Patrimonio en Nuevas Manos 2019

Direcciรณn General de Cultura y Educaciรณn

El nombre completo que nos fue otorgado por el rey Felipe V en 1741 fue el de

Ciudad de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato.

El Título de Ciudad es un documento en el que también se otorga a la ciudad un Escudo de Armas, esto es, una imagen que nos identifique para el mundo.

El Título de Ciudad le fue dado a Guanajuato el 8 de diciembre de 1741 y el Escudo de Armas consiste en una placa de oro, que lleva en el centro la imagen de la Fe. Por su base se enlaza en una concha sostenida por dos ramos de laurel lazadas por una cinta azul; apoyándose el todo sobre una repisa de orden compuesto, que representa ser de mármol de colores con adornos de oro. Forma su cabeza o copete del escudo, una corona sostenida por un tablero de hojas de acanto.

INTERPRETACIÓN El campo de oro significa la riqueza minera de la región, abundante en metales preciosos. La figura representa y recuerda a Santa Fe, de Granada, y simboliza el triunfo de los Reyes Católicos, alcanzado en 1492 sobre los dominadores arábigos. El remate es símbolo de grandeza y el señorío de España; los laureles y los acantos, de victoria y de fidelidad, respectivamente. Los mármoles se refieren a la abundante variedad que hay de ellos en los alrededores montañosos.

El día 3 de agosto de 1872, el general Florencio Antillón, siendo gobernador del Estado de Guanajuato, determinó públicamente “construir en esta capital un nuevo y soberbio teatro, cuya magnificiencia, si es posible, lo coloque en primera línea entre todos los edificios de su clase con que cuenta la República...” Este mismo día el arquitecto José María Noriega, a quien encargó el proyecto y construcción, presentó los planos respectivos.

El teatro Juárez es flanqueado por una balaustrada de cantera rosa que abraza una escalinata de dos tramos, en ambos lados tiene candelabros, con farola de cobre con dragones como detalles y dos pedestales con sendos leones africanos de bronce, uno a cada lado, autoría de Jesús F. Contreras, el mismo que construyó grandes obras en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, así como de la Estatua de la Paz que todos conocemos en el corazón de nuestro centro histórico.

El piso del pórtico es de piedra guanajuatense, cuartón y pizarra morada que llega hasta las puertas de medio punto, ventanas rectangulares y caretas trágicas, cómicas y liras que nos hablan de la utilidad del edificio.

Se impuso el nombre de Juárez al teatro que se construía entonces para celebrar el natalicio del Benemérito de las Américas; terminándose treinta años después, por una larga suspensión del trabajo, estrenándose el 27 de octubre de 1903.

Basamento con columna de fuste estriado, columnas dóricas con capitel de bronce. Cinco artesonados son el techo del pórtico y subiendo encontramos una arquitrabe, cornisa y la balaustrada en donde se encuentran las bases de cada una de las musas que se encuentran rematando el edificio en orden con las columnas del frente.

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*Erato, musa de la poesía lírica, en la mano de Urania Los niños deben aprender a cuidar el patrimonio, no sólo los monumentos, las iglesias, las escuelas, sino que también el patrimonio de la naturaleza, que es tan importante como su patrimonio personal, familiar, escolar y, por ende, de su comunidad. Todo ésto da cuenta de la importancia que adquiere la enseñanza patrimonial para los niños.

27 de junio de 1784. Se concluye y estrena el templo de San Diego, magníficamente reedificado, después de la catástrofe ocasionada por la inundación de 1780. Se elevó el pavimento cosa de seis y ocho varas sobre su antiguo nivel, así como igualmente el de todo el convento, levantándose también lo mismo respectivamente las bóvedas y los techos.

Si bien es cierto que la incorporación de la enseñanza patrimonial en el sistema escolar está lejos de suceder, entonces es la familia y el gobierno, en ese orden, que deben invitar a los niños a conocer y valorar su Patrimonio.

Se comenzó a construir en 1610 pero estuvo lista hasta 1616.

