Despierta Jericó 86, octubre de 2020

Page 1

DESPIERTA JERICÓ Número 86 - Octubre de 2020

Licencia social aquí no damos. Támesis sept. 25 de 2020

Foto: DESPIERTA JERICÓ


2


EDITORIAL

DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

3

Minera Quebradona sin licencia social

E

n agosto del 2002 Mónica María Uribe Pérez solicita concesión para exploración y explotación de oro y demás minerales concesibles en una superficie de cinco mil hectáreas de los municipios de Jericó y Támesis, contrato 5881. La Sociedad Kedahda recibe en 2007 la cesión de los derechos que tenía la señora Uribe Pérez del contrato de concesión 5881; Kedahda, pasa pronto a denominarse Anglogold Ashanti Colombia S.A. -AGA. En el mismo 2007 se formó la sociedad comercial Anglogold Ashanti Mocoa Investments Colombia S.A., que pasó a llamarse Minera Quebradona Ashanti S.A. y a los pocos meses se registró como Minera Quebradona Colombia S.A. con un capital autorizado de ocho millones de pesos . En 2008 Anglogold Ashanti Colombia S.A cede no solo el contrato de concesión 5881 a Minera Quebradona, sino además los contratos 5869, 6318, 6319 y 6359 para la exploración y explotación de oro y demás concesibles en Jericó, Támesis, Andes y Jardín. Finalmente, en abril de 2019 toma el nombre Minera de Cobre Quebradona S.A. con un capital autorizado de 15 millones de pesos y un título unificado de 7.594 hectáreas en los municipios de Jericó y Támesis. Todos estos cambios en las sociedades que han asumido el proyecto Quebradona, junto con la contratación y subcontratación de servicios, dispersa responsabilidades de diferente tipo fiscal y administrativo, nacional e internacionalmente. Son de citar apartes del Certificado de existencia y representación de Minera de Cobre Quebradona S.A. expedido por la Cámara de Comercio de Medellín el 04 de junio de 2019, sobre algunas compañías del grupo empresarial:

. Compañía Kedahda Ltd, domicilio: Islas Vírgenes Británicas . Northern Colombia Holdings Ltd, domicilio: I. Vírgenes Brit. . Exploraciones Northern Colombia: 99,67% de AGA . Quebradona Holdings Ltd, domicilio: Islas Vírgenes Brit. . AGA Quebradona Investments One Ltd, domicilio: I. Vírgenes B. . AGA Quebradona Investments Two Ltd, domicilio: I. Vírgenes B. Según certificado de la misma Cámara de Comercio, con fecha 05 de agosto de 2020, AGA Colombia Holdings Ltd tiene domicilio en las Islas Vírgenes Británicas y controla directamente a Anglogold Ashanti Colombia S.A. “Las Islas Vírgenes es un archipiélago caribeño al este de Puerto Rico, pertenece a la Corona británica, tiene alrededor de 28 mil habitantes, 950 mil compañías y un Producto Interno Bruto per cápita que se sitúa entre los 20 más altos del planeta. Como bien podrá usted adivinar, las Islas Vírgenes Británicas son un paraíso o guarida fiscal. China es uno de sus clientes favoritos” (www.bbc.com)

El 28 de mayo de 2015 Minera de Cobre Quebradona presenta a la Secretaría de Minas de Antioquia un Complemento al Programa Unificado de Exploración Minera donde dice: “Uno de los efectos más apreciados en la región es la creación de empleo, que en el caso del Proyecto Quebradona / Nuevo Chaquiro para la etapa de construcción y montaje, que se prevé será de 5 o 6 años, generaría cerca de 10.000 empleos. Así mismo, en la etapa de producción, se estima que el proyecto generaría 3.000 empleos directos y 5.000 empleos indirectos.” En el periódico Aldea de Piedras de julio de 2020, bajo el título “Generar empleo: el compromiso de Minera de Cobre Quebradona con la comunidad”, señala. “Proyección de empleos directos e indirectos, construcción cuatro años 3000 empleos, operación 21 años 1200 empleos, cierre 10 años 450 empleos”. El Ordenamiento Territorial de Jericó destina el uso del suelo rural de la vereda Cauca, donde la multinacional africana pretende construir su infraestructura industrial, para “parcelación para vivienda campestre de descanso” y prohíbe “instalaciones industriales o agropecuarias generadoras de molestias a la destinación principal, o actividades que molesten el reposo campestre tranquilo”. La minera estaría en esta vereda causando día y noche durante más de 30 años ruido de plantas trituradoras de rocas, polvaredas, talleres, campamentos, circulación de volquetas y camiones, etc.” ¿Va Anglogold Ashanti a violar el EOT vigente tal como lo hizo durante nueve meses con el Acuerdo Municipal 10 de 2018? Así como Minera Quebradona no inspira confianza y no tiene licencia social de la casi totalidad de suroestanos ¿serán confiables y desinteresados los propósitos de los voceros de “Jericoanos con Visión”?: Uno de ellos fue denunciado por apropiación ilegal de dineros destinados por Corantioquia para varios acueductos veredales de Jericó; otro ha intentado negar a Jericó como creador del carriel para favorecer su propio negocio en Envigado; dos exconcejales impidieron la aprobación del nuevo EOT que protegía el municipio de la destrucción programada por AGA, uno de estos recibía ilícitamente, además de los ingresos como concejal, otros dineros públicos; varios voceros de ese grupo auspiciado por la multinacional, han recibido beneficios directos como propagandistas y servidores de la empresa, tienen familiares trabajando allí, etc. etc.

DESPIERTA JERICÓ - Distribución gratuita

Una publicación por el Jericó pueblerino y campesino Carlos Andrés Restrepo, Rodrigo López, Alicia López, Oscar Villa, Jaime Ramírez, Fernando Jaramillo (director). Donaciones: Davivienda ahorros 3992-0002-3287 despiertajerico@gmail.com www.despiertajerico.blogspot.com Impresión: Virtual Publicidad. Medellín, tel. 513 33 97


4

DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

Nadie tiene el derecho de torcer nuestra historia

J

ericó cumplió 170 años de fundación y vida de entera felicidad caracterizada por su cultura y el fino encanto de sus habitantes, pero va a interrumpir esa Historia una multinacional en busca de oro y metales para enriquecerse y con esos dineros conquistar las simpatías de algunas de sus gentes que justifican esa intrusión como una “oportunidad” y por ello se dicen llamar de visión. Pero hay visiones que son alucinaciones o espejismos y no todas las oportunidades son aprovechables, pues éstas suelen llamarse oportunismo porque obedecen a una actitud económica de los que, según el DRAE, sacrifican los principios para adaptarse a las circunstancias del momento. Jericó unido es hidalguía, Jericó dividido es caos. ¡Cuánta ceguera! ¿Quién empezó? La respuesta es obvia: así sucedieron conquistas, atracos, destierros e invasiones. Goethe afirmó que lo singular y lo único sobreviven y por eso algunos serán vencedores pero no orgullosos porque los que se parecen se juntan en este mundo porque si el más aplastador de los pesos es el amor, el dinero será el peso aplastador de los hombres. Hoy se dicen comprometidos con el medio ambiente, pura paja, el ambiente se protege cuidando, no horadando donde no hay porqué horadar porque sería horadar una Historia, una Cultura, un Patrimonio sin precio ni oportunidades a pesar de los eufemismos: se dicen de fe pero hacen la dicotomía cuando se trata de dinero. Fe es fe, dinero es oportunismo.

