Dialectica proletaria nro 23 mayo 2018

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Con el Ejemplo de lo 1 DE MAYO CLAS

Lucha y organizacion para derrotar la Reforma Laboral de el FMI Macri , el PJ y el Kirchnerism bajadora en su conjunto , es decir, organizaciones sociales, Trabajadores informales ,trabajadore derechos , un programa similar a los de "LA FALDA" , "HUERTA GRANDE" , "1 DE MAYO" quista , la UGT , y la gloriosa gesta del Co Esos son los ejemplos y los caminos a seguir , para derrotar el ajuste de m

Origen de la conmemoración: Los hechos que dieron lugar a esta celebración están contextualizados en los albores de la Revolución Industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad en número de habitantes de EE. UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergaban a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes llegados de todo el mundo a lo largo del siglo XIX. La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas de trabajo Fotografía de un taller de Indiana, Estados Unidos, de Lewis Hine, 1908. Las malas condiciones laborales de los trabajadores en plena Revolución Industrial contribuyeron al surgimiento del movimiento obrero y sus reivindicaciones Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de ocho horas. Uno de los objetivos prioritarios era hacer valer la máxima de: «ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso».1​En este contexto se produjeron

varios movimientos; en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, «salvo caso de necesidad». Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares. La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federación Estadounidense del Trabajo), inicialmente socialista (aunque algunas fuentes señalan su origen anarquista). En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, ésta había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas, yéndose a la huelga si no se obtenía esta reivindicación y recomendándose a todas las uniones sindicales que tratasen de hacer leyes en ese sentido en sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés

de las organizaciones, que veían la posibilidad de obtener mayor cantidad de puestos de trabajo con la jornada de ocho horas, reduciendo el paro. En 1868, el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada ley Ingersoll,2​estableciendo la jornada de ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas, aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas a entre 14 y 18 horas. Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la ley Ingersoll, las organizaciones


os Martires de Chicago : SISTA Y COMBATIVO

mo. Lucha y organización para Derrotar el ajuste , ganar las calles con la unidad de la clase traes desocupados y trabajadores ocupados . Organizar un Programa Clasista que defienda nuestro " , impulsado por la CGT de los Argentinos . Siguiendo los ejemplos de lucha de la FORA anarordobazo con Agustin Tosco a la cabeza ! macri y los ceos oligarcas que gobiernan el pais desde diciembre de 2015.

laborales y sindicales de EE. UU. se movilizaron. La prensa generalista de Estados Unidos, reaccionaria y alineándose con las tesis empresariales, calificaba el movimiento como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco patriotas», y manifestó que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».3​ El día 1 de mayo, la huelga El 1 de mayo de 1886, 200 000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200 000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.

En Chicago, donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país, las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fábrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormick que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad de sus salarios para la construcción de una iglesia. La producción se mantenía a base de esquiroles. El día 2, la policía había disuelto violentamente una manifestación de más de 50 000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente de sus puertas; cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies, sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos. El periodista Adolf Fischer, redactor del Arbeiter Zeitung, corrió a su periódico donde redactó una proclama (que luego se utilizaría como principal prueba acusatoria en el juicio que le llevó a la horca)

imprimiendo 25 000 octavillas. La proclama decía: Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza! ¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria. Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo. Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!. Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden... ¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís! ¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!


KARL MARX - A 200 AÑOS DE S LA VIGENCIA DE SU

Se ha señalado a menudo que el marxismo hizo confluir tres grandes corrientes intelectuales: la filosofía alemana, el socialismo francés y la economía política inglesa. A cada una aportó sus propias modificaciones e interpretaciones, conformando una nueva totalidad a partir de dichas corrientes. Pero, aún siendo tan inmenso esfuerzo de una importancia tal que sus implicaciones han estremecido la tierra, la clave de la importancia del marxismo hay que buscarla, creo, en las “Tesis sobre Feuerbach” escrita en 1845, y especialmente en la undécima y última tesis cuando se afirma que “Los filósofos solo han interpretado el mundo; lo esencial, sin embargo, es cambiarlo”. Ello no significa que se esté negando la necesidad de comprender e interpretar el mundo; es la afirmación de que el propósito de comprenderlo es sentar las bases para el cambio. Por consiguiente, el marxismo tuvo, desde sus comienzos un carácter dual; por un lado como ciencia de la sociedad y la historia y por otro, como proyecto para transformarlo, o, dicho en otros términos, un modo de comprender el mundo (materialismo histórico y dialéctico), y la forma en que éste podía y sería cambiado (la revolución proletaria). Aunque desde el principio Marx y Engels afirmaron que el objetivo final de la revolución es el comunismo, van reconociendo, cada vez más, la necesidad de un periodo de transición que en 1875 Marx llamara primera fase del comunismo y que sus seguidores llamaran socialismo, sobre la idea de que, básicamente, la negación del capitalismo desarrollaría su propia identidad positiva (comunismo), a través de la lucha revolucionaria en el que el proletariado reharía la sociedad, rehaciéndose a si mismo en dicho proceso (léase al respecto la Tercera Tesis sobre Feuerbach).

