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La Profepa coordina macrosimulacro “químico”

MÁS DE MIL PERSONAS de diversas empresas se unieron al evento, demostrando un compromiso destacado con la respuesta a emergencias químicas

REDACCIÓN I info@plazajuarez.mx

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El pasado fin de semana, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) lideró y coordinó un macrosimulacro en el Parque Industrial de Tizayuca, Hidalgo, en conmemoración del “Día Nacional de la Preparación y Respuesta a Emergencias Químicas” (Dinapreq).

Este evento realizado en la empresa Lácteos y Derivados, S.A. de C.V., Planta Tizayuca (Lala), contó con la participación de aproximadamente 1000 personas, entre representantes de

Retratos Hablados empresas, dependencias municipales, estatales y federales, quienes se unieron en apoyo a la misión de la Profepa.

El macrosimulacro tuvo como objetivo principal fortalecer la preparación, concientización y acción conjunta de las personas que trabajan en empresas que manejan sustancias químicas o peligrosas, con la firme intención de mejorar significativamente la respuesta ante contingencias.

Durante el ejercicio, se simuló una fuga de amoniaco anhidro en el patio de maniobras frente a la fachada de la planta, causada por el impacto de una unidad de transporte en la

JAVIER E. PERALTA tubería de alimentación de amoniaco al sistema de calefacción del piso de cámara de congelación, con un radio de afectación de 200 metros a la redonda.

Gracias a la actuación de la Profepa, se tomaron medidas preventivas inmediatas, incluyendo la evacuación exitosa de aproximadamente 772 personas pertenecientes a diferentes empresas ubicadas en el Parque Industrial de Tizayuca. Además, se emitió una alerta a las industrias del parque y se solicitó apoyo a los organismos de respuesta a emergencias correspondientes, en estrecha colaboración con otras organizaciones clave como el Grupo de Ayuda Mutua de Industriales de Tizayuca Hidalgo (GAMITH), CANACINTRA, Asociación Industrial de Tizayuca, Protección Civil y Bomberos de Tizayuca, Protección Civil de Hidalgo, Cruz Roja Mexicana Delegación Hidalgo, Instituto Mexicano del Seguro Social, Comisión de Agua y Alcantarillado de

Tizayuca, Policía Municipal, Policía Estatal, Guardia Nacional y Sedena.

Al concluir el simulacro, se llevó a cabo una reunión donde los evaluadores compartieron sus opiniones y observaciones sobre las brigadas evaluadas, así como la respuesta de las autoridades y grupos de ayuda participantes.

EL MACROSIMULACRO TUVO COMO OBJETIVO PRINCIPAL FORTALECER LA PREPARACIÓN, CONCIENTIZACIÓN Y ACCIÓN CONJUNTA DE LAS PERSONAS QUE TRABAJAN EN EMPRESAS QUE MANEJAN SUSTANCIAS QUÍMICAS O PELIGROSAS

Con toda seguridad, una de las grandes aportaciones que nos trajo la pandemia del Covid-19 a nuestras vidas, fue precisamente la certeza de que todos, absolutamente todos nos vamos a morir. Cómo no recordar a mi tío Ezequiel, hermano de mi padre Martín, cuando cansado de las triquiñuelas del entonces Presidente Salinas, un día simplemente confesó: “sobrino, el único gusto que me queda, es que todos nos vamos a morir”. Y sí, por supuesto que tenía razón, aunque el personaje orejón y sin cabello sigue vivo, y él, mi tío, hace mucho que se fue.

Sin embargo la seguridad de que nos tendremos que ir, de pronto nos hizo recordar que de buenas a primeras, en algún momento ya asumíamos actitudes como de políticos cuando nos encontrábamos a un amigo luego de años incluso sin vernos, y al plantearnos la posibilidad de retomar la plática con un café o una copa, la respuesta empezó a ser: “nos hablamos, nos hablamos”, con todo y que sabíamos que ni uno, ni otro, nos tomaríamos la molestia de comunicarnos.

Por alguna razón nos dimos a la tarea de cerrar amistades como si fueran etapas que era necesario olvidar en la existencia, con la mira puesta en quién sabe qué futuro; a lo mejor hasta llegamos a aspirar a la eternidad.

Pero no es así. Cualquier día, cualquier instante la luz se apaga, la música termina y simplemente desaparecemos, cada quien con un rumbo diferente a partir de las creencias.

También saber de lo efímero de nuestro paso por la tierra seguramente permitirá que redescubramos la riqueza de tomar un café con quien nos conoce desde jóvenes, regresar a las pláticas del futuro que hoy han dejado de existir, y con suerte solo será sobre el año que viene y tal vez el que le siga.

Lo fundamental es que uno llega a compartir con muy pocas personas la visión de la vida misma, y por lo tanto el pasado, presente y futuro; pero de pronto y casi al mismo tiempo, decidimos cerrar esa carpeta de recuerdos.

La pandemia ayudó a situarnos en la edad, el momento justo en que sin saber el año exacto en que dejaremos esta estancia en un mundo que poco llegamos a conocer, sí sabemos de la esperanza de existencia que poseemos y que seguramente no rebasará en ningún caso los 20 años extras.

Son de los aspectos que deben reconocerse a esto del virus mortal.

No aplazar más esa taza de café, a lo mejor esa copa, si todavía se encuentra la condición para soportar una eventual cruda, pero fundamentalmente no volver a usar la frase absurda del, “nos hablamos”, porque la siguiente llamada será para que al otro le digan dónde será el velorio, o bien, que el sepelio será en tal lugar.

Así que mejor, “nos vemos mañana”, suena mejor, porque “nos hablamos” equivale a decir nunca, y en una vida tan corta como la nuestra, no vale mucho la pena hablar en ese idioma.

Mil gracias, hasta mañana.

Jeperalta@plazajuarez.mx

@JavierEPeralta

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