que el aparato burocrático y político del estado, garantice a la población y al pueblo católico de nuestra entidad federativa, la seguridad y con ello facilitar el desarrollo económico que dé bienestar y progreso a la población. Y no solamente la Iglesia está en esto, también son notables las declaraciones del Papa Francisco en su viaje a la República de Brasil para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, donde fijo su postura ante el neoliberalismo, la dificultad que tienen los jóvenes para la inserción al mercado laboral y pérdida del nivel de empleo en las economías y las sociedades, exhortó a los gobiernos a trabajar para construir una cultura más incluyente, hizo referencia a las preferencias sexuales de los hombres y mujeres sobre la tierra, pero sin hacer declaración específica condenando o aceptando la sexualidad equivocada, fue célebre su afirmación cuando en una entrevista manifestó a pregunta sobre su opinión en relación a la población gay que actualmente prolifera en el mundo, se limitó a contestar: “Quién soy yo para juzgarlo”. Así podemos concluir regresando al tema fundamental de este artículo que es la libertad de culto religioso y la secularización y laicidad y la separación iglesia-estado, contenidos en la vigencia actual reciente del artículo 24 y 130 Constitucional. Debido a límite de palabras acotadas para este análisis quedará pendiente rea-
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