Fragmento del plano de 1750, levantado por José Gabriel Rozuela de Ledezma, la conocida “Fiel copia de Santa Fe de Guanajuato” 17. Casa de Cabildo 18. La Real Casa 19. Parroquia y 19. Plaza

El edificio de la

Presidencia Municipal de Guanajuato

fue construido en 1610 y reedificado en 1792,

en su momento fueron oficinas del Intendente de Guanajuato, don Juan Antonio de Riaño, de Benito Juárez, sede del Congreso del Estado en 1824 y actualmente del Gobierno Municipal.

Los niños deben saber que las tradiciones, gastronomía, danzas, el vestuario, la arquitectura, la música y la historia de la ciudad son una riqueza que es suya para ser regalada a futuras generaciones que las disfrutarán igual que nosotros.

Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato Agradecemos al Dr. José Eduardo Vidaurri Aréchiga

Los antecedentes de la construcción de la Basílica los podemos ubicar hacia 1635 cuando el Obispo Fray Francisco de Rivera sugiere al alcalde mayor de la época, don Pedro Gallo de Escalada y a un grupo de vecinos, se encargaran de reparar la iglesia que se ubicaba en estos terrenos, aunque no hay información precisa de que eso haya sido realmente, de no ser así la invitación sería para la contrucción de una nueva iglesia, aunque los procesos para iniciar no son tan ágiles pues se detecta que fue hasta 1671 durante el curato del Padre José Hurtado de Castilla, que se inicia la construcción de este templo que se concluyó en el año 1696.

Debido a la necesidad de tener un gran templo, ya que la ingeniería minera lo hacía posible, se diseñó levantar un gran basamento para que sobre del mismo se sentara el edificio parroquial de las minas de Guanajuato.

Podemos esperar que llegue el mes de la Patria, o el día del Patrimonio y no va a pasar nada: El disfrute de todo cuanto nos rodea es de todos los días, es la imperiosa necesidad de recuperar la capacidad de asombro y comprender la impaciencia de la luz del sol por visitar nuestra ciudad.

n 1897 se levantó la hermosa escultura del artista mexicano Jesús F. Contreras, la cual recibe el nombre de

Monumento a la Paz. Monumento de bronce sobre una base de cantera y mármol.

Fue inaugurado el 27 de octubre de 1903 por el señor general don Porfirio Díaz.

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El 20 de agosto de 1744 “el rey otorgó la licencia para crear el colegio de la Santísima Trinidad”. Una vez establecidos inicialmente en el Hospicio de la Santísima Trinidad, el religioso Betlehemita fray José de la Cruz trazó el Templo iniciándose el 26 de julio de 1747.

El año de 1765 tuvo lugar la dedicación solemne del Templo, aunque los retablos estaban tan sólo iniciados en parte; la torre sólo tenía un cuerpo y ya existía la escalinata pentagonal al frente. Con nombre de Templo de la Santísima Trinidad y teniendo por patrona a la Virgen de Guanajuato.

Al poco tiempo los miembros de la Compañía de Jesús fueron extraditados por orden del rey Carlos III, era el año de 1767, dejando no obstante, su presencia en el imaginario colectivo guanajuatense.

Estos datos deben permanecer claros en nuestra mente para explicar la transformación del inmueble. Después de la llegada de la Compañía de Jesús, 18 años de construcción, de 1747 a 1765. Dos años de uso del Templo ya terminado: 1765 - 1767.

Veintisiete años después, a partir de 1794 la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri quedó a cargo hasta nuestros días.

La imagen Trinitaria

Al centro de la fachada tenemos el medallón que expresa la imagen de la Trinidad manifestándola como tres personajes en un sólo Dios. Debajo de este medallón están también en sana simbología representada esta Fe: el sol en Triángulo al centro como Padre - Origen, el Cordero que elude al texto Evangélico de San Juan, “el cordero que quita el pecado del Mundo” y un ave / paloma para distinguir “al espíritu de Dios que volaba sobre la superficie de las Aguas” (Gen 1) y que descendió sobre Jesús de Nazareth en su Bautismo.

En la fachada podemos también observar la transformación del inmueble: poco más arriba de la Trinidad, la imagen de San Ignacio y poco más arriba la de San Felipe Neri; ambos fundadores respectivos de las congregaciones religiosas al cuidado de este Templo.

