Sacra Saxa. Creencias y ritos en peñas sagradas

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SACRA SAXA. CREENCIAS Y RITOS EN PEÑAS SAGRADAS CONFERENCIAS

HUESCA, NOVIEMBRE 2016

Independiente de todo esto, es muy posible que el lugar haya sido reutilizado por la familia real, quizás como mirador de caza. Existen dos posibles evidencias que parecen asociar este monumento a la familia real: por una parte, el epígrafe numérico que celebra la fecha de 1867, formalmente muy similar al epígrafe de Isabel II grabada en Canto Castrejón; y, por otra parte, el posible anagrama real de Carlos III75, indicando ambos que el lugar estaba incluido en el recorrido habitual de visitas de la familia real. Este aspecto, se ve dotado aún de más sentido, si recordamos que es Carlos III quien realiza numerosas obras de acondicionamiento, no sólo en el interior del palacio, sino también en los alrededores del eje formado entre la Herrería, el Monasterio y la Villa de El Escorial. De igual modo, la existencia de estructuras muy similares como el Mirador del Rey en Canto Castrejón, el Mirador de la Reyna en La Granjilla76, o el de valle de Aulencia77; así como el hecho de que la principal vocación de estas antiguas propiedades de la Corona78 era la de coto de caza, apoya la hipótesis de que estos lugares hayan sido usados como miradores de caza, acondicionándose la roca, ya previamente labrada, al gusto y necesidad de entonces. El paralelo formal más evidente de los asientos de Canto Gordo es la estructura del yacimiento portugués de Monsanto. Situado en lo alto de un imponente monte que se destaca en toda la llanura de Idanha, el lugar incluye un conjunto de cuatro estructuras rupestres que se encuentran alineadas a lo largo de una línea de unos 217 m que atraviesa la cumbre en el sentido E-O: la R.1, que coincide con tres rebajes en forma de asiento, dispuestos lado a lado, conocida como Pé Calvo79; la R.2, inédita, formada por seis peldaños que acceden a un cazoleta circular; la R.3, también inédita, constituida por nueve peldaños que conducen a una pileta rectangular; y la R.4, conocida desde hace mucho, si bien no aparece en la bibliografia, donde se observa una agrupación de cazoletas alineadas en tres hileras, conocida como Lage das Treze Tigelas.

75 Carlos III tenía la costumbre de identificar sus regias visitas mediante el grabado de su monograma (Jiménez Guijarro, 2004: 94-95, 102). En el lateral O de la R.2 se distinguen varios signos y inscripciones grabadas, de la izquierda a la derecha: un posible monograma real C RE(Y), con 8,6 cm de altura, que por el grado de erosión podría ser la más antigua, sobre la que se distingue una posible corona real; a la izquierda, está un epígrafe de cuidada ejecución que señala la fecha de 1867; sobre ambos los grabados e inmediatamente a la derecha de la escalera, se aprecia el texto “Jose B” y sobre él, el anagrama “J.A.”. Pero existen también otras inscripciones no mencionadas hasta el momento en la R.1, como el anagrama “YRP” en su lateral; así como sobre el asiento más estrecho “AL”; y en el asiento del medio, donde se ven claramente grabadas las letras “SM”, las cuales, sin embargo, parecen ser todas de época contemporánea. 76 En las palabras de Rotondo (1863: 12-13), “un poco á la izquierda de la Granjilla el llamado Mirador de la Reina, que no es más que una pequeña torrecilla con tres grandes ventanas y la puerta para que desde ella pudiera ver pasar la caza sin peligro, y aun tirarla con comodidad en las grandes batidas. Es toda de piedra berroqueña labrada y asentada sobre un gran peñasco, al cual se sube por una ancha escalera también de piedra.” 77 Comunicación personal de José Luis del Campo, a quien agradezco la información. 78 Correspondientes a las antiguas fincas de La Fresneda y de la Herrería. 79 Benito del Rey et al. 2003: 95, 181.

¿SILLAS DE REYES O TRONOS DE DIOSES?

María João Correia Santos

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