Daha Mentalidad Emprendedora

DE ADENTRO HACIA AFUERA

MENTALIDAD EMPRENDEDORA El camino estoico para alcanzar éxito duradero en los negocios

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DE ADENTRO HACIA AFUERA

«El que teme sufrir, ya sufre el temor», Séneca

Afuera se lamentan cuando oyen decir a alguien que va a emprender. De hecho, cuando escuchan la noticia devuelven palabras de ánimo ocultando en su mirada el sacrificio que ya ven en ti.

Adentro esas palabras calan aunque tu expresión trate de disimular el ataque de pánico que estás experimentando en ese momento.

El mundo no emprendedor duda de las capacidades del mundo emprendedor, especialmente de la resiliencia para afrontar las circunstancias adversas.

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Afuera, emprender está considerado como un acto heroico.

Adentro, sientes que el emprendimiento es la única salida porque así lo has elegido.

Cuando te das de alta en cualquier sistema oficial para iniciar un negocio empieza un viaje interior, EL VIAJE. Y si estás leyendo estas líneas es porque ya estás transitando ese camino o estás a punto de hacerlo.

El viaje tiene más kilómetros que la propia vuelta al mundo y más altibajos que las olas del océano. En cada paso descubres la vastedad de la existencia, un recorrido que se extiende mucho más allá de la geografía física. En su travesía, encuentras colinas que desafían tus pensamientos y valles que te invitan a la reflexión profunda. Cada giro del camino presenta la oportunidad de crecimiento, con experiencias que elevan tu espíritu hasta las cimas más altas y desafíos que te sumergen en las profundidades del aprendizaje.

En este viaje que supera la circunferencia del mundo te conviertes en un navegante de tu propia historia, con la certeza de que la grandeza y la complejidad yacen en cada paso y cada altibajo al que te enfrentas.

Y esto no ocurre con un trabajo por cuenta ajena. O quizás, me atrevería a decir que en el viaje emprendedor los tiempos son más cortos por lo que el resultado es más rápido y más intenso.

El viaje interior tiene un punto de inicio en el mapa llamado responsabilidad.

En el momento en el que tienes una responsabilidad sobre tu presente y tu futuro, aquí se desata la tempestad interior.

«Se daña más de lo necesario quien se daña antes de lo necesario», Séneca

¿Tendré clientes? ¿Están mis clientes satisfechos? ¿Podré vivir de esto? ¿Podré tener un salario cada mes? ¿Podré pagar a esta persona que acabo de contratar? ¿Y si mañana esto empieza a caer? ¿Si dejo de ser visible seguiré vendiendo? ¿Por qué la gente me critica?

Desde este lugar me afilié al estoicismo con el objetivo de vivir una vida serena y en paz a la vez que disfruto creando productos y negocios.

Creo que «hablaba en estoicismo» antes de conocer en profundidad qué era esta corriente filosófica. Los principios en los que asentaba mi vida estaban basados en el estoicismo aún sin haberlo estudiado. Y fueron varias personas las que me dijeron «Eli, esto es estoicismo».

Así que tras profundizar en los textos de los autores estoicos más reconocidos he podido comprobar que muchos principios de la Psicología están fundamentados en tesis de estos sabios de la antigua Grecia y Roma.

Aunque el estoicismo tuvo su apogeo hace más de 2.000 años, su influencia ha perdurado hasta la actualidad. La filosofía estoica ha inspirado a numerosos líderes, escritores y pensadores modernos. Desde la influencia en la fundación de las instituciones estadounidenses hasta la inspiración de escritores de autoayuda, sigue siendo relevante en la búsqueda de una vida significativa y equilibrada.

«Lo primero que un aspirante a filósofo debe hacer es eliminar sus presuposiciones; una persona no va a aprender nada que crea que ya sabe», Epicteto

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Y empieza el dolor y el sufrimiento…

El estoicismo tiene sus raíces en la antigua Grecia, donde Zenón de Citio (Chipre) estableció las bases de la filosofía estoica en el siglo III a. C. En el contexto de este manual, me gustaría resaltar que Zenón fue un rico comerciante que naufragó en uno de sus viajes perdiendo todas las pertenencias que tenía. Sin nada más que perder y con las manos vacías, decidió dirigirse a Atenas donde conoció las enseñanzas de Sócrates, Platón, Aristóteles y sus seguidores. Allí empezó a dar clases bajo el Pórtico (Stoa Poikilē), de donde proviene el nombre de estoicismo.

Si es que el dicho popular «no hay mal que por bien no venga», sin duda tiene historias increíbles que lo sustentan, como la del propio Zenón. Si ese naufragio no hubiese ocurrido, quizás hoy no podríamos hablar de estoicismo… o sí… quién sabe…

Esta filosofía se transmitió a través de sucesivas generaciones de filósofos, incluidos Cleantes, Crisipo y Panecio. Durante la época romana, ganó popularidad y filósofos como Epicteto, Séneca o Marco Aurelio consolidaron y expandieron sus enseñanzas.

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Las enseñanzas de Zenón podrían resumirse con el símil de que la vida es una escuela y los seres humanos hemos venido a aprender de ella. Compartió prácticas para que sus alumnos mejoraran en el arte de vivir superando el sufrimiento.

Epicteto, Séneca y Marco Aurelio han sido los tres máximos referentes del estoicismo.

Epicteto, desde la esclavitud «No intentes que las cosas sucedan como deseas. Desea las cosas tal y como suceden».

Epicteto fue un filósofo estoico griego nacido alrededor del año 50 d. C. y fallecido alrededor del 135 d. C. Fue esclavo de Epafrodito, un miembro adinerado de la corte de Nerón, quien le permitió estudiar y más tarde consiguió la libertad. Cuando fue liberado, se convirtió en discípulo del filósofo estoico Musonio Rufo. Epicteto no dejó obras escritas, pero sus enseñanzas fueron recopiladas por su alumno Arriano en los Discursos y en Enquiridión o Manual de Vida.

Las enseñanzas de Epicteto se centran en la idea de que el sufrimiento humano proviene de la interpretación que damos a los eventos, más que de los eventos mismos. Argumenta que no podemos controlar muchas cosas en la vida, pero sí podemos controlar nuestras reacciones y actitudes hacia ellas. Su filosofía aboga por la aceptación de lo que no se puede cambiar y la búsqueda de la virtud y la sabiduría como medios para alcanzar la tranquilidad y la felicidad.

«De entre las cosas que existen, algunas dependen de nosotros, pero otras no.

Así, de nosotros depende la opinión, la intención, el deseo, la aversión; en síntesis todo lo que es asunto nuestro. En cambio, no dependen de nosotros el cuerpo, la fortuna, la fama, el poder; o sea, todo cuanto no es asunto nuestro».

Séneca, desde la abundancia económica «No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho».

Séneca, cuyo nombre completo es Lucio Anneo Séneca, fue un filósofo, estadista, dramaturgo y escritor romano nacido en Córdoba (España) alrededor del año 4 a. C. y fallecido en el año 65 d. C. Es conocido por sus contribuciones a la filosofía estoica y por ser uno de los principales consejeros del emperador romano Nerón.

Séneca procedía de una familia acomodada y tuvo una vida llena de riquezas. Se le consideraba una de las personas más ricas del mundo en aquella época. Fue hombre de negocios con numerosas propiedades en su poder. Debido a su gran fortuna fue acusado de no regir los principios estoicos, pero tal y como recoge Pepe García en su libro sobre estoicismo Siempre en pie, Séneca se defendió argumentando que lo importante no es tener o no riquezas, sino que estas no alteren ni comprometan actuar con virtud de acuerdo con los valores estoicos.

Como filósofo estoico abogaba por el desapego o la indiferencia emocional hacia las cosas que no podemos controlar. Él consideró que gran parte del sufrimiento humano proviene de aferrarse a lo que está fuera de nuestro control y que la sabiduría y la virtud residían en aprender a aceptar los eventos de la vida con serenidad y ecuanimidad.

En sus escritos, Séneca enfatiza la importancia de reconocer la transitoriedad de las cosas materiales y externas. Animaba a la gente a no depender emocionalmente de las riquezas, el estatus social o las opiniones de los demás. Séneca argumentaba que la verdadera libertad y felicidad se encuentran en la virtud y la capacidad de mantener la calma ante los cambios y las adversidades.

Su filosofía se centraba en la idea de vivir de acuerdo con la razón, aceptar lo que no se puede cambiar y cultivar la virtud. A pesar de su papel en la corte de Nerón, Séneca acabó siendo acusado de conspiración y se le ordenó morir por suicidio (abrirse las venas) como resultado de las intrigas políticas en ese momento. Séneca es recordado tanto por su filosofía como por su trágico final.

Marco Aurelio, desde el imperio «Aquel que rehúye la crítica está rehuyendo el progreso».

Marco Aurelio fue un emperador romano y filósofo estoico. Nació en el año 121 d. C. y murió en el 180 d. C. Fue emperador desde el 161 hasta su muerte en el 180. Marco Aurelio es considerado uno de los «Cinco Buenos Emperadores» de Roma.

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Séneca escribió una serie de cartas filosóficas dirigidas a su amigo Lucilio, conocidas como Cartas a Lucilio. En este texto aborda una amplia variedad de temas, desde la ética hasta la naturaleza de la vida y la muerte. También escribió ensayos filosóficos como Sobre la brevedad de la vida o Sobre la ira.

Además de sus logros como líder político y militar, es conocido por sus escritos filosóficos personales, recopilados en una obra titulada Meditaciones (en griego, «Ta eis heauton»). Estas meditaciones son una serie de anotaciones personales en las que reflexiona sobre la filosofía estoica y las lecciones que aprendió a lo largo de su vida.

En este texto, Marco Aurelio explora principios estoicos como la aceptación del destino, el control de las emociones, la importancia de la virtud y la necesidad de enfrentar los desafíos con ecuanimidad. Su enfoque filosófico persigue la autodisciplina y la búsqueda de la sabiduría como medio para alcanzar la tranquilidad y la felicidad. Aunque escribió estas meditaciones principalmente para sí mismo, sus enseñanzas han tenido un impacto duradero en la filosofía estoica y han sido estudiadas y apreciadas a lo largo de los siglos.

Enfrenta lo inevitable con serenidad, acepta lo que no puedes cambiar y cultiva la virtud en cada elección; así encontrarás la paz interior en el jardín de la filosofía estoica.

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LOS PRINCIPIOS BÁSICOS DEL

ESTOICISMO PARA APLICARLOS

EN TU NEGOCIO Eli Romero

El estoicismo aborda la vida desde una perspectiva ética y práctica, proporcionando principios fundamentales que guían la conducta y la actitud de quienes practican esta filosofía. ¿Acaso un negocio no tiene una aplicación profundamente práctica a la vez que se sostiene en tu propia ética?