Este centro de educación superior tiene su base en el Hospicio de la Santísima Trinidad, instalado el día primero de octubre de 1732, en la que fuera casa habitación de su promotora y auspiciante doña Josefa Teresa de Busto y Moya, quien con la cooperación de 14 mineros ricos de la ciudad logró instalar el primer establecimiento educativo en Guanajuato

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https://blogs.ugto.mx/enfermeriaenlinea/unidad-didactica-1-la-universidad-de-guanajuato/

Cuando el célebre barón Alejandro de Humboldt visitó nuestro país, entre las varias intendencias sujetas a su prolífico estudio, la de Guanajuato fue de particulares simpatías; así lo demuestra el luminoso Ensayo sobre el Reino de Nueva España.

Su fachada tiene columnas de orden jónico y su arquitectura es sencilla, y se distingue por la gran pureza de su estilo. La construcción de este edificio, que casi está sin habitar, costó más de cuarenta mil ducados, cantidad muy crecida en un país donde es muy pequeño el precio de los jornales y de los materiales.”

Esta casa sirvió de alojamiento al barón de Humboldt durante su estancia en Guanajuato agosto y septiembre de 1813 (sic) (1803 según Lucio Marmolejo), y pertenecía al referido coronel don Diego Rul, quien estaba casado con doña Ignacia de Obregón y Torrescano, hija de don Antonio de Obregón y Alcocer, primer conde de Valenciana, y de la señora, su esposa, María Barrera de Torrescano.

Hogar del barón Alejandro Humboldt del 8 de agosto al 9 de septiembre de 1803. (Fuente: Efemérides de Lucio Marmolejo)

Databa apenas de las postrimerías del siglo XVIII y su valor excedía, seguramente del señalado por Humboldt: “El edificio dice mi inolvidable amigo el historiador, poeta y abogado don Agustín Lanuza, según consta en los Libros, estaba recién construido en el año de 1801, e indudablemente que costó su construcción al conde de Casa Rul más de los cuarenta mil pesos, de que habla Humboldt; porque revisando yo esos libros, me encontré con que en una escritura hipotecaria, el propio conde Don Diego de Casa Rul hipotecó esa casa al conde don Pedro González Rivera, Marqués de Monte Castro, en la suma de cien mil pesos, de donde infiero que su costo fue todavía mayor para su dueño”.

“Es un palacio de piedra rosa dice don Jesús T. Acevedo.

Su piso consta sólo de un muro almohadillado y cinco claros de proporciones exquisitas y sin chambrana. El piso alto, y monumental, está sujeto al orden jónico más delicado.”

Edificado entre 1897 y 1900 por el constructor inglés Luis Long

En 1670 se pensó en construir una Plaza Mayor en la villa de Guanajuato, el lugar elegido en su empinada pendiente fue la parte baja del predio donde se construía la parroquia, hoy Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, pues en el sitio no había posibilidad de trazar una plaza cuadrangular. El eje fue el camino que llevaba a Marfil, algunos notables de la villa ofrecieron ceder parte de sus propiedades, y así se conformó la Plaza Mayor que, desde la visita de Porfirio Díaz en 1903 a la ciudad, se conoce con el nombre de la Plaza de la Paz. En 1733 se comenzó a construir el edificio conocido como el Palacio del marqués de San Clemente, para después ser posesión de Lorenzo de Olazábal quien la vendió el 16 de junio de 1777 a Juan Joseph Compáins y éste en el mismo año la vende a Vicente Manuel de Sardaneta y Legaspi. El 20 de marzo de 1782, María Manuela de la Pezuela y Lemus Sardaneta heredó de su abuela el palacio y el 18 de mayo del mismo año lo vende a don Antonio de Obregón y Alcocer. El 28 de abril de 1804 José María de Yrízar compró la casa a Diego Rul y a Antonio Pérez de Gálvez. El 21 de febrero de 1831 Francisco Mariño vendió al gobierno del estado de Guanajuato la casa principal de la Plaza de la Paz.