Una interpretación apresurada y esquemática del marxismo ha generado criticas que ya son históricas; Se ha cuestionado el papel del proletariado como sujeto revolucionario sobre la base de la constatación de que, ya a partir de finales del siglo XIX, la lucha de clases en los países económicamente más desarrollados de Europa se desarrolló tomando como objetivo, por parte de los trabajadores y de sus organizaciones, la mejora de las condiciones dentro del marco del capitalismo, aunque continuaran proclamando su devoción a los objetivos revolucionarios. No podemos afirmar en absoluto que Marx y Engels fueran ciegos o indiferentes a este devenir de los acontecimientos. Por el contrario, en la muy conocida declaración de Marx en la “Crítica al Programa de Gotha”, arremete contra el reformismo plasmado en el borrador de programa preparado para la unificación de los dos grandes partidos obreros de Alemania en 1875. También nos puede servir de ejemplo una carta que Engels escribe a Marx el 8 de abril de 1863, en el que se lamenta de que “La energía revolucionaria del proletariado inglés se ha desvanecido prácticamente del todo, y el proletariado inglés declara su completo acuerdo con la dominación de la burguesía”. El combate incesante contra el reformismo ha sido pues una constante en el marxismo a lo largo de la historia, por más que en multitud de ocasiones autores y organizaciones reformistas se reclamen del marxismo para enmascarar la falta de coherencia entre la teoría y su práctica. A modo de ejemplo, ya en el siglo XIX autores que se reclamaban

del marxismo elaboraron la tesis según la cual el capitalismo se derrumbaría por si mismo, objetivamente, lo que venía a poner en cuestión la propia necesidad de la acción revolucionaria. Dicha teoría se basa en una lectura del Tomo III de “El Capital”, efectuada según una interpretación hegeliana (léase idealista) del prólogo de 1859 a la “Contribución a la crítica de la Economía Política”. Aunque en la actualidad nadie sostiene dicha tesis, si que el nuevo reformismo bebe de dichas fuentes al interpretar que, puesto que es preciso tomar en consideración tanto los elementos objetivos como los subjetivos a la hora de afrontar los cambios revolucionarios, los cambios sociales se producirán por si solos (o no se producirán), de un modo pretendidamente objetivo,


SU NACIMIENTO- 1818-2018 U PENSAMIENTO !

sin valorar el papel de la subjetividad de las organizaciones en la transformación de la realidad, lo que equivale a defender el mantenimiento del sistema capitalista y la subsunción de toda lucha en el trabajo institucional con el argumento de que no hay condiciones, objetivas o subjetivas, para la revolución. La voluntad revolucionaria del Marx y Engels se pone de manifiesto para toda persona que no haga una lectura tramposa y descontextualizada de sus textos, basta citar como ejemplo “La Comuna de Paris” para ilustrar al respecto. Hemos de constatar también como en sus últimos años el propio Marx se dedica a estudiar realidades externas al centro del desarrollo capitalista de la época, y en concreto analiza la situación en Rusia; a este

respecto, en sendas cartas fechadas en 1877 y 1881 (ésta última remitida a Vera Zasulich, antigua combatiente armada, ex populista Rusa y futura co-editora del periódico marxista Iskra), polemizando sobre las comunas campesinas rusas, Marx cuestiona análisis incluso suyos precedentes sobre el principio evolutivo lineal según el cual a mayor desarrollo capitalista de un país más factible es la revolución socialista. Faltan en este momento muchos años antes de que Lenin publique “El Imperialismo, fase superior del capitalismo”, que explica, entre otras cosas, como el desarrollo capitalista está desplazando a la periferia la sobreexplotación, por lo que es ahí donde las contradicciones se agudizan en mayor medida, lo que explica en parte la base material del triunfo mayoritario de la ideología reformista en las clases trabajadoras del los países de capitalismo más desarrollado, ya que el excedente generado por la explotación de la periferia es compartido por las élites locales, las clases dominantes en el centro y, en cierta medida, la clase obrera del propio centro. El reformismo clásico, que en mi opinión sigue siendo la corriente principal del reformismo en la actualidad, se sigue nutriendo de una concepción evolucionista de la realidad, basada en una transpolación de las teorías de Darwin y del positivismo de Comte, totalmente ajena a la epistemología materialista y la dialéctica de las contradicciones de Marx. La realidad histórica de los últimos 170 años nos demuestra como la realidad no se mueve de un plano lineal sino de un modo traumático y contradictorio, y el propio sistema capitalista está en una constante crisis, que se manifiesta con especial virulencia en momentos