«No son las cosas en sí las que nos perturban, sino nuestras interpretaciones de sus significados», Epicteto

Aceptación y resiliencia Un tema recurrente en el estoicismo es la importancia de aceptar la realidad tal como es. Los estoicos argumentan que el sufrimiento proviene de la resistencia a lo inevitable y abogan por aceptar las circunstancias con serenidad.

En el mundo de los negocios las fluctuaciones, las eventualidades y los desafíos son ineludibles. El cambio es una constante en la vida y en el Universo.

Hablando claramente, van a venir tortas antes o después y no vas a poder evitarlas, pero sí puedes prepararte mentalmente para que cuando lleguen puedas hacerte responsable de la situación y afrontarla con menos dolor.

Adoptar una mentalidad estoica implica reconocer que el sufrimiento en el entorno empresarial puede surgir de la resistencia a lo inevitable.

¿Cuál ha sido el último revés que has vivido con tu negocio?

¿Qué dolor o sufrimiento te ocasionó?

¿Cómo lo hubieses afrontado sabiendo que los desafíos son inevitables?

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Acepta las circunstancias con serenidad y desarrolla resiliencia frente a la adversidad. Los líderes y profesionales estoicos ven los desafíos como oportunidades para aprender y crecer, transformando las dificultades en valiosas lecciones para mejorar las estrategias, la toma de decisiones y la adaptabilidad del negocio.

«Eres dueño de tus actos, no de los resultados.

Practica el autocontrol y mantén tu integridad sin importar las circunstancias», Marco Aurelio

Autodisciplina y Autocontrol Esta filosofía enseña que la virtud y la sabiduría pueden cultivarse a través del control consciente de nuestras acciones, emociones y pensamientos. Se trata de la habilidad de gestionar y moderar las emociones y deseos para evitar reacciones impulsivas o irracionales. Significa no permitir que las emociones negativas gobiernen tus decisiones.

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El estoicismo enfatiza la importancia de no dejarse perturbar excesivamente por lo que no está bajo nuestro control y desarrolla la capacidad de perseverar y mantener el curso incluso en medio de desafíos. La autodisciplina fortalece la determinación y el compromiso con los principios fundamentales.

El control de las emociones es un auténtico desafío porque el ser humano siente y, dependiendo de la configuración personal el sentimiento puede ser más o menos intenso o más o menos controlable, pero todos podemos controlar los pensamientos, las acciones y las emociones.

La «pausa estoica» se refiere a la idea de tomarse un momento para reflexionar y responder de manera deliberada en lugar de reaccionar impulsivamente ante situaciones desafiantes o emocionales.

Al tomar esta «pausa estoica», una persona practicante del estoicismo busca evitar respuestas emocionales impulsivas y, en cambio, elige responder con sabiduría y autodisciplina. ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste prisionero de tus emociones?

¿Cómo podrías resolver una situación libre de emociones?

Séneca escribió que la mejor acción correctiva contra la ira es la postergación de la respuesta porque el primer asalto es duro, pero se debilitará con la espera.

Este proceso funciona, tanto Javi como yo lo tenemos validado. Usar o no una «pausa estoica» puede llevarte a la cama ese día tranquilamente o desarrollar un sufrimiento por arrepentimiento que se extenderá durante varios días.

Es importante que sepas que esto se aprende con la práctica porque cuando algo está caliente, tu interior también se caldea y quieres sacar la ira dentro de ti. Pero en este punto tienes que ser muy estoico.

Ante la duda, espera.

En un litigio verbal el que espera «gana». Si defino ganar como sentir que pese al debate o discusión, tú sigues en un estado de serenidad.

Si mandas un audio con una queja o un punto de vista conflictivo y ves que la otra persona casi de inmediato está grabando un audio o te está escribiendo, viene fuego porque no ha disfrutado de la pausa que rebaja la tensión. Posiblemente la otra parte terminará pidiéndote disculpas tras 30 minutos diciéndote que lo habías pillado «en caliente».

Pese a que la persona te diga cosas desagradables, sigue las pautas que vas a leer en este manual y trata siempre de mantener la serenidad pese a la adversidad.

Se puede.

Este contenido es muy valioso porque donde hay relaciones hay conflicto y donde hay dinero hay más conflicto aún. Así que un negocio tiene muchas papeletas para ser un lugar donde se abran debates y discusiones. Como buen estoico, acepta este punto y prepárate para cuando llegue. Sin miedo, sin expectativas y

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Define tu nueva estrategia personal para no dejarte influenciar rápidamente por tus emociones:

con mucha calma interior.

Como recomendación, búscate a alguien que comprenda también estos principios y cuando recibas un mensaje que despierte tu ira, habla con esa persona de posibles respuestas antes de contestar. Comprobarás que durante la conversación vas a ir rebajando la intensidad de tu cabreo a la vez que aumenta el tiempo de la pausa. Caballo ganador.

«Te conviertes en aquello a lo que prestas atención», Epicteto

El momento presente y la atención plena 12 De Adentro Hacia Afuera

Quizás asocies estos términos al budismo y lo sitúes conceptualmente como mindfulness, pero los estoicos, aunque la terminología puede diferir, sostienen que la atención plena es esencial para una vida significativa. Practicarla ayuda a evitar la preocupación excesiva por el pasado o el futuro, permitiendo una mayor claridad y eficacia en las acciones diarias.

Ambas filosofías abogan por la autorreflexión, la aceptación de la realidad y la gestión consciente de las reacciones emocionales. A pesar de las similitudes, la atención plena en el budismo a menudo se asocia con prácticas meditativas específicas, mientras que en el estoicismo, la atención consciente se manifiesta más a través de la reflexión y la aplicación práctica de principios éticos en la vida cotidiana.

Ejercicio de atención plena para una reunión consciente: 1. Preparación: Antes de la reunión, toma unos minutos para respirar profundamente y centrarte en el momento presente. Deja atrás las distracciones y concéntrate en el propósito de la reunión. Estás aquí y ahora para resolver el objetivo del encuentro. Evita pensar en otros asuntos durante la reunión o abrir nuevas pestañas en tu navegador para intentar avanzar en otros temas.

2. Observación visual: Al ingresar a la sala de reuniones, toma un momento para observar visualmente el entorno. Mira los detalles del espacio, los rostros y cualquier elemento que contribuya al ambiente. Si el encuentro se realiza a través de una plataforma

digital, haz el mismo ejercicio: observa todo lo que ocurre en la sala y a tu alrededor.

3. Escucha consciente: Presta atención a cada palabra que se comparte, evitando distracciones mentales y reservando tus juicios. Mientras escuchas, observa también las expresiones faciales y el lenguaje corporal.

4. Apreciación de la interacción: Presta atención a las interacciones y contribuciones de los demás. Valora la diversidad de perspectivas y experiencias en la sala, reconociendo la riqueza que aporta cada participante.

5. Focaliza en la respiración:

6. Pausas estratégicas: Toma un respiro, observa conscientemente el entorno y verifica tu estado mental antes de seguir adelante.

7. Conclusión reflexiva: Al finalizar la reunión, toma un momento para reflexionar sobre lo discutido y aprendido. Observa cómo te sientes y agradece las oportunidades de crecimiento y colaboración.

Ejercicio de atención plena para escribir un correo sobre una colaboración: 1. Preparación: Antes de comenzar a redactar el correo electrónico, toma unos minutos para respirar profundamente y enfocarte en la tarea. Deja de lado cualquier distracción y concéntrate en la importancia de la colaboración que estás buscando.

2. Definición del propósito: Reflexiona sobre el propósito específico del correo. ¿Qué colaboración estás solicitando y cuáles son los beneficios para ambas partes? Tener una comprensión clara te ayudará a comunicarte de manera más efectiva.

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Si te sientes abrumado o distraído, realiza breves ejercicios de respiración consciente. Inhala y exhala profundamente para centrarte y recuperar tu atención en la reunión.

3. Empatía: Antes de empezar a redactar, piensa en la perspectiva del destinatario. ¿Cómo puede beneficiarse él o ella de la colaboración? Considera sus necesidades e intereses para ajustar tu enfoque y hacer que la solicitud sea más atractiva.

Recuerda siempre que, como dijo Marco Aurelio, «lo que no es útil para la colmena, no es útil para la abeja».

4. Escritura consciente: Mientras redactas el email, presta atención a la elección de palabras y al tono. Sé claro y conciso en tu mensaje, evitando malentendidos. Observa también cómo te sientes durante el proceso de redacción.

5. Revisión atenta: Antes de enviarlo, realiza una revisión consciente. Lee el mensaje detenidamente para asegurarte de que sea claro y respetuoso. Verifica si has expresado claramente el propósito de la colaboración y si hay oportunidades para mejorar la claridad o la empatía.

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6. Consideración de alternativas: De nuevo, antes de pulsar sobre «Enviar», toma un momento para considerar alternativas o posibles respuestas del destinatario. Esto te ayudará a anticipar posibles preguntas o preocupaciones y a abordarlas de manera proactiva en el propio email.

7. Pausa reflexiva: Después de enviarlo, tómate un breve momento para reflexionar sobre la experiencia. Observa cómo te sientes y si hay oportunidades para mejorar en futuras comunicaciones similares.

Incorporar este ejercicio a tu día a día baja el nivel de intensidad emocional, así como el nivel de riesgo. Solo la lectura de estas líneas evocan un estado de calma, ¿qué ocurriría si incorporas esta práctica a tu vida profesional y personal?

Saliéndome del discurso estoico y según el Dr. Joe Dispenza, en física cuántica el efecto observador afirma que allí donde pones la atención pones la energía y esta trabaja para ti, por lo tanto, lo que piense tu mente se manifestará.

Cosmopolitismo y ética universal El estoicismo abraza la idea de que todos los seres humanos comparten una ciudadanía común en el cosmos. Esta perspectiva lleva a una ética universal en la que se enfatiza la igualdad y el respeto hacia todos los individuos, independientemente de sus diferencias culturales o sociales.

En el libro Cómo ser un estoico de Massimo Pigliucci, el estoicismo es descrito como una filosofía del compromiso social que también anima a amar a toda la humanidad y a la naturaleza.

«Bajo control están las opiniones, las aspiraciones, los deseos y las cosas que nos repelen. Fuera de control, sin embargo, hay cosas como el tipo de cuerpo que tenemos, el haber nacido en la riqueza o el tener que hacernos ricos, la forma en que nos ven los demás y nuestra posición en la sociedad».

