Silvina Helbling Santa Fe
Capturados para siempre Hacer eterno y real ese momento, por siempre... admirar su obra y después al hombre. Sin perjuicios... Conectarnos con el otro ser, despojándonos de todo, inmortalizar al arte santefesino y dejar crecer mi alma y mi obra junto a ustedes. La luz cruza fronteras La fotografía toma un trozo de vida un rato del instante, lo atrapa lo hace suyo, lo construye y deshace, lo extraña... Es un artefacto artístico que “revela”, expone lo que no se ve, revuelve la mirada y la pone lúcida, incómoda, corrida en extraños desvíos que nos llevan a otra visión mas descarnada. Las fotos también se “rebelan” contra el estereotipo, la injusticia de lo homogéneo, la repetición del prejuicio, los cuerpos dóciles,el consumo de imágenes sin sentido, la rara y robada sensación de no ser. Y la luz es gran parte de la magia, una creadora de climas, una secuestradora del tiempo, para devolverlo de otra forma. Muchos fotógrafos se nombran como trabajadores de la luz, gatos agazapados para que la escena muestre lo oculto, lo ajeno a la cotidianeidad y la rutina. Silvina Helbling vive todo esto con el cuerpo: construye realidades, espera que la lluvia, el retiro y sus días, le hagan expresar como vinos viejos, la respiración de la piel, los fantasmas de la mirada, las tensiones del arte y la palabra. Para eso, teje vínculos muy profundos y leales con sus fotografiados, los mira con amor y una cámara amorosa nada tiene que ver con el pudor. Así, candor en la vejez, sensualidad de años vividos, máscaras y disfraces, inteligencias en manos y ojos, están presentes en sus fotografías. Silvina se ha propuesto en este libro: “Capturados para siempre” una enorme tarea de rescate: fotografiar artistas iluminados en retazos, claroscuros de vivir. Artistas en sus espacios, ventanales, espejos, campos y vegetación, cuerpo en su silla, mirada frontal, palpitar del corazón... Y estos grandes artistas santafesinos se registran con parte de sus obras. Entonces, palabras, poemas y citas, cuadros, escenas teatrales son mundos dentro del mundo del encuadre. Una especie de caja de Pandora para crear identidades y homenajes, un collage, palabra del que mira, convertida en acrílico, gesto, grabado, revelación y ficción. Un ensamblado de hombre-mujer, su tiempo su obra y compromiso, fundando contra el lenguaje el temblor de la sensibilidad. Capturados por las imágenes: están los artistas, asaltados por las imágenes: los lectores, los imaginadores de un libro largamente pensado, elaborado, atesorado... Las imágenes de Helbling no duelen, están cubiertas de respeto y belleza. Eso sí, son imágenes al fin y hay que saber que las imágenes buscan su puerto en nuestros ojos, llegan,se instalan y tienen enorme pereza a la hora de partir. Desde el alma Chiqui Gonzalez Ministra de Innovación y Cultura Provincia de Santa Fe Año 2011.