El Maravilloso Segundo Día Nos despertamos el miércoles a primera hora y salimos de nuestras rústicas pero confortables cabañas, para comenzar el segundo día de lo que habíamos esperado desde inicios del año: El viaje a Canta, un viaje que cambiaría nuestras vidas. Para la mayoría, todavía era media noche pero de todos modos esperaban ansiosos la llegada de los buses y una soleada mañana que no tardó mucho en llegar. Iniciamos la mañana con un nutritivo desayuno, tamales típicos del lugar, un refrescante jugo de naranja y nuestra mejor disposición para disfrutarlo. Después del desayuno nos dirigimos a San Buena Ventura, donde el alcalde se presentó cariñosamente y nos habló un poco sobre la zona. Luego de eso no dirigimos al parque para empezar nuestra primera actividad del día: Recoger la basura, juntos logramos un cambio radical en el lugar, eso tuvo el agradecimiento de parte de todos los habitantes. Al finalizar la actividad, nos dirigimos al colegio para entregar a los alumnos unos víveres que habían sido preparados por cada alumno de la promoción 2016. Ya en el colegio nos dimos con una gran sorpresa, solo habían cuatro alumnos. Después nos agrupamos en el patio del colegio para realizar unas divertidas actividades con los alumnos. Al finalizar ese momento especial, nos invitaron a pasar a las aulas y mostrarnos sus trabajos, todos nos quedamos sorprendidos por la forma en la que ellos estudiaban; en un solo salón enseñaban inicial, primaria, secundaria; tenían un solo profesor. Al finalizar la actividad desarrollada en el colegio nos separamos en dos grupos, unos se fueron a ver la elaboración del queso, la cual consiste en echar la leche fresca en una olla, para luego ser filtrada y sacar los microbios, después se le echan unas pastillas para matar los malos sabores, la licuan y se deja reposar por una hora. Mientras tanto el otro grupo pasaba por aguas cristalinas, hacia donde nos estábamos dirigiendo; era uno de los lugares más hermosos que pudimos visitar en nuestro viaje. No nos imaginábamos lo que íbamos a encontrar, ni lo mucho que nos iba a deslumbrar. En las hermosas cataratas tomaríamos
muestras de agua y rocas. Durante el recorrido nos encontramos con hermosos paisajes y mucha vegetación. En teoría, estábamos yendo por un camino que rodeaba una enorme montaña que daba a un precipicio, un paso en falso y caímos al vacío. Era una distancia poco razonable dada la edad que teníamos y que algunos sufríamos de asma, pero supongo que esa era la idea, En el trayecto nos encontramos con algunos compañeros que regresaban para dedicarse a la fabricación del queso después de una larga hora de caminata. Cuando llegamos a nuestro destino, todos quedamos atónitos. Era uno de los lugares más bellos que pudimos encontrar. Sin embargo sus aguas tenían restos de basura por lo que algunos nos dispusimos a recogerla. Como habíamos caminado por más de una hora, todos utilizamos el agua que bajaba de las cataratas para refrescarnos. Hasta ahora siento el refrescante y delicioso sorbo de agua que bebí. Luego de estar un buen tiempo ahí, nos dijeron que ya era tiempo de regresar. Sabíamos que sería un camino largo pero estábamos satisfechos por el bellísimo paisaje que llegamos a ver Horas más tarde, después de un largo día de caminata nos dirigimos a la piscigranja, un campo abierto con cuatro grandes piscinas. En las piscigranjas nos esperan decenas de grandes, brillantes y felices truchas, estas chapotean por los aires. Sin más, un grupo de alumnos entusiasmados se meten a las piscinas, tratando de atrapar algunas truchas. La caza terminó, en mi opinión, con una generosa ración de truchas.