Epicteto

Dicotomía del control Los estoicos reconocen la importancia de distinguir entre lo que está dentro de tu control y lo que no. Centran su atención y energía en aquellas cosas sobre las cuales tienen influencia directa, como sus propias acciones, decisiones y actitudes, mientras aceptan serenamente lo que no pueden cambiar.

La dicotomía del control se refiere a la clasificación de los aspectos de la vida en dos categorías: aquellas sobre las que tienes el control directo (interno) y aquellas sobre las que no tienes el control directo (externo).

Este concepto, aunque está vinculado a la filosofía estoica, ha sido adoptado en diversas corrientes de psicología y filosofía modernas. Se enfoca en la importancia de reconocer y aceptar lo que está en nuestro control y lo que no lo está, y cómo gestionamos nuestras emociones y acciones en relación con estos aspectos.

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«Solo tras haber hecho frente a esta regla fundamental y haber aprendido a distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no, serán posibles la tranquilidad interior y la eficacia exterior».

La idea central de la dicotomía del control es enfocar tu energía y esfuerzos en lo que sí puedes controlar (reacciones, actitudes y comportamientos), en lugar de preocuparte excesivamente por cosas que están más allá de tu alcance.

Reconocer esta distinción puede ayudar a reducir la ansiedad, el estrés y la frustración al aceptar las limitaciones de lo que puedes cambiar y concentrarte en cómo responder de manera constructiva a lo que ocurre en tu vida.

Responde a las siguientes preguntas sobre qué está bajo tu control:

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¿Lo que piensan los demás?

¿Trabajar con excelencia?

¿Crear contenido viral?

¿Tu reputación? ¿Tus pensamientos? ¿Ser más visible?

¿La opinión que tienes sobre ti? ¿La forma de tu cuerpo? ¿La planificación de tus acciones? ¿El nivel de facturación? ¿Escribir un libro? ¿Publicar un libro? ¿Escribir un best seller? ¿Tener más clientes? ¿Tu preocupación? ¿Mejorar tu CV? ¿Superar a la competencia? ¿Mejorar tus hábitos alimenticios? ¿Tu salud? ¿Ser el número uno del mercado? ¿La intención con la que haces las cosas? ¿Subirte a un escenario para dar una charla? ¿Pedir colaboraciones a terceros? ¿Proponerte como speaker?

Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No Sí / No

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Haz un listado y describe todos tus miedos. No te dejes ninguno atrás:

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Tras reflexionar sobre tus miedos actuales, personaliza este círculo colocando tus desafíos personales en cada parte del círculo para que tomes consciencia de qué está bajo tu control y qué no lo está.

La primera máxima para tener un negocio exitoso es hacerte responsable de tus pensamientos antes que de los resultados.

Cuando inicias una andadura empresarial, tu mente y tus allegados te recomiendan que redactes un plan de negocio, así como un plan de marketing y un plan para todo… Si tienes un plan parece que el Universo es capaz de leerlo y guiarte (créeme que el Universo no se guía por tus planes porque ya tiene los suyos propios).

Tenerlo está bien, pero si no sabes controlar tus pensamientos serás esclavo del plan y de ti mismo. Si tu mente está en la posición adecuada, tu negocio está listo para ir hacia dónde tú quieras.

Las dudas, los miedos, la incertidumbre, la desesperanza, la incredulidad o la inseguridad lo atacarán constantemente y esta es la razón por la que la mayoría de emprendedores nunca lo cumplen. Y aquí el origen de mi adhesión a los principios estoicos.

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El estoicismo te enseña a enfrentar las adversidades con serenidad y a transformar los desafíos en oportunidades de crecimiento. Al cultivar la resiliencia y aprender a mantener la calma en medio de la incertidumbre, fortaleces la base misma de tu negocio. Un emprendedor estoico no se convierte en esclavo de un plan; en cambio, utiliza la flexibilidad mental para ajustarse y evolucionar según sea necesario.

Una de las claves del éxito empresarial radica en la habilidad de mantener una mentalidad positiva y centrada. Si puedes controlar tus pensamientos y enfrentar los inevitables desafíos con la filosofía estoica como guía, tu negocio estará preparado para prosperar, independientemente de las circunstancias externas.

«El sabio no se aferra a los frutos de sus acciones, sino que cultiva la serenidad en la ejecución de su deber, reconociendo que el destino de los resultados está más allá de su dominio», Marco Aurelio

Desapego de resultados y desapego de productos ¿Y si no llegas a las metas que te has propuesto para este año? ¿Y si en el próximo lanzamiento no alcanzas los resultados que te habías marcado? En alguno de estos escenarios, ¿se acabaría tu negocio? ¿Te considerarías un fraude?

Pon toda tu energía en lo que sí puedes controlar que es prepararte para una acción concreta, poner intención en la ejecución y hacer un seguimiento minucioso, a partir de ahí ya nada está bajo tu control.

Los estoicos no se aferran excesivamente a los resultados externos o materiales.

Entienden la naturaleza efímera de las posesiones y placeres externos, lo que contribuye a una mayor tranquilidad mental.

No es lo mismo desapegarse que pasar olímpicamente de los resultados. En el primer caso te alejas de un sufrimiento causado por algo en lo que tú no puedes hacer nada.

Conozco decenas de historias de personas que tienen límites con su negocio debido al apego a sus productos y esto les hace perder mucho, muchísimo dinero. ¿Qué ocurriría si mañana tienes que eliminar uno de tus productos o servicios? ¿Qué pensarías y sentirías si ahora mismo cierras tu negocio?

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Anota a continuación todos los productos, servicios o redes sociales a las que te sientas (demasiado) apegado. Tomar consciencia te ayudará a rebajar la intensidad del apego.

Eli Romero Comunicación (posteriormente llamada Agencia Comunico Luego Existo) fue mi primera línea de negocio y la escuela de Más Empresaria, la segunda. Ambas no existen. Ambas cerraron dando beneficios. Y ambas han facturado de largo más de siete cifras.

La agencia me duró ocho años y la escuela solo tres.

Confieso que la intensidad con la que he vivido el ciclo vital de cada una ha sido muy elevado, pero el cierre se ha producido porque ni yo puedo darle más a estas líneas de negocio ni ellas a mí. Se lo he dado todo, ellas me lo han dado todo. Estamos en paz.

Siento que existe un equilibrio entre lo que nos hemos dado las unas a las otras.

Quizás te resulte raro que hable de ellas como si fueran personas, pero aunque son entes son capaces de crear sentimientos, pensamientos y relaciones, así que tomar un negocio como un ser vivo no me parece nada desacertado.

Cierro desde el más absoluto agradecimiento por todo lo que he aprendido en el proceso. Y con este manual entre tus manos, ya sabrás que detrás de un aprendizaje suele haber dolor o sufrimiento. Y ha habido mucho, pero he podido cerrar dando las gracias por llevarme hasta un nuevo lugar más sabio.

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Este cierre he podido materializarlo porque sé que algo mejor vendrá, ahora estoy preparada para lo bueno que está por llegar y porque sé que sin sufrimiento no hay crecimiento exponencial, así aprende el ser humano.

Le encuentro sentido al dolor y no me comen por dentro las emociones. Soy capaz de sentir de forma equilibrada sin ahogarme en las olas emocionales de mi ser. ¿Cómo he cerrado dos negocios millonarios? Porque no he estado apegada al resultado ni a sus creaciones. Si algo sabemos todos es que vamos a morir y los proyectos también lo hacen (más adelante hablaremos del concepto estoico Memento Mori).

Hay voces críticas con el estoicismo porque consideran a los estoicos estatuas de mármol, frías emocionalmente hablando. Las emociones son inherentes al ser humano, por lo que es imposible cancelarlas, pausarlas o apagarlas. El estoicismo no trata de que no sientas, sino de que moderes lo que sientes. Y esto tiene mucho sentido, especialmente en el mundo empresarial.

Cuanto mejor gestiones tus emociones, mejores decisiones tomarás. La calma invita a la reflexión y la reflexión invita a la escucha pacífica interna.

La templanza es un principio básico para que el emprendimiento no te arrolle.

Si sientes que es el momento de hacer un cierre, te aconsejo que primero lo hagas emocionalmente y después materialmente. El punto de partida siempre es el agradecimiento.

«Valoras mucho lo que has pagado y muy poco lo que te ha sido dado», Séneca

Agradecimiento El psicólogo Robert Emmons, profesor emérito de la Universidad de California y el psicólogo Michael E. McCullough de la Universidad de Miami realizaron una investigación en la que pidieron a los participantes, divididos en tres grupos, escribir algo cada semana.

Un grupo tuvo que describir aquellas vivencias por las que sentían agradecimiento. Otro grupo escribió sobre cosas que no les había gustado de la semana. Y el tercero tenía que escribir sobre vivencias que les hubiera generado algún tipo de impacto.

«Después de 10 semanas, los que escribieron sobre la gratitud se sentían más optimistas. También hicieron más ejercicio físico y visitaron menos al médico que los que se enfocaron en las fuentes de molestia», estos resultados se publicaron por la Universidad de Harvard en un artículo titulado Giving thanks can make you happier.

La ciencia se está ocupando recientemente de los beneficios demostrables de la gratitud, pero los estoicos ya asentaron esta base hace más de 2.000 años.

Escribe cada día tres vivencias por las que sientes gratitud y haz de esta práctica un hábito. ¿Y por qué no empezar ahora?

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La verdadera riqueza se encuentra en la gratitud por lo que ya poseemos, no en la acumulación interminable de posesiones. Aprender a apreciar lo que tenemos es el camino hacia una vida plena y serena.

Pensamiento positivo Cultiva patrones mentales constructivos, enfócate en soluciones en lugar de problemas y busca el lado positivo de las situaciones.

La Psicología Positiva se llenó de adeptos y más tarde de detractores porque todos los días no sale el sol ni tu vitalidad está cada mañana enchufada a esta gran estrella. El estoicismo reconocería que la lluvia es importante y que el clima no es algo controlable, por lo tanto, tu felicidad no puede depender ni del sol ni de la lluvia, pero sí puedes quedarte con lo bueno de cada estación.

El emprendimiento tiene cosas muy buenas y otras no tan buenas, ¿acaso esto no ocurre con (casi) todo en la vida?

Constante crecimiento Los estoicos mantienen una mente abierta y están dispuestos a aprender de diversas fuentes y experiencias. Reconocen que siempre hay espacio para el crecimiento personal y la mejora.

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«Cuando pienses que alguien te ofende o te insulta no te dejes llevar por esa impresión.

Recuerda que no es su comportamiento lo que te daña, sino tu juicio», Epicteto.