La inmortalidad la otorgan los hijos pero hay vertientes secas y el resentimiento no se extingue jamás, por tanto el rumbo de Jericó debe seguir su cauce normal y no tornarnos en rehenes perpetuos de la nostalgia. No puede Jericó verse como empezando sin siquiera terminar. Pueden esperar otro tiempo o disponer de otro espacio si de veras quieren amar el Espíritu Jericoano. Hay puestos públicos que aburguesan a las carangas y de ahí la torcedura de la historia como crimen natural. Adular es lavar con mugre. El mejor elogio al espíritu jericoano es el respeto por su Historia bien habida y su nobleza bien creada por hombres y mujeres llamados padres a quienes debemos gratitud y no deshonra. Hay pueblos empobrecidos por el saqueo y la ideología arrogante del oportunismo. Que no sea nuestro caso,

Rodrigo López Estrada

roloes0023@gmail.com


DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

5

Los Jericuanos

N

unca nos hemos sentido tentados por bonanzas de ninguna índole, nunca nos ha deslumbrado el dinero fácil ni las promesas y ofertas de dar un gran salto a las comodidades y veleidosidades que nos ofrece el siglo; sólo ambicionamos tener trabajo digno en la cultura, el comercio, en la agricultura, en la administración pública, en el magisterio o en el turismo. Nos interesa y enternece conservar nuestros parches de bosque nativo, así sólo sea para la contemplación y para tenerlos como patrimonio de la humanidad, nos interesa la pureza y el sonido del agua, nos interesan las mariposas y los grillos, los gavilanes y las guacharacas, nos enamora la compañía del canto del búho en las noches oscuras, y sentimos una gran responsabilidad con nuestros hijos y con las generaciones futuras, pues no somos dueños de lo que nos rodea, sólo administradores. Este desapego por lo material y este amor por el entorno son los que nos han salvado de las armas y de quienes las manipulan, es éste, nuestro entorno, el que nos ha permitido ser envidiados por vecinos y turistas, es este amor la coraza que nos da la cultura que nos ha ayudado a sobrevivir aún en épocas de dificultad en las que la herencia de nuestros mayores y la dignidad con la que vivieron, y que nos transmitieron, nos han permitido avanzar. No queremos interrumpir el sonido del viento ni borrar la mancha blanca de los yarumos en el bosque, ni desacomodar a los barranqueros de sus cuevas, ni silenciar el ronco canto de las mirlas.

No ambicionamos tener ríos de gente sin arraigo explotando nuestra tierra, no nos interesan amigos y socios temporales mientras se benefician de nuestra riqueza. No queremos ser ricos ni prósperos a cambio de perder nuestro paisaje, nuestras aguas, nuestra juventud, nuestra idiosincrasia, ni que nuestra cultura sea superada por lo inmediato y por lo efímero. Sin demeritar ni ofender quiero preguntar a quién le gustaría cambiar lo que es hoy Jericó, aún con problemas de iliquidez o con desempleo o con aspectos para mejorar, por territorios en los que desde siempre han sido explotadas sus riquezas de manera industrial o informal y que hoy se encuentran entre los más atrasados del país por carecer de los niveles adecuados de desarrollo social y que deben cargar con males como el deterioro ambiental, la violencia, la población marginal, la prostitución y mucho más. El mirarnos en estos espejos nos lleva a manifestar de manera consciente que NO queremos cambiar nuestra vocación económica, que no queremos escoria ambiental, y que en su lugar, queremos que el orgullo de nuestras mujeres sigan siendo las bifloras y los novios florecidos, la cebollas más fértiles y los fríjoles mejor sazonados. Queremos que nuestros hombres se sientan felices de tener la mejor mula o el mejor cafetal, de saber que el precio del café en New York suba dos centavos y de poderse sentar en La Terraza a arreglar el mundo con una inversión no mayor al costo de cuatro o seis tintos. Queremos que nuestros niños y jóvenes esperen con ansias sus vacaciones para bajar temprano al río o para subir en competencia al parque de Las Nubes, que sean dignos, sencillos, medidos en sus gastos, orgullosos de sus ancestros y cultos.

Roberto Ojalvo Prieto

Tomado de internet


6

DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

E

AngloGold Ashanti criminaliza a campesinos de Jericó

l pasado 28 de agosto el señor Bernardo Antonio Panesso García, apoderado general de Minera Quebradona, filial de AngloGold Ashanti, presentó querella penal ante la Fiscalía Local de Jericó contra campesinos y pueblerinos de este municipio por supuestos delitos en el ejercicio de veeduría ciudadana y de los derechos a la protesta por oposición al proyecto de explotación minera de la multinacional africana en la montaña limítrofe entre Jericó y Támesis. Esta montaña está bajo protección de la Corporación Autónoma Regional CORANTIOQUIA que la ha incluido en el Distrito de Manejo Integrado Cuchilla Jardín-Támesis por ser estrella hídrica que abastece acueductos veredales y urbanos de Jericó, Támesis y La Pintada. La querella de AngloGold Ashanti criminaliza grupos ciudadanos que en distintas ocasiones recorrieron caminos peatonales públicos por predios donde la multinacional ha ubicado plataformas de exploración minera. El Esquema de Ordenamiento Territorial de Jericó expresa: “Artículo 66. -Caminos peatonales y de Herradura- Los antiguos caminos peatonales y los antiguos caminos de herradura que han caído en desuso, continúan siendo propiedad pública municipal.“ Desconociendo la propiedad pública de esos caminos, en particular, uno que da acceso al predio El Chaquiro de la vereda Quebradona Arriba, AngloGold Ashanti ha levantado una portería metálica y puesto de vigilancia para impedir el paso de personas, en especial, de la ciudadanía motivada en el cumplimiento del mandato constitucional de protección de los recursos naturales del país y velar por la conservación del medio ambiente (“Artículo 95. (...) Son deberes de la persona y del ciudadano: Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano (...)” Han sido necesarias las visitas a los predios donde la multinacional africana realiza sus actividades: el 28 de febrero de 2016, campesinos acompañados por la Mesa Ambiental descubrieron que del orificio de una perforación hasta de 650 metros de profundidad, ubicada en El Chaquiro a 15 metros de la Quebrada La Fea, salían 2 litros por segundo de agua subterránea dirigidos por tubería enterrada al cauce de la quebrada; esta afectación no había sido informada por la empresa a la autoridad ambiental, así que los ciudadanos invitaron a CORANTIOQUIA, alcaldía, concejo y personería de Jericó para reconocer el daño, lo que se hizo efectivo el seis de marzo de 2016, a pesar de la negativa de la empresa a abrir a los ciudadanos la portería ilegalmente instalada en el camino público; como resultado de la visita de los campesinos y de las instituciones, CORANTIOQUIA abrió un proceso sancionatorio que hoy, cuatro años y medio después de iniciado, no ha sido resuelto por la autoridad ambiental.

