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El reglamento de prostitución de La Paz en 1919

José Antonio Rochín Cota

El estatuto sobre meretricio del año de 1919 va de la mano con la filosofía de los gobiernos posrevolucionarios, misma que se había acogido desde el porfiriato, la cual era ver a la meretriz como un mal necesario para apartar la sexualidad de las moradas dignas, con lo cual se impedía que los varones anduvieran violando a la mujer decente o que en las propias familias surgieran situaciones de incestos.

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A las dueñas de las casas de tolerancia no se les consentía poseer empleadas sin su patente. Tenían que exigir a sus trabajadoras acudir al Hospital Salvatierra para su chequeo médico. Estaban obligadas a comunicar al presidente municipal cuando una mujer contrajera una enfermedad venérea y de entregar una lista mensual de las hembras que habitaran en su vivienda o las que hubieran cambiado de domicilio. El no obedecer las sentencias era motivo de pagar multas entre cinco pesos como mínimo y 25 pesos como máximo.

A la mujer debutante en los asuntos de prostitución se solicitaba inscribirse personalmente en el ayuntamiento, proporcionando sus referencias con dos fotografías tamaño mignon. Al registrarse se exigía someterse a un examen médico y a un riguroso tratamiento en caso de adquirir una enfermedad sexual. Si la meretriz no quería asistir al Hospital Salvatierra por vergüenza u otro motivo, tenía la posibilidad que el doctor la visitara en su domicilio con una autorización especial del cabildo, pero debía pagar la visita clínica. Se le solicitaba acudir todos los sábados a las nueve de la mañana al Hospital Salvatierra para su chequeo semanal, en el cual se le otorgaba un certificado.

Con relación a la forma de vestir y comportarse se ordenaba a la meretriz vestirse con decencia y no mezclarse con personas en sitios muy atiborrados: se debía evitar los escándalos dentro de las viviendas y también que los peatones observaran desde la calle lo acontecido adentro de las habitaciones. Las prostitutas no podían ingresar a cantinas y expendios donde se vendieran bebidas embriagantes en botellas cerradas; no se les permitía tener relaciones sexuales con menores de edad y tampoco tener a su cuidado infantes mayores de tres años en su espacio de trabajo.

El reglamento era humanitario porque ofrecía la oportunidad a la meretriz de ser borrada del registro cuando manifestaban haber encontrado otro empleo; igualmente, eran borradas las que contrajeran nupcias o fallecieran.

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