Enciclopedia odontológica
tas, mediatas o tardías de la muerte. Los signos negativos de vida son la ausencia del pulso, la respiración y el latido cardiaco; los signos positivos agrupan la pérdida de la temperatura, deshidratación, rigidez, livideces e hipotasias; los fenómenos tardíos abarcan la putrefacción, momificación, esqueletización, calcificación, y la flora/fauna cadavérica. Hallazgos estomatológicos
Enfocados en el aparato estomatognático encontramos las siguientes manifestaciones cadavéricas: Palidez tegumentaria. Aparece en los labios a los cinco minutos de la muerte por el cese del suministro sanguíneo. Tiene una duración de 24 horas, pero en ocasiones puede durar hasta dos o tres días. Lividez cadavérica o livor mortis. Aparece entre las tres y seis horas después de la muerte. La sangre se acumula por la acción de la gravedad y en los puntos donde la acumulación es mayor la piel adopta una tonalidad que puede ir del rojo claro al azul oscuro. Cuando el cadáver permanece en una posición de decúbito supino la iniciación de las primeras livideces en la región posterior del cuello aparece entre los 20 y 45 minutos después de la muerte.
Desecación de las mucosas. Se presenta especialmente en los labios, ya que al finalizar la respiración se pierde el grado de humedad en ésta zona y comienza el proceso de evaporación del agua de la mucosa. En algunas personas los labios adquieren la forma de un ribete que puede ir del pardo al rojizo e incluso llegar a una decoloración negruzca. Termina hacia los cuatro días aproximadamente. Rigidez cadavérica o rigor mortis. Surge a causa de la contracción de las fibras musculares. Comienza en los músculos masticadores, habitualmente en la articulación temporomandibular; se hace visible de dos a cuatro horas posteriores a la muerte y se extiende al resto de la musculatura después de las primeras seis a ocho horas post mortem. Es un proceso que tarda diez horas, se mantiene durante doce horas y desaparece después de 48 horas, dos, tres o cuatro días después de la muerte. El macizo facial es el último en perder la rigidez muscular. No todos los cadáveres sufren los cambios en igual forma, en especial si hay variaciones por múltiples causas, entre ellas principalmente las condiciones atmosféricas y el medio en que se encuentra el cuerpo. Las modificaciones que sufre un cadáver
que permanece una semana al aire libre corresponden a dos semanas dentro de agua y a 8 semanas si está enterrado en un féretro forrado con láminas de zinc. Los fenómenos son más rápidos en el verano y más lentos en el invierno. (Figura 2) Por lo general, de los seis meses al año los músculos –incluyendo los faciales– se transforman en adipocira; de 3 a 6 años han desaparecido los tejidos blandos; de 5 a 7 años los tendones y cartílagos; de 10 a 15 años se inician las alteraciones de las estructuras óseas, para que a los 50 años se vuelvan porosas. Con respecto a los tejidos dentarios, después de 50 días de exposición al aire aparecen grietas en el cemento, que se hacen más notables después de 300 días. Dicho fenómeno es más lento cuando el diente se encuentra en tierra o en un lugar seco. El promedio de la expansión de la dentina es proporcional al tiempo transcurrido desde la muerte por acción de la humedad presente en los canalículos. Por su parte, el tejido pulpar es más sensible a los cambios taxonómicos que los tejidos duros, por lo que su utilidad es mayor en el diagnóstico de tiempo de muerte. Con respecto a tejidos bucales, como el ligamento periodontal, la encía, la lengua y el hueso alveolar, los cambios post mortem ocurren en la relación de uno en el aire, dos en el agua y de 2.5 en la tierra.
ASFIXIA La asfixia se define como falta del intercambio gaseoso y por ende de la respiración debido a la obstrucción en las vías respiratorias por múltiples y diferentes causas, que de prolongarse lleva a la muerte. De acuerdo a la causa que la origina, se clasifica en: estrangulación y ahorcamiento, sofocación, sumersión o ahogamiento. Figura 2. Los factores climáticos desempeñan un papel esencial en la descomposición de los cadáveres. No existen leyes que rijan el ritmo de putrefacción; puede ser rápida en ciertas condiciones y lenta en otras.
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Dentista&Paciente
En todas las asfixias encontramos cianosis facial (aumentando la coloración de los labios principalmente), siendo más noto-