El 25 de enero de 2019 un grupo de campesinos del municipio de Jericó, alertados por ruidos provenientes de plataformas de perforación minera instaladas en la vereda Cauca, decidieron comprobar que se estuviera cumpliendo el mandato del Acuerdo Municipal 10 de 2018, que prohibió de manera precisa todo tipo de actividades de minería metálica en Jericó, por lo cual llegaron por caminos de servidumbre a predios en los que la multinacional africana estaba operando en una plataforma taladros de perforación y por tanto violando la ley colombiana, así que dieron aviso a las autoridades municipales que se hicieron presentes en el lugar, suspendieron los trabajos en la plataforma y convocaron a una reunión el día siguiente a representantes de la empresa, campesinos y Mesa Ambiental. En esta reunión la postura de la empresa representada por el geólogo argentino Pablo Noriega y el señor Efrén Vélez fue desconocer el Acuerdo Municipal y anunciar una querella penal contra los campesinos, que finalmente fue retirada; la actitud desafiante de la multinacional obligó al gobierno municipal a instaurar medidas de suspensión de las actividades mineras, y dio traslado a CORANTIOQUIA, como ordena la normatividad, para que ésta decidiera sobre la afectación ambiental, decisión que consistió en levantar la orden municipal. Anglogold Ashanti violó, de diciembre 2018 a septiembre de 2019, de manera flagrante el Acuerdo Municipal entonces vigente. El 25 de febrero de 2020 la Veeduría Ciudadana John Jairo Arcila por la Defensa del Patrimonio Ecológico y Cultural de Jericó, previo aviso a la empresa y aceptación de ésta, llegó al predio El Chaquiro para realizar una visita legal de control y seguimiento, pero la empresa se opuso desde la portería metálica al tránsito por el camino público de los veedores y de algunos campesinos residentes en el corregimiento de Palocabildo. El 4 de agosto de 2020 la Veeduría Ciudadana John Jairo Arcila, ante informaciones en los medios nacionales que referían derrames de líquidos de perforación a la Quebrada La Fea, visitó el lugar y encontró que la multinacional había perforado desde una plataforma de reciente instalación, ubicada algunos metros más arriba del lugar donde se viene escapando agua subterránea desde el 2016, y que justo por la tubería puesta desde entonces para verter esa agua a la quebrada, habían salido fluidos refrigerantes de la nueva plataforma, y que ahora llegan a la quebrada no dos litros por segundo como se encontró en 2016, sino aproximadamente tres veces más este caudal, lo que reafirma que en ese lugar la minera causa un daño severo a una zona rica en aguas subterráneas. El 10 de agosto de 2020 la Veeduría anunció una visita a los predios de la vereda Cauca para el día 13 del mismo mes, el día 12 en horas de la tarde dijo que no podía atender a los veedores, éstos anunciaron la visita para el 20 del mismo mes, pero el día anterior la empresa seguía empeñada en no atender a los veedores, por tanto un grupo

c


DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

de éstos ingresó por caminos de servidumbre a los predios en los que se encontraron varias plataformas realizando perforaciones al subsuelo en una fase en que la exploración minera ya debe estar terminada. El 22 de agosto de 2020 la junta directiva del acueducto multiveredal ACUEBUGA, fue hostigada por un vigilante de AngloGold Ashanti cuando se dirigía por la servidumbre que viene recorriendo hace 40 años, acompañada por directivos de otros acueductos veredales y la Mesa Ambiental, hacia la bocatoma del acueducto para labores de control y de reforestación. La empresa argumenta que el predio es de su propiedad y que los trabajadores y directivos del acueducto tienen que pedir autorización para recorrer la servidumbre. Estas actividades de control ciudadano y en algunas de ellas con expresión pacífica de protesta por la imposición que hace el gobierno nacional de una actividad completamente ajena a la vocación agraria y pacífica del municipio, se han realizado bajo la vigilancia de grupos de Policía y Ejército que no han encontrado en ninguna ocasión mérito para evitar las acciones legítimamente realizadas y que AngloGold Ashanti considera delitos, pretendiendo criminalizar a los campesinos y pueblerinos de Jericó que defienden el medio ambiente. La multinacional con su proyecto Quebradona de minería metálica ya ha dividido a la población jericoana y arruinará la riqueza natural y cultural del municipio en caso de que los jericoanos lo permitamos. El depósito de oro, cobre y plata en el Chaquiro y en los otros cuatro yacimientos (Aurora, Tenedor, Isabela y La Sola) son el objetivo del distrito minero que AngloGold Ashanti viene ocultado al Suroeste desde hace varios años porque sabe que el daño ambiental y social convertirá nuestra subregión en una zona de miseria y violencia, las mismas que viven todos los pueblos mineros del país, no solo en áreas de minería ilegal, sino también donde las multinacionales arrasan con la vida, como en La Guajira y el Bajo Cauca. Jericó, Támesis y el Suroeste Antioqueño no merecen ser arruinados para enriquecimiento de AngloGold Ashanti.

Seamos defensores de la vida, salvemos el Suroeste. Jericó, septiembre de 2020 Veeduría Ciudadana John Jairo Arcila por la Defensa del Patrimonio Ecológico y Cultural de Jericó, Antioquia.

7


8

DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

H

ay momentos muy graves de las sociedades frágiles y amenazadas en que hay que fortalecer a las autoridades, pero hay momentos todavía más graves en que lo que hay que fortalecer es a las comunidades. Claro que se las debió fortalecer desde el comienzo, pero las sociedades señoriales se alzan de hombros, “y cuando llega el bien es poco y tarde”, como escribió Lope de Vega. Pero ¿de qué fortaleza se trata? Cuando los campesinos del sur del Tolima se negaron a seguir el destino de millones de desplazados que huían de los campos, fortalecerlos habría consistido en reconocer sus necesidades, escuchar sus reclamos, hacerlos sentir parte importante de la sociedad, hacerlos advertir que se los tenía en cuenta, se los cuidaba y se los valoraba. Sobre todo después del innegable maltrato y las penurias de años de violencia. Pero el centralismo y el desprecio por los pobres, esa idea arrogante de que si los campesinos no suplican sino que exigen hay que darles una lección, le añadió a la ofensa del desamparo la ofensa del castigo, y llovieron las bombas. Todos conocemos el resultado: 40 campesinos maltratados pero orgullosos se convirtieron en 40.000 vengadores, y el Estado castigador sometió a la sociedad a una guerra que aún no termina. Hubo países donde la destrucción del mundo campesino y su expulsión a las ciudades significó el comienzo de un nuevo modelo económico: la sociedad industrial, el auge del trabajo en las fábricas, la producción masiva, los sindicatos, la formación de una clase trabajadora urbana activa, influyente y luchadora. Pero aquí no había un empresariado dispuesto a industrializar el país, ni un Estado decidido a apoyarlo. Tras una modesta aunque valerosa tentativa industrial, ganaron como siempre los rentistas y los importadores, y el sueño de una industria nacional, entorpecido por la burocracia, traicionado por políticos que solo cuidaban privilegios, frustrado por la falta de interés en un mercado interno, arrojó a las multitudes a la marginalidad, a la informalidad y en casos desesperados a la delincuencia. Sí. Ya en los años 60 se iban generalizando las palabras carterista, apartamentero, asaltante; ya pasábamos del hurto al robo, del robo al asalto, del raponazo al atraco armado, y se empezaba a hablar de la necesidad de ampliar el pie de fuerza, cuando lo que se necesitaba era trabajo, educación, respeto por la gente humilde, acoger a la comunidad en el relato de una nación generosa, solidaria, fundada en criterios mínimos de igualdad, no en la trampa perversa de los estratos, que nos eternizan en un sistema de castas legitimado por la costumbre. Qué lección hermosa había sido el gremio cafetero, qué gran soporte fue para el país durante muchos años esa bonanza, la única democráticamente repartida de nuestra historia. Pero ese ejemplo había que replicarlo, y el poder estaba más interesado en fortalecer bonanzas privadas. El poder se manejaba con los amigos y para los amigos. Les parecía mucha gracia decir que pobres habrá siempre, como si la pobreza, unida al menosprecio, no fuera apenas el comienzo de males peores.

