Formosa, martes 15 de octubre de 2013 - OPINIÓN -
9
TERCER MILENIO
Con la atenta mirada puesta en el día 27 Más allá de la impresionante cantidad de obras inauguradas en las últimas semanas por las autoridades provinciales, quienes analizan la realidad política formoseña coinciden en que uno de los atractivos principales será, posiblemente, la medianoche del 27 de octubre. Y nadie duda de que todos han puesto la atenta mirada en lo que pasará dentro de dos semanas. Aunque los referentes de uno y otro partido conoce el modo como acercarse con estadísticas derivadas de encuestas profesionales y la intuición de los más experimentados, sin dudas que la incertidumbre sobre la magnitud del resultado será lo que mantenga atentos a todos. El oficialismo tomó nota de las PASO y no es casual que esta parte de las elecciones de 2013 se hayan encarado aquí a partir de dos criterios: se dinamizó la movilización de la militancia y fue evidente el protagonismo personal del gobernador. Y el propio Gildo Insfrán se encargó de explicar acerca del verdadero sentido de ese trajín que lo hizo recorrer miles de kilómetros, pronunciar decenas de discursos y opinar sobre las razones y fundamentos por los que la ciudadanía debe seguir apostando al proyecto nacional y popular y al modelo formoseño para el desarrollo provincial. Leal a sus convicciones, no olvidó de citar su gratitud a su amigo Néstor Kirchner por haberle dado sentido a la política, por apostar a una Argentina integrada y por fijar la mirada en los más necesitados
de la justicia social. En esa línea de reconocimientos incluyó a Cristina Fernández a quien acompañó en cada momento de su gestión, inclusive en los más álgidos que le tocó atravesar y cuando hacía falta que se supiera que el “kirchnerismo” no era otra cosa sino el regreso a las banderas legadas por Juan y Eva Perón con la necesaria actualización doctrinaria y la asociación de otros partidos y organizaciones comunitarias que conforman el movimiento nacional y popular que tiene como eje al PJ. Sabe que la Presidenta no tiene ya posibilidades de ser reelegida por los límites que le impone la Constitución Nacional y por lo tanto aspira que haya una fuerte acción federal para apuntalar la continuidad de un proyecto que, es cierto, volvió a considerar a las provincias a las que algunos impresentables e innombrables calificaron como inviables. Es cierto que Formosa no cuenta con un caudal de votos significativo ni representaciones legislativas numerosas como para incidir en los resultados finales. Sin embargo, la sumatoria de triunfos cambia la ecuación a la hora de hacer números para determinar las representaciones legislativas en el Congreso de la Nación de modo tal de segur avanzando en leyes que tengan que ver con el proyecto legado por el fallecido ex jefe de estado. Además, las victorias siempre son bienvenidas por el poder central y nadie ignora que cuando se visualiza el fruto de
un esfuerzo hay una mayor consideración a la hora de conseguir beneficios para el pueblo. Quienes digan que la movilización para estas elecciones es similar a la de las PASO, no están diciendo la verdad de lo que piensan. Con la fuerza física que mantiene y la habilidad que para la estrategia y la táctica política le asignan la experiencia y el conocimiento profundo de la realidad de su provincia, Gildo Insfrán salió al ruedo con ímpetu y hasta se puede afirmar que, sino toda, ha puesto en esta faceta electoral gran parte de la carne disponible para el asador. Percibió algunas diferencias intestinas lo que lo llevó a exhortar públicamente a la unidad, organización y solidaridad, a dejar de lado las pequeñeces y hasta a aceptar que ocurran las disidencias aunque con el consejo que ellas no impliquen “sacar los pies del plato”. Además, evocó una antigua costumbre familiar que invitaba a “lavar la ropa sucia en casa”. Son tantos los peronistas y sus aliados y los sectores allí integrados que resulta imposible darle el gusto a todos los que aspiran ser parte de las listas de candidatos. Ello ocurrió pese a que la ley de Lemas permite ampliar el abanico de postulantes aunque también no faltaron los que señalaban que apeló a muchos jóvenes casi desconocidos para darles la responsabilidad de ser candidatos. Pasa que le gusta cumplir con
la palabra empeñada y no olvidó que el Día del Militante de tres años atrás les había prometido protagonismo cuando les dijo que para el como conductor del PJ local, el futuro para los jóvenes es hoy. Sin embargo, una lectura de las listas permite advertir una lógica mixtura con los que comienzan el protagonismo y los que ya lo vienen experimentando desde hace varios años. Por otra parte, Insfrán se encargó de fundamentar lo que, a su criterio, se define el 27 de octubre y de allí que haya enfatizado en que en estas elecciones de medio término debe prevalecer la opción por el proyecto que propone la inclusión social y la igualdad de oportunidades. Para quienes no lo entendiesen dijo que el color a elegir es el de
las boletas azules. Lo que en estos días llamó la atención fue cuando insinuó que al proyecto provincial, para el que pretende una vida que no sea menor de tres décadas, lo van a conducir buenos formoseños que quieren a su provincia. Reforzó señalando que “hay muchos que ya están haciendo colas”, en una clara alusión a la disponibilidad de recursos humanos lo suficientemente capaces como para que le den continuidad a lo que nació en diciembre de 1995. Pero lo que sí sorprendo fue cuando agregó a esa expresión lo relacionado con la temporalidad de la carrera de postas, dando a entender que no falta mucho para que se efectivice ese aspecto central del trasvasamiento generacional. Justo L. Urbieta