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DiarioLibre.
Jueves 13 de mayo de 2010
Noticias Proceso electoral 2010 YVONNY ALCÁNTARA
SANTO DOMINGO. Francisco
Peña no ha podido desprenderse de la costumbre de madrugar que adquirió de niño en su natal Martín García (Guayubín, Montecristi) cuando tenía que ayudar a su padre en las labores del campo. Sus seguidores, que le conocen esta “debilidad”, amanecen en la entrada de su vivienda en el sector Villa Aura de Santo Domingo Oeste para plantearle sus necesidades. Lo hacen además, animados por la fama de político bondadoso que se ha agenciado el dos veces alcalde del municipio por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Peña nunca ha ocultado su “altruismo” con los necesitados y, de hecho, en su gestión se le ha criticado por el amplio programa de ayuda social que ha manejado, en el que incluso ha llegado a prestar dinero a micro empresarios, tarea que no es función de los ayuntamientos. No obstante, jura que sus deseos de ayudar no son poses políticas sino una herencia de familia. “Mi papá (Antonio Peña) es así y mamá (Esperanza Tavárez) es así”, dice para luego desenterrar un pasado revolucionario que le une con figuras cercanas a Desiderio Arias y Manolo Tavárez. Pese a esto, aclara que nunca militó en la izquierda, “siempre fui socialista democrático”. Ahora que aspira a senador por la provincia Santo Domingo, apela constantemente a esta corriente política para justificar sus propuestas de campaña, las cuales según dijo, se centrarán en el desarrollo humano. “Yo me declaro que soy un hombre del pueblo, que siente y vive el dolor de los demás”. Visiblemente más delgado y con unos puntitos magnéticos en las orejas (que según dijo son para comer menos y manejar el estrés), Peña aseguró al equipo de DL estar “contento y alegre” porque será el senador de Santo Domingo. “Estoy ganado, voy a ser senador del pueblo”. Antes de ser alcalde, trabajó en el Estado como profesional de la agronomía, carrera que estudió en el Instituto Politécnico Loyola gracias a una beca, y que enriqueció años más tarde con postgrados en Israel y Argentina. Su tra-
“Yo me declaro un hombre del pueblo” bajo como profesional del cultivo de la tierra lo llevaron a zonas recónditas como Pedernales, donde fue director del Instituto Algodonero Dominicano. Allí conoció hace más de 33 años a su esposa Ninfa Pérez, con la que ha procreado tres hijos: Klendy, Francisco (candidato a síndico por SDO) y Masiel. En la política, Peña se ha dado a conocer por su estilo espontáneo (similar al del ex presidente Hipólito Mejía), lo que le lleva a decir lo que siente en el momento, facultad que en algunas ocasiones lo ha puesto en aprietos. Afirma que no escribe discursos. “Yo hablo de lo que he vivido y para eso no necesito escribir”. Su trabajo Mantener la basura a raya, ha sido uno de los aciertos que los munícipes atribuyen a Francisco Peña en sus dos gestiones como alcalde. También le resaltan el arreglo de calles, el saneamiento de cañadas y que haya acercado el ayuntamiento a la ciudadanía a través de los mini cabildos. Pero también se le cuestiona su forma particular y desordenada de manejar las finanzas y su antipatía para dar cuenta de lo que hace, por lo menos a la prensa. En esta segunda gestión, se enfrentó a escándalos porque no pagaba el seguro médico de los empleados del cabildo y la factura telefónica. Como gestor del municipio, se ha caracterizado por ser práctico, que prioriza las obras pequeñas. Explica que sus primeros cua-
tro años de gestión manejó un presupuesto mensual de RD$11 millones, lo que sumado da una cifra aproximada de RD$528 millones. Mientras, en los tres años y ocho meses de este cuatrienio, ha recibido RD$30 millones cada mes,
alrededor de RD$1,320 millones. Sin embargo, Peña dice que ahora hace menos. En “mala” Cuando se le pregunta por su situación económica, el alcalde responde con pecu-
“
Yo trabajo para el pueblo, para los descalzos y desamparados. Si los descalzos y desamparados están pelados, qué es lo que me van a dar”, Francisco Peña
MISTERIOSO Con la población, Peña es suelto. Habla, visita callejones sin ningún problema. Pero con la prensa, es huidizo y parco a la hora de dar datos. Un ejemplo de esto es que se negó a revelar los años que tiene. Igual que las personas que les asesoran. “Dí que me negué”, respondió cuando se le preguntó por los integrantes de su equipo político.
