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Jueves 25 de Agosto de 2016
Especial
PAZ
de la
¡Todo está acordado!
Gobierno y Farc firmaron en La Habana el Plebiscito para que la ciudadanía refrende acuerdo que le pone fin al conflicto armado. el acuerdo se hará el próximo 2 de octubre. Redacción Bogotá
Colombia comienza hoy una nueva etapa. Un camino que puede llevar al país a la construcción de una sociedad más equitativa, más incluyente y con justicia social. Una senda que puede poner fin “al sufrimiento, el dolor y la tragedia de la guerra”, como lo manifestó el presidente Juan Manuel Santos anoche, luego de la firma entre el Gobierno y las Farc en La Habana, del acuerdo para la terminación del conflicto armado. “Desde el mismo inicio del proceso de paz les dije que el proceso estaba regido por un principio: ‘Nada está acordado hasta que todo esté acordado’. Pues bien: el día ha llegado. Hoy podemos decir -por finque todo está acordado”, dijo Santos. Para refrendar el acuerdo, se convocará a un plebiscito el próximo 2 de octubre. “El acuerdo es un acuerdo sobre lo posible. Pero de la sociedad colombiana depende que sea ejecutado. Primero, si lo aprueba con el voto. Segundo, si se comprometen a hacer parte de la transformación que se necesita para conseguir la paz”, dijo el jefe de la delegación del Gobierno en Cuba, Humberto de la Calle. “Está en juego el futuro de Colombia. Nadie puede ●
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olo el tiempo, el perdón y la verdad logran curar las heridas y tristezas que se han escrito con sangre. En 1984 la posibilidad de la paz logró motivar a la sociedad colombiana, pero a pesar de un clamor nacional y en un país acostumbrado a contar el tiempo con muertos, no la logramos. Yo tuve que sufrir el dolor de la guerra y la muerte en carne propia. Mi padre decía que en una guerra era muy fácil
Negociadores de paz del Gobierno y Farc, Humberto de la Calle (der.) e Iván Márquez (izq.), con el canciller cubano Bruno Rodríguez. EFE
sustraerse al deber de decidir. El acuerdo del fin del conflicto no tiene dueño. No pertenece a los partidos. No pertenece al gobierno. No pertenece a las FARC. Pertenece a los colombianos”, añadió. Iván Márquez, jefe negociador de las FARC, afirmó que se ha ganado "la más hermosa de todas las batallas, la de la paz de Colombia". Aseguró que "termina la guerra con las ar-
morir y que muchas personas morirían antes de conquistar la paz. Tenía razón. Recuerdo que estábamos en Cali, compartiendo en familia, de pronto escuché un estruendo, mi padre tomó su fusil y me dijo: “cuida a tus hermanos”. Tiros iban y venían, él salió a la terraza y yo intenté hacerlo retroceder, de repente, una bala rozó mi cuello y la otra fatalmente atravesó su tórax. “Me mataron”, me dijo, lo retiré de la línea de fuego, cerré sus ojos y grité por un rato. Luego lo abracé,
mas y comienza el debate de las ideas" y recalcó que con este paso se "han sentado las bases para la paz y la convivencia", y dijo que en los próximos días someterán el acuerdo final al "veredicto" de la Conferencia Nacional Guerrillera en Colombia. Santos explicó que el “deber principal para construir la paz es proteger los derechos de las víctimas… Sus derechos a la justicia,
La frase “Hemos alcanzado un acuerdo final, completo, definitivo, para poner fin al conflicto armado con las FARC Juan Manuel Santos
PRESIDENTE ALOCUCIÓN DE ANOCHE
Columnista invitado
Jorge Iván Ospina ¨(*)
¡La paz es la victoria! lo besé y le repetí cuánto lo amaba. Ya nada importaba, aunque el tiroteo continuaba y las balas replicaban cerca de mí, imaginé poder curar sus heridas y evitar que se fuera para siempre. Fue inútil, Papá había muerto. Hoy, después de 31 años, esperanzado en la paz, vuelvo a pensar en La
Habana, motivado por la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno nacional y la guerrilla de las FARC, que dará fin a un conflicto de más de medio siglo, enfrentamiento que ha dejado a su paso 8 millones de víctimas e innumerables violaciones a los derechos humanos, entre masacres, asesinatos, desapa-
a la verdad, a la reparación y a que nunca más se vuelvan a repetir las atrocidades que sufrieron. Creamos una Justicia Especial para la Paz, que será aplicada también, en forma diferenciada, a los miembros de nuestra fuerza pública y a civiles que hayan cometido delitos relacionados con el conflicto. Esta justicia transicional garantiza que no habrá impunidad para los respon-
riciones forzadas, secuestros, desplazamiento y, aún peor, una nación que ha construido su identidad desde la violencia y la guerra. En ese sentido, el Acuerdo de Paz es el hecho político, social, económico y cultural más importante de nuestra historia reciente. Acallar para siempre el ruido de los fusiles y construir una Colombia nueva desde el respeto de la diversidad es nuestra responsabilidad histórica, mientras que continuar en la guerra es contrariar
sables de los delitos más graves. Ellos serán investigados, juzgados y sancionados con varios años de restricción efectiva de su libertad. Además, tendrán que decir la verdad y contribuir a reparar a las víctimas. Si no lo hacen, irán a la cárcel hasta por 20 años”. Las FARC, además, tendrán unos voceros en el Congreso, con voz pero sin voto, para discutir exclusivamente la implementación de los acuerdos hasta el 2018. A partir de ese momento participarán en las elecciones con una representación mínima asegurada por dos periodos, si no logran el umbral. El acuerdo será publicado en sitios web y en las redes sociales de las entidades públicas, así como en medios de comunicación. “Los colombianos tenemos derecho a recobrar la esperanza en un mejor futuro. Con este acuerdo dejo en sus manos la oportunidad de acabar la guerra con las FARC. Es una oportunidad única e histórica -¡será la votación más importante de nuestras vidas!- para dejar atrás este conflicto y dedicar nuestros esfuerzos a construir un país más seguro, un país más tranquilo, más equitativo, mejor educado, para todos nosotros, para nuestros hijos, para nuestros nietos. La decisión, colombianos, está en sus manos”, dijo Santos.
la esencia humana y el desarrollo de nuestra sociedad. Dignificar a las víctimas a través de la verdad, la justicia y la reparación serán nuestro gran reto para avanzar en la consolidación de la paz, la igualdad y la equidad social, la no discriminación y la reconciliación nacional. El desarrollo de una economía para la paz será el gran reto para el Señor Presidente. ¡La Paz es la Victoria! (*) Senador del Partido Alianza Verde. Hijo de Iván Marino Ospina, excomandante del M-19