el castillo del silencio —No, Sam es real. De hecho, es un yo más real que el que habéis estado llamando yo durante estos años. No os estáis volviendo loco. Simplemente estáis empezando a oír a vuestro yo verdadero. Por esta razón el tiempo transcurrió sin que os dierais cuenta. —No lo comprendo —dijo el caballero. —Comprenderéis cuando hayáis pasado por el Castillo del Conocimiento. Antes de que el caballero pudiera hacer más preguntas, Merlín desapareció.
65