liar desenfado que es “mala, porque no acumula riqueza”. Cuenta que su patrimonio se compone de la vivienda (de clase media) donde reside desde hace 18 años, la cual construyó “block a block”, y un solar de 8,000 metros en Hato Nuevo. Actualmente, en el solar delantero de su residencia se levanta un edificio de tres pisos, que según testigos, lleva alrededor de dos años en construcción. Su esposa, Ninfa Pérez, explica que comenzó a construirlo para establecer la oficina política de su marido y despejar un poco la residencia familiar, pero ha tenido que parar por “falta de fondos”. La situación actual de las finanzas de Peña no pudo ser confirmada en el Departamento de Prevención de la Corrupción Administrativa (DPCA), pues allí no hay constancia de su declaración jurada de bienes. Cuando se le preguntó al respecto, respondió que “tendría que preguntar al consultor jurídico del Ayuntamiento si la había hecho”.
Peña, quien ostenta una de las secretarías nacionales del PRD, también maneja con secretismo sus gastos en campaña. Dentro de lo poco que dijo, asegura que no ha invertido mucho dinero porque no ha puesto anuncios en radio y televisión. Reveló que el PRD le pasó un “dinerito” del que la Junta Central Electoral les entregó y que unos amigos empresarios le regalaron RD$35 mil. “Yo trabajo para el pueblo, para los descalzos y desamparados. Si los descalzos y desamparados están pelados, qué es lo que me van a dar”, comentó cuando se le preguntó si no había recibido donaciones de amigos.
CÓMO ES… ÉL
“Yo me declaro que soy un hombre del pueblo, que siente y vive el dolor de los demás. Soy solidario, soy amigo, familiar, desprendido...Soy teórico y pragmático, tengo las dos cosas porque tú tienes que valerte de la teoría para ponerla en práctica”. Su esposa Ninfa, lo describe como “humilde, sociable y muy chévere”. En tanto, Luz del Alba de la Cruz, una de sus vecinas, asegura que Peña es una persona sencilla y que no ha cambiado pese a que lleva casi ocho años en la alcaldía.
Decisión arriesgada Para muchos entendidos en política, Francisco Peña se arriesgó demasiado cuando declinó repostularse a la alcaldía de Santo Domingo Oeste para aceptar la candidatura a senador que le ofreció su partido, pero para él no es así. “El que lo ve simple y llanamente por intereses personales lo ve como un mal paso, pero el que lo ve con los intereses del pueblo es un buen paso porque un político debe ser un vocero de la sociedad y yo estoy alegre y contento de que voy a hacer senador (…)”, responde. No es la primera vez que Peña deja un puesto seguro para arriesgarse a competir en unas elecciones. En el 2002 renunció a su cargo como gobernador de la incipiente provincia Santo Domingo para convertirse
en el primer síndico de Santo Domingo Oeste. En aquella ocasión tenía ventajas, ya que se encontraba en su terreno. Esta vez se arriesga mucho más, debido a la extensión territorial de la provincia y a que no es muy conocido en la parte oriental, donde se concentra la mayoría de los votantes. Esta percepción es corroborada por Juan Anglón, coordinador general del Consejo de Organizaciones de la Región Norte (CORO), para quien Peña es una “figura ajena para el municipio Santo Domingo Este”. Su candidatura no le crea muchas expectativas ya que “por lo visto repite el mismo patrón. Contar con el apoyo de los militantes del partido para ganar y hacer lo que entienda conveniente”.