Algunos hermanos y ministros me han preguntado acerca de ciertas palabras del profeta que algunos críticos han utilizado para argumentar que el hermano Branham estaba reprendiendo públicamente al hermano Vayle por alguna desviación doctrinal o por su enseñanza. El pasaje que están usando es el que sigue a continuación, tomado del sermón “Cristo es el Misterio de Dios Revelado” (28/07/1963) § 130: ―Y si Ud. le inyecta algo Allí, que no lo haga a Él ―el mismo ayer, hoy y por los siglos‖, hermano Lee, ¿dónde termina uno? Termina allí con un cuadro horrible. Pues, Él fue la historia (¿ven?), y Él es el Profeta; Él es los Salmos; Él lo es todo. Y si Ud. no puede hacer que Él lo sea todo, y que aún sea el mismo, ¿dónde, cómo luce su cuadro? ¿Lo ven? [La congregación dice: ―Amén‖. — Ed.] Muy bien.‖ Pues bien, hacer uso de estas palabras del profeta sólo porque él está hablando con el hermano Vayle mientras él está predicando, diciendo con ello que el profeta estaba reprendiéndole personalmente, es realmente una actitud de mucha desesperación por parte de los críticos que buscan en todos los sentidos una excusa para justificar su terquedad. Pero antes de analizar sus palabras, vamos a repasar aquí las circunstancias que envolvieron a ese día en que el profeta predica este mensaje. Este sermón del hermano Branham fue predicado el 28 de julio de 1963, y exactamente dos semanas antes, el 14 de julio de ese año, el hermano Vayle también había predicado un sermón en el Tabernáculo Branham. En este periodo del ministerio del hermano Branham, los dos estaban conviviendo muy de cerca y el hermano Vayle recibió una invitación del hermano Neville para predicar en el servicio de la noche, en 1