Todos tenemos la llave William Ospina* No hay que negar que hubo intentos nobles que habrían podido dar grandes frutos. Hubo un Instituto de Fomento Industrial, hubo un Instituto de Mercadeo Agropecuario que fue valiosísimo. Hubo una Caja de Crédito Agrario que mucha gente humilde recuerda con cariño. Hubo un intento de reforma agraria impulsado por Lleras Restrepo en el 68, que pudo haber conjurado a tiempo muchos males, justo en vísperas de la mala hora que hizo nacer el narcotráfico. Pero ni los dueños de la tierra fueron generosos, ni los poderes fueron comprensivos, ni los políticos fueron persistentes, ni los medios fueron visionarios, y se añadió un fracaso más a la lista, la otra garra del tigre. Había que fortalecer a la comunidad, había que impulsar la industria, había que crear empleo, había que extender las cooperativas, no los monopolios. Había que apoyar a la pequeña empresa, al comercio, a las tiendas de barrio, que por lo menos fían, que confían en la palabra, crean un clima de confianza, un sentido de comunidad. Pero no: teníamos que ser los Estados Unidos, pero sin factorías, sin respeto por el trabajo, sin salarios justos, sin grandeza para el ciudadano. Esto no es un memorial de agravios: es la crónica de un derrumbamiento económico que también fue social y moral. Muy pronto, salvo para los privilegiados y para los que tuvieron suerte, solo iba quedando el camino de la ilegalidad. Del asalto al atraco, del soborno a la extorsión, del chantaje a la vacuna, del secuestro a la pesca milagrosa, del ataque al paseo millonario, del atentado a la masacre. Y hubo quien seguía diciendo que lo que se necesitaba era más pie de fuerza, y hubo más pie de fuerza; más mano dura, y hubo más mano dura; no hablaban del sistema hospitalario, pero se les hacía agua la boca hablando del sistema carcelario. Era preciso crear y estimular bonanzas legales, aliar la economía con el conocimiento, estudiar los suelos, cuidar las aguas, proteger los ríos, reconocer el territorio, habitarlo con amor, con respeto, creer en los derechos de esos ciudadanos cada vez más desamparados, arrinconados, desesperados. Y como no había estímulos legales, la gente creó bonanzas ilegales, no tenía más remedio, y ahí sí que hubo Estado para agravar las cosas: sostenido por la mezquindad, un Estado criminal puede criminalizar a todo un país. Y hasta los propietarios egoístas y los empresarios sin visión y sin compromiso terminan permitiendo que el país que les dio todo ya no sea para nadie. Del contrabando al narcotráfico, de la banda a la mafia, de la guerrilla al ejército insurgente, del que se arma para defenderse a las escuadras paramilitares. ¡Qué saga de la barbarie consentida! ¡Qué orientadores de la


DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

Inventario

Desde la Casa Cultural Campesina El ENSUEÑO en Argelia, oriente antioqueño, apoyamos las voces de quienes desde el Suroeste defienden el territorio. #FueraAGA #SalvemosAlSuroeste #NoAQuebradona #SanturbanNoEstaSolo #SanturbanNoSeToca #TerritoriosparalaVida #HagaLoQueHagaNoALaAGA

opinión! ¡Qué liderazgos políticos! ¡Qué estadistas! Y otra vez vuelven a decirnos como siempre que la solución es que medio país odie al otro medio. Pero donde no hay ciudadanos responsables no hay Estado protector de la familia y del trabajo. Una nación incapaz de unirse, de respetarse a sí misma, de admirarse, de acompañarse con alegría y con sincero afecto, tiene que pasarse la vida buscando al culpable. Elige gentes que la desprecian, vuelve poderosos a sus verdugos, les ofrenda sus desvelos a la corrupción y al cinismo. Y siempre los que no saben ser responsables buscan culpables. Solo una cosa puede protegernos del horror y del crimen, solo una cosa puede salvar a nuestros líderes sociales, a nuestros niños: que estemos acompañados, que seamos conscientes los unos de los otros, que cuidemos los unos de los otros, que formemos por fin una comunidad.

*www.elespectador.com

9

SAÚL ÁLVAREZ LARA*

Lo escribió Georges Perec en Tentativa de agotar un lugar parisino: “…Todos los que pasan llevan algo en la mano…” Una mañana, hace poco, mientras esperaba en el hall de entrada de una institución de salud pública recordé la cita, su autor y aquel inventario de gentes, objetos y situaciones. Decidí, entonces, hacer uno a partir de lo que cada pasante lleva a esa hora de la mañana. No todos van con algún objeto en la mano, lo llevan terciado al hombro, debajo del brazo, colgado delante del pecho como parapeto protector o, en la mano. Mujeres y hombres de todas las edades llevan bolsos, morrales o carteras, otros llevan maletines que por tamaño y apariencia incluyen el portátil del trabajo, ellos y los que pasan con bolsos pequeños que tratan de no zarandear mucho porque ahí va el almuerzo, trabajan en la Institución, en alguna oficina cercana o en los puntos de “coworking” distribuidos por los pasillos del edificio. Algunos llevan, con mucho cuidado y seguramente con la intención de disimularlos, frascos pequeños con muestras, de orina o materia fecal. Otros, numerosos, van con sobres amarillos, seguramente con fórmulas médicas, resultados de exámenes o recibos por pagar. Todos van con algo, cargan con algo. Perec tenía razón. Incluso yo, que en apariencia no llevo nada, voy con el celular donde escribo. Muchos otros, como yo, lo llevan también entre manos o pegado a los oídos y parecen hablar o reír solos como sucede cuando se recuerda un chiste anterior. Algunos de los que pasan llevan libros, agendas o cuadernos. Los que llevan libros, pocos, es posible que los estén leyendo; a los cuadernos y agendas se les nota el uso. Otros llevan recipientes de cartón con bebidas calientes o de plástico con bebidas frías, lo digo porque es distinta la manera de agarrar el recipiente; si está frío, con las manos; o sostenido con el brazo si está caliente. Lo que parece un denominador común es que todos llevan una idea, angustia o solución y la persiguen con la mirada clavada en el piso y el paso vacilante, algunos. Una mujer vestida con puntos: blusa de puntos, pañuelo en la cabeza de puntos, tapabocas de puntos, lleva cuatro bolsos terciados, dos a cada lado de apariencia pesada que mientras avanza parecen hundirla en el piso; la mujer es pequeña y a cada paso se hace más pequeña, quizá el peso de los bolsos. Un hombre mayor, flaco y de apariencia frágil con saco de rayas horizontales azules y grises detrás de una columna masiva parece dominado por el peso del bolso que cuelga de sus hombros; de repente levanta la cabeza y escarba en el bolso; saca un libro de pastas negras que está a punto de terminar según el lugar donde lo abrió; aliviado, se recuesta contra la columna y lee, pero el alivio dura poco porque una mujer grande y masiva se para en frente y le señala el camino por donde deben partir; el hombre, abrumado de nuevo, devuelve el libro al bolso y sigue a la mujer que lo toma de la mano. Otro hombre alto que no hace deporte lleva zapatos para hacer deporte y pasa de la mano de una mujer pequeña y gruesa; el hombre camina con dificultad, la mujer lo lleva y lleva también un bolso pesado; ella va adelante, él quisiera soltarse de la mano que lo arrastra, sus ojos lo delatan, seguramente no quiere ir donde lo lleva. Sucede con frecuencia, que unos lleven a otros, como se lleva un bolso o un sobre con documentos. Es posible…

