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Cali, 16 de enero de 2020 Apreciados Hermanos y Hermanas en el Señor: El pasado 30 de septiembre, con ocasión de la memoria litúrgica de San Jerónimo, el Papa Francisco instituyó para la Iglesia Universal la celebración anual del Domingo de la Palabra de Dios a realizarse en el Tercer Domingo del Tiempo Ordinario. Dicha declaración fue comunicada mediante la Carta Apostólica titulada “Aperuit Illis”, que son las dos primeras palabras de uno de los versículos del conocido texto de los discípulos de Emaús, en las que se constata que el Señor “les abrió” el entendimiento para que comprendieran las Escrituras. (Lc 24,45) En la mencionada carta apostólica, el Papa Francisco dice que, con la institución del domingo de la Palabra de Dios, busca acrecentar en el Pueblo cristiano la familiaridad religiosa y asidua con las Sagradas Escrituras “Dedicar concretamente un domingo del Año litúrgico a la Palabra de Dios nos permite, sobre todo, hacer que la Iglesia reviva el gesto del Resucitado que abre también para nosotros el tesoro de su Palabra para que podamos anunciar por todo el mundo esta riqueza inagotable”. La delegación arzobispal de pastoral bíblica de la Arquidiócesis de Cali ha preparado este subsidio consistente en dos guías de celebraciones: una para la Eucaristía del domingo de la Palabra de Dios (26 de enero de 2020), y otra para ser usada en la entronización de la Sagrada Escritura en las “casas católicas, pequeñas comunidades y en los hogares de cada familia cristiana”. Es necesario tener en cuenta que el Domingo de la Palabra de Dios no reemplaza ni a la semana bíblica ni al mes de la Biblia celebrados en septiembre. Abundar en este tipo de celebraciones es una manera de ayudar al pueblo cristiano a tomar conciencia del lugar central que la Sagrada Escritura tiene en nuestra fe y de la necesidad que tenemos de conocerla e interpretarla comunitariamente para que anime nuestra vida personal y eclesial. Una feliz coincidencia tiene la celebración por primera vez del domingo de la Palabra de Dios en enero de 2020, y es el hecho de darse en el año que la Iglesia celebra los 1.600 años de la muerte de san Jerónimo, gran traductor de la Biblia de sus lenguas originales al latín. Esperamos que este subsidio pueda ser de utilidad, para dar relieve a la centralidad de la Palabra de Dios en nuestra vida y misión como cristianos.
Fraternalmente,
Delegación Arzobispal de Pastoral Bíblica