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CĂŠsar AndrĂŠs GarzĂłn Valencia I FilosofĂa
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ARQUIDIĂ“CESIS DE CALI
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Estamos aquĂ, pues, en disposiciĂłn y capacidad de intimar con el SeĂąor JesĂşs en la bĂşsqueda de su rostro, y con el ĂĄnimo de remar mar adentro‌ en
Fundado el 25 de Julio de 1958
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Ahora una nueva mirada, quizĂĄs mĂĄs serena y coherente, alerta un nuevo reto en la asunciĂłn de estas bondades: una responsabilidad personal y comunitaria; es decir, una responsabilidad profundamente conectada a la exigencia evangĂŠlica que nos comunica JesĂşs con su propuesta, con su excelsa forma de amar. Estos aspectos nutren nuestra experiencia y la dinamizan en cada una de las dimensiones de la formaciĂłn presbiteral: humano-comunitaria, espiritual, intelectual y pastoral. El caminar en ellas nos plantea el desafĂo de humanizarnos, para que la integridad de nuestro ser responda, de este modo a la iniciativa del Padre que gratuitamente nos ofrece el don de la vocaciĂłn.
Colegio Mayor Santiago de Cali
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Esta visiĂłn, paso a paso, se sigue decantando en el prisma de la diversidad que enriquece nuestro grupo, permitiĂŠndonos asĂ vivir espacios mĂĄs autĂŠnticos y cercanos al discernimiento de la MotivaciĂłn Primera.
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ecumenismo, los medios de comunicaciĂłn, etc.
la realidad de nuestro tiempo. De la mano de MarĂa SantĂsima iniciamos esta etapa de nuestra vida, dando gracias al SeĂąor por cada una de las diĂłcesis que nos acogen, por nuestro Seminario y la comunidad, por nuestras familias y por las personas que nos apoyan espiritual y materialmente.•
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D. Luis Armando Andrade IV de TeologĂa
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No faltarĂĄ quien crea de manera errĂłnea, que el Seminario es una comunidad frĂvola y mediocre cuyos ensimismados miembros poseen un desprecio antropolĂłgico por la vida y sus diferentes formas culturales. A quien piensa asi le recuerdo respetuosamente que desde febrero de 1986, cuatro aĂąos despuĂŠs de inaugurada la sede en Pance con motivo de la Catedra de San Pedro, un canadiense Jaime D’arcy, venido de un frĂo puerto (Montreal), le insuflĂł mĂĄs calor a nuestro Seminario iniciando con 69 alumnos lo que en su momento se llamĂł "Semana Cultural". Evento que buscaba entre muchas cosas, resaltar la cultura con sus diferentes expresiones y, conocer la creatividad de los estudiantes en actividades como: canto, poesĂa, teatro, dibujo, pintura, etc.
No estamos libres de cualquier condiciĂłn cultural. Somos nosotros los que hacemos la cultura y a veces la cultura nos hace, recordemos al obispo Berkeley (1685-1753) quien escribiĂł que el sabor de la manzana no esta en la manzana misma, ni en la boca del que se la come, exige un contacto entre ambas. Algo parecido pasa con la cultura. Pues ÂżquĂŠ es la cultura en si misma? Un conjunto de enseres muertos. Y llega la persona, les da vida y comienza la fiesta de la pintura, de la danza. Las palabras se convierten en poesĂa, una imagen significa algo, expresa un deseo, una cosa se vuelve evocaciĂłn. Hoy despuĂŠs de 20 aĂąos del Seminario en la sede Pance, se siente con claridad total que la jornada cultural es: • Una apuesta por la creatividad • Una lĂnea de diĂĄlogo entre cultura y evangelio • Un fortalecimiento de las expresiones artĂsticas de la comunidad • Un momento de resistencia desde el cual nos oponemos a lo trivial, rutinario y monĂłtono • Un espacio de convivencia en la diferencia •
AĂąo tras aĂąo, en cada jornada demostramos que la cultura no es una labor especĂfica de artistas e intelectuales, sino una gran fiesta de la comunidad. La cultura es lo que el ser humano inmerso en un contexto determinado (el Seminario Mayor, en nuestro caso) es capaz de proyectar hacia la historia. Cada jornada cultural en el seminario lleva un tema bien definido y un lema que lo sustenta. En estos dĂas dedicados a la cultura intentamos dar a conocer nuestra preocupaciĂłn social, desde temĂĄticas como: la vida, la ecologĂa, la paz, la familia, el
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