*www.lamarginalia.com



DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

11

Presidente, Jericó lo espera

Por Sonia Gómez Gómez*

S

í presidente Iván Duque, de raza antioqueña, para más señas… Jericó y el suroeste antioqueño todo lo esperan; quizás sea imposible que lo haga personalmente ante las tareas propias del covid-19 que usted ha enfrentado con diligencia y acierto. Pero tranquilo, lo que ellos esperan, ante todo, es su sensatez, su liderazgo y su visión, acorde con los escenarios medioambientales y de desarrollo que se avizoran para Colombia y el mundo. Estuve algún día en la misma mesa con su padre como gobernador —en ese espectacular suroeste antioqueño que usted bien conoce— en un foro sobre el potencial turístico de la zona (tengo la foto, cualquier día se la envío por la web). Estoy segura de que si a él como gobernante una multinacional extranjera le llegara con el cuento de que va a traer desarrollo y dinero explotando minas de cobre y oro en ese territorio, le diría que Jericó y sus zonas aledañas lo que necesitan no son tierras arrasadas, quebradas secas y cauces contaminados, ni mucho menos flora y fauna destruidas y campesinos desplazados y empobrecidos… Diría que esta región, que presenta varios de los pisos térmicos del departamento, desde caliente hasta frío, de la que manan café, frutas, caña panelera, fríjol, yuca, papa y maíz, que embelesa con sus paisajes cafeteros y atrae turistas de todo el mundo, atrapados por su gente buena y sus pájaros de colores, sí necesita inversión en ella, sí requiere proyectos futuristas, pero nunca engaños ni cantos de sirena. No necesita, jamás, una compañía extranjera, cualquiera que sea su origen y su nombre, que vea esta tierra con ojos codiciosos y quiera convencer al país de sus bondades con argumentos que lanza a los cuatro vientos por medios de comunicación que necesitan pauta en esta época de vacas flacas, sus promesas son incumplibles. En 38 años se irían dejando solo el desastre. Señor Presidente: ya es hora de dejar el colonialismo de las multinacionales que vienen, sacan, destruyen y se van, igual que viene ocurriendo hace más de 500 años. Ya es hora de que el agua sea nuestra y que no la dañen a cambio de promesas no cumplidas. Usted sabe que ningún territorio colombiano ha sido redimido por explotaciones mineras. La Guajira, por ejemplo, con todo el carbón extraído del Cerrejón continúa siendo el segundo departamento más pobre de Colombia (53,3), después del Chocó (62,8), suelo donde las empresas extranjeras emboban a los morenos con moneditas de oro para dejarles sacar su madera preciosa en helicópteros que se vuelan con ellas para nunca más volver. Presidente, toda la comunidad representada por la agrupación Alianza Suroeste, que congrega todos los movimientos ciudadanos surgidos para defender su territorio de las garras de la explotación minera que pretende hacer allí la empresa Anglo Gold Ashanti, le pide que escuche sus argumentos. Que consulte las profundas razones que Comfama expone para retirarse de un gran proyecto cultural y turístico en la zona. Se trata de una entidad seria y neutral, eso usted lo sabe. Las clases de música que les están prometiendo a los rectores los inversionistas son una poma frente a las bondades y la experiencia de Comfama en generación de riqueza cultural y bienestar para los más necesitados.

Los acuerdos municipales en Támesis, Jericó, Urrao, Titiribí, Caicedo y Jardín para prohibir la minería de metales en sus suelos son una expresión de la democracia que por ningún motivo puede desconocerse. La Corte Constitucional, a través de la sentencia T-455/16, permite a los entes territoriales prohibir la minería dentro de los planes de ordenamiento territorial (POT), y la Constitución, en su artículo 313, faculta a los concejos municipales para hacer normas en defensa de su patrimonio ecológico. Cuando se habla del suroeste antioqueño no se está haciendo referencia a tierras empobrecidas ni desérticas. Es una región verde para la siembra, para el turismo, para sus gentes, para el mundo. Es un territorio privilegiado en el contexto mundial. Un paraíso para el turismo de aves con una vocación económica definida y una cultura ancestral que ya está siendo tocada por intereses que dividen la población ante las promesas de un futuro mejor, que nunca vendrá por el camino que se está tratando de abrir y que ya ha empezado a afectar las aguas subterráneas. No hay hoy ni en el futuro ningún producto más importante, más valioso y más estratégico que el agua. Retomo las palabras de Catalina Mesa, directora de la película Jericó, el infinito vuelo de los días, que la hizo merecedora de la Orden a la Democracia del Congreso de la República y a quien he consultado para esta columna: “Es un territorio tan privilegiado en cultura y riqueza ambiental que hacer un proyecto minero como el previsto tiene un costo negativo demasiado alto desde cualquier punto de vista”. Y, como dice Juanes, al defender esta, la tierra de sus ancestros, no se le puede imponer a un pueblo el cambio de su vocación a la fuerza.

