Domingo 16 de agosto de 2009 XX del tiempo ordinario Juan 6,51-58
Domingo 30 de agosto de 2009 XXII del tiempo ordinario Marcos 7,1-8.14-15.21-23
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En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos: "Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi 52 carne por la vida del mundo". Discutían entre sí los judíos y decían: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?" 53Jesús les dijo: "En verdad, en verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del hombre, y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. 54El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. 55Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. 56El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. 57Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. 58Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre".
Domingo 23 de agosto de 2009 XXI del tiempo ordinario Juan 6,60-69
DIÓCESIS DE SONSÓN-RIONEGRO AÑO 5 - No. 45 / Agosto de 2009
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En aquel tiempo se reunieron junto a Jesús los fariseos, así 2 como algunos escribas venidos de Jerusalén. Y al ver que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas 3-es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos, 4y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas-. 5 Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: "¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los 6 antepasados, sino que comen con manos impuras?" El les dijo: "Bien profetizó Isaías de ustedes, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón 7 está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres. 8Dejando el precepto de Dios, se aferran a la tradición de los hombres". 14 Llamó otra vez a la gente y les dijo: "Oigan todos y 15 entiendan. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que 21 contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, 22adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. 23Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre".
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Muchos de sus discípulos, al oír a Jesús, dijeron: "Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?" 61 Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: "¿Esto los 62 escandaliza? ¿Y cuando vean al Hijo del hombre 63 subir adonde estaba antes? "El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que les 64 he dicho son espíritu y son vida. "Pero hay entre ustedes algunos que no creen". Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y 65 quién era el que lo iba a entregar. Y decía: "Por esto les he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo 66 concede el Padre". Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. 67 Jesús dijo entonces a los Doce: "¿También ustedes 68 quieren marcharse?" Le respondió Simón Pedro: "Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras 69 de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios".
UNÁNIMES
Domingo 6 de septiembre de 2009 XXIII del tiempo ordinario Semana por la paz en Colombia Marcos 7,31-37 31
En aquel tiempo Jesús se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la 32 Decápolis. Le presentan un sordo que, además, hablaba 33 con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. Él, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. 34Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: "Effatá", que quiere decir: "¡Ábrete!" 35Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. 36 Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto 37 más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos".
COMUNIDADES ECLESIALES POR EL REINO DE DIOS
LA BELLEZA DE SER CRISTIANO Y LA ALEGRÍA DE COMUNICARLO La Belleza de ser Cristiano y la alegría de comunicarlo […] es un tema que invita a reflexionar sobre una característica esencial del acontecimiento cristiano, pues en él nos sale al encuentro Aquél que en carne y sangre, de forma visible e histórica, trajo a la tierra el esplendor de la gloria de Dios. A él se aplican las palabras del Salmo 45: "Eres el más bello de los hombres". Y a él, paradójicamente, hacen referencia también las palabras del profeta: "No hay en él parecer, no hay hermosura para que le miremos, ni apariencia para que en él nos complazcamos" (Is 53, 2). En Cristo encontramos la belleza de la verdad y la belleza del amor; pero, como sabemos, el amor implica también la disponibilidad a sufrir, una disponibilidad que puede llegar incluso a la entrega de la vida por aquellos a quienes se ama (cf. Jn 15, 13). Cristo, que es "la belleza de toda belleza", como solía decir san Buenaventura (Sermones dominicales 1, 7), se hace presente en el corazón del hombre y lo atrae hacia su vocación, que es el amor. Gracias a esta extraordinaria fuerza de atracción, la razón sale de su entorpecimiento y se abre al misterio. Así se revela la belleza suprema del amor misericordioso de Dios y, al mismo tiempo, la belleza del hombre que, creado a imagen de Dios, renace por la gracia y está destinado a la gloria eterna. A lo largo de los siglos, el cristianismo se ha comunicado y se ha difundido gracias a la novedad de vida de personas y comunidades capaces de dar un testimonio eficaz de amor, de unidad y de alegría. […] ¿Acaso no ha sido la belleza que la fe ha engendrado en el rostro de los santos la que ha impulsado a tantos hombres y mujeres a seguir sus huellas? [...] También hoy Cristo sigue haciendo resonar en el corazón de muchos la invitación: "Ven y sígueme", que puede decidir su destino. Eso se produce normalmente a través del testimonio de quienes han experimentado personalmente la presencia de Cristo. En el rostro y en la palabra de estas "nuevas criaturas" resulta visible su luz y audible su invitación. Así pues, a ustedes, queridos amigos […], les digo: sean siempre escuelas de comunión, compañías en camino, en las que se aprenda a vivir en la verdad y en el amor que Cristo nos reveló y comunicó por medio del testimonio de los Apóstoles, dentro de la gran familia de sus discípulos. Que resuene siempre en su corazón la exhortación de Jesús: "Brille así su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas Editorial obras y glorifiquen a su Padre que está en los Cielos" (Mt 5, 16). Pág. 1 Lleven la luz de Cristo a todos los ambientes sociales y culturales en los que viven. El impulso misionero es una confirmación del radicalismo de una experiencia de fidelidad, Reflexión siempre renovada, al propio carisma, que lleva a superar cualquier encerramiento, cansado Pág. 2 y egoísta, en sí mismos […] Las nuevas comunidades son hoy signo luminoso de la belleza de Cristo y de la Iglesia, Noti su Esposa. Ustedes pertenecen a la estructura viva de la Iglesia. La Iglesia les agradece su CER compromiso misionero, la acción formativa que realizan de modo creciente en las familias Pág. 3 cristianas, la promoción de las vocaciones al sacerdocio ministerial y a la vida consagrada Lectura orante que llevan a cabo en su interior. […] de la Palabra Que los sostenga la participación en la oración de la Iglesia, cuya liturgia es la Pág. 3 expresión más elevada de la belleza de la gloria de Dios, y constituye de algún modo un asomarse del Cielo en la tierra.
VITRINA
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«En su esfuerzo de corresponder a los desafíos de los tiempos actuales, las comunidades eclesiales cuidarán de no alterar el tesoro precioso de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia». Aparecida 179
Evangelios Dominicales Pág. 3-4
(Apartes del Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI a los participantes en el II Congreso Mundial de los Movimientos Eclesiales y de las Nuevas Comunidades, 22 de mayo de 2006)