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Del 15 al 21 de junio de 2017
A14 VOL 623
Opinión >>PRIMERA BASE
Rubén Amaro, Jr. reconoció la oportunidad
R
Por Will González
ubén Amaro, Jr. no perdió tiempo llorando su despido de la gerencia general de los Phillies; en vez, el nativo de Olney, de ascendencia cubana-mexicana, comenzó una carrera nueva como técnico de primera base con los Medias Rojas de Boston con la meta de ser dirigente de Grandes Ligas algún día. Amaro Jr., cayó de pie, como ocupante del rectángulo de tierra en territorio foul detrás de la primera almohadilla, apenas 46 días después de que fuese despedido de Filadelfia el 10 de septiembre, 2015. John Farrell, el dirigente de Boston, le ofreció el trabajo de técnico a Amaro Jr., ya que fueron compañeros de equipo en las Ligas Menores y las Grandes Ligas, cuando ambos pertenecían a la organización de los Indios de Cleveland (1994 y 1995). Para Amaro Jr., la decisión de regresar a vestir uniforme y estar en el terreno de juego fue una oferta que no podía recha-
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zar. Los técnicos de la primera y tercera base son los únicos dos puestos en el deporte donde personas que no son atletas, compitiendo en los desafíos, son permitidos en el campo de batalla. No hay manera más cerca de ver y tener un impacto en un partido de béisbol sin estar en la alineación. “Mi vida siempre ha sido la pelota”, dijo Amaro Jr., cuyas responsabilidades también incluyen ser el asesor principal del correr de bases y adiestrador de guardabosques de Boston. “Estoy tratando de aprender lo que es nuevo en el terreno de juego. Porque es diferente de cuando yo estaba jugando y de cuando era Gerente General. De verdad, las cosas han cambiado mucho y estoy aprendiendo”, explicó Amaro Jr., cuyas raíces en el béisbol transcienden tres generaciones. La cadena de conocimiento de los Amaro sobre las sutilezas del béisbol comenzó con Santos Amaro, el abuelo de Amaro Jr., quien jugó primera, el outfield, y dirigió en Cuba, México, la República Dominicana, y Venezuela (1930 - 1950). Este nunca
jugó en las Mayores debido a la discriminación racial en ese periodo. Rubén Amaro, padre, hijo de Santos, fue el primero en su clan en jugar en las Grandes Ligas. Este debutó en 1958 con los Cardenales de San Luis, pero pasó seis años (1960-65) de su carrera de 11 temporadas en las Mayores con los Phillies. Amaro padre, hizo la transición de pe-
lotero a ejecutivo y técnico, pero nunca dirigió en la Gran Carpa. Amaro padre, fue el técnico de primera base de los Phillies cuando la franquicia capturó su primer campeonato (1980). Amaro Jr., fue el carga bates de dicho club. Cuando Rubén Jr., se integró como guardabosque en el roster de Filadelfia en 1992, los Amaros se convirtieron en
la primera combinación de padre e hijo en haber jugado con los Phillies. Rubén Amaro, padre, falleció el 31 de marzo, de este año. La aspiración de ser piloto en la Gran Carpa tiene un significado mayor ahora para Amaro Jr. “Eso siempre fue una de las metas de mi padre. Vamos a ver si tomo esos pasos”, comentó el técnico de 52 años. Su padre llegó cerca al puesto ya que además fue técnico de tercera base y técnico del banco, subteniente principal del manager, de equipos de Grandes Ligas. Amaro padre, llegó a dirigir en la liga invernal venezolana, donde lideró a las Águilas del Zulia a la corona nacional (1983-84) y el campeonato de la Serie del Caribe. Amaro Jr., está contemplando dirigir al Zulia este invierno para comenzar a pulir sus destrezas. “Yo he hablado con mi hermano”, dijo Amaro, hijo refiriéndose a Luis Amaro Machado, el Gerente General de las Águilas. Buena suerte Rubencito, el que adelante no mira, atrás se queda.
>>LA RED HISPANA
Un revés mas Por José López Zamorano
U
n panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito reconfirmó lo que otros tribunales han dictaminado de manera coincidente: la orden ejecutiva de la Casa Blanca contra seis países de mayoría musulmana es precisamente lo que el presidente Donald Trump dijo que era: una prohibición de viajes, y por lo tanto no pasa la prueba de la legalidad. “Concluimos que el presidente, al emitir la orden ejecutiva, excedió los parámetros de la autoridad que le delegó el Congreso. La inmigración, aún para el presidente no es un show de una sola persona”, escribieron los tres magistrados a la orden de Trump, quien antes de llegar a la Casa Blanca fue el personaje central del show “El Aprendiz”. El fallo de los jueces tiene el potencial de sentar precedente, no sólo porque ratifica los límites del ejecutivo para aplicar a su capricho las leyes de migración, sino por-
que se basó en los mensajes del presidente en Twitter para valorar la intencionalidad de la orden ejecutiva. Su decisión tuvo lugar de hecho después que el propio portavoz de la Casa Blanca dijo públicamente que los mensajes del presidente en las redes sociales debían ser tomados en cuenta como “declaraciones oficiales del presidente de los Estados Unidos”. Decía mi abuela que en paz descanse: Fíjate bien lo que pidas, porque se te puede cumplir. Apenas hace unos días, la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes se quejaba que Trump había logrado en pocos meses no sólo enturbiar la imagen de la institución presidencial, sino también lesionar la saludable separación de poderes que idearon los Padres Fundadores. Es una interpretación lógica, si tomamos en cuenta que su joven presidencia es una de las más impopulares de todos los tiempos y que el propio presidente se ha dedicado a poner en entredicho la credibilidad de los jueces, como lo hizo con el
juez de origen mexicano Gonzalo Curiel y de otros magistrados a cargo de revisar sus órdenes ejecutivas migratorias. Pero estoy convencido que este nuevo fallo de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en la liberal ciudad de San Francisco, confirma que la separación de poderes está, como dice la expresión popular, “vivita y coleando”, y eso debe ser motivo de reconocimiento para quienes creemos en la importancia de los pesos y contrapesos que dan equilibrio a la nación. Los dictámenes de las cortes sobre migración confirman que los presidentes no tienen poderes imperiales, sino que sus decisiones, en especial aquellas que afectan a millones de personas, están acotadas por las leyes y los valores de igualdad y justicia este país. Ojalá esos principios humanitarios prevalezcan en las próximas etapas de este debate crucial para el futuro de la nación. Para más información visita www.laredhispana.org