*www.eltiempo.com


12

C

DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

Insensatez

uando se lee o se escucha la palabra naturaleza, uno debe de abstraerse en dicho vocablo y ser capaz de sentir la vida, sí, sentirla con todos los sentidos y con la misma piel. Es ver correr el agua montaña abajo, es sentir su frecura en las manos, oler las impregnaciones de su recorrido, escuchar sus caídas por entre las rocas, probar sus bondades y sentir las gotas resbalar en la piel. El agua es el gran conector de la tierra con la atmósfera, sus ciclos tocan a todos los seres vivos sin importar su tamaño o labor. Es la que nos da un estatus de igualdad en la tierra debido a que es necesaria para todos, es la posibilidad de permanecer en el tiempo y en el espacio terrenal. El agua es un derecho fundamental de vida para todo el planeta, no sólo del hombre, sino de todos los seres vivos o inertes que habitamos en ella. También es cultural y social, en ella encontramos la limpieza o purificación del alma y del cuerpo. Es ocio, es lúdica y divertimento. Es comunicación, es paisaje, pintura o literatura. El agua está en nuestro cuerpo, a su alrededor, encima, abajo, en los otros. Es líquida, gaseosa o sólida, fría o caliente. Siempre ha estado aquí, va y viene en sus ciclos naturales o periodos estivales. Su relacionamiento con la tierra permite el nacimiento y la reproducción de los seres vivos, es una unión de conveniencia, de acompañamiento, respeto, de contención y dispersión. Las plantas, los árboles y demás especies vegetales son la representación del alimento y la conservación. Este tapete vegetal multicolor cubre la mayor parte de los suelos, se disputa el espacio orbital con el agua que lo envuelve. Los dos son más que una unión, trabajan codo a codo para conservar, alimentar, escampar y refrescar a las demás especies del suelo y del aire que moran en la tierra. El agua y lo vegetal están ahí desde la era inicial del planeta, cuando mueran, morirá la tierra y todo lo que alberga, NO abrá lugar para los otros que iran sucumbiendo de hambre y de sed, no habrá cobijo, ni frescura, ni sombra, ni movimiento, sólo la quietud cadavérica permanecerá para contar historias del antes. Ese después será incierto. Lo sabemos, nos lo han contado, lo hemos leído y muchas veces lo hemos sentido: sin agua, sin vegetación no somos nada. No escuchamos, desatendemos, no nos importa. El afán de consumir y lucir el material fabricado por el hombre nos aleja de la naturaleza. Reemplazamos lo natural por el artificio, el mundo cambia, nos convecemos que lo sucedáneo es verdad. Destruimos por ambición y comodidad, qué ruines somos al dejar la tierra sin vegetación, sin agua, sin vida. Qué paradoja, nos sentimos seguros observando un reguero de materia muerta, deshecha, convertida en jirones para alegrar los bolsillos de muy pocos. Construímos indiferencias sociales que nos permiten aceptar la muerte de los ríos, lagos y los mares. Qué insensatez la de los seres humanos de brindar placer a través de la muerte innecesaria de la naturaleza.

Las montañas están allí para asegurar diversidades naturales, son más que paisajes, senderos o caminos. Es la comunicación entre el arriba y el abajo del agua, de los Dioses. Son uniones y separaciones de hábitats, de espacios y de tiempos. Son límites y continuidades. No son silencio, ni vacío. Las montañas son música, son encuentros, son protección, son vida. Vida y muerte es el continuum del habitar la tierra, la muerte debe dar vida para la permanencia del otro, es la ley, las matanzas generan desaparición, extinción. Acabar una montaña, un bosque, secar un río, o un lago para beneficios suntuosos, es una ignominia contra la naturaleza. Es acabar, destruir, desolar, no solo el espacio y el tiempo, sino a todos los seres vivos, incluyendo al hombre y a su futuro. Cuando se rompe el espacio del agua, de la vegetación, de la montaña, desaparecen las continuidades de vida y del tiempo. Ya no seremos sino materia estéril olvidada en los despojos apilados en un suelo yermo. El desarrollo y el progreso se erigen como enemigos de la naturaleza, ya que su norte es el crecimiento económico, es decir producir más para obtener más dinero, o mejor dicho, para acumular hasta el infinito. Si miramos un poco más adentro, si levantamos el velo que cubre la riqueza, de seguro veríamos cadáveres, materia muerta y escombros de la naturaleza. Cuántas montañas y ríos, árboles y animales estarían allí re-velados por el dinero. Cuántos espacios y tiempos destruidos en pro de un bienestar en metálico. Cuándo será que pensaremos en el desarrollo y progreso como una forma de entender la relación intrínseca de interdependencia del hombre y su entorno, somos naturaleza, somos agua, somos bosque, montaña, aire. Conservar y preservar es un continuum para garantizar la permanencia de la vida en la tierra, es de seres pensantes, inteligentes y prácticos. Aquel que quiere dinamitar una montaña, contaminar el agua o talar un bosque, es un ser que vive de la muerte, es un zombi que se alimenta de cadáveres. No es capaz de escuchar el sonido del bosque, el canto de las aves, el rugir del agua. Es un ser inmediatista que vende su futuro y el de los demás por un presente artificial. Su amor se lo entregó al dinero, su fin es la acumulación. Colofón: La incertidumbre es un riesgo que no deja lugar a la certeza, no hay como saber ni como anticiparse al saber mismo. Pareciese esto trabajo para pitonisas, brujos o hechiceros. Las ciencias que desbancaron a las artes adivinatorias, navegan en la incertidumbre misma de su método. El ensayo y error milenario se niegan a desaparecer en tiempos modernos. No se sabe, no hay seguridad, no hay respuesta. Si continuamos malgastando a la naturaleza, sus continuidades y sus tiempos, el futuro será incierto.

Juan Gonzalo Marín

jgmarin1@gmail.com


DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

Lo valioso de Jericó

L

a teoría de las ventajas comparativas, formulada a principios del siglo XIX por David Ricardo, dice algo muy sencillo: los países deben producir y exportar los bienes que fabrican a menor costo e importar el resto. Si su país tiene buenos zapateros y malos sastres, debe vender zapatos e importar vestidos. Así las cosas, ¿qué deberíamos exportar nosotros? Durante casi todo el siglo XX se pensó que lo nuestro era el café y otros pocos productos agrícolas. Los gobiernos de las últimas décadas, sin embargo, cambiaron esa vocación por la minería y, fieles a eso, otorgaron títulos mineros a diestra y siniestra. Muchos de los poseedores de esos títulos hacen hoy hasta lo imposible por obtener las licencias que les permitan sacar el oro y el cobre que se esconde debajo de las laderas tibias y fértiles donde se cultiva el café. Una de esas laderas está en el suroeste antioqueño, en el municipio de Jericó. Conozco bien ese paraje, por haber recorrido muchas veces sus montañas, a pie y a caballo, desde que era niño, en compañía de mis amigos y de mi familia. Jericó y sus montañas es uno de los sitios más bellos que conozco: la vegetación está llena de árboles inmensos y de innumerables especies de pájaros, insectos y flores, todo ello en medio de un clima tibio que abastece de sol y agua en la dosis perfecta para que la naturaleza florezca a sus anchas. Por sus quebradas de grandes piedras negras, como elefantes dormidos, descienden aguas cristalinas que luego se sosiegan cuando desembocan en el río Cartama, un afluente del Cauca que tiene sabaletas y orillas de arena blanca. En las últimas décadas, los habitantes de este municipio han tomado conciencia de la increíble belleza del sitio en el que viven y por eso se han dedicado a embellecer sus pueblos, que ya eran bellos, empezando por Jericó, que hoy es un centro de turismo en donde se puede apreciar lo mejor de la tradición antioqueña.