20 PUNTOS para llevar desde hoy una vida emprendedora estoica 1. Focalízate en tus fortalezas: conoce tus habilidades y capacidades y trabaja en base a ellas. En los negocios, esto implica delegar tareas que no son tus fortalezas y aprovechar al máximo tus talentos.

2. Cuida tus relaciones: valora las relaciones laborales y personales.

Desarrolla conexiones positivas y nutre las relaciones que son importantes para

el éxito de tu empresa.

3. Controla tus expectativas: aprende a aceptar los resultados, ya sean positivos o negativos, y ajusta tus expectativas de manera realista.

4. Desarrolla la paciencia: los resultados a largo plazo a menudo requieren tiempo. Cultiva la paciencia para superar los obstáculos y lograr el éxito sostenible.

5. Promueve la equidad y la justicia: actúa de manera justa y equitativa en todas las interacciones comerciales, esto te ayudará a construir una sólida reputación.

6. Aprende de la crítica: en lugar de rechazar la crítica, úsala como una herramienta para mejorar. Aprende a recibir retroalimentación constructiva y a ajustar tu enfoque según sea necesario.

8. Fomenta la mejora continua: busca constantemente maneras de mejorar tus procesos, productos o servicios. La adaptabilidad y la mejora continua son esenciales para la longevidad empresarial.

9. Planificación estratégica: aunque los estoicos abogan por vivir en el momento presente, también reconocen la importancia de la planificación a largo plazo. Desarrolla estrategias y planes, pero mantente flexible ante los cambios inesperados.

10. Evita la complacencia: incluso en momentos de éxito, evita la complacencia y sigue esforzándote por mejorar.

11. Cuida de tu bienestar: reconoce la importancia del equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Mantente saludable física y mentalmente para poder abordar los desafíos empresariales de manera efectiva.

12. Haz el bien sin esperar nada a cambio: practica la generosidad y contribuye a la comunidad sin esperar recompensas inmediatas.

13. Sé consciente de tus sesgos: examina tus propios sesgos y prejuicios.

La toma de decisiones informada requiere autoconciencia y una comprensión clara de tus propias creencias.

14. Aprende a decir que no: no te sobrecargues de tareas y compromisos.

Aprende a decir «no» cuando sea necesario para mantener el enfoque en tus prioridades.

15. Adapta tu enfoque según la situación: reconoce que diferentes situaciones pueden requerir enfoques diferentes. Desarrolla la flexibilidad para

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7. Mantén la calma en la adversidad: en momentos difíciles, practica la serenidad y evita tomar decisiones impulsivas. Mantén la cabeza fría y aborda los desafíos de manera reflexiva.

adaptarte a los cambios y desafíos.

16. Desarrolla la empatía: comprende las necesidades y preocupaciones de tus empleados, clientes y otros colaboradores. La empatía fortalece las relaciones y mejora la toma de decisiones.

17. Mantén la mente abierta: considera nuevas ideas y nútrete de diversas fuentes. Así fomentarás la innovación y el crecimiento.

18. Cultiva la humildad intelectual: reconoce que siempre hay más por aprender. La humildad intelectual promueve la apertura a nuevas ideas y la disposición para corregir errores.

19. Celebra los éxitos y aprende de los fracasos: reconoce y celebra los logros, pero también aprende de los errores. Los fracasos pueden ser oportunidades de aprendizaje muy valiosas.

20. Y lo más importante…pon tu atención solo en aquello que puedas controlar (pero este punto ya lo sabes).

«No tropieces con algo que está detrás de ti», 26 De Adentro Hacia Afuera

Séneca

Dos ejercicios para continuar con una vida estoica 1. Escribe como herramienta de autorreflexión. Séneca y Epicteto escribían su diario antes de irse a la cama para reflexionar sobre las cosas más relevantes que le habían sucedido durante el día: ¿qué hice bien? ¿Qué hice mal? ¿Y qué me queda por hacer?

2. Prívate de vez en cuando para valorar de verdad lo que ya tienes: los estoicos tomaban baños de agua fría, salían a la calle sin abrigo o ayudaban para apreciar mejor lo que ya disponían.

Tu consejo de sabios con Epicteto, Séneca y Marco Aurelio Cuando tengas dudas, recurre a ellos.

Cuando estés bloqueado, recurre a ellos.

Cuando estés desbordado, recurre a ellos.

Configura tu consejo de sabios haciéndole la pregunta a ellos:

Asume el control de tus pensamientos, como lo enseña Marco Aurelio; practica la autodisciplina y el desapego de los resultados, siguiendo las lecciones de Séneca; cultiva la virtud, la humildad y el reconocimiento de lo que está fuera de tu control, como lo propone Epicteto.

«El miedo a la mala suerte empeora nuestra suerte», Séneca

27 De Aadentro Hacia Afuera

¿Qué haría Epicteto, Séneca o Marco Aurelio ante esta situación?

28 De Adentro Hacia Afuera

Es el momento de ir hacia Afuera

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29 De Aadentro Hacia Afuera

30 De Adentro Hacia Afuera

DE ADENTRO HACIA AFUERA

«Qué envidia me das» Javi Pastor

En 2021 mi vida consistía en lanzar, lanzar y volver a lanzar en mis proyectos y los de la agencia. De hecho, mi estado de WhatsApp era «descansando entre lanzamientos».

A principios de ese año lo llevé, por decirlo suavemente, regular. Estaba agobiado por los resultados, por la responsabilidad de gestionar tanto equipo y por intentar que toda la máquina funcionara con muchas piezas que escapaban a mi control.

¿Cómo conseguí pasar de «voy a morir» a «hago mi trabajo y espero los frutos con mis actos y no con mis deseos»? Pues graduándome en el estoicismo a través de la lectura de clásicos, no tan clásicos y sobre todo de la aplicación directa en un entorno caótico (más de 50 empleados, tres empresas, cientos de alumnos, etc). ¿Y por qué Eli me tenía envidia (sana)? Te lo explico.

Estábamos en la fase de ventas de un programa de un cliente que, virtualmente, podría suponer un ingreso de unos 500.000 €. Mucho dinero. Mucha responsabilidad. Muchas posibles alegrías. Muchos potenciales problemas.

Esa fase de ventas era de cinco días y Eli, al principio del tercero, me preguntó «¿cómo van las ventas hoy?». Mi respuesta fue…

«No lo sé, aún no lo he mirado hoy».

Ahí es donde me dijo «qué envidia» y, probablemente, fue uno de los momentos en los que le dije «creo que es hora de que te introduzcas en el estoicismo». Y oye, mira hasta donde hemos llegado con el tema.

Aquello fue la aplicación (obsesiva) de uno de los principios básicos del estoicismo, del cual hablaré en el punto cinco y que ya has visto en Adentro: la dicotomía del control. Me desapegué del resultado y, a diferencia de lo que muchos pueden pensar, eso no significaba que no me importara…

Sino que me importaba lo que yo podía hacer para influir en ese resultado.

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Sin embargo, al finalizar el año fui capaz de vivir de una forma mucho más calmada todo el proceso, hasta el punto de que Eli me llegó a decir la frase que titula este Afuera del manual de estoicismo para negocios durante un lanzamiento.

Por eso sí hacía revisiones de contenido, aportaba ideas para la fase de ventas o me reunía Por eso sí hacía revisiones de contenido, aportaba ideas para la fase de ventas o me reunía con el equipo de tráfico, soporte y ventas para encontrar formas de derribar objeciones que iban apareciendo.

El resultado fue un lanzamiento que superó los 500.000 € de facturación en el que en vez de mirar el número de ventas cada hora —cosa que hacía antes—, disfruté sin angustia ni sufrimiento mirando las ventas una o dos veces al día.

Este es un ejemplo de estoicismo aplicado a negocios y, durante el resto de puntos, voy a desgranar diferentes formas de aplicarlo a tu día a día. Empezaré por la aplicación de los pilares, las virtudes, y pasaré a comentarte varias formas de usar las enseñanzas de esta filosofía que a mí me han llevado a alcanzar, al menos de forma temporal, la famosa ataraxia o estado de tranquilidad que buscaba obtener cualquier estoico.

Vamos al lío.

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1. La sabiduría para construir un negocio a largo plazo Cuando los estoicos hablan de sabiduría no lo hacen pensando en la acumulación de conocimiento, leer libros sin parar o tener la denominada «sabiduría contemplativa».

Ellos hablan de una sabiduría más cercana al arte de actuar en cada momento considerando todas las circunstancias. En resumen, sería la capacidad de saber qué es bueno y malo en cada momento de forma objetiva, sin juicios de valor, y siempre pensando en el bien común y no tan solo en el propio.

En este aspecto, hay dos partes que debes interiorizar para la gestión de un negocio: 1. Saber qué es bueno o malo cuando estás frente a un cliente o construyendo una campaña según la situación. Esto lo llamaremos plasticidad de venta.

2. Hacer la venta por el bien común beneficiando a la colmena y no solo a uno mismo para permanecer a largo plazo en el mercado.

Empecemos por el segundo punto.

Mi definición de conversión es esta: «Conseguir que alguien haga algo que quieres que haga por su bien y por el tuyo evitando que esa persona no decida por falta de información».

Es decir, no queremos vender por vender, obligar a alguien a pedir un préstamo, robarle su dinero sin que lo sepa o forzarlo para que compre en un plazo de tiempo inferior al normal.

Conozco formadores que educan a otros para vender tickets abusivos, sin ninguna lógica ni sentido, y que enseñan un tipo de venta (demasiado) cercana al engaño.

Por ejemplo, ¿qué opinas de que te digan que ofrezcas alimentos o bebidas con (mucho) azúcar a los asistentes de un evento antes del momento de compra para que su cuerpo los engañe un poquito?

Por otro lado, tenemos la plasticidad o el motivo por el que las plantillas no suelen funcionar más allá de ser un mero recurso sencillo para comenzar a aprender cuando no tienes ni idea de nada.

Una estrategia de ventas tiene esa plasticidad, mientras que una plantilla no.

Por ejemplo, imagina que este manual es una guía paso a paso para vender donde te digo cómo estructurar la oferta, enviar emails, crear anuncios, redactar páginas y hasta hacer webinars con tan solo rellenar huecos en plantillas.

Todo lo que harías tras leerlo es vender con un tono y estilo basado en mi conocimiento específico en el sector que trabajo. ¿Qué pasará cuando utilices mis plantillas para vender en sectores diferentes, para públicos diferentes o con un estilo diferente?

En primer lugar, tu público se sentirá raro con tu nueva línea de comunicación.

Esto ocurre a menudo cuando una referencia del sector triunfa y el resto la copia descaradamente esperando conseguir el mismo resultado…

Y acaban siendo una copia barata que vende lo mismo o menos, se siente un fraude y encima tiene que aparentar lo que no es de forma continuada. Un desastre del que hablamos en el manual de seguridad personal.

