NOTA DE TAPA
POR DENISE TEMPONE
SEGUIR VIVIENDO SIN SU AMOR UN ADIÓS A SPINETTA, UNO DE LOS GRANDES POETAS DE LA MÚSICA LOCAL Y EL CREADOR DE ARTAUD, EL MEJOR DISCO DE LA HISTORIA DEL ROCK NACIONAL, SEGÚN SUS PROPIOS COLEGAS.
Y
o soy sólo un músico, Spinetta, un fenómeno de cantautor. Siempre me costó entender la poesía cantada. Soy de los que creen que la poesía tiene su propia música y la música su propia poesía, pero escucho cosas como las de él y me parece increíble. Le pone música apropiada a lo que crea. Busca la belleza en esa conjunción y la encuentra a su modo”, con estas palabras Astor Piazzolla definió a “El Flaco” en marzo de 1985, cuando Antonio Carrizo le preguntó si rescataba a alguien, en esa famosa contienda entre rockeros y tangueros que se daba en el momento. Tiempo después, Astor hizo una notable excepción cuando lo invitó a tocar junto con él. En un arranque de honestidad “El Flaco” decidió llamarlo y confesarle que realmente no se sentía a la altura de él: no sabía leer ni escribir música. Pero aunque no pudiera responder al academicismo del mayor desestructurador de la historia del tango, Spinetta tenía algo particular, único, personal que Astor veía con claridad: su manera de construir mundos a través de palabras y sonidos que juntos creaban algunas de las más exquisitas composiciones que dio el rock latinoamericano a lo largo de la historia. Música, palabras, imágenes y sensaciones, el cóctel Spinetta lo tenía todo. No hacía falta, para ser lo que él era, el academicismo o la rigurosidad intelectual. Ese llamado, esa invitación del prócer del tango, aun declinada, habían dejado en claro, habían legitimado su lugar en el firmamento artístico local. Un artista reconoce otro cuando lo tiene enfrente. DESTINO. A decir verdad, hasta ese momento, nunca había sido un problema para “El Flaco” prescindir de una formación ortodoxa. No hacía falta un gran bagaje cultural para hablar con el mundo en el dialecto en que él lo hacía. “La música es un lenguaje que está en el cosmos como todo lo que nos rodea. El músico que se pone en contacto con el cosmos, que sabe indagarlo con amor, podrá apoderarse y utilizar ese lenguaje como si leyera una clave que pareciera indescifrable y hará su música, sin detenerse jamás. Sé que mi misión es
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