como el actual de profunda crisis de superproducción, por más que ideológicamente aparezca públicamente como un vencedor. Uno de los momentos históricos de mayor relevancia en cuanto a la lucha entre reformismo y revolución fue en 1914, cuando los partidos de la II Internacional se dividieron en el interior de ellos y entre si en torno al apoyo que prestarían o no a las burguesías de sus respectivos países en la Primera Guerra Mundial. El momento más crítico fue paradójicamente el más esperanzador, por cuanto el papel de Lenin propicia el triunfo del Partido Bolchevique en la Revolución Rusa en 1917. El pensamiento de los revolucionarios de la época y también de Lenin era que la Revolución Rusa era la antesala de la propia revolución alemana, argumentando que las condiciones objetivas de la guerra imperialista eran garantía de que la revolución no se limitaría á la revolución rusa. Así por ejemplo señala en 1918 en su texto “¡La Patria Socialista está en peligro!” que: “Hasta que el proletariado alemán se alce en armas y venza, el deber sagrado de los obreros y campesinos de Rusia es defender con abnegación la República de los Soviets contra las hordas de la Alemania burguesa e imperialista”. Existes numerosos textos y discursos de la época que abundan en esta valoración. Como sabemos, la derrota de la Revolución alemana de 1919 demuestra lo errónea de esta valoración, solamente señalar que de algún modo Lenin era entonces también tributario de las interpretaciones más clásicas del marxismo, que consideraba más viable la construcción del socialismo en los países de capitalismo más desarrollado. No obstante, ya en 1913 Lenin, en algunos textos tales como “El despertar de Asia” (7 de mayo de 1913), y “La Europa atrasada y el Asia avanzada” (10 de mayo de 1913), entre otros, advierte sobre las posibilidades revolucionarias en ese continente al calor de las luchas contra el colonialismo, lo que demuestra que tenía una visión más avanzada y menos euro céntrica que muchos autodenominados marxista un siglo después.


DIA DE LA VICTORIA SOVIETICA.! “El 9 de Mayo de 1945, la humanidad progresista celebraba la grandiosa victoria de la Unión Soviética sobre la máquina de guerra más reaccionaria que la Historia había conocido hasta entonces, el ejército imperialista nazifascista del Tercer Reich de Adolfo Hitler. En cuatro años de heroica defensa de la Patria Internacionalista del Proletariado, 22 millones de soviéticos (entre ellos millones de militantes del Partido Comunista de la URSS), dieron su cuota de sangre por la libertad, ya sea en las trincheras de combate o en los ataques cobardes e indiscriminados lanzados por las hordas nazis contra la población civil. Sin

duda –y esto hasta los historiadores burgueses lo reconocen – la batalla del pueblo soviético durante la Gran Guerra Patria, pasando por Stalingrado y otros combates legendarios, es el mayor hecho militar de la historia, hazaña que sólo pudo ser alcanzada por un pueblo amante de la libertad y que tenía como objetivo defender el primer Estado socialista que el mundo conoció. Justeza, estrategia militar y política, una dirección revolucionaria, un pueblo

dispuesto a pagar el precio de la libertad con la vida: estas fueron las razones por las cuales, como dice una de las versiones en español de clásico Himno Guerrillero, “¡la gloria de estos combates no se apagará jamás!”. La serpiente fue aplastada en Berlín y, aquel 9 de Mayo, hace 73 años, la bandera que ondeaba sobre el Reichstag alemán era roja con el martillo y la hoz”.


09-05-2018 MULTITUDINARIA MARCHA EN EL CONGRESO, CONTRA EL TARIFAZO ,EL FMI Y LA REFORMA LABORAL

En dia de Ayer 9 de mayo de 2018 , un puñado de organizaciones de izquierda , movimientos sociales ,y sindicatos como camioneros, participamos de una marcha para decirle NO AL TARIFAZO , NO AL FMI, NO A LA REFORMA LABORAL, mientras que el PJ y la Burocracia sindical de la CGT y Camioneros , intenta descomprimir , acumular y di-

rigir la lucha hacia un callejon sin salida. desde el PRSA insistimos en que "hay que voltear a macri". no queremos que aya un 2019 y queremos que macri se vaya en helicoptero con un nuevo argentinazo ! estamos en un

estos dramas sociales. y encaminar a la argentina hacia el socialismo industrializado ! Este es el momento ideal para voltear a macri . la tarea politica sera hacer mas agitación política , encrudecer la lucha de clases , con las propuestas politicas y sociales estrategicas de nuestro programa , y socabar las bases de un peronismo debil y conmomento como en aquel tradictorio , que lamen2001 , la bronca popular, tablemente sigue con la el ajuste, el tarifazo , los capacidad de dirigir a la clase obrera argentina. ! despidos , el hambre y la pobreza ya no se aguantan mas. cristina ,el PJ complice de macri y los K no son la solucion. El PRSA tiene un proyecto de pais propio para terminar con todos



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