Entre los múltiples instrumentos y enfoques generados por la NGP en la perspectiva de fortalecer la
capacidad del Estado para promover el desarrollo, se encuentra la “Gestión para resultados” (GpR):
“Estrategia de Gestión que se centra en el desempeño y el logro de productos, efectos e impacto”
(OCDE 2002). Mientras el enfoque de gestión tradicional de administración pública descansa en velar
por el cumplimiento de procedimientos y normas, la ejecución de actividades y el seguimiento en la
entrega de productos y servicios; la GpR postula que los esfuerzos del Estado deben estar dirigidos a
maximizar la creación de valor público y los resultados para el ciudadano. Estos cambios sociales o
resultados esperados se planifican y plasman en metas, actividades, indicadores y recursos
necesarios a lo largo del tiempo que dura el proyecto o plan. Además, se suelen asignar
responsabilidades, presupuesto y plazos vinculados al logro de las metas planeadas.