Se decreta el 3 de marzo de 1831 “que la casa

comprada por el Estado a la testamentaría de Yrízar sea en lo sucesivo el Palacio del Congreso poniéndose en él, las salas del Supremo Tribunal de Justicia y sus secretarías.

El Consejo de Gobierno y la suya Dirección Tesorería y Contaduría generales y la de diezmos; así como el Ayuntamiento y su secretaría, si así fuere de su agrado. El edificio que se llamó Casas Consistoriales, hoy presidencia municipal , en el cual hasta ahora se había reunido el Congreso queda exclusivamente para Palacio de Gobierno que allí tendrá su secretaría”.

La casona, actualmente es Museo Conde Rul, desde marzo de 2018.

ste predio tiene de longitud 70 metros y de fondo 35 metros. La mayor parte del inmueble es de hierro y su planta tiene forma de T. Tres entradas dan acceso al inmueble; la puerta principal está tallada primorosamente en cantera rosa formando un arco; en la parte superior de éste se encuentra un medallón formado de frutos y con fecha 1910. A ambos lados de la misma portada, fueron colocadas dos hermosas placas de mármol que contienen la siguiente inscripción: en la primera a la derecha, “Comenzó la construcción de este edificio, el 15 de enero de 1909, y terminó el 16 de septiembre de 1910, Primer Centenario de la Proclamación de la Independencia Nacional, siendo Presidente de la República el señor General de División don Porfirio Díaz, y Gobernador del Estado, don Joaquín Obregón González”, a ambos lados de las placas se pueden ver grandes y magníficos albortantes sostenidos con arcos de hierro vaciado, con sus lámparas de 5000 bujías cada una, para iluminar suficientemente el frente y la calle del mismo.

n el interior tiene cuatro escalinatas para subir al segundo piso, desde el cual se admira la solidez del edificio. Tiene una simetría en planta alzados, la techumbre de forma de medio círculo cubre la nave principal y las naves longitudinales adyacentes son cubiertas con techumbres inclinadas de una sola pendiente, 34 grandes y profusos ventanales dejan entrar luz natural al lugar. la derecha se encuentra la plaza por la cual anteriormente se hacía el abastecimiento del mercado que es ahora invadida por fondas y dividida por el acceso que por allí se da a la calle subterránea. La puerta izquierda de este Mercado conduce al mercado de Gavira, en el cual se expende comida mexicana.

n el centro y alto de la bóveda, se construyó una torrecilla; en la cual se encuentra un reloj de cuatro carátulas que fue fabricado por José López, que da cuartos, medias y horas con claras y sonoras campanadas. En esta cúpula para finalizar, se colocó una veleta y sobre ella un pararrayos, que funciona debidamente. En las afueras se encontraban sus dos prados, uno a cada lado de la puerta principal.

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La En 1696, por orden del Virrey José Sarmiento Valladares, se constuyó la primera alhóndiga a la que siguió otra, edificada en 1735 sobre la actual calle Alonso. Pronto ésta se volvió inoperante. Tocó Juan Antonio de Riaño y Bárcena, intendente del lugar desde 1792, organizar la construcción del nuevo silo, el cual decidió hacerse en las afueras de la ciudad, del lado noreste y en un paraje levemente elevado conocido con el nombre de Granaditas.

La Alhóndiga fue terminada en 1809 y casi inmediatamente empezó a funcionar como almacén.

Sin embargo, el levantamiento del Cura Miguel Hidalgo y su avance incontenible por la independencia de Guanajuato le dieron otro sentido: a partir del 24 de septiembre de 1810, los españoles de la ciudad capital encabezados por Riaño, decidieron atrincherarse en la Alhóndiga en sus caudales, esperando resistir a los insurgentes que venían en camino.

Pero la Alhóndiga tiene también otros vínculos con la Insurgencia: al ser muerto Hidalgo en Chihuahua (1811), el General Félix María Calleja, jefe de los ejércitos realistas, determina que su cabeza sea colgada en una de las cuatro esquinas exteriores de este edificio, donde también se colocaron las de Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez, para escarmiento de la población. Guardadas en jaulas, las cabezas de los cuatro patriotas permanecieron expuestas hasta 1821, cuando al consumarse la Independencia, Anastacio Bustamante y Luis de Cortázar ordenan retirarlas e inhumarlas.