Al final no vas a conseguir resultados porque no estás actuando con sabiduría y con ese arte de actuar en cada momento considerando todas las circunstancias.

Sin embargo, si en vez de eso aprendes a hacer ingeniería inversa o tienes una filosofía, estrategia, metodología o técnica que se adapta a diferentes situaciones,

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Eso está lejos de la sabiduría estoica y de mi definición. Déjate de azúcar, que eso sube y baja muy pronto, y vamos a trabajar mejor una dieta equilibrada de venta que te permita tener un negocio saludable a largo plazo.

tendrás sabiduría para actuar en cada momento de una forma diferente.

Es mucho más útil saber hacer ingeniería inversa para descifrar cómo se realiza una promoción que copiar esa promoción. En ese caso no estarás siendo otro, tan solo adaptarás lo que otro hace bien a tu negocio.

Un emprendedor estoico no depende de la plantilla de la fórmula PAS ni del guion de ventas de un curso de closer ni de una secuencia exacta de copiar y pegar que usa para todo lo que hace al escribir emails…

En cambio, tiene la sabiduría para aprender, interiorizar y generar esa plasticidad que le permite tener cintura para diferentes situaciones.

2. La templanza para perseverar en lo que funciona 34 De Adentro Hacia Afuera

Esta virtud habla de la capacidad para actuar de forma cauta, moderada y disciplinada sin dejar que tus instintos dominen tu razón.

Es decir, la templanza podría ser una especie de compuerta que mantiene tus instintos más profundos a raya con la razón como guardiana de esa mazmorra.

Son esos 10 segundos que cuentas antes de tomar una decisión o decir una estupidez, por mucho que te lo pida el cuerpo.

Se resume en el famoso aforismo de Aristóteles de que «la virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto». Hay ocasiones en las que no se cumple, pero es un principio asumible en la gran mayoría de momentos.

A la hora de gestionar un negocio este concepto tiene que ver con dos puntos concretos que dañan (muchas) estrategias.

El primero es el síndrome del objeto brillante y el segundo el efecto compuesto.

Empecemos por el síndrome del objeto brillante.

Tienes una estrategia con publicidad, un vídeo de ventas y llamadas que funciona, pero entonces ves que a otros les va bien mandando un email al día y decides cambiar porque eso suena mejor que lo que ya tienes; además, parece más sencillo y más económico.

Y entonces, un mes después, ves que hacer reels con una llamada a la acción con un appointment setter generando conversaciones por privado funciona,

pero le resta fuerza a la estrategia inicial que tan bien te iba.

No importa que no sepas qué es un appointment setter, solo estoy usando estos conceptos para acentuar el síndrome porque cuantos más nombres raros pongas, peor.

Cuando te das cuenta, los esfuerzos se han dispersado, sin afianzar nada, y ninguna de las estrategias funciona a su máximo potencial. Antes de poner en marcha otra toca dejar lista la anterior. Esto pasa mucho con clientes que van a masterminds o grupos de trabajo donde se enseñan novedades y tendencias.

Siempre parece que falta algo, que hay algo que no tienes, que estás dejando la pieza maestra fuera.

Con templanza te das cuenta de que no es para tanto, te ahorras pagar herramientas, formaciones y consultorías carísimas para después no hacer nada y problemas de todo tipo.

Consiste en algo tan sencillo como realizar pequeñas acciones cada día que, a largo plazo, suman una fuerza titánica. Es el típico caso del dominó gigante. Una pieza tira a otra, a otra y a otra hasta que tiene el poder de tirar casi cualquier cosa con la inercia.

Un negocio estoico busca acumular a través de la repetición con disciplina en vez de buscar el pelotazo con el objeto brillante de moda, como hemos visto antes. De hecho, el efecto compuesto genera un beneficio pequeño a corto y medio plazo pero, de pronto, puede explotar y conseguir un crecimiento exponencial cuando llega a cierto momento.

Por ejemplo, mis amigos y clientes Elvi y Juanfe de Baby Music Estimulación estuvieron publicando en Instagram sin grandes resultados durante un buen tiempo hasta que un vídeo se viralizó y consiguieron que esa pieza del dominó les diera la viralidad que les llevó la cuenta de Instagram por encima de 100.000 seguidores. ¿Ese vídeo era mucho mejor que el resto? No. La clave es que vídeo a vídeo fueron mejorando, acumulando y generando potencia para crear el que tiró el resto de fichas. Es cuestión de efecto compuesto.

Pasa lo mismo con la gente que escribe un email al día, que saca episodios de pódcasts todas las semanas o que hace ejercicio cada día. De hecho, ¿sabes que si publicas más de nueve episodios de pódcast ya formas parte del 1 % que más publica? Eso ya lo dice todo.

Este tipo de personas acumulan «cheques» o «bonos» para que el éxito llegue. Esto ocurre siempre y cuando ese efecto se genere de forma positiva,

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Por otro lado tienes el efecto compuesto del que tanto habla Darren Hardy en el libro con el mismo nombre, cualquier inversor (de éxito) o el famoso James Clear de Hábitos Atómicos.

estratégica y lógica. Si haces el ganso vas a generar un efecto descompuesto más que compuesto e irás a peor cada día.

Por ejemplo, si te pones a grabar vídeos de YouTube de cualquier forma todos los días, sin pensar para qué ni si la forma de hacerlo es la correcta, vas a quemarte y a tener pocos (o nulos) resultados. La clave está en encontrar la estrategia correcta e invertir en ella hasta que el dominó caiga, siempre y cuando estemos viendo brotes verdes.

Ese es el premio de la templanza, que se podría resumir también en esta frase de Jeff Bezos: «Todo éxito de la noche a la mañana lleva unos diez años».

3. La justicia para dañar con razón al vender 36 De Adentro Hacia Afuera

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que la justicia estoica no tiene nada que ver con las leyes y normas de los gobiernos. Aquí hablamos más bien de la justicia como no causar daño injustificado, por un lado, y usar cada cosa según su naturaleza.

Me explico por partes. ¿Se puede hacer daño de forma justificada? Sí. Imaginemos que alguien me insulta a través de redes sociales de forma grave, daña mi honor y supera los límites establecidos. Yo puedo llamar a mi abogado y decirle que lo denuncie, a pesar de que no me esté generando ningún daño evidente en el momento y que el daño me lo esté generando yo con la interpretación de su acción, algo que incluso puede llegar a ir «en contra» de otro principio estoico. Voy a generarle un perjuicio, pero es una justa defensa ante una ofensa en la cual yo realizo una acción que está bajo mi control para eliminar un problema que, a priori, no está en mi círculo de control.

Si lo quieres entender de forma más sencilla, un daño justificado es aquel que se hace en defensa propia de forma proporcionada. Imagina que alguien quiere secuestrar a tu hija y que tú decides liarte a puñetazos con esa persona para que no lo haga. Eso no es que esté justificado y sea justo, es que es necesario.

En los negocios hay un pequeño daño justificado llamado punto de dolor.

Explicados de forma muy muy sencilla, estos puntos gatillo de la venta consisten en situaciones dolorosas que representan un problema, lo hacen palpable y convierten a una audiencia pasiva en buscadora de soluciones.

Cuando se vende tienes que pinchar un poco, aunque esto no se cumpla siempre ni en cualquier situación o mercado. Tanto tú como yo tenemos claro que si no sentimos que hay un problema que requiere de una solución temprana no hay acción de compra. Por eso, cualquier argumento de ventas debe confirmar que existe un problema, que se quiere solucionar en un plazo determinado de tiempo y que ese problema es doloroso en alguna forma.

Si no existen esos patrones, no se vende.

Si llamas para vender un programa de coaching para equipos y la persona al otro lado no considera que sea «un gran problema», no hay venta. Para eso están los puntos de dolor que se pueden representar con preguntas situacionales («¿cuándo fue la última vez que tuviste un problema con tu equipo?» o «¿cómo te sentiste cuando tuviste que despedir a Miguel?») que reviven el momento y hacen sangrar levemente a la otra persona.

Es mejor atacar la representación del problema. Te pondré un ejemplo sencillo que aprendí en una clase con Antoni Bolinches, reconocido autor de desarrollo personal.

Toni le preguntó al paciente cuánto bebía al día y este le contestó que «lo normal, nada del otro mundo». Entonces, muy hábil, Toni le preguntó: «¿cuánto es lo normal? Cuéntame un día normal».

«Bueno, pues desayuno y me tomo un aguardiente para entrar en calor. A las 12 me tomo una o dos cervecitas cuando paro en el trabajo. A la hora de comer un par de copitas de vino con la comida, que entra bien, y un chupito para la digestión. Por la tarde cuando vuelvo del trabajo me tomo dos o tres cervezas con los amigos. Y por la noche otra copita de vino para entrar bien en la cama».

Y Toni le contestó: «entonces, ¿lo normal es beber un aguardiente, un chupito, tres copas de vino y entre tres y cinco cervezas al día?».

He parafraseado la situación, pero como puedes ver de esta forma es mucho más fácil conseguir que su cliente se dé cuenta del problema que diciéndole «tienes un problema con el alcohol». Por lo tanto, si yo tuviera que escribir una página de ventas para un producto que ayudara a dejar el alcohol, mi página de ventas se parecería (mucho) a esa conversación y comenzaría con un título del estilo «Bebo lo normal, como todo el mundo».

Ahora hablemos de usar cada cosa según su naturaleza, tanto si es propia como si es común. Hay dos o tres personas que me envían cada dos por tres promociones por WhatsApp a pesar de que tienen mi teléfono porque me prestaron un servicio y nunca jamás aprobé que me contactaran con esos fines. Eso es un uso injusto de un medio privado que me pertenece.

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Al vender, nunca jamás ataques el problema de inicio, sobre todo en niveles de consciencia más bajos donde esa persona no sabe ni que tiene un problema…

Otro caso sería el de la empresa de seguros Ocaso, que recogió mis datos tras el fallecimiento de mi madre para asuntos legales y usó mi email para enviarme promociones de dispositivos electrónicos 24 horas después. Debería darles vergüenza.

Esta parte de la justicia estoica la podemos ver representada en el marketing del permiso de Seth Godin, que es lo que define gran parte de las estrategias de conversión de hoy en día y elimina las clásicas como la compra de bases de datos para destruirte a base de spam.

No uses ningún medio de forma errónea para vender porque un simple WhatsApp cuando no toca destruye una relación.

Otro mal ejemplo de justicia sería publicar un contenido privado que te ha enviado un cliente sin su permiso (WhatsApp, email, comentario privado en una comunidad, etc). No sabes la de relaciones comerciales que se rompen por usar este medio privado como público.

