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El caso de la salvadoreña Beatriz, a quien se le impidió interrumpir su embarazo a pesar de que su salud corría peligro y de que el feto no tenía probabilidades de vida, puso ayer en la palestra la prohibición del aborto en América con la llegada del asunto a la Corte Interamericana de Derechos

Humanos (CorteIDH)

En el primero de dos días de audiencia, la CorteIDH escuchó el testimonio de la madre de Beatriz, cuyo nombre también se mantiene bajo reserva, quien explicó que su hija “solo quería vivir y cuidar a su otro hijo y que no comprende que “si había un tratamiento (de interrupción del embarazo) por qué la sometieron a esa tortura”

Lo único que quiero es que se restablezca la imagen de Beatriz y que esto no le vuelva a pasar a ninguna mujer”, afirmó

Según la demanda contra el Estado, Beatriz había sido diagnosticada con lupus eritematoso sistémico, nefropatía lúpica y artritis reumatoidea y un informe médico de 2013 consideró de alto riesgo el embarazo y posteriormente se diagnosticó que el feto era anence-