Alhóndiga

de Granaditas

En el año 2007 la calle Miguel Hidalgo o calle subterránea, fue catalogada como una de las trece maravillas de México creadas por el hombre. Ésto implica, además del orgullo, un reconocimiento a los grandes hombres y mujeres de Guanajuato que con su esfuerzo han contribuido al engrandecimiento de esta ciudad.

La preocupación por enseñar a valorar el patrimonio a las niñas, los niños y jóvenes de nuestra ciudad no es algo meramente secundario, ya no. Una ciudad de tal belleza como la nuestra no admite la indiferencia de nadie.

Compilación: Jesús Antonio Borja Pérez, Director General de Cultura y Educación.

Formación editorial: Hugo Enrique Ávalos Gómez Nadia Vanessa Regino Pichardo

Dirección General de Cultura y Educación

cultura@guanajuatocapital.gob.mx

Honorable Ayuntamiento de Guanajuato 2018 - 2021 Alejandro Navarro Saldaña Presidente Municipal

María Elena Castro Cerrillo Primera síndico

José Luis Vega Godínez Segundo síndico

Regidores Cecilia Pöhls Covarrubias Carlos Alejandro Chávez Valdez Armando López Ramírez Lilia Margarita Rionda Salas María Esther Garza Moreno Alejandro García Sánchez Karen Burstein Campos Óscar Edmundo Aguayo Arredondo

Virginia Hernández Marín José Luis Camacho Trejo Luna Ana Bertha Melo González Magaly Liliana Segoviano Alonso

Héctor Enrique Corona León Secretario del H. Ayuntamiento

Impreso en IMPRECEN, S. A. de C. V., 5,000 ejemplares, papel diario 48.8 gr.

Guanajuato, Gto. Diciembre 2019. Publicación gratuita.

AMAR Y CUIDAR NUESTRO PATRIMONIO

Patrimonio, del latín, patrimonium, significa la herencia de los padres, de los

antepasados y se aplica a los bienes que debemos cuidar y preservar para que nosotros los heredemos a nuestros hijos, nuestro patrimonio cultural y natural.

Nuestro patrimonio incluye todo aquello que nos distingue y nos da identidad, los vestigios prehispánicos, de la colonia, los monumentos y nuestra historia, nuestras tradiciones, nuestra música, las leyendas, nuestra forma de hablar, nuestras lenguas, las creaciones de los artesanos y todas las formas de expresión de nuestros artistas. La cultura y el patrimonio debe ser adecuadamente investigada, difundida, valorada y defendida, es parte fundamental de nuestra identidad como mexicanos y como guanajuatenses.

Nuestra hermosa ciudad de Guanajuato es poseedora de importantes bienes culturales que deben ser conocidos y valorados por las nuevas generaciones para su mejor protección y conocimiento. Entre las niñas y niños de ahora y en la juventud están los futuros investigadores y defensores del patrimonio, y están también los artistas de mañana que con sus expresiones serán los representantes de nuestra cultura.

Nuestra ciudad de Guanajuato fue declarada el 28 de julio de 1982, por decreto presidencial, Zona de Monumentos Históricos y, el 9 de diciembre de 1988, el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, determinó la inscripción de la Ciudad Histórica de Guanajuato y sus minas Adyacentes, en la Lista del Patrimonio Mundial. El significado de la inscripción de la Ciudad de Guanajuato en la lista del Patrimonio Mundial confirma el valor EXCEPCIONAL y UNIVERSAL de un sitio que, por su riqueza cultural y la fuerza de su patrimonio debe ser protegido en beneficio de la humanidad. La UNESCO otorgó también a la ciudad de Guanajuato, en el año 2005, el título de CIUDAD CERVANTINA DE AMÉRICA con base en la fuerte tradición y arraigo que cultiva en torno a la obra del genio de la literatura española Miguel de Cervantes Saavedra a través de diversas actividades y manifestaciones artísticas.

Vivamos nuestro patrimonio, cuidemos nuestro Patrimonio!

Dr. José Eduardo Vidaurri Aréchiga Cronista Municipal de Guanajuato

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