En resumen, la justicia consiste en no dañar de forma injustificada a tus clientes ni dejar que te lo hagan a ti y cuidar los medios públicos y privados para darles el uso correcto.

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A largo plazo, renta. La política de la tierra quemada, del todo vale, de vender los datos como si fueran caramelos y de usar todo para todo solo renta a corto plazo. A largo, destruye.

4. El coraje para navegar en las tempestades y elevar el nivel de consciencia Tener coraje no significa ser un loco, un suicida o una persona que se tira a la piscina esté llena, vacía o con pinchos. Esos son, como decimos en mi tierra, carajotes y no valientes.

Tener coraje significa afrontar el problema cuando llega y sobrevivir a la adversidad para recoger los frutos cuando los vientos te acompañan.

Séneca lo explica mejor en esta cita: «Eres desafortunado porque no has sufrido adversidad. Has pasado tu vida sin un oponente, y nadie sabrá de lo que eres capaz, ni siquiera tú».

Como en el resto de virtudes, trabajaremos el coraje a través de dos vectores: el momento de la verdad y la cadena perpetua del emprendedor.

El lenguaje de la realidad es la acción y no puede existir transformación sin ese movimiento. ¿Y sabes qué hace falta para actuar?

Coraje.

No es casualidad que la frontera entre el poder y la fuerza en los niveles de consciencia del Dr. Hawkins sea el coraje. Es el momento donde una persona toma el poder y pasa del pasivo al activo.

Ok, ¿y todo esto qué tiene que ver con la gestión de un negocio?

Alguien que paga 1.945 € a cambio de un producto o servicio tiene el coraje de invertir, probablemente, unos ahorros importantes en buscar la transformación.

Da igual si es de copywriting, coaching, ventas, nutrición o incluso una transformación física.

La compra es un acto de coraje por parte de un comprador que confía en que la valentía le reporte resultados en un momento de incertidumbre. Si no cree que merece la pena, no actuará.

Si vendes cualquier producto o servicio que cueste lo suficiente como para que le duela a la otra parte, sin duda alguna, tienes que sacar a la persona de las escalas más bajas de Hawkins como culpa, apatía, pena, miedo, enfado u orgullo. Tienes que llevarla al coraje porque nadie compra cuando le venden, solo compran cuando quieren comprar. Ya sabes que a nadie le gusta que le vendan, pero a todos nos gusta comprar.

Lo digo mil veces y es clave en esta virtud estoica: tienes que conseguir que la persona actúe por su voluntad, por su deseo, por destruir todos esos miedos, no por el propio miedo o presión.

Y la otra dimensión de esta virtud sería esa cadena perpetua. Recuerdo leer en el libro 12 Months to $1 Million de Ryan Daniel Moran, que emprender es como dictar una sentencia de cadena perpetua sobre tu persona. ¿Por qué?

Porque si emprendes y creces siempre vas a afrontar nuevos problemas, nuevas realidades, nuevos retos y nuevas situaciones donde el coraje es lo único que rompe el techo de cristal que te impide avanzar. No es una cadena perpetua que sufres, sino que disfrutas y sufres por igual. El que tiene sangre emprendedora la tiene para siempre y muere con ella.

39 De Aadentro Hacia Afuera

Porque una persona que compra, al menos durante un instante, tiene coraje para actuar a cambio de una transformación porque siente que merece la pena. Hay que tener coraje para actuar a pesar de que valga el esfuerzo, la pena, el dolor.

Hablo de esto porque si estás leyendo este manual es porque emprendes, vas a hacerlo o trabajas para emprendedores. Si emprendes siempre encontrarás problemas nuevos.

Cuando yo empecé valía con emitir un webinar y hacer una oferta, pero luego el nivel aumentó, la marea subió y cambió la película. Después un lanzamiento con algo de publicidad servía y ciertos tipos de contenidos vendían como churros tanto mis programas como los de mis clientes. Pero la marea volvió a subir.

Ahora usamos equipos comerciales, cartas de ventas en vídeo, lanzamientos externos, internos, eventos presenciales y online, lista de correo, omnipresencia y otras tantas cosas que no vienen al caso ahora...

Pero la marea volverá a subir e incluso hará reflotar estrategias que ya se hundieron y vuelven a estar vigentes. Es más, los supuestos expertos en marketing tienen la increíble habilidad de venderte con otro envoltorio lo que ya consumiste en el pasado.

Pero el vector común es que la marea siempre sube, sube y sube.

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Si tienes el coraje de evolucionar, aprender, madurar, resistir y adaptarte al medio, siempre sobrevivirás. Da igual que lo hicieras puerta a puerta hace 20 años, por teléfono hace 10, por Zoom ahora o mañana con un holograma.

En cambio, si te dejas ir, te acomodas a los sistemas de otros, replicas, culpas a causas externas tus fallos de conversión, sientes miedo ante el cambio o tu orgullo no te permite aprender y evolucionar…

Te hundirás cuando suba la marea.

5. Cómo mediría Epicteto las métricas de su negocio.

Cuando empiezas con tu negocio o, al menos, cuando pruebas alguna técnica o estrategia nueva, aparece la obsesión por las métricas. Aún recuerdo las preguntas que me hacían algunos alumnos de #SoyCopywriter sobre métricas complejas cuando aún no habían escrito ni su primer email de ventas. Es como preguntarte cómo contratar a un empleado cuando aún no has facturado ni un euro.

La frase «lo que no se mide, no se puede mejorar», atribuida a Peter Drucker pero dicha por el matemático y físico británico William Thomson Kelvin, y la facilidad para medir (casi) cualquier cosa en el mundo digital hace que la gente

pierda muchísimo tiempo en medir, literalmente, la nada.

Por este motivo, para las métricas haremos caso a Epicteto y a una de sus citas más célebres: «Debemos hacer lo mejor con las cosas que están en nuestro poder y tomar el resto como las presenta la naturaleza».

Las medidas de los políticos La forma de mi cuerpo

Las métricas de resultado son aquellas que miden el final de un proceso o lo que ocurre tras hacer «algo»: conversión, ventas, visitas, visualizaciones, suscripciones, aperturas, clics, ROAS, ROI, CLV, retención, etc.

Por otro lado, las métricas de control son las que miden el proceso o aquello que produce el resultado: vídeos publicados, emails enviados, posts escritos, publicaciones optimizadas, pódcasts subidos, llamadas realizadas, historias subidas a Instagram, etc.

Ambos tipos de métricas son necesarias, pero unas escapan a nuestro control y otras están bajo nuestro radio de influencia. Podemos entender las métricas de resultado como la analítica de sangre que te haces para ver cómo estás y las métricas de control como los hábitos que producen los resultados de dicha analítica. ¿Tiene alguna utilidad realizarse análisis de sangre todos los días? Eso no va a

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Para mí existen dos tipos de métricas, que nacen a raíz de este concepto de la dicotomía del control: métricas de resultado y métricas de control.

mejorar tu salud. Si tienes el colesterol alto, ver el dato una y otra vez no va a hacer que baje. Sin embargo, cambiar tus hábitos sí que permitiría que esa analítica generara un resultado positivo.

Lo mismo ocurre con los negocios. De nada sirve obsesionarse con métricas de resultado, sobre todo cuando empiezas, si aún no has interiorizado que las métricas más importantes son aquellas que están bajo tu control.

Por ejemplo, cuando la gente empieza a enviar emails a una lista de correo se obsesiona con la tasa de aperturas, clics o bajas. ¿Puedes controlar que una persona abra tu correo, haga clic en el enlace que pones o decida darse de baja tras leerlo?

No. Si en vez de obsesionarte con eso, te obsesionaras con enviar emails en una frecuencia adecuada, con un contenido que vuelva locos a tus suscriptores y con estudiar email marketing para mejorar cada día un poquito más…

Entonces, sí obtendrías resultados: aperturas, clics y ventas.

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La mayoría desiste demasiado pronto de todas las estrategias y tácticas porque tiene resultados negativos en métricas de resultado, sin darse cuenta de que el primer problema está en que los resultados ya son negativos en las métricas de control. Me explico.

Hay una estrategia que siempre funciona, pero que sin embargo requiere de tanta paz mental y obsesión por las métricas de control que nadie acaba por conseguir resultados con ellas: el contacto a puerta fría (outbound marketing).

Muchos envían cuatro o cinco emails a puerta fría, quizás siete u ocho privados por LinkedIn u otra red social, no venden y ni tan siquiera consiguen una reunión y ya dicen «esto no funciona, paso a otra estrategia». Hmmm, claro caso de la obsesión por la métrica equivocada.

Si te diera un arco y 10.000 flechas y te dijera «si das en el centro de la diana, te doy 10.000 €», probablemente no esperarías acertar en ninguna de las diez primeras veces sin tener experiencia previa en el tiro con arco, ¿no?

Entonces… ¿por qué esperas conseguir un cliente utilizando una estrategia que no dominas enviando tan solo esa cantidad ínfima de mensajes? Es imposible.

Sin embargo, si estudias cómo mejorar el envío de esos mensajes, sigues enviando a más y más personas y vas mejorando por el camino, tarde o temprano caerá el primer cliente. Y aprenderás de esa vez para mejorar en el futuro y caerá otro.

Y otro. Hasta el punto en el que, quizás, puedas pasar del outbound o salir a tocar puertas al inbound o que me toquen la puerta a mí.

Este ejemplo es aplicable al email a puerta fría, a la creación de una lista de correo, puesta en marcha de un embudo de ventas o, directamente, a cualquier ámbito de un negocio.

Por este motivo, Epicteto seguramente te diría que midieras las métricas de aquello que puedes controlar y evaluaras, a medio y largo plazo, el rendimiento de esas estrategias con la revisión puntual de las métricas de control. O, en otras palabras, que mires menos las ventas, suscripciones, aperturas, visitas o clics y más qué estás haciendo tú para que ocurran esas ventas, suscripciones, aperturas, visitas y clics.

El concepto de Memento Mori viene a recordarte que, como todo el mundo, algún día morirás. Los estoicos lo utilizan para valorar su tiempo y a sus seres queridos, pues ellos también morirán. ¿Y a nivel empresarial?

Yo considero que el Memento Mori empresarial consiste en construir negocios que sobrevivan a tu muerte y que, de hecho, asuman que morirás dentro del proyecto.

Uy, uy, uy, todo esto suena muy drástico, ¿eh? Mejor puntualizo y te explico qué quiero decir y por qué esta filosofía hace que una empresa escale sin ti y no por encima de ti.

