La alcaldesa convirtió Cancún en negocio privado al pasar de humilde servidora a funcionaria millonaria.
MARA,
LA “CENICIENTA” DE OTRA “CASA BLANCA” QUIERE LA GUBERNATURA A través de una red de complicidades que involucra a notarios, empresarios y al ayuntamiento, ella y su familia disfruta los lujos de su encargo público. Jura inocencia pero no aclara nada
Por Fernando Sánchez Márquez y colaboración de Revista Fusión Q
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ara jura inocencia, -pretenden extorsionarme, acusa-, pero la dulce y tierna, la que arrolló en las elecciones pasadas por su sencillez, simpatía e identificación con las necesidades del pueblo, se transformó de humilde servidora a millonaria cenicienta en solo dos años. Ahora disfruta los lujos de su encargo y acaricia otro de sus sueños: convertirse en gobernadora con el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador quien le guarda mucha deferencia y confianza, pero antes Mara tendrá que enfrentar denuncias millonarias, junto con su esposo Omar Terrazas y su hijo Daniel Berrón Lezama, por enriquecimiento inexplicable.
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