¿Cómo están funcionando tus plataformas ahora mismo?
El sello ahora tiene 11 años y Warriors cumple 5 este año. Dejamos la residencia en Ibiza porque quería concentrarme en Hï In The Dark, pero Warriors sigue funcionando con fiestas por todo el mundo. El sello funciona genial, como los otros sellos – ViVA Music, ViVA Limited e iVAV Recordings. iVAV es más para el lado más melódico del techno, Hot Since 82, Christoph, ese tipo de música; ViVA Limited es más moderno, con una perspectiva más tech-house con groove, hemos tenido a Solardo, Mark Jenkins… Y ViVA Music es para cosas más maduras, como Jamie Jones, Jesse Perez, Catz ‘N Dogz, es mi bebé, e intento concentrarme en productores de primer nivel… Como productor, acabas de publicar tu debut en el sello de Tiga, Turbo Recordings, ‘Crazy Dream’. ¿Cómo es tu relación con el canadiense?
amigos franceses, con toda la mierda que han tenido que vivir con el terrorismo… Tengo muchos amigos que viven en París, así que compuse este disco y lo llamé así… ¿Crees que tu sonido ha cambiado?
Sí, claro. El sonido de todo el mundo cambia porque la tecnología cambia. Cuando vas al estudio de cualquier productor te darás cuenta de que tu sonido cambia solo con usar otros aparatos diferentes a los que estás acostumbrado. Producirás un sonido diferente. A mí como me encanta la tecnología creo que siempre estoy cambiando. Me aburro si hago la misma mierda todo el rato, no puedo hacerlo sistemáticamente como si fuera un trabajo. Para mí no es un trabajo, es mi amor. ¡Amo hacer esta mierda! Si me aburriese, dejaría de hacerlo, ¿sabes? Por eso siempre intento ir en direcciones diferentes en el estudio. Pero, en última instancia, sí, mi sonido ha evolucionado con los años. Ahora bien, lo que es mi estilo siempre va a ser el mismo. En 2015 fuiste el protagonista del documental The Art Of The DJ, del laureado director Piers Sanderson. En él, pudimos ver tu testimonio sobre los inicios de tu carrera y cómo has llegado a donde estás hoy… ¿Cómo fue la experiencia?
Realmente, si te soy sincero, no conozco a Tiga tan bien (risas). Cuando estaba en el estudio estaba improvisando con el equipo y surgió ese bajo y pensé “Esto suena a Tiga”, y seguí haciendo el disco para él. Se lo mandé, le dije que lo había hecho con él en mente y me contestó en seguida diciéndome que le encantaba, que si podía firmarlo. Y le dije que claro, que era para él… ¿Alguna otra novedad en cuanto a la producción?
¡Sí! La semana que viene voy a publicar un trabajo en mi sello, en ViVA, ‘Pour Amour’, que se traduce ‘Por Amor’, que hice pensando en mis
Bueno, lo raro es que la idea de hacer el documental nació en torno a 2006-7, fue cuando nos surgió la idea, pero nunca llegó a hacerse realidad. Nunca conseguimos un director que quisiera hacerse cargo del proyecto… Incluso estuvimos grabando un tour que hice en bus durante semanas, colectando horas de grabaciones y el director de eso desapareció del mapa. La idea estuvo congelada durante unos cuantos años y me encontré con el film High On Hope, un documental sobre la música electrónica, y me encantó la forma en la que estaba grabado. Así que contacté con el director, le conté mi historia y nos encontramos… Me dijo: “Mira, me encanta la historia de la música electrónica, pero realmente odio toda la mierda de la que hablan los DJs todo el rato”. No estaba interesado en hacer un documental alrededor de un DJ. Y le pregunté por qué, y me contestó que había visto unos cuantos documentales de DJs – no te voy a decir cuáles (risas) – y que todos eran iguales: “oh mírame, soy genial, mi vida es genial, soy el mejor, mira champagne por aquí, champagne por allá”. Me dijo: “eso es puta mierda, yo hago cosas
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serias”. Y le dije, oye, yo no soy así, mi viaje no ha sido fácil, ha tenido muchos altibajos… Y me dijo que, si estaba preparado para hablar sobre eso de forma honesta, que lo hacía. Así empezó todo. Lo único que hizo fue sentarme en un almacén abandonado y me entrevistó durante cuatro horas y le conté la historia de mi vida. Todo terminó, le di unos cuantos contactos y no nos volvimos a ver hasta después de un año que todo estaba montado, con fotos que había conseguido gracias a mi familia, mis managers, videos, etc. Cuando vi cómo lo montó me dejó impresionado. ¿Fue difícil hablar de ciertos temas?
Solo le dije la verdad. Sí que lo fue, me dolió mucho tener que hablar de mis padres, fue un momento muy difícil de mi vida, cuando casi me muero. Lo difícil fue darme cuenta de lo que le hice a mis padres. Al ser padre ahora puedo hacerme solo una pequeña idea de lo que tuvieron que sufrir ellos. Fue duro. Pero Piers me dijo que me tomase mi tiempo, me dio unos pañuelos, me sequé los ojos, di un sorbo de agua y a seguir. Hace unas semanas veíamos como posteabas una foto en redes junto a tus dos hijas, antes de llevarlas a su primer bolo contigo, en una fiesta pre-Hï. ¿Qué tan especial fue ese momento para ti?
¡Sí! (Risas). Fue un momento súper especial, porque mis hijas, especialmente la mayor – que tiene como cuatro años y medio –, llevaba mucho tiempo queriendo venir a uno de los bolos de papá (risas). Porque claro, cada vez que contratamos a una niñera que cuide de las niñas, porque mi mujer se viene conmigo a los bolos, a DC10 o Hï, mi hija nos pregunta que a dónde vamos… Y cuando le digo que nos vamos a un bolo nos dice con esa vocecilla súper dulce “¿Puedo ir a tu bolo, papi?” (risas). Y le dices “No, cariño, no puedes, eres muy pequeña”. Pero cuando me enteré dónde hacíamos el pre-party, que conozco a los dueños, les pregunté si podía llevar a mis hijas y me dijeron que, sin problema, que en las puestas de sol siempre hay niños. Entonces le pregunté a mi niña: “¿quieres venir a un bolo de papá mañana?”. ¡Se emocionó tanto que no pudo dormir por la noche! Preparó su vestido, bien puesto sobre la cama, puso todos sus abalorios encima… Fue un momento muy especial para mí. Estuvieron bailando por el local, pasando un buen rato. Todavía no entienden muy bien lo que pasa, pero sí que perciben que recibimos