Hay dos formas de construir un negocio: a través de ti o liderado por ti. El primero es, habitualmente, la marca personal, y el segundo suele estar definido por una marca empresarial. Es decir, el primero sería Javi Pastor y el segundo sería Azimut, aunque no siempre tiene por qué ser así porque hay marcas personales delegadas casi al 100 % en equipo y hasta vendidas a otras empresas.

Personalmente, desde hace unos años tan solo construyo proyectos donde mi muerte esté asumida o, para que lo entiendas más fácil, en los cuales exista la posibilidad de vender a otra persona u empresa. ¿Y cómo es un negocio que asume el Memento Mori del fundador y se puede vender en un futuro?

En primer lugar, como he dicho, está liderado por ti y no pasa a través de ti.

Si el mayor valor de la empresa es tu marca personal y el resultado depende casi exclusivamente de ti, casi nadie te va a comprar. ¿Quién quiere un negocio que depende del recurso más volátil que existe en el mundo? Y, de hecho, si vendie-

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6. Memento Mori o la forma de construir un negocio que sobreviva a tu muerte

ras, seguro que lo harías asegurando tu participación en el proyecto.

En segundo lugar, tiene activos de valor que son más importantes que tú: propiedad intelectual, audiencia, equipo, propiedades, sistemas, etc. Eso hace que una empresa como Wallapop, que pierde unos 50 millones de euros al año, esté valorada en 771 millones y que una empresa basada en una marca personal esté valorada en cero millones aunque genere 500.000 € de beneficio al año. Los usuarios, el ecosistema y la posibilidad de crecer de Wallapop sin ataduras a ningún nombre marca la diferencia, entre otros miles de factores.

Y en tercer lugar, tiene ingresos previsibles que suelen venir de suscripciones o clientes recurrentes. Por este motivo el modelo de venta a lo Fórmula de Lanzamiento es tan poco atractivo para cualquier inversor, salvo que este se complemente con embudos perpetuos o evergreen que generen ingresos de forma constante.

Una empresa como Mindvalley pasó de vender cursos puntuales a vender una suscripción en la que incluyen casi todos los cursos en la que, a priori, ingresan mucho menos… solo por este motivo. Prefieren tener una relación a largo plazo con un cliente que está suscrito a tener un affair de una noche vendiendo un curso.

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Yo estuve sondeando hace un tiempo comprar algunos negocios digitales de formación y, a la hora de valorarlos, solo me interesaban esos tres factores: ¿Qué dependencia tiene el negocio, a largo plazo, de tu persona? ¿Podré escalarlo y mantenerlo sin tu presencia en dos o tres años? ¿Cuántos clientes tienes? ¿De qué tamaño es tu audiencia y qué relación tienes con ella? ¿Y qué propiedad intelectual tiene tu programa? ¿Cuánto ingresas por cliente o qué suscripciones activas tienes?

Al final ninguna operación fue hacia delante porque las marcas personales tienden a valorarse mucho más de lo que valen sus empresas sin ellas. Algunos no se dan cuenta de que sin su participación activa valen menos que el Barcelona en los años posteriores a la salida de Messi del equipo.

Si tienes en cuenta estos tres factores, que evidentemente no son los únicos pero considero los más importantes, puedes construir un negocio vendible, escalable y delegable. Si no lo haces, recuerda que morirás con el negocio puesto.

7. La indiferencia para vender más y construir un negocio antifrágil A menudo se relaciona el estoicismo —de forma equivocada—, con la pobreza, el sufrimiento o una rectitud extrema alejada de cualquier lujo, disfrute o sensación de felicidad. Todo este malentendido se produce por no comprender el concepto de los indiferentes.

Lo que quieren decir es que prefieren ser ricos a pobres, tener salud a no tenerla, recibir opiniones favorables en vez de negativas o, en el caso que nos ocupa aquí, tener un negocio que funciona a uno que no…

Pero eso no les controla. No dependen de ello.

De hecho, este concepto es parte de la estrategia realizada por dos de los negociadores más conocidos de la historia como Jim Camp (De entrada, diga no) y Chris Voss (Rompe la barrera del no). Ambos hablan de que el desapego al resultado, la búsqueda de la negativa para construir una respuesta positiva y el entrar en una negociación sin esperar nada de ella ni necesitarlo permiten negociar con más ventaja.

Se entiende de forma sencilla con esta cita de Nassim Taleb hablando sobre Séneca: «Séneca solo quería el lado positivo de la riqueza, pero siempre estaba listo para usarla y nunca dependía de ella. Él era su amo, no su esclavo. Todo lo bueno, nada de lo malo».

Entender este concepto te hace comprender por qué dos de los referentes estoicos más reconocidos eran personas ricas y poderosas (Séneca era considerado uno de los hombres más ricos del mundo y Marco Aurelio era el emperador del Imperio romano), a pesar de que la mayoría tenga como imagen estoica la de Epicteto, el esclavo.

Además, a nivel estratégico este concepto permite no depender de una sola estrategia y a nivel de gestión te hace inmune a los posibles problemas con tu equipo. Vamos por partes.

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Para los estoicos hay una máxima que es ser indiferente a las cosas externas, como la riqueza, el dolor o las opiniones, pero que se entiende de forma errónea porque esto no significa que no quisieran ser ricos, estar sanos o recibir opiniones positivas en vez de negativas.

Imaginemos que tienes una estrategia de anuncios en Meta que está generando el 90 % de tu volumen de negocio. Eso es a la vez positivo y negativo: positivo porque generas ventas en un canal importante y negativo porque ese canal, aunque no lo sepas, te controla. Al aplicar los indiferentes te das cuenta de que prefieres que te vaya bien con esos anuncios, pero no quieres que esta estrategia sea la dueña del negocio…

Y por lo tanto diversificas y buscas alternativas para que ese 90 % sea un porcentaje menor a través de la lista de correo, anuncios en Google, marketing con microinfluencers, etc. Eso hace que el negocio sea antifrágil porque deja de depender de una fuente y porque te es indiferente que una deje de funcionar, ya que tienes varias opciones para elegir.

Cuando hablo de esto siempre me viene a la mente el caso de empresas como Buzzfeed, Vice o Playground que lideraban las noticias en Internet en la época del clickbait, las páginas de Facebook y el alcance masivo a través de esa plataforma…

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Y que murieron, cambiaron o están en proceso de defunción tras la apuesta de Mark Zuckerberg por contenidos personales y no de medios como estos. Cortó el alcance orgánico —que era lo que les daba de comer—, y las ahogó porque dependían (casi) exclusivamente de él. Para que te hagas una idea, llegaron a llamar a este tipo de periodismo como «periodismo del algoritmo».

Más claro, agua: si eres el periodismo del algoritmo y este cambia, estás muerto.

Otro ejemplo de aplicación sería con la creación de productos u ofertas. Yo estuve viviendo, muy bien, de vender un programa de copywriting durante 5 años.

Más de 3.000 cursos vendidos, un sistema replicable que ya estaba probado y un equipo que lo repetía de forma eficiente. Sin embargo… eso dejó de funcionarme por diferentes motivos, tanto personales como profesionales. ¿Me apegué al producto? ¿Pensé «buah, es que con el trabajo que he hecho y lo que ya tengo construido… no puedo dejarlo»? No. Preferiría seguir vendiendo entre 500 y 1.000 programas a 1.945 € al año, pero eso no me controla. Por eso pude dejarlo atrás.

Por otro lado, al contratar habitualmente se generan (demasiados) sentimientos entre la persona que contrata y el empleado o empleada, sobre todo si es una de las primeras personas que pasa a formar parte de tu equipo.

Hace poco vi una entrevista de Bruno y Álex de Nude Project en la que hablaban de que sentían mucha presión porque había 120 familias que dependían de sus decisiones en la empresa. Eso es justo de lo que quiero hablar y, también, lo que es importante evitar.

Yo he sentido eso, a pesar de tener empresas de mucho menor escala y personal, y es horrible. Es como tener una familia numerosa de 50 o 60 personas… y ya me vale con la familia que tengo como para tener más.

Sin embargo, si aplicamos los indiferentes… ¿qué ocurre?

1. Prefiero que un empleado que acabo de contratar funcione y genere rendimiento, pero eso no me controla. Por lo tanto, si no funciona, haré lo que está bajo mi control: despedirlo y buscar a otra persona.

2. Prefiero que una persona de mi equipo crezca hasta el punto de ser una pieza crítica de la empresa, pero eso no debe controlarme. Por ese motivo siempre tendré un plan B por si decide abandonar la empresa y haré rotación de funciones para que si decide irse no rompa el negocio.

3. Prefiero llevarme bien con la plantilla, pero eso no controla mis decisiones porque me es indiferente. Esto me lleva a buscar rendimiento y un acuerdo justo con el equipo, pero no un club de amigos pagados en el que se mezcla lo profesional y personal.

Una empresa antifrágil lleva el concepto de los indiferentes al extremo, desde la creación de oferta o gestión de equipos hasta el marketing. Solo así sobrevive a lo largo del tiempo y no se convierte en una fuente de frustraciones constante.

8. El calendario pertenece al que lo protege Como bien refleja Séneca en su obra De la brevedad de la vida y en el aforismo «la mayoría se muestra miserable a la hora de guardar su patrimonio, pero son muy generosos a la hora de perder el tiempo», el tiempo es algo que los estoicos valoraban enormemente. Bueno, es algo que todos debemos valorar porque, cuando menos te lo esperas, tu propia existencia finaliza tal y como vimos en el punto seis.

A la hora de aplicar dicha gestión del tiempo, el propio Memento Mori y hasta la dicotomía del control a la gestión de este recurso, para mí existen dos herramientas clave: el calendario y la negativa constante.

Yo tengo una máxima que dice lo siguiente: «Si no está en Google Calendar, no existe».

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Esto puede parecer muy frío, pero como comentan muchas veces los líderes de diferentes empresas, ahí arriba se está muy solo y, literalmente, hace frío si no sabes calentarte.

No existe a nivel profesional ni personal. Para que te hagas una idea, en mi calendario están los horarios para llevar a los niños al colegio, actividades extraescolares, citas en la lavandería o barbero, partidos del Celta y reuniones con proveedores, grabaciones, entrevistas en pódcasts o viajes. Está todo porque si no está, como has leído, no existe.

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Un día cualquiera en mi calendario.

¿Quedas conmigo para ir a comer? Lo apunto. ¿Te gustaría llamarme para hablar? Elegimos una hora y lo recojo en mi calendario. ¿Quieres entrevistarme en un pódcast? Contactas con Rick, mi asistente, y él te da un Calendly para elegir un horario establecido para dicha entrevista.