13

Por Mauricio García Villegas*

Todo este paraíso terrenal está hoy amenazado por la AngloGold Ashanti, una multinacional de dudosa reputación que planea construir una mina inmensa en ese municipio. Buena parte de los políticos locales han sido cooptados por ella y a la población se le han prometido regalías fabulosas que, dicen, compensarán el inevitable menoscabo de la naturaleza que traerá consigo la mina. Pero las regalías son, valga la metáfora, pajaritos de oro: espejismos que no enriquecen a nadie (salvo a los mineros), como no se ha enriquecido, por ejemplo, la Guajira con la mina del Cerrejón, ni casi ningún país pobre que se dedique a exportar minerales. La minería, ya lo deberíamos saber, por nuestros vecinos y por nuestra historia (desde la leyenda de El Dorado), no solo no produce desarrollo sino que, casi siempre, lo impide. El desarrollo perdurable requiere de esfuerzo e innovación. Los países que viven de la renta minera se vuelven perezosos, no crean industrias y pierden su creatividad; por eso terminan perdiendo. Así pues, lo que parece una ventaja comparativa, el cobre o el oro, es en realidad una desventaja y lo que de hecho es una ventaja, el entorno natural, la belleza del paisaje y las costumbres de la gente, se pierde cuando llega la mina. Nuestras ventajas comparativas están al alcance de la vista, no enterradas en el subsuelo. Lo pongo en los términos de Ricardo: nuestra ventaja real, naturaleza más cultura, tiene un valor incalculable, mientras que la otra ventaja, el valor monetario del mineral, se esfuma en la banca internacional. Por eso deberíamos importar el cobre y vender turismo.

*www.elespectador.com


14

DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

Mi mamá no tiene precio

H

ay cosas que a mí y seguramente a usted nos queda muy difícil de entender y por eso no encuentra uno explicación que lo deje tranquilo, sobre todo si el enredo le envuelve la vida a la gente de uno.

Pero como estamos conversando, pues déjeme yo le cuento lo que me hace rascar la cabeza, que no son piojos, sino preguntas que hasta ahora nadie me ha respondido, a lo mejor es usted el que me abre las luces, así no sea pa’tranquilizarme, que eso es imposible con lo que nos está oscureciendo, sino al menos pa’medio distinguir un camino que seguir, porque perdido y quieto no es consejo que yo siga. La oscuridad de la que me gustaría salir no tiene nada que ver con el sol, la luna o los bombillos, lo único oscuro en este mundo somos nosotros, los seres humanos; los animales hacen lo que hacen porque así tiene que ser, la vaca come pasto y no va a buscar pescao o espaguetis pa’comer, le da calor y el toro la sirve sin llevarle serenatas, pare la cría cuando tiene que ser y no hay partera que le lave el ternerito que no ha acabado de pararse en esas paticas de goma cuando ya tiene la teta en la boca; la lluvia llega y se va cuando le da la gana burlándose de los que creen que dominan sus caprichos, y la tierra se sacude sin preguntarle a nadie nada y seguro que se mueve sin remordimientos ni intenciones, es así y pare de contar. Pero nosotros, los animalitos más indefensos de la creación, los que sin vestidos y pastillitas no vamos lejos, pero eso sí, pa’crear enredos llegamos hasta donde sea, qué inteligencia tan verraca tenemos pa’complicar lo que está claro, pa’buscar lo que no hemos perdido, pa’cambiar lo que está como está dizque pa’que quede mejor; mejor pa’uno, peor pa’otro, y ahí viene el ingenio, cómo jodo al que no me deja cambiar lo que yo quiero, si yo soy yo, el que decido, el que puedo, el que tengo derecho porque tengo poder o dinero, billete o garrote, póngala como quiera, y lleve por pirobo. A todo le queremos poner velocidad, y al que no le guste, lo acostamos de una y para siempre, eso se llama progreso, y el que no quiera progresar es porque está muerto y hay que enterrarlo rapidito antes de que empiece a heder. El que más corra es el mejor y toca seguirlo así sea por un despeñadero, el de adelante va bien protegido, los de atrás no importa cómo vayan, si se quedaron es que son flojos, o simplemente de malas, no es mi culpa, qué se jodan y sobre todo, qué no hagan bulla. A nosotros los que nos levantamos en el campo, sabemos que una cosa es lo que uno quiera, y otra lo que Dios disponga, aunque claro, su voluntad es la de Él y por eso rogar no tiene sentido, Él hará o no hará según su plan o capricho, a nosotros no nos consulta, y siquiera que no lo hace porque le iría muy mal con todas las estupideces que nos inventamos cada día. En las grandes ciudades, los que se han criado en ellas y no han visto más que televisión y no han escuchado la alegría de

los pájaros y las cascadas, ni sentido la frescura de la noche y el vigor del sol en la mañana porque tienen temperatura programada en la casa, en el carro, en la nevera, en el calentador; que no han sembrado una cebolla ni olido la tierra recién labrada, solo distinguen fragancia de perfumes entre basuras acumuladas y humo de los carros; para los de la gran ciudad todo está programado, o bueno, mal programado, muy mal programado porque es inconcebible que haya otros que estén mejor que yo, que tengan los bolsillos y los bolsos más grandes que los míos, no, no, no, eso tiene que cambiar... doctor, ay doctor no puedo dormir, me duele la cabeza, el estómago, la espalda, las piernas, deme cualquier remedio que sirva, aunque sea una cirugía... El alma no se opera ni se cura con acetaminofén, el alma se cura simplemente viviendo, haciendo lo que haya que hacer para estar contentos, satisfechos de poder respirar y reír con los demás, ayudarnos entre todos y dejar el acelere que lo único que hace es acercar el indeseado momento de salir de circulación. Pero... qué haríamos sin los peros, pero algunos, además del acetaminofén y las cirugías, dolores y quejadera, ven solo una cosa: el vil billete, por éste lo dan todo, pierden la honradez, la dignidad es una inutilidad, las opiniones que sirven son las de los que pueden dar algo, poco o mucho, pero regalado; les falta todo lo que los demás tienen y hacen lo que sea por conseguirlo, así eso solo sirva para estorbar, o para cuidarlo pa’que otro no se vaya a enamorar de mi súper cachivache. Vea hombre, yo conozco gente que es capaz de vender la mamá por conseguir billete, pa’progresar manda la cucha cargada de perico a la USA, al hermano a meterse por una ventana pa’sacarse la guadañadora, el televisor o un celular; pone al hijo a mentir en la escuela, a la hija a que salga con el fulanito, con el duro, con el que todo puede, y así y mucho más. Y hay otros que venden la casa, el hogar y la tierra que les permite tener el alimento, el agua y el aire limpio, creen que un apartamento en un edificio donde se oyen los pleitos y los suspiros ajenos es preferible al ranchito en medio de los árboles y el cacareo de las gallinas. Todo eso es lo que ni yo ni nadie entiende, dizque somos inteligentes los humanos, y que los más inteligentes son los que buscan el progreso, que tienen visión dicen y están listos para acabar con el agua, el aire, la tranquilidad, la familia, las amistades y lo que sea con tal de tener billete. Aquí, en Jericó, los visionarios solo oyen la promesa de los millones pero no quieren ver lo que todos sabemos: tanta promesa esconde el engaño, es una carnada en el anzuelo que busca pescar la riqueza de nuestras montañas así quedemos todos chapaliando como pescado acabao de sacar del río.

