La estacion Maipú
Un “cliente” clásico del club era el Bari, perro fiel que acompañaba hasta ls dependencias del club a su dueño, Raúl Quinlan, y aprovechaba el viaje para robarse algo de la cocina. Su estrategia se develó cuando lo pillaron llevándose un pernil que recién había sacado de la olla, el cual iba tan caliente que el animal lo soltaba un rato y después lo volvía a tomar con su hocico. En Esquina Blanca estaba la fuente de soda El Mexicano, después una hilera de casas que pertenecieron a la familia Poblete Macaya, la casa de Antonio Rivas, los Ferreira, la Cruz Roja y la zapatería de Jañita. También había un sitio eriazo donde se instalaban los circos. Estaba justo antes del restaurante El Barquito. Más hacia el sur venía la quinta de recreo El Castillo y el colegio
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