Brochazos y pinceladas de un maipucino antiguo 2

Page 156

dero de ingreso daba vuelta al cerro, por lo que resultaba una verdadera hazaña para los integrantes de los cortejos fúnebres llegar a la cima con el ataúd. La subida era a pie y transportaban la urna en una angarilla, que eran dos listones largos con tablas atravesadas. Cuatro voluntarios llevaban este artefacto sobre sus hombros, con el cajón encima, intercambiaban sus posiciones a medida que el viaje se volvía más empinado. Atrás de ellos caminaban los deudos con las flores y las coronas. Cuando falleció el sacerdote Agustín Ugarte le construyeron una hermosa sepultura que miraba hacia la entrada del camposanto. Con el tiempo su tumba se convirtió en punto de referencia, era la primera parada obligada para los cortejos que subían desde el Camino a Rinconada. En ese lugar era costumbre detenerse para tomar aire, aunque el cansancio lo maquillaban con rezos y discursos fúnebres. Conscientes de esta carga física que se agregaba a los funerales, las autoridades decidieron en 1970 abrir una entrada nueva por la calle Maipú. Por mucho tiempo este ingreso no tuvo puerta, por lo que

Funeral de un niño.

156


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.