Además, en mi calendario hay dos reglas: 1. No realizo reuniones ni entrevistas ni los lunes ni los viernes: son días donde prefiero tener foco (lunes), no tener obligaciones por si hago un plan que incluya todo el fin de semana (viernes) y librarme de tener citas en festivos o puentes, que suelen ser esos días.

2. Nunca cojo el teléfono ni atiendo sin cita previa: salvo que seas una persona de mi equipo, mi socio o Eli, nunca. Si no sé de qué vamos a hablar, no quiero entrar a ciegas en una reunión que implica dedicar mi recurso más valioso. Así que el clásico de «métete cinco minutos en Zoom y hablamos» a

mí no me vale.

Eso me lleva a hablar de la segunda herramienta, la negativa constante. Yo, de entrada, siempre pienso que no. No quiero ir a esa entrevista. No quiero hacer esa reunión. No quiero ir a grabar. No quiero hacer nada que no sea lo que ya quería hacer…

Entonces ¿cuál es el motivo para hacerlo? Tengo que encontrar, al menos, una razón para alterar mi calendario y ocupar ese preciado espacio en blanco que me aporta tranquilidad, paz y libertad.

La mayoría lo hace al revés: llevan el sí como bandera y buscan motivos para decir que no… y cuando los han encontrado ya han dicho que sí, tienen la cita y cancelarla no es la forma más adecuada de gestionar tus relaciones.

Pero cuando no lo tienes, la agenda está más apretada que el metro de Madrid en hora punta, tienes que hacer cursos de lectura rápida para leer algo (y no enterarte de nada) y te suscribes a todo pero no consumes nada, entonces el estrés, el burnout y lo que te elimina del juego llaman a la puerta.

Protege tu tiempo. Protege tu vida. Protege tu bien más valioso. Y, como último consejo, hazlo de adentro hacia afuera: yo, mi familia, mis amigos, mis negocios y los demás. Si tú no eres feliz ni tienes tiempo para ti, no serás lo que quieres ser para los demás.

9. La única y más importante riqueza que nadie te podrá robar En 2022 trabajé en mentoría con Scott Oldford y, en el proceso, me dijo una frase que siempre recordaré: «El que tiene un método para encontrar oro allá donde va no necesita llevarlo siempre en la bolsa».

Esta frase hace referencia a algo que ya trasladó Séneca con otra cita: «la sabiduría es la única riqueza que nadie puede robar». Y si juntamos ambas,

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Cuando tienes tiempo, cuando hay huecos libres, cuando puedes revisar un libro, un curso, una noticia, un artículo o un email con atención plena, entonces la creatividad, las ideas y lo que realmente marca la diferencia llama a la puerta.

teniendo en cuenta el concepto estoico de la sabiduría, tenemos un aprendizaje clave para entender de qué depende tu progreso profesional.

La clave para crecer como persona, en todos los ámbitos, es acumular sabiduría práctica. Los emprendedores de éxito suelen tener muchos cadáveres empresariales a sus espaldas, es decir, empresas o proyectos que han quebrado, no han funcionado o directamente los han llevado a la ruina…

Pero eso, justamente eso, es lo que permite que hayan sido capaces de construir un negocio que funciona basado en los aprendizajes de esos errores. Tal y como explica Antoni Bolinches en su libro El secreto de la autoestima, hay una gran diferencia entre sufrir sin aprender y transitar por esos fracasos con la actitud del sufrimiento productivo.

Por ejemplo, yo he dilapidado o invertido, dependiendo de a quién le preguntes, más de medio millón de euros en salarios de personas que finalmente no cuajaron en varias de mis empresas. Y a eso podemos sumarle el alquiler y rediseño conjunto con Eli de una oficina para alojar a una serie de empleados que ya no tenemos.

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Podría tomar esa situación como víctima con la clásica actitud de pobrecito de mí, pero tras un proceso interior considero que ese sufrimiento ha sido realmente productivo porque me ha llevado a acumular infinita cantidad de sabiduría práctica en la gestión de equipo que estoy aplicando en mis próximos proyectos.

Como escuché en una entrevista al cofundador de Vicio, Oriol de Pablo, es mucho más útil invertir dinero en aprender emprendiendo y viviendo lo que ocurre en la calle que pagar un costoso MBA donde los papeles no reflejan lo que es sufrir los problemas en tus propias carnes.

Esto me lleva a proponerte un sencillo ejercicio que te ayudará a sanar heridas relacionadas con tus fracasos empresariales, esos que normalmente no le cuentas a nadie pero que cuando los recuerdas te dan una pequeña punzada en el corazón: 1. Divide un folio A4 en tres columnas o, si eres tan digital como yo, hazlo en un documento de Google Docs, Word o Pages.

2. En la primera redactarás todos los fracasos y errores que te duelen, los que sientes que te han dañado de verdad en tu trayectoria profesional. Puedes hacerlo a nivel personal también si quieres.

3. En la segunda define cuál crees que ha sido la causa de dicho fracaso o error.

4. Y en la tercera escribe el aprendizaje que te llevas, esa sabiduría práctica que te acompañará y enriquecerá durante toda la vida.

Te pongo tres ejemplos propios:

CAUSA DEL FRACASO

Invertir demasiado tiempo y dinero en empleados que no encajaron en la empresa desde el primer momento.

Miedo al conflicto.

Permitir cambios en la planificación de un proyecto conjunto de forma continuada por motivos personales de otra persona.

Miedo al conflicto, falta de responsabilidad y sentimiento de inferioridad respecto a la otra persona.

Invertir demasiado en la reforma y adaptación de la oficina de la empresa.

Descontrol financiero y planificación irreal.

APRENDIZAJE Confiar en mi intuición, decir lo que pienso con educación y respeto en todo momento y tomar decisiones rápido sin postergarlas días, semanas o meses cuando tengo claro lo que quiero.

Yo no soy ni más ni menos que nadie, hay que decir las cosas a la cara y responsabilizarse de aquello que te pertenece porque, en caso de que dejes hacerlo de otra forma y fracase, será tu problema.

Trabajar los proyectos y empresas con presupuestos cerrados y definir un stop loss para no caer en el sesgo del costo hundido.

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FRACASOS Y ERRORES

No hace falta que diga que mi problema principal durante gran parte de mi trayectoria profesional ha sido esa aversión al conflicto. Curiosamente, al desprenderme de esta actitud y comenzar a actuar tal y como indico en la columna de aprendizajes, se finalizaron diferentes relaciones profesionales, conseguí establecer una relación mucho más profunda con otras personas y fundé dos proyectos nuevos en cuestión de meses.

Por otro lado, el tercer aprendizaje es compartido con Eli y nos ha ayudado en dos proyectos que están en marcha como son Azimut y un hostal llamado La Central Rooms. ¿Cómo? Te lo explico.

En el primero tenemos un presupuesto definido para apostar por el proyecto con un stop loss claro. Si no conoces el concepto, hace referencia al punto en el que vendes tus acciones en bolsa para reducir las pérdidas. Es decir, si compro acciones de Meta a 350 dólares y elijo 300 como stop loss, quiere decir que mi confianza en esta acción llega hasta ese punto y que si baja a esa cifra se vende de forma automática para reducir mis pérdidas antes de que sea demasiado tarde.

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En los proyectos tiene que existir un stop loss y eso lo aprendí tras comprar más merchandising del que nunca necesitaré y construir con Eli una oficina para una realidad paralela que no va a suceder.

En el caso de Azimut, esa cifra de pérdida máxima está definida y si se llega a ella se liquida y cierra. Business is business.

Por otro lado, en el hostal nos ha ayudado a ir poco a poco en vez de hacer un all in. Podríamos haber comprado dos propiedades o una más grande para tener unas 15 habitaciones, pero encontramos un chollo que nos permite tener siete a un precio imbatible en la zona. Empezaremos por ahí y si necesitamos crecer, ya se hará en base a beneficios y no a realidades paralelas.

Todo este proceso también se puede relacionar con el concepto estoico de amor fati, que significa «amar el destino» y solo nos transmite que las cosas pasan como tienen que pasar en el momento que tienen que ocurrir… y hay que quererlas así, tal y como son. Hay que aceptarlas.

Si eres capaz de acumular esa riqueza de la sabiduría aplicando el amor fati a todo lo que te pasa, tanto lo bueno como lo malo, comprenderás por qué Séneca decía que el destino guía a quien lo acepta y arrastra a quien lo rechaza.

Puedes guiarte por lo que aprendes y cada día, tras cada victoria o derrota, acumular más riqueza para que cuando llegue la ola de tu vida la puedas surfear como un auténtico profesional.

O puedes ser el vértice de la víctima en el triángulo dramático de Karpman, lamerte las heridas, volver a cometer los mismos errores y vivir en un círculo vicioso de desgracias y lamentos.

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Yo elijo la primera y, si has leído este número al completo e interiorizado tanto el Adentro como los nueve puntos de Afuera, tú también. Disfruta de tu futuro camino de emprendimiento con mayor sabiduría, templanza, justicia y coraje.

teniendo en cuenta el concepto estoico de la sabiduría, tenemos un aprendizaje clave para entender de qué depende tu progreso profesional.

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LAS DOS IDEAS CLAVES QUE DEBES RECORDAR TRAS LEER ESTE NÚMERO

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No pagues más formaciones hasta que no te hagas un máster en el control de tu pensamiento porque ahí está tu riqueza

Dedicar tiempo y esfuerzo a cualquier hecho que no puedes controlar es desperdiciar el bien más preciado que tienes

La fortaleza no es trabajar más para lograr más, sino alcanzar un estado de serenidad desde el que operar con sensatez y templanza.

El tiempo pasa y algún día todos moriremos, incluidos tú y tu negocio.

Reconoce tus emociones, evita desbordamientos innecesarios y avanza al ritmo que tú puedas sostener.

Disfruta del momento presente haciendo lo que ya haces y dejando ir todo aquello que no puedes controlar.

Hay un camino amable en el mundo del emprendimiento, pero solo unos poquitos se han tomado el tiempo necesario para aprender estos principios estoicos que te cambiarán la vida. ¡Enhorabuena por llegar hasta aquí!

¿Quieres perder ese bien tan valioso luchando contra los molinos de viento como don Quijote o prefieres esforzarte en cambiar aquello que está bajo tu control y merece de verdad la pena?

Si escapa a tu control, escapa a tu preocupación. Y si en vez de preocuparte por aquello que puedes controlar te ocupas de ello y actúas con coraje, todo cambiará.

Esta es la senda hacia la sabiduría y el éxito en los negocios y una forma de honrar el valioso tiempo que tenemos en esta vida.

Antes de invertir en marketing, herramientas y trucos mágicos, invierte en tu seguridad personal.

Con amor y cariño, Eli y Javi

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