

Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

CUROC

Centro Regional Universitario de Occidente

CEEC

Centro Especializado para Estudios del Café

CECJ

Coordinadora Estatal de Comercio Justo

CIAT

Centro Internacional de Agricultura Tropical

CNA

Consejo Nacional Anticorrupción

CEAT

Congreso de Economía, Administración y Tecnología

COCAFCAL

Cooperativa Cafetalera Capucas Limitada

CAFESCOR

Cafés Especiales de Corquín

COCAFELOL

Cooperativa Cafetalera La Labor Ocotepeque Limitada

COCREBISTOL Cooperativa Cafetalera Reserva Biológica Santa Teresa Ocotepeque Limitada DGI

Dirección General de Ingresos

DO

Denominación de Origen

DIGEPIH

Dirección General de Propiedad Intelectual de Honduras

ERP

Estrategia para la Reducción de la Pobreza

ECOSUR

El Colegio de la Frontera Sur

ECOSOC

Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas

EPA

Agencia de Protección Ambiental (por sus siglas en inglés)

ESCAFE

Escuela Superior del Café

FLO

Fairtrade Labelling Organization

FCN

Fondo Cafetero Nacional

FAO

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

FLACSO

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

FOSDEH

Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras

GCF

Fondo Verde del Clima (por sus siglas en inglés)

HACCP

Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (por sus siglas en inglés)

IHCAFE

Instituto Hondureño del Café

ICF

Instituto de Conservación Forestal

IDS

Instituto de Estudios del Desarrollo

IMAE

Índice Mensual de Actividad Económica

IPM

Índice de Pobreza Multidimensional

IDH

Índice de Desarrollo Humano

INE

Instituto Nacional de Estadísticas

IICA

Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

ICADE

Instituto para la Cooperación y Autodesarrollo

INA

Instituto Nacional Agrario

ICAFÉ

Instituto Costarricense del Café

ICO

International Coffe Organization

INM

Instituto Nacional de Migración

IG

Indicaciones Geográficas

JAS

Japanese Agricultural Standard

MiAmbiente

Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas

NPIC

Centro Nacional de Información de Pesticidas (por sus siglas en inglés)

NOP

Normas de Producción Orgánica (por sus siglas en inglés)

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

OIT

Organización Internacional del Trabajo

OCDE

Organización de Cooperación y Desarrollo Economico

ODS

Objetivos de Desarrollo Sostenible

ODM

Objetivos de Desarrollo del Milenio

ONG

Organización No Gubernamental

OIC

Organización Internacional del Café

PNUD

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

PNUMA

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

PIB

Producto Interno Bruto

PLATS

Posgrado Latinoamericano en Trabajo Social

PMRTN

Plan Maestro de Reconstrucción y Transformación Nacional

RAS

Red de Agricultura Sostenible

SAG

Secretaría de Agricultura y Ganadería

SOPTRAVI

Secretaria de Obras Públicas, Transporte y Vivienda

SPP

Símbolo de Pequeños Productores

SCAA

Asociación de Cafés Especiales de América (por sus siglas en inglés)

TOSCAFEH

Asociación de Tostadores de Café de Honduras

UNAH

Universidad Nacional Autónoma de Honduras

UNCTAD

Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo

UNRISD

Instituto de las Naciones Unidas de Investigación para el Desarrollo Social (por sus siglas en inglés)

UNESCO

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura

USAID

Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

UMA

Unidad de Medio Ambiente

UTZ

Buen Café ( por su significado en maya)

USDA

Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (por sus siglas en inglés)

UNIOCOOP

Unión de Cooperativas de Servicios Agropecuarios Limitada

UNFCCC

Convención Marco de las Naciones sobre el Cambio Climático ((por sus siglas en inglés)

WFTO

Organización Mundial del Comercio Justo (por sus siglas en inglés)

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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Hacia otro paradigma de economía política del café y desarrollo humano en la región occidental de Honduras

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS Centro Regional Universitario de Occidente Doctorado en Ciencias del Desarrollo Humano Esta tesis se terminó de escribir en octubre de 2018 en Santa Rosa de Copán, Honduras, C.A. Se puede usar la información en ella contenida, siempre y cuando se cite la fuente

Tesis doctoral — Jorge Humberto Orellana Peña

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