El primario


DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

15

Amnesia

L

iborio vivía detrás de un mostrador de madera, olía a naftalina y sus hijos eran de vidrio, o eso decíamos en la escuela cuando alguien se ponía en frente del objeto de nuestra atención, - ¿Usted cree que es hijo de Liborio? -, esa expresión solo los del pueblo la entendían, no había que esperar a tomarla en el aire, en cambio preguntar: ¿Usted se cree transparente? Hasta la entiende un político con todo el cinismo del caso. Liborio no tenía hijos, que se sepa, pero si tenía dicho y como del dicho al hecho hay mucho trecho, prosigo como Ireneo Funes hurgando en la memoria y cuando me encuentre con el olvido, inventaré que es propio de quien recuerda. En el verano se guardan las prendas de lana, los abrigos y ruanas para darle uso a prendas más ligeras, almacenadas en escaparates de madera se quedarán guardadas hasta que sea necesario volver a usarlas, aunque el clima del poblado es bastante fresco, se suele acumular y abandonar ropa en los armarios, incluso muchas personas mueren dejándolos repletos de ropa que nunca se pusieron. Cuando se registra el armario por cambio de clima o necesidad de mover las cosas de un difunto, lo primero que salta a la vista son las polillas, que bien pueden llevar años viviendo en la oscuridad alimentándose de la queratina que sigue presente en la lana, las plumas, pieles o seda, materiales esenciales del buen vestir de los pueblerinos. -Vaya donde Liborio y me compra cien pesos de mata polillas -, dice una voz adulta, y el niño obedece. – Buenas Don, me hace el favor y me vende cien pesos de esas bolitas blancas -, señala con el dedo índice y con los otros sigue empuñando las monedas con las que ha de pagar; las bolitas blancas son para el niño como confites de mentas, pero si creen que este relato se desenvolverá en tragedia, les advierto que este infante es muy inteligente y sabe muy bien que esas bolitas son un neurotóxico que afecta el sistema nervioso central de estos insectos, pero como es un niño no puede resistirse a pensar que parecen dulces. - ¿Cu-cu-cu-cu cuanto va a-a-a-a-a llevar? -, pregunta con su voz trémula el dependiente y el niño ingenuo y sagaz le responde – Ci-ci-ci cien pesos -. En su vida nunca dijo una sola palabra de corrido, - Mejor el silencio- piensa y los pensamientos si le salen de corrido. Con una hoja del periódico Patria Nueva, en la que también hay una suma hecha a lápiz sobre una columna escrita por él mismo junto a la publicidad del jabón La Jirafa, hace un cono de papel y allí empaca las bolitas de naftalina. La tienda estaba llena de cachivaches empolvados que tarde que temprano tenían venta y, aunque estoy hablando del pasado, casi todo en este lugar ya era del pasado. A Liborio lo recuerdo como a un personaje salido de una viñeta de Dick Tracy, pequeño, de rostro enjuto, su frente arrugada como el fuelle de un acordeón, calvo y de lentes con monturas de carey negro; en su tienda estaba en mangas de camisa, en la calle siempre iba de saco y sombrero impecables, ajenos a las mordeduras de polillas.

Foto: Brad Spencer Liborio era marquetero y limitaba por todas sus esquinas con la soledad. Un día hace mucho tiempo, antes de ser el hombre que se evocaría en estas páginas, fue un niño, jugaba al “machocalengue” con Isabelita, amiga de la niñez que duró una tarde, fugaz, como la esencia del jazmín, perdurable como un raspón en la rodilla, estridente como una carcajada y recordada como la ebriedad del primer beso. Un hermano de Liborio salió del pueblo con quince centavos en el bolsillo y le dio la vuelta al mundo, él se quedó en el pueblo para ser un hombre común, de esos que no dan muchas vueltas. Ahora esos tiempos languidecen amarillentos en las páginas de aquel semanario en que escribía, como un bucle se reescriben en este periódico que también será pasado y que, en su edición impresa, contará cosas que fueron, que nunca más serán o que realmente nunca pudieron ser. Contando con suerte, alguien lo usará para envolver un aguacate o hacerle un avioncito a un niño. Liborio es una sombra asida al recuerdo de un hombre que padece amnesia.

Carlos Andrés Restrepo Espinosa

carloscantante@gmail.com


16

DESPIERTA JERICÓ Octubre 2020

¡Feliz cumpleaños a mi patria chica!

Por Felipe Estrada Velásquez

J

ericó, sos para mí un gran orgullo, pero sobre todo, uno de mis mayores privilegios en esta vida. En tus 170 años, paralelos a lo largo de una historia de tragedias nacionales, has sabido ser una burbuja que ha logrado neutralizar gran parte de la violencia que consume a este país. Aquí la gente aún se muere de vieja, y por eso es tan triste e impactante cuando pasan cosas que usualmente aquí no pasan, y no queremos que aquí eso también se nos vuelva paisaje. Y como si eso fuera poco, ¡sos un pueblo hermoso por donde se te mire! Por tu arquitectura, tu idiosincrasia paisa, tus paisajes sobrecogedores, tu limpieza desde el piso hasta el agua y el aire, por tu gente noble, amable, trabajadora y tesa, y tu aservo cultural e histórico que te merecen el apelativo de "la Atenas del suroeste", por la nobleza, la misión y la visión con que te proyectó y te levantó tu fundador, Don Santiago Santamaría y Bermúdez de Castro, por tu cielo de azules profundos y nieblas espesas, y ese verdor que te reviste gloria, por tus tierras fértiles en varios pisos térmicos que nos proveen casi cualquier tipo de alimento, y tu localización estratégica en una estrella fluvial de las que pocas quedan, y que te da la mayor riqueza de todas: el agua. Por tu exuberante biodiversidad, y tu antepasado indígena cuyo respeto y reverencia a la Pacha Mama parecen haberle impregnado una energía especial y perenne a este territorio que se siente inmediatamente uno llega aquí. Sos tan rico, que hasta oro y otros metales codiciados tenés en tus entrañas, y por eso te quieren eviscerar sin importar cuánto sangres, o si mueres, o sin calcular que poniendo esto último contra todo lo anterior en una balanza, no habría manera de que ese oro pague todo las riquezas que desde siempre hemos tenido, y poco valorado. No soy egoísta, el hecho de vivir en el privilegio no me nubla los ojos ni me borra la empatía, ni pretendo que se cierre el domo de esta pequeña Wakanda suroestana, para que nadie entre ni salga. Siempre estoy dispuesto a, y orgulloso de, compartir todos estos privilegios con propios y extraños, me apasiona enseñar lo que sé y lo que tengo, y con la hospitalidad que nos caracteriza a los paisas en general, y a los jericoanos en particular, doy siempre la bienvenida a quien esté dispuesto a dejarse consentir por esta tierra y todas sus bondades.

Pero ojo, no se confundan, pues no todo el mundo es merecedor de estar aquí, porque si alguien viene a Jericó sin el más mínimo respeto por esta tierra, y no viene a construirla, sino a destruirla, aquí no es bienvenido, y estoy dispuesto a defenderla cada día, porque si hay un principio de vida arraigado en mí es la lealtad, y así como no me permito traicionar a los míos, mucho menos me permitiría traicionar a mi tierra a la que le agradezco tanta felicidad y calidad de vida, la misma que quiero que conserven las generaciones futuras, por un principio básico de empatía, de humanidad, de gratitud, repito, de lealtad. Sólo cuando uno es un verdadero jericoano, de corazón, independientemente de donde haya nacido, es que puede entender el significado y la magnitud (que se queda muy corta) de estas palabras. ¡Gracias Jericó! Mi grato nido de amores. Toda mi lealtad, mi gratitud y mi amor para vos, ¡siempre! Feliz cumpleaños otra vez, y ojalá haya Jericó, el Jericó que sos en esencia, para muchos siglos más.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.