RECEPCIÓN DE LOS SANTOS ÓLEOS.
Antes de la Misa de la Cena del Señor, una vez reunida la comunidad, puede hacerse la solemne recepción de los Santos Óleos bendecidos y consagrados por el Obispo en la Santa Misa Crismal. Monición. La Iglesia es heredera del amor misericordioso con el que Jesús sigue acompañando a su pueblo santo a través de la gracia de los sacramentos. Ya desde el Antiguo Testamento se habían prefigurado los signos del amor de Dios en la unción de personas que, bañadas con óleo de alegría y de esperanza fueron, como Aarón y como David, santificados por Dios para custodiar la fe y santificar al pueblo y para ejercer, cada uno a su modo, la misión de pastores y sacerdotes del pueblo santo. Hoy en nuestra comunidad parroquial acogemos los santos óleos que fueron bendecidos y santificados por el Obispo en la Misa Crismal. Servirán para ofrecer al pueblo santo la manifestación sensible del amor de Dios y también, como salen del corazón de la Iglesia, nos hacen vivir la comunión del pueblo de Dios que es congregado por los sacramentos para santificar la vida, para llenar de esperanza el mundo, para ser signo de paz y de justicia, de amor y de alegría para todos. Acojamos ahora